Partida Rol por web

Pese a que al lanzarse al ataque había prescindido de toda luz y que trataba de taponarse la profunda herida de su costado, la perversa sacerdotisa conocía lo suficientemente bien los recovecos de la caverna como para moverse como si de un autómata se tratara hacia la salida.
En varios momentos Alaina estuvo cerca de atraparla, sobretodo cuando se hubo de detener a abrir la puerta secreta que daba al pasillo principal pero no fue lo suficientemente rápido como para recuperar el terreno que había ganado al escabullirse con varios segundos de distancia.

Lamentablemente para los aventureros, la seguidora del Innombrable les dejó atrás una vez llegó a la calle. Ella y la información que pudiera tener se escaparon. Lo mismo debió pasar con el hombre serpiente que había quedado con vida. Atrás solo dejaron una pesada caja de madera que iban cargando antes de escucharles entrar en el templo.

tras perder un buen rato insistiendo y mirando detalladamente cada detalle alaina tuvo que aceptar que la sacerdotisa había escapado, tras eso su cara mostraba una desesperación y enfado considerable.
Estas asquerosas criaturas son como arena .....cuando creo tenerlas se escurren entre los dedos.
!de verdad es tan difícil vengar la muerte de un amigo!
dijo mirando a ninguna parte.
prometo que de ellos no quedara ni una miserable escama .

Tras eso recuperando la compostura busco el minimo detalle en la zona que le permitiera encontrar nuevamente la pista..........de su presa

El pesado clérigo y el pequeño gnomo son demasiado lentos para dar alcance a la ágil sacerdotisa quien además de llevarles ventaja conoce mucho mejor los intrincados caminos del templo y por nada logra escaparse de ellos. Triste y decepcionado el veterano Zenram se deja caer cuan pesado es en el corredor secreto mientras Alaina investiga inútilmente el paradero de la fugitiva, quien para aquellos momentos debía estar mezclada entre la multitud... Esto es muy extraño, demasiado...

Vamos, es inútil intentar seguirla, mejor vayamos a ver que es lo que traían esos demonios a este lugar maldito.... El clérigo regresa sobre sus pasos y se detiene ante la caja, sin embargo espera a que se a la experta Alaina quien tome la iniciativa de abrir el baúl.

-Bueno, Alaina, puedes considerar...-se detiene un instante para recuperar el aliento- ésta victoria como parte de la venganza.

Lo que dejaron atrás los hombres serpiente llama su atención al instante.

-¿Será ese horrible ídolo? - pregunta el gnomo curioseando alrededor de la caja y examinando ésta gracias bajo la mágica luz del clérigo.

Malevir se queda mirando el final del pasadizo y dice Si volvamos. Vemamos que hay en el arcón de madera que llevaban. Quizas encontremos algo con sentido.  Tras analizar el arcon piensa Que habria dentro para que llevara una cantidad de hombres lagartos para custiodarla. Alaina mira si hay algun tipo de trampa antes.  

La caja no tenía nada de particular. Se trataba de una de esas cajas de madera, sencillas pero resistentes, que se usan comúnmente para guardar objetos, mudanzas, etc. No tenía cerrojo alguno, pero en la tapa había algo bastante interesante:

Cita:

Alaina da su visto bueno para abrir la caja después de revisarla durante un tiempo prudencial. No está protegida con trampas o mecanismos visibles.

Ante la venia de la joven el clérigo se acerca a la caja y sin pensarlo dos veces la abre, después de todo es de los mejor defendidos del grupo, Fharlanghn le protege.... Veamos que hay aquí...

En el interior Zenram descubre seis candelabros de oro (como los que había en la sala del agujero circular en el suelo) y cierto número de ladrillos.

El clérigo observa los candelabros y los ladrillos y no puede evitar pensar que aquello tenia todas las señales de que alguien estaba intentando reconstruir aquel templo, el caso era haber quien y por que?, después de todo era muy extraño que la guardia vigilará la entrada de aquel lugar y no se percatase de lo que las criaturas estaban haciendo en él. Me temo que sus amigos han regresado...

Tras ver como Zenram abre el arcon, Malevir se acerca para mirar si hay algo interesante

-¿Ladrillos? ¿Por qué cargar con ladrillos? - los examina extrañado, prestándoles más atención que al oro. - En cualquier caso, tenemos un remitente y un destinatario. Y un rastro que no debemos dejar que se enfríe. - sonríe de medio lado.

-Bodega... Media ciudad debe de estar comunicada por túneles que van de unas bodegas o sótanos a otros.

Pueden haber estado construyendo en este lugar nuevamente, como sea tienes razón, tenemos un rastro y lo mejor será seguirlo... El paladín une la acción a la palabra y se prepara para marchar, amenos claro que aquel material les recordase algo sobre algún lugar que ellos ya hubiesen visitado...

alaina centro sus esfuerzos en encontrar soluciones.......o en su defecto cosas

Antes de que nadie diga nada Rollo sujeta con firmeza uno de los ladrillos. El agradable gnomo de Colinapartida está extrañado porque los hombres-serpiente decidiesen cargar algo tan pesado que podían conseguir en cualquier otro sitio de la ciudad para sacarlo del templo. Sus sospechas resultan bien fundamentadas cuando descubre que cada ladrillo tiene una pequeña incisión longitudinal. Cuando tira con fuerza el ladrillo se separa en dos mitades cortadas limpiamente. En el centro de cada una de las partes aparece marcado en tinta dorada una replica del extraño símbolo amarillo que adorna el templo maligno.

Por un momento la última hoja del libro de Milos te viene a la cabeza. Había un faro, sí. Había "V"s dibujadas en la hoja, sí. Había flechas apuntando a las distintas partes del faro..., también. ¡Un momento! Hay tantas flechas como ladrillos en la caja. ¿Mera coincidencia?

-¡Mirad! - levanta uno de los medios ladrillo para que se vea claramente el símbolo. - Esos símbolos, el número de ladrillos, la "V" de los guardias... ¡Todo eso está aquí! - saca apresuradamente el libro de Milos de la mochila y lo abre por la página donde está el dibujo del faro. - Tantos ladrillos como puntos señalados por las flechas. - los golpea con su regordete dedo.

-Si son una especie de llave, hemos hecho bien viniendo antes al templo subetrráneo. ¡Carguemos una barca con estopa, ese faro ha de arder hasta los cimientos! - el gnomo, exaltado, parece haber recuperado el ánimo que tanto le faltaba en los últimos días.

Por fin, un pequeño rayo de luz entre toda aquella desesperanza y podredumbre, el gnomo parecía haber dado con una pista que seguir y aún cuando quedaban muchos cabos sueltos el misterio se iba esclareciendo... Pero entonces... A quien demonios sirven esos guardias?, yo creí que eran la guardia de la ciudad, sin embargo es evidente que no es así...

- Esa "V" de su peto tiene que tener alguna relación con la que tiene dibujada el libro. Son iguales. Una V dentro de un círculo- señaló Malevir que sonrió ligeramente cuando Rollo les mostró el libro añadiendo nuevas sendas que investigar-. Y tampoco es que hiciesen muy bien su trabajo. Debían de estar dejando entrar a los hombres serpiente para desmontar su templo. Eso o hay otra salida...

Creo que algo huele a podrido......

-Hagámonos con una barca, ¡de prisa! El hombre serpiente que se escapó dará la alarma y nos será imposible entrar en el faro si les damos tiempo a pedir refuerzos. Saben que tenemos el libro y los bloques. Y, desde luego, nada de descansar. Los asesinos van a hacer cola a la puerta de la posada para apuñalarnos mientras dormimos.

Dicho y hecho, el gnomo refuerza su saco con los blasones de los guardias, carga en él los bloques y echa a correr hacia el puerto.