Me alegra que te guste, ahora estoy con la historia.

Con lo del equipo genial también. Miro a ver que quiero y hago una lista antes de añadirlo todo a la ficha.

Este finde queda el pj preparado para lo que venga.

Máster, échale un ojo a esto a ver que te parece. Me falta la historia reciente, de como conoció a Wu, como perdió el barco, y como se enrolaron en la tripulación de Harmony, pero lo dejo abierto para concretarlo más adelante cuando surja con los compañeros.

Además había pensado que quedó castrado cuando tuvo el encuentro con la cirtura, por eso no se ha asentado y no a formado una familia para continuar el legado de su clan.

Ya me dices si se te ocurre como mejorarla.

Mekkor Oretan

¡Contramaestre Oretan para ti, muchacha! ¿Y qué insinúas? ¿Que divago? ¿Que cuento historias de viejo?

¡Pues si! Las cuento porque soy viejo, ahora calla y escucha. Y pásame el ron.

Como iba diciendo, los Oretan hemos sido siempre un gran clan, pequeño en número, pero tan diestro que siempre ha sido respetado. Hace muchas centurias, más de las que un goblin podría contar, mis ancestros decidieron marcharse de las montañas que consideraban hogar para buscar un nuevo lugar donde empezar de nuevo. Finalmente llegaron a las costas de Qunn, donde hallaron un tremendo potencial minero en las montañas que nacían del mismo mar, y donde ya existían pequeños asentamientos y cierto mercadeo de otras razas. Allí los Oretan prosperaron con sus metales y piedras preciosas, y con los objetos manufacturados con gran maestría a partir de ellos. Pero había un problema, los precarios barcos mercantes de las gentes de aquel lugar eran demasiado endebles para las pesadas cargas que preparaban los enanos para poder comerciar con sus tierras de origen y así expandir el negocio, y el camino por tierra atravesaba una densa jungla y un páramo fangoso imposible de transitar eficazmente. Así, Shohs y Pummira Oretan, mis tataratatarabuelos, tomaron la trascendente decisión de construir sus propios barcos.

Esta decisión no solo hizo florecer las empresas de nuestro clan, sino que esas robustas pero ágiles naves ayudaron a los asentamientos cercanos a expandir sus fronteras, convirtiéndose en maestros de la navegación y el comercio. Los Oretan no necesitábamos salir al mar, nosotros construíamos los barcos y los cargábamos con nuestra mercancía, el dinero y nuevas mercancías de tierras lejanas llegaban solas.

Y allí crecí yo… Si, muchacha, yo también he sido un niño de mofletes sonrojados, aunque no tanto como ahora…¡Ja!

Eso, que allí crecí y aprendí el oficio. Para aquel entonces las Oretan, pues así eran conocidas nuestras naves, ya eran famosas en casi todas las costas del gran continente. Pero un día ocurrió lo impensable. Algo se removió en las entrañas de la tierra, algo que ninguno de nuestros ancianos pudo prever, y lenguas de fuego fueron escupidas desde las montañas, arrasando todo a su paso.

Fuimos pocos los supervivientes de aquella catástrofe, yo aún era un apuesto joven que apenas rozaba los 70, pero aún lo recuerdo como si fuera ayer. Un par de familias de los Oretan y algunos habitantes de la ciudad salimos en una nave que estaba a punto de zarpar, y nos vimos obligados a marcharnos lejos, pues la jungla estaba ardiendo, y el mar venia hacia nosotros. Pero eso no fue todo, nos dirigíamos a la costa más cercana a pedir ayuda cuando de pronto algo resonó desde los acantilados que llevaban acompañándonos toda la tarde. Aquel sonido venia de los más profundo de los mares, pero apenas nos dio tiempo a reaccionar cuando algo gigantesco nos lanzó contra las rocas… Y no digas que fue una ola, porque no lo fue.

A pesar de la recia construcción de aquella nave, se partió en mil pedazos a causa del impacto. Yo tuve suerte y justo estaba reparando una de las vergas cuando todo ocurrió, salí volando y antes de que se estrellara el barco caí al agua. No recuerdo cuanto tiempo estuve hundiéndome en el mar agarrado al martillo, cuanto tiempo estuve bajando por aquella insondable negrura donde ni el más leve rayo de luz de luna alcanzaba ya a penetrar, pero fue interminable. Y cuando ya no sabía si subía y bajaba, cuando la presión de mis sienes ya había desaparecido y creí estar muerto, un ojo tan grande que pensé que era la superficie se abrió ante mí. Un ojo rasgado y blanquecino, tan grande como la vela mayor de este barco, me miró fijamente y supe que se reía de mí.

En ese instante exploté de furia, levante mi martillo y saque un gran clavo de mi cinturón, y sin pensarlo más lo clavé en el centro de aquel ojo que se sacudió como un terremoto mientras una descarga salió de su interior recorriendo todo mi cuerpo. No vi como huía aquella criatura, sea lo que fuere, pero sé que la dejé ciega, y sé que fue real, pues me dejó marcado y aún conservo ese clavo…

Desperté a las orillas de uno de los fragmentos, que en aquel entonces estaban siendo colonizados, me rescataron unos pescadores que se habían instalado allí hace unos años, y pronto me recuperé y me gané su respeto construyendo los mejores botes de pesca que había probado jamás. Al poco ya había montado mi propio astillero y me dedicaba a construir y reparar algunos de los barcos que iban y venían desde el gran continente, y cuando me lo pude permitir, vendí el astillero y construí mi propio navío, el Azotavientos.

Con él lo primero que hice fue buscarme una tripulación y cargar el barco con el dinero que me quedaba para vender las mercancías en otro puerto y así ganarme la vida. Mi idea era volver a casa y abrazar a mis familiares, pero cuando llegué a las costas de Qunn allí no quedaba ni uno solo de los Oretan. Así pués, decidí hacerme a la mar, primero como comerciante, después al servicio del mejor postor, pues mis habilidades atrajeron algunas miradas, y finalmente, harto de servir a mentes vacía y amargadas almas que no saben tomar lo que es suyo con sus propias manos, decidí hacerlo por mí, no por ellos.

Cien años llevo en el mar y aún no me he cansado de él, ni de buscar aquella criatura que me lo arrebató todo. Cien años llevo buscándola para verla con mis propios ojos, para darle las gracias por los dones que me confirió de la única manera que se me ocurre, estampándola contra el más afilado de los acantilados y exterminando con ella a su estirpe.

Vale, he hecho algo más de la ficha, porfa revisamela, y lo de después de las armas no lo he entendido ¿¿que tengo que hacer??

Me gusta tu idea; luego daré geografía e historia un poco más exacta.
Por lo pronto, puedo decirte que Quinn estaba en Costa Quemada, una porción de tierra (muy fertil a causa de las cenizas) entre una cadena de volcanes y el mar. El cataclismo que te expulsó de ahí es el mismo que ya está mencionado en la escena de geografía e historia.
Si de algo te sirve, lo más probable es que acabaras en las costas del noreste de los fragmentos, por si alguna vez sale como tema de conversación.

Bien, vamos por partes. Lo que está, está bien. PERO, te has olvidado de las competencias.

Ahora: 

Habilidades: Elegir 3 de la siguiente lista:

Acrobacia.
Atletismo.
Engaño.
Perspicacia.
Intimidación.
Investigación.
Percepción.
Presentación.
Persuasión.
Manos Ligeras.
Sigilo.

Acrobacias está tachada porque ya la elegiste (eran 4 por la clase, esa es una, te faltan elegir 3). Percepción está tachada porque te la da la raza elfo.

De esa lista elige 3, como ya te indiqué. A esas habilidades sumarás el bonus de proficiencia en lugar de solamente del stat.

LUEGO: Tras este paso, deberían quedarte 5 competencias en habilidades. De esas 5, elige dos (o elige una y  las herramientas de ladron). Esas dos que has elegido DUPLICAN el bonus de proficiencia.

Respecto del equipo:

Equipo Inicial:

1 Rapier o 1 Espada Corta.
1 Arco Corto y 20 flechas o 1 Espada Corta.
1 Pack de Ladrón o 1 Pack de Calabozo o 1 Pack de Explorador.

Todos los ladrones reciben Armadura de Cuero, 2 Dagas y herramientas de Ladrón.

De cada renglón, escoje una de las dos opciones; por ejemplo así: 
1 Rapier o 1 Espada Corta.
1 Arco Corto y 20 flechas o 1 Espada Corta.
1 Pack de Ladrón o 1 Pack de Calabozo o 1 Pack de Explorador.

Todos los ladrones reciben Armadura de Cuero, 2 Dagas y herramientas de Ladrón.

Eso significa que tu personaje comienza con 1 rapier, un arco corto y 20 flechas, un pack de ladrón, armadura de cuero, 2 dagas y herramientas de ladrón.

¿Que tiene cada pack de los que puedes elegir?

Pack del calabozo:

Mochila
Palanca
martillo
10 pitones
10 antorchas
Yesca y pedernal
10 días de raciones
Pellejo (para guardar agua u otros liquidos)
50 pies de cuerda

Pack de ladrón:

Mochila
Bolsa con 1.000 ball bearings (bolas de metal que se arrojan al suelo para hacer tropezar gente)
10 pies de tanza
Campanilla
5 velas
Palanca
Martillo
10 pitones
Linterna "encapuchada" (una linterna que ilumina hacia adelante a un punto fijo, en lugar de en un area alrededor del aparato)
2 frascos de aceite
5 dias de raciones
Yesca y pedernal
Pellejo
50 pies de cuerda

Pack de Explorador:

Mochila
Bolsa de dormir
Kit de cocina (mess kit; googlealo, las imagenes son claras
Yesca y pedernal
10 antorchas
10 dias de raciones
Pellejo
50 pies de cuerda.

Vale, me estoy liando un poco, podrías si no es mucha molestia hacérmelo tú?? Enfocándolo a asesina, como lo harías tú para tu pj

Perfecto, todo el tema geográfico esta abierto a tu modificación como mejor consideres, y de igual modo Mekkor es lo bastante viejo para amoldar los tiemoos a lo que mejor te convenga.

En lineas generales, la idea es que su clan pasó a contruir barcos por necesidad y se hicieron famosos por ello, que su lugar deborigen fue destruido por un cataclismo que les hizo huir y que Mekkor termino solo en el mar por culpa de una criatura que no vio, a la que no puede perdonsr, pero que a la vez lo convirtió en lo que es hoy.

No hay problema. Cuando tenga un rato libre hago tu ficha, te aviso y tu la miras para ver si no entiendes algo.

Vale, muchísimas gracias, es que de verdad que echarle tiempo me cuesta, puedo postear, pero tirarme un rato con la ficha...

Rasgos, ideales, etc de tranfondo añadidos.

Ataques añadidos.

Equipo completo.

Tu ficha está lista. Revisa y dime lo que no entiendas.

Eres una pícara drow de nivel 3, con la especialidad "asesina" y el trasfondo "criminal". Tu vida ha sido calculada con la media del dado.

Nada más por hacer entonces ;)

Harmony, tu ficha sigue en blanco
¿Quieres ayuda para armarla o simplemente no has tenido tiempo?

No he podido ponerme aún con ella, pero mi idea es hacerla entre hoy y mañana.

Solo una cosa, prefiero una ballesta a un arco y que es un Rapier??

Ya cambio eso. De paso te sumo  el látigo, que creo lo olvidé.
Rapier es una espada ropera, un estoque. Esto:

 

Dire, tengo algunas dudas. Veo que en el trasfondo de Marino pone que existe la variante de Pirata. ¿En qué cambia esta? ¿Y qué tipo de vehículo acuático concede el trasfondo?

Por otro lado, como Capitán necesito hacer tiradas de Persuasión o Intimidación para la acción de Inspirar. ¿Qué pasa si no tengo competencia en estas habilidades? ¿Se tira sólo con el bonificador de Característica?

Cuando puedas, gracias ^^

—Al tirar por una habilidad en la que no tienes competencia, solo sumas el stat asociado. Tirando con una competente, sumas el stat y el bonus de competencia (que ahora es un +2, pero sube con el nivel, llegando a ser un +6 en nivel 18 si no mal recuerdo). Es decir, puedes hacer las tiradas igualmente.

Los trasfondos vienen con "beneficios" durante el roleo, que ahora veo que quien hizo la traducción no incluyó.
El trasfondo NO otorga un vehiculo acuatico, el trasfondo otorga competencia al usarlos. Quedate tranquila capitana, la nave que les he dado debe rondar las 5000 piezas de oro, asique no es que necesites mucho más.

Como ya he dicho, los trasfondos son lo que más personalización tiene, y yo sugiero, más por cuestiones narrativas que mecánicas hacer uno propio que se ajuste más a la idea de nuestro personaje.

El trasfondo de marino tiene el siguiente:
Pasaje gratis:
Conoces mucha gente en el mar. Te es posible pedir un favor para que a ti y a tus compañeros no les cobren pasaje al momento de viajar en barco. A cambio se espera que todos trabajen en dicho barco. Puesto que es un favor, el itinerario no siempre se ajusta a tus necesidades, el master puede decidir retrasarte o desviarte si así lo desea.

El trasfondo de pirata es igual, pero en lugar de lo del parrafo anterior
Mala Reputación:
Tu nombre y rostro son los de un pirata reconocido por su crueldad. La mayor parte de las veces, la gente temerá denunciarte (y los guardias, enfrentarte), por lo que no deberás responder ante la ley por crímenes menores como irte sin pagar, romper algo o tirar abajo una puerta.

Mekkor ha hecho un trasfondo personalizado y le ha quedado esto, te lo dejo como inspiración (ha adjuntado una historia, que no está en la cita). Las instrucciones para crear un trasfondo personalizado están en el mismo post de los trasfondos, en el principio.
 

Trasfondo: Había pensado en Shipwright (constructor de barcos, porque has comentado que aceptas trasfondos personalizados, así no escogemos casi todos pirata o navegante).

Si me permites ese trasfondo, escojo Historia e Investigación. Gigante como segunda lengua (lo meteré en el trasfondo). Competencia con herramientas de cartógrafo (y las herramientas). Si es posible querría agenciarme un clavo (que meteré en la historia) como símbolo de mi experiencia como constructor de barcos, que además sería mi símbolo sagrado.
 

Forjanaves: Tu nombre te precede debido a la pericia demostrada en tiempos pasados. Eres respetado por la mayoría de aquellos que aman estar sobre la cubierta de un buen navío y aquellos que dedican su tiempo a construirlos.

Cuando lo necesites, puedes asegurar un pasaje gratis en un barco para ti y tus compañeros de aventuras. A cambio de tu pasaje gratuito, se espera de ti que mantengas el barco en perfecto estado, y debido a tu reputación se esperará que incluso lo mejores, a veces siendo tus anfitriones especialmente pesados en tales peticiones. Ya que estás pidiendo un favor, no puedes asegurar un calendario o una ruta que cumpla con todas tus necesidades.

Además, cualquier gremio de astilleros o persona dedicada a la construcción de barcos, te proveerá de alojamiento y comida si la necesitas, y quizás ofrezca jugosas ofertas en cuanto a herramientas y materiales, simplemente por tener el honor de que tu próxima construcción haya sido realizada con su colaboración. En algunos pueblos y ciudades, podrás encontrarte con otros miembros de tu profesión, que puede ser un buen momento para conocer potenciales patrones, aliados o empleados.

Máster, me gusta mucho tanto los mapas como la historia de los fragmentos. Por cierto ¿Qué programa usas para hacer los mapas?

Por otra parte, solo necesito resolver dos dudas para tener clara mi historia y poder colgarla en la ficha.

Vengo de Costa quemada (¿Cómo se llamaba antes?), que por lo que veo estaba habitada principalmente por elfos.

¿Los elfos y enanos de esta ambientación se llevan mal como ocurre en otras? ¿Quinn también estaba habitada principalmente por elfos?

¿Cuál podríamos decir que era el origen del clan Oretan antes de que se instalaran en Quinn? Es decir, ¿Hay una tierra donde abunden los enanos o están repartidos aquí y allá donde hay materia prima?

Mekkor llegó a las costas de Zetania después de su “incidente”, eso seguro, por lo que entiendo que de algún modo debe sentirse cómodo entre elfos.

Ganas de empezar ya ¿tienes fecha?

Hola Uller, aquí te dejo algunas cosas que se me ocurren.

Como bien dices, conociste a Mekkor cuando eras apenas un chaval. En ese tiempo él ya tenía cierto renombre como constructor de barcos (sobre todo por tener el mismo apellido que las fabulosas Oretan, las fabulosas naves de sus antepasados, algunas de las cuales aún se las puede ver navegando), y ya hacia algunas décadas que se dedicaba a surcar los mares. Comerciaba, e incluso a veces prestaba servicios de protección a otros navíos a cambio de dinero, debido a que su nave el “Azotavientos”, era tecnología punta naval en esos tiempos. Realmente, el enano ya estaba empezando a hartarse de tantos egos encontrados entre naciones, ciudades y dirigentes, y aunque en el archipiélago esto era menos acusado que en los continentes, ya empezaba a ejercer la piratería cuando estaba en alta mar, lejos de los ojos de cualquier autoridad.

Os volvisteis a ver en varias ocasiones a lo largo de los años, y finalmente, en una de ellas, decidiste enrolarte en su tripulación.

Al enano le caíste bien desde un principio, pues su máxima es “Todos trabajamos, todos nos respetamos, todos ganamos”, y eso Wu lo hace a la perfección. Para el enano, Wu tiene el temperamento perfecto para que todo vaya bien en el mar, con la nave y la tripulación funcionando como un reloj enano.

A lo largo de los años los dos establecieron una sana amistad, no exenta de enfados, pero siempre basado en el respeto mutuo. Mekkor trata a Wu de usted cuando hay más tripulantes delante, pero es de los pocos que tutea en la intimidad.

Si Wu necesita cualquier cosa, ayuda o consejo, Mekkor no dudará en prestárselo.

Por otra parte, en general Mekkor no oculta su pasado, y cuando bebe un poco su lengua se suelta cuenta su vida sin problemas (te cuelgo abajo la historia que he escrito para que veas de que va, me falta acoplar un poco el tema geográfico cuando el master me resuelva algunas dudas y la colgaré para todos).

Sin embargo, su vida es muy larga y hay episodios oscuros que nadie o pocos conocen. Ahora mismo es probable que seas la criatura viva que más conozca sobre la vida de Mekkor.

Primero de todo, eres el único de la tripulación actual que ha visto los verdaderos poderes del enano en acción. Es capaz de convocar al rayo, no es una criatura mundana.

Por otro lado, un día (y juraste que nunca más) viste al enano desnudo. Pudiste entrever las grandes cicatrices que cubren su velluda piel, tanto por la espalda como en el pecho y la entrepierna. Quemaduras que se ramifican desde su pecho hasta el resto del cuerpo como si fueran raíces o relámpagos.

Sus poderes y sus cicatrices te hacen ser el único que realmente cree que sus historias de monstruos marinos son reales.

Sabes que Mekkor es realmente el último de su estirpe. Mucha gente sospecha que no quedan muchos Oretan, pero tu realmente sabes que no habrá más, ya que Mekkor no puede tener hijos por culpa del “incidente”.

También sabes (tú decides si Mekkor sabe que lo sabes o lo ignora), que el enano modifico la ruta que llevabais en el “Azotavientos” aludiendo a motivos que no eran realmente ciertos, cuando algunos de los tripulantes le discutieron al capitán enano su decisión, este les convenció con argumentos falaces o a base de intimidación, pero obviamente no estaba actuando con la sensatez que normalmente lo caracteriza. Solo ocurrió en un par de ocasiones, que tu sepas, y sospechas que está relacionado con el monstruo que le acosa en sus pesadillas.

De hecho, la última vez que actuó de esa manera os llevó peligrosamente cerca de Escollo Muerto, y fue cuando el “Azotavientos” fue asaltado (si fue hundido o no lo dejo a criterio de máster, y por quién también). Sobrevivimos por casualidad.

En rolarnos en la tripulación de Harmony (de su capitán), fue casi por necesidad, pero nuestra fama (la de ambos), nos precedía. Deshacernos de aquel capitán era necesario, pues la tripulación debe funcionar como una maquinaría bien engrasada, y a base de golpes no funciona.

Añade tú lo que veas, me tengo que ir y no se me ocurre nada más.

Te pego la historia aquí para que conozcas mejor y antes que nadie a Mekkor.

Mekkor Oretan

¡Contramaestre Oretan para ti, muchacha! ¿Y qué insinúas? ¿Que divago? ¿Que cuento historias de viejo?

¡Pues si! Las cuento porque soy viejo, ahora calla y escucha. Y pásame el ron.

Como iba diciendo, los Oretan hemos sido siempre un gran clan, pequeño en número, pero tan diestro que siempre ha sido respetado. Hace muchas centurias, más de las que un goblin podría contar, mis ancestros decidieron marcharse de las montañas que consideraban hogar para buscar un nuevo lugar donde empezar de nuevo. Finalmente llegaron a las costas de Quinn, donde hallaron un tremendo potencial minero en las montañas que nacían del mismo mar, y donde ya existían pequeños asentamientos y cierto mercadeo de otras razas. Allí los Oretan prosperaron con sus metales y piedras preciosas, y con los objetos manufacturados con gran maestría a partir de ellos. Pero había un problema, los precarios barcos mercantes de las gentes de aquel lugar eran demasiado endebles para las pesadas cargas que preparaban los enanos para poder comerciar con sus tierras de origen y así expandir el negocio, y el camino por tierra atravesaba una densa jungla y un páramo fangoso imposible de transitar eficazmente. Así, Shohs y Pummira Oretan, mis tataratatarabuelos, tomaron la trascendente decisión de construir sus propios barcos.

Esta decisión no solo hizo florecer las empresas de nuestro clan, sino que esas robustas pero ágiles naves ayudaron a los asentamientos cercanos a expandir sus fronteras, convirtiéndose en maestros de la navegación y el comercio. Los Oretan no necesitábamos salir al mar, nosotros construíamos los barcos y los cargábamos con nuestra mercancía, el dinero y nuevas mercancías de tierras lejanas llegaban solas.

Y allí crecí yo… Si, muchacha, yo también he sido un niño de mofletes sonrojados, aunque no tanto como ahora…¡Ja!

Eso, que allí crecí y aprendí el oficio. Para aquel entonces las Oretan, pues así eran conocidas nuestras naves, ya eran famosas en casi todas las costas del gran continente. Pero un día ocurrió lo impensable. Algo se removió en las entrañas de la tierra, algo que ninguno de nuestros ancianos pudo prever, y lenguas de fuego fueron escupidas desde las montañas, arrasando todo a su paso.

Fuimos pocos los supervivientes de aquella catástrofe, yo aún era un apuesto joven que apenas rozaba los 70, pero aún lo recuerdo como si fuera ayer. Un par de familias de los Oretan y algunos habitantes de la ciudad salimos en una nave que estaba a punto de zarpar, y nos vimos obligados a marcharnos lejos, pues la jungla estaba ardiendo, y el mar venia hacia nosotros. Pero eso no fue todo, nos dirigíamos a la costa más cercana a pedir ayuda cuando de pronto algo resonó desde los acantilados que llevaban acompañándonos toda la tarde. Aquel sonido venia de los más profundo de los mares, pero apenas nos dio tiempo a reaccionar cuando algo gigantesco nos lanzó contra las rocas… Y no digas que fue una ola, porque no lo fue.

A pesar de la recia construcción de aquella nave, se partió en mil pedazos a causa del impacto. Yo tuve suerte y justo estaba reparando una de las vergas cuando todo ocurrió, salí volando y antes de que se estrellara el barco caí al agua. No recuerdo cuanto tiempo estuve hundiéndome en el mar agarrado al martillo, cuanto tiempo estuve bajando por aquella insondable negrura donde ni el más leve rayo de luz de luna alcanzaba ya a penetrar, pero fue interminable. Y cuando ya no sabía si subía y bajaba, cuando la presión de mis sienes ya había desaparecido y creí estar muerto, un ojo tan grande que pensé que era la superficie se abrió ante mí. Un ojo rasgado y blanquecino, tan grande como la vela mayor de este barco, me miró fijamente y supe que se reía de mí.

En ese instante exploté de furia, levante mi martillo y saque un gran clavo de mi cinturón, y sin pensarlo más lo clavé en el centro de aquel ojo que se sacudió como un terremoto mientras una descarga salió de su interior recorriendo todo mi cuerpo. No vi como huía aquella criatura, sea lo que fuere, pero sé que la dejé ciega, y sé que fue real, pues me dejó marcado y aún conservo ese clavo…

Desperté a las orillas de uno de los fragmentos, que en aquel entonces estaban siendo colonizados, me rescataron unos pescadores que se habían instalado allí hace unos años, y pronto me recuperé y me gané su respeto construyendo los mejores botes de pesca que había probado jamás. Al poco ya había montado mi propio astillero y me dedicaba a construir y reparar algunos de los barcos que iban y venían desde el gran continente, y cuando me lo pude permitir, vendí el astillero y construí mi propio navío, el Azotavientos.

Con él lo primero que hice fue buscarme una tripulación y cargar el barco con el dinero que me quedaba para vender las mercancías en otro puerto y así ganarme la vida. Mi idea era volver a casa y abrazar a mis familiares, pero cuando llegué a las costas de Quinn allí no quedaba ni uno solo de los Oretan. Así pués, decidí hacerme a la mar, primero como comerciante, después al servicio del mejor postor, pues mis habilidades atrajeron algunas miradas, y finalmente, harto de servir a mentes vacía y amargadas almas que no saben tomar lo que es suyo con sus propias manos, decidí hacerlo por mí, no por ellos.

Cien años llevo en el mar y aún no me he cansado de él, ni de buscar aquella criatura que me lo arrebató todo. Cien años llevo buscándola para verla con mis propios ojos, para darle las gracias por los dones que me confirió de la única manera que se me ocurre, estampándola contra el más afilado de los acantilados y exterminando con ella a su estirpe.