Partida Rol por web

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Correteas entre los escombros y no te cuesta demasiado dar con aquellos a los que rastreas. Puedes contar unas siete u ocho personas, con un trasgo y un ogro entre ellas, con sendos caballos la mayoría, aunque una de las monturas parece ser algo menos convencional: un elkat, un tipo de cérvido felino que no se ve todos los días y mucho menos en compañía de seres humanos.

También, como ya sospechabas, hay dos perros. Parecen estar discutiendo sobre qué hacer.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Hassern parece agradecer el apoyo de Karlio con un asentimiento de cabeza, que también parece un signo de despedida ante aquellos que decidirán no seguirle.

- Espero que se recupere. - Dice mirando al hombre inconsciente, y acto seguido comienza su marcha hacia el exterior de la aldea, por el mismo lugar por el que el grupo entró, considerando que ya había esperado suficiente a que los demás decidieran.

Bolduf, sin pensárselo, sigue al aldeano, bastante contento de ponerse en movimiento. 

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Mientras tanto, la bruja intenta despertar al hombre inconsciente, y parece que un pequeño estímulo doloroso obtiene resultados. Éste se queja, y abre los ojos.

Puck no ha llegado a ver todo esto, pues ha salido correteando con sus cortas patas de vuelta al granero.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Es fácil buscar en los bolsillos de un muerto... si es que tiene bolsillos. Las ropas del ogro, hechas jirones en varios lugares, no parecen poseer tal maravilla de la ciencia de la sastrería.

Lo que sí encuentras son, en sus muñecas, pulseras hechas con pequeños (o comparados con el grosor de sus brazos lo parecen) huesos, seguramente de algún animal. O de varios. Simples adornos, parecen.

Pero lo más interesante no se encuentra en nada que el ogro lleve puesto, sino en sí mismo. Su piel, vista de cerca, es a todas luces poco común, acorde con el tamaño y la forma de aquel ser. Y está llena de llagas, unas más recientes que otras, y esas llagas tampoco son comunes, pero ya las has visto antes, más de cerca de lo que quisieras: son marcas, estigmas de corrupción. Quizá el uso de la magia sea lo que explique el extraño tamaño de aquella criatura tan parecida y a la vez tan diferente a un ogro.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

La bruja se queda mirando en la dirección del repentinamente presuroso aldeano. Sin duda había encontrado lo que había venido a buscar, y entre todos le habían abierto el camino para ello muy amablemente. Tras ello parecía que no tenía ninguna razón para seguir con el grupo y tampoco temía por su seguridad.

- ¿A nadie le resulta raro que ese tipo se largue sin más después de cargar lo que fuera que viniera a buscar y vuelva grupas con viento fresco en solitario hasta el Campamento Norte? -

Basha se encoge de hombros mientras devuelve su atención al hombre que parece salir de los brazos de la inconsciencia, gimoteando y quejándose como sólo alguien perteneciente al género masculino puede hacerlo.

- Tranquilo amigo, tranquilo, no pasa nada, estás seguro. ¿Crees que podrías decirnos tu nombre, qué haces aquí y qué ha pasado en este pueblo arrasado? Te sacamos de debajo del cuerpo de un ogro y tienes mala pinta, pero al menos no parece grave. -

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

-A mí, sí -dijo Zazer en respuesta a la pregunta de la mujer-. Todo su temor y necesidad de protección para este viaje han desaparecido. Está dispuesto a regresar él solo. Lo que fuera que ha recuperado le proporciona el valor necesario para escapar cuanto antes, lo cual me lleva a preguntarme si no será lo que ha causado este ataque a la aldea. Y su deseo de partir de forma inmediata, el temor a una nueva incursión para dar con lo que aún no han hallado.

Dejó en el aire sus reflexiones, para que cada uno extrajera sus propias conclusiones, limitándose a mirar al hombre rescatado de debajo del ogro que parecía volver en sí. Quizás él pudiera darles respuestas.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

- ¡¡AMA!! ¡¡AMAAAAAAA...!!

El pequeño trasgo corrió a hacia su ama mostrando una urgencia en su forma de gritar y avanzar que en nada se correspondía con la paciencia que demostró esperando a que Bashabarana terminara de hablar. Luego, con un gesto de su índice y un pequeño tirón de sus ropajes, la indicó que se agachara para situarse a su altura.

Miró a los presentes, a los que seguían y a los que se marchaban, y con una amplia y dentada sonrisa, se tapó la boca antes de hablar en confidencia con su ama.

- Magia, ama. Oh, sí... Y corrupción. Puck lo ha visto, ama. Llagas en la piel del ogro. Feas y asquerosas, como él. ¡Y grandes! Corrupción mágica. Oh, sí... La magia lo hizo grande, ama. Más grande que un ogro normal. Más grande que Peñasco. ¿Alguien lo hizo grande, ama? Alguien....

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

¿Que?. ¿Quienes sois?. 

Articula con habla cansada.

Ah si...el ogro.

Llevaba mucho tiempo caminando y estaba a punto de caerme de cansancio y hambre.

Hace una pausa

¿No tendríais algo de comida para compartir?.

Mientras espera la respuesta, prosigue su relato.

Como decía, llevaba tiempo caminado y estaba fatigado, hambriento y con ganas de encontrar un sitio donde guarecerme del frío. Entonces, acercándome hacía esta aldea, comencé a oler a madera quemada. La prudencia pudo mas que mis ganas de rodearme de un buen fuego y me aproxime despacio y con sigilo. Pronto descubrí que había actuado con cabeza, pues las columnas de humo por doquier dejaban claro que lo que ocurría era un asalto. Me resguarde en unos montículos oculto por unas rocas y observe desde la distancia. Vi como salían de la aldea en dirección norte, atravesando los campos de cultivo,seres del tamaño de niños, pero que parecían caminar renqueantes cual ancianos, portaban armaduras de cuero y metal. Iban acompañados de una especia de ogros pero mas grandes y grotescos que arrastraban carretas con grandes fardos y dirigiendo todo eso iban elfos.

Espere un rato hasta que considere prudente salir de mi escondite y me adentre en la aldea por si encontraba algún herido que necesitase ayuda y no voy a mentiros, para ver si encontraba algo que llevarme a la boca. Lo primero que me llamo la atención, fue que a pesar del tremendo destrozo, no encontré ningún cuerpo, lo que me hizo pensar en la posibilidad de que fuese eso lo que llevaban en esos fardos tan enormes. Encontré preocupante ese detalle y vi objetos que cualquiera que hubiese preparado el asalto para saquear se habría llevado, también encontré un poco de comida, pero antes de poder llevármela a la boca escuche un ruido y procedí a esconderme rápidamente. Me escondí justo a tiempo pues varias figuras enormes de paso lento pasaron cerca cargando carretas con cuerpos inertes. Por suerte la comitiva paso de largo o eso pensaba...sin embargo un rezagado reparo en mi rastro y de un golpe destrozo la puerta del edificio donde estaba escondido. Por suerte me había dado tiempo a preparar la lanza y conseguí atravesar el pecho rápidamente sin darle tiempo siquiera a gritar. El ogro deforme me cayo encima y ya no recuerdo nada mas.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

El trasgo alzó sus ojillos hacia el extraño y no tardaron en transformarse en dos estrechas ranuras de un brillante color blanco. Acusador, alzó uno de sus largos dedos y lo señaló justo antes de buscar refugio tras las piernas de Bashabarana.

- El extraño habla mucho para estar cansado, ama. Oh, sí... Una persona cansada no habla tanto. Nooooo. ¡Claro que no! Una persona cansada se sienta y pide perdón por estar cansado. Y la gente miente y le dice que no pasa nada. Pero el extraño no. El extraño quiere hablar y hablar, y habla mucho. Y quiere comer. Oh sí... Pero no comida suya. Nooooo. Quiere la comida de los demás. También quiere el nombre de ama y el resto, pero él no da nada, ni su nombre. Solo palabras y más palabras...

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Gusano se sorprendió al ver la extraña montura del peculiar  y variopinto grupo. No parecían ser los causantes de todo aquel desastre que había convertido la aldea de Sivero en un cementerio, pero aún no estaba seguro del todo. Pro otro lado, no podía permitirse el lujo de ser descubierto y menos de que pudieran ver su transformación. Echaría un vistazo más y luego buscaría un lugar para volver a adoptar su forma humana.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

La historia del hombre inconsciente parecía coherente. Kanghmer frunció el ceño ante la descripción de las pequeñas criaturas renqueantes que dirigían a los ogros y obedecían a los elfos. No había escuchado nunca nada semejante así que miró a su hermana en busca de respuestas.

- Ignora al trasgo. - Dijo al recién despertado mientras le ofrecía su mano para ayudarle a incorporarse y ponerse en pie. - Yo tengo alguna ración de viaje. Para que recuperes fuerzas será suficiente. - Explicó.

Lo cierto era que las palabras de Puck tenían gran parte de verdad... pero no por ello debían de desconfiar de pleno de aquel hombre. Era mejor que se alimentara y hablara un poco más acerca de su situación.

Kanghmer rebuscó en su mochila y sacó una de las raciones para lanzársela al nuevo. Miró luego a los demás antes de coger su odre y ofrecérselo al hombre para que bebiera un poco y que las correosas raciones pasaran más fácilmente por su garganta.

- Si lo que dice es cierto, los incursores no volverán... No sé qué son esas criaturas pequeñas de las que habla, pero elfos y ogros... no me gusta la combinación. Me gustaría seguir el rastro de ese grupo... Siendo tantos no deberían de poder ocultar sus huellas con facilidad. - Explicó. Lo cierto era que le parecía un reto interesante.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Basha se había quedado algo pensativa tras los susurros de Puck a sus oídos y había escuchado las palabras del hombre hasta hace nada convaleciente "con un oído", como decían algunos viejos de la aldea. Volvió a mirar a Puck, al hambriento recién despertado y por último a Kanghmer, su medio hermano.

- ¿Bajitos, renqueantes y con armaduras a retales? Podrían ser trasgos, sin ofender Puck. -

Vuelve su mirada al hombre que ha despertado para soltar un seco. - Que os diga su nombre y de dónde es. -

Luego toma a Puck de la mano y le conmina a montar en Stajä, que anticipándose a cualquier palabra o gesto ya se había acercado con un rápido trotecillo, tras lo cual ella misma monta con un ágil movimiento.

- Esperadme un momento, voy a ver el cadáver de ese ogro. Puede que se nos pasara algo. -

Tras ello con un ágil galope, la bruja vuelve grupas hacia el grupo y se acerca junto con Puck hacia la casa donde reposa el cadáver del ogro.

Mientras escuchaba a Kanghmer el trasgo ladeó la cabeza, movimiento que no tardó en repetir primero una de sus orejas y poco después la otra. Entonces abrió sus ojos como dos pequeños platos y enderezó el cuello dejando caer las orejas a los lados. Acababa de recordar algo: era mucho más fácil acuchillar por la espalda cuando nadie le miraba.

- Oh sí, ignora a Puck. Ignorar a Puck es bueno, desconocido. Pobre y cansado desconocido. El hermano de ama es sabio, por algo es su hermano. Come, desconocido. Come y descansa. Y mientras ignora a Puck. Puck no es nadie. Puck no está aquí.- Y tras esbozar una sonrisa nada tranquilizadora añadió: - Mastica tranquilo. No es bueno atragantarse. Oh, no... Es malo...

Tras un par de cabeceos se asió a la mano de su ama y montó en Stajä dispuesto a mostrarla lo que había visto.

- No se preocupe, ama no ofende a Puck si ama no quiere ofenderle. Cuando ama desee ofender a Puck solo tiene que decirlo y Puck se ofenderá.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Si preferís que no responda o lo haga de forma escueta, también puedo hacerlo. Pero si yo estuviese en vuestro lugar querría saber lo máximo sobre lo ocurrido. Aunque supongo que igual que os sucede...no me fiaría mucho.

Hace una pequeña pausa y agradeciendo con un gesto de cabeza, da un mordisco a la comida que le han ofrecido y da un buen trago de agua.

Mi nombre es Kelnos Moano, aunque la mayoría de mis conocidos termina llamandome Kel. Soy de Lodazal de Karo.

Observa a la mujer que se aleja a caballo a revisar el cadáver. Parece llevar el mando del grupo y ser de armas tomar, al menos eso parecía por la forma en que le acababa de despertar hace un momento.

¿Puedo preguntar quienes sois y que os trae por aquí?.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Zazer permaneció en silencio, escuchando a unos y a otros, preguntas y respuestas. El recién llegado no le inspiraba más confianza que cualquier desconocido con el que hubiera podido toparse. Si mentía o decía la verdad era algo que carecía de importancia en la medida que no podría demostrarse ni lo uno ni lo otro. Pese a todo, era difícil de aceptar que aquel hombre hubiera acabado con la vida de un ogro gigantesco. Pero la realidad es que contaban con el cadáver de aquel enorme ser y con un superviviente hallado bajo su cuerpo.

Siguió con la mirada a Bashabarana, montada a lomos de su cierva y con el pequeño y repulsivo Puck a su grupa. Realmente el trasgo era un enigma. No entendía aquella tóxica relación. El carácter del trasgo le resultaba cuando menos desagradable, sus ladinas miradas a espaldas del objeto de las mismas eran inquietantes y su lengua chorreaba un constante veneno.

¿Qué era lo que había visto? ¿Qué había comunicado a su ama? ¿Y por qué esta no había dicho nada a los presentes? La vieja desconfianza de Zazer hacia los humanos emergió, revoloteando como las hojas secas bajo una ráfaga de aire.

-Mi nombre es Zazer. Y Sivero es lo que nos ha traído a Sivero -dijo en lo que parecía un trabalenguas, pero que quedó despejado cuando con un amplio gesto de su brazo abarcó la destrucción reinante-. Ogros, elfos y trasgos. No es algo que se vea habitualmente. Ni siquiera son amigos naturales. Una pregunta, Kelnos Moano. Dices que arrastraban carros con fardos pero, ¿viste humanos? Aquí no hay ningún cadáver. Tú eres el único cuerpo que hemos encontrado. 

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

En los primeros carros no vi mas que fardos, pero luego poco antes de enfrentarme al ogro, es cuando vi que lo que llevaban en los segundos carros eran cuerpos inertes. 

Mi poblado fue arrasado de parecida manera mientras visitaba a mi padre en Nueva Beretor, así que si vais a tratar de averiguar lo ocurrido aquí me gustaría poder acompañaros. Llevo tiempo cazando monstruos buscando venganza por aquello, pero hasta ayer no tenia muchas pistas...

Creo que si les encontramos podre dar con los verdaderos culpables.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Ogros, elfos y trasgos... había mencionado Zazer.

- Es un conjunto atípico. - Comentó Kanghmer. - Debe haber una poderosa razón que los una. - Dijo sopesando las posibilidades.

- Que se lleven los cuerpos no augura nada bueno... Brujería maligna... seguro. - Encajó su mirada en la dirección en que se había alejado Bashabarana y esperó a que su hermana regresara. Quizá ahora con lo que fuera que le había indicado Puck tuviera más pistas para indicarles qué estaba sucediendo ahí.

Volvió su atención al tal Kelnos y le tendió el brazo en gesto amistoso.

- Si buscas a esos seres para darles caza, cuenta con mi ayuda. Mi nombre es Kanghmer. - Dijo a modo de presentación.

Lo cierto era que tratar de dar caza a un grupo tan variopinto y numeroso de enemigos suponía un reto interesante, y el bárbaro estaba necesitado de acción. Se fijó en Seragoi, su compañero de andanzas, y trató de dilucidar si también estaría interesado en un buen combate.

- No deberíamos hacerles frente cara a cara... son demasiados. Pero seguir su rastro y emboscarles quizá no sea mala idea. Sea lo que sea para lo que quieren los cuerpos, no me gusta. -

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

MEDIA TARDE

Zazer frunció el ceño ante la información dada por Kelnos.

-Así que este no es el primer poblado que sufre un ataque. ¿Cómo se llamaba tu aldea? -preguntó. Guardó silencio cuando oyó hablar de venganza, una palabra muy alejada de la justicia y que despertaba un ansia igual por parte de quien la sufría. Un ciclo cerrado de muertes cuyo origen y causa muchas veces se perdía en el olvido. Solo sobrevivía un odio irracional, fruto de las constantes muertes.

Se volvió hacia Kanghmer, negando apesadumbrado con la cabeza.

-Quizá la solución no esté en la caza, la emboscada y la muerte. Tal vez haya otros caminos que no impliquen derramar sangre -señaló-. Correr de forma apresurada hacia la muerte, bien para darla bien para recibirla, nunca es bueno y menos cuando el suelo parece un lodazal de incertidumbres -miró al cielo, cada vez más oscuro-. La lluvia llegará pronto. Deberíamos buscar refugio. El viejo granero en que lo hallamos y a donde han ido Bashabarana y Puck, sería un buen lugar donde descansar y hablar.