Partida Rol por web

En ese momento Erick gira el pomo de la puerta y sale corriendo por el pasillo.

Juan Manuel de Rosas luego de escuchar la pregunta dice:

-No para nada.

Y espero haber el resultado.

¨La Justicia al revés: trampas y traiciones. Así que, joven, tenga cuidado con sus amistades, le pueden jugar una mala pasada¨... otra vez... EEEERIIICK!!!! grito furioso lanzándome en su persecución.

Una pequeña voluta de humo blanco se elevó del papel mientras Erick abría la puerta y empezaba a correr por el pasillo, seguido por Rael.

En ese momento todo se oscureció, sumiendo todo en una sombra espesa como el petróleo. Después, cuando la oscuridad se desvaneció, pudisteis ver a Erick atrapado en uno de los tentáculos de sombras de Antonia.

La Cardenal, con cara de furia y ojos llameantes, cogió un abrecartas en forma de florete y rajó la cara de su presa, que intentaba zafarse en vano. Mojó uno de los papeles de Torres-Agüero con la sangra que chorreaba de la cuchilla y le gritó:

-¡Contesta alimaña!

Torres-Agüero le hizo la misma pregunta que le había hecho a Cortázar y a de Rosas hacía unos instantes. Erick dijo "no".

El papel ardió al contacto con la cerilla, dejando ver una pequeña columna de humo negro.

Mis ojos se abrieron muchísimo al ver el humo negro. El suelo pareció agrietarse bajo mis pies y si no llego a estar fría como un témpano me habría desmayado al instante. No respiro, aunque eso, rodeada de la gente con la que estoy no importa demasiado.

-Eirck...-logro susurrar con la garganta seca.

Luego agacho mi mirada y espero. No soy capaz de hacer ni decir nada.

Juan Manuel de Rosas al ver que la Cardenal sostenía al traidor que ahora sabía que era Erik dijo:

-Bueno,Bueno,ya cayo el telón para ti maldita rata traidora,ahora lo que nos queda por hacer es hacerte un intenso y completo interrogatorio,y que nos cuentes de cabo a rabo que tanto hablaste con el Tremere que mi futuro Ghoul menciono.

Se acerco a la Cardenal y le dijo al oído:

-Aun no le mate, necesitamos sacarle toda la información posible antes que eso suceda,por favor Cardenal,tengo planes para el.

Espero la respuesta de la Cardenal

La cara de Antonia estaba desfigurada en una mueca de ira. Nuca la habías visto así.

-No se preocupe, a éste lo estrujaremos como a una naranja hasta sacarle todo el jugo.

-¡Ya veréis cuando Él llegue!-dijo, con los ojos a punto de salírsele de las órbitas.

Su rostro se había transformado en la cara de un demente, con los ojos iluminados por algún tipo de fanatismo y las mejillas perfiladas por un sudor frío que corría hasta su cuello.

-Vosotros no entendéis nada, no veis su Grandeza, su Poder...

Ya me estaba cansando de tanta metáfora y tanta frase a medias. Faltaba poco para el amanecer, y no teníamos mucho más que cuando empezó al noche.

-Pues ilústranos, oh gran pozo de sabiduría-dije con sarcasmo.

De todas las traiciones esperables, esta era la peor. Con toda tu historia, CÓMO HAS PODIDO !!!. Hazto seguido, miro aún furioso a Kashya: Y tú, ¿qué sabes de todo esto?. Recuperando un poco la compostura, digo ates de dejar hablar a Kashya: Deberíamos terminar todos con el ritual antes de irnos.

Miro enojada a Rael.

-¿Qué que se? ¡¡¡Yo no sé nada!!! ¡¡¡Maldita sea!!! Si yo misma le he acusado-digo con un deje de dolor en mi voz.

Miro los ojos dementes de Erick y aparto rápidamente mi mirada hacia el suelo. No soy capaz de enfrentar mi mirada a la suya.

-¡¿Ella?! ¡Ja! Ella no es merecedora de Él, de Su grandeza.-dijo Erick con ojos vidriosos, enfermizos. No parecía el mismo.

Torres-Agüero, con su cara inmutable, le dijo a Kashya:

-Será mejor continuar, como bien ha dicho él. ¿Seguimos con usted y así despejamos dudas?

Kashya miró con ojos húmedos a su sire, a su traición y a su locura. Mientras Antonia anunció que teníais que terminar rápidamente y abandonar este sitio: quizá Erick reveló el escondite del Sabbat y ahora estaban en peligro. La parroquia ya no era segura.

Asiento y me acerco decidida. MAcho el papel con mi roja sangre y espero a que me realicen la pregunta. 

El semblante severo del Tzimisce mira a la joven Kashya  los ojos a la vez que repite la frase, convertida en fatídica esa misma noche:

-¿Ha perjudicado o traicionado de algún modo, ya sea por acción o inacción, de forma consciente al Sabbat?

-No-digo con tono serio y cortante.

Una pequeña nube de humo blanco se elevó hasta el techo.

-¿Quién quiere ser el siguiente?-preguntó.

Mientras, Erick se retorcía entre los tentáculos de Antonia, gimoteando y gruñendo.

Yo mismo 

Dije mientras daba un paso al frente y contestando raudo en cuando me hicieron la pregunta

No Dije de manera casi protocolaria

tras eso deje paso al siguiente 

Otra voluta de humo blanco subió al techo. Ayelen se acercó y repitió el proceso, diciendo "no" a la pregunta y observando otra vez el humo blanco. Lo mismo ocurrió con Amely: humo blanco.

Sólo faltaba Rael. Torres-Agüero cogió otro de esos extraños papeles y se lo tendió.

Con uno de mis colmillos perforo la fría y dura piel de mi dedo anular manchando el papel de mi sangre: No - digo de forma seca lanzando el papel a la llama.