Partida Rol por web

Ver los noticieros es demasiado tedioso últimamente, epro por desgracia tratar se abstraerse es casi imposible. Con los malditos dirigibles de BTN por todo Londres proyectando hologramas a toda hora del día, sería mejor irse acostumbrando a escuchar mentiras por todos lados.

A esa hora de la noche te asomas por la ventana y justo tienes la mla suerte de encontrarte con la cara de William Mosley (en realidad es su holograma), dando sus acostumbrados discursos rasistas y patrioticos.

- ... dios ha dejado de amar a Inglaterra porca ella de ha perdido en el camino, seducida por la falsa libertad de la diversidad. esta nación siempre ha sido una, grande y cristiana. Fueron nuestros caballeros los que lideraron las cruzadas en defensa de la cultura occidental y fue el Imperio Britanico quien civilizó un mundo bárbaro en el siglo XIX.

Pero que veo ahora en las calles de mi amada nación. Hindúes, musulmanes, ladrones caribelos, homosexuales, judios y esos novas autoporclamados el siguiente paso de la evolución...

Y seguía, pero te asqueaba escucharlo. Por lo menos aún quedaban medios independientes en la red y podías recurrir a ellos para escuchar noticias de calidad. te pones a buscar en ellos y pronto encuentras algo llamativo. En un jardín de niños de la ciudad ciudad los pequeños han empezados a mostrar síntomas de envenenamiento por radiación. Algunos padres (seguramente influenciados por Mosley y su racismo) hablan de un concerje con poderes nova que seria el culpable.

Ese trozo de carne sin cerebro siempre acababa crispándome los nervios. Era increíble que la sociedad hubiese degenerado en engendros como ése. Cerré la cortina para no ver más esos odiosos dirigibles y otras tantas "preciosas creaciones". La luz de la pantalla de mi ordenador portátil era lo único que iluminaba mi estudio.

Me senté a leer noticias realmente confiables, no como toda esa basura manipulada que rodeaba los medios, mientras comía una manzana. Al cabo de no mucho, encontré algo interesante. Parecía ser que unos cenutrios acusaban a un pobre conserje de "infectar a sus hijos con el virus de los nova". Absurdo. ¿Un nova traspasando poderes? Nunca había oído algo así. Si bien era cierto que esos niños eran muy jóvenes para haber tenido contacto con el satélite, con lo que probablemente sus padres también, ¿cómo podía pasar eso? Tal vez debería investigar un poco más a fondo.

No es para nada difícil encontrar la información que buscas en la red. Se trata de una guardería en uno de los barrios de clase media de Londres (de los cuales cada vez quedan menos). El conserje se trata de un nova que no ha podido ocultar su condición, pues tiene malformaciones y su piel es de un color verde.

No obstante, lo más llamativo es lo que encuentras en twitter. Hay bandas de fascistas que llaman a vengarse de ese nova por los niños. Llamaban al linchamiento cuanto antes.

Una sonrisa asomó en mi rostro y la adrenalina empezó a ponerse a tono. ¿Linchamiento eh? Sonaba divertido.

Estaba decidida. Mañana mismo, a primera hora, me plantaría en la guardería. Tenía que descubrir qué ocurría exactamente con los niños y hablar con el conserje. Además, me interesaba tener "amigos" o "contactos" entre los nova, futuros planes los requerían. Además, si esos cabezas huecas decidían aparecer, probablemente el hombre solo se encontraría en problemas...y yo tenía ganas de un poco de acción, para qué negarlo.

Cogí un maletín y lo vacié sobre la mesa. Después, metí un cuaderno y un par de bolígrafos, además de las utilidades típicas(el teléfono, algo de dinero...). Volví al ordenador para prepararme la posible "coartada". No creía que fuese a tener ningún problema para entrar allí a hablar con el conserje y para sacarle algunas palabras a los niños o profesores, al fin y al cabo parecía una chica relativamente inofensiva y confiable, pero quién sabe como estaba la situación en el lugar. Después de un par de minutos pensando en la mejor opción, elaboré un pequeño pase de periodista de un pequeño periódico y lo imprimí, junto con un falso e-mail supuestamente hacía dos días para ir a hacer un reportaje en la guardería.

Rebusqué entre los cajones de mis papeles de negocios y encontré varios pases plastificados de diferentes empresas y ferias. Cogí uno sin nigngún tipo de señal y metí dentro el recién falsificado pase de periodista. Dejé todo preparado para la mañana siguiente y me fui a la cama, escuchando en la lejanía los absurdos mensajes políticos de la edad de piedra que recitaban en las calles.

La mañana del día siguiente era una de esas hermosas mañanas de cerca de la navidad, con la calles cubiertas de nieve. No obstante, la crisis ha desterrado el espíritu navideño. Ya no están los cantantes de villancicos en las calles y se te paras bajo un muerdago envejeceras antes de que alguien llegue a darte un beso.

Así sales a tomar el metro para llegar a esa guardería. Las viejas estaciones que dieron cobijo a los londinenses durante la segunda guerra mundial ahora cobijaban miserables sin hogar, trabajo o esperanza.

Cuando llegas a tu destino no te esperabas lo que estaba ocurriendo. Habian un monton de manifestantes en el exterior, algunos a favor y otros en contra de los novas, con unos policias tratando a duras penas que esos dos grupos no se saquen los ojos mutuamente. Por lo visto no va a ser fácil entrar dentro de la guardería.

- Linchamiento. - pensé con una sonrisa.

Saqué la identificación de periodista y me la colgué al cuello. Con paso decidido me acerqué a uno de los policias que menos ocupado parecía y alcé mi voz entre los gritos mientras alzaba el pase.

- Soy reportera del Time Express. Tengo una  cita con el cuerpo docente de esta guardería. Necesito pasar.

Por mucho movimiento que hubiese, como "periodista" tenía derecho a pasar. Además, siempre solían ser complacientes conmigo los hombres, y en caso que no lo fueran, solo tenía que insistir un poquito*...

El policia era un joven oficial de fuerzas especiales, con su traje blindado, escudo y casco. Al ver tu credencial, piensa por un momento y luego te dice:

-Verá, señorita. No puedo dejarla pasar, porque han sacado a todo la gente de la guardería, incluso a ese pobre sujeto que quieren linchar. Dicen que hay agentes del MI5 revisando restos de radiación.

La verdad es que no estaba dispuesto a dejarte pasar, pero por lo visto deseaba darte más información como modo de quedar bien contigo. Una forma muy torpe de flirtear.

No estaba muy segura de qué hacían los agentes del MI5, seguro que era algun tipo de cuerpo policial "anti-nova", pero no tenía más información sobre ellos.

Lo que el policía me había dicho me brindaba un par de posibles siguientes pasos. Podía insistir en entrar, echándo mano de mis poderes, para descubrir qué hacían exactamente esos MI5 y qué pasaba con la guardería. Probablemnete era lo más interesante (y excitante). La otra opción era saber dónde tenían al nova y los niños. De ese modo, podría ir y seguir con mi tapadera de periodista para saber qué pasaba y si de verdad esos niños eran novas. Era importante conocer a todos los novas (o futuros nova) si quería llegar a algún cambio social respecto a ellos. Obviamente era un objetivo muy ambicioso, aunque si lo conseguía, podía imponer un nuevo orden en esta ciudad perdida...

También podía intentar hacer ambas cosas, pero no estaba segura de disponer de tiempo suficiente o de si todo en la guardería saldría como había planeado.

"Bien, bien...vas a ser el afortunado de hoy." - pensé con malicia mientras me concentraba en influenciar al joven.

Me acerqué un poco más a él, dejando pocos centímetros de distancia entre ambos, aprovechando el barullo que había a nuestro alrededor.

- Vaya -comencé a contestar con una fingida aflicción. Me concentré en enfocar mis poderes a través de mis palabras- Eso me va a suponer problemas, ¿sabe? Con lo fácil que hubiese sido que me avisasen antes de irse, ¿no le parece? - saqué mi teléfono movil, suspiré y alce la mirada al cielo, fingiendo preocupación - Y ahora me he quedado sin batería... ¿Sabe usted dónde los han llevado? No tengo manera de contactar con ellos ahora - señalé el teléfono movil y lo volví a meter en la bolsa -  ¿Sería mucho pedir si me deja entrar a hacer un par de fotografías? Serán solo unos minutos...cómo no lo haga mi jefe me mata. Le estaría muy, muy agradecida...

Me acerqué aún más a él con las últimas preguntas, y procuré que la última frase estuviera acompañada de una mirada lo suficientemente profunda...

El policia se pone algo nervioso por tu actitud, pero igual queda embobado mirándote, por lo que se demora unos minutos en contestarte. pero por mucho que lo desee, ya se encuentra en tus redes, por lo que piensa un momento y te dice:

- Mire, si en verdad es tan importante para usted, puede ir por el patio tracero y yo podria meterla a escondidas... si usted quiere.

Así, sin más, dejas ese montón de locos que se intentan sacar los ojos en las afueras de la guardería y te diriges a donde el policia te ha indicado.

No tienes que esperar mucho, pues al rato aparece el policía y te dice:

- Debe tener cuidado, señorita, los del MI5 están muy quisquillosos y ni siquiera nos dejan a nosotros acercarnos mucho. Por lo que supe a los niños se los han llevado al hospital Jorge VI, porque muestran sintomas de envenenamiento por radiación y al nova lo tienen en la central de Scotland Yard para protegerlo de los que quieren lincharlo... Por cierto, me llamo Ian.

No era muy bueno coqueteando, pero te había dado información muy buena y te estaba dejando entrar.

"Bingo".- pensé con una sonrisa.

- Ian, es usted tan amable...Muchísimas gracias.

Entré con rapidez en el edificio, aunque al pasar por su lado me detuve un momento para poner la guinda al pastel.

- Gracias de nuevo. Me llamo Diana. - le dije antes de darle un corto beso en la mejilla.

Tras eso, me adentro con rápidez en el edificio, dejándo atrás a Ian y mi papel de reportera, y volviendo a concentrarme en lo que me interesa.

Cuando entras te das cuenta de que el lugar está lleno de agentes, por lo que mantienes la distancia y te escondes una sala justo al lado de la entrada. Desde ahí puedes ver tipos con trajes especiales y contadores Geiger revisando el lugar, demas de dos sujetos con traje y corbata de mediana edad. Uno calvo que terminaba un cigarro y encendía el siguiente y el otro que parecía observar todo lo que ocurría con mucho cuidado.

El problema es que desde donde te encuentras solo los vez y no puedes escuchar de qué hablan. Si vas a averiguar algo más, debes acercarte.

PD: Has la tirada en cuantos puedas, porque de ella depende la acción de otro personaje.

No puedo oír nada de lo que hablan, y no soy capaz de leerles los labios. Además, desde aquí no puedo ver que hacen los agentes, ya que estos dos parecen peces gordos, no simple agentes.

Me acerco sigilosamente a la puerta y la abro lenta y silenciosamente, sólo un poco, suficiente para poder acercarme a la abertura y escuchar de lo que hablan si me concentro.

Aguanto la respiración y me concentro en esucuchar de que hablan los dos hombres.

Cuando te acercas a la puerta y espias puedes escuchar con claridad que uno de los sujetos con contadores Geiger les informa que en ese lugar hay restos de radiación, pero que está en una cantidad tal como para envenenar a los chicos, por lo tanto la fuente de la radiación debía de encontrarse en algún otro lugar.

No obstante, justo cuando estabas escuchando esto te das cuenta de que uno de los que parecen ser peces gordos detuvo tu mirada en tu dirección, así que es posible que te hayan descubierto.

"Mierda, ¿me ha visto? No, no puede ser, la rendija era pequeñísima..."

Me alejo de la puerta y miro alrededor, investigandoq ue hay en la sala. Algo con que defenderme, esconderme...una coartada tal vez, por si acaso.

Comienzas a revisar todo lo que te rodea y se trata sencillamente de una sala de clases de los pequeños, con sillas a la medida y dibujos en la pared de colores chillones, caras felices y grandes soles amarillos. también hay pequeños colgadores en que los pequeños dejaron sus bolsos.

Justo cuando estás en eso, entra intempestivamente el sujeto que se percató de tu presencia y te dice:

- ¿Qui...quien es usted?

Sus palabras no son tan seguras como se espera de un agente.

"Mierda, sí que me había visto. Piensa...sí... espero que cuele".

No parecía realmente uno de esos "peces gordos" de la ley, se lo veía bastante inseguro, pero era tarde para intentar investigar nada más aquí. Lo mejor era una excusa rápida y salir del edificio. Siempre había sido bastante segura de mi misma y tenía habilidad para la mentira, así que era hora de hacer acopio de mis "virtudes".

- ¡Oh, lo siento mucho! No quería molestarles. - comienzo a mirar en las mochilitas de los niños, como si leyese el nombre. Utilizo una voz inocente y mucha expresividad en mi cara, la ideal maestra de párvulos - Ya mismo me voy. Verá, uno de mis pequeños tiene que tomar un antibiótico, y se nos ha olvidado cogerlo cuando nos han trasladado. ¡Aquí está! - abro la mochilita y rebusco un poco en ella. Hago ver que he econtrado el potecito de pastillas y que lo meto en mi maleta. - Lo lamento mucho. Sé que nos han dicho que era peligroso, que no podíamos estar aquí... Pero supongo que comprende que esto es importante. Saldré por dónde he entrado, que me esperan en el hospital.

Con esta última frase, esperaba haberlo convencido del todo de que era una maestra de la guardería, ya que aparte de los agentes y las maestras, nadie debería saber dónde estaban los niños. Hice una rápida y corta reverencia, a modo de disculpa y despedida, y me dirigí con rapidez a intentar salir por dónde había entrado.

Oh... claro... disculpe, no pretendia asustarla. Yo, esto... coja lo que necesite. Mil perdones.

Por lo visto el tipo se ha tragado todo y está dispuesto a dejarte ir. Pero amtes de que salgas de ahí, él parece percatarse de algo y te dice:

Perdone... ¿me permite ver eso?

Se refiere al supuesto frasco con medicina.

Mierda. Casi podía irme sin problemas, pero noooo el señor quería ver las putas medicinas. Comencé a pensar con rapidez y a calcular la situación. La puerta de la clase estaba abierta y justo al lado de la salida del edificio, el único problema es que ese hombre estaba en medio. Si conseguía pasar, lo tendría fácil para darle esquinazo. Era rápida y el factor sorpresa me acompañaba. Además, en cuanto rodease el edificio, si me seguía, me perdería el rastro gracias a la muchedumbre de la puerta. Por último, el metro estaba muy cerca, dónde perderse con los viajeros diarios y huir era simple. Sí, sólo tenía que pasar ahora. Otra opción era volver a utilizar mi habilidad para la seducción, pero ahora no me sentía con ganas y prefería salir de ahí deprisa.

- Cla...claro. - dije con fingida sorpresa. Me acerqué a él metiendo la mano en mi maleta mientras me colocaba en el lugar más cómodo para salir por la puerta. Mientras "rebuscaba" para llamar su atención ahí y pillarle por sorpresa, le propiné un rodillazo tan fuerte como pude en la entrepierna y salí corriendo de la clase. Salir, rodear el edificio, mezclarme con los manifestantes y huir con rapidez hacia el metro.

No esperabas que fuera tan fácil, pero el tipo se percató de tus intenciones solo cuando sintió el dolor del golpe. Por ello puedes salir rápido, sabiendo que el pobre tipo no iba a poder reaccionar en un buen rato.

Pero él no era el único problema, pues afuera se encontraba el resto de los agentes y uno de ellos te ve y dice:

- ¡Usted, ahí! ¡Deténdase!.