Partida Rol por web

La sala es una estancia que se usa muy poco en el hospital, sin embargo, está limpia y cuidada, las sillas no son todo lo cómodas que desearían vuestros personajes pero tampoco son una piedra picuda.

El proyector se encuentra en mitad de la sala, es un Pathé de 9,5 mm, está fabricado en metal lacado en negro, las piezas móviles del proyector están fabricadas en metal plateado confiriéndole un aspecto caro y preciso.

En el proyector hay una placa de metal con el nombre de la marca PATHÉ, la película para la que está diseñado (9.5 mm) y datos sobre la conexión a la red impresos en color negro. El rollo de película va en una funda de metal con la inscripción PATHÉ BABY. En la película hay una etiqueta mecanografiada con los títulos HEUREUX D’ETRE.

Vamos a ver como se encendía esta cosa, normalmente de esto se encarga nuestro celador Michael pero hoy no está.

Pongo la cinta en el proyector como puedo.

Al terminar la película.

¿Doctor es ese el individuo que contacto con usted?

Y créanme cuando le digo que esa cosa de la camilla, fue difícil de abatir, arremetía como un toro cargando y destruyendo todo a su paso. Tuvimos que matarlo dos veces y aun así se volvía a levantar.

Toso y me recoloco el cuello de la camisa, se nota que lo que digo no me agrada nada.

Sin la rápida actuación de un compañero, que se le ocurrió desmembrarle, no sé cuántas veces más tendríamos que haberlo matado y lo más asqueroso es que todavía se movía aun mutilado.

Axwell escuchó aquel relato de la hermana de la señorita Barnes.
Sin duda lo que el doctor contaba no tenía ningún sentido. Así que esas cartas sólo podían ser producto de una persona sin cordura.

Axwell no dijo nada, pues pronto el señor Waite propuso ver una película de no se que cosa.
Se encogió de hombros, si algo le gustaba era el cine, así que fue a esa sala de proyecciones sin rechistar, aunque en el fondo el giro absurdamente paranoico que estaba tomando la situación le molestaba.
Miró la película, sin duda el maquillaje era muy bueno. Debería de tratarse de algún maquillador que trabajara en Hollywood, pues uno normal no podría conseguir ese nivel de realismo.

Cuando el corto se terminó, el señor Waite comenzó a hablar sandeces como que habían matado a esa cosa de la película y se había vuelto a levantar.
Esto es una broma, ¿no? Pues no esperarán que me crea toda esa historia de muertos que caminan y se levantan una y otra vez... dijo indignado. Se habían librado por fin del infame Montana y ahora empezaba la gente a delirar... no estaba de suerte.

Señor valentine, le aseguro que hay cosas en este mundo que no se pueden explicar, yo sólo fui a innsmouth buscando a mi hermana, allí me encontré con una secta de un dios marino, un zombi que tuvimos que dejar sin piernas ni brazos para que dejase de atacarnos, tormentas de nieve repentinas, y dos personas que ahora se baten entre la vida y la muerte o entre la locura y la locura yaciendo en una cama en este mismo hospital.

Puede seguir ignorándolo hasta que lo vea con sus propios ojos, pero cuando lo haga espero una sincera disculpa por su parte. ¿Se cree que esto es una broma de algún tipo? ¿Por qué? ¿Para qué?

A mi ya no me tenéis que vender esto más ¿Cuándo partimos doctor?

La verdad es que las cosas cada vez se estaban haciendo cada vez más desagradablemente extrañas.

¿Hermanas desaparecidas? ¿Gente resucitada de entre los muertos? ¿Sectas de nombres estrafalarios al servicio de oscuros dioses? ¿Monstruos aberrantes que no podían morir?

Durante su estancia en Sudáfrica como como embajador, había sido testigo de perturbadores rituales de diversas tribus indígenas. Sucesos místicos y en apariencia inexplicables. Pero ciertamente, lo que le contaban Barnes, Waite y el Dr Flynn, estaba mucho más allá de lo que su experiencia y percepción del mundo podía asumir sin un deje de incredulidad.

Si no fuera por su completa confianza en la capacidad intelectual y cordura del buen doctor, pensaría que estaba loco de remate, o peor, intentando tomarle el pelo.

No le costó darse cuenta que varios de los presentes se encontraban tan perturbados o incrédulos como él mismo. ¿Acaso lo que narraban era cierto? Sin duda así lo parecía por la contundencia en la que se expresaba la señorita Barnes y aquella estremecedora que acababan de visionar.

Tan solo esperaba que todo aquello fuese una suerte de delirio pasajero y no afectase al buen desenlace de la expedición.

   - Bueno, ejem.- Intercedió en la conversación aclarándose la garganta.- Suponiendo que todo lo que dicen es verdad, no estaría de más añadir al material de la expedición varias cajas con "material contundente" que sirva contra otros... monstruos como los que nos han advertido.-

Iba a proponerlo ahora mismo, después de ver esa cinta me ha venido la imperiosa necesidad de llevarme un arma conmigo a la expedición, si quieren alguna puedo dejárselas a buen precio, a las señoritas sin embargo no las cobraré más que el precio de coste.

Quizás sea prudente no decir estas cosas tan a la ligera señores y señorita, no todo el mundo está familiarizado con estos temas y puede que sean demasiado perturbadores para aquellos que no han visto o vivido lo mismo que otros como yo, el señor Waite o la señorita Barnes.

Dicho esto, también creo que es indispensable prepararse bien, yo fui quien corto las extremidades a esa cosa del vídeo para que no nos pudiera atacar otra vez, también viví impotente como caían en el trance los pacientes presentes en este hospital. Espero poder verlos pronto sanos y cuerdos.

Señor McLane, entiendo su premisa, pero hay algo que me preocupa más, como seguir con vida y para abatir a esa cosa necesitamos descargar el fuego de las armas de tres personas y eso solo para una vez.

Créame si no fuera por la necesitad no revelaría este tipo de datos que podrían volver loco a cualquier persona.

Me giro hacia el doctor.

¿Este hombre es el que contacto con usted?

¿No entiendo a quién te refieres?

El doctor ha dicho que le contacto un hombre que queria resucitar a los muertos, es el mismo.

Hace un año una joven se presentó ante mi en este mismo despacho. 

Me dijo que estaba buscando la forma de devolver a la vida a alguien ya fallecido cuando fue apresada y conducida aquí, después de muchas sesiones logró convencerme de sus premisas, todo era tan real como los presentes en esta habitación. 

La joven, es la hermana de Anne Barnes

Señor Waite creo que no me ha entendido bien, o puede que yo me haya explicado de forma errónea.

La persona que contactó conmigo y a la que financié su expedición fue a la hermana de Anne Barnes, no un hombre, y menos el de la grabación que ha traído.

Tanto la señorita Barnes como el doctor aseguraban que lo que decían era cierto.
Era imposible creerles... pero por ahora debería hacer como que les creía puesto que si no se quedaría sin viaje a China.
Bueno... les daré el beneficio de la duda... supongo que según lo que cuentan yo también quisiera ir armado... dijo finalmente, mirando al señor Flannagan, dando a entender que iba a comprar una de sus armas.

¿Cómo hacemos entonces señores? Digo mirando a Charlie Kane y shelby Flannagan

- Mi interes es puramente académico, señores... -dice prendiéndose la pipa- Todo lo que vaya mas alla de eso, digamos que me es bastante indiferente...

Mañana mismo puedo tener los billetes para el transoceánico para ir rumbo a Londres. Eso si, habrá que madrugar para estar por la tarde en New York y subir a bordo a tiempo. ¿Qué les parece a las 5.00 en la estación central? De allí podemos coger un autobús o un tren a New York.

Entonces mañana partiremos hacia londres, les recomiendo descansar bien hoy.

Charlie se sorprendió de que el Sr Flanagan y el doctor se aprestasen precipitadamente a comenzar a partir hasta inglaterra sin preparación o previsión alguna.

   - Disculpen, pero se están dejando llevar por un arrebato impulsivo.- Interpeló el senador.- Partir mañana para Londres es un ejercicio infructuoso. ¿Se han parado a pensar siquiera en la montaña de trabajo administrativo que supone organizar una expedición como la que vamos a emprender? Aun obviando el papeleo que necesitaremos, hay que organizar y obtener toda clase de permisos, material, equipo, alimentos, planificar trayectos y medios de transporte que necesitaremos para llevar a cabo la hazaña. Todo ello con la más de las sumas discreciones para evitar cualquier intento de terceras personas de adelantarse a nuestra expedición y robarnos el mérito. Y eso solo es el principio.-