Partida Rol por web

El movimiento de Jesús no cogió por sorpresa a Salvador, sus años de experiencia cuando hizo la mili en Melilla le hizo adelantarse a la violenta reacción de Jesús.

Muy bien machote!, respondió Salvador. Si realmente tienes tantos huevos, arreglemos esto como hombres!

En mi época cuando hice la mili en Melilla, estas cosas las solucionábamos demostrando quien tenía los huevos más fuertes. Si eres un tío con honor, cosa que dudo, no te importará aceptar mi desafío. 

Yo abro las piernas y dejo que me des una patada en los huevos, luego tú abres las tuyas y yo hago lo mismo, el que se mantenga en pié gana y se queda con el mapa.

Qué chatarrero! No tenemos huevos!!! Retó Salvador.

-¿Patada en los huevos?,ya está bien de gilipolleces-dijo Jesús que inesperadamente da un puñetazo a Cabezón,cuando ve que su nariz sangra  lo empuja dirección de la escalera, haciéndolo tropezar.

Salvador recibe el puñetazo en la nariz y el empujón que le hace tropezar y caer hacia las escaleras, sin embargo antes de caer consigue aferrarse a las "greñas" de Jesús con lo que arrastra a Jesús con él en su caída.

Cabezón antes de caer rodando escaleras abajo agarra a Jesús del pelo y lo hace caer con él.Jesus se levanta lo más rápido posible y aprovechando que Cabezón está en el suelo y que están fuera de la vista de los demás,saca rápidamente el puñal de Judith y se lo clava varias veces en el estómago y otra en el cuello para asegurarse que muere.

Guido vio todo lo que sucedió entre Jesús y Cabezón sin dejar de apuntar al desconocido. Esto cada vez era más extraño y ya no sabia que hacer.
Volvió a dirigirse al hombre del traje.
-¿Va a contestar a Simon o prefiere esperar a ver como acaba la pelea? No es que tengamos mucha prisa, ¿Verdad?

Emilia pegó un gritito cuando Jesús se lanzó a pegar a Cabezón y luego acaban en el suelo-. ¡Ay, por dios! -exclamó medio cubriéndose la cabeza con los brazos, cuyas manos aún sujetaban los dos objetos. Aunque Saimon los había apartado de la pelea, ella era muy aprensiva para estas cosas.

Su instinto -o, más bien, su imaginación peliculera- le incitaba a romper la botella en la cabeza del gitano. Pero ¿cómo iba a hacer ella eso? ¡Había pagado por esa botella! Solo esperaba que la ventaja que les daba el dichoso peine les sirviera para poder salir de ahí.

- A cualquier movimiento raro que haga el mafioso ese, lo fríe usted, ¿eh? -dijo a Guido. Ahora que había una pequeña distracción, lo último que quería Emilia era que ese delincuente aprovechara para largarse de ahí o intentar recuperar su peine.

Él está con nosotros. Contestó. Luego miró unos segundos hacia atrás y asintió. Ella también. Y entonces vio como su compañero se cernía sobre el señor de tintes racistas. El resto permanecieron sin moverse y sin actuar, contemplando la situación y sin inmutarse. Guido no fue capaz de reaccionar por lo que que el desconocido también empezó a moverse a gran velocidad para enfrentarse al hombre que tenía el peine. Era su oportunidad de arrebatárselo, además, seguramente no sabía como funcionaba, así que lo más probable es que no les pasase nada. ¡Tenía que jugársela!

Todo se precipito de repente, como Saimon esperaba que ocurriera y por un segundo dudo en sacar una cosa u otra, pero al ver que ambos, Emilia y el mismo estaban libres de ataques, por el momento tomo la decisión, mas arriesgada, después de todo ¿Cuando tendría de nuevo la oportunidad de intentarlo?

Es por ello que dio otro paso atrás mientras sacaba la mano de mono de su "escondite" y alzando la mano con ambas manos pidió su deseo. -Deseo que todos aquellos que nos amenazan en la mansión Rocks nunca hubieran existido. -A lo que luego recordó que según las chifladuras populares, los deseos no se hacían realidad de decirlos en voz alta, por lo que volvió a repetir el deseo simplemente en pensamiento. Esperando, tras ver como el resto de objetos obraban maravillas, el suyo también lo hiciera.

Aun con las manos en alto cerro los ojos durante su deseo en silencio.

-Deseo que ese hombre calvo y con traje, Jesus Cortes Heredia y Judith Gomez Fuertes, así como sus secuaces mueran ipso facto de un ataque al corazón. -Tuvo suerte de conocer los nombres completos de esas dos personas gracias a la información que debieron dejar a la entrada de la mansión y que el observo de cada uno de ellos.

Acto seguido abrió lo ojos para ver si alguno de los dedos se movía y obtuviera su deseo. De no ser así le quedaba la segunda opción, mas sucia y peligrosa, que seria usar su navaja de muelle sobre la sien del Desconocido, que no creía que fuera difícil gracias a sus años de vagabundo protegiendo su zona y "atillo". y por el echo que estaba distraído con otro de los invitados.

Tras las palabras de Saimon, la mano del mono que llevaba entre sus manos bajó uno de sus dedos, quedando levantados tan solo tres de ellos.

Y entonces, el calvo se llevó una mano al pecho, y al instante cayó al suelo. Había muerto de un infarto. Salvador que tenía encima a Jesús, pues había estado forcejeando con él, también cayó contra él totalmente inerte. Estaba con un cuchillo en las manos y a punto de apuñalarle. Pero Saimon había sido más rápido y había matado a aquellas dos personas que tenía delante. Había sido una buena forma de salir del paso, pero la realidad es que todos se hallaban ante un asesino. Saimon había deseado que aquellos dos tipos (y quizá alguien más, muriese) y lo había logrado. Quizá pudiera alegar defensa personal, pero lo más probable es que pudiera haber pedido algún deseo mucho menos drástico.

Sin más aquel desconocido había perecido, junto a Jesús. Ya no parecía haber amenazas en la casa. ¿Encontrarían definitivamente a los Rocks?

Saimon observo tan asombrado como el resto el resultado de aquel deseo y se llevo la mano a la cabeza un tanto confundido.

-Santa trinidad... entonces funciona. -Hablaba para si observando aquel objeto antes de volverlo a guardar en lugar seguro.

Fue entonces cuando miro al resto y comprobó que nadie mas estuviera herido.
-Señores, y señorita. -Hizo un ademan con la cabeza a Emilia. -Sugiero que cada uno coja lo que estaba buscando y salgamos de aquí echando lechugas. Oh! y no se olviden de coger los papeles que rellenamos en la entrada, por si acaso. Han muerto de un ataque al corazón creo. Ningún jurado podría culparnos, pero es mejor recoger y salir. Personalmente ya he tenido bastante de esta mierda. -Cito las palabras de una vieja película de acción americana, pero pocos entenderían las referencia, no le importaba, como tampoco parecía importarle haber acabado con dos vidas. -Llegado a ese punto eran ellos o nosotros, espérame hijo, estoy bien cerca de arreglar todo esto.

Salvador estaba tendido en el suelo forcejeando con Jesús cuando todo sucedió, no escuchó muy bien lo que Saimon había dicho pero el resultado fué que de pronto y sin venir a cuento el gitano cayó fulminado como un peso muerto sobre el cuerpo de Salvador. Al funerario le costó un poco quitarse de encima el cuerpo sin vida de Jesús, de hecho tardó unos minutos en recuperar el aliento. Salvador miraba a Saimon y su mano de mono con una mezcla de miedo y deseo. Aquel objeto sí era verdaderamente maravilloso y no el "cacho de papel" que había cogido él. Se acordó del mapa y lo abrió para ver que mostraba, no podía ser que aquel papel solo mostrara su nombre, tenía que hacer algo más, pensó él.

Escuchó las palabras de Saimon y asintió, era lo más razonable que había escuchado a lo largo de toda la jornada, la subasta había tenido lugar, con los Croks o sin ellos, la puja había sido legal y tenían derecho a llevarse aquellos objetos a su casa. Se acordó que también había pujado por el teléfono y se decidió a recogerlo, no sabía si a alguien le interesaría pero bajo ningún concepto iba a dejar un objeto valioso en aquella casa, y menos si estaban embrujados, ya se enteraría más tarde para que servía cada uno de ellos.

Bueno... amigos! Dijo con temerosidad mirando a Saimon, Quedamos 5 personas y tenemos 10 objetos. Propongo como bien a dicho nuestro buen amigo Simón que cada uno se haga con su objeto deseado y si quiere puede coger otro más, así como de regalo. Vamos! Como un dos por uno del "carrefúl"! Total, es tontería dejarlos aquí para que nadie los disfrute, ¿no?. Salvador sacó los dos cigarros que tenía y le ofreció uno de ellos a Saimon, esperando ganarse así su apoyo. Tome, amigo mio , tome!, no son un Montecristo, son unos puritos Reig pero es lo que tengo aquí, además ya sabe, a la hora de la partida, Sota, Caballo y Reig! jeje.

Emilia se llevó la mano al pecho al ver al calvo corriendo hacia ellos. ¡Otro infarto que le iba a dar como se hiciera de nuevo con el peine! Por suerte, Saimon había sido más listo que todos y solucionó la situación. Claro que la mujer tardó unos segundos en asimilar todo lo que había pasado.

- Así que sí sabía cómo y para qué se usaba la mano esa, ¿eh? ¡Qué callado se lo tenia! –dijo, contenta por haberse librado de los criminales. Habría dado un salto de alegría, pero sus piernas no estaban para mucha acción y menos después de todo lo que habían pasado-. Una lástima que esos malhechores le hayan hecho gastar uno de los deseos.

Asintió con fuerza a la propuesta de Saimon y Cabezón. Ahora que no estaban ni el gitanillo, ni la marimandona ni los delincuentes, podían llevarse los objetos que quisieran a su casa-. Lo malo es que yo aún no he encontrado el objeto que buscaba. He encontrado uno que te devuelve las fuerzas, pero no la juventud –dijo, algo apenada. ¿Y si su objeto no existía?

- La botella, si alguien la quiere, estoy dispuesta a darla. Ha sido muy útil, pero no es algo que necesite ­–Miró la botella de vino, que estaba descorchada. Definitivamente no creía que fuera a darle mucho uso. Miró a su otra mano, que sujetaba la taza por la que había pujado la loca de Judith-. Esta, sin embargo, sí me gustaría quedármela.

Daniel se había quedado demasiado tiempo paralizado por los acontecimientos. Las cosas cada vez se iban poniendo más y más tensas y se sentía tan impotente que ni siquiera fue capaz de abrir la boca para intentar decir algo, o tal vez salir de aquella casa por donde habían entrado sin mirar atrás y olvidarse de aquel encuentro que se estaba convirtiendo en una pesadilla mortal.

Y cuando parecía que todo iba a tener un violento desenlace para varios de los presentes, entre los que temía incluirse, Saimon blandió aquella mano simiesca para solicitar un deseo y a los pocos segundos los dos hombres que se estaban enfrentando a ellos cayeron fulminados. A los pocos segundos de la doble muerte, escuchó las propuestas de Saimon y Salvador.

-La verdad, no sabría muy bien que hacer con la mayoría de los otros objetos. Como pudieron comprobar, mi principal interés está en el reloj de cuco, y por ahora sigo manteniendo ese único interés. Dono gustosamente mi segundo objeto, según la propuesta del señor Cabezón, a quien me pueda ayudar a transportar el reloj hasta la entrada de la mansión. Una vez allí ya me encargaré de llamar a un buen amigo mío para que me ayude a llevarlo hasta mi casa. ¿Algún interesado en echarme una mano?

Guido estaba preparado para recibir la embestida de aquel hombre y salir lo mejor parado que pudiera, pero nunca se dio ese encuentro. Su rival cayó fulminado ante sus ojos.
Tardó unos segundos en darse cuenta de lo que había pasado, miró a Simon y le sonrió con una sonrisa entre amistosa y nerviosa.
-Gracias por haber evitado esta situación, si es que ha tenido algo que ver. haciendo ver que no pretendía acusarlo de nada.
Guardo el peine y rebuscó el anillo en el cuerpo del matón. Tras esto se dirigió hacia Daniel. Yo te ayudo con eso, parece bastante pesado.
-Señores y señorita ha sido un placer disfrutar de esta subasta con ustedes Ahora como dice el señor Saimon cada uno que coja sus enseres personales y salgamos de esta mansión

Mientras las cosas parecían calmadas, Saimon se acerco al cuerpo de aquel hombre y rebusco entre sus bolsillos y de masa en busca de conseguir identificar al fin a ese hombre y diera algo de luz al asunto de todo aquello de la organización o lo que chuflas dijera el muerto.

-Supongo que este tipo mato a los Rocks, eso es lo que estaría haciendo cuando arrastraba ese "fardo", pero veamos si sus bolsillos nos dicen algo mas al respecto. -Doble S, como experto en buscar por todos los rincones, no le costaría demasiado dar con algo, si es que lo hubiera.