Partida Rol por web

También los hombres pueden prometer

Acto 2: el carro

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16/02/2012, 19:14
Director

A la noche siguiente volvéis a Madrid. Cambiáis el olor a mar de las costas coruñesas el del asfalto caliente y a automóvil de la capital.

Al día siguiente has sido citado con Antonia Cortázar en la sede del Sabatt, una parroquia en Carabanchel Bajo, un edificio bajo y sucio con intenciones de parecer antiguo. En la calle poco iluminada puedes ver una parada de autobús y un par de gitanos adolescentes hablando sentados en un banco de madera.

Abres la puerta de la iglesia y pasas al interior, donde el silencio te atrapa. Al fondo ves un hombre alto y corpulento, vestido a la usanza de un monje. Recuerdas haber estado con él antes: es Torres-Agüero, el contable.

Te saluda escuetamente y te pide que, por favor, le acompañes.

Te lleva por los pasillos de la iglesia hasta una pequeña habitación. En ella hay una mesa llena de papeles y una cuantas sillas escolares, viejas y usadas.A través de una ventana puedes ver un patio interior.

En una de ellas está sentada Cortázar, revisando unos documentos.

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16/02/2012, 19:29
Antonia Cortázar

-Buenas noches, señor de Rosas, me alegro de verle.-se levanta y te estrecha la mano mientras Torres-Agüero se marcha.

-Por favor, siéntese-te dice mientras te ofrece una silla.-Siento que no sean muy cómodas, pero es mejor no llamar la atención con lujos.

Recoge unos documentos que tenía sobre la mesa y los mete con cuidado en una carpeta de cartón azul.

-Quisiera darle las gracias por su acción en La Coruña, siento que no saliera tan bien como se podría esperar, pero... ya sabe, en estos asuntos nunca se sabe.

Busca entre los papeles y saca un sobre y te lo tiende.

-Sabemos que esto le vendrá bien, y creo que se lo merece por su trabajo.

Abres el sobre y ves un montón de billetes de 50€: en total serán unos 2.000.

-Le he hecho llamar porque los documentos que encontraron Erick y usted nos han dado información muy útil, y gracias a ellos podemos dar nuestro siguiente paso.

 

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16/02/2012, 20:25
Director

Yakov, con una mirada melancólica, te dejó en la puerta de tu refugio, en la Casa de Campo.

Lo primero que hiciste fue bañarte, quitarte todo el sudor, la suciedad, el cansancio y las emociones de la noche.

-Mañana será otro día-piensas, sin mucha convicción. Los recuerdos de esa noche todavía vibran en tu mente.

A la noche siguiente recibes un sms de Jean Carlo. Parece ser que está preocupado por ti, dice que no te quiere dejar sola con todo el asunto de los lupinos todavía en el aire. En el mensaje te dice que un coche te recogerá a la puerta de tu casa, y te llevará a la sede del Sabatt, en Carabanchel Bajo.

No te hace mucha gracia la idea de irte de tu refugio, de tus árboles y de la brisa que mece sus copas, pero no está Erick, y crees que no estás en situación de negarte a nada.

El coche te lleva hasta el edificio-tapadera del Sabatt, que es un parroquia de la Vía Carpetana, pequeña y sucia, con una pequeña campana en lo alto. Allí te espera Jean Carlo y Antonia Cortázar, para hablar contigo sobre el asunto de los hombres lobo.

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16/02/2012, 20:41
Antonia Cortázar

El cuarto donde estáis es un aula de catequesis, llena de sillas y mesas escolares, pósters religiosos y una ventana que da a un patio interior.

-Buenas noches, querida.-te dice Cortázar cuando te ve, con una sonrisa.- Sabemos que no debe ser fácil irse del hogar, pero creemos que es muy precavido dejarla sola con un montón de hombres lobo tan cerca.

Con una mano te ofrece una silla.

-Ahora nos gustaría que nos dijera todo lo que recuerda de ese encuentro. Cualquier detalle, sensación o lo que sea, cuéntenoslo, puede ser relevante. Si no se acuerda de todo, no se preocupe, ya se acordará.

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16/02/2012, 23:18
Director

Caminas por una calle, una calle de una ciudad antigua, muy antigua. Sabes que nunca has estado ahí y, a pesar de ello, todo te es conocido.
Recorres las callejuelas y las plazas llenas de hierbas y zarzas, entre casas y palacios derruidos hace años por el Padre Tiempo, entre avenidas señoriales que ningún desfile volverá a pisar. Hay estatuas rotas en el suelo, altas como montañas, antaño imágenes de los héroes de ese mundo perdido. Te miran con sus ojos vacíos, esos ojos que miran eternamente al infinito, y tú sientes un nudo en el estómago.
Llegas en una diminuta plaza con una pequeña fuente en el centro. El agua brota de la jarra de una bella ninfa. Empieza a hacer frío. Hacía mucho que tu cuerpo no sentía el frío, esa sensación que te recorre toda el alma mientras un viento helado sopla desde no sabes dónde. Frío. Esa sensación que creías olvidada y que tu cuerpo se resiste en recordar.
Te acercas a la fuente. En el fondo de la pila, entre azulejos rotos y sucios, hay algo. Alargas la mano y alzas un pequeño anillo de plata, adornado con una piedra negra.
En ese momento te das cuenta que de la jarra ya no cae agua, sin un hilo de sangre roja y brillante.

 

De repente, te despiertas en el suelo de tu refugio. Llevas una semana soñando con lo mismo.
Te levantas con dificultad, dolorido y entumido por dormir en el suelo.

La luna ya asoma por el horizonte, haciendo brillar los contornos de las cosas con un brillo blanquecino. Mientras llegas a la sede del Sabatt, el la Vía Carpetana, vas pensando en tu sueño y en qué hacer con la investigación: el dinero es jugoso premio, pero quizá no sea tan fácil conseguirlo.

El semblante achaparrado y decadente de la parroquia te saluda mientras te das cuenta que han pasado un par de días desde que te despediste de Kashya en la Casa de Campo. Quizá Jean Carlo sepa algo sobre ella.

Al atravesar la puerta te das cuenta que el anillo del sueño es el mismo que viste antes de entrar en el refugio de Alcíbiades.

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17/02/2012, 05:28
Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas guarda esquetamente el dinero dentro de su saco y luego de escuchar lo que le decia el monje respondio: -Me parece perfecto que la informacion que le brindamos haya sido de utilidad,ahora con respecto a la segunda parte que usted menciono,¿cual seria ese siguiente paso?,por que si mi ayuda es necesaria desde ya le aviso que el sabatth puede contar conmigo para llevar a termino dicha mision. Luego de responder esto espero la respuesta del sujeto.

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18/02/2012, 18:53
Yakov Kirílovich
Sólo para el director

Me desperte de aquel sueño aun sintiendo ese frio que se me habia calado en los huesos, la imagen de esa fuente no se me borraba. Pues no era la primera vez que lo soñaba y lo peor de todo es que no sabia que significaba.

Tras vestirme decidi ir a la sede a hablar con Cortazar. No sabia como seguir mi investigacion o peor aun empezarla. Kashya, no me habia llamado en dos dias y chasquee la lengua mientras abria la puerta.

Quiza me equivoque y solo seria eso, un encuentro con una tia increible, pero que no pasaria de un baile.- Entre con el ceño fruncido, malhumorado, dolorido y asqueado con todo.

Tenia que ocupar mi mente con otra cosa y esa cosa seria el trabajo....

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19/02/2012, 12:17
Kashya
Sólo para el director

Aun ando algo perdida y con mi mente en los momentos vividos junta a Yakov, aunque la imagen de Erick se aparece en mi mente una vez detrás de otra.

"Necesito verle" pienso intentando organizar mi mente.

Casi no escucho Antonia, pero por suerte la palabra licántropo me devuelve a la "vida" y es que con tanta noche mágica y tanta aventura vivida casi me he olvidado de los licántropos con los que me cruce esa misma noche.

-Pues... Vi uno, lo seguí y poco más. No conseguí enterarme de nada de lo que hablaban, así no creo que pueda ayudar mucho más...-le digo lo más amable que puedo.

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20/02/2012, 16:11
Director

La puerta de la sala se abre, y en su umbral aparecen Yakov y Torres-Agüero. En una habitación llena de sillas escolares y mesas, decorada con pósters de temas religiosos, están sentados Antonia Cortázar y Juan Manuel de Rosas.

La cardenal se levanta y saluda a Yakov:

-Me alegra verle, señor Kirílovich. Por favor siéntese.-dice ofreciéndole una silla.

Yakov toma asiento mientras su acompañante hace los propio al lado suyo.

-No sé si se conocerán... -continúa.-Justamente estaba a punto de comentarle al señor de Rosas nuestro próximo movimiento: vamos a secuestrar al contable del Príncipe de La Coruña.

Notas de juego

Juan Manuel, por favor, ten cuidado con los destinatarios ^^

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20/02/2012, 16:27
Antonia Cortázar

-¿Algún nombre de persona o lugar, o alguna fecha?-Antonia parecía algo decepcionada-Bueno, ¿qué se le va a hacer? La memoria es así. ¿Y recuerda en qué zona los vio? De este modo se podría realizar una investigación por la zona en busca de información.

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20/02/2012, 19:38
Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas estrecha la mano de la persona que la cardenal le presenta y le dice:

-Buenas noches señor Kirílovich,me llamo Juan Manuel de Rosas y soy argentino,espero que podamos ser buenos compañeros de equipo.

Luego de decir esto mira a la cardenal y le dice:

-Disculpe que le interrumpa madame,pero digame,¿en esta ocasion no habra complicaciones como las que hubieron la vez pasada?,no me gustaria encontrarme con sorpresas ¨inesperadas¨ de ultimo momento que puedan hacer fallar la mision.

Espero la respuesta de la cardenal.

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21/02/2012, 17:29
Director

La puerta se abre con un ligero chirrido, y por ella aparecen Jean Carlo y un joven de ojos azules y mirada penetrante: Rael.

Antonia se levanta y le alarga la mano a Rael. Está sentada a una mesa llena de papeles y carpetas de cartón azul, junto con un hombre guapo y rubio llamado Yakov, y otro de aspecto ilustre: Juan Manuel de Rosas.

-Señor Rael, es un gusto que venga a ayudarnos-comenta.- Ya sabe: cuantos más en la fiesta más divertida es.

La sala es un aula de catequesis, llena de pósters de Cristo, mesas y sillas para niños. Por la ventana se puede ver un solitario árbol en medio de un pequeño patio interior.

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21/02/2012, 18:01
Kashya

-Markus....-digo haciendo memoria en mi cabeza inmortal-. Bueno, todo fue cerca de mi refugio en Casa de Campo... Así que podrías barrer esa zona... si necesitais ayuda... yo podría...-pero no termino la frase pues aun hago esfuerzos por recordar el momento con los licántropos-. Creo que uno de ellos dijo algo al otro y lo llamo por su nombre... ¿cómo era?-pregunto en alto más para mí que para ellos-. ¡¡¡Hans!!!-digo de repente provocando que los demás den un brinco a mi alrededor-. Hans y el otro hablaban de un tal Markus que les había daod permiso...-pero caigo en un silencio vago y dejo caer mi mano ofendida conmigo misma por no recordar cada detalles y cada palabra-. Lo siento-susurro.

No puedo evitar pensar en los azules ojos de Yakov frente a los ojos marrones de Erick.

"¡Maldita sea! Ya soy mayorcita para andarme con estas tonterias!" pienso mientras paso mis manos por mi pelo rizado y rojo.

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21/02/2012, 22:36
Rael

Observa fugazmente la sala. Rael estrecha la mano de la Cardenal de Madrid - El placer es mío. A continuación observa a los otros vampiros: Ains, otro trabajo de equipo... con lo poco que me gusta... tendré que resignarme por una vez; al menos espero que sean buenos compañeros de trabajo - piensa fugazmente Rael intentando desplazar la idea por si alguien lee sus pensamientos. Saluda a los otros vampiros: Buenas noches caballeros, me llamo Rael y no quisiera interrumpir más esta reunión; ¿qué se ha hablado hasta el momento? Mientras espera la respuesta, Rael observa la sala... le hace gracia la idea de que pensarían los mortales si supieran para que se usa de verdad sus salas de catequesis.

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22/02/2012, 05:27
Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas se adelanta y estira su mano para saludar al nuevo y luego dice:

-Muy buenas noches señor Rael,mi nombre es Juan Manuel de Rosas y soy Argentino,por otro lado antes de que usted llegara le estaba haciendo unas preguntas a la Cardenal,y esperaba su respuesta,cuando usted llego y os presento como la etiqueta corresponde,pero asi como las presentaciones deben hacerse,tambien corresponde que si se hacen preguntas,las mismas tengan respuestas.

Espero la respuesta de la Cardenal luego de decir aquello.

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23/02/2012, 19:05
Yakov Kirílovich

Cuando entro en aquella sala que recordaba a una clase de catequesis, me hizo rechinar los dientes, pues no me gustaba la simbología religiosa, ni lo que representaba. Aun así desde que estaba en el Sabbat, podía soportarlo o me estaba acostumbrando a aquello.
Salude a Antonia  con un gesto con la cabeza y una sonrisa, al hombre que estaba con ella no le conocia, pero tambien le saludo cortésmente sin aun abrir la boca.
Negué con la cabeza, cuando me pregunto si nos conocíamos- Encantado igualmente- Dije con mi marcado acento de mi tierra natal. Rusia.
Enarque una ceja con el tema de la misión y escuche lo que tenia que decir el compañero Argentino.
Justo después entro mi “Maestro” y un joven de ojos vivaces, que también salude con una sonrisa y dedique una especial atención a mi maestro y tutor Jean Carlo, al que tenía mucho aprecio.
Mientras Juan Manuel, se presentaba a Rael,  con la típica verborrea Argentina, yo por lo bajo coloque mi mano en el hombro de mi tutor.
¿Qué tal Jean, alguna novedad?-

Notas de juego

disculpad el retraso

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23/02/2012, 19:58
Jean Carlo Desment

-Bue-buenas noches a to... dos.-dijo cortésmente nada más entrar.- Yo bien, Yakov, ¿y tú... qué tal te-te va? Me ale-gro de que te ha-hayas unido a la misión.

Saluda con la mano a Antonia y añade:

-Lo siento... me-me tengo que ir. Ya... nos veremos.

Y dicho esto da una palmada cariñosa al Yakov en el hombro y se marcha diciendo adiós.

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23/02/2012, 20:03
Antonia Cortázar

-Bueno, solamente falta la señorita Kashya-comenta en cuanto Jean Carlo se marcha.- Pero creo que será mejor que empecemos. El tiempo apremia.

Deja la carpeta que tenía en sus manos sobre la mesa y continúa:

-El señor de Rosas, aquí presente, y el señor Erick han llevado a cabo una misión muy importante para nosotros. Se infiltraron en el lugar donde el contable del Príncipe de La Coruña, que responde al nombre de Enrique Peñafiel, se iba a reunir con personalidades importantes de la ciudad. Gracias a dicha operación hemos conseguido unos documentos muy importantes, pero sobre todo uno de ellos. En él se indica que él mismo va a venir a Madrid a traer aquí algo que define como "extremadamente importante", pero que ignoramos qué es. Su labor será interceptarlo y atraparlo.

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23/02/2012, 20:19
Director

Tanto Cortázar como Jean Carlo abren los ojos con sorpresa al oír el nombre de Markus. Ante tu mirada extrañada, Antonia te comenta que Markus era el jefe del túmulo que había en la Casa de Campo y que fue expulsado, junto con los demás lupinos por Torremocha, el antiguo Príncipe de Madrid.

-Parece ser que han vuelto a tomar su territorio...- comenta más para sí misma que para los demás.

El resto de la velada transcurrió hablando sobre trivialidades: Antonia se preocupó por tu comodidad en la iglesia, sobre tus planes de futuro y sobre tus aficiones. A pesar de ser la Cardenal, una figura a la que se la asocia la autoridad y el poder, Cortázar resulta ser una persona cercana, amable y, por qué no decirlo, simpática.

A la noche siguiente hablas con Erick. Su llamada te sobresalta en tu pase nocturno por el barrio. La conversación es más bien corta, pero te alegra escuchar su voz cálida como un abrazo. Sigue en Barcelona, pero regresará en un par de días, tres a lo sumo. Dice que te echa de menos.

Varios días después Jean Carlo te comenta que han peinado la zona cercana a tu refugio, y han descubierto varias cosas, entre las cuales una posible vinculación con Feito, el Príncipe de La Coruña. También te dice que Erick va para allá a investigar.

La llamada de Erick diciéndote que sólo sigue órdenes y que, si fuera por él, no iría, no te sirven. Su lejanía te duele, aún más cuando tus sentimientos se cruzan con la imagen de Yakov, con sus ojos profundos, sus brazos fuertes abrazándote mientras bailabais, el tacto de sus manos cuando se despidió de ti.

Erick ya vuelve. Parece que la misión ha sido todo un éxito. El Sabatt te llama para otra misión, y tú no quieres decepcionar a Erick. O quizá es que, así , puede que vuelvas a ver a Yakov...

Notas de juego

Perdona por la "compactación", pero si no no llegas a alcanzar a los demás ^^U

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23/02/2012, 20:38
Director

Kashya abre una puerta. Es la misma sala donde se reunió con Jean Carlo y Cortázar: una pequeña aula de catequesis. Pero Jean Carlo no está, pero en su lugar sí está Cortázar, acompañada por un joven de ojos azules, un hombre de aspecto recio y Yakov.

Parece que la reunión acaba de llegar.

-Buenas noche señorita,-dice a modo de saludo la Cardenal.-acabamos de empezar. Justamente les estaba comentando nuestro siguiente movimiento a sus camaradas.