Partida Rol por web

-Umm..ama...-gimotea sin remedio, dócil como un gato. Obviamente había sido culpa suya...Frisbee sólo le había dado lo que quería...haber encontrado un límite era ¿bueno? Y...¿y si ese límite pudiera no estar?

-Ama...me...¿me das otra?- solo una más...necesitaba dejar de sentir ese lacerante dolor, la coca lo haría desaparecer, no quería estropear el resto de la noche. Sólo...una...más. Sólo una más... se repite para sus adentros mientras alza un poco la cabeza para que Frisbee pueda darle un poco de "polvo de hadas".

Luego recibe sus besos, sus caricias, sus palabras...se siente deshacerse como un helado al sol...¿cómo podría culparla de nada? No no...todos los esfuerzos que hacía eran por ella...por complacerla...¿y qué si se le iba un poco? Nadie es perfecto...bueno ella si, ella es bastante perfecta. Se muerde el labio inferior y se retuerce en sus brazos, no para liberarse sino para hacerlo más intenso mientras su cintura cimbrea y sube y baja al compás de su respiración, gozando con el suave roce de su lacerado trasero contra el cuerpo de su ama.

Frisbee sonríe, ella misma te alza la cabeza estirando de tu melena, en su mano esnifas la nueva bomba en polvo que explota una vez más en tu cerebro, se te dispara la adrenalina, las pupilas ocupan todo tu iris, una más,  la excitación borra por completo el dolor, y solo te queda el placer de sus besos, de su confesión, del roce de su piel contra la tuya. Te besa muy a fondo, devora tu lengua y tus labios, paladeas su saliva, su sudor, su sed, su hambre de ti y tú de ella.

Tu ama se yergue detrás de ti, su sonrisa la de una loba en celo, sus dedos recorren tu espalda con desesperante lentitud. Su dedo alcanza tu línea de separación de esas dos montañas perfectas y ardientes ahora, sigue el surco, sigue hasta el sorbete que es tu coño ahora, se ríe, acariciando, -tu dolor y placer es mío, muñequita -, se ríe admirando la cimbreante danza de tu cintura, como animándola. El dildo del strap-on se sitúa a la entrada de tu culo. Empuja solo un poco. Su mano te tira de los pelos y te tira para atrás la cabeza. Su otra mano te araña con cierta presión a los flancos de tu columna vertebral.

-Suplícamelo, muñequita. Suplícamelo. 

Gime cuando Frisbee tira de su cabello, sus uñas se clavan en el colchón con rabia, su intimidad es un pantano, pero el orgasmo no llega...ni llegaría hasta que su ama, su diosa deseara dárselo. Y ser consciente de eso, además de la suprema vulnerabilidad que sentía era...era orgásmico para su mente, para cada poro de la piel...

-Por favor, mi ama...mi diosa...mi señora, mi diosa...por favor...follame...-alcanza a decir con los dientes apretados los ojos cerrados y la espalda arqueada en ese imposible ángulo. La punta del dildo rozando su entrada y poniendo de punta hasta el último de sus doloridas terminaciones nerviosas en las nalgas era una combinación suprema que no hacía si no reforzar las palabras de Frisbee.- Mi dolor y mi placer te pertenecen...

-Tu espalda es preciosa -afirma, las yemas de sus dedos esquiando sobre el sudor de tu piel. -Tu culo y tu coño son perfectos -el dildo apenas presiona- Tú eres perfecta, muñequita. Y eres toda mía. 

Frisbee penetra, afianzándose en tu pelo. Tres embestidas seguidas hasta la base del strap-on. Sin lubricante. El dolor es desgarrador, una vez más te da lo que está segura que deseas y necesitas. Se queda quieta dentro de ti, sus uñas torturando tu espalda, su mano tironeando de tus cabellos sudorosos. Tres veces el daño, el dolor, te roba el aliento. Un dolor que se combina con el de los latigazos anteriores, las bofetadas, las laceraciones en las muñecas. Tu cuerpo irradia dolor y calor. La droga, la maría y la coca, sirven de pegamento para todo esa tortura, para esa dominación física y mental.

Es la culminación de tus deseos y ansias. El movimiento que llega ahora es decisivo. Ese nuevo bolero de Ravel que te folla seguido, duro, constante, la sensación es sublime. Y todo, entonces, detona en tu cerebro. No. Tu cerebro estalla. Se deshace en mil pequeños trozos, mil burbujas de placer flotando en la negra noche iluminado por destellos de esas mismas bolas de navidad explotando en tu cabeza.

Cada una de esas esferas es un microorgasmo dentro del tsunami de placer desbordante. Con cada embestida te corres. Te ves a ti misma sobre la cama follada por tu ama, una Frisbee que te da más fuerte conforme te escucha gritar ,"más, más, más" . Tú no eres consciente de que estés hablando, ni jadeando o gimiendo. Solo hay chispazos y fogonazos de etéreo placer en tu cabeza. Todo tu cuerpo es dolor y placer. Todo procede de ella, de tu ama, de Frisbee.

-Ah ah ah aaaaaaaah.- Alice no solo gime...grita de dolor, se esfuerza en aguantar, ahoga sus gritos con los dientes pues tampoco puede enterrar la cabeza en la almohada. Las embestidas han sido brutales, su trasero sufre por dentro y por fuera. Pero el placer también es inmenso, los orgasmos se suceden, todo lo que se había contenido estalla...uno...dos...tres...se queda desplomada, babeando, ya sin fuerzas para retorcerse ni para.mantener el culo alzado por si misma. Las rodillas le tiemblan, hasta los codos se le estiran y los nota sin movilidad. Su boca seca de los gritos y de las inconscientes peticiones de más ya casi no emite ningún sonido, se queda entreabierta. 

Es como no estar, pero si sentir, sentir el dolor que la invade, lo desea en gran medida...pero no puede más...incluso no quiere más pero su cerebro no termina de reaccionar.

Tu ama no se detiene. Ahora sí eres una muñeca por completo. Atada de pies y manos, la cabeza balanceada por las acometidas, el dolor cesa de pronto, y solo queda el bombardeo constante de placer. Babeas, la boca entreabierta, sonríes de felicidad, los ojos en blanco. 

Te sumerges en el espacio profundo de tu subconsciente. Lo que algunos llaman estado alterado de la conciencia. ¿has alcanzado el subspace? Tu mente se desliga de tu cuerpo. Solo quieres sensaciones y dejar de pensar. Has alcanzado el límite. La entrega absoluta a tu ama, para que haga lo que quiera contigo. Es placentero, no hay dolor, no hay voluntad, todo está en ella. No sientes tu cuerpo, solo escuchas su voz, solo flotas y "ves" la escena desde otra dimensión. Confianza total en ella, entrega total mutua. Los orgasmos cesan, ya no son necesarios. Ya es otro nivel de intensidad ente ambas. 

Estás en trance.

Frisbee no lo sabe, no hay contacto visual. Pero su propio deseo sexual de ti, su ansiedad hace que se detenga. Te quiere seguir follando, piel con piel. Se quita el strp on, te desata los tobillos, te pide que alces el culo y te ayuda a ello, tú obedeces, perdida en tu mente, adorándola. Su "voz"  es suficiente. Detrás de ti, se frota y embiste su sexo y su propio orgasmo retumba en la habitación, por encima de la voz de la cantante. Está super activa, está que se sale, te desata las muñecas y te da la vuelta para seguir follándote por delante. 

Está muy loca por ti. Pero cuando agarra tus piernas y tira y se une su coño al tuyo, ve tu expresión. Estás aquí y a la vez no.

-Eh...muñequita...-te besa suave en los labios, en la nariz, en los ojos...-muñequita...

Desde su dimensión, Alice observa la escena y su cuerpo adormecido, extasiado, roto pero no en el mal sentido... aún... 

En algún momento el placentero castigo termina y Frisbee se desahoga pero la morena solo es parcialmente consciente. Su ama la desata, la mueve de un lado para otro, se prepara para tumbarse sobre ella y follarla más duro...entonces empieza a llamala y Alice...Alice no está. Solo mueve un poco la cabeza de un lado a otro, su respiración es pausada y muy suave, tremendamente suave. Alice no responde, su trance es demasiado profundo.

-Mierda, mierda, la puta hostia, muñequita. Joder. -Tu ama te besa, te coge entre sus brazos, te acaricia la cabeza -Eh, muñequita, muñequita. -Te mira a los ojos de pupilas dilatadas, dos abismos negros más grandes que los propios pozos de la tatuadora.

-Vale, Frisbee, calma, calma. Alice, no pasa nada, joder, estás sonriendo, vale, bien, si sonríes es bueno, ¿no? -Te besa en los labios, suave, melosa para lo que es ella. Tú no respondes, sumergida en lo profundo. Escuchas su voz, tu ama, tu diosa, te gustaría fundirte con ella, amarla siempre, constantemente, ser una con ella. Tu ama. Las burbujas centellean y revientan esparciendo esporas de placer en tu cuerpo y en el interior de tu cabeza. Casi ni te das cuenta, te vuelves a correr, mojas de nuevo la cama un poco, el rocío perla la piel de tus muslos. La sensación es cálida, sensualmente excitante. Miras a Frisbee, te das un morreo y la atrapas con tus brazos alrededor del cuello.-Mi ama... -murmuras.

-Eh, vamos, vamos -tu chica sabe que no eres consciente de lo que haces o dices... -Espera. -Se levanta de la cama, apaga la música, prende un cigarro para mantener atados sus nervios, la coca la concentra y a la vez la empuja a esa hiperactividad característica de ella. Te da un poco de agua a beber, te refresca la frente y el cuerpo con una toallita empapada en agua. Te acuna en sus brazos.

-Todo va bien. Eh, muñequita, igual no debí decir que te quería, jajaja -bromea. La escuchas, pero eres incapaz de reaccionar, de regresar de tu sueño. Se está muy bien, flotas en un lago de dolor dulce y lejano, de placer cercano, sereno, tibio.

¿Volver? Si...ya estaba ahí ¿No? ¿Que más da? Se está bien en esa nube, su media sonrisa lo atestigua.

Sus brazos siguen lánguidos alrededor del cuello de Frisbee, como una única conexión con el mundo real, la única que necesitaba ahora. No la cogía fuerte, no podía aunque quisiera...daba igual, sólo quería transmitirle lo mucho que la adoraba. Era curioso cómo las palabras de Frisbee llegaban hasta ella, como se le hablara a través de un modulador de voz, veia moverse sus labios y el sonido llegaba...pero como si fuera un diálogo descoordinado.

Ella deseaba responderle, deseaba decirle que no se preocupara, que estaba todo bien...pero las palabras no se materializaban en sus labios, solo sonaban en su cerebro.

Alice seguía sin estar...

Continuas desconectada del mundo real. Lo percibes, lo ves, pero como si fuese un sueño. El tuyo es tu realidad. El de Frisbee es el sueño dentro del tuyo. Qué bien que se siente, ¿por qué no te ordena algo? ¿Por qué no te fustiga o te muerde o te araña? Solo permite que la beses, claro, es la Ama, se hace lo que ella dice.

Frisbee hace lo que puede. Sentada a tu lado, ahora te cura los arañazos y las marcas de los latigazos. Tú estás ahí, mirándola, sonriente, a lo tuyo. Qué buena es tu ama. Te dejas hacer.- Ya está, Alice. No es nada, son rasguños, la prueba de nuestro amor. Jajaja -se ríe, intenta animarse a sí misma. Te besa en las mejillas, en la espalda, mientras te va aplicando crema y pomada.

Media hora. Aunque tú ni idea del tiempo. Una hora. 

Una hora donde la tatuadora incluso se ha dedicado a curarte la inflamación de los glúteos. No es tan grave en realidad, aunque te va a doler y molestar unos días. Te da de beber, te habla de tonterías, de los tatoos, de la música. Tú respondes en ocasiones, te quieres levantar a hacer pis, ella te acompaña. Regresáis a la cama. Estás genial. Las endorfinas se mezclan con la adrenalina liberada.

¿Por qué llora Fresbee cuando te abraza? Te gusta la canción de cuna que te canta. Ahora mira el móvil, no entiendes qué lee, no descifras las letras. Busca información de bdsm...empieza a encontrar artículos sobre el subspace...el domspace...Como pareces estar relativamente bien, no llama a nadie, ni a la ambulancia.

Cuatro horas. Comienzas a regresar, parpadeas, verbalizas, te notas de puta madre. Frisbee te abraza, mucho, muy fuerte, hay lágrimas de nuevo en sus bonitos ojos- Cabrona...muñequita...la puta hostia...Mi muñequita...

Un cambio en la respiración. Un parpadeo, dos más. Alice frunce el ceño como quien se despierta porque el sol le empieza a dar en la cara, pero no tanto por desagradable sino por abandonar su anterior estado. Finalmente se lleva las manos a la cara mientras aún está en su regreso y poco a poco vuelve a notar sus extremidades, el calor, el frío, el dolor...y las lágrimas de Frisbee que han mojado su piel y no es sudor. Baja la mirada y lo ve en sus ojos, le acaricia el pelo y se lo besa con movimientos seguros y firmes aunque imbuidos de una gran debilidad.

-Frisbee...lo siento...¿Estas bien? Te he asustado, perdona...

-¿Y tú? ¿Cómo estás? Oh, honey. ¿Asustarme..? Qué dices, idiota...-Te sigue abrazando muy fuerte, cosa que desmonta su chulería. -No te doy más coca, cabrona, ¡claro que me asusté! 

Se separa y te mira- Pero...¿bien del todo? -sus ojos reflejan la inquietud que persiste en su cuerpo. Sus ojos brillan por las lágrimas- Espera, toma, bebe -te pasa la botella de agua. ¡qué mierda de agua!, una birra, te la traigo. ¿Quieres comer algo?

Es de madrugada, y sí, la verdad es que algo de hambre tienes. Te encuentras bien. Te duele todo un poco, pero extrañamente contenta, alegre, feliz. Muchas dudas se han despejado de tu mente. Puede que otras esperen al acecho su turno.

La inquietud y la intranquilidad de Frisbee chocan de pleno con su quietud y feliz calma tras la tormenta, por lo que no tarda en tomar sus manos entre las suyas y las aprieta con un poquito de fuerza.

-Frisbee...calma. Estoy bien yo... debí avisarte de que esto podía pasar lo siento...¿Cuanto tiempo ha sido? Si que tengo un poco de hambre pero calmate...ahora bajamos y preparamos algo.- siente la necesidad de calmarla porque la ve con miedo y Alice quiere evitar que vea lo ocurrido como algo malo.- Lo has hecho genial...de verdad...me has cuidado muchísimo...se que no me has dejado sola. Gracias, Frisbee.

-¿Pero qué coño ha sido? Pensé que la coca te había fundido el cerebro...Es de calidad, no adulterada, pero tu tolerancia...Y te has metido tres, y maría...Joder. 

Te come a besos. Nunca has visto así antes a Frisbee, tan preocupada, tan dedicada, tan sumamente inquieta.

-Busqué y encontré algo que no entendí, supongo que por el nerviosismo. Quizás debí llamar al médico…

Se ríe.-. Han sido como cuatro horas…¿Cómo te iba a dejar sola? Estás tonta…Pero…¿Sabías que podía pasarte esto?¿Qué ha pasado, qué te ha sucedido? Estabas como ida total, flipada, alucinando…

Te acompaña escaleras abajo. Te sientes algo débil, el dolor residual normal, pero nada más.

Se ríe un poco por el azoramiento de Frisbee y le pasa la mano por la espalda para reconfortarla.

-No no ha sido la coca...se llama subspace...es como un estado alterado de la mente, es difícil de explicar. Para mi es muy fácil entrar pero muy difícil salir. Nunca había estado tanto tiempo...cuatro horas...bua...igual la coca y la maria han tenido algo que ver, ya le preguntaré a Lindsey. - se muestra sorprendida por las horas de las que Frisbee le habla. Luego procede a explicarle lo mejor que sabe lo que es el subspace mientras se apoya un poco en ella para bajar las escaleras y luego la ayuda a preparar algo de comer.

-...el caso es que no todo el mundo reaccionaria cómo has hecho tú. He leído que hay...bueno amos que abusan de sus sumis...que no saben cómo reaccionar y hacen alguna tontería. Es un estado de...docilidad absoluta ya lo hagas visto...no creo que fuera capaz de decir la palabra de seguridad, al principio casi no la recordaba y luego...Bah luego no se. No tenía importancia...me hubieras podido hacer lo que quisieras. Y ahí está un poco el peligro. Creo que hay formas de "sacarme" si no te sientes cómoda...

Preparáis alguna cosa de comer. Son las tres y media pasadas de la madrugada. Frisbee te escucha, se bebe una birra. El susto parece haberle borrado los efectos de la coca. Y a ti ese estado de placentera serenidad, lo mismo. 

-Deberías haberme avisado. Muy mal, muñequita. Te mereces un castigo -ese castigo es un beso apasionado con mordida incluída. 

Te sigue escuchando mientras "cenáis". -Pero...abusar...Qué hijos de puta. -luego sonríe- Si yo te hago lo que quiero. Lo que tú deseas -Caen besos igual que antes caían tortas en tu culete.

-Bueno, si lo sabes, no me sentiría mal, simplemente saber cómo sacarte de ahí, o si hay que esperar y ya. ¡La puta palabra de seguridad! Ni me acuerdo, ¿cuál era?

Se abre otra cerveza. -Entonces...Confías en mí hasta ese punto…-sus ojos brillan. Lees ilusión, felicidad, contento, satisfacción… cariño ...ternura. Ven…

Su beso es un abrazo de labios largo, intenso, profundo y entregado. 

Se ríe con su primer comentario y recibe su "castigo" encantada.

-Si en verdad debí hacerlo, sin broma te lo digo. Y si...abusar...¿Acaso no ocurre en otros terrenos? Gente que se aprovecha de la vulnerabilidad de otro...es lo mismo pero en el mundo del Bdsm.- le explica, por comparación para que sea más fácil de extrapolar.- Supongo que...no se, mientras que seas consciente cómo has sido hoy de que ahí eres tú y solo tú quien puede...llevar las riendas, a mí no me importa que juegues conmigo en ese estado. Es cuando más se disfruta, el dolor deja de...sentirse pero igualmente los moratones permanecen jajaja.- intenta dar seriedad al asunto pero no demasiada para no asustarla.- Pero si no te atreves, lo entiendo, no te preocupes...puedo hablar con alguien y que me explique para yo poder explicarte cómo sacarme antes de ahí. Seguro que hay una manera, no quiero que estés preocupada por tantas horas otra vez.

Toma unos bocados ansiosos, en verdad tenía mucha más hambre de la que pensaba y el cuerpo le pedía azúcares, en grandes cantidades.

-¿Tienes Cocacola? ¿O zumos? Si algo he aprendido es que hay que escuchar al cuerpo y ahora mismo me comería una cesta de plátanos o un bote de nocilla.- explica riendo de nuevo mientras miraba un poco por aquí y por allá pero sin llegar a abrir ni gun armario que no hubiera abierto antes. 

-¿La palabra? Ah...patatas para...cuando quieras cambiar de práctica o juego, por ejemplo cuando te quise pedir que no me dieras más azotes en el culo...-se muerde el labio inferior y sonríe casi con vergüenza- debí recordarla ahí...fallo mío. Y para detenernos del todo era café. No te preocupes...yo también debería acordarme mejor. - vuelve a dar otro gran bocado y mastica con ganas.

-Si, claro que confío en ti. Si hubiera tenido dudas...no habría llegado tan lejos contigo.- le reconoce con sinceridad, yendo hacia ella y acurrucándose en sus brazos para recibir ese beso tan largo y tierno. Entonces y sólo entonces es cuando se acuerda de su regalo y mira la pulsera que antes ella le puso.

Frisbee se pegó más a ti y te abrazó por la cintura -A mí me gusta jugar contigo cuando eres más consciente...Me has viciado un poco a este mundo...Tú tienes mucho vicio, muñequita.

Se levanta aprisa a tu petición -Cocacola, zumos...¿plátanos...? creo que no quedan. A ver...No. Tengo miel. Nocilla no, Nutella, me gusta más. -se ríe- ah, jajajaja, los azotes, bueno, joder, se me fue un poco en ese papel de ama total, jajaja. tengo que repartir mejor las hostias. Soy novata. 

Unta un dedo en la Nutella, te pinta con él los labios, mientras te mira con ese aire perverso que acostumbra a ponerte a cien.- Mola eso de ser tu ama...tu diosa... *

Te fijas en la pulsera. Parece acero, plata y oro rosa. La de Frisbee es idéntica, y en ambas, en el pequeño óvalo que pende, en una cara está grabado "Tú" , en la otra "Yo". **

-Nutella está bien...unas tostadas y luego dormir. No, miel a palo seco no está buena. Y una Cocacola y listo...- comenta mientras aún dura el abrazo y le da besitos y más besitos en los labios, casi entre palabra y palabra.

-Vale...es normal y me parece genial... preguntaré a ver cómo es la forma más segura de hacerlo. Así...que estás viciadita eh...yo también lo estoy a ti...nadie más me somete, ¿Sabes? Solo tú...con otras no juego como contigo...¿Eso te hace sentir más tranquila?- pregunta relamiéndose la crema de chocolate y toquetea la pulserita.

-Es una preciosidad...