Partida Rol por web

Con una ágil carrera recortas las distancias que te separan de la habitación. Cuando te acercas ves la puerta abierta y la estancia iluminada.

En el suelo ves a la cirujana, muerta o moribunda, llena de sangre.

A su lado se encuentran Atho y Juliana que gritan nerviosos.

Michael apunta nuevamente con su arma y dispara a una de las bestias. La bala se clava en uno de los monstruos atravesando limpiamente su pecho, provocando la muerte del ser.

La bestia malherida da un salto desde la pared y se lanza a por André, con la sana intención de matarlo y devorarlo.

Por suerte para André, sus reflejos le salvan del ataque del ser por unos escasos centímetros. Sin embargo el monstruo ya se está preparando para iniciar nuevamente el ataque...

André retrocedió un par de pasos para poder apuntar a la criatura con su rifle y le descerrajó un tiro en plena frente que le destrozó el cráneo, desparramando sus sesos por el pasillo.

Emile corre hacia la entrada del complejo, seguido por Michael. Allí la escena que ven les deja completamente helados.

Los cuerpos de siete ghoul y cinco necrófagos tapan el suelo de la entrada del complejo. Pero no están solos.

Junto a los cuerpos de las bestias descansan el destrozado y desmembrado cuerpo del sacerdote Aitor Ortega. Cerca de él podeis ver, pegado a la pared con los intestinos colgando por fuera, a uno de los mercenarios que lograron llegar a Arimor, Razi Kandem.

Pero la imagen que más os deja estupefactos es la de Ástrior, la civil madre de Jora, sosteniendo el cuerpo de esta última. La cara de la niña ha sido prácticamente arrancada de varios zarpazos de los monstruos. Uno de sus brazos ha sido prácticamente arrancado a mordiscos. La imagen es tétrica y, aun más si cabe, debido a los constantes gritos y sollozos de la madre.

Observais también que la puerta está encajada totalmente abierta, además de rota, imposibilitando que pueda volver a cerrarse. Debajo de ella descansa el cuerpo muerto de uno de los nativos, con trozos de piel arrancados por numerosas garras.

En la parte de fuera se sigue combatiendo. Varios de los supervivientes empuñan rifles y escopetas tratando de parar a la oleada de mutantes que han tratado de entrar en el complejo. Pero la que marca la diferencia es Gea.

La joven lider se lanza al combate cuerpo a cuerpo contra las bestias, armada con dos grandes hojas sujetas en sus brazos, dando estocadas a diestro y siniestro. Sus piernas son también un arma gracias a las espinilleras repletas de puntiagudos hierros que se clavan en la piel de sus enemigos. La mujer danza en un frenesí de muerte, rodeada de monstruos que tratan de devorarla y que solo reciben graves heridas y muerte.

-¡Vamos, hay que acabar con ellos! -gritó André a sus acompañantes.

Empuñando su rifle, se acercó a la puerta y buscó un blanco seguro sobre el que disparar en el caos del exterior.

Hay numerosos monstruos, ghoul y necrófagos que avanzan hacia la posición. Sin embargo cada vez son menos, la mayoría mueren por el camino debido a las balas que surcan el aire y los pocos que llegan son recibidos por las armas de Gea.

Tu hermano y Michael comienzan a disparar para apoyar a los hombres que tratan de proteger el complejo, tratando de ahuyentar a los pocos monstruos que quedan.

Los monstruos son abatidos de forma sistemática uno tras otro por vuestros disparos. Al cabo de unos segundos los cadáveres de la mayoría de ellos yacen postrados en las inmediaciones mientras que los pocos supervivientes se retiran velozmente en grupos desordenados.

Los soldados que os acompañan recargan sus armas y las guardan. Sus rostros mostran frialdad y tristeza tras la masacre que han presenciado, sobretodo por la muerte de la niña a mano de esas bestias canívales.

Michael recargó su arma lentamente con la mirada perdida en el horizonte,tras lo que se apoyó en una pared y se dejó caer hasta sentarse, suspiró y se quitó algo de sangre de la cara.-Mi mensaje llegó tarde.......Lo siento.-Tras unos instantes sacó tabaco de un bolsillo y con una mano temblorosa un mechero de otro,tras lo cual apretó con fuerza el puño hasta que se relajo y se encendió el cigarro.-¿Alguien necesita uno?.-Mientras fumaba evitaba en lo posible mirar los cadáveres, y daba caladas cortas y pausadas al cigarro...Esa niña no debia de morir

Un par de soldados se acercan a Michael y cogen uno de sus cigarros, agradeciendoselo con un gesto de cabeza.

El ambiente es obviamente tenso y los sollozos ininterrumpidos de Ástrior solo consiguen empeorar la situación.

Gea vuelve al complejo con sus espadas gemelas aun sujetas a sus antebrazos, empapadas en sangre. Coged todos los cadáveres, arrastradlos hasta fuera y quemadlos -ordena a todos los presentes sin necesidad de alzar la voz.

La cosa está jodida, necesito que todos los hombres y mujeres capaces de empuñar un arma se situen cerca de la puerta, debemos protegerla a toda costa y todo el tiempo. Parece que pronto nos reuniremos con nuestros antepasados-continua mirando los restos de la puerta que aislaba al edificio.

El cuerpo de la cirujana tiembla mientras esta agarra a Atho de la chaqueta y trata de decirle algo. Sin embargo solo consigue escupir sangre y ahogarse con su propio líquido vital. Su piel está blanca como la nieve, sus ojos miran fijos al techo, la vida se le escapa de su cuerpo.

En ese instante alguien termina de abrir la puerta de un empujón. Veis entrar a Mousa Oualid y a un mercenario, Fergal Matulant. Este último apunta con su subfusil a Atho y grita -¡Que cojones le has hecho!¡Sucia rata, voy a matarte!

La chica se moría en sus manos y él no podía hacer nada. Realmente había un traidor entre ellos, y había comenzado a trabajar eliminando a la mujer. La mujer hizo el esfuerzo de hablar, pero solo escupió sangre... la vida se le iba y él no podía impedirlo.

Justo en ese momento entra Mousa y uno de los mercenarios, apuntándole y gritándole- calla, y trae un médico, joder- Atho se encontraba ya empapado de sangre, mas intentaba taponar la herida, una herida que era mortal- ¿no ves que se está desangrando?

No puedo creer lo que ven mis ojos, una persona muriendo prácticamente en mis manos, una medico como yo sin poder hacer nada en una situación que debería ser de mi especialidad, pero los nervios no me dejan actuar hasta el momento en que se abre la puerta. Es Mousa que entra gritando y en pánico acusando a Atho de traidor, mientras otro hombre le apunta con su arma.
-Demonios Mousa, dile que baje el arma- me pongo en frente del hombre que apunta a Atho
–Cuando veníamos por el pasillo escuchamos unos quejidos, lo siento por ella pero no pudimos hacer nada, alguien le ha degollado-
Sigo con mis manos al frente intentando que se calmen un poco y no nos liemos a tiros.

¡Fergal baja el arma y ve a buscar ayuda!¡Ellos no son los asesinos!¡Corre a buscar a un medico para que podamos interrogar a la mujer antes de que muera! -le grita Mousa al mercenario, colocándose entre él y Atho. Fergal parece dudar pero finalmente baja el arma y se va corriendo en busca de ayuda.

¿Que ha pasado aqui?¿Quién le ha hecho esto? -os pregunta Mousa con el rostro pálido.

No lo se- responde, aún presionando de manera inútil la herida- entramos en esta habitación y justo encontramos así a la mujer. Lo tuvieron que hacer reciente, pero no vimos nada. Ha intentado decirme quien le ha hecho esto, pero le han fallado las fuerzas. ¿Vosotros habéis visto a alguien por esta zona?