Partida Rol por web

-Está bien, vayamos a mi habitación.

André condujo a Michael a una estancia un par de puertas más allá, un espacio amplio en el que había dos hileras de camas, de las cuales la mayoría no parecían estar usándose.

-Cierra la puerta y cuéntame. -dijo sentándose en el borde de una de ellas- Puedes fumar si quieres, no me molesta.

-Esta bien, revisemos todo lo que podamos de este lugar, puede que encontremos algo de munición para tu arma- digo mirándolo a los ojos y sonriendo, -entonces que esperamos, vamos- le tomo de la mano y hago un movimiento con la cabeza en son de que partamos.

 Michael cerró la puerta tras él y se apoyó en esta,sacó el encendedor y comenzó a fumar.-Bien....es verdad que sobreviví, no por merito propio he de admitir, si no por que su líder me dejo escapar.-Michael dio algunas caladas mas expulsando el aire lentamente.-Y me dio un mensaje antes de dejarme escapar.....Este lugar será vuestra tumba.-Michael señaló con el cigarro el suelo del edificio.

¿Esos bichos no son suficientemente listos para cortar las tuberías desde la depuradora hasta el edificio? Interesante. digo casi para mí.

Compruebo el rifle y el machete.

Vayamos. Pero cuando vuelva, me gustaría hablar de unos temas, sobre mis "compañeros de viaje", Gea.

-Vaya, entonces no es sólo que os hayan seguido hasta aquí, sino que tienen este sito cercado y pretenden asaltarlo -a André le gustaba poner lo obvio en palabras, le ayudaba a reflexionar-. Me sorprende que te hayan dejado escapar para traernos el mensaje, esta clase de juegos no son propios de los caníbales que he conocido. En general suelen comportarse como poco más que bestias hambrientas, pero parece que éstos disfrutan de la cacería. Si no, no habrían dejado escapar a una presa para que encima vaya a alertar a las demás. Eso significa que están muy seguros de su superioridad, lo cual puede deberse a dos cosas: o son muchos más que nosotros, o son muy buenos en lo que hacen. Si simplemente fueran idiotas no habrían sobrevivido en las tierras salvajes, así que podemos descartar esa posibilidad. Habrá que organizarse bien y tener mucho cuidado. ¿Cuántos de vosotros estáis armados y de qué armas disponéis?

¡Tú! te grita uno de tus acompañantes, Helk Raser, un mercenariode color de aspecto recio y duro, armado con un lanzacohetes -nuestro querido amigo ha visto un edificio a lo lejos, ha ido a investigarlo -te comenta -o tal vez se haya ido en busca de nuevos amigos.

 Michael escuchó y reflexionó las palabras de andré.-Si como dije me dejaron escapar, son al menos una docena y media y había mas ocultos en la espesura,su líder es capaz de hablar y están organizados,fui el único que sobrevivió de mi barca y el único que ha llegado aquí.....y mi unica arma es esta, y algo de munición.-Hizo un gesto con Fusil de asalto,se llevó el cigarro a los labios y dio algunos toques en su costado indicando el lugar donde tenia la munición.

Puf, expresa Donald sin decir nada más. Al escuchar las palabras del tipo, deja caer las piedras en el boquete y guarda los trozos de madera seca en la mochila sin prisa. Esperemos que tu amigo sea inteligente y no se meta en ningún lio, no tengo ganas de acción en un terreno como este, tan despejado donde no pueda ocultarme

Donald se levanta pausadamente y recoge sus cosas. Venga, ponte en cabeza y dirige hasta donde él se quedo. Veamos si es listo y se ha quedado a observar o por contra se ha aventurado sin pensarselo dos veces.

Donald avanza unos pasos detrás del mercenario revisando que su rifle este listo por si acaso

El edificio está totalmente a oscuras pero tus sentidos te permiten distinguir gran parte de lo que te rodea. En las paredes derruidas y con gritas resuena el eco de aullidos y ladridos, provinientes del norte de tu posición, aproximadamente. No estás solo.

Sin embargo, la zona sur del pasillo parece encontrarse totalmente en silencio, aunque el olor a descomposición que emerge de la zona te eriza la piel.

Un hombre de color entra en la habitación con un gestio serio en el rostro. Sin saludaros se acerca a una de las camas y tira su mochila encima de esta, haciendo que caigan de esta diversas herramientas de aspecto bastante oxidados.

A continuación se vuelve hacia vosotros y os habla -André, hermano, he recorrido todo el edificio, o al menos las zonas en las que se nos permite entrar, y solo he encontrado estas pocas herramientas rotas y oxidadas -dice enfadado señalando las herramientas -con ellas no voy a poder hacer nada interesante, necesito que tu y tu ¿amigo? ¿quién es? -pregunta dándose cuenta de la presencia de Michael.

Comenzais a recorrer el pasillo que os lleva al lugar donde suponeis que se encuentran las escaleras. Os fijais en el mal estado del edificio, poco cuidado y algo ruinoso, aunque se pueda observar que la construcción es fuerte y está hecha con el mejor material.

A vuestro alrededor escuchais voces de gente hablando en diversas habitaciones. Llegais a la habitación en la que se encuentran las escaleras, correis la cortina que separa dicha habitación del resto del complejo y observais las escaleras que bajan.

De acuerdo -te dice Gea -cuando vuelvas hablaremos, ahora centraros en la misión.

La soldado se dirige a paso rápido al edificio, dejándoos a todos atrás.

Vamos, tenemos que darnos prisa en acabar la misión -dice tu compañero Otis en voz alta.

No quiero estar mucho tiempo fuera con esos bichos felices, ya ví lo que le pasó a Sigmund -te susurra.

Os acercais lentamente al edificio, paso a paso, cubriéndoos los unos con los otros. Cuando estais en la puerta los soldados parecen esperar a que uno de vosotros se adelante y entre en primer lugar.

-Se llama Michael, y es uno de los recién llegados, aunque no ha venido con el resto. Al parecer, él fue el único superviviente de su barca, y los caníbales le han dejado vivir para que nos transmita el mensaje de que piensan matarnos a todos. Michael, éste es mi hermano Emile.

Sin dudarlo un momento me dirijo hacia el norte por el pasillo. La cabeza ligeramente agachada para captar cualquier rastro, la cola ligeramente elevada y un poco curvado hacia arriba.

Avanzo con cautela, el suelo no es seguro y pueden haber cascotes, o cristales.

Los sonidos se aproximan, y agudizo mis sentidos para el numero y la especie de los animales que escucho.

 La verdad es que el edificio esta echo polvo. Espero que las escaleras sean lo suficientemente seguras para que podamos bajar y subir sin problemas- comenta mientras las observa con detenimiento. Acto seguida, mira hacia Juliana- ¿vamos?

 Michael se llevó el cigarro a los labios se frotó la mano en el pantalón y  se la tendió a Emile.-Michael encantado,tu eres Emile no? me mandaron a buscarte.-

Es tan amigo mio como tu - te contesta el mercenario -nada. Ahora será mejor que avancemos.

Continuais caminando, acercándoos cada vez más al edificio que veis a lo lejos. Gracias a la poca vegetación presente en el valle podeis ver a vuestro compañero mercenario cuando aun os encontrais bastante lejos.

Lo veis levantarse del suelo, tiene algo en la mano. Advertis algo parecido a un cuchillo u otra arma parecida. Veis que guarda su cuchillo y coge su arma para, a continuación, correr hacia el edificio disparando andanadas cortas con su arma.

Te percatas de que se lleva la mano a un lado de la cabeza un par de veces mientras corre.

No veis a que dispara y pronto lo perdeis de vista.

Bajas las escaleras y notas como alguien te sigue, bajando a su vez los escalones. Ves a un mercenario, uno de tus compañeros supervivientes.

Veo que bajas a investigar algo -te dice el hombre -después de todo lo que nos ha pasado tengo los nervios a flor de piel. Voy contigo a investigar algo, sino te importa.

Yo también estoy encantado de conocerte -contesta Emile, dejando de lado su mal humor -me alegro de que me manden ayuda.

Como seguramente habeis visto el complejo está siendo continuamente atacado por los caníbales y otras cosas peores -explica a Michael, ya que su hermano conoce bastante bien la situación - no sabemos cuanto podemos resistir. Por eso necesito material para mejorar las defensas del complejo, la puerta no aguantará mucho ya que es muy débil y no tenemos armas ni personal para defender la puerta de forma adecuada -continua el hombre mostrandoos una vez más las herramientas rotas y oxidadas que ha recogido.

Por lo visto el mejor material de este bunker se quedó en los pisos inferiores -cuenta Emile -pero nos tienen prohibido el paso. Necesito que salgais al exterior a buscar material. Gea os dirá donde empezar y os proporcionará algo más.