Partida Rol por web

Tu día había sido bastante tranquilo. Como siempre, pasaste la mayor parte del día con Sony Moonlight, tu amigo de la infancia. Solíais curiosear los puestos del mercadillo del pueblo, jugar con las ardillas y los conejos que se asomaban a la salida del Bosque de Obec y charlar sobre asuntos sin importancia mientras ayudabais a vuestros padres, dos de tantos leñadores de la aldea, a transportar madera recién cortada al almacén del pueblo. Pero lo más interesante sucedió por la noche, cuando te retiraste a tu dormitorio justo después de cenar con tus padres. Te habías tumbado ya en tu cama y te preparabas para dormir, pero algo llamó tu atención y te hizo mirar por la ventana y contemplar el cielo nocturno.

Era una lluvia de estrellas, la más brillante y hermosa que habías visto en tu vida. Bueno, en realidad aquella era la primera vez que veías una lluvia de estrellas... pero era realmente fascinante. No pudiste apartar la vista un solo instante de aquella maravillosa visión, hasta que terminó. Y, cuando lo hizo, te fuiste a dormir pensando en ello. Tendrías que comentarlo con Sony al día siguiente.

Te levantas de tu cama con pereza cuando los rayos del sol se empeñan en enfocar directamente a tu cara. Evidentemente, ya es de día, por lo que rápidamente desayunas y sales de tu casa en dirección a la plaza, el lugar donde siempre quedas con Sony. Hoy no es una excepción, y ya llegas algo tarde, así que puede que ya esté esperándote. No quieres entretenerte, pero no puedes evitar escuchar cierta conversación entre dos personas que caminaban por la calle: al parecer, han descubierto un yacimiento de virya en el interior del Bosque de Obec. Un gran yacimiento, de hecho.

¡Virya! A Sony y a ti siempre os ha llamado la atención este extraño mineral de aspecto cristalino, pero nunca habíais visto un yacimiento de virya. ¿Tal vez deberíais ir a verlo? Al menos deberías contárselo a tu amigo. Cuando llegas a la plaza, Sony ya está allí esperando.

Tu día había sido bastante tranquilo. Como siempre, pasaste la mayor parte del día con Alice Brewster, tu amiga de la infancia. Solíais curiosear los puestos del mercadillo del pueblo, jugar con las ardillas y los conejos que se asomaban a la salida del Bosque de Obec y charlar sobre asuntos sin importancia mientras ayudabais a vuestros padres, dos de tantos leñadores de la aldea, a transportar madera recién cortada al almacén del pueblo. Pero lo más interesante sucedió por la noche, cuando te retiraste a tu dormitorio justo después de cenar con tus padres. Te habías tumbado ya en tu cama y te preparabas para dormir, pero algo llamó tu atención y te hizo mirar por la ventana y contemplar el cielo nocturno.

Era una lluvia de estrellas, muy brillante, y realmente bonita. Era la primera vez que veías una lluvia de estrellas... pero era realmente fascinante. No pudiste apartar la vista un solo instante de aquella maravillosa visión, hasta que terminó. Y, cuando lo hizo, te fuiste a dormir pensando en ello. Tendrías que comentarlo con Alice al día siguiente.

Te levantas de tu cama con pereza cuando tu madre te llama por tu nombre. Ya es de día, así que rápidamente desayunas y sales de tu casa en dirección a la plaza, el lugar donde siempre quedas con Alice. No quieres llegar tarde, pues sabes que se enfada contigo cuando lo haces... pero esta vez es ella la que se retrasa. Más de diez minutos. Por suerte, finalmente la ves aparecer.

El ver esa noche la lluvia de estrellas hace que la tardanza de Alice no me preocupe hasta que la veo llegar. Me extraño demasiado. ¿Cómo es que había llegado tarde? No es su estilo.

Sentado en el suelo como estaba, me levanto de un salto y me acerco a ella sonriendo. Esquivo a alguna persona mientras voy a su encuentro, pero también me choco con ellas, estando a punto de perder el equilibrio. Seguro que Alice se está riendo de mi. Yo también lo haría.

Al llegar a ella me paro en seco y pongo actitud de enfado.

Llegas tarde, Alice. No se le puede hacer esperar a un hombre bromeo. Ya, sonriendo, la pregunto ¿Cómo es que te has retrasado?

Alice no pudo pegar ojo pensando en aquella hermosa lluvia de estrellas y su origen, así que se despertó bastante eufórica, con ganas de contárselo con todo detalle a Sony. Se aseó, se vistió y salió a la plaza en busca de su amigo... El día no hacía más que mejorar, pues ahora comentaban que habían encontrado un yacimiento de virya... ¡Y eso no pensaba perdérselo!

Hundida en sus pensamientos, casi ni se dio cuenta de la presencia de Sony, el cual estaba chocandose con todo el mundo para llegar hasta ella. Alice se rió con la mano delante de la boca, tratando de pasar desapercibida. Finalmente, el chico se para en frente suya simulando un falso enfado... Y a este tipo de cosas nadie le gana a Alice Brewster.

Tú no eres un hombre, aún eres un crío... Dijo pasando la mano de su frente a la del chico, mostrando que son de la misma altura más o menos. Rápidamente la apartó para poner los brazos en jarras y llevarse las manos a la cintura con autoridad. No he pegado ojo... Anoche hubo una lluvia de estrellas y me quedé hasta tarde pensando en mis cosas... ¡Pero eso no importa! ¿Has oído lo del llacimiento de virya en el bosque? ¡Hay que ir cuanto antes! Parecía tener un brillo especial de euforia en los ojos.

La lluvia de estrellas fue... Increíble dije al tiempo que los ojos se iluminaban debido a los recuerdos de la noche anterior. ¿Por qué crees que se producen? ¿Las estrellas se caerán de verdad del cielo? Aunque esa idea era un tanto siniestra, porque alguna podría caerles encima, no dejó de resultarme bello

¡Y no te metas conmigo! Soy todo un hombre dije sacando pectorales, orgulloso de mi mismo

He oído algo de ese yacimiento, pero no mucho. ¿Por qué quieres ir? ¿Qué has oído tu?

Alice adoptó un papel más autoritario, apretando los puños con decisión y la mirada en llamas.

Habré oífo lo mismo o menos que tú, pero... Sus ojos brillaban con más intensidad en lo que sus puños parecían apretar con más fuerza. ¡Vyria! ¡Un material precioso que pienso conseguir! Su dedo acusador se alzó hasta señalar a Sony sin perder el entusiasmo en sus palabras.

¡Y tú vas a ayudarme! ¿Que clase de hombre serías si no?

Una pareja de guardias del pueblo, compuesta por dos jóvenes, pasó a varios metros de dónde os encontrabaís, cruzando la plaza a paso ligero mientras hablaban entre ellos. Dejasteís de discutir un momento aguzando el oído, vuestra voraz curiosidad había captado retazos de la conversación que mantenían:

-Debemos ponernos en camino, hay que averiguar si los rumores sobre el yacimiento son ciertos o no... -

-El bosque no está muy lejos de aquí, ¡andando! -

Los perdisteís de vista en pocos segundos, pero al menos estabaís casi seguros de que buscaban lo mismo que vosotros. El yacimiento de virya. Quizá era hora de tomar una decisión y apresurarse a investigar. O dejarlo correr...

Sonreía mientras Alice me hablaba. Me hacía gracia cuando se ponía en plan mandona. Sabía que siempre la hacía caso.

Cuando me señaló con el dedo, se lo cogí con un rápido movimiento, justo en el momento en que esos soldados pasaban por allí. Me quedé mirando medio embobado sus palabras, dejando que el dedo de Alice se me resbalara...

Alice, Alice dije acercándome a ella ¿Lo has escuchado? ¡Están yendo los soldados!

¿Eh?

Alice alzó la cabeza por encima del hombro de Sony para averiguar que estaba en lo correcto, algunos malditos querían quitarles el descubrimiento. Con una rápida maniobra, deslizó el dedo que Sony le agarraba y echó a correr hacia el bosque, agarrando al chico de la camisa por la espalda para arrastrarlo con ella... En ocasiones como esta tenía una fuerza sobrehumana.

¡No pueden adelantarnos! Exclamó antes de pasar por el lado de los guardias como una mecha.

¡Eh, eeeh! dije mientras me veía arrastrado por Alice. Hacía todo lo posible para ir corriendo de espaldas a su mismo ritmo, si no caeríamos los dos

¡Suéltame, que nos vamos a caer! al tiempo conseguí liberarme de su agarre y girarme. Me estiré la camisa y salí corriendo hasta ponerme al lado de Alice e ir juntos

Esta vez sí y después de una carrerita breve, llegaís a la entrada del pueblo. Dónde los vigilantes os saludan con la mano, mientras sonríen a Kazuo, y al ver el uniforme de Willem hacen lo mismo, al reconocer que es el guardia nuevo.

Avanzaís por las callecitas del pueblo, dónde se respira un ambiente cercano y tranquilo. Algunas mujeres llaman a sus hijos desde sus puertas para que regresen a casa, pues ya es casi la hora de la cena. Y eso no se puede negar, por el olor que flota en el ambiente. También se ven algunos hombres y mujeres, en ropas de faena que vuelven a su hogar después de un día duro de trabajo. Obec era un pueblecito pequeño, pero muy familiar y tradicional, sin duda.

Vuestros pies os conducen hasta la plaza, dónde una voz femenina, con un irritante timbre agudo os hace deteneros.

-¡¡Ehh!! ¡Vosotrooos, es-pe-rad! - Grita una mujer avanzada en edad, con el pelo recogido en un moño. Que se acerca corriendo hasta vosotros, agitando los brazos exageradamente.

-¡Kazuo muchacho! ¡Ya era hora de que volviérais! - Dice jadeando por el esfuerzo de la carrera. Aunque ya no estuviera para esas cosas a su edad, la mujer parecía la típica cotilla por cómo miraba a su alrededor recelosa, acercándose más a vosotros. -Aiiiiish, es que ya no se respeta a los mayores... - Divaga la "buena" mujer sin esperar que contestaraís siquiera, y es que no para de hablar. -Mira, mira... Si no llega a ser por esos dos niños, no me entero de la misioncita esa que os mandó el capitán, sí, sí... lo del bosque con nosequé cristales de nosecual. - Comenta orgullosa poniendo los brazos en jarra y con una sonrisita de autosuficiencia mirando a Sony y Alice. Parece que os espió esta mañana en la plaza.

-¿Creíais que no lo descubriría? ¡Soy la señora Potins! ¡Lo sé todo..! - Dice a carcajadas pasmosas, que deben estar inundando todo el pueblo, hasta que para en seco y se queda mirando fijamente a Kirin. Parece que los ojos casi se le salen de las órbitas, mientras infla las narices. -¿Tú quién eres? No me suenas de nada chica. ¡Es que hoy nadie me cuenta nadaaaa o quée? - Dice examinando a la joven Kirin, moviéndose a su alrededor sin parar, ¿escaneándola?

Saludo a la señora que nos ha abordado tan efusivamente con una sonrisa, como he ido haciendo con todo el que me encontraba. Queria ir dando buena imagen a los lugareños y que las chicas se vayan quedando con mi cara ( a alguno ya le habia dedicado hasta algunas de mis sonrisas "deluxe"). - Saludos señora, no se si lo sabra pero soy nuevo por aqui, Willem Wanderloo para servirle.

La señora tenia pinta de ser la tipica cotilla de pueblo, que siempre se entera de todo. Precisamente las mas utiles a la par que peligrosas en el juego del amor, asi que tomo nota para hacer buenas migas con ella. Cuando pregunta de donde ha salido la cria rubia, no puedo evitar reirme.- Sinceramente, ninguno lo sabemos. Y si supiera donde la encontramos, estoy seguro que jamas nos creeria

Una cotilla de pueblo se nos acerca a hacernos un interrogatorio, cosa que me hace poner una expresión de cansancio, con los ojos en blanco y un sonoro suspiro. El atractivo guardia Willem intenta presuadirla, cosa que no creo que funcione con una persona cómo Potins. Doy un pequeño codazo a Willem, cómo pidiéndole que me siga el juego.

Creo que me está dando un mareo... ¿Puedes llevarme a casa? Le pregunto llevándome una mano a la frente.

El paseo de vuelta al poblado se estaba haciendo eterno, cada minuto que se estaba andando parecía una eternidad - Me parece que la pequeña batalla con el gusarapo ese me ha cansado mentalmente en exceso ¡¡¿¿es que se ha parado el dichoso tiempo!!?? - pasado un ratillo, que había parecido como una eternidad avistamos la entrada al poblado.

Nos apresuramos a llegar viendo como algunos leñadores y gente del campo vuelven a sus hogares despues de una dura jornada de trabajo y por mi cabeza pasaba la lucha con el gusarapo y otra cosa que me daba más miedo.... - Ya es tarde, seguramente la gente del poblado esté ya recogiendose para cenar y dormir..... espero que la pesada de la señora Potins no esté deambulando por las calles en busca de cotilleos y habladurias de marujas.... - Esa señora es la cotilla del poblado, no para de hablar de unos y otros y como nos cogiera por banda ibamos a tener que aguantar sus preguntas y cotilleos que haya descubierto en el día de hoy.

Conforme entramos por las puertas del pueblo, todos a nuestro paso nos saludan amigablemente. Nos dirijimos hacia la plaza del pueblo y por el camino todo son buenas caras y saludos efusivos, alguna jovencita lanzando algo más que saludos a las cuales correspondo con guiños insinuantes y cariñosos.... y de repente, conforme nos acercamos a la plaza, se me viene una imagen a la cabeza y mi cara cambia de color y me pongo pálido junto las manos en señar de rezo.... - por todos los dioses, que Potins esté en su casa, que esté en su casa, que esté en s......... - conforme rezaba para que no ocurriese lo que normalmente pasa....... lo inevitable pasó.

Una vez habíamos llegado a la plaza, continuaba con mis súplicas las cuales ¡¡no fueron escuchadas!!... a nuestra espalda sonó una voz chirriante y molesta de una mujer - ¡¡¿¿porque los dioses no me escuchan cuando más falta me hace!!?? - Me giré con resignación y observé lo que me temía, ¡la señora Potins metiendo las narices donde siempre! con la expresión totalmente desencajada, pues a estas horas de la noche, lo que menos me apetecía era escuchar a esa arpía, le respondí lo mejor que pude - Señora Potins, buenas noches ¿que hace usted a estas horas fuera de su casa?.... Si claro, es que los dos enanos no saben mantener la boca cerrada, usted no tiene que enterarse de lo que hacemos en el puesto de guardia ni de las misiones que nos encomienda el capitán no se como lo hace, pero siempre se entera de todo - al poco rato de estar la señora incordiando, observo como Alice le hace una seña a Willem para intentar darle esquinazo a Potins y dejarnos a los demás el marrón, a lo cual actúo - Alice, ¿que te pasa? parece que tienes mala cara guapa.... ¡Señora Potins! ¿podría usted llevarse a la chica castaña a su casa y hacerle algo de comer para que se sienta mejor? ha sido una misión un poco estresante y creo que a esta muchacha le haría falta un tentenpié y le prometo que mañana cuando estemos todos descansados le contaré todo lo que aconteció en el bosque e intentaré explicarle donde encontramos a la chica rubia a la que está acosando ahora mismo, la cual está un poco perdida, pues la encontramos perdida en el bosque - observo a Willem también con cara de pillo - Señora Potins, si es tan amable, este valiente chico que se le acaba de presentar, es un nuevo compañero del puesto de guardia, creo que estaria encantado de escuchar sus historias y escuchar todo lo que tenga que contarle sobre el poblado y asi ponerse rápido al día con usted. Si quiere tambien le puede contar un poco la vida del pueblo y las jovencitas que hay por aquí -

Si consigo distraer la atención de la señora Potins de Kirin y hacer que se marche con los dos tortolitos y les de la brasa a ellos, yo podré ir junto a Sony y Kirin a investigar un poco lo ocurrido con el bloque de Virya y Kirin e intentar averiguar más cosas de la chica rubia en el puesto de guardia, pues creo que será el sitio más seguro para poder refugiar a la chica rubia de preguntas y habladurias de la gente del pueblo.

En el camino de vuelta, estuve todo el tiempo en silencio. No dejaba de pensar de dónde había salido Kirin. ¿Habría perdido la memoria al estar dentro del cristal? ¿Y qué tenía ese cristal para poder atraparla dentro? No dejaba de darle vueltas a la cabeza, al tiempo que no dejaba de lanzar miradas efusivas a Alice, que parecía en su mundo.

¿Qué pensará? no pude evitar preguntarme al ver que no abría la boca.

Al llegar al pueblo, no nos dio tiempo ni siquiera a decidir qué hacer, pues la señora Potins apareción

Me pregunto si también sabrá que es una maldita cotilla pensé cruzándome de brazos mientras ella hablaba y hablaba.

Buenas noches, señora Potins dije intentando poner voz respetosa. Era una vieja cotilla que no se callaba seguramente ni debajo del agua. Lo mejor siempre era darla esquinazo o salir corriendo, pero mis compañeros se detuvieron y charlaron con ella. Me rasqué la cabeza. Ellos se habían detenido, que ellos lo solucionaran.

No puedo evitar sonreir ante la indirecta de Alice para evadirnos de aquella mujer tan charlatana y mandona. Yo ya me habia presentado, asi que daba por satisfecha mi introduccion a ella y no sentia precisamente la necesidad de seguir oyendo. - Tranquila señorita, mi deber como guardia es asegurse que todos los ciudadanos esten seguros, y seria una irresponsabilidad no ayudar a alguien que no se encuentra bien .- Le sigo el rollo con mi mejor sonrisa, y un guiño picaron.

Por desgracia Kazuo no parece querer ponernos las cosas faciles, intentando enredarnos con la señorta Pottins. Lanzandole una mirada fulminante, comento con voz distendida.- Por favor, Kazuo, no creo que sea necesario que esta buena señora se vea enredada con nosotros, yo puedo hacerme cargo de la señorita.- Remarco poniendole una mano en la espalda a Alice, dandole a entender que fuese moviendose para salir de alli como fuese

Cómo si de una aparición se tratase, al oir hablar a Willem, la señora Potins casi pierde el sentido, se lleva dramáticamente una mano al pecho mientras le hace ojitos al nuevo guardia. Olvidándose de la misteriosa aparición de Kirin.

-Oooh... Pero que ven mis ojos, William Wanderloo... - Musita aunque puede oírsele perfectamente, cómo si memorizase al dedillo la nueva información, de hecho es así. -¡Cierto, tú eres el chico nuevo, tan apuesto y galán, que ya nos hace suspirar! - Exclama como si de una colegiala se tratase, carraspea serenándose un poco y junta las palmas de las manos, -¡Sí, sí, tengo mucho que contar! - os dice asintiendo. -¡Andate con ojo Kazuo, muchacho! - dice agarrando del brazo a Kazuo mientras le chismorrea al oído, de nuevo, en voz alta.

Entonces Alice comienza su numerito, lo suficientemente bien fingido cómo para que Potins se lo trague. Y siguiendo el consejo de Kudeiro iba a acoplarse con la pareja, pero al intervenir Willem,termina obedeciendo embobada al nuevo guardia. -¡Ay! ¡Está bien! Pobre niña, anda Willem hermoso, acompáñala a su casa. -

-Pero prepárale infusiones, y aplicale cataplasma por que si se marea tendras que hacerle una lavativa. ¡Y luego mejor hierve agua y que inhale vapores para que así se recupere ... - y vuelve a relatar multitud de remedios que incluso nada que ver tienen con el mareo de la joven, pero así de cansina es la señora Potins.

Al menos deja libre a Willem y Alice, para que pongan pies en polvorosa.