Partida Rol por web

Les habéis oído entrar pero al parecer se han detenido por lo que tras un minuto esperando que vengan...

Viendo que no llegan Yvonne mira a Simon apenada. - Creo que me necesitan. Y yo aquí esperando... - se llevó una mano a la frente desesperada por ser tan incosciente y sin esperar respuesta dió marcha atrás. Seguramente más de uno precisara atención medica así que aceleró el paso.
 

-Volvamos -indiqué a Yvonne, en tono seco, mientras retrocedía por donde habíamos venido.

Marchaba delante, con la pistola en la mano, apuntando con ella hacia delante, por si quien nos había seguido era Leo y no nuestros compañeros. Si en efecto nuestros compañeros habían conseguido entrar en aquel pasadizo, lo más lógico era que nos reuniéramos y continuáramos todos juntos hasta donde pudiéramos.

-Espero que estén bien... -murmuré, recordando que la última vez que había visto a Ed se disponía a ir en ayuda de Michael y Sebastian.

El grito de Adeline resuena por el pasadizo haciendo que Ivonne y Simon apresuren el paso pensando que puede haberle sucedido algo aunque al girar el recodo que habían dejado atrás y que conectaba con el inicio del pasillo por el que habían entrado ven a Ivette vendándose un brazo y un par de flechas ensangrentadas junto a ella y Edward.El investigador está arrodillado ante Adeline que se sujeta una pierna mientras trata de acallar su llanto y unas gruesas lágrimas debidas al dolor resbalan por sus mejillas.Edward deja caer otra flecha al suelo y se dispone a vendar la pierna de la psicóloga cuando Ivonne y Simon aparecen corriendo,él con la pistola en alto por si tiene que disparar

Yvonne apresuró el paso y llegó con cierta falta de resuello - Este camino no...lleva...al otro....lado - buscó desesperada la mirada de Adeline mientras se agachaba a su lado sabiendo lo que significaba para ambas aquello. Significaba que tanto Sebastian como Michael se habian quedado al otro lado, posiblemente desangrandose.

Luego sus ojos viajaron más allá de donde estaban su amiga, Edward e Ivette para valorar si habia opción de volver - Si quieres puedo terminar de vendarla - se ofreció con timidez, pues aún se sentia mal por haberlos dejado atrás, pero su corazón la habia obligado a intentar llegar a Michael antes que nada. Esa herida no tenia buen pronóstico y no tenia a nadie que lo ayudara. Sus ojos comenzaron a empañarse al ponerse en lo peor, pero intentó contener las lágrimas.

Al regresar con el resto del grupo, advierto que no están todos y que nuestros compañeros se encuentran heridos, tras haber sido alcanzados por las flechas de aquella maldita trampa. Habíamos hecho bien en regresar, pues en esos instantes Adeline e Ivette necesitan de sus cuidados.

-¿Dónde están los demás? -me acerqué a Edward, preocupado. Pese a que me alegraba de ver que mi amigo seguía vivo, mi mayor preocupación en esos momentos era Michael. El informático no se encontraba en buen estado la última vez que le había visto, y él más que nadie necesitaba asistencia médica-. ¿Y Michael...?

El grito era esperable y no por ello pare de sacar la flecha, al fin y al cabo parar ahora solo complicaría más las cosas. En cuanto la saco del todo la dejo caer al suelo y rápidamente tapono la herida con las gasas y vendas que quedaban. En ese momento llegan Simon e Ivonne. Al parecer solo habían ido a comprobar donde conectaba este pasillo y al darse cuenta de nuestra presencia habían vuelto.

- Adelante, al fin y al cabo la experta eres tú.- le digo con tono neutro mientras le dejo espacio aunque mantengo la presión en la herida hasta que me sustituye. Ya de pie escucho la pregunta de Simon y niego con la cabeza.- No pudimos hacer nada, cayó una pared de cristal y justo después entro ese cabrón por la puerta del fondo. Se ha llevado tanto a Michael como a Sebastian.- me cayo algunos comentarios sobre que precisamente por situaciones así deberíamos haber venido solo nosotros dos, solo nos haría discutir y no era ni por asomo productivo. Sin embargo había otra cosa que me estaba rondando por la cabeza desde que todo se había vuelto a torcer.- Adeline, ¿hay alguna posibilidad de que sigamos en su cabeza y simplemente estemos soñando que hemos despertado? Supongo que es una locura pero todo está ocurriendo en perfecta sincronía para que no tenga ningún problema. Solo un guardia vigilando, nadie del laboratorio le ve salir ni da la alarma, luego no solo tiene instaladas trampas sino que una pantalla de cristal para que veamos perfectamente como se lleva a dos personas sin el menor esfuerzo...  

Intentó controlar el temblor de sus manos mientras realizaba el vendaje al escuchar al policia. Apretó los labios para no gritar de rabia y frustración. Aquel hijo puta se los habia llevado. Un pensamiento se coló en su cabeza proporcionandole algo de paz. Ahora estaban con él, y seguramente, por muy cabrón y sádico que fuera no mataria a su propio hermano. Y tampoco dejaria que se desangrara.

Miró a Adeline esperando su respuesta a la pregunta del policia, mientras ella misma rumiaba si era factible esa posibilidad.

No era precisamente pequeño el sufrimiento que estaba que me estaba recorriendo todo el cuerpo debido a la intensidad del dolor. Era consciente de que Edward estaba haciendo lo mejor que podía para ayudarme pero no podía evitar que mis gritos alertasen a Simon e Yvonne.

Al menos lo peor había pasado, solo había que esperar que la hemorragia cesara. Igualmente aquella herida no era lo que más me dolía sino la ausencia Sebastián...la razón de ella. Recordar que su pierna había sido amputada y que desangrándose aquél bastardo se lo había llevado me rompía el alma. Por eso comprendí perfectamente la mirada que mi amiga me dedicó, igual que entendía el temblor de sus manos. No podía mentirme a mí ni a ella, no sobrevivirían mucho tiempo. Quién sabía si ya estaban muertos. Dejé escapar un gemido lastimero, preludio de un sollozo que no logré controlar.

- Perdonadme - musité antes poder controlar aquella tristeza hecha lágrimas. - Nos ha hecho creer que habíamos despertado... Recordarlo...Ni Yvonne ni yo presionamos el implante que nos llevaría al otro lado. Lo hablamos y decidimos no hacerlo para así buscar la manera de indagar en su mente y encontrar a Emma.

La situación no hacía sino empeorar. Habíamos perdido a Michael y a Sebastián y, a juzgar por las palabras de Adeline, aún continuábamos dentro de la mente de Leo, aunque al menos ahora nos hallábamos en el interior de aquel búnker en el que aparentemente podía encontrarse Emma.

-Si seguimos estando en la mente de Leo, entonces si encontramos a Emma, tampoco ella será real. Solo un reflejo de su subconsciente, ¿no? -le pregunté a Adeline, quien era la experta y quien mejor podía conocer cómo funcionaba la mente de aquel asesino.

Simon e Yvonne habían llegado , todo fue un caos en su mente, palabras por un lado palabras por otro ella solo pensaba en que Emma estaba con un tipo así mientras se vendaba el brazo, no quería imaginarse lo que podía estar haciendo con su hija.

Lo único que hizo que saliera de su shock fueron las palabras de Adeline, ¿seguían en la mente de Leo?, ¿eso no podían haberlo dicho antes?, no es posible, el tipo supuestamente está muerto, o eso dijeron, y si está muerto como es posbile que supiera que tipo de laboratorio era donde le habían llevado, o sí podia ser, ¿había trabajado con Yvonne?, todo era muy lioso así que optó por lo facil preguntar. - Si aún estamos en su mente por qué habéis tardado tanto en decirlo?

— Estoy tan confundida como vosotros, no estoy dando ninguna seguridad. Entre Yvonne y yo os explicamos como funcionaba el implante y entre todos se decidió no salir para encontrar pistas que nos llevaran hacia ella. Espero que eso lo recordéis— digo entre dientes pues el dolor seguía siendo intenso y quise ser clara porque la decisión de seguir dentro fue decisión de todos. — Eso no lo tengo tan claro, Simon. Porque puede que en la mente de Leo represente el estado de Emma tal como es o no. 

Con su ayuda me puse en pie, no podía seguir haciendo perder un tiempo valioso que podía pagarse con la pérdida de Sebastian, Michael y Emma. — Cuando "despertamos" en el laboratorio, de veras pensaba que habíamos despertado, porque todo estaba tal como lo recordaba y vimos a quienes habían fallecido...y ahora lo dudo después de escuchar a Edward relatar por todo lo que hemos estado pasando desde que salimos de allí. No tiene sentido, cuesta creer que haya instalado estas trampas sacadas de una maldita película de Indiana Jones — dije cansada y frustrada porque aunque el programa lo había creado junto a mi amiga, Leo había sabido tomar el control usando su demencia. Una vez en pie buscando el apoyo de alguien presioné el implante sin previo aviso. Era la única forma de comprobar al cien por cien si aquello era real o no, y si el despertaba ya se me las apañaría para ayudarles desde fuera o morir en el intento. 

La medico veia la desesperación en los ojos de todo, pero sobre todo, el deseo porque aquella idea fuera real. Que siguieran en la mente del asesino significaria que nadie estaria herido realmente y que Michael y Sebastian no habrian perdido una pierna.

Cerró los ojos con fuerza al evocar aquella terrible imagen pero volvió a abrirlos para coger la cara de Adeline entre sus manos. - Cielo. Estamos en el mundo real. Acuerdate de nuestros asistentes, los que monitorizaban nuestras constantes vitales. Ellos tuvieron tiempo de sacarme a mi, y luego fui yo quien os despertó a todos - sus ojos tristes sondeaban la respuesta de su amiga mientras con  el pulgar acariciaba su mejilla. Luego la soltó para incorporarse lentamente

- Venga, tenemos que seguir adelante -

Mientras Ivonne tomaba entre sus manos la cara de la psicóloga ésta apretó el pequeño implante que aún estaba bajo su piel....y no sucedió nada.Todo siguió tal y como estaba,nada cambió,su pierna seguía estando tan herida como unos segundos antes y Sebastian no estaba allí sino en las garras de aquel psicópata por lo que finalmente aquello no era la mente de Leo sino la cruda realidad

De repente la puerta que da al pasillo por el que habéis venido y por donde se han llevado a los dos hombres se cierra.Veis que se trata de una puerta blindada sin ninguna manilla ni cerradura y que parece haberse cerrado de manera hermética.Al mismo tiempo oís un suave chasquido que proviene del techo y al mirar hacia arriba veis que se han abierto unos pequeños agujeros por los que empieza a escapar una especie de gas.Los agujeros se distribuyen a lo largo de todo el pasillo hasta donde alcanzan vuestros ojos

- ¡Agachaos! - gritó mientras con su mano empujaba el hombro de su amiga hacia abajo, siguiendo ella la misma trayectoria.

Se cubrió el rostro con el jersey que llevaba mientras instaba a los demás a hacer lo mismo y agazapada como estaba intentaba avanzar para el único camino disponible. El corazón le latia desaforadamente y en su mente solo podia rogar que aquel gas no fuera letal y que pudieran paliar sus efectos con un simple trozo de tela como barrera.

Escucho la conversación entre las mujeres y me doy cuenta de mi error. Le estaba dando falsas esperanzas y nada más lejos de mi intención. Lo que realmente quería saber es sí teníamos algo que hacer contra él o seguíamos teniendo que intentar encontrar su subconsciente, al fin y al cabo cualquier herida que teníamos en los sueños si nos la creíamos pasaba de verdad y todos nos habíamos creído el efecto de la trampa así que no había vuelta atrás.

Antes de que pueda aclarar el malentendido un gas empieza a extenderse por los pasillos teniendo además el camino anterior completamente sellado por lo que solo nos queda una dirección en la que huir. Sin decir nada ayudo a la doctora a cargar con la psicóloga mientras me tapo la boca con la manga de mi chaqueta.

Yvonne había convencido a Adeline de que sus esperanzas de que aún estuviéramos en la mente de Leo eran en vano. Pese a la aparatosidad y el sadismo de aquellas trampas, ese búnker no podía estar en la mente de Leo. Ese búnker era real y Emma tenía que encontrarse en algún lugar, escondida.

Cuando el gas comienza a salir por los agujeros, me cubro la boca con la manga de la camisa y echo a correr a toda prisa junto a mis compañeros, tratando de alejarme todo lo posible del gas.

La posibilidad de que todo formara parte de la mente de Leo me dio esperanzas, por lo que dejé atrás el sentido común, echando por tierra mis estudios y mi profesionalidad para abrazarme a mi deseo personal pero Yvonne me devolvió a la cruda realidad. Ya no me sentía en absoluto útil para ellos si no era capaz de controlar mis emociones, la entereza la había perdido en el momento en que vi como Sebastian perdía la pierna y era capturado por Leo.

Bajé la mirada aún con las lágrimas corriéndome las mejillas después de haberla escuchado. Lo recordaba, esos recuerdos habían quedado sepultados bajo una gruesa capa de negación. De pronto Yvonne alza la voz para pedirnos que nos agachemos y eso hago antes de escuchar aquel terrible silbido. Gas. Me tapé la nariz con el bajo de la camisa y corro como puedo junto a los demás.

Parecía que teníamos un momento de calma en aquel pasillo aparentemente seguro, estábamos de nuevo reunidos y auxiliando entre todos. Pero fue pensarlo cuando la puerta por donde habían entrado se cerró dejándolos encerrados sin poderla usar como salida, del techo comenzó a salir gas, podía ser cualquier tipo de gas, para dormirlos o matarlos, seguramente el primero pues dudaba que el psicópata al que perseguían perdiera la oportunidad de torturarlos un poco.

La doctora alarmó con que se agacharan cosa que no le había hecho falta pero se agradecía, se puso de cuclillas  y tapó su rostro dejando solo los ojos al descubierto con la camisa. 

Sin más comenzó a correr tras los demás, mientras corría, miraba a ambos lados del pasillo por si veía alguna cosa que le indicara que fuera otra trampa o una salida. - Tened cuidado puede haber más trampas.