Partida Rol por web

Pasan las horas ... y vuelve a por ti Tuff.

-Sigueme¡, 17
Te lleva a el edificio principal , entráis por una puerta que da a el control de seguridad del SECTOR A

En la entrada la IA del sistema te hace un chequeo , y da permiso para el acceso al SECTOR A. Tuff te indica que le sigas y en la puerta del SECTOR A , Tuff inicia un holocronómetro , justo en ese mismo momento empieza a sonar una alarma.

Centro mi interés en Rûr, e intento recordar alguna raza que se le iluminasen los ojos. Eso no es muy usual, necesito saber porque tienen ese aspecto sus ojos.

-Hola les saludo, me llamo Garlian- Le comento sin ninguna ápice de emoción en mi rostro- ¿Porque estais aqui? Tras esperar unos segundos a que pensasen su respuesta le comento -¿Dónde están mis modales? Lo lógico sería que os dijese yo primero porque estoy aquí. Estoy aquí por cumplir la promesa que le hice a alguien- Realmente no fue una promesa, y me la hice a mi mismo, pero tampoco es una mentira.

Un placer conocerte Garlian. Yo estoy aquí para observar y aprender. Mi objetivo es moverme y comprender lo que veaen mi viaje. He empezado aquí para conocer más acerca del ejército y las elites militares.

Apenas había dejado Illiath su bolsa sobre el catre de su nueva habitación y, tras quitarse las botas y haberlas dejado en un rincón junto a la entrada que un estruendo comenzó a sonar por todas partes a la vez. Era como si el sonido la envolviese y se introdujese directamente dentro de ella. Echó las orejas hacia atrás y miró con los ojos muy abiertos hacia todas partes, algo asustada y muy confusa.

Debía hacer algo, de modo que salió corriendo descalza de su habitación, con su espada colgando en su espalda, pero aún sin estar segura de si debía desenfundarla, y entonces escuchó la voz de megafonía anunciando que debían volver a la puerta principal. El resto de novatos parecían ir en una dirección, asi que ella siguió a una de las personas que había sido asignada junto a ella a aquel barracón y terminó frente a Tuff, aún con las orejas hacia atrás y agitando la cola inquieta.

Pero nada grave ocurría en realidad, y la parte más importante, que era saber los cien peligros, no fue mencionada en detalle en ningún momento. Ahora ya sabía que aquel era el sonido equivalente al de las campanas, una alarma y cómo se debía actuar. Pero eso podría haber sido explicado previamente, sin necesidad de humillar a los participantes haciéndoles correr confusos de una parte a otra... La verdad era que estaba muy en desacuerdo con el cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, había sido avisada de que le sería difícil adaptarse al lugar, pero no imaginaba que lo peor sería por el trato.

Dio media vuelta, dispuesta a volver a su habitáculo triste y sin ventanas, pero un pequeño corrillo de novatos se formó, lo que significaba una oportunidad ideal para poder conocerles un poco. Además, lo que comentaba la humana llamada Rûr coincidía con lo que ella misma pensaba. Y el que ella mencionase que aquellas costumbres le eran extrañas hizo que se sintiera identificada con ella, al menos en parte.

Respiró hondo y sonrió al grupillo antes de acercarse a ellos. Se puso con la espalda recta y los pies muy juntos, mientras que su fina pero larga cola le rodeaba sus piernas.

-Dlûr, -dijo pronunciando con un marcado acento mientras miraba hacia arriba, hacia ellos. En aquel momento pensó que, por su estatura y la de los demás, se iba a hartar de mirar hacia arriba- Shala, Ga-lian... -hizo una leve reverencia, aunque su tono de voz, pese al fuerte acento no parecía ser especialmente formal- Yo soy Illiath-dein. -dijo pronunciándolo "iliazdæin", luego siguió hablando, usando palabras sencillas pero comprensibles- Siento meterme en la conversación, pero he escuchado vuestras palabras y quería decir que tampoco estoy de acuerdo con el trato agresivo que estamos recibiendo, y no... no sabía que seríamos tratados de ése modo. Pero quiero pensar que hay un buen motivo, no es el primer año que hacen esto y parece que les ha ido bien antes, sino no estaríamos aquí. -de improviso, miró a Shala con una sonrisa e irguiendo levemente las orejas- Tienes un color de piel muy bonito.

.-Aaaaggg-. Mostró sus dientes afilados mientras miraba en todas direcciones buscando la razón de ese contratiempo .-¿Que esta pasando?-. Su voz chillona parecía estar cargada de un tono recriminativo como si más que pedir una respuesta la exigiese.

Este trato es normal, en el ejercito intentan sumir la voluntad de la personas. Es lo que hace la cadena de mando, te inhibe parte de nuestro libre albedrío. Le respondo a Illiath- Pero es un precio que estoy dispuesto a pagar por todo lo que puedo aprender en estas instalaciones...

Doy media vuelta y me dirijo a la salida de los camarotes. Mientras empiezo a realizar el movimiento les comento: Me voy a explorar las instalaciones, no quiero que los simulacros me pillen desprevenido lo mejor es conocer este lugar.

Me dirijo a explorar en busca de mis nanobots que habia dejado antes en el aire para que me digan por donde han ido y tener una idea del toda la instalación en general

Illiath frunció el ceño y echó sus orejas hacia atrás tras lo dicho por Garlian.

-¿Ejército? -dijo en un tono entre sorprendido y molesto. Miró a los demás- ¿Esto es un ejército? Me dijeron que era un grupo especial de investigadores dedicados a ayudar en casos difíciles. -preguntó, aunque en el fondo sabía que Garlian debía tener razón, pues todo encajaba. Su cola se agitó de forma inquieta mientras notaba como subía la adrenalina de su cuerpo- Si eso es cierto no he sido bien informada, no debo estar aquí. -los dein jamás habían formado parte de ningún ejército y no debían hacerlo, e Illiath estaba convencida de que eso no debía cambiar.

(Casi asustad@ por haber turbado la paz espiritual de Iliat Rûr se excusara) Perdón creí que el cuerpo Thuban37era una parte del ejercito de la A.I. Nunca he tenido muy claro la diferencia entre el ejército, la milicia, el cuerpo anexo 33, el cuerpo de patrullas de aduanas, la guardia de gala del brazo alfa de la vía láctea y el departamento interno de seguridad. Encuentro el boletín oficial de la Alianza imposible de entender, así que meto todo en el mismo saco. (Sonríe) Son más divertidos los informes del comité científico.

¿Por qué el ejercito querría suprimir el libre albedrio? Entonces no podrían tomar decisiones. Para usar maquinas sin voluntad era mejor construir maquinas sin voluntad… y aun así se intentaba cargarlas con todo tipo de parámetros hasta que adquirieran consciencia y capacidad de reaccionar. La inteligencia y voluntad eran dones que debían de fomentarse en el universo. Si una especie limitaba a un individuo estaba limitando a toda la especie, eso sería como cortarte un brazo y pensar que así te ira mejor. Si la alianza tenía esa política debía estar condenándose a sí misma. La idea le daba vértigo.

Es buena idea reconocer el lugar, si no te importa me gustaría unirme a la exploración.    

Dais una vuelta por los pasillos y barracones a los que tenéis acceso, intentáis memorizar las salidas, los terminales de comunicación, las posiciones de las cámaras, etc ... También conversáis tranquilamente entre vosotros y algún miembro más de los reclutas, aprovecháis también para preguntar a el terminal (IA) sobre algo más de las especies que habitan este plante, o incluso el sistema, también os da tiempo para preguntar sobre las razas del resto del grupo, sobre todo las que menos se conoce ... también accedéis a algo de información sobre Tuff, al parecer es uno de los instructores jefe de la base en la que estáis.

Pasan las horas y es hora de descansar ....

Vuelve a sonar la alarma

Casi sin prestarte atención, mas pendiente en el holocronómetro que otra cosa - Presta atención ¡, observa y obtendrás la respuesta.

En la misma puerta que la vez anterior veis a Tuff765 con su holocronómetro y esta vez acompañado por un hominido de aspecto extraño (Jhoz) ...

- Bien¡, Hoy habéis mejorado la marca de ayer. Os presento un nuevo recluta, número 17¡

Dicho esto el cronómetro se detiene y desaparece (tiene unas décimas menos que la vez anterior)

- Seguirme¡. Hoy iniciaremos la instrucción.

Inicia la marcha, sus pasos os conducen al exterior del edificio dónde veis a una humana montada en una arcaica armadura del modelo S3 de los marines.

Hace un día bastante malo con una pequeña tormenta de arena. La chica detiene el merch y saluda a Tuff.

-Bien, hoy hace un día estupendo así que saldremos a pasear, la instructora Melisa os enseñará a usar estas antiguallas ... dice señalando a unos merch similares que están esperando a ser tripulados.

- ¿Alguna duda?

-No te preocupes Dlûr, supongo que cuando los humanos le comentaron esta oportunidad a la Maestra de mi monasterio ya le dijeron qué era... y aún así me enviaron. -suspiró, más serena- Mi gente quiere aprender más de las costumbres de fuera de nuestro mundo, y los humanos usan al ejército en lugar de... bueno, de dein. -dijo con una media sonrisa, acompañando a Rûr y a Garlian en su paseo- Me adaptaré.

La base... bueno, era espectacular a ojos de Illiath, pero era tan parecida a la base de la Alianza de su planeta, que poco quedaba que la sorprendiera. Lo que ella de verdad deseaba era poder ver de nuevo la superficie del planeta... y al día siguiente tuvo esa oportunidad.

A Illiath el tiempo en el exterior no le pareció tan terrible. Era semejante a las ventiscas de la temporada cálida de su planeta, pero con arena en lugar de polvo de diamante y carbón. Aquello provocó una sonrisa en su rostro, sus hijas no iban a creer que hubiese un mundo con tanta arena.

Miró al recién llegado con curiosidad, su aspecto era... bueno, parecía un espíritu maligno de los cuentos... Apartó la mirada algo nerviosa y se centró en la mujer montada en aquel aparato. Cuando preguntaron sobre si había dudas levantó la mano.

-Sí, bueno... ¿No me irá demasiado grande? -dijo ante la obviedad de que sus brazos eran mucho más cortos que los de aquella humana, sin duda alguna. Y se guardó para sí el comentario de por qué llevaba el trasero desprotegido...

Cuando Jhoz salio al exterior donde estaba la tormenta de arena su delicadisima piel sufrío la abrasión causada por las particulas. Hasta se que quitaron las ganas de saber de que iba el tema del holocronometro. Conforme se acercaba a aquellos cacharros lo que estaba expuesto de su cuerpo se iba a tornando cada vez más rojizo. A pesar del evidente dolor mantuvo su pose digna y aristocrática. No se iba a mostrar débil ante esa horda de insignificantes tan solo porque se estuviese despellejando.

Apretó los dientes y un rugido agudo llegó al resto de los que estaban pensando en subirse a los mechs y estudio como podria subirse a uno.

Contuvo el aliento cuando vio aquel enorme montón de chatarra. ¿De verdad pretendían que se montara en una de esas cosas? Entre eso y el temporal tan encantador que hacía estaba siendo una mañana de lo más movidito. Procuró no entrar en la conversación que habían mantenido sus compañeros. ¿Ejército? ¿Inhibir el libre albedrío? Lo llevaban claro si creeían que iban a domar a Shala Al'Dira, capitán de la Renegada. 

- ¿Qué hay instructora? ¿Lo tienen en negro? - saludó y bromeó. Tuvo que contenerse para no decirles "estáis jodidos de la cabeza si creéis que me voy a vestir así para subirme a una cafetera andante de esas".

Se acercó al mech que le correspondía y trató de subirse en él. Si le resultaba cómodo ya se le habían pasado por la cabeza algunos logotipos e imágenes que colocarle en la parte frontal y en los brazos. 

Aquello era fractal y gracioso… si quisiera manejar un robot como ese aprendería a asentar su ¿alma? dentro de maquinas. Sería un buen truco el cuerpo pelirrojo cayendo en coma y el robot empezando a moverse como si estuviera vivo. No obstante por discreción no lo haría aunque pudiera, (de momento solo puede controlar las armaduras de su pueblo diseñadas para que cualquiera de ellos la habite sin dificultades). Esto será un juego de precisión: aprender a manejar este cuerpo tan bien como para saber manejar otros cuerpos más grandes usándolo. Espera su turno para aprender los fundamentos básicos y probar suerte con una de esas mechas.

Tranquilos esta escena es sobre todo para poneros en situaciones "tipo" y ver como reaccionan los personajes, por eso iré un poco más rápido de lo normal ... A la vez servirá de pre-intro :)

Nada mas salir al exterio de la base una fuerte ráfaga de viento cargado con miles de particulas de oxido de silicio con múltiples carbonataciones impacta sobre mi cara, el único lugar que no me protege mi túnica. Molesto por esta incomoda situación meto mi mano en la túnica y saco de ella unas gafas ideales para esta situacion. La cuales me cubren los ojos y no me dejan ante el incesante viento silicatado de este planeta.

Nada mas ponerme las gafas empiezo a examinar la los trozos de metal malamente conservados que nos han puesto. Menuda mierda, pensaba que tendrían algo mas de presupuesto para comprar material no tan obsoleto.

Intento escanear el pedazo de chatarra en peor estado, en este campo no hay nadie que me pueda ganar. Una vez que me monto en el me siento como en casa, el metal es mi familia y la tecnología mi hermana. -Es hora de jugar pequeña- Le susurro a la armadura. Hoy va a ser un día divertido.