Partida Rol por web

Detenéis el coche en la dirección indicada. Un barrio obrero con bastante chusma en las calles bajo cubierta de los grandes edificios de viviendas llamados "colmenas". Allí hay de todo, personas con traje, personas con ropa callejera, cromaos, no cromaos... inclusounos chavales juegan al baloncesto con un viejo aro echo con una barrade hierro doblada y encajada en la pared de hormigón.

Las galerías debajo de las colmenas también albergan tiendas donde comprar ropa, comida trans y algo de tecnología para los más viciados. Este barrio no es como las zonas de combate. Aquí no se pasa hambre y miseria, no te pegan dos tiros por tus zapatillas chulas marca Nike. Os sentís como lobos dentro de un corral de ovejas.

Heraclio no bien llegado al barrio checa su implante craneal para asegurar tener acceso independiente a internet segura. 

Quiere saber si alguien monitorea la zona, y enterarse de las noticias locales.   Es mejor si el grupo de cobradores no enfrenta sorpresas en sitio. 

También repasa la localización de las clínicas y salas de urgencia.  Ahí hay parte de su "familia dispersa" y bien podría necesitarlos en caso de una extracción abrupta, y no me refiero a una dental.  ¿O si? 

Pos, ¿quieren que me quede cuidando el auto mientras uds van a la cobradera?  Digo, pa'que no nos dejen en rines nomás.   Tenía puesta un programa de radio, bajito, que tocaba clásico de la preguerra en su tierra.  Una que decía "Ya llegó tu rin cromado..."

Ramona examinó el lugar antes de bajarse del coche. En esos barrios había que andarse con ojo, con precaución. Las noticias estaban llenas de sucesos de atracos: esbirros a sueldo estratégicamente situados detectan a un coche que entra en su zona, lo siguen y rastrean comunicándose por radio, esperan a que se detenga y unos cuantos tipos armados con subfusiles salen de los callejones para dar el palo. Las piezas de algunos modelos se pagan bien en los talleres clandestinos. Te pueden rajar el cuello por unos putos tapacubos. Así es la noche en la ciudad. Esto es NightCity.

Escuchó ofrecerse a Heraclio pero no le dijo nada. Ramona abrió al puerta de su lado y bajó. Otro vistazo a la calle. Nada extraño, nada fuera de lo normal.

Vamos. Es mejor andar rápido dijo mientras localizaba la dirección.  No quería llamar la atención más de la cuenta. Entrar rápido y salir más rápido. Ese era la mejor forma de hacer un trabajo. Al menos el tipo de trabajo que a ella le encargaban.

"Acompáñanos, lo pasaremos bien".

"Hay que cobrar un dinero para Drew. No hay que pegar tiros, pero si hay que hacerlo, ¿quién mejor que tú?"

"Dale, hijo de la gran chingada. Siempre viene bien algo de apoyo pesado"

Mr. Goodnights era fácil de convencer cuando había promesas de tiroteos en ciernes.

Nadie te da su dinero sin protestar. Aunque te lo deba.

Nadie.

Nights anduvo en silencio en el auto, haciendo un inconsciente manspreading, jugueteando con una bala con su diestra, pasándosela entre los dedos del índice al meñique y viceversa. El tic había desaparecido. Temporalmente. El juego con la bala le relajaba los nervios.

Heraclio conducía demasiado tranquilo para su gusto, pero se trataba de no llamar la atención. El barrio no era de los malos, así que salió del coche en silencio, siguiendo a Mona a cuatros pasos por detrás y situándose ligeramente a su izquierda. Tenía el Colt cargado con el silenciador dispuesto. Según caminaba, se fijó en el edificio al que se dirigían. Quería saber si había ruta de escape para el deudor y potencial fiambre.

Chasqueó los dedos para captar la atención de Mona y señaló el primer callejón que rodeaba el edificio, como indicando que iba a rodearlo. Realmente, era de la única que se fiaba si se iba todo a la mierda. Jax tenía las horas contadas si se iniciaba una fiesta de plomo, y Axwell, -Cutie, como él le llamaba-, sería muy bueno con la espada en sus combates falsos, pero en la puta vida real ni el hijo bastardo de Jackie Chan y Zhang Ziyi sobreviviría a un balazo a quemarropa. No, si empezaba una fiesta de plomo, iba a tener que jugar en BEAST MODE para cargarse a todos los hijoputas.

Ramona hizo un barrido con la vista. Localizó el portal. Estaba allí, al fondo. Luego buscó por si había alguien apostado o vigilando: Nadie. Analizó la situación. Había varios comercios y tiendas. Casi toda la gente iba y venía a su rollo, metidos en sus asuntos.  Un grupo de cinco llamaría la atención entre ese bullicio, sería mejor dividirse. 

Escuchó el chasquido de Goodnights, el tarao se movía por la izquierda. Vale. Estaba loco, pero sabía moverse.

—Separémonos un poco — les dijo a los otros. Estaban quietos como estatuas delante del coche. Blanco fácil para cualquiera que estuviese observando.  

—Jax, detrás de mí.—  Contaba con que Heraclio se quedaría en el coche y eso dejaba a Axwell con Goodnights. Lo hizo a posta, Ramona sabía que al tarao no le gustaba el maniquí.

Bueno a ella tampoco... 

Salieron de camino a la dirección y, cosa rara, llegaron al sitio sin problemas. Sería que todo el barrio estaba de fiesta esa noche.

La zona en la que estaba en tal Larson era un sitio que sin llegar a ser de gente adinerada, sí que estaba destinado a gente con un cierto nivel de vida. A Axwell le parecían unos apartamentos andrajosos, dado que había vivido en casas de varios millones de dólares.
Pero daba igual, tenían que entrar y hacer el trabajo sin liarla... aunque algo le decía que eso sería imposible.

La loca cibernética iba en cabeza, lamentable que tuviera que ser ella la portavoz e ir asustando a la gente.
Pero bueno, sí el tipo se asustaba y soltaba la pasta rápido, se ahorrarían unos cuantos balazos.
Axwell llevaba a Lupita bien cargada y Sleiches entre oculta debajo de su gabardina blanca, con botones dorados de un famoso diseñador francés.

Se fijó en las ventanas de los edificios, su distribución para saber si sería fácil saltar a algún sitio seguro, como el edifico contiguo. Así como en las escaleras y ascensor para tener memorizadas todas las posibles salidas.

En lo que iba y venía el departamento de cobros de los Cromaos, Heraclio decidió que no se aburriría, así que sacó algo de la basura electrónica que siempre llevaba consigo en la camioneta y se puso a improvisar algo de equipo.  Algo que los pudiera alivianar en estos momentos, o bueno, en cualquier momento, pues las probabilidades de que shit-hits-the-fan eran asimptóticamente iguales a uno en este day and age. 

Mm, creo que me haré una especie de cámara de visión 360 grados montada en el techo de esta camiona.  Algo que me avise si hay movimientos inusuales en las cercanías.   Y ... le monto un infrarrojo, y algo de lidar y ... 

Empezó a testerear con el equipo, eso si, sin dejar de poner sus dos oclayos a pepenar cualquier movimiento extraño a su alrededor.  A las vivas, pues.

Jax miró a Heraclio encogiéndose de hombros al mismo tiempo que asentía con la cabeza ante su pregunta, como diciendo "no lo sé, no soy el jefe pero ¿quédate?". Luego puso cara de circunstancias mientras sacaba la pistola de su pernera, le quitaba el seguro, y ponía una bala en la recámara. Hizo caso de Ramona uniéndose a ella, pero antes de que se alejaran lo suficiente para no tener que hablar más alto, dijo:

— Recuerden que los muertos no pagan deudas —usó un tono de voz suave, pero con la confianza de quien se sabe capaz. Había estado en muchas negociaciones para Drew, y constantemente se tenía que pelear con mucha gente, verbal y físicamente—. Déjenme el palabrerío a mí cuando encuentren al sujeto.

Las dotes de negociador de Jax eran bien conocidas. Sabía cuando ser lisonjero y cuando mostrarse implacable. Incluso habían rumores algo turbios de un par de personas que quisieron joderle y no terminaron del todo bien; pero por lo general él era alguien totalmente razonable y con quien se podía encontrar puntos en común, si se actuaba de buena fe... O de mala fe, pero al menos teniendo la decencia de no convertir la cosa en un insulto.

¿Qué era un insulto para Jax? Ah, eso sólo lo sabía él. Avanzó detrás de Ramona con paso firme pero dejando que la cyborg marcase el camino.

Llegáis al portal. La gente se huele que pasa algo y se aparta de vosotros dejándoos el camino libre. La puerta de aluminio con la firma pintada en espray no ofrece resistencia al primer empujón. 
Ante vosotros se abre un vestíbulo pequeño con las escaleras al lado izquierdo y el ascensor al derecho. Quince pisos son muchos pisos para subir andando, asi que cogéis el ascensor. Puede que no lo parezca, pero quince pisos en un ascensor dan para hablar un rato, o tal vez se hubiera echo más corto el trayecto, pero nadie hablaba. 

Larson estaría en su piso, tocándose los huevos o tal vez meneándosela cuando llegéis. Puede que ni siquera, por la descripción de Drew, os tome en cuenta o tal vez si. Muchos han muerto por subestimar a su objetivo. Tal vez os convierta en un colador antes de llegar a su puerta.

Una voz robóticamente masculina os indica que el ascensor llega al piso quince. Al abrirse las puertas se despliega ante vosotros un pasillo largo, con suelo de cemento pulido y paredes pintadas en blanco que, con el uso y el tiempo, ahora son de un color más cercano al del suelo que al blanco original. 
A ambos lados existe una fila de puertas. La primera a la derecha es la letra A, por lo tanto, la tercera es la de Larson. Solo quince metros separan el ascensor de la puerta del objetivo....

Ves como tus colegas se alejan mientras coges una vieja cámara que tenías por ahí guardada. Era una opción que hacía tiempo querías instalar en alguno de tus vehículos, para controlar la calle y eso podía trasladarse al centro, para saber quien iba a hacer la visita del día. Si no era bienvenido, no habría ni que correr la rejilla.

Separas los cables de alimentación con los de visión. Levantas la vista y ves a la gente como les abre paso, nadie les dice nada pues saben que son problemas seguros. Se introducen en el portal con un empujón a la puerta.
Cojes un viejo motor del limpia de un coche para ver como instalarlo en la cámara y hacer que gire esos 360 grados...

A Nights no le molaban los ascensores. Eran, por definición, sitios idóneos para una emboscada. Predecibles en su recorrido -o subían o bajaban-, estrechos por definición y sin mucha opción de escapatoria. Además, se podían tender numerosas trampas a un incauto en un ascensor. Él mismo se había cargado a varios idiotas en un ascensor haciéndose pasar por pizzero. El casco de moto ayudaba, claro. Nunca lo veían venir.

Pensar en aquello le generó una curiosa reacción.

Empezó a reírse.

Solo.

-Ju, ju, ju...-.

Fue una risa breve y algo escalofriante. Que Jax le echase una mirada de soslayo y adoptase una mueca a medio camino entre el disgusto y la incomodidad no contribuyó a aplacar su risilla.

* * * * *

Al salir del ascensor Nights dio un papirotazo en la oreja a Axwell para llamar su atención y señaló el apartamento B. Acto seguido se señaló a sí mismo y luego al propio Axwell para luego golpearse un par de veces el visor del casco. Era obvio que Nights esperaba problemas -siempre los esperaba- y sugería tomar una ruta alternativa.

Uno podía pensar que era mudo, pero el propio Nights tenía una visión más creativa del asunto. Él era el Segador. Silencioso. Invisible. Mortal.

Ramona intuyó las intenciones de Buenasnoches: Entrar por la terraza. Eso le gustaba mucho más que llamar a la puerta. Las puertas son para los carteros. Ellos no venían a traer cartas, tampoco trabajaban para TRIP©¹.  Ellos venían a cobrar a un tipo que no quería pagar, un tipo que seguramente estaba metido en otros líos, que seguramente debía dinero a otros tíos, que seguramente estaría acojonado esperando a que alguien se presentara en su casa para partirle las piernas y los brazos y extraerle todo lo metálico que llevara encima con unos alicates.

Eso si no estaba muerto ya.

Ramona se movió como solo sabia hacerlo: Rápido. Desenfundó su Streemaster personalizada², atrancó la puerta del ascensor, buscó y localizó las escaleras de servicio, se las marcó a a los demás. Había que vigilar esa zona, evitar sorpresas. Si alguien aparecía por aquel pasillo, iba a ser su puto día de mala suerte.

"Dispara primero y pregunta después" era el mejor seguro de vida que puedes comprar en Night City

Todo esto es culpa de Axwell XDDDDDD

Boss, ni letra tienen los pisos? Algo que me haga ubicar qué piso linda con el C?

En este mundo cyberponk no sabemos ni siquiera que le puede pasar hasta al alfabeto, eh... no asumais. Puede ser truco del master, la trama lingüistica se nos enrolla en la lengua como tongtwister.  Lo se. 

Yo os cubro dijo Ramona viendo como nadie movía el culo. Si no se puede acceder por la terraza habrá que entrar por la puerta. Joder, intentar forzarla primero ¿Alguien pilota de cerraduras y sistemas de seguridad? Si no, habrá que echarla abajo. la mercenaria se había situado en la salida del ascensor obstruido y lanzaba vigilantes miradas hacia las escaleras de servicio. 

Venga, coño

Mientras estaban en el ascensor, Axwell aprovechó para contar una anécdota del rodaje de “Lluvia de balas” una película en la que un director coreano había gastado la mayor parte del presupuesto en tiroteos, explosiones y demás efectos especiales.
... y en la escena del ascensor, yo subía a la azotea donde venía a recogerme un helicóptero y unos Ninja saltaron sobre el cableado del ascensor, lo cortaron y tuve que saltar tras reventar la puerta con la shotgun... salió bien a la primera, pero el puto enano quiso repetirla... “falta dramatismo”... joder, la segunda toma... vale... ya me callo... se calló cuando notó el casco de Nights fijo sobre él y a Ramona mirándole de forma homicida. ¡Qué rallaos eran!

Ya en frente de la puerta, no tenían claro si llamar, saltar por los balcones de al lado o qué.
Venga... ya llamo a ver. No creo que dispare contra el primero que llama a la puerta... aunque en “Poisoned Money” el malo... vale, voy. Ocultaos por ahí por si se lía. Axwell abrió un momento la pantalla de su comunicador y puso la cámara para verse y ajustarse el peinado, lo guardó y llamó tan sonriente que sus dientes parecían brillar.
Por supuesto, tenía la mano dentro de la gabardina rozando la empuñadura de su espada.