Partida Rol por web

Juan Manuel de Rosas asintio y le quito la barra de metal a Ayelen y dijo:

-Ayelen,querída,permiteme los honores,si hay que acabar con este traidor quiero ser yo quien termine con su miserable existencía. Cardenal ¿tengo su permiso para exterminar esta basura?

Dicho esto hizo una reverencia como se solía hacer a la antigua usanza esperando la respuesta de la Cardenal y si le decía que sí tenía un plan.

NO!! - digo enérgica e imperativamente. Si alguien de aqui debe acabar con él soy yo o en todo caso ella - señalo a Kashya. Ayude en el pasado a esta sabandija y asi es como lo paga - le pego un puñetazo. Pero si me permitís la sugerencia, creo que lo mejor sería someterle a un vinculo de sangre completo conmigo: asi nos aseguramos de que cumple órdenes y nos serviria de caballo de troya

Juan Manuel de Rosas se alza y mira a Rael para luego decirle:

-En todo caso esa decisión no me corresponde a mi tomarla,le corresponde a Nuestra Excelencia la Cardenal,ella es quien tiene la ultima palabra y el ultimo voto Rael.

Y dicho esto miro a la Cardenal para decir:

-Entonces¿que nos dice su Excelencia?,¿cual sera su voto?

Tras las palabras de Juan Manuel, miro a la cardenal esperando su decision; a la par estoy atento a otras opiniones

La Cardenal se acercó al reo y dijo:

-No, lo haré yo.

Se mordió en la muñeca y obligó a Erick a beber de su sangre agarrándole con fuerza la cabeza. Pasado un tiempo, volvió a repetir el proceso. Así hasta la tercera vez.

-Ahora sólo falta inventarnos una escusa para su aspecto. No puede ir y decir que no ha pasado nada, después de tener media cara deformada. Si dice que la Camarilla los ha descubierto redoblarán la seguridad... Lo mismo si dice que no dijo nada y que consiguió escapar...

Juan Manuel de Rosas luego de pensarlo detenidamente dijo:

-Si pensamos de esa manera es como usted dice Cardenal sospecharían,pero no si le convencemos de que diga que fue cazado por uno de esos cazadores que estabamos persiguiendo y tuvo la mala suerte de separarse de nosotros y que pudo conservar la no-vida por poco,y que al pobre sujeto le asesino.

Antonia sopesó con cuidado las palabras:

-Sí, pero según ha relatado el tal Otto, también está involucrada la Inquisición, así que ese planteamiento tampoco nos es válido.

Sentado en la pnumbra miraba mis propias manos , sentia un deseo irefrenable de arrancare el corazón a ese traisor , pero es significaria pese a todo el desprecio de keisha y entonces me percate de algo...

por otra parte un buen motivo para su apariencia podria ser..........irelevante , ya que con el vinculo cre recordar que las heridas se curan solas.

En cuanto a que alguien intente pasar porv su preso.......yo estaria dispueto

-Perfecto, creo que será lo suficientemente disparatado como para que funcione.-Dijo la Cardenal.-De todos modos, es lo único que nos queda.

Juan Manuel de Rosas asiente y dice:

-Entonces llego el momento de la verdad y de ponernos en movimiento,por que si todo sucede como dice esta ¨basura¨ debemos de movernos rápido para que no sospechen de nuestros movimientos y podamos conducirles a una trampa.

Cuando dice basura lo dice señalando a Erik y luego de decir esto,busca algo con que recortar aquella barra de metal y darle lo mejor posible la forma de una espada de metal burda aunque mal no sea para usarla.

Me acerqué a la Cardenal y, mientras jugueteaba inconscientemente con uno de mis rizos dorados, le pregunté:

-¿Y adónde vamos a ir ahora? No sabemos hasta qué punto conocen la existencia de la parroquia o de la discoteca.

Me quedé callada, sorprendida de mi propio atrevimiento. No me gustaba ser el foco de atención, y meso ir y preguntarle directamente a Antonia.

Antonia miró con ojos de aprobación a Kashya.

-No se preocupe, joven. Tenemos otros sitios donde ocultarnos que Erick desconoce. De todos modos, me alegro de que se preocupes por ese tipo de detalles.

-Pues entonces, vayámonos ya, que cuanto más tiempo nos entretengamos más tiempo perderemos.-dijo Amely, aburrida.

Se acercó a donde estaba Kashya, cerca de la Cardenal, y preguntó.

-¿Está muy lejos ese refugio? ¿Vamos a tener que ir en coche?

-Sí, está en Vicálvaro, cerca de la plaza de la Vicalvarada-contestó Antonia rápidamente.

Sacó su teléfono móvil de uno de los bolsillo de su caro pantalón de diseño italiano y, señalándolo, agregó:

-Quizá lo tengan pinchado, así que será mejor no usarlo. Hemos que buscar una cabina para poder llamar a García, mi ghoul.

Salisteis del búnquer mientras Erick se desmayaba y era llevado en volandas por Yakov y Rael. El suelo estaba húmedo y resbaladizo por las lluvias, y todo estaba lleno de charcos de reflejaban la luz de la luna y de las farolas, allá en la distancia. Si hubierais sido mortales, habríais sentido el frío y el viento helaros hasta los huesos. Si hubierais tenido tiempo, quizás os hubierais parado a contemplar el bonito paisaje de las nubes pasando veloces por delante de la luna.

Al cabo de unos cinco minutos llegáis a una calle solitaria donde un par de farolas parpadean y zumban. Es una zona de casas de clase obrera, aceras descuidadas y ropa colgando en las terrazas. A un par de calles encontráis una cabina desvencijada frente a una panadería. Antonia Cortázar mete un par de monedas en la ranura y llama a García, su ghoul.

Después de unos interminables minutos aparece con una pequeña furgoneta. Os montáis y rápidamente tomáis una carretera secundaria que os lleva a donde la Cardenal mencionó, cerca de una plaza adornada con un obelisco de metal oxidado, recuerdo de algún hecho histórico o de alguien importante, ahora olvidado.

El refugio era una antigua caseta de hormigón en medio de un parque. García abrió la puerta y bajasteis una estrecha escalera hasta otra puerta, ésta gruesa y pesada.

Dentro había una sala amplia, con un par de silla de aspecto cómodo, un viejo sofá y una mesa.

-Aquí estaremos seguros y más cómodos-dijo la Cardenal a modo de bienvenida.-Entonces, debemos empezar a preparar todo si queremos llegar antes de esa conjunción astral. Lo primero será conseguir que Erick contacte con ese tal Maestro, o cómo se llame.

Juan Manuel de Rosas asintio y mientras el mismo se ponía comodo agrego:

-Muy bien entonces Cardenal,este también sería el momento para ir planificando nuestros proximos pasos,dado que estoy seguro que ese ¨Tremere¨ que menciono Erik querra prepararnos alguna trampa,no descartemos esto ultimo por un segundo,dado que si planifico con tanto detalle para llevar a cabo este ritual,también debió de preveerse para contraarrestar cualquier ataque que pueda surgir para evitar que dicho ritual se logre.

Espero las respuesta de todos.

-¿Y si intentamos atraparlo antes de esa reunión?-pregunté instintivamente.

Nada más salir las palabras de mi boca me arrepentí de haber hablado. Soy sólo una novata, y se veía que de Rosas se manejaba mejor que yo en esos temas. Si hubiera sido mortal, ahora mismo estaría roja como un tomate.

-Bu-bueno... solamente es una idea...-dije llena de vergüenza.

-Sí, ¿por qué no?-dijo la Cardenal.-Podríamos usar a Erick como señuelo... Ahora sólo habría que hacer que consiguiese contactar con el Tremere o con alguien de ese grupo. Habló de un tal Odín, ¿no es cierto? Quizás sea más fácil de encontrar que el mago.

-Yo vi a Vicen y a ese tal Odín hablando en un parque de Usera, hablaban de un cargamento.-Dijo la Ravnos, intentando hacer memoria.-Quizá tenga algo que ver con todo este asunto, no sé, que fuera él el encargado de traer algún material o algo.