Partida Rol por web

Sala Cubierta A.
Esta sala es un almacén lleno de cajas de hierro con herramientas de todo tipo, hierros, maderas, etc.
Además en las estanterías hay todo tipo de herramientas para el bricolaje y la construcción.
Además se encuentran varios cubos y fregonas, junto a productos químicos, destinados a la limpieza de la cubierta.
Pero lo más importante es que este almacén resguarda de la lluvia máquinas para cargar, mover y descargar mercancías, grandes cajas y pales.

Sala Cubierta B.
Esta es una gran sala con cuartos de baños de tamaño medio en cada una de las esquinas. En el centro de ella se encuentra un gran ascensor para cargar materiales que, como es lógico, no funciona ya que no hay electricidad.

Sala cubierta C.

Sala con dos mesas de trabajo en una de las cuales está representadas las rutas que sigue el navío con regularidad. Las estanterías, bastante vacías, tienen material de oficina, folios, bolígrafos, etc.
Además tienen varias cajas amontonadas en el suelo con cosas muy diversas como sábanas, camisetas o latas de conserva.
Por último unas escaleras suben hacia el piso de abajo y las otras descienden al interior del barco.

Sala cubierta D.

Estas son dos salas gemelas donde se guardan docenas de sillas y donde cuelgan unos grandes manteles de unas barras que atraviesan la habitación de un lado a otro a una distancia de algo más de dos metros del suelo.

Tras preparar, lanzar y tensar varias cuerdas que funcionan como acceso al "Oceánide", comenzáis a subir en grupos de tres hombres.

Cuando finalmente todos subís a la cubierta os percatáis de que ninguna luz ilumina el lugar, totalmente cubierto por las sombra de la noche. Apenas podéis ver nada a un metro de vuestra cara por lo que aquellos que tienen linternas en su alijo no tardan en sacarlas e iluminan con ellas el lugar que tienen a su alrededor.

Por pura casualidad habéis subido justo al lado de varios bidones que quedan a vuestra izquierda y a vuestra derecha se apilan pesados depósitos de metal cerrados completamente por férreas cubiertas. Más a la izquierda, atadas con cuerdas, se apilan numerosas cajas de madera y hierro.
Justo frente a vosotros se erige una pared blanca con la pared caída en intervalos por el efecto de la humedad.
Nada, salvo vuestras respiraciones y el oleaje, rompe el silencio que os rodea.

La oscuridad y el silencio reinaban en la cubierta del barco. Jeremy extrajo de su mochila una linterna e iluminó a su alrededor. Había muchas cosas allí, normales en un buque mercante.. pero ni rastro de personas o de lo que podría haber pasado. Estaba claro que fuese lo que fuese.. estaba en el interior del barco.

Western miró a su "jefa" y al otro miembro de su grupo, estaban tan perdidos cómo él.

- ¿Y bien? - masculló

Stone Se acuclilló con un rápido movimiento mientras rebuscaba por su linterna, una vez la localizó la coloco en un lugar facilmente accesible, clavo una rodilla en el suelo y descolgó su llamativo rifle, colocándose en posición de disparo... cubriendo todo el frente con rápidos movimientos guiados desde una enorme mirilla llena de botones y palancas.

-Skar...espero ordenes, me moveré unos metros por detrás por ahora...-susurra mientras sigue peinando el terreno que alcanza a divisar. 

Una vez adentro enciendo mi linterna y desembaino mis espadas, me coloco detras de Stone y me preparo para continuar en cuanto el grupo se movilizara.
Las cosas parecian tranquilas en el barco y todavia no encontrabamos retasos de lo que habia sucedido en el lugar, esperaba poder ver algo que nos diera una pista de lo acontecido.

Si el sargento no está en contra los miembros del equipo Charlie marcharemos hacia la popa del barco -dice Gregor señalando a su izquierda con su escopeta - nos desplazaremos pegados a este lado hasta llegar al final del navío.

El subalterno se coloca junto a sus hombres, Cole y Stone, apuntando con su linterna a la dirección indicada.

En cuanto se sintió firme sobre el errante buque, ajustó los bultos que cargaba en su espalda para preparar su escopeta. Un leve y simple mecanismo retiró el seguro disponiéndola para ser disparada cuando fuera necesario, por lo que apuntaba al suelo mientras se movía como había sido entrenado, pese al riesgo que eso supusiera en una embarcación. Paciente se arrimó a la pared corroída y valoró el próximo paso. Reanimemos a este titán, aunque me arrepienta, así me gusta. El caso, los motores estarán en la popa, ¿vamos? Quedó congelado, inexpresivo mientras esperaba la iniciativa de los equipos.

Una vez en suelo firme, Adriano sujetó firmemente las correas que garantizaban el anclaje de su bolsa de suministros y las armas que llevaba colgando en la espalda. Con un movimiento preciso, sacó su M16 de la mochila y presionó el botón del seguro con el fin de deslizarlo hasta el "modo ráfaga". Conforme el resto de su compañía se iba haciendo hueco en la vasta cubierta de la nave, él se encargaba de echar una ojeada a los alrededores. Demasiado silencio no podía significar nada nuevo.

- Te sigo.- susurró al que habían designado como su superior mientras activaba la frecuencia de visión nocturna.

Una vez en la cubierta, Bolesny afianzó su posición y observó el lugar. Sus gafas de visión nocturna le daban una importante ventaja. Demasiado silencio...Pensó. La máquina debe estar en la popa, cerca del eje de la hélice, pero de nada servirá tomarla si no tenemos antes el puente de mando, que está en el castillo de proa. La situación alta y la enorme cristalera, hacen su posición más facilmente defendible. Además, el camarote del capitán debe estar pegado. Bolesny sacó sus dos enormes cuchillos mariposa. Es hora de ganarse el pan, cabrones.

Con una visión tan reducida dado la falta de luz en el Oceánide decidido que mi grupo no se aleje demasiado sin investigar antes. La habitación que tenemos frente a nosotros es un buen lugar por donde comenzar.

Equipo Delta, busquemos la puerta de esa habitación y veamos que se oculta dentro de ella. Sargento, le informaremos con lo que descubramos -digo refiriéndome en primer lugar a Michael y a Nevebianca y en segundo lugar a McKenzy.

El novato trata de dar un par de pasos, adelantándose para ver algo más lejos con la luz de su linterna, cuando se detiene inesperadamente.

Apunta con el foco de luz al suelo y, tras arrodillarse para ver más de cerca, os dice mientras señala al suelo cerca de sus pues-Creo que esto es sangre.

Finalmente todos estamos en cubierta esperando apiñados las ordenes de los jefes de grupo. Algunos soldados comenzaban adelantarse por su cuenta, como el soldado Paige o algo así, no recuerdo su nombre.

Aquí no se ve un carajo, todo esta demasiado oscuro y no hay nadie a la vista. Esto huele fatal. Me dije mientras tiraba de la escopeta a mi espalda sacándola de la funda y deslizando mis dedos hacia el gatillo preparandome para lo que pudiera pasar.

Permanecí alerta esperando las ordenes del Sargento, pero cuando oí al tal Paige mencionar la palabra "sangre" me acerca hasta su posición -¿Que has visto?

Michael siguió en silencio al diverso y nutrido grupo de soldados que como elefantes despertaban la alerta de aquello que hubiese atacado el barco, mientras que el mismo tan solo se dedicaba a colocar la visión nocturna que pendía de su cabeza, ajustó el sensor y con un sonido particular sus ojos se adaptaron a la oscuridad gracias al milagro de aquel invento tecnológico.-Voilá.-Susurró mientras escrutaba su alrededor con la pistola en la mano diestra, mientras la siniestra se encargaba de organizar las cosas de su equipo, desde el receptor de la radio hasta que la munición se encontrara en su sitio.-Dragonstone...tu mandas.-Le comenta con la voz perdida, a la espera de que aquel mero formalismo despertara la iniciativa en la mente del ¨lider¨ de su pequeño grupo.

-Confirmado... Digo ante la decision de Skar mientras me dirijo hacia la popa del barco. Con mis dos espadas en mano tomo la iniciativa y me voy moviendo hacia la izquierda, bien contra la pared para evitarme cualquier tipo de sorpresas.

La atractiva mujer sujeta en una mano su pistola y en otra la linterna pero no avanza, observando a su alrededor y a sus compañeros.

Después de un rato, viendo a los compañeros que han hablado y a los que se mantienen callados, decide abrir la boca y expresar su opinión -Bueno, y los jefes ¿tienen algo que decir? -pregunta mirando a Adam, a Annabelle y a Clavo.