Partida Rol por web

La mayor controla su respiración.

- Entiendo lo que quieres decir Laomé. Pero debes confiar en nosotros. Seres malvados se aproximan a tu pueblo. No se porqué el crucifijo no brilla. Solo se que tu pueblo esta en peligro. Te ruego que te sientes en la silla y la pongas en marcha. Úsala para ver a aquellos que se están acercando a tu pueblo. Si quieres incluso intenta averiguar sus intenciones. Pero hazlo rápido. Nosotros hemos intentado hablar con ellos pero no nos responden, demostrando que no son amistosos. Vienen en artilugios demoniacos, nosotros ya hemos visto a los demonios venir de esta manera y destruir no solo pueblos sino mundos enteros. Por favor Laomé este es el momento en que el debes demostrar a tu pueblo y a dios que eres digna de ser la sacerdotisa. El señor te dotó de inteligencia y habilidad para decidir y usar esta reliquia. Úsala y protege a tu pueblo y también al mio. Piensa que es posible que dios nos enviará aquí para guíaros cuando la luz del crucifijo no pudiera hacerlo.

Yo... lo intentaré, pero el Gran Sacerdote me reveló que sólo cuando el Señor nos muestra su luz podemos sentarnos en el untah para pregar al Señor que nos proteja de los demonios. Sin la luz como guía no creo que pueda hacer nada, pero... tal vez tenga razón Mayor Nicole Boyd y esto sea una prueba de fer, para demostrar que soy digna para dirigir a mi pueblo...

Dicho esto se sienta en la silla, aunque esta no responde. Laomé entona un salmo, pero la respuesta es nula.

Te acercas a la entrada de la cueva y puedes distingir la presencia de las dos naves aterrando en el planeta. Algo no va bien...

Quizás debería informar al Coronel que esto no tiene pinta de funcionar...

La mayor coge su radio esperando que el coronel no haya iniciado ya el silencio de radio.

- Coronel! Coronel! Me recibe? La silla no funciona. Repito la silla no funciona. No se activa ningún mecanismo. No ocurre nada. La cruz no ha dado señales de peligro. En esta situación no podemos parar las naves. Deberá tratar de proteger al pueblo de los seres que estén viajando en ellas. Jo seguiré con Lomé en la montaña buscando cual es el problema. Pero le aviso que los conocimientos que tenemos sobre esta tecnología arcaica son muy limitados. A lo mejor debería decir a Krod que rece por un milagro.

Justo cuando estoy por alejarme de la casa de Krod en direccion a la iglesia, escucho la ultima transmision de la Mayor..."Diablos, debo prestar mas atencion a ese aparato! estaba seguro que lo habia apagado!"

Le hago una señal a Krod de que se quede justo donde esta y vuelvo a entrar en la casa, tomo rapidamente el comunicador de la radio y transmito mis ordenes a la mayor:- Mayor, siga las ordenes que le di, si dentro de dos horas no me comunico, salga de la montaña y llevese a Laome a la stargate y busque refuerzos. Comience el silencio de radio a partir de ahora - y cierro la comunicacion con la mayor, asegurandome esta vez de dejar bien apagada la radio y oculta bajo unas mantas y otros enseres.

Salgo inmediatamente de la casa y tomo a Krod del brazo para obligarlo "gentilmente" a retomar el camino hacia la iglesia.

"Bien, veremos que pasa ahora", pienso con cierta ironia y aire de suficiencia..."No me asignaron el liderazgo del SG1 por nada...", sonrio para mi mismo mientras voy caminando...

Sonrie un poco azorada ante la emoción del doctor Lee. Durante unos segundos no supo cómo reaccionar, más aún cuando vio que el buen doctor estaba a punto de ponerle en un compromiso. Le caía bien y le encantaba la investigación, pero en el fondo le apasionaba más el trabajo de campo. Está pensando en una excusa buena para decir cuando el doctor le deje hablar, pero la radio lo interrumpe antes de que sea necesario pasar por ese aprieto.

- En seguida, doctora - dice rápidamente por radio, antes de que se alargue la situación - Discúlpeme, doctor Lee. Estoy impaciente por saber los resultados de las pruebas al Dr. Donovan. No se preocupe, en cuanto acabemos con esta misión podremos buscar un acuerdo con el General Landry. - explica conciliadora. Con suerte el General la querría en el puesto que tenía ahora y no dentro de un laboratorio.

Se dirige hacia la puerta, de camino a la enfermería.

- Infórmeme de cualquier novedad, si es tan amable. En cuanto termine en la enfermería iremos a hablar con el General Landry, le parece?

Y sin darle tiempo a contestar, sale de la habitación.

Las noticias no eran buenas, sin duda. La ventaja del SG1 residía en la tecnología antigua que al parecer Laomé tendría que haber activado. Pero no fue así, algo salió mal, como siempre.

Las naves se estaban preparando para aterrizar cerca de la aldea donde se encontraba el Coronel Vargas, pero antes se encargaron de demostrar sus intenciones claramente. Un par de disparos de advertencia salieron de la ha'tak directo hacia las afueras del poblado. El estruendo que causaron fue terrible, pero la devastación mayor si cabe. La zona de casas cerca de la de Krod quedó completamente destruída. Posiblemente el sistema de comunicación de radio que había contruído la Mayor Boyd también estaría destrozado.

El pueblo, reunido alrededor de la Iglesia estaba aterrorizado. Todo el mundo estaba rezando. El Coronel no podía entender nada, pero no hacía falta. Sus caras de pánico reflejaban perfectamente la situación.

La polvareda que levantaron las naves al aterrizar llegó hasta el pueblo y sus habitantes tuvieron que protegerse la cara para que la mezcla de tierra y nieve no irritara sus ojos.

El Coronel Vargas se temía lo peor mientras la Mayor Boyd se preparaba para emprender la acción. Al cabo de unos minutos, un ejército entero empezó a salir de las naves...

¿Cómo pueden haber regresado los goa'uld con semejante fuerza? -se preguntó el Coronel Vargas-. ¡Se supone que se estaban todos muertos!... Incluso Ba'al.

Luego su sorpresa fue en augmento pues no eran los goa'uld los que se acercaban sino un ejército de la Alianza Lucien.

Malditos bastardos, ¿qué se supone que hacen en este planeta? ¿Nos habrán descubierto? ¿Cómo?

Todas estas preguntas asaltaron la mente del Coronel sin que pudiera encontrar respuesta.

Se estaban acercando...

Cuando la Tte llegó a la enfermería, la Dra Lam ya la estaba esperando.

Hola Teniente, veo que ha venido rápido. Siéntese por favor. Usted también Dr. Donovan -dice con una sonrisa-.

Hasta donde puedo comprender, no le pasa nada grave... más bien al contrario. En el análisis de sangre rutinario, pude ver algunos niveles alterados de metabolitos que me sorprendieron e indicaban una actividad metabólica del organismo algo alterada. Los valores de referencia estaban dentro de los márgenes normales para un adulto, pero todos presentaban una desviación característica, en la misma dirección.

Me explicaré. Como usted sabrá Teniente Pratt, los valores de referencia para un adulto y un niño difieren y por esto es importante analizar los resultados según la edad del paciente. El Dr. Donovan tiene los valores dentro de los parámetros normales pero fíjese en este gráfico. Hay un grupo de parámetros que están significativamente desviados hacia valores más bajos y otros hacia valores más altos. Pues bien, mire que pasa si los comparamos con los valores esperados de un niño... Como puede ver, aunque los valores son distintos la tendencia es la misma. ¡Resulta que el Dr. Donovan tiene una desviación consistente hacia los valores de referencia de alguien más joven!

Esto podría ser sólo casualidad, por eso me he tomado la molestia de hacer una indagación personal. Como sabe Tte, la longitud de los telómeros de los cromosomas de una célula tiene que ver con el número de divisiones celulares que ha experimentado, podríamos decir que se acortan con la edad...

¡No puede ser! -dijo sorprendida la Tte Pratt que se imaginaba la respuesta de la Dra.

Efectivamente. El Dr. Donovan presenta unos telómeros más largos que lo que se esperaría por su edad, es como si hubiera rejuvenecido. Es más, aquí tiene los resultados médicos del archivo del SG para el Dr. Jackson y el Dr. Lee después de ser expuestos a niveles bajos de la radiación procediente del aparato de Tel'shak. ¡Como puede ver los resultados coinciden!

¡Vaya, resulta que estoy hecho un chaval! -dice el Dr. Donovan pavoneándose-.

Cuando tenga 80 años igual que yo y aún me sienta como un adolescente le recordaré lo que me dijo en ese planeta Tte -dice riéndose-.

Aunque estoy deseoso de intervenir y averiguar que quiere la Alianza Lucien, debo mantener un bajo perfil, "Que mas van querer! Por supuesto que desean poder! poder sobre esta gente y todos los demas! pero... como habran sabido de la tecnologia de este planeta? ... si es que saben algo..."

Trato de pasar inadvertido tanto como me resulta posible, pero cerca de Krod, asumo que por su relacion filial, el terminara actuando como el lider del pueblo mientras no esta Laome. "Solo espero que no se le ocurra hablarles de mi", y bajo un poco la capucha que he puesto sobre mi cabeza, para ocultar un poco mas mi cara e incluso encorvo un poco el cuerpo, tomando un palo que veo cerca para parecer alguien debil o anciano mientras la gente de la Alianza Lucien se acerca cada vez mas a nosotros.

Aunque limito un poco mi vista con la postura que adopto, de vez en cuando echo vistazos furtivos para ver si reconozco a alguien de la alianza Lucien y mantengo en alerta todos mis demas sentidos.

"A ver si a ellos los entiendo mas que a la gente de este pueblo..."

Escucha a la dra. Lam con los ojos cada vez más abiertos, sin querer creerse lo que está escuchando. La impertinencia de Donovan la hacer salir de su ensimismamiento. Efectivamente, estaba hecho un chaval, incluyendo el comportamiento de uno.

- Doctora, tal vez debería haber mentido un poco al doctor Donovan antes de darle la alegría de un futuro sin artritis. - dice con tono jocoso y malicioso a la vez - Me alegro por usted, aunque sigo pensando que un poco de diarrea le habría ayudado a ser más reflexivo.

Mientras habla no puede evitar que una sonrisa se le escape, su cuerpo entero vibrando de la emoción.

- Supongo que es mucho aventurar, pero preguntaré de todos modos: ¿cuál podría ser el origen de esta agua tan fabulosa? ¿Cree que los antiguos la dejaron junto con la cruz para combatir a los Wraith y proteger a los nativos? ¿Ve alguna manera de reproducirlo? - empieza a moverse por la enfermería según habla, inquieta y entusiasmada a la vez - ¡Podríamos obtener algo así como una vacuna contra los wraith! ¿Sería posible ver los resultados de los tests?

Se frena, consciente de haber estado hablando demasiado rápido.

- O tal vez deberíamos ir a informar de todo esto al General, claro...

Por lo que me ha contado el Dr. Donovan es muy probable que las capacidades milagrosas de este agua tengan que ver con alguna versión sofisticada del aparato de Tel'shak, lo que me hace sospechar que hay algo en el ritual de los nativos que estaría relacionado con la activación o el control de tecnología antigua. Seguramente la cruz de la que me habla esté relacionada también de alguna forma, aunque eso está mucho más allá de mi capacidad de deducción -dice con una media sonrisa-.

De momento no puedo decirle nada más al respecto. Sabemos sus efectos, pero eso es todo. Creo que sería buena idea que fuera a hablar con el General sobre esto. Ya vimos lo que podía provocar el aparato que rescataron el Dr. Jackson y el Dr. Lee si no se usaba con cautela... Este podría provocar efectos similares o incluso peores.

Se gira para coger unos papeles mientras termina la frase anterior y luego os mira y os dice:

Teniente, aquí tiene los informes. Estoy segura que el General querrá echarles un vistazo. Un consejo, hágale un resumen antes que termine de leerlos, se pone algo nervioso con los tecnicismos médicos que no entiende, hágaselo fácil.

Y usted Dr. Donovan, vaya con cuidado la próxima vez, no siempre tendrá tanta suerte. Haría bien en dejarse aconsejar por una mujer de vez en cuando... -dice mientras se retira-.

Los informes viene a decir lo mismo que te ha contado la Dra. Lam, sólo que con más números y más jerga médica. Tú decides cual es el próximo paso... ;)

El Coronel decidió mezclarse entre la población. Sus recursos eran muy limitados, casi nulos. Además, con la radio destruida su capacidad de maniobra era escasa. Todo dependería de lo que consiguieran la Mayor Boyd y Laomé.

El pueblo estaba cercado de enemigos. Habían tomado posiciones estratégicas alrededor del asentamiento y ahora estaban registrando las casas buscando a gente escondida.

Sin embargo, el grueso de los enemigos se dirigía directo hacia la Iglesia, donde estaban todos congregados. Al llegar hacia la multitud, el que parecía el comandante en jefe de la patrulla que se acercaba dio un paso al frente y se acercó hasta donde estaba Krod.

¡VEN HAH YA WAN YADARU! -gritó hacia la multitud, pero nadie contestó-.

Cita:

Sonrio con ironia bajo la capucha maldiciendo mi suerte, no entiendo absolutamente nada de lo que ha dicho, "Aunque no creo que este diciendo 'Hola, mucho gusto'...", resulta peligroso, pero me mantengo cerca de Krod y la mujer que ha hablado, estoy listo para usar mis armas, aunque dudo que sea buena idea. Vuelvo a hacer uso de mi paciencia. No me queda otra opcion que esperar y seguir escuchando... "Como si fuera a entender algo de lo que dicen! Pero que mas da, quizas mi suerte mejore..."

¿Qué es todo este ruido? -dice mientras se apresura hasta la entrada de la cueva-.

La estancia era pequeña, al igual que la entrada, cosa que serviría también para ocultar su posición.

¡No puede ser! Los demonios han llegado Mayor Nicole Boyd y no puedo detenerlos. ¿Por qué? ¿Por qué el Gran Sacerdote tuvo que irse tan pronto? Yo no soy como él. ¡Oh, Señor! Te pido misericordia para mi pueblo, si mi fe no es suficiente dime qué más puedo hacer por ti y lo haré. Por favor no hagas sufrir a nuestro pueblo por mi debilidad, te lo ruego.

Dicho esto rompió a llorar en la misma ladera de la montaña, frente a la cueva.

La Mayor intentó acercarse a Laomé para que se tranquilizara, pero estaba demasiada absorta en su pesar como para notar la presencia de la Mayor.

Después de un buen rato aún en el suelo, pero más sosegada reparó en que no estaba sola y le dijo a la Mayor:

No puedo abandonar a mi pueblo. Nuestro Señor nos ama y nos protegerá de cualquier mal, así está escrito. Nuestro pueblo siempre ha tenido fe en Él y ahora no la perderemos. Superaremos esta prueba como todas las que hemos superado anteriormente.

Dicho esto se levantó y se dirigió con pie firme hacia el poblado, como si nada pudiera imponerse entre ella y su destino.

¡VEN HAH YA WAN YADARU! -volvió a repetir-.

Al no obtener contestación alguna, uno de los que le acompañaban se acercó a Krod y al más puro estilo goa'uld golpeó al pobre hombre en las rodillas haciéndolo caer de rodillas al suelo.

Krod empezó a hablar en su idioma natal, pero era evidente que sólo los pobladores del lugar podían entenderle...

La mayor salió a la carrera y cerró el paso a Laomé, arrinconándola junto a la pared de roca de la montaña para evitar ser vistas por los piratas espaciales. Después le susurro a la oreja:

- Laomé, “los caminos del señor son inescrutables”. – A la mayor siempre le intrigo esta enigmática frase - El señor nos ha dotado de inteligencia y habilidades para labrar nuestro futuro. Estos que ahora atacan a tu pueblo no son demonios. Por eso la reliquia no a reaccionado cuando ellos llegaron. Son lo que nosotros llamamos “PIRATAS”. Gente que no siguen el camino del señor y se dedican a quitar cosas valiosas a los pueblos en su propio y egoísta beneficio. Seguramente vienen a buscar las reliquias y el poder que dios os a dado, su bendición a tu pueblo. Ellos hace poco que invaden el mundo del señor. Por eso el señor no ha tenido tiempo de bendeciros con una reliquia que os proteja de ellos. Sabiendo esto, ¿crees que puedes ayudar a tu pueblo de sus ataques? Calculo que el poder que la reliquia mostró con el antiguo sacerdote frente un par de “Demonios“, si funcionará, no será suficiente para todo un ejercito de gente mala y egoísta. Mi pueblo es poderoso debo ir a avisarlo para ayudaros a impedir esta injusticia. Puedes venir conmigo o ir a tu pueblo, es tu elección. Se que es un largo camino, pero debo apresurarme a ir junto a la iglesia y volver con mi pueblo en busca de ayuda. En cualquier caso tu debes mantener mi identidad en secreto. Y si vas al pueblo piensa que debes evitar morir en vano. El futuro de tu pueblo depende de ti y no tienes sacerdote sucesor. Tus conocimientos son imprescindibles para tu pueblo. Yo caminaré día y noche hasta llegar a la Iglesia, será peligroso, tu ayuda me sería muy útil para orientarme y encontrar agua y alimentos por el camino ... - Hace una corta pausa.- Incluso cualquier recomendación que puedas darme será fundamental para que consiga enviar el mensaje de socorro en el menor tiempo posible.

Dicho esto libera a Laomé a la espera de su reacción y respuesta. A su vez dirige una mirada de reconocimiento al pueblo y las naves para ver si hay alguna señal entre los piratas que indique que las hayan detectado.

El Coronel deberá entretener a los piratas y evitar un baño de sangre. Ella tenía ordenes de ir a buscar ayuda a la tierra. El poder de la energía vital o rejuvenecimiento del que este pueblo gozaba no le parecía útil como arma bélica ante unos piratas con diversidad genética.

Ojea los papeles mientras la Dra. Lam acaba de hablar, sonriendo ante el comentario sobre la paciencia ante los tecnicismos del General.

- Tiene razón, intentaré ser cuanto más breve mejor. Doctor, - dice dirigiéndose al sonriente Donovan - ¿qué le parece si me acompaña para hablar con el General? Entre este descubrimiento y el que ha hecho el doctor Lee... no creo que debamos esperar más para informarle.

Se gira dispuesta a salir rápidamente hacia el despacho del General Landry, pero cuando tiene a Donovan al lado frena un poco y congiéndolo por el brazo le susurra al oído mientras caminan.

- Compórtese... - dice mientras abraza los informes médicos con su otra mano.

La Teniente Pratt se dirigió con el Dr. Donovan hacia el despacho del General. El Dr. Donovan parecía estar igual de contento que un niño con una piruleta y es que, a veces, su carácter algo infantil contrastaba con su perspicacia e inteligencia.

Llegados al despacho, la Teniente llamó a la puerta esperando una señal del General que la invitara a pasar.

Adelante -dijo el General-.

Justo cuando entraron, el Coronel Reynolds salía también del despacho. Al parecer, la reunión entre ellos había durado bastante rato.

Me preguntaba cuanto tiempo tardaría en pasar por mi despacho Teniente y, para mi sorpresa, ha sido más del que esperaba con lo que supongo que hay algo que ha atraído su atención y sobre lo cuál querrá informarme... ¿estoy en lo cierto?

Mayor Nicole Boyd, mi lugar está con mi gente, protegiéndoles y mostrándoles el camino del Señor. Mi lugar es donde está mi gente y más ahora en estos momentos de gran pesar. Sé que quiere ayudarnos y le ruego al Señor que me perdone si desoigo su llamada a quedarme con usted pero no puedo ver como mi pueblo sufre y muere sin compartir su destino. Gracias por todo Mayor Nicole Boyd, de todo corazón. Si sigue el camino del sur encontrará un atajo que pasa por el centro del bosque de Nyarîl, acortará un día a pie si pasa por allí, pero el camino es duro y el bosque traicionero, especialmente de noche. -dice antes de emprender la marcha hacia el pueblo otra vez-.