Partida Rol por web

Viendo que mis compañeros ya se encaminaban a pasar, decidí correr detás de Adeline y Sebastián y dar un gran salto para cruzar al otro lado. Con un poco de suerte, la trampa se podía desactivar desde el otro extremo, por lo que en esos instantes lo más peligroso eran aquellas flechas que nos alcanzarían a todos si no nos movíamos.

Esperaba que Ivette, Yvonne y Edward reaccionasen rápido, pues eran los únicos que se habían quedado atrás.

"Flechas?? Dónde??!!"

Por puro instinto pegó la espalda a la pared de la derecha abrazada a su maletín médico. Fue entonces cuando Michael la besó dejándola mas desorientada todavía, viendo con el corazón en un puño como éste saltaba al otro lado mientras su cuerpo bajaba hacia el suelo quedando acuclillada y conteniendo el aliento.

Las flechas estaban cada vez más cerca y ya no había tiempo de reacción. Lo único que se me ocurrió hacer por inercia y como Yvonne acababa de hacer fue pegarme a la pared, pegando la espalda en ella y notando en mi hombro derecho la placa de la trampa, esperando que no llegara hasta la zona donde me encontraba. — ¡Atrás! — Fue lo que tuve tiempo de gritar.

Para colmo alguno había activado otra trampa, los "agentes" se quejaban de que habíamos ido mucho y que no estábamos entrenados para ello, alguno de los dos hubiera estado ensartado en la primera trampa seguramente, ahora querían saltar para abrir una puerta que ni siquiera sabían si tenia el cerrojo puesto, y para colmo habían activado en algún momento una trampa de flechas, seguramente con el lanzamiento del zapato pero ya estaba todo hecho, tenían que pasar de uno en uno y ya había comenzado Michael, algo muy valiente por los dos agentes de la ley, dejar que los civiles se jueguen la vida, se estaba enfadando y no era por todo lo que ocurría era por que posiblemente Emma la estuviera viendo por la camara y ese tipejo la estaría torturando con ello.

Se agachó al escuchar lo de las flechas y desde su posición buscó a su alrededor algo que resaltara, algo que pudiera ser un mecanismo, resorte, algo...

-Tenemos que avanzar no podemos quedarnos quietos.

Edward se agacha y ve por el rabillo del ojo que Michael pasa por su lado corriendo y saltando para tratar de llegar al otro lado sin embargo la pernera de su pantalón se engancha con uno de los pinchos y el hombre cae al suelo aún dentro de la trampa

Los demás escuchan con claridad que algo grande se acerca rodando por el pasillo y las flechas cada vez están más cerca por lo que Sebastian se dispuso a saltar también sin apenas esperar a que Michael hubiese terminado de hacerlo por lo que tomando impulso

Edward pasa la mano por la hendidura que ante la leve presión se mueve haciendo que parte de la pared de ese lado se desplace,lo justo para que una persona pueda pasar al otro lado donde se ve un pasillo metálico débilmente iluminado

Claramente nos la estábamos jugando, pero es lo que tenía meterse en la boca del lobo. Michael lo intenta, lo logra, bueno casi pues parece haberse quedado enganchado.

Aquel sonido que nos venía encima era cada vez más grande, tal vez había algo más a parte de las fechas. No hay tiempo para pensar, no hay tiempo para hablar. En mi mente ya se había formado la idea, mi cuerpo había comenzado a tomar impuso. Solo quedaba... saltar.

Yvonne, que ya estaba agazapada se aproximó a desenganchar a Michael y luego intentó saltar al otro lado con el impulso de sus piernas flexionadas.

Joder por eso no quería traer a nadie, si la cagábamos era solo nuestras vidas las que se perdían...

- ¡Alto!- digo antes de que nadie más se meta en problemas y señalo a la placa de la pared.- Eso abre un camino que parece más seguro ir yendo. Yo me encargo de él.- digo mientras pillo carrerilla y salto al otro lado para tirar del informático y evitar que la trampa lo aplaste.

Michael casi lo había logrado,tenía el cuerpo fuera pero la pernera de su pantalón seguía enganchada a aquellos enormes pinchos y por más que tiraba no conseguía desengancharse.Oyó un click cuando las planchas llegaron a su sitio,el mismo click que oye Sebastian mientras salta tratando de llegar al otro lado sin embargo no lo consigue al tratar de esquivar el cuerpo de Michael y cae de bruces junto al otro chico,dándole tiempo a incorporarse un poco pero dándose cuenta con horror que no iba a poder salir de allí completamente antes de que las planchas se accionasen de nuevo,cosa que hacen con rapidez.

Sebastian y Michael ven cómo los pinchos se unen de nuevo pero por un momento ellos no sienten nada a pesar de que un líquido caliente salpica sus caras.Luego un dolor tan intenso que ambos empiezan a aullar retirándose de allí como queriendo escapar sin éxito de aquel horror en el que sus cuerpos se acaban de convertir pues ambos acaban de perder una pierna y mientras se arrastran hacia atrás van dejando un reguero de sangre que empapa todo.El dolor es intenso y no pueden dejar de gritar horrorizados

Desde el otro lado los demás ven cómo las planchas se unen y al empezar a separarse todos veis unas masas sanguinolentas pegadas a los pinchos y restos de ropa adheridos mientras los gritos desgarradores de los dos hombres llenan el lugar mientras se apartan de las planchas dejando un charco de sangre ante ellos 

Y al mismo tiempo una puerta se abre junto a Edward permitiendoos salir de allí antes de que las flechas os alcancen

Ya fue tarde el aviso de Edward pues dos de nosotros estaban intentando pasar, pero al menos consiguió que el resto nos detuvieramos cuando estábamos a punto de saltar para salvar nuestras vidas pues las flechas estaban a nada de alcanzarnos. Me paré en seco pero en cambio mi corazón estaba latiendo rápidamente, golpeando con fiereza mi pecho. Uno de los que habían saltado era Sebastian, por lo que su nombre resonó por toda la sala cuando las placas se cerraron. Era imposible tener autocontrol en aquel momento, él es lo más importante que tengo en mi vida, por eso cuando vi lo ocurrido sentí que el mundo se me caía encima.

Rápidamente me moví para agarrar por detrás de la espalda a Sebastian y terminar de arrastrarlo de allí y alejarlo de las placas. Me percato que es en ese momento cuando Edward se cuela por la puerta que dijo que se abría pero yo no podía irme detrás de él. Sebastian no tendría tiempo de esquivar las flechas así que mis reflejos y esfuerzos se centraron en intentarlo arrastrar hacia aquella salida y de no poder, servir de escudo para que las flechas se clavasen en mi y no en él.

Todo se estaba precipitando, ni siquiera había tiempo de pensar, había sido de los pocos reacios a entrar en este lugar y ahora… bueno, ahora ya era tarde.

Mi salto no salió tan bien como había visualizado en mi mente, tropecé con algo, caí de bruces, la adrenalina se disparó por mis venas. Tenía que lograr, tenía que intentar… Aquel click sonó en el mecanismo, en mi cabeza, en ese momento supe que no me iba a dar tiempo de cruzar del todo. Me incorporé a cuatro patas, traté de impulsarme con la pierna derecha que quedó atrás, salvé el cuerpo, salvé la pierna izquierda. Pero mi pierna derecha… El dolor me recorrió entero, indescriptible. No fui ni siquiera consciente de gritar. Las décimas de segundo se me hacían eternas, mientras esperaba que la trampa me liberara, para arrastrándome conseguir liberarme, dejando un rastro de sangre.

Empecé a verlo todo blanco, los oídos me pitaban, la voces de los demás las escuchaba como a cientos de metros.

Ya fue tarde el aviso de Edward pues dos de nosotros estaban intentando pasar, pero al menos consiguió que el resto nos detuvieramos cuando estábamos a punto de saltar para salvar nuestras vidas pues las flechas estaban a nada de alcanzarnos. Me paré en seco pero en cambio mi corazón estaba latiendo rápidamente, golpeando con fiereza mi pecho. Uno de los que habían saltado era Sebastian, por lo que su nombre resonó por toda la sala cuando las placas se cerraron. Era imposible tener autocontrol en aquel momento, él es lo más importante que tengo en mi vida, por eso cuando vi lo ocurrido sentí que el mundo se me caía encima.

Habían pasado al otro lado y ya no había tiempo para cruzarlo. — ¡Sebastian! ¡Aguanta! — gritó con desesperación y esperó que la salida que había hallado Edward los llevara al otro lado para que Yvonne pudiera socorrerlos.

La situación había salido mal. Muy mal. Michael y Sebastian se hallaban aún en el rango de la trampa cuando las planchas se accionaron de nuevo, amputándoles una pierna con una brutalidad pasmosa. Apenas podía creerlo. Les había pedido que saltasen y había provocado que sufriesen aquella amputación. Era por mi culpa. Apenas los conocía, pero no podía evitar sentir cierta empatía por el joven informático ojero.

-¡Aguanta, Michael! ¡Iremos a ayudarte! -le grité, mientras echaba a correr en dirección a la puerta que Edward había logrado abrir, intentando evitar que me alcanzasen las flechas.