Partida Rol por web

Smokey a tecnico de comunicaciones: "Tenemos noticias interesantes para ustedes. Debido a la coordinación de los bichos de plasma y los aracnidos voladores que habeis estado batallando, el consenso de inteligencia aquí es que hay un bicho cerebro en el planeta, tal vez más de uno. La mala noticia es que, de acuerdo con todo lo que tenemos sobre las colonias de insectos, ni siquiera hemos arañado la superficie de lo que hay, allí abajo. La mejor suposición es que hay una población de un millón o más de bichos revolviendose bajo nuestros pies. Solo significa más objetivos para ustedes. Si tienen un cerebro allí abajo, significa que definitivamente están tramando algo. Queremos saber qué es.

Todos los aracnidos que has visto hasta ahora han venido desde el norte, así que esa es la dirección en la que ireis. Hacia el norte hay una cadena baja de colinas, que retrocede hasta algunas montañas pequeñas. Estamos detectando múltiples aperturas de cuevas en el área. No hay nada igual al sur, por lo que debe ser de donde provienen los plasmas. Dirígiros allí y mirar lo que podeis encontrar, siguiendo la ruta que estamos cargando en tu mapa. Recuerde, esto es  echar un vistazo y no una pelea cuerpo a cuerpo. No dejes que te embosquen. Siga informando y actualizaremos su misión según sea necesario. Buena suerte 

MISIÓN TRES: PASO NORTE
Puntos de experiencia: 1,000 puntos de experiencia
Tipo de misión: buscar e informar
Duración de la misión: 12 horas

Desglose de la misión: Esta misión, que tiene lugar un día completo de Altair V después de Man Down, está destinada como una tarea de reconocimiento. Ya que a lo o largo de esta misión extendida, es probable que los personajes jugadores se acerquen a muchos arácnidos. Si intentan combatirlos a todos, probablemente se sentirán abrumados y, en cualquier caso, gastarán municiones preciosas innecesariamente.

Mapa:

Las ubicaciones A, B, C y D están todas en las colinas bajas que conducen a las montañas. Desgastadas después de años de ser azotadas por el viento, estas colinas no representan un desafío particular para el Gecko. Las ubicaciones E, F y G, por otro lado, están en las montañas.

Mientras Mart esperaba la respuesta de Jericó, el soldado Rens entró a la tienda con una mochila de comunicaciones. La voz del sargento Smokey logró que los seis soldados presentes se pusieran firmes y volvieran a las épocas de la academia, un efecto que ningún general podía llegar imitar. Junto con las órdenes llegó un mapa del terreno con una ruta escénica que incluía vistas a cuevas de bichos y al final un punto que podía ser de extracción... o una cueva más grande. 

Para Mart el desafío más grande consistía en que no habían recibido instrucciones con respecto al orden de marcha ni cadena de mandos, y sin embargo debían cumplir todos la misma misión. Unificar dos grupos en uno, sin que existiera la designación de un lider, podía llevar a conflictos a la hora de obedecer órdenes de uno u otro sargento si no estaban adecuadamente coordinados. Había un par de soluciones al problema, unificar ambos grupos en uno y reestructurar la cadena de mando, o mantener los grupos como estaban y designar a un coordinador que diera órdenes a ambos grupos. El Sargento miró a Jericó con una sonrisa de lobo que al Capellán le erizó los pelos de la nuca.

- Salvado por la campana Jericó, y sobre todo porque has tenido razón en algo esencial, los mandos de arriba olvidaron un detalle importante, o quieren ver como lo resolvemos nosotros. - miró a los presentes y asintió - Vamos, tenemos que reunir a la tropa para partir cuanto antes.

Mart salió de la tienda de mando a paso marcial y recorrió el pasillo sellado hasta el domo que eran las barracas y donde se empezaba a formar una fila detrás de Sam y otra detrás de Giroux. El balón de fútbol americano entre las manos de la ingeniera le sacó una sonrisa breve y apenas perceptible al Sargento. Llegó hasta el equipo de música, pasando entre medio de las filas con cara de pocos amigos, y lo apagó. Giró sobre sus talones y se cuadró al tiempo que exclamaba - ¡Ateeen CION!

Cuando se hizo el silencio y sintió las miradas de todos, habló con tono firme - Equipo Alfa, formarse frente a Smith, Equipo Beta, formarse delante mío. - esperó los segundos necesarios para que la orden se cumpliera y se aseguró de que tenía la atención de todos. - Tenemos una misión por delante, está clasificada como reconocimiento y ambas escuadras tendrán que trabajar en conjunto. - la mirada de Mart buscó en los rostros de los soldados algún signo de fastidio - No hemos recibido orden de cambiar la estructura de mando, pero dado el tipo de misión al que nos enfrentamos sugiero que sean los exploradores de ambos grupos quienes se encarguen de tomar las decisiones con respecto a donde, como, y cuando moverse, asumiendo de facto el mando de la unidad. Dado que los Marauders no formarán parte de esta salida Smith y yo quedaremos como mandos de reserva. - volvió a recorrer las caras de los presentes con la mirada - Sin embargo debemos tomar una decisión importante, y es si funcionaremos como una sola unidad o como dos grupos separados.

Dejó pasar unos segundos para que los presentes interiorizaran ambos conceptos - En el primer caso Daught y Bruskotter deberán definir quien es el primero y quien el segundo al mando. - miró a quienes habían sido los segundos al mando en la misión anterior - En el segundo caso, necesitaremos que un voluntario se ofrezca como coordinador de ambos equipos, alguien que tenga la última palabra en cualquier conflicto entre los mandos y que tome las decisiones necesarias en caso de duda. - su mirada recorrió a los presentes, deteniéndose quizá un poco más en Jericó, momento en el que algunos jurarían haber visto un atisbo de sonrisa en la comisura de sus labios.

- Tenéis el tiempo justo que le tome al grupo prepararse y reaprovisionarse para pensar en que os parece lo mejor para todos. No encontramos junto al Gecko y allí cada uno dará su voto, se hará lo que la mayoría defina, y en caso de ser necesario se votara entre los candidatos a coordinador. Tomad esto como un ejercicio de cara a ser ciudadanos responsables, para ésto hemos entrado en el servicio, demostrad que podéis hacerlo.

Los soldados fueron llegando al vehículo que los llevaría a su destino, todos equipados y listos para ponerse sus armaduras. Cuando el último de la docena llegó a la explanada Mart se adelantó al centro. - Bien Soldados, los escucho. 

¿Ya salían? Bueno, algo habían descansado. Si era suficiente o no era daba igual en la Infantería Móvil, y más en una situación como en la que estaban. Lo que sí sorprendió a Adriana fue la singular noticia de la estructura de mando. ¿Decidir entre ellos? Por favor, la democracia que hacían antes es para irresponsables y vagos, por eso hay que ganarse la ciudadanía.

—Con permiso. Es un bonito discurso, sargento—dice recalcando la última palabra— Pero ahora sois 2 mandos aquí, designados desde arriba. Os han elegido para mandar porque lo hacéis bien... o eso se supone—se sonríe al decir eso. A unn sargento de verdad no le diría algo así, pero en este caso se puede permitir la licencia, aunque luego acate las órdenes—Así que podemos hacer lo que dicta la norma: por antigüedad. El más antiguo que tenga la última palabra y ya está. No vamos a cambiar ahora las formas de nuestra Infantería Móvil, ¿no?

Sabía que era lo correcto, pero en el fondo lo hacía porque confiaba en Treize completamente. Prefería que él tomase las decisiones antes que cualquier otro de los ahí presentes... y que Jericó tuviese ese poder le daba algo de apuro. Le parecía mentalmente inestable tras el episodio de ahora, y una persona así podía conducirles a la muerte en lugar de atenerse a la misión.

Iba a ser el momento más fascinante de la noche, una partida de rugby a la antigua usanza. Pobres compañeros los suyos, no sabían que Sammy era muy competitiva cuando de juego se trataba y no le preocupaba, golpear entrepiernas "sin querer" o morder a los adversarios para que soltaran el balón. La muchacha no era excesivamente fuerte, pero las gastaría con ingenio y juego sucio. Hubiera sido épico, pero cuando los equipos se estuvieron formando apareció "chocolatito", apagó la música y reclamó la atención de todos con una clara orden. Sam iba a abrir la boca inicialmente, pero al ver la seriedad de su rostro supo que la fiesta había acabado. Tocaba ser una buena chica y comportarse.

Rodríguez caminó hasta donde estaba su superior, Smith, y se cuadró a la espera de novedades, que no tardarían en ser efectivas. Ambos escuadrones debían trabajar juntos y la sugerencia era que los exploradores determinasen las decisiones del grupo, era algo lógico e indiscutible, en una misión de exploración nadie mejor que ellos podían determinar el curso o la estrategia a seguir. Sam no destacaba en cualidades físicas pero era inteligente, mucho, y la sencillez de esa premisa la veía más que aceptable.

No iba a ser novedad ver a Smith como un mando de reserva, el cabo Bruskotter disfrutaba más dando indicaciones que el sargento, un tipo demasiado relajado, según el punto de vista de la fémina.

Llegaba la gran cuestión, ¿trabajarían de manera conjunta o separados dentro de la cadena de mando?... Sam lo tenía claro, si iban juntos debía haber una única línea de acción, bien clara y definida, si los máximos mandatarios de cada escuadrón divergían en opiniones se podría crear un conflicto de bandos, y en aquel planeta, en aquella circunstancia, una confrontación de poder podría desembocar en irremediable muerte, toda la cadena de mando debía ser única y pactada antes de comenzar el avance.

Tocaban hacer elecciones y la joven permaneció atenta a los comentarios. Se disputaban los puestos de cabo y ella irremediablemente tenía a su favorito, su cabo chillón era el mejor para el puesto, pero no abriría la boca, no era momento de intervenciones. Seguidamente debía haber un coordinador entre los dos equipos, y la mirada de Mart se posó en Jericó, de manera no verbal había un claro elegido, un absurdo postularse al respecto, así que Sam siguió callada, aceptando las decisiones que se iban tomando, al fin y al cabo ella era la payasa del grupo y mejor que siguiera siendo así, su función personal era que la tropa no decayese, que se rieran incluso del trasero de Cassius, de esta manera la moral siempre estaría elevada, o al menos morirían sonriendo. Así que ella hizo lo propio, sonrió, Jericó era tajante con sus opiniones, seguro se haría escuchar, estaba más que de acuerdo.

Llegó el momento de prepararse y Sam se concentró en lo suyo, tomar el armamento necesario, munición acorde a la extensión de la misión y una caja de herramientas por si debía hacer cualquier tipo de mejora o arreglo en el material de los demás. Durante ese tiempo no hubo bromas ni chistes, reflexionaba y calculaba sus necesidades. Era alguien con sentido del humor pero en el momento de jugar con su vida y la de los demás, brotaba su espíritu responsable.

Llegó Sam junto al vehículo para ponerse la armadura, Mart les indicó que era el momento para dar su opinión y ella tenía muy claro lo que decir.

- Con su permiso, señor... Todos somos soldados de infantería con una única misión pendiente de ser cumplida. Estoy convencida de que debemos unificar la cadena de mando y actuar como un puño cerrado cuando golpea a un enemigo. Si los dedos de la mano se separan, debido al golpe se resiente la muñeca... Mantenernos separados por escuadrones implicaría que en caso de conflicto cada cual obedecería a su superior directo, y eso terminaría creando confrontaciones cuando todos debemos actuar a la par, el enemigo es único, el ataque y la defensa también debe serlo... - y la joven se aventuró a algo más -...Una única cadena con el mando tan claro que no haya opción a dudar ni titubear... Señor, creo que usted es la persona adecuada para ordenar esta unidad... - le dijo a Treize -...Entre otras cosas porque no ha cerrado la boca en toda la noche....Dar órdenes le sale de manera natural... ya me he acostumbrado a la gravedad de su voz.... - le salió su carácter habitual, una broma en medio de la seriedad, pero no tenía afán de mofa o burla, ella creía fervientemente de que Mart tenía un claro poder de convicción entre los hombres, no debía abandonar la posibilidad de dirigir la unidad de los dos escuadrones

Sam calló esperando la reacción de tabletita, sabía que era un tipo duro y probablemente le tocara comerse una bronca, pero qué demonios, se había quedado a gusto soltando aquello.

- Yo más que la antigüedad se la daría a la validez personal, nos jugamos la vida.... el rango me lo paso por el trasero, si no sabes portarlo, dudas o te jactas en él, fallas a tus hombres, no es momento para probar si alguien es válido mandando, debe saber ordenar e imponerse... Liderazgo.... o lo tienes o...careces de él... - y es que había un mando que Sam no se tomaba en serio, y aún así, era sargento.

Jericó aún estaba molesto por la situación, pero parecía que todo volvía a encauzarse, no porque se acabara la celebración, sino porque volvían las ordenes y aunque no eran tan urgentes como esperaba ya era un paso.

-Parece que se lo van a tomar con calma...tal vez después de todo alguien piense que podemos conseguirlo- pensó el capellán. No le salían las cuentas dada la situación, pero no iba a seguir dando vuelas al asunto ahora que arrancaban.

-O puede que seamos un cebo/distracción para los bichos- la idea le hizo gracia, pues a su modo de ver, era una tarea tan digna como acabar con un cerebro.

Formó con el resto del grupo y escuchó atentamente a Mart, con el que parecía que había entablado una "relación especial", sin mostrarse intimidado.

No llegó ni de los primeros ni de los últimos, como debía ser y tras escuchar a sus compañeras tomó su turno de opinar. No estaba de acuerdo con la cuestión de la antigüedad, ya que en tiempo de guerra los méritos solían contar más puesto que se daban ascensos por recomendación

-Verá sargento- dijo mientras sacaba su libro del SICON- le daré mi opinión como ya sabe le guste o no y por supuesto que será una opinión tan tocapelotas como siempre, pero ya se acostumbrará.

Ahora era Jerció el que sonreía, ya mucho más relajado y dispuesto a mantenerse así, pues llegaba el combate.

-No podemos dejar que nuestros Pathfinder lideren el grupo ya que necesitamos precisamente que vayan controlando el terreno y el LIDER no debe arriesgarse así. Como cabos, son perfectos si necesitamos dividir el grupo en la acción, ya que así siempre hay alguien capaz de atarse los cordones en cada grupo.

-A los médicos los necesitaremos arreglando agujeros muy pronto y  sinceramente no quiero que me corte un brazo porque tenga que estar atento a dar ordenes. Ellos llevan velcro por todo su equipo para no tener ni que atarse los cordones mientras nos curan. Lo juro, es por eso.

Sin duda estaba más relajado

-Las ingenieras van a estar muy liadas también parcheando los vehículos todo el jodido día y sinceramente, alguien que baila así-señaló a Rodriguez-no debería liderarnos.
Nuestros machacas- señaló a Wolverine y Wolf- todos sabemos que se ponen a gritar a lo loco cuando matan bichos y así no hay quien les entienda la verdad- casi se le escapó la risa imaginando a Wolverine gritando al disprar, un tipo como él, que prefería la relajación y según tenía entendido estaba apunto de acceder al curso de francotiradores.

-Nos quedan pocas opciones y por supuesto solo es mi voto mi sargento, pero los pilotos de marauders sin marauders...¿para qué sirven?. Por lo que he visto, Smith estará encantado en que tu seas el que nos lidere a todos. Y por lo que yo he visto, aunque te pese y a mi me joda hasta limistes insospechados, creo que Friday, eres el más apropiado para ser nuestro lider

Siempre soltando discursos, parecía que Jericó era el arma secreta para capturar al cerebro, saturándolo con su palabrería.

-Perdona Giroux-se giró hacia el otro capellán-ambos sabemos que si hay algo más inútil que un piloto de Marauder, es un capellán, así que...

De nuevo a la acción. Pensó Adam cuando vió que el Sargento Friday apagaba la música. Cuando se acaba la diversión, comienza la acción. Adam se levantó de la mesa donde disfrutaba de una fría cerveza y se dirigió a paso ligero hacia donde estaba el Cabo Smith, su oficial superior.

Escuchó a Friday mientras hablaba. Está vez los dos equipos irían juntos. No pinta nada bien. Pero lo que lo intrigó fue el hecho de que ellos, los soldados, teníamos que elegir a nuestro comandante. La expresión en el rostro del médico debió de ser un poema al oir eso, la confusión debía de estar escrito en su cara.

-Estoy de acuerdo con mis compañeros, señor. -levantó su brazo izquierdo y miró a Friday- Es apropiado que usted sea quien lidere al equipo, después de todo es el sargento. Intentó sonar convincente, levantando un poco su tono de voz. Se guardó para sí su opinión de que Smith debía ser el líder, había estado en un par de misiones con el cabo y en todas había salido en una pieza. En cambio esta sería su primera misión a las órdenes del Sargento Friday. 

Cassius da una palmadita en el hombro a Fridray- tu idea es buena, pero no vamos a proceder así. Has demostrado más que de sobra que estás capacitado para el mando, y si vamos a juntarnos en una escuadra para esta nueva misión, lo lógico es que solo haya una persona que nos de las órdenes, y esa persona debes ser tú. No tengo problema alguno en dejar el liderazgo en tus manos. Además, los hombres parece que te adoran, y no entiendo muy bien porque, teniendo en cuenta que eres un inútil sin remedio. 

Mira primero a los hombres en los que ha dirigido en la primera misión y luego el resto- ya me habéis oído ¿verdad? a partir de ahora, será el sargento Friday el que lidere esta escuadra y de las ordenes. 

Erik se mantuvo callado ante la discusión acerca del mando único. Como Cabo no tenía lugar su intromisión ya que debían ser los Sargentos los que decidieran y ellos como meros subalternos aceptar las órdenes. No le había parecido lugar adecuado para que el resto de soldados se inmiscuyeran ante el debate dejado por los altos mandos, estaban en la infantería y la cadena de mando era sagrada. - Entendido Sargento! - No se giró ha ordenar nada, a partir de ahora sería uno más, un poco del peso de la misión se le quitaba de los hombros. Estaba seguro que si tantos hombres estaban de acuerdo con el líder sería que era bueno en su trabajo y eso era lo importante. Si no era bueno y había alguien mejor siempre había tiempo de que se retirara. 

Echó un vistazo a sus compañeros de unidad, con bastantes había coincidido ya y muchos habían estado junto a él matando bichos. Ahora iban a ser una unidad mayor y eso siempre era bueno. Cuantos más fueran más podrían protegerse al ser rodeados. Se acercó a su compañero Tony y le dio un golpe en el hombro. - Esta vez vamos juntos en la misma unidad, espero que no te deje en mal lugar si mato más bichos que tu. - Bromeó hacia él. Aquel animal era tan bueno cuerpo a cuerpo como con su arma, tanto que Erik agradecía realmente tenerle como compañero y no como enemigo en el campo de batalla. 

Sam sonrió ante las palabras de Jericó, el tipo era desagradable con ganas cuando quería -...No se preocupe capellán, mi intención nunca sería ordenar nada en combate, ya mando lo suficiente fuera de batalla... ¿A qué sí Bruskotter?... - guiñó el ojo a su compañero, al cual había despertado por la mañana soplándole en la oreja, el cabo tenía la paciencia de un santo -...Jericó, cuando quieras le enseño a bailar, creo que tanto te fijaste en mi porque mi habilidad te ha dejado completamente obnubilado....  - responder ella consciente de lo absurdo de sus palabras, era lista, conocía sus limitaciones.

Parecía que la tropa apoyaba a Friday antes que a Cassius, ¿cómo no si en realidad actuaba como líder indiscutible de las dos unidades? A Sam le pareció que Smith había sido muy elegante cediendo espacio y poder al compañero, y lo mismo pensaba que le faltaba carácter como que era un hombre con muy buen criterio. Una buena persona, no todos habrían encajado aquello de manera consecuente.

Permaneció callada de nuevo, esperando que el resto de la tropa diera su opinión, era necesario que actuaran todos juntos y dijeran lo propio en el campamento pues fuera ya solo quedaba obedecer y cumplir.

No sabía en qué momento el baile había pasado de una charla amistosa para conocerse, aún enfrentamiento de rugby, agradeció que todo terminará al llegar las órdenes nuevas y el avance de una nueva escaramuza, estaba claro que irían otra vez a luchar, haciendo que se le dibujarla una sonrisa al alemán.

No tenía intenciones de compartir palabra alguna, pues debía ponerse manos a la obra, fue a la armería a buscar su armamento, y adquirir alguno nuevo, algo más... Por suerte lo encontró, un fusil Morita modificado para disparo lejano, eso le gustaba, significa que el cañón tendría más alcance a la hora de darle a esas cosas horribles.

Solo volvió a por el resto del equipo y munición, y de ahí volvió con el resto de sus colegas, subir al vehículo para partir en la búsqueda del objetivo. 

Erik soltó un bufido ante el comentario de su compañera - La persona que consiga controlarte habría que nombrarle almirante de toda la flota, si pudiera hacerlo alguien entonces los bichos estarían perdidos. - Su compañera era muy trasto, la encantaba vacilar y tenía cierta fijación en el pathfinder. Por su parte Erik la tenía en gran estima pues era una gran persona y mejor soldado... si no tenían en cuenta sus pequeñas insubordinaciones que la salían de vez en cuando. Pero al final del día la consideraba su amiga y no conseguía enfadarse de verdad con ella. Pero él intentaría llevarla por el buen camino y quien sabe incluso llegar a que viera la luz del Dios de la Federación.

Smokey hizo una breve aparicion,

Bien veo que dejado esto en buenas manos y si sirve de algo mi opinion , coincido en lo hablado hasta ahora sobre el primero al mando , que demonios hasta yo mismo confiaria como primer oficial al mando a Mart, si me viera abatido en el combate o caido enfermo por cualquier cosa . Ahora como deber del nuevo primer oficial de la compañia es su deber y potestad el elegir un segundo al mando de el en la batalla , alguien que le apoye sus decisiones y que dirija tambien a los hombres , y de nuevo si sirve de algo mi opinion el cabo Bruskotter hizo un muy buen papel de cabo en la anterior mision , yo que pude ver como se desarrollaban las dos misiones , pero repito que es eleccion de el elegir a alguien con el que tenga quimica o se lleve bien ya que el tiene la ultima palabra al respecto.

Ya había llegado la nueva misión, ahora tocaba hacer reconocimiento, lo cual no me gustaba nada ya que no íbamos a tener el apoyo del armamento pesado del vehículo, por lo menos en parte de la misión, pero era lo que había que hacer, aunque por suerte habían puesto a los pathfinder como lideres, lo cual no era mala idea, ellos sabían desenvolverse en este tipo de terrenos, por lo que parto a prepararme para la misión.

Cuando estoy en el lugar de reunión, escucho a cada uno de los miembros dando su opinión sobre que hacer, "Sargento Friday, ¿me pongo al volante otra vez del vehículo todo el tiempo que lo vayamos a usar?" le digo al sargento, quería tener claro que tenía que hacer.

La cosa con el capellán se había salido de madre en un principio, pero por suerte las ordenes habían llegado antes de que todo fuese mucho peor, sabía de "cortes marciales" entre oficiales de campo que habían terminado en un tiro en la nuca y una declaración jurada por parte de todos de que había sido un suicidio … Tony prefería con mucho que eso no pasase donde el estuviese destinado. 

Con todo la fiesta ya casi había terminado, a nuestro regreso los gritos de aproximación de los sargentos hace que los grupos se apelotonen por unidades, la cosa era seria y todos queríamos servir a la Federación. Los planos que nos habían otorgado de la misión nos mostraban una marcha peliaguda incluso con los transportes bien equipados, si nos trabábamos en demasiados combates quizás no saliésemos con vida y para eso querían a los pathfinders, para que les sacásemos sin un rasguño de esa misión de reconocimiento. Paso la mano sobre los puntos B-C y señalo las montañas y las colinas. - Si tienen un cerebro, aquí nos cae una emboscada de manual. La unión de unidades significaba mas armamento, pero un mayor peligro, ya no había opciones de cagarla o no hacer caso a los mandos superiores.  

Sobre la idea que Erik y yo hiciésemos de mando explorador, no lo tenía tan claro, pero si había que hacerlo, prefería que esa responsabilidad recayese sobre mi amigo. -  Bruskotter es un buen mando. Sonrío para que vean que apoyo su promoción. - Así mientras yo hago de pionero delante del grupo, el puede salvarme si la cosa se complica. Aparte puedo concentrarme en matar jodidos bichos y decantar el marcador a mi favor. Señalo el Triple GL que había conseguido en la tienda de suministros. - A la vuelta pagas tú las rondas Erik. 

Sam sonríe ante el comentario de Erik y le guiña el ojo, siempre hacía referencia a lo mona que ella sería si se estuviera quietecita, y no era para menos, la joven ideaba múltiples maneras de molestarle, pero siempre "desde el cariño". Bruskotter era un cielo de hombre, o literalmente podía ganarse el cielo a su lado, un buenazo, un tipo que cumplía bien con su deber y apreciaba a sus compañeros. Sammy no tenía la menor duda de que sería un mando espectacular, tal y como propuso Smokey posteriormente. Su único fallo era la perseverancia de que ella no fuera irreverente y creyera en Dios, algo que no hacía, dejando claro su ateísmo.

- Reza a tu Dios para que algún día aparezca ese posible almirante... - cierto tono de burla en sus palabras -...pero me apuesto lo que quieras que no serás tú, tu guerra contra mí ya está perdida desde el primer día en que te quité el postre... - las raciones de alimento siempre tenían algo dulce, leche condensada o algo de chocolate, la perdición de la fémina, que había encontrado en el cabo siempre una fuente inagotable de carbohidratos.

Tras las palabras de Smokey, Sam volvió a mojarse y hablar, esta vez con el que sería su sargento, Mart

- Señor, no hay nadie más paciente, leal y cumplidor que el cabo Bruskotter.... - dijo con claridad, apostando por él sin titubeos, y en momentos así era cuando la mujer mostraba su fondo. No nombraba a Erik por su clara amistad, si no porque realmente creía que era válido, es más, ella misma golpearía a cualquiera que no siguiera las órdenes de Bruskotter, y viendo eso de la más insubordinada, era mucho decir.

Miró a Friday con intensidad, él era un hombre experimentado con la tropa, vería tras su mirada un asentimiento serio que demostraba que no bromea en absoluto y que en esas cuestiones, Sam era una persona de fiar, algo que fuera de la formación, dejaba mucho que desear.

Mientras Yu preparaba su material, Tony miraba el mapa y dio su opinion, eso llamó la atención de Sam, la cual se acercó a visualizar el recorrido.

- Montañas y colinas... Sí, tiene pinta..., de manera natural suele ocurrir que hayan más oquedades naturales talladas en la roca por la erosión superficial de los agentes geológicos externos, ya sabéis, agua y viento, si los bichos tienen cierto poder para excavar podrían hacer unas galerías verticales similares a las de los mineros en la extracción de metal, son regiones formadas por material ígneo, lo que determina que si el orógeno ha sido constituido por granito, la roca será muy dura y tendremos problemas para aplicar detonaciones en la región, más suerte será la nuestra si es basalto o gabro la roca predominante... En cualquier caso son zonas para no entretenernos e ir rápido, allí los nidos van a tener una dificultad de destrucción considerable, caer en una emboscada hará que nos juguemos la vida y no poder llegar al punto de destino... Hay que ser ágiles en cualquier caso....

Sam levantó la vista, un momento, había transmitido sus pensamientos en voz alta y demostrado que estúpida no era, si no que como ingeniera tenía muy clara su función y podía ser brillante. Hizo un gesto de disgusto, no quería demostrar sapiencia ni capacidad, lo mejor que podía hacer era estropearlo.

- O meternos dentro de las cuevas y hacernos amigos de los bichos, podríamos enseñarles un baile nuevo, ¿no creéis?... - apoyó el codo sobre el hombro de Tony -... Qué cómodo eres... Por cierto, bonita arma...¿te ha tocado en la subasta?.... - no conocía al tipo, pero Daught iba a saber pronto quien era ella, una mujer a la que tenerle paciencia o mandarla al infierno, no solían haber términos medios para con la fémina

A Jericó le hizo gracia la propuesta de Rodriguez de enseñarle a bailar. Ya había visto cómo actuaba y sabía que era una persona "activa" con la que poder mantener una conversación entretenida. Ya estaba la cosa en marcha, así que su humor había cambiado por completo y aunque su preocupación por el estado de la colonia era un clavo en la sien, no tenía mucho más que hacer.

-Rodriguez, viendo como te mueves estaría dispuesto a aprender a bailar contigo- le dijo mientras se acercaba hacia ella para luego bajar la voz aunque no tanto como para que no se le escuchara- pero a mi los bailes que me gustan, son en horizontal. Bueno, o en vertical.

-Siembra la semilla de la rabia...y obtendrás un loco. Dale un enemigo a un loco y obtendrás un luchador imparable- pensó mientras se separaba de ella. Llegaba el sargento Smokey y sin duda alguna traería noticias.

Ya estaban en manos de Friday definitivamente, orden superior, se acabaron las deliberaciones, lo cual el capellán no creía que le gustara mucho a su nuevo sargento.

Escuchó las disposiciones de los compañeros, sin duda alguna sabían lo que se hacían y aunque Rodriguez parecía algo perdida respecto a las capacidades de los bichos, era una experta en la materia del terreno, lo cual era una baza muy importante.

-La misión está estimada en 12 horas, que pueden alargarse, así que tendremos que turnarnos para que en cada vehículo siempre esté uno de nosotros recargando la armadura cada vez que nos desplacemos o no llegaremos. Con la batería de reserva tenemos unas 9 horas siempre que no usemos el potenciado de fuerza, así que a partir de la tercera hora de misión, hay que enchufarse. Si hacemos equipos de exploración para cada zona, no nos debería costar demasiado gestionar la energía.

- Esperemos que tengas razón ingeniera, y que les cueste dios y ayuda a esos bichos abrirse paso bajo nuestros pies. Encogiéndose de hombros el pathfinder solo pudo responder. - Hay que saber que teclas tocar y con quien hablar, eso hace que las cosas sean mucho mas fáciles. 

Tras el encontronazo de la fiesta que parecía haberse iniciado, todos nos agrupamos para escuchar las nuevas órdenes que teníamos. El silencio se podía cortar con un cuchillo mientras estábamos atentos a los posibles detalles que pudiesen ser importantes.

Una vez que acaba la exposición de nuestra tarea, queda una espinosa cuestión que no se ha aclarado, el mando conjunto de los dos pelotones. Miradas entre nerviosas y expectantes, afortunadamente los posibles candidatos exponen motivos y parecen llegar a un acuerdo enseguida, una facilidad que suele ser poco común en los diferentes batallones, donde los egos y la pertenencia a la unidad es muy fuerte, aunque al no ser ese uno de los problemas fué más fácil llegar al acuerdo.

Teníamos ya clara más o menos la cadena de mando a falta de la designación del segundo al mando, lo que era prerogativa del lider que ya estaba decidido.

Nos fuimos a equipar en el momento antes de partir, llené el lanzagranadas acoplado al Morita con la nueva adquisición de granadas fragmentadoras, una a una se introducían en su lugar con un sonido metálico característico y muy reconfortante al tener en cuenta el poder destructivo que tenían y en la posibilidad de abrir huecos de consideración en las filas de esos bichos. Una granada más que no cabía en el dispositivo acabó en uno de los bolsillos de la pierna, no muy lejos para acceder a ella en una pausa.

De nuevo juntos todos ya equipados preparados para las órdenes, recorreríamos la distancia con cuidado porque la misión era de exploración, no de combate así que tendríamos que tenerlo en cuenta.

-Muy bien, preparado para la misión y para recibir las órdenes oportunas. Esperaba que nuestro cabo fuese el segundo, era una persona competente y con dotes de liderazgo. No importaba mucho quién fuese el mando, pero tener a alguien en quién podíamos depositar nuestra confianza. Iríamos al combate sin importar con quién, eso no era de importancia pero siempre se agradecía tener la "espalda cubierta" en cuanto a la confianza en los superiores.

Mart fue escuchando a los soldados con cara de circuntancias, que dadas las circunstancias era una cara de piedra. Por dentro iba pensando en la historia militar que había estudidado en la academia y una palabra se empezó a formar en su mente "Motín". Comenzó a sospechar ya desde las palabras de Adriana, ella sabía perfectamente que él había entrado en la fuerza un par de meses antes que Cassius, lo que le daba una especie de "antigüedad" frente a la tropa. Sam fue la primera en darle un golpe a ese clavo, un golpe directo y conciso, y con la mitad del clavo sosteniendo la tapa del ataúd fueron cayendo los demás martillazos.

Algunos cayeron acompañados de la contundencia de la lógica, otros con la levedad del compromiso, opinión tras opinión, golpe a golpe, la cabeza del clavo se acercaba a la superficie de la tapa, y entonces habló Smokey y ya no hubo nada que hacer. Una vez resuelto quedaba elegir un segundo, para lo cual varios habían recomendado a Bruskotter e inclusive el Sargento Mayor lo apoyaba, y como si nada comenzaron a hablar de estrategia.

Antes de que la cosa avanzara demasiado decidió intervenir, dió un paso al frente y se cuadró - Muy bien simios, los he escuchado y a partir de ahora tendrán que soportar mi "grave"... - miró a Sam - voz por un buen rato. - hizo una breve pausa - No tengo más opción que aceptar el mando, Bruskotter será mi segundo y yo comenzaré mi dictadura dictando sentencia. - los miró para ver si todos prestaban atención.

- El Soldado Jericó ha demostrado tener más cerebro que este "Sargento de Pega" a la hora de analizar la situación táctica. - se centró en él - Has dejado en claro que conoces la estructura del equipo y la importancia de mantenernos preparados, y dado que sólo un Capellán es más inútil que un piloto de Marauder... sin su Marauder... - sonrió - te tocará en gracia ser la voz de mi conciencia.

Miró al equipo y se acercó a una de las armaduras M-4A2 que estaban junto al Gecko - Smith, tu conducirás el Gecko y tu armadura pesada irá en el compartimiento de carga por si es necesario dar más soporte pesado del que puedo dar. - señaló a las dos ingenieras - Yuèliàng, Rodriguez, actualmente el Gecko puede cargar dos trajes a un mismo tiempo y tenemos diez trajes que recargar para que se mantengan funcionales durante doce horas. Necesito que diseñen un cronograma de recargas teniendo en cuenta que los dos soldados cuyas armaduras estén recargando no podrán salir del Gecko. Smith y yo estaremos fuera de ese cronograma, la autonomía de las Cougar es superior a las doce horas calculadas de misión y Cassius va a estar la mayoría del tiempo en la cabina del vehículo.    

- Daught, Bruskotter, les toca organizar sus patrullas, definan si necesitarán soporte y de que tipo, encararemos la vigilancia y posible exploración de cada cueva en el terreno, asegúrense de que lleguemos a cada una de ellas sin caer en ninguna trampa. - dijo entregando el mapa a los Pathfinders - Averiguaremos el tipo de terreno al que nos enfrentamos una vez allí, no tenemos lectura de los scanners orbitales que nos permita ver la estructura de los túneles, recuerden que la misión es de reconocimiento. Nuestras órdenes son de vigilar y reportar, si llegamos al punto de tener que volar un nido será porque hicimos muy mal nuestro trabajo... o ellos muy bien el suyo.

Aplaudió dos veces - Teneis cinco minutos para terminar cualquier preparativo que considereis necesari, incluir cualquier pieza de equipo que os hayais olvidado, y para firmar su testamento. - mientras hablaba subió a la parte trasera del Gecko una caja de herramientas, y luego comenzó a abrir las conecciones del traje que ibandentro de la armadura.