Partida Rol por web

Arion se secó el sudor de la frente con el dorso vendado de su mano, mientras trataba de controlar su alocada respiración. Frustrado por la futilidad de su trabajo y la llamada de auxilio que reverberaba ahogada por los perniciosos vapores del magma. Esa frustración se materializó en un estrangulado exabrupto, mordisqueada en el respirador aquata.

Las palabras de Mowar le devolvierón la sonrisa y la esperanza... "Creo... Coff, coff... Creo que la tengo enrollada... coff... coff... Por algún lado..." Arion tosió un par de veces más, venciendo la tentación de arrancarse el dispositivo respirador y trasteó con los restos de "cuerda" que había mantenia guardado, por ahi.

Salió un par de segundos para inhalar profundamente algo de aire limpio y volvió a entrar, tendiendose sobre el vientre, al borde del agujero.

"¡Vamos a lanzarte una... una cuerda. Coff... coff... Agarrate a ella y te izaremos... coff... a pulso!"

Arion se giro hacia sus compañeros, tendiendoles el extremo de la improvisada cuerda, mientras dejaba caer el otro extremo por el agujero. El padawan guiño un ojo complice y esperanzado a su compañeros.

La cuerda se deslizó con suavidad a través del agujero, y los padawan la perdieron de vista entre el humo, aunque la iluminaba débilmente el resplandor de la lava que fluía más abajo. Pasaron unos segundos y entonces volvieron a oír la vocecita, algo más animada ahora.

- ¡Ya la veo! -oyeron que decía-. Pero... no puedo alcanzarla, está muy lejos.

Se asomaron por la abertura y cuando el humo se atenuó durante unos segundos comprobaron que, efectivamente, la cuerda colgaba por encima del río de lava, a varios metros de la orilla de piedras negras y ceniza. La persona a la que intentaban ayudar seguía fuera de su campo de visión, pero si no podía saltar como ellos, de ningún modo podría alcanzar la cuerda y subir por ella.

Theen se molestaba de la actitud de sus compañeros, por eso siempre estaba incomodo con ellos, y siempre le era mas cómodo alguien adulto. El sabia que los maestros se detendrían a meditar la situación y a obtener toda la información posible antes de actuar en vez obrar de forma atropellada.
-Quizá deberíamos preguntarle cual es su situación exactamente, quien es, como llego allí, etc.?-

Mowar cerró los ojos tratando de concentrarse en sentir la Fuerza del chiquillo que estaba bajo ellos, pero no era lo suficientemente habil para discernir la que fluía por sus compañeros de la que estaba allí abajo. Finalmente suspiró exesperada. Exesperada  porque no les quedaba mucho tiempo, porque la cuerda no llegaba hasta el chico y porque no era capaz de centrarse en sus habilidades.

Si le preguntamos todo eso acabará abrasado alli abajo. Arion-dijo sacando las vendas que tenía ella en su botiquín- Alarguemos la cuerda, rápido.

Mowar levantó la mirada hacia theen, era más alto incluso que ella y añadió con el ceño ligeramente fruncido Aunque sea un maestro sith nuestro deber sería ayudarlo.... Solo hay dos opciones: o le subimos o bajamos. Al menos yo no pienso dejar a nadie a su suerte aquí dentro

-No confundir servir a la federación y ayudar al indefenso con rescatar a una débil llama del lado oscuro que pueda fortalecerse.- Hablo el pequeño Anx sin siquiera mirar a su compañera debido a su incomodidad ante la interacción con sus compañeros. Allí sentado, Theen debería ser probablemente aun mas alto que algunos de sus compañeros generando que su incomodidad fuera aun mas notable debido a la imposibilidad de pasar desapercibido.

Arion se giró, extrañado, para mirar su compañero, lanzandole una larga mirada...

"Actuar atolondradamente, guiado por el impulso ciego, es contrario a las enseñanzas del Codigo... Sin embargo, Mowar tambien tiene razón. Permitir que alguien sufra, cuando esta en nuestra mano aliviar ese dolor, conduce al Lado Oscuro"

Inconscientemente, el joven padawan asintió a ambos aprendices y se giró hacia el hueco, tendiendose de nuevo junto al borde...

"¡¿Hola?! ¡Nosotros tampoco podemos verte bien...! ¡Necesitamos que te muestres, para calcular la distancia que nos separa, tú peso...! ¡No te preocupes! ¡Aguanta!"

Todavía en el suelo, Arion giró sobre si mismo, para volverse hacia sus compañeros, mientras hacia un nudo corredizo con el extremo de la "cuerda"

"Comprendo tus dudas, Theen... Pero no puedo permanecer de brazos cruzados, mientras alguien sufre... Ni siquiera aunque se trate de una argucía del Reverso Tenebroso"

Arion subrayó sus palabras, dando un par de fuertes tirones a la cuerda, para asegurarse de que el nudo aguantaba...

"Voy a descolgarme por el hueco, cabeza abajo, para darle un poco más de margen a nuestro amiguito. He hecho una especie de estribo en el extremo de la cuerda, para ayudar... Necesito que me sostengais mientras me sustento con los pies en el borde... ¿Todo claro? ...Pues a ello"

Con un gesto de la cabeza, el padawan se acercó hacia el hueco y empezó a dejarse caer dentro, utilizando primero sus piernas, despues sus rodillas y por último los tobillos como topes para evitar deslizarse y ser tragado por el agujero...

El plan de Arion era ingenioso. Al menos, así podrían saber dónde estaba el pequeño que necesitaba su ayuda. Se descolgó mientras sus compañeros lo ayudaban, y bajó por la estrecha abertura. El humo le hacía llorar los ojos, y si no hubiera sido por el respirador jedi, seguramente se habría asfixiado en poco tiempo. Pero se obligó a aguantar y descendió hasta que su cabeza quedó por debajo del techo de la sala inferior.

El calor era asfixiante. Debajo de él, el río de lava fluía con lentitud y parsimonia, pero seguía siendo igual de mortífero. Había una vieja grúa desvencijada, que seguramente eran los restos de una antigua fundición. Arion se dio la vuelta lentamente y escrutó la orilla negruzca del río de lava.

A unos diez metros, pudo ver una pequeña forma que le hacía señas con los brazos. Era una pequeña niña twi'lek, de piel roja y con dos pequeñas colas que le caían a la espalda. Parecía asustada y a punto de echarse a llorar.

- ¡Aquí! ¡Estoy aquí, ayúdame! ¡Por favor! -decía, moviendo los brazos arriba y abajo, mientras el calor de la lava distorsionaba su forma.

Arion notó que le picban los ojos... y no solo por efecto de las emanaciones sulfurosas de la sala...

"Hay más de diez metros hasta ella... y no parece que pueda ser de mucha ayuda... Tendría que haber estudiado con más ahinco como mover cosas con la Fuerza... En lugar de estudiar la Historia de la Orden..."

El joven aprendiz se sintió terriblemente desesperado en aquella situación, francamente frustrado por su aparente incapacidad.

"Tranquilo, Arion... Confía en la Fuerza... Confía en tus compañeros... Todos formamos parte del flujo de la Fuerza... Incluso los ciclos de este rio de lava... Aunque hallan sido trastocados por el Reverso Tenebroso..."

Arion giró la cabeza y grito hacia sus compañeros, tratando de hacerse oir, sin asfixiarse en el intento...

"¡¡Esta a unos diez me-tros... Es una chi-ca... Twi´lek... Voya a nece-sitar que empalme-meís mas vendas... Ten-go que baj-ar más..."

Haciendo fuerza con sus manos firmemente asentadas en el improvisado "estribo" de la cuerda, Arion se descolgó a pulso, enrollando sus piernas y deslizandose como si fuese una culebrilla hasta el extremo inferior de sus soga...

"Un poc-o más, ya  falta me-nos..."

Nada de acuerdo pero conciente de la situación, el pequeño Theen levanto del suelo su corpulenta existencia para aproximarse hasta donde los demás sostenían la improvisada cuerda.
-Permítanme ayudarles- dijo el Anx hincándose en el suelo para estar a la altura de sus compañeros e inmediatamente sujeto con firmeza la cuerda. Ahora deberían tener algo mas de seguridad. Para Theen seria mas adecuado acostarse en el borde para permitirle a Arion mas distancia, con sus largas manos el Anx podría sostenerlo desde una menor altura; sin embargo, nada de esto comento, no tenia ganas de hablar mas, y también consideraba que sus acciones podrían poner en riesgo tres vidas, sin iba a hacerlo debería estar conciente de poder lograrlo.

Arion se esforzó todo lo que pudo para no pensar en lo que pasaría si la maniobra fallaba. Si se resbalaba o caía, su suerte estaba echada... Pero decidió tener fe en sus habilidades y en la Fuerza. Muy despacio, logró descolgarse y quedar suspendido sobre la roca fundida, al extremo de la cuerda.

Si se movía con prudencia, quizá pudiera balancearse hasta donde la niña Twi-lek le hacía señas... pero aún estaba lejos. También podía optar por balancearse y saltar hasta la orilla del río de lava, pero entonces tendría que pensar en un buen plan para que pudieran volver...

Mientras agarraba con fuerza la cuerda, Mowar trató de no pensar en lo que ocurría abajo para poder concentrarse y aclarar su mente. Había unas cuantas cosas que la inquietaban aparte de la evidencia de que no era muy normal la presencia de una niña allí. Era también el hecho de que Arion necesitase respirador y la twi'lek no, aparte que si la niña era iniciada como ellos debía de poder saltar y si no era iniciada....bueno, era dificil que siguiese con vida allí abajo.

Finalmente Mowar hizo como su maestra la había enseñado y trato de ver los flujos de la Fuerza a su alrededor, para comprobar si había algun iniciado más allí...y que tipo de control ejercía sobre la Fuerza.

"Humm... La situación es compleja... Tengo que concentrarme... Y pensar... Pensar..."

Arion inspiró todo lo profundamente que pudó a traves del respirador... Se encogió sobre sí mismo, quedo suspendido a pulso y empezó a balancearse... Con lentitud y cuidado impulsó su cuerpo hacía atras y hacia adelante, descolgandosé todavía un poco más...

"No alcanzó... Faltan unos pocos metros... O la digo que se arriesgue y salte... O salto yo..."

Arion se balanceó adelante y atrás hasta que la cuerda no dio más de sí. Aún no alcanzaba a la niña y la lava amenazaba debajo... Sin embargo, la pequeña se levantó y fue hasta la orilla del río de magma.

- Pu... puedo intentar saltar... -dijo al fin.

Mientras tanto, Mowar se concentraba en olvidar el mordisco de la áspera cuerda en sus manos para intentar percibir lo que la rodeaba en la Fuerza. Se centró especialmente en la niña que había allí, y descubrió asombrada que efectivamente, la Fuerza era intensa en ella. ¿Quizá fuera otra padawan del Templo? Pero entonces... ¿qué hacía allí?

La información se arremolinaba en el cerebro de la gungan mientras luchaba por no soltar la cuerda. Todo aquello cambiaba las cosas. Si era una iniciada podría haber saltado hasta alli sin tanta tontería...o al menos haberlo intentado...y sobre todo LO HABRÍA DICHO. El poder de una pequeña padawan podía pasar desapercibido, peor el de un grupo de ellos no.

¡¡Arión!! Es una iniciada- avisó finalmente la joven gungan, sin saber muy bien si sería un aprendiz de aquel terrible hombre

Pero cada maestro solo puede tener un pupilo pensó con un escalofrío.

La voz de alarma de nuestra compañera gungan me despierta de mi trance, y me hace analizar la situación.

-¿Nos estará tendiendo una trampa? ¿Puede haber mas de un sith aquí? - Miro con serenidad mi alrededor buscando cámaras imaginarias, pero en mi interior crecían algunas dudas.

Miro la escena de Arion, no se le veía muy bien, pues desde allí era un blanco muy fácil, era como pintarse una diana de tiro al blanco en el pecho y partir corriendo en completa soledad contra un ejercito entero... de todas maneras, si fuese mas de un solo Sith, sería mas razonable la posibilidad de que nuestros maestros hayan perdido si se ven sobrepasados en números.

-Deberían subir a Arion - Digo fríamente al final, pensando de manera calculadora - Si es una iniciada, y no es nuestra enemiga que lo pruebe saltando y subiendo la cuerda por si sola, no quiero caer en una emboscada, ni podemos perder mas tiempo. 

"Si salimos de estas, podremos graduarnos con matricula de honor en la Academia..."

Arion sonrió para si mismo, mientras se afianzaba todo lo que podía, sin dejar de balancearse sobre el rio de magma, colgado de una improvisada cuerda hecha de vendas, entre nubes sulforosas... Concentró su mente para sintonizarse con la Fuerza y mejorar su cuerpo para la tarea que se avecinaba...

"Tie-nes que sal-tar... Cof-cof-cof... Yo... Yo te co-ge-re... Prepa... Preparate... Uno... Dos..."

"Y que la Fuerza nos acompañe"

"¡¡TRES!!"

Ante las palabras de Mowar, el padawan Theen entendió que la situación se les podía salir de las manos y se apresuro por tanto a subir a Arion hasta donde todos los demás se encontraban.
Maldiciendo que Alia fuera justamente quien dijera esas palabras pues su papel de convencimiento podría haberse perdido, el pequeño Ant habló con firmeza al resto de sus compañeros mientras tiraba para subir al humano.
-Toda mancha de oscuridad debe ser purificada, no podemos ayudar al mal dejadla y busquemos a los maestros-

Arion pudo ver cómo la niña twi'lek se acercaba a la orilla del río de lava, decidida a saltar para alcanzar su mano mientras él se balanceaba sobre el vacío y el magma. Alargó un brazo para poder recogerla. La pequeña se agazapó para saltar, pero en el momento en que Arion decía "tres", notó que algo tiraba de él hacia arriba. Theen lo estaba izando para que volviera con ellos.

La niña se paró en seco, y se llevó una mano a la boca mientras tosía.

- ¡Espera! -suplicó-. ¡No me dejes aquí!

El pequeño zabrak no escapó de su asombro al recibir la noticia de que aquella twi'lek resultaba ser ahora una iniciada Sith. Ansiaba que por fin pudiera subir hasta la sala donde todos se encontraban para que pudiera responder a unas cuantas preguntas, las cuales deberían ser contestadas a cambio de la ayuda prestada. Eso si, como Theen advertía, no se trataba de una trampa.

Nop se llevó la palma de la mano a su rostro al contemplar la acción del ant e intentó clarificar la situación.

- Pero Theen - le dijo algo inseguro - Tal vez encontrar a los maestros pase por ayudar a la twi'lek.

Algo debían hacer, y debían hacerlo rápido. La situación de Arion no invitaba a plantear nuevos planes.