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The Dragon Gate: El esperado encuentro

El inicio de otra nueva aventura - Escena II

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30/07/2012, 12:03
Gruntah

Gruntah no había conseguido dormir plácidamente desde que se habían decidido a montar turnos. Como era el responsable de crear las guardas protectoras en torno al campamento, y siempre acababa algo cansado, era el último en montar guardia. Pero desde que se había tumbado en la hierba del suelo, su sueño había sido intranquilo. En él, figuras sombrías le perseguían por una llanura blanca como la nieve, y por más que él corría, las sombras corrían más y más rápido. Cuando se despertaba sobresaltado, y veía cómo sus compañeros aún mantenían la guardia, una sensación extraña le sobrevolaba la conciencia, como si hubiera olvidado algo. Algo importante.

Una voz humana le despertó de nuevo, y pensó que sólo habían pasado unos pocos segundos desde la última vez que había cerrado los ojos. ¿Acaso había sido un sueño? Pero no, un numeroso grupo, completamente armado, estaba a pocos pasos de su posición, y aquella había sido la razón de la alarma. Entonces, como una vela que se enciende en una habitación a oscuras, algo se encendió en su cabeza, y entendió qué había olvidado la noche anterior.

Las guardas protectoras.

Furioso y decepcionado consigo mismo, y quizás también algo dolorido del viaje del día anterior, el draconiano se incorporó con un rápido movimiento encarando con la boca entreabierta al grupo de enemigos, mientras buscaba con la mano a tientas su báculo de hechicero.

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30/07/2012, 12:42
Arbahin

Todo su pelaje se erizó como si descargas electricas lo recorrieran, sus ojos parecian brillar con una furia primitiva y salvaje. Si normalmente se lo veia atemorizante e impetuoso, cuando estaba furioso parecia la encarnacion de algun dios de la naturaleza, temible y poderoso.

Su primera idea era arremeter contra esos soldados, destrozarlos, arrancarles esas armaduras con sus garras para llegar a la fragil y vulnerable carne. Pero ese no era el plan. La parte racional de su cerebro le apremiaba a seguir con lo planeado. Buscar al posible mago y arrebatarle la vida de un zarpazo.

Miro a Gruntah, le habia dicho que para las ilusiones un mago debia poder verlas. Aun no estaba seguro que esos soldados fueran ilusiones, carecian de olor, no como las cosas sin vida que le atacaron hace unos dias, sino como si no estuvieran alli.

Giro sobre si mismo y olfateo el aire, buscando, dejo que el instinto de cazador lo dominara, lo guiara hacia su presa.

Notas de juego

Busco el rastro de un posible mago.

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30/07/2012, 19:36
Imhol

Tan pronto como el sonido del combate despertó el campamento, los ojos de Imhol se abrieron, durante un instante miraron el cielo negro recorrido por estrellas, el segundo posterior vio a la tropa enemiga, al siguiente ya estaba de pie.

Con un rápido movimiento con los pies revolvió la ropa donde había dejado sus pertenencias y arrojó su lanza por los aires para agarrarla al vuelo y adoptar la posición de combate.

Por fortuna para él, su raza tenía la capacidad de reaccionar con bastante rapidez ante cualquier imprevisto y, a diferencia de otros muchos,  el cerebro de Imhol ya bullía actividad mandando órdenes a todo su cuerpo para responder al ataque. Sus ojos encontraron rápido al resto del grupo, Gruntah buscaba su báculo de hechicero, Arbahin movía la cabeza posíblemente siguiendo el plan estipulado, Kromwill ya empuñaba sus armas, pero con demasiada lentitud, si fuese más rápido sería imposible que nadie lo derrotase... con esa fuerza física... Pero no lo era.

La oscuridad dificultaría bastante la capacidad de percibir el combate, pero por suerte para el grupo, Gruntah ya lo sabía y de un instante a otro actuaría como otras muchas veces lo había hecho y pronto todos podrían ver.

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31/07/2012, 00:54
Oppa

A la voz de alarma de uno de sus mercenarios, casi al mismo instante que vosotros os levantais podeis ver movimiento en la tienda de lona que Oppa usa para dormir. Y un segundo después podeis ver su figura ataviada únicamente con unos calzones de tela, portando una vara de madera negra tan decorada como los muebles que tenía en su casa cuando lo visitasteis. Se pone en guardia marcando los músculos de piel casi pétrea, vigilando a los asaltantes más cercanos y parece que pensativo. Pese a la situación de todo el mundo levantándose -pues los enemigos no hacen ruido-, podeis escuchar su pregunta.

-¿Son enemigos reales o se tratan de una ilusión? -Y sin quedarse parado a escuchar una respuesta, lanza un golpe a uno de ellos, que éste desvía con su escudo... sin causar ruido alguno todavía. Pero al menos parece lo suficientemente sólido como para desviar golpes. Y mientras, tanto los mercenarios como el grupo enemigo se prepara para atacar.

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31/07/2012, 21:33
Gloria

Tumbada entre las sábanas, acurrucada por el calor de los cuerpos- y de los corazones de sus compañeros, Gloria, no obstante, se giraba en sueños, emitiendo pequeños ruiditos.

Estaba en un espacio tranquilo. Extrañamente silencioso y denso, como en lo profundo del mar o entre mantos de hielo. Alrededor de ella, hasta donde la vista alcanza el mundo entero parece estar compuestos de motas de luz, luz blanca como la nieve. Centellea a su alrededor polvo de estrellas, como granos de arena hechos de luz de luna. Entre la luz nada una forma sinuosa, un reguero de oscuridad perfecta, la oscuridad de las simas marinas o las cavernas enterradas en la montaña. Ambos fluyen. La oscuridad devora las motas de luz con un susurro seco, pero cuando se mueve la luz ocupa de nuevo el vacío. La armonía es completa, y ambas fuerzas pasan en olas sobre ella.

Y entonces es cuando la oscuridad, a pesar de no tener ojos, cara o ningún rasgo, se vuelve hacia ella y habla, con un sonido como portones de plomo al cerrarse.

Se han ido al Norte.

Gloria despierta... y el caos la asalta desde todos los ángulos.

Hay gritos y voces alzadas. Los haces de luz difusa que la rodean son de colores vivos y chillones. Rojo escarlata, el impulso mortal. Dorado, la determinación fría. Vetas de un negro profundo, el miedo animal.

Los colores de la guerra y el combate.

Busca a los enemigos, moviendo la cabeza desesperadamente en todas direcciones, como si sus ojos le sirviesen para algo. No hay nada ni parecido a seres vivos alrededor de las figuras de sus amigos y los guardias. Solo hilos de un dorado mate que fluctúan y ondulan en el aire. A veces cree distinguir algo, un movimiento, una forma que podría ser familiar, pero enseguida se desvanece, gira sobre si misma, se enrosca y la elude.

¡Cuidado! No son humanos. No son seres vivos. Son... ellos no... ellos...

Ellos, ¿qué?. ¿Qué los está atacando? Qué están viendo los demás. Qué es esa luz de un dorado imposible, como oro envejecido durante siglos?

No puede hacer más que advertirles. La vieja sacerdotisa la enseñó a usar la luz como arma, a sentir la luz de los rayos de sol en su mano y trazar su camino, sintiendo cada fibra del haz, hasta el sol mismo. Hasta que la misma luz ardía y podía lanzarla de sus manos en un abrasador rayo blanco. Pero, ¿contra qué dirigirlo? No sabe donde está el enemigo. No puede apuntar. No puede hacer nada. Aunque...

Con parsimonia a pesar del caos, se arrodilla y junta las palmas, inclinando la cabeza sobre ellas en súplica. Su alma llama a la luz. Su esencia sale por un momento de su cuerpo y toca cada átomo de luz que la rodea, los restos del calor de mediodía, se entrelaza con ellos y los siente como un beso en la piel, antes de lanzarlos hacia el cielo, hacia el fuego eterno en el mismo corazón de las estrellas.

Mi señor Oxidion. Tú que con benevolencia nos has dado el frescor de la noche y la bendición del sueño, ayúdame. Protege a tus hijos que duermen, puesta su fe en tu misericordia. Oye nuestra lucha a las puertas de la muerte, y bendice nuestra vida.

La zona alrededor de los miembros del grupo experimenta un subito cambio. Sobre sus ropajes y armas aparecen vetas de un albo intenso, como de metal al rojo blanco. El aire empieza a titilar alrededor de sus cuerpos, como si de repente hubiese adquirido la temperatura del fuego. Y es así. Aunque ellos no sientan calor, alrededor suyo un escudo de aire hirviente se alza entre ellos y sus enemigos, esperando para abrasar todo lo que se acerque. Si no puede luchar ella misma, al menos ayudará a sus amigos en la lucha.

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01/08/2012, 18:05
Elius Brezon

Tras terminar mi guardia, me había tumbado a descansar algo más relajado, pues Arbahin era el siguiente en hacer la vigilancia. El licántropo, en su inquietud característica, prestaba una atención muy centrada en olores, ruidos y movimientos a cualquier cosa de nuestro alrededor, y rara vez se le escapaba algo.

Por este motivo, me dormí casi al instante en un profundo sueño... del cual me veo despertado por las voces de alarma del campamento. Aún algo atontizado por el sueño, me levanto y encuentro a todo el mundo alerta frente a una banda de desconocidos armados hasta los dientes. Ante esta visión, no puedo evitar frotarme los ojos como si aquello fuese un mal sueño y yo siguiera durmiendo.

Mi sorpresa se incrementa cuando Oppa inicia un ataque que se ve detenido por un bloqueo en el más sepulcral silencio. Es entonces cuando me doy cuenta de que nuestros enemigos no producen ningún ruido. Rápidamente, hecho mano de mi daga y me pongo en posición, esperando un primer ataque. A la par, oigo el aviso de Gloria y no puedo evitar echar un vistazo hacia su dirección, y la encuentro arrodillada mientras que noto una extraña concentración en el ambiente, colocada claramente en una línea divisoria que nos separa del bando enemigo.

"¿Es Gloria quien lo ha producido?" pienso aún mirándola. "Los dioses la bendigan, ese escudo nos dará cierta ventaja"

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01/08/2012, 21:47
Kromwill Rojoalbor

-¡Sean la clase de enemigo que sean, espero que estén preparados para recibir una paliza!-dijo el guerrero, mientras se lanzaba a por el más cercano con su espada y su arma improvisada. 

Se encontró con un escudo en su trayectoria, que bloqueó ambas armas. Y desde luego, sin ninguna clase de sonido, lo que era bastante curioso. Pero Kromwill se esperaba éste movimiento, e hizo un barrido con la pierna que derribó al adversario, para luego darle muerte con la hoja de su espada. 

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02/08/2012, 11:56
Arbahin

Aspiró grandes bocanadas de aire, exprimió su sentido del olfato, tuvo la idea de salir en busca del posible mago simplemente recorriendo la zona. Pero, cuando alcanzó a dar una larga zancada para internarse mas allá del camino, sintió el olor. No era el del mago. Era el de la sangre. Kromwill acababa de matar a un adversario y el rojizo líquido se derramaba en el suelo.
El labio superior del licántropo se elevó mostrando los afilados colmillos, en su boca aun sentía el gusto metálico y sabroso que tantas veces probo. Debería ir a buscar al mago... pero no podía resistirse a algo así.
Comenzó a correr, levantando nubes de polvo y piedras con cada zancada, sus ojos son dos faros verdes de furia, reflejando el fuego de las fogatas aun encendidas. El primer enemigo que se le atraviesa levanta una lanza, buscando atravesar al enorme animal en plena carrera. Solo que no sabia que Arbahin ya había luchado con cazadores que usaran lanza, era un buen arma, solo que si el objetivo era mas rápido que tu... Dejó que el filo de la lanza pasara por arriba de su hombro y uso el peso de su cuerpo para embestir al soldado. A pesar de que no se escucho sonido alguno, notó con claridad como el pecho del tipo se abollaba junto con la armadura. Como si le hubieran dado con una maza.

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02/08/2012, 12:37
Gruntah

La neblina de su cabeza finalmente se desvaneció a medida que la escaramuza aumentaba en intensidad a su alrededor. Con su báculo firmemente aferrado, observó con un rápido vistazo cómo los enemigos luchaban ferozmente, pero no emitían sonido alguno, ni al ser golpeados ni al atacar. Era como si fueran ilusiones, pero ilusiones terriblemente complejas como nunca había visto, ya que eran sólidas. Debía estudiar la situación, pero lo primero era aumentar la visibilidad en el campamento, ya que un ataque en mitad de la noche buscaba la debilidad de los defensores mediante la oscuridad.

Cuando se dispuso a preparar el hechizo, de repente por el rabillo del ojo vio cómo uno de los atacantes se abalanzaba sobre él con la espada en lo alto, sin emitir sonido alguno.  Con un rápido movimiento, esquivó el embate y empujó con su corpachón al guerrero, haciendo que cayera de bruces contra el suelo. No le dio tiempo a incorporarse cuando cayó bajo el acero de uno de los mercenarios.

Libre ya de atacantes durante al menos unos segundos, decidió cambiar las tornas del combate. Cerrando el puño derecho sobre el báculo, hizo el ademán de tirar de un hilo invisible que surgiera de la gema que coronaba el objeto, y mientras susurraba unas palabras en su idioma natal, lanzó hacia el cielo un pequeño objeto brillante, no más grande que un anillo. En cuanto alcanzó la altura adecuada, la pequeña esfera estalló en cientos de pequeñas luciérnagas que brillaban con un fulgor ambarino, iluminando la escena.

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04/08/2012, 17:13
Elius Brezon

El silencioso ambiente solo se ve perturbado por los resoplidos y gritos de guerra que producen los miembros de nuestro bando, y cada golpe contra los enemigos no emite ningún sonido.

Seguir asombrado ante tal espectáculo sería una pérdida de tiempo, y dado que el número de contrincantes es importante, con decisión me lanzo al combate contra el que tengo más cerca. Avanzo deprisa hacia él, que me espera armado, pero en el último momento doy un giro y le clavo la daga por la espalda. A su vez, trato de esquivar una espada de otro soldado, pero no soy lo suficientemente rápido y su hoja me roza un brazo. Por suerte, solo rasga la manga, y tras un intercambio de golpes y bloqueos, consigo derribarle.

Luchar en estas condiciones, sin sonido alguno, se me hace extraño porque no sé si las heridas y los golpes que produzco son suficientes para derrotar a los guerreros hasta que no yacen en el suelo. A mi alrededor, tanto mis compañeros como los mercenarios continúan con la silenciosa batalla.

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08/08/2012, 01:01
Kromwill Rojoalbor

Con el mismo movimiento con el que había bajado a dar muerte al primer enemigo que encaró, lanzó el leño de la hoguera a otro, impactándole en el casco... Que habría resonado en condiciones normales.

-Sois unos asaltantes muy extraños...

Al levantarse, tenía en la mano que lanzó la madera el arma del rival caído, y con las dos manos empuñando armas de verdad, saltó plenamente a la refriega. Allí donde impactaba derribaba adversarios, y éso cuando no los mataba directamente. 

-... Aunque no sois precisamente lo mejor con lo que me he encontrado.

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08/08/2012, 10:25
Gruntah

La luz mágica inundó el lugar con una luz anaranjada, proyectando siniestras sombras que se fusionaban con la noche. Aunque podía ver en la oscuridad mejor que la mayoría de sus compañeros, exceptuando a Arbahin, no le gustaba que alguien hubiera utilizado la magia contra ellos. Además, se sentía culpable por no haber terminado correctamente de lanzar las salvas protectoras.

Ahora que la balanza del combate se había nivelado, dejó escapar un gruñido de satisfacción ante la batalla que se cernía. Su sangre bullía de emoción, ya que hacía meses que no se encontraba ante una situación así, y observó con rápidos vistazos cómo sus compañeros se encontraban más que cómodos enfrentándose a sus enemigos. Escuchaba los salvajes zarpazos y rugidos de Arbahin, o los comentarios de Kromwill e Imhol, que no podían estarse callados ni bajo el agua. Todo eso le hacía feliz, y le recordaba por qué eran tan buenos amigos y tan buen grupo.

Decidió poner de su parte e invocó un hechizo que generaba una bola de pura electricidad en la palma de su mano. Los hechizos de fuego estaban descartados en mitad del bosque, eso ya lo había aprendido con el paso de los años, y se aprovecharía de las armaduras de metal de sus contrincantes. Aquí y allá dejaba saltar haces de energía contra sus enemigos, que chisporroteaban durante unos segundos antes de caer al suelo.

Todo volvía a ser como antes.

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08/08/2012, 14:17
Arbahin

El circulo de espadas se cerro a su alrededor, acorralar a un animal salvaje y furioso era la idea mas estupida que podrian haber tenido. A sus pies el soldado silencioso parecia escupir sangre, aunque no lo sabia con seguridad, solo veia el liquido salir por la mascara del casco. Aun vivia. Tomo las piernas del mismo y con un movimiento de barrido lo arrojo contra la turba hostil. Imprimiendole la maxima fuerza, sintio como se le dislocaba la rodilla al agresor, era como si un proyectil de acero de cien kilos se te viniera encima.

Sin darles tiempo a reaccionar, cayo sobre ellos con una furia incontenible, aplastando gargantas y desgarrando torsos. Aunque no pudiera atravezar las corazas, podia buscar los sectores donde la cota de malla protegia la delgada y fragil piel. Cuando termino, a su alrededor solo algunos agonizaban, desangrandose lentamente.

Giro sobre sus talones, buscando mas enemigos, su hocico rojo de sangre y su pelaje erizado por las descargas de Grutah le daban un aspecto aun mas aterrador.

Notas de juego

Yo esperaba a Imhol o al master :P

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08/08/2012, 16:10
Gloria

Alrededor suyo, el silencio se extendía como un sudario. Brillantes figuras de colores primarios, centelleando peligrosamente como puntos de luz en el fondo de los ojos de un animal de presa,  se movían a un compás desconocido y salvaje, el compás de la batalla. Era como ver un complejo espectáculo de marionetas en el cual no entendías la trama, y sólo podías mirar a los actores danzar colgados de hilos por encima de sus cabezas.


Salvo que ella estaba en ese teatro. Ahí, en la noche, las espadas de esos misteriosos seres sin alma ni color podían estar buscando su carne, o la de sus amigos. Y por más que se esforzaba, no distinguía nada.

Y entonces, el estallido.

Tenía que haber sido Gruntah. De repente, un hilo de un naranja amarillento saltó sobre sus cabezas, y floreció como un crisantemo. Gloria no podía ver la luz,  pero sí que podía distinguir el brillo intenso de la magia en el aire, empapado del color de la propia esencia vital del draconiano.

Ahí fue cuando lo vio.

Entre la fosforescencia gualda, las formas serpentinas parecieron moverse más lentamente, creando un contraste marcado. Por un instante, el dorado pareció hundirse en el aura del hechizo de Gruntah como un insecto en melaza, y Gloria distinguió con claridad formas, formas decididamente humanas, como un esqueleto sin músculos ni piel. No se lo pensó más:


Padre Oxidion, tú que has tenido a bien mostrarme el rostro de mi enemigo, guía ahora mi mano. Que lo que no tiene derecho a existir vuelva en paz a tu seno.

Con las palmas todavía juntas en oración, Gloria elevó su plegaria a lo alto como le había enseñado la anciana sacerdotisa. Con cada aliento, sintió como si escupiera fuego desde dentro de su pecho, la fuerza de su suplica abrasando el aire a su paso.

Al Equilibrio, la vida y la muerte le son indiferentes. Tú, como sacerdotisa, debes entenderlo. Si en algún momento has de luchar por proteger tu vida o la de aquellos que te equilibran, tus rezos deben reflejarlo. Jamás hieras o termines una vida sin sentir en lo más hondo de tu corazón que debes hacerlo. Pero si lo sientes así… entonces, que tu alma arda lo bastante fuerte para que Oxidion la vea, y tu deseo sea lo bastante puro para hacerle alzar su mano.

La oración urgente de la muchacha, nacida del deseo de proteger a los que amaba sin egoísmos, con toda la pureza de su corazón, llegó hasta los cielos. En un instante, desde la bóveda sin estrellas sobre sus cabezas descendieron tres columnas de luz. Sin un solo sonido, se estrellaron contra las tres formas que Gloria había logrado entrever. Cuando desaparecieron, sobre el suelo quedaban solo los restos vacíos e inmóviles de tres armaduras…

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09/08/2012, 17:58
Imhol

Con la lanza sujeta con una única mano, Imhol describía movimeintos alrededor de sus enemigos hasta que uno decidió romper el cerco. Se lanzó a por el ventante hoja en mano en un movimiento que para muchos hubiese sido una acción rápida y certera, pero embriagado por el combate, los sentidos de Imhol estaban agudizados, para él la hoja describía un lento movimiento hacia él, dio un paso para atrás y pivotó con su pie derecho para dar una media vuelta y lanzar un golpe con la lanza que perforó la coraza del enemigo.

La lanza chisporroteó para sorpresa de ambos, atacante y vencido, pero Imhol no se detuvo y de una patada en costado de su enemigo,recuperó todo su arma al tiempo que Gruntah ponía fin a la desventaja lumínica del grupo.

-¡Has tardado mucho Gruntah! ¡Kromwill casi se hace caquita! - Gritó jovial y escuchó al humano en su combate.

-¡No! ¡Los he visto mejores! - Gritó al tiempo que de un salto y un golpe con la lanza atravesó a otro enemigo.

-¡Mejores y más guapos! - Un nuevo pivotaje y otro enemigo en el suelo - ¡Kromwill! -Un golpe detenido con la lanza y una zancadilla con una pierna para rematar al enemigo en el suelo - ¡Creo que estos tienen el encanto que a ti te falta! - Un par de pasos hacia atrás y un contraataque fatal - ¡Saber estar en silencio!

Una descarga venida del cielo acabó con uno de los enemigos a los que encaraba, y el ventante sonrió. Gloria.

Las puyas hacia Kromwill eran algo habitual entre ellos, normalmente Imhol presumía de una falsa superioridad en batalla para luego escudarse en que estaba preocupado metiéndose con él como para además ganar en el recuento de bajas.

Entre sus pensamientos y golpes, un enemigo logró posicionarse tras el ventante preparando un golpe que este no vería llegar.

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09/08/2012, 18:11
Director

El combate se muestra tremendamente disputado. Por un lado, es cierto que la superioridad numérica, así como el silencio por parte de los asaltantes los benefician cuantiosamente, pero está claro que su estilo de combate se basa bastante más en enfrentarse a enemigos débiles, mercaderes y viajeros, que gente que ya ha luchado alguna vez. Y por el otro lado, para su desgracia, se han encontrado con dos pequeños grupos de guerreros que plantan batalla encarnizadamente, vuestros aliados mercenarios destacando por sus diestras habilidades con las diversas armas, y vosotros con combate y poderes mágicos por igual.

El momento de la iluminación por parte del mago cambia un tanto la situación, desvelando de la oscuridad al grupo entero de asaltantes que llegan a casi la treintena, pero el momento realmente definitivo es cuando tres columnas de luz descienden brúscamente sobre sendos soldados, golpeándolos de manera virulenta y bastante definitiva. En ese mismo instante el combate se detiene durante unos pocos segundos, y algo cambia en la mentalidad de los soldados con que estais combatiendo, pues se inicia una silenciosa huida en tropel de todos aquellos que se encuentran indemnes. Y, sorprendentemente, varios de los que creíais muertos hacen gala de una vitalidad inesperada, y ayudados por alguno de sus sigilosos compañeros consiguen escapar. Durante el primer instante, todos los mercenarios menos uno que ha sido herido en un hombro pretenden perseguirlos y cazarlos, pero una orden de Oppa los obliga a quedarse, así que cambian de plan y empiezan a asegurarse que los siete asaltantes caidos estén realmente muertos, y no sea todo una treta.

Así pues, el pequeño campo de batalla improvisado vuelve a la tranquilidad que vuestra mitad del conflicto había roto, y este es el momento para decidir qué hacer antes de volver a dormir. Al fin y al cabo, por cómo han huido parece que no volverán a combatiros esta noche... y poco falta ya para que separeis vuestros caminos.

Notas de juego

Pues nada, situación definitiva y definitoria. Los golpeados por Gloria no han sido totalmente pulverizados, pero sí bastante tocados -imaginad la potencia de un laser-. Que no es por nada, pero ese poder ha sido brutal, y no hacía mucho que Gloria se debatía por no poder contra un único contrincante. Dad tiempo a las cosas para mejorar :) si sois muy overpower, acabaré sacándoos enemigos más grandes xD

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09/08/2012, 19:16
Gloria

Había vuelto a hacerse el silencio. Pero esta vez, al silencio lo acompañaba la calma. Los brillantes colores primarios a su alrededor se iban difuminando, iban volviendo su ser natural, a las formas familiares y queridas de sus amigos, cada uno con su propia tonalidad. Murmurando una última plegaria de gracias al Dios del Equilibrio, Gloria fue a ponerse en pie...

Y se quedó de nuevo en cuclillas. Los músculos se negaban a responderla. El reguero de luz que había lanzado desde sí hacia los cielos, el que había hecho caer las columnas de luz, parecía absorber la voluntad y la fuerza de su cuerpo. Cuando uno de los mercenarios le ofreció la mano para ayudarla a levantarse, la joven sonrió incómoda.

¿Qué ocurre? ¿Estáis herida?

- No, no, en absoluto- se apresuró a replicar, temerosa de alarmar a sus compañeros- es solo que... bueno, no podía ver nada y me puse muy nerviosa, y... eh... bueno, yo... creo que, eh... creo que me he extralimitado un poco.

Gloria nota como el rubor le va subiendo a las mejillas. No por verse incapaz de moverse, pues sabe que simplemente es una sobrecarga de luz, y que poco a poco su cuerpo irá volviendo a absorber la energía y podrá moverse, aunque probablemente le duela durante un par de días. Es porque sabe a qué se debe. Ha roto el equilibrio de las energías en este lugar. Hacer caer luz desde los cielos, nada menos, es algo que no puede hacerse a al ligera. Convocar tanta energía tiene un precio, y ahora, es ella quien debe dar en la medida que ha arrebatado.

El equilibrio nunca debe romperse a la ligera, y esta es la forma que Oxidion tiene de hacérselo saber. En el futuro, tendrá que mantener la mente más templada en el combate, y medir mejor en qué punto están las fuerzas en cada momento, y que consecuencias traerá el alterarlas tan bruscamente.

Dadme unos minutos, estaré bien. En serio- añade con una sonrisa. 

Mientras espera arrodillada a que su cuerpo vuelva a responder, la joven se entrega a meditar. ¿Qué van a hacer ahora? Desde luego, parece que a donde vayan, esos extraños seres sin aura los siguen. Pero, ¿por qué?

Notas de juego

Hombre, me sobré un poco precisamente porque dijiste que eran enemigos de relleno, si hubiesen sido algo importante en la trama, obviamente no me habría puesto a eliminarlos con un láser orbital :P. Pero sí, tienes razón, a partir de ahora Gloria se moderará más un poco con la magia de ataque, que creo que siempre fue la idea (para mí, es más un personaje de apoyo).

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09/08/2012, 19:37
Arbahin

Al ver huir a sus enemigos, Arbahin sintio el deseo de seguirlos, darles caza, atraparlos y acabar con sus vidas. Mas la voz imperiosa de Oppa lo detuvo. Ya habria tiempo para satisfacer al cazador en él. Miro a su alrededor, no habia tantos muertos como habia creido en un primer momento. Recordaba haberle atravezado el pulmon a uno, pero no estaba en donde lo dejo.

Sintio como multiples heridas ardian en su cuerpo, algunas bastante profundas. En el calor de la batalla, el dolor dejaba de tener sentido para el licantropo, pero cuando esta terminaba lo sentia con bastante claridad. No importaba, algunas cicatricez mas para su cuerpo de guerrero.

Alzo la cabeza y lanzo un largo y profundo aullido, casi como despedida hacia sus enemigos, una advertencia, un presagio de su muerte. Luego busco a sus compañeros, asegurandose de que no hayan sufrido ninguna herida. Se habia entusiasmado mucho con su sed de sangre y habia olvidado protegerles.

-¿Estan todos bien?- pregunto en general. Vio a uno de los mercenarios agarrandose el hombro, la sangre empapaba un pedazo de tela sobre él. Su fino oido capto la voz de Gloria y fue hasta ella a grandes sancadas-. ¿QUE PASO?- gruño, mas para si mismo que para ella, como si se culpara de la aparente debilidad de su amiga-. ELIUS...

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09/08/2012, 20:16
Gruntah

Visiblemente fatigado, Gruntah se apoyó contra el tronco de un árbol mientras recuperaba el aliento. Hacía tiempo que no utilizaba magia de combate y lo notaba en los músculos y en un dolor penetrante en la base de cráneo. Sabía que se desvanecería con el paso del tiempo, pero no dejaba de ser molesto. Con la mirada, observó y comprobó que sus compañeros y amigos se encontraban en buenas condiciones, y sonrió al ver cómo el enorme licántropo se abalanzaba sobre Gloria para comprobar que estaba a salvo. Aunque pasaran los años, seguiría siendo la niña bonita del grupo, aunque no sabía si eso le encantaba o le atemorizaba. ¿Cuándo podrían usar esa debilidad contra ellos?

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09/08/2012, 21:53
Kromwill Rojoalbor

Kromwill se estaba sumergiendo demasiado en el combate de nuevo, dejándose llevar otra vez por aquello que quería controlar. Pero el derramamiento de sangre lo hacía fuerte, y había veces que no podía evitar que algo de aquello asomara... Y de repente, el combate se detuvo. Cuando miró alrededor, todos los enemigos se estaban retirando silenciosamente. De hecho, aquellos que creía haber abatido, no estaban.

El guerrero frunció el ceño cada vez más, mientras en su rostro se formaba una expresión de rabia inhumana.

-¡Volved aquí, cobardes! ¡Bastardos! ¡Aún no he acabado con vosotros! ¡AAAAAAAAHHHH!-y con ese último alarido, lanzó el arma enemiga con su brazo izquierdo contra el tronco de un árbol, hundiendo profundamente la hoja. Resopló con furia, y dio un puñetazo con el brazo que había quedado libre a un árbol, marcando el puño de la armadura que cubría la extremidad en la corteza. Tras unos segundos, se calmó, dándose cuenta de como estaba actuando. Algunos de los presentes le lanzaban miradas de reojo a medio camino entre la curiosidad y la preocupación, con un leve rastro de miedo. 

Soltó una risita nerviosa, y dijo:

-Bueno, al menos los hemos ahuyentado...

Entonces, vio a Gloria arrodillaba en el suelo, y un nudo se le hizo en la garganta. No podía haberle pasado nada, no se lo perdonaría. Se acercó corriendo, y por suerte comprobó que no parecía tener heridas. Sin embargo, tampoco se ponía en pie.

-Gloria, ¿qué te ocurre? ¿estás bien?