Partida Rol por web

Leo era un cabrón rápido. Si quisiera podía salir corriendo tras él para tratar de alcanzarlo, pero estaba seguro de que era una trampa. Lo más probable es que nos hubiera disparado con el fusil con intención de que alguno de nosotros le persiguiera y cayera de lleno en una trampa.

"Ya habrá tiempo de ajustar cuentas" pensé para mis adentros, con dureza, mientras me giraba rápidamente hacia mis dos compañeros. Tanto Edward como Ivette habían sido alcanzados por las balas de Leo. En el caso de mi amigo, en el brazo y la pierna, e Ivette había recibido un disparo en el brazo. Viendo que de los dos Edward parecía ser quien se encontraba más grave, me agaché junto a él y presioné u herida con las manos. "Y ahora ni siquiera tenemos a la doctora..." me dije, pensando en el trágico final que había tenido Yvonne.

-Aguanta, Ed... -le pedí a mi amigo, rasgando la tela de su pantalón para poder examinar su herida. No tenía ni idea de Medicina, por lo que lo único que podía intentar era intentar detener la hemorragia de Edward cuanto antes y después tratar de atender el brazo de Ivette.

Niego con la cabeza a la pregunta de Ivette mientras me vuelvo acercar a ella para consolarla y ayudarla a levantarse, lamentablemente ese cabrón no daba ni un segundo de descanso y apareció por el pasillo disparando un fusil alcanzándonos a los dos.

Notaba la visión borrosa y el dolor tanto en la pierna y el brazo pero todo eso palidecía ante los gritos de Ivette. Cuando escucho a Simon a mi lado me centro en volverme a levantar.

- Estoy bien... atiende a Ivette primero, por favor.- era una obvia mentira, joder podía notar mi vida abandonando mi cuerpo pero aún tenía una misión por delante y otra gente por la que preocuparse.

Parecía que todo volvia a un estado normal, sin trampas, con un poco de respiro antes de volver a comenzar con ese horrible laberinto. Me giré para estar segura de que tanto Edward como Simon estaban bien cuando vi como aparecía por el pasillo Leo con un rifle, balbucee señalándolo para avisar a los otros dos que también lo habían visto pero no pude articular palabra cuando este disparó contra nosotros.

Las balas impactaban en Edward como si estuvieran dirigidas todas hacia el, mi corazón se rompía en pedazos a medida que veía como cada bala impactaba en el, no podía hacer nada, intentó levantarse para embestir contra el psicópata pero este parecía darse cuenta y justo dio con una de sus balas en el brazo que había usado para apoyarme y levantarme. 

Caí al suelo de nuevo, el dolor del impacto de bala no era nada parecido al de la flecha, este quemaba, había sentido como los tendones de su brazo se partían y que la movilidad de este se reducía a causa del dolor y del daño por el impacto en la articulación. Mi grito se escuchó por los pasillos, el dolor, la rabia, la impotencia y las ganas de arrancar del rostro de Leo su sonrisa hicieron que las lágrimas brotasen de nuevo y que se la escuchara por los pasillos.

Buscó con la mirada el maletín de la doctora, estaba dentro del pasillo con Gas y también estaba el cuerpo de Adeline en la puerta de ese pasillo.

Mientras localizaba el maletín escucho como Edward pedía a Simón que la atendiera primero. - Miró a este con cara de pocos amigos. - No seas machito, si te mueres por hacerte el macho, tu hija se queda sin padre y no quiero eso.  También necesitaba ayuda, había vendado su brazo malamente la otra vez pero esta herida era peor y no sabía que hacer, pero seguro que en el maletín había algo útil.

Ivette es frágil en apariencia pero psicológicamente es una chica dura, los trabajos en los bajos fondos la habían hecho ver cosas que no deben verse, y aunque era una mujer de lágrima fácil se sentó para intentar arrancarse una de las mangas de la camisa de Adeline y taponar como puede la herida mientras Simón atiende a Edward.

- Va a sonar muy feo, pero deberíamos ir por el maletín de la doctora, lo feo es que para asegurar que la puerta no se cierra diría de usar el cuerpo de Adeline como tope por si acaso y no quedarse el que vaya por este encerrado de nuevo en ese pasillo con gas. Sabía que era algo horrible lo que proponía pero la humanidad se había acabado hace un rato y solo quedaba la supervivencia.

Miró a ambos hombres esperando alguna respuesta lógica a su desastroso plan.

-De acuerdo, intentaré atender a Ivette -le respondí a mi amigo, intentando aproximarme a la joven ladrona para examinar sus heridas de bala.

Rasgando la ropa de Ivette a la altura del brazo, trato de cubrir su herida con su prenda, intentando hacer un torniquete justo en la zona en la que ha recibido el balazo, para impedir que sangre más de la cuenta. Sé que no será suficiente para detener el sangrado, pero esperaba que al menos sí fuera suficiente para minimizarlo todo lo posible. Ya habría tiempo para extraer después la bala. Necesitábamos instrumental médico para atender las heridas de balas de Edward e Ivette, pero el maletín había quedado en el pasillo, junto al cuerpo sin vida de Yvonne.

-No. Nadie va a volver a por el maletín -afirmé, negándome a la sugerencia de Ivette-. Ya hemos perdido a dos por cruzar ese pasillo. No deberíamos arriesgarnos de nuevo sin saber lo que va a pasar. -Me aproximo a Edward, tratando de ayudarle a levantarse, cargando su brazo sobre mi hombro-. Tenemos que seguir adelante. Si Leo ha salido disparando, puede que no le queden muchas más trampas. Lo principal es encontrar a Emma y matar a ese loco antes de que haga más daño.

Me yergo no sin esfuerzo y apoyo mi espalda contra la pared mientras ya me saco la chaqueta del todo total lo que quedaba de ella ya era ridículo. Rasgo en tiras lo poco que me queda de ella y tapono las heridas de mi pierna y brazo lo mejor que puedo mientras escucho a Ivette y Simon.

- Él único que esta en condiciones de ir a buscar el maletín es Simon y viendo que no le convence mucho adentrarse me parece que lo mejor va ser descartar esa opción.- una vez termino me levanto y tanteo la pierna. Aún me duele pero puedo moverme bastante bien y probablemente hasta correr si se da la situación. Por lo que saco la pistola y me dispongo a continuar nuestro camino.- Sera mejor ir avanzando.

Comenzáis a caminar y Shadow vuelve a aparecer por la esquina dispuesto a dispararos de nuevo con una sonrisa sardónica adornando su enloquecido rostro

-"¿Aún vives?"-ríe mirando a Edward preparando otra ráfaga

Ahí estaba otra vez. Shadow. El psicópata que había asesinado a mi esaposa y a tantas otras personas, y que había provocado las muertes de Adeline e Yvonne. Pero si de mí dependía, aquel hombre no haría daño a nadie más y menos aún a mi mejor amigo.

-¡No saldrás vivo de este búnker, Shadow! -le grité a Leo, tomando mi pistola y disparando en su dirección, con intención de impedir que pudiese disparar contra Edward e Ivette.

Apenas doy un paso y vuelve aparecer ese cabrón, ni me molesto en hablar y simplemente levanto el brazo y empiezo a disparar contra él, sinceramente ni me quedaban fuerzas para intentar apartarme y además detrás de mí había gente demasiado importante como para dejar que recibiesen los tiros por mí así que simplemente me mantengo en el sitio vaciando el cargardor...

Habían vuelto a tener de nuevo un respiro entre todo eso, ya casi con las heridas más o menos tapadas a base de rasgar las ropas comenzamos a caminar por donde había huido ese monstruo y para nuestra sorpresa estaba aún allí, o le quedaban pocos recursos o ya no sabía como acabar con nosotros. Parecía que iba a volver a disparar, algo que hizo que Ivette buscara una cobertura lo más rápido que pudo mientras los chicos comenzaron a disparar contra el.

Llevaba su navaja aún en el bolsillo la recordó al sentirla cuando golpeo su muslo contra la pared al esconderse. Desde su posición intentó ver si Leo llevaba algo inusual en su ropa. - Cuidado!

Ivette observa las ropas del hombre mas no ve nada inusual y justo antes de que él dispare ella se mueve colocándose detrás de los dos hombres,la única cobertura del lugar y aunque Simon y Edward disparan el asesino es más rápido que ellos y otra ráfaga sale de aquel arma infernal mientras él ríe a gritos como el psicópata que es

-"OH SÍI,MAMAITA SE VA A REUNIR PRONTO CON SU HIJITAAAAA"-dice antes de que la bala de Simon le impacte en el hombro y su grito cambie por uno de dolor-"JODER,SERÁS HIJO DE PUTA,MALDITO POLICÍA CABRÓN"-

Podía notar otra bala que me había atravesado la piel pero el dolor era ya algo secundario, estaba viviendo segundos prestados pero joder si pensaba hacer que contasen. Hago el mayor esfuerzo en avanzar y volver a levantar el arma.

- No lo entiendes, ¿verdad? - fuerzo una mueca amenazadora e incluso irónica.- Me has envenenado, agujereado y disparado y aquí sigo. No debería ser posible a no ser que esto no fuese real, ¿verdad?- una mentira de lo más obvia pero esperaba que mi falsa seguridad y mi indiferencia a estar desangrándome le diese mucho más peso a mi amenaza.- Él único que va morir aquí eres tú, payaso.- acto seguido aprieto el gatillo.

Los tres habíamos sido alcanzados alcanzados por una nueva ráfaga de disparos. Ignoraba si íbamos a morir, pero al igual que Edward estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias y acabar con Leo aunque fuera lo último que hiciera en la vida. Aquel asesino ya había recibido un disparo en el hombro, aunque eso no sería suficiente para pararlo.

-Ese ha sido por Anna -dije, con desprecio, señalando al hombro de aquel psicópata-. Este será por la doctora...

Sin más, volví a apretar el gatillo, apuntando al pecho de Leo, con intención de infligirle un disparo mortal.

Colocándome tras los chicos para evitar entorpecerles en el intercambio de disparos siento como una de las balas que iba perdida impacta contra mi, no sé si esta también me ha atravesado pero la duda no impide que un pequeño grito de un nuevo dolor se escuche por los pasillos. 

Leo disfruta y se ríe por ello, incluso llega a meter a su hija en ello, pero la diversión le dura poco al recibir un impacto por el arma de Simón, tal y como había sonado dispararía contra este seguramente ahora, así que buscando algo más de protección, busca algo que pueda usar, algún mecanismo que active alguna trampa donde este el psicópata o algo que poder usar contra el, seguramente si estuvieran en condiciones podrían con el pero estábamos bastante heridos y ellos aún más como para no salir todos vivos de este encuentro. 

Se puso la mano en el oído para que Leo viera que lo hacía como si tuviera algún aparato en este y asintió, había jugado a las  mentiras muchas veces y en muchas ocasiones le había sacado del apuro, labia y cuerpo decían, y así era como sacaba las cosas, así que por que no probar si esta vez funcionaba. -Han encontrado otra entrada y tienen a Emma, salgamos de aquí.

Los dos disparos impactan con intervalo de un segundo en el cuerpo del hombre que cae hacia atrás quedándose apoyado en la pared y sangrando por el pecho.Una risa entremezclada con un gorgoteo sangriento espacapa por su boca.Aún mantiene el arma sujeta sin embargo saca una pistola y apunta sin dejar de sonreír

-"TU HIJA YA ES MÍA PERO VOY A DEJAR QUE AMBAS OS REUNÁIS"-dice mientras la mujer cae hacia atrás con un disparo en el pecho y él se ríe con ganas-"¡NUNCA ME ATRAPARÉIS,YO SOY INMORTAL!"-

Dos tiros en el pecho y el cabrón no caía. Encima cuando parece que ya no se puede mover saca otra arma y vuelve a disparar, en un principio creo que falla hasta que escucho como un cuerpo cayendo al suelo. Durante un segundo que se alarga una eternidad me giro y veo  Ivette en el suelo. Y algo en mí explota, toda la rabia contenida y el malestar que llevaba dentro sale acompañado de un grito desgarrador mientras sigo avanzando hacia ese hijo de puta sin parar de apretar el gatillo vaciando todo el cargador.

No podía dar crédito. Leo había recibido un disparo en el hombro y dos en el pecho y, sin embargo, no se dignaba a morir. Era duro, sin duda. Era un cabrón muy duro, aunque al menos ahora parecía muy malherido, viéndose obligado a tomar su pistola como probable último recurso y disparar en nuestra dirección, a Ivette. La ladrona había caído con un disparo en el pecho, pero no era el momento de comprobar su estado. Si no matábamos ahora a Leo, no sólo moriríamos los tres, sino también la pequeña Emma.

-No eres inmortal... -dije, más tratando de autoconvencerme de que podíamos matarlo que otra cosa. Sentía mucha rabia de pensar que tal vez Ivette estuviera muerta y que Emma pudiese crecer sin madre-. Mírate, ¡estás sangrando como un cerdo!

Uniéndome a los disparos de Edward, disparé de nuevo a Leo, aunque esta vez apunté a la mano en la que sostenía la pistola para intentar hacérsela caer.

La rabia de ambos hombres parece divertir al psicópata que se ríe al ver caer a Ivette y avanzar como un loco a Edward mientras dispara sin cesar.La sangre empieza a chorrear por la boca del hombre y por su pecho ante los balazos del investigador aunque su sonrisa no se borra de su rostro.El último disparo que suena es el de Simon apuntando a la mano del hombre sin embargo éste yace ya sin vida y sus manos caen lacias en el suelo.Sus ojos aún miran a Edward divertidos y a pesar de la sangre que baña sus rostro y su cuerpo su sonrisa no se ha borrado en ningún momento.Pero lo han conseguido,Shadow está muerto y al alzar la mirada Edward ve a la derecha una puerta metálica

Había perdido la consciencia por un momento a causa del impacto de la bala en el pecho, los disparos retumbaban en sus oídos para cuando abrió los ojos, un grito de agónico brotó de su garganta o lo que pareció desesperado, giró en el suelo para apoyarse en la pared y mirar lo que había ocurrido. Estaba muerte y no pudo evitar sonreír mientras taponaba la herida del pecho con su mano. - Emma, busca a Emma, miraba a los dos pero las palabras eran para Edward, no iba a moverse de allí, ya no podía, con suerte estarían Sebastian y Michael por ese pasillo y salvarían a tres o esperaba salvar a tres y no haber perdido a su pequeña.

Sin más, con la navaja rasgó un trozo de pantalón y taponó la herida con la tela, seguramente no era lo más higiénico en ese momento pero era mejor que desangrarse. No sabía si la bala la había atravesado así que como pudo intento calcular donde estaría el orificio de salida y palpar si había o no.

-Lo logramos... -murmuré, al ver que Shadow había terminado cayendo sin un hálito de vida en su cuerpo.

Lo habíamos conseguido. Aquel psicópata estaba muerto y, con él, la muerte de Anna quedaba vengada, así como la de tantos otros que habían perecido por su culpa: Yvonne, Adeline, Sebastian, puede que incluso hubiera matado a Michael, su propio hermano.

-Esa puerta, Ed -dije, señalando a la puerta metálica que se encontraba a nuestra derecha-. Si Leo se vio forzado a salir para enfrentarnos, puede que Emma no esté muy lejos. -Me volví hacia Ivette, sabiendo que era la que se hallaba más grave de lo tres y la ayudé a taponar su herida con ambas manos-. Aguanta...