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[Taller] Vampiro mascarada Argentina v20

La Década Infame (11) (1930-1943)

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28/06/2021, 01:31
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Humanos:

La llamada Década Infame se inició con el golpe militar del 6 de septiembre de 1930 liderado por el general corporativista nacionalista católico José Félix Uriburu que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido electo democráticamente para ejercer su segundo mandato en 1928. El gobierno proscribió a la Unión Cívica Radical y organizó una «salida electoral» fraudulenta y controlada por las Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores fraudulentos y corruptos.

La crisis provocó el traslado de mucha gente del interior hacia la provincia en busca de trabajo en las fábricas que se fueron abriendo para producir aquí lo que antes se importaba. Tras el golpe de estado del general José F. Uriburu que derrocó al presidente Yrigoyen, volvió el fraude electoral y gobernaron la provincia los conservadores. Entre ellos se destacó Manuel Fresco, admirador de Mussolini y Hitler, quien gobernó la provincia entre 1936 y 1940 implantando un modelo autoritario y persiguiendo a la oposición sindical y política. Fresco se definió como “conservador popular” y llevó adelante una política de obras públicas y de captación de votos a cambio de empleos y alimentos para la gente más necesitada.

En el plano mundial, la crisis económica de 1929 afectó a varias regiones, incluyendo a la Argentina. Las grandes potencias cerraron sus fronteras, y las carnes y cereales argentinos sintieron el impacto. Para contrarestar esta situación, en 1933 se firmó el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra, que aumentó enormemente la dependencia Argentina con ese país.

El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe militar encabezado por los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez y apoyado por varios sectores militares entre los que se destacaba una agrupación de militares del Ejército denominado GOU (Grupo de Oficiales Unidos), integrado por unos veinte oficiales mayoritariamente jóvenes de ideologías diversas que compartían un enfoque nacionalista.

La Revolución del 43 contenía en su interior diversos sectores que lucharon entre sí para controlar la dirección del proceso. Uno de esos sectores estuvo liderado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, quién ocupó inicialmente un cargo de menor significación como secretario del Ministerio de Guerra, en cabeza del general Edelmiro Farrell. A partir de la segunda mitad de 1943 comenzó una política de alianza con el movimiento sindical que le permitiría ir ocupando posiciones cada vez más influyentes en el gobierno militar. En ese camino resultó fundamental su designación a cargo del irrelevante Departamento de Trabajo, elevado luego al nivel de Secretaría de Estado.

A comienzos de 1944 el gobierno militar rompió relaciones diplómáticas con los países del Eje, decisión que llevó a un enfrentamiento entre sus sectores internos y a exigir la renuncia del presidente Ramírez, quien fue reemplazado por el general Edelmiro Farrell, pasando Perón a ocupar el Ministerio de Guerra que dejó aquel. Farrell se apoyó en Perón y su exitosa política laboral-sindical y sufrió el embate del sector nacionalista de derecha liderado por el Ministro del Interior, el general Luis César Perlinger. En la segunda mitad del año el dúo Farrell-Perón consolidó su posición, desplazando al sector de la derecha nacionalista católica-hispanista, y profundizó las reformas laborales generalizando la negociación colectiva, sancionando el Estatuto del Peón de Campo que laboralizó la situación de los trabajadores rurales, creando los tribunales de trabajo y estableciendo la jubilación para los empleados de comercio. También se tomaron importantes medidas industrialistas como la creación del Banco Industrial de Crédito.

A partir del segundo semestre de 1943 se estableció en el gobierno un grupo integrado principalmente por sindicatos socialistas y sindicalistas revolucionarios liderado por el coronel Juan Domingo Perón, que logró ocupar primero el pequeño Departamento de Trabajo, para irse fortaleciendo progresivamente, mediante una acción encaminada a defender los derechos de los trabajadores y promover el protagonismo sindical. Las principales medidas laborales fueron:

El Estatuto del Peón, que estableció un salario mínimo y procuró mejorar las condiciones de alimentación, vivienda y trabajo de los trabajadores rurales.

El establecimiento del seguro social y la jubilación que benefició a 2 millones de personas.

La creación de Tribunales de Trabajo, cuyas sentencias, en líneas generales, resultaron favorables a las demandas obreras.

La fijación de mejoras salariales y el establecimiento del aguinaldo para todos los trabajadores.

El reconocimiento de las asociaciones profesionales, con lo cual el sindicalismo obtuvo una mejora sustancial de su posición en el plano jurídico.

En 1945 el embajador de los Estados Unidos Spruille Braden organizó un fuerte movimiento que se identificó como antiperonista, que produjo a su vez que amplios sectores sindicales, hasta entonces socialistas y sindicalistas revolucionarios -y en menor medida anarquistas y comunistas-, se identificaran como peronistas. El enfrentamiento entre ambos grupos derivó en un golpe de estado antiperonista el 9 de octubre de 1945, desplazando a los sindicalistas del gobierno y deteniendo a Perón. Como respuesta, el 17 de octubre de 1945 se produjo una gran movilización de obreros y sindicalistas en la Plaza de Mayo, que exigieron y obtuvieron la liberación de Perón y el compromiso de la dictadura de llamar a elecciones.

A partir de entonces ambos bandos se prepararon para enfrentarse en elecciones el 24 de febrero de 1946 triunfando Juan Perón y como vicepresidente el radical Hortensio Quijano -candidatos de los partidos Laborista, Unión Cívica Radical Junta Renovadora e Independiente-, contra la fórmula de la Unión Democrática integrada por los radicales José P. Tamborini-Enrique Mosca.

Vampiros:

Fue con el golpe militar que el Sabbat ataco aprovechándose de la violencia hecha por los nuevos dirigentes humanos. Sin embargos ellos no fueron los unicos aprovechando el golpe con el primogenito Nosferatu haciéndolo tambien. El golpe de estado militar en 1929 que barrió a varios peones de Alexandria de la administración. De esta forma, mientras la Príncipe se ocupaba de proteger su propia influencia, Jonás conseguía desviar su atención y mantenerse a la defensiva.

La Princesa vio una forma de sacarse a algunos de los anarquistas mas osados que se habian salvado de la guerra que habian hecho antes contra ella, mandandolos contra el sabbat o simplemente dejando las ciudades libres de proteccion para dejar que se defendieran solos.

A pesar de las guerras contra el sabbat la capital no se encontro siendo atacada, eso permitio a la Princesa organizar fiestas e invitando a vastagos importantes de toda europa. Organizando eventos que incrementaban mucha de su influencia y empezaba a hacer su domino mas conocidos para los miembros de la camarilla en el mundo. Incluso logro convencer a muchos que empezaran a hacer viajes a la capital, como vacaciones de las intrigas en Europa.

Tambien se habla de los multiples viajes que realizo ella a europa mientras dejaba el poder en manos de su confiable consejo. Los cuales empezaban a recibir miembros de la secta con una ideologia bastante parecida al fascismo, siendo algunos los Lasombras antitrubu, que deseaban matar Sabbat en el nuevo mundo ya que en sus paises de origen era casi imposible hacerlo.

Con los años la situacion de la invasión Sabbat se estanco, en gran parte porque lideres tanto de la Camarilla como del Anarquismo empezaron a integrarse en los circulos militares, rurales e industrales. Aprovechando sus contactos en esos sectores supieron aprovechar el golpe del 43 para sacar rapidamente de varios lugares de poder a los titeres del sabbat.

Junto a eso los anarquistas volvieron a juntar poder en ese momento sintiendose incluso atraidos al grupo de oficiales. Empezando a unirse a sus reuniones y empezando a transmitir su ideologia a sus compañeros de movimiento.

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30/06/2021, 23:52
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Humanos:

El golpe del 6 de septiembre de 1930 significó para la tradicional elite terrateniente exportadora la recuperación, no del poder real, que nunca había perdido, sino del control del aparato del Estado. Quedaba además demostrado que el radicalismo, por su origen de clase y por sus enormes contradicciones internas, no había podido o no había querido conformar ni impulsar sectores económicos dinámicos modernos que pudieran disputarle el poder al tradicional sector terrateniente.

El golpe terminó también con la alianza que había comenzado en la Revolución de 1890 entre una parte de aquella elite y los sectores medios, que en un principio apoyaran el golpe del 30 porque pensaban que los incluía entre los beneficiarios del asalto al poder y las arcas públicas; sin embargo, pronto se dieron por enterados en carne propia, como ocurriría con todos los golpes de Estado posteriores, que les agradecían los servicios prestados, pero que no estaban invitados a la fiesta. La elite volvió a tener la posibilidad de marginar políticamente —como antes de la sanción de la Ley Sáenz Peña— a los sectores sociales que venía marginando social y económicamente desde siempre. La vuelta al fraude electoral alejaba a las mayorías populares de la posibilidad de decidir sus destinos; la sociedad se preparaba para los grandes cambios que se avecinarían a mediados de los años 40. Pero para eso faltaba mucho tiempo, mucho sufrimiento y mucha lucha. Estaba comenzando una década claramente infame.

A fines de la década aparecieron varios periódicos de inspiración fascista, aunque más ligados ideológicamente a la dictadura de Primo de Rivera en España que a la Italia fascista. Grupos de choque organizados por empresarios, tales como la Liga Patriótica, actuaron durante la década de 1920, principalmente como fuerza de choque contra los sindicatos. Varios altos oficiales organizaron Logias militares, en un principio para sustraerse a la politización a que los sometía el radicalismo, pero posteriormente para organizar su propia agenda política.

La gran depresión mundial de 1929 tuvo, desde sus comienzos, efectos catastróficos para las economías latinoamericanas. La demanda internacional de azúcar, café, metales y carne cayó, y no se encontraron salidas alternativas para esos productos. En la Argentina a comienzos de 1930, los salarios reales comenzaron a decaer y se multiplicó el desempleo. Pese a que la crisis arribó paulatinamente, las clases dirigentes, que habían conspirado contra el yrigoyenismo en épocas mejores, no dejaron de advertir que se avecinaban tiempos de privación y malestar social.

Algunos sectores de la dirigencia política y militar argentina comenzaron a pensar que las democracias liberales no garantizaban una cuota mínima de orden para una época de alta conflictividad social.

Por eso pusieron en marcha el primer golpe de Estado del siglo XX encabezado por el general José Félix Uriburu el 6 de septiembre de 1930. El primer decreto del general ordenaba disolver el Parlamento Nacional. El argumento utilizado fue insólito: «las razones (son) demasiado notorias para que sea necesario explicarlas». La opinión pública ya sabía que se estaba gestando un golpe de estado; Yrigoyen rechazaba esa posibilidad, pero incluso estaba claro quiénes eran los jefes: los generales José Félix Uriburu, general corporativista nacionalista católico e ex Inspector General del Ejército que había sido desplazado por el presidente y Agustín Pedro Justo, exministro de Guerra de la Nación.

El gabinete de Uriburu estaba compuesto por lo más rancio de nuestra oligarquía que recuperaba feliz el aparato del Estado, base fundamental de sus negocios. El gobierno proscribió a la Unión Cívica Radical y organizó una «salida electoral» fraudulenta y controlada por las Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores fraudulentos y corruptos. Agustín P. Justo (1932-1938), Roberto M. Ortiz (1938-1940) y Ramón Castillo que debió completar el período por muerte del presidente Ortiz (1940-1943).

Por supuesto como siempre ocurre en estos casos donde la “reserva moral de la Nación” se hace cargo del Estado, la corrupción afincó en la Casa Rosada y Uriburu dictó un decreto confidencial y sumamente ingenioso, estableciendo que el gobierno se haría cargo de todas las deudas privadas de los oficiales del Ejército. Todo lo que los oficiales tenían que hacer era informar a su coronel que tenían una deuda; no se requerían detalles ni se formulaban preguntas.

La obra de gobierno de tan “notable” general incluyó un intento de reforma de la Constitución, creó la Legión Cívica (un cuerpo paramilitar que llegó a contar con miles de hombres, imitando a las camisas negras de Mussolini y desarrolló una política represiva en lo político y sindical). El general «Von Pepe», como lo llamaban por sus simpatías por los militares alemanes, creó una sección especial en la policía destinada a perseguir a los dirigentes gremiales y a los opositores en general. El comisario Leopoldo Lugones, mucho menos poético que su padre, introdujo el uso de la picana eléctrica en los interrogatorios. Un invento argentino de alcance internacional.

Von Pepe decretó la pena de muerte y hubo varios fusilados. Entre ellos, se destacó la figura del anarquista italiano Severino Di Giovanni, autor de varios atentados y asaltos con fines políticos, que fue ejecutado en febrero de 1931.

Volvió el fraude electoral y gobernaron la provincia los conservadores. Entre ellos se destacó Manuel Fresco, admirador de Mussolini y Hitler, quien gobernó la provincia de buenos aires entre 1936 y 1940 implantando un modelo autoritario y persiguiendo a la oposición sindical y política.

Durante el mandato de Justo, la oposición radical, que había declarado la abstención electoral ante la ilegitimidad del régimen, fue muy marcada. En 1933 se produjeron en Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Misiones alzamientos radicales que se saldaron con más de mil detenidos. Yrigoyen, gravemente enfermo, fue devuelto a Buenos Aires y mantenido bajo arresto domiciliario; moriría el 3 de julio, y su entierro en el cementerio de la Recoleta sería ocasión de una manifestación multitudinaria. En diciembre, en ocasión de la reunión de la convención nacional de la UCR, un alzamiento conjunto de militares y políticos se desató en Santa Fe, Rosario y Paso de los Libres. José Benjamín Ábalos, exministro de Yrigoyen, y el coronel Roberto Bosch fueron detenidos por el alzamiento, y los convencionales y dirigentes del partido encarcelados en Martín García. Alvear, antiguo padrino de Justo, se exiliaría, mientras que otros serían retenidos en el penal de Ushuaia.

El Pacto Roca-Runciman fue un acuerdo de comercio internacional celebrado el 1 de mayo de 1933 entre la República Argentina y el Reino Unido. El Pacto tuvo como fin establecer nuevas condiciones para que la Argentina pudiera seguir exportando carne vacuna al Reino Unido.

Para evitar que esta política comercial del Reino Unido afectara la balanza comercial de Argentina, el 28 de octubre de 1932, una misión encabezada por el presidente de la Nación Argentina, Agustín Pedro Justo, llegó a Londres. Fue recibida por Eduardo de Windsor, príncipe de Gales y futuro rey.

Seguidamente, el 1 de mayo de 1933 se firmó el tratado Roca-Runciman, entre el vicepresidente de la República Argentina, Julio Argentino Roca (hijo) y el encargado de negocios británico, Walter Runciman, por el cual el Reino Unido se comprometía a continuar comprando carnes argentinas en tanto y en cuanto su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida, Argentina aceptó la liberación de impuestos para productos británicos al mismo tiempo que tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Paralelamente se creó el Banco Central de la República Argentina con competencias para emitir billetes y regular las tasas de interés bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico. No obstante todas estas concesiones, se le adjudicó además al Reino Unido el monopolio de los transportes de Buenos Aires.

Roberto M. Ortiz fue el primer civil en ocho años en revestir la banda presidencial. Intentó impulsar una serie de reformas que permitieran establecer un régimen democrático, quiso desmantelar el aparato montado por Agustín P. Justo y trató de obtener por todos los medios elecciones limpias para el que lo sucediera. Una de las medidas más controvertidas de su mandato fue la circular secreta antisemita firmada en 1938 por el canciller también radical antipersonalista José María Cantilo, que ordenó "a cónsules argentinos en Europa negar visados a 'indeseables o expulsados', en alusión a ciudadanos judíos de ese continente".

Poco después de que asumiera como presidente, Ortiz enfermó seriamente de diabetes, enfermedad que luego lo dejaría completamente ciego. En 1940, la incapacidad física de Ortiz le impediría ejercer la presidencia, por lo que pidió licencia y fue reemplazado en la función por el vicepresidente Ramón Castillo, quien finalmente asumiría como presidente en 1942, ante la muerte de Ortiz.

Ramón Castillo había sido Gobernador interventor de la provincia de Tucumán durante la gestión de facto de José Félix Uriburu. Debido a la enfermedad de Ortiz, desde 1940 estaba efectivamente a cargo del Poder Ejecutivo.

Continuó la política exterior de su predecesor, manteniendo la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial. Creó la Flota Mercante del Estado. Tomó otras medidas de similar corte nacionalista, como la revocación de la concesión del puerto de Rosario, en manos de un operador francés, la nacionalización de la británica Compañía Primitiva de Gas, la creación de la Dirección de Fabricaciones Militares y la apertura de los Altos Hornos Zapla.

Llevó a cabo una política abiertamente autoritaria, disponiendo de las carteras ministeriales con soltura y disolviendo el Consejo Deliberante de Buenos Aires ante las denuncias de corrupción en el mismo.

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18/07/2021, 01:52
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Vampiros:

Fue con el golpe militar que el Sabbat ataco aprovechándose de la violencia hecha por los nuevos dirigentes humanos.
Aunque no fue un ataque tan impulsivo como lo contaria la historia en el futuro. Ya desde años se habia planeado una nueva cruzada hacia Buenos Aires. Pero el tiempo de ejecutar la cruzada se fue atrazando entre otras cosas por las pasividad de los lideres lasombras que se encontraban comodos con lo que tenian, tambien las guerras en las que habia participado el sabbat hace relativamente poco (la guerra del paraguay y la conquista del sur) y finalmente el conflicto con los mas jovenes antitribu junto con los tzimices para rebajar el poder lasombra.

Fue con el ultimo problema que los lasombras se vieron entre ellos y ante la perdida de poder empezaron a meditar que muchos de ellos se habian vuelto demasiado pasivos por lo que los demas clanes tenian cierta razon en considerarlos lo suficiente debiles para sacarlos de sus puestos. Esto nunca lo admitirian en voz alta pero en sus reuniones se dieron cuenta que debian cambiar el rumbo.

La lasombra Celina Succar obispa de tucuman, lider de la manada "La hora de la espada" fue la lider elegida por el arzobispado de Tucuman y el Cardenal Lorenzo para comandar la cruzada. Con la mano negra estando cerca imponiendo soldados e incluso uniendo assamitas en la propia manada de Celina. Algo que la lasombra no cuestiono, ya que los lasombras querian mostrarse como que escuchaban algunos de los pedidos de los antitribus. Aunque luego se lo cobrarian con sangre ese tipo de intervencion.

El primer ataque se sintio con toda la fuerza en cordoba, los defenzores tremeres se vieron abrumados por las fuerzas del sabbat siendo solo los mas suertudos quienes pudieron escapar de tal ataque. Tras la conquista de Cordoba se descubrio a los Kyasyd que rapidamente se mostraron cooperativos con los lasombras en la conquista del territorio. Tal vez si no fuera porque gracias a ellos aseguraron rapido el dominio que no preguntaron porque estaban ahi desde el principio o investigado si habian tenido una relacion con los tremeres y camarilla.

Fue aqui donde el Cardenal Lorenzo movio su base de operaciones, controlando la cruzada de Celina mientras la felicitaba por los actuales exitos.

Aunque la cruzada no termino ahi yendo hacia el litoral, metiendose tambien en la provincia de Buenos Aires y en La pampa. Sin importara quien gobernara esos territorios fueron matando y asesinando vastagos junto con sus ghouls. Fue en ese tiempo que aprovecharon las guerras internas incluso atrayendo a algunos anarquistas y camarilla a su lado.

 

Sin embargo no fue solo el sabbat quien aprovecho el golpe de estado con el primogenito Nosferatu haciéndolo tambien. El golpe de estado militar en 1929 que barrió a varios peones de Alexandria de la administración. De esta forma, mientras la Príncipe se ocupaba de proteger su propia influencia, Jonás conseguía desviar su atención y expandia su influencia por los dominios de la camarilla.

A pesar de las guerras contra el sabbat la capital no se encontro siendo asediada, eso permitio a la Princesa organizar fiestas e invitando a vastagos importantes de toda europa. Organizando eventos que incrementaban mucha de su influencia y empezaba a hacer su domino mas conocidos para los miembros de la camarilla en el mundo.  En una ocacion logro convencer a muchos que empezaran a hacer viajes a la capital, como vacaciones de las intrigas en Europa. Tambien se habla de los multiples viajes que realizo ella a europa mientras dejaba el poder en manos de su confiable consejo. Los cuales empezaban a recibir miembros de la secta con una ideologia bastante parecida al fascismo, siendo algunos los Lasombras antitrubu, que deseaban matar Sabbat en el nuevo mundo ya que en sus paises de origen era casi imposible hacerlo.

Pero aprovechandose de los viajes de ella y su ausencia, la Alianza federal logro tomar mas impulso entre los consejeros. Entre ellos coronandose los Ventrue que veian en Argentina una posible nueva colonia como las que tenian exparcidas por el mundo. Ya que a pesar que la princesa deseara que el Pais se acercara a francia, este termino yendo con inglaterra llenandose de deuda y dejando posibilidades casi ilimitadas a los comerciantes de ese pais. Teniendo eso como insentivo jovenes ventrues capitalistas empezaron a viajar al pais, yendo con guardias armados luego que se les informara de la situacion del sabbat aunque tambien por alguna represaria de la Princesa.

A pesar de las muertes de principes, que fueron reemplazadas por barones o figuras unidas a la Alianza Federalista. La princesa no permitio que esto se extendiera. La represion de la princesa empeoro y por poco la camarilla termino yendo a una guerra civil abierta.

En el final la princesa se vio abrumada no solo con los anarquistas y los movimientos de Jonas sino con las victorias que empezaba a conseguir el sabbat. Acepto ciertas condiciones en los pedidos de los anarquistas moderados, permitiendo la opcion a muchos de los anarquistas que parar sus hostilidades y volver a la camarilla. Mientras la alianza veia su poder en caida. Este tiempo fue conocido por algunos cambios en la estructura de la secta que permitieron que la camarilla pudiera volver a la paz al menos por un tiempo. Un mayor poder se gano para los jovenes y en especial para los brujahs.

Pero si hubo una ruta para liberar cierta presión de los moderados para los anarquistas mas osados se penso en otra solucion. La Princesa vio una forma de sacarse a algunos de los anarquistas mas osados que se habian salvado de la guerra que habian hecho antes contra ella, mandandolos contra el sabbat o simplemente dejando las ciudades libres de proteccion para dejar que se defendieran solos.

 

Con los años la situacion de la invasión Sabbat se estanco, en gran parte porque lideres tanto de la Camarilla como del Anarquismo empezaron a integrarse en los circulos militares, rurales e industrales. Aprovechando sus contactos en esos sectores supieron aprovechar el golpe del 43 para sacar rapidamente de varios lugares de poder a los titeres del sabbat.
Junto a eso los anarquistas volvieron a juntar poder en ese momento sintiendose incluso atraidos al grupo de oficiales. Empezando a unirse a sus reuniones y empezando a transmitir su ideologia a sus compañeros de movimie
nto.