Partida Rol por web

Tu teléfono marcaba las 09:12 AM. Era una mañana como cualquier otra, oscura y fría como lo eran todos los días en el nivel 3. Las calles estaban sospechosamente silenciosas y calmadas esta vez, lo único que podías escuchar era algún que otro auto pasando frente al edificio de tu apartamento de cuando en cuando y aveces los ladridos del perro del señor del piso de arriba. Era cierto que no vivías en una de las zonas pobladas y activas del nivel tres, y que, en comparación a las zonas centrales o industriales, esta zona de la ciudad era mucho mas tranquila y menos ruidosa que las demas, pero aun así, este nivel de silencio es extraño incluso por esta zona donde tu vives.

Podías es cuchar ruidos que venían de fuera de tu cuarto. Eran los ruidos normales de tus tíos que de seguro estaban despiertos ya, preparándose para la jornada del día de hoy. Incluso tirada sobre tu cama donde estabas podías imaginar la imagen que habia fuera de tu cuarto. Tu tía, Anette, debía estar metida en la cocina preparando el desayuno mientras que tu tío, Julio, debía estar sentado en la sala con el televisor encendido mirando las noticias de la mañana de hoy. Tu vida en casa era aburrida, todos los días eran frustrantemente iguales. Te levantabas, comías con tus tíos y luego se iban todos al lavado de autos para trabajar por el poco dinero que los mantenía vivos día a día. A veces has sentido como que si esta rutina te comiese viva, y de cuando en cuando, el pensamiento de que algún día te va a dejar fría de aburrimiento tras el mostrador del lavado se te pasa por la cabeza.

Por suerte hoy no va a ser un día tan aburrido e insípido como la mayoría. Markus te habia dejado un trabajo la noche anterior, diciendo que tenia un pequeño trabajo para ti. No te dijo que era, pero de seguro era algo sencillo. A pesar de ser el líder de la banda, y de tener bastante confianza en ti, Markus aun no te da trabajos difíciles o peligrosos. De seguro tiene que ver con el hecho de que el y tu hermano fueron muy buenos amigos en su momento, y también esta el hecho de que el tipo es todo un sentimental a pesar de que por fuera parece ser alguien totalmente distinto.

El mensaje te decía que fueras al estacionamiento del club Guillotine, donde siempre se reunía la banda para pasar el rato, a eso de las 6 o 7 esta tarde. Ya estabas acostumbrada a encontrar a toda la banda bebiendo y jodiendo con las motos en ese mismo lugar siempre que algo pasaba.

Tenias un trabajo esta tarde, pero antes de eso, tenias que pasar el resto de la mañana con tu familia. Verles las caras y pasar rato con ellos y trabajar en el lavado. Menudo coñazo.

Se despertó para ponerse en pie tras un rato de frotarse la cara para espabilarse, ya en bragas apoyó la cara contra el cristal de su ventana, mirando por esta el panorama en las calles. Era un día bastante aburrido, sin que nada más pasara. Podía escuchar el movimiento fuera de la habitación y finalmente se acercó al armario, cogiendo la ropa del trabajo, junto con la ropa interior que usaría aquel dia. Tanga y sujetador negros; si volvía a pillar el metro hoy para volver a casa o reunirse con la banda cuando terminase su turno, y es que este no era tan largo como el de sus tíos, trataría de coincidir con aquel puto pervertido que siempre la miraba en el metro. Que tuviera algo que mirar, el cabrón.

Salió de la habitación con la ropa en los brazos, el mechero y la colilla del pitillo de la noche anterior guardados por entre la ropa.

-Eh.- Dijo a modo de saludo a sus tíos, antes de irse inmediatamente a la ducha común de la casa. Se metió en esta y encendió el cigarrillo, quitándose las bragas y echándolas fuera del plato con el pie, dando unas caladas a lo poco que quedaba del cigarrillo. Suponía que sus tíos sabían ya que fumaba, pero no la gustaba que la vieran hacerlo, de hecho no la gustaba que nadie de la familia la viera hacerlo.

Cuando finalmente no quedaba mucho más que fumar por fin le dio al agua caliente y se dio la pertinente ducha; cerró los ojos, repasándose bien los pechos, imaginando lo que sería tener a un tío hecho y derecho manoseándolos, o joder, directamente masturbándose sobre estos mientras le decía lo bonitos que eran. O quizá era una tipa con una tranca enorme y cromada, como las del porno, ansiosa de dar su lechita a quien se pusiera a tiro.

Al salir se vistió, intentando apartar los pensamientos de su cabeza, saliendo para desayunar con la familia, llevaba la camiseta un poco por fuera del pantalón y se había recogido el pelo en una coleta para evitar tener que tirarse un buen rato peinándose.

-Creo que hoy me llevaré la moto, me reuniré con los chicos más tarde; quieren que vaya a verles, se preocupan por mi.- Dijo. Esperaba que su tio no dijera que la acercaría en el vehículo familiar. Joder, tenía esa moto desde hace relativamente poco y apenas les parecía bien que la usase. Si se ponía pesado la tocaría volverse en metro, agarrar la moto, y presentarse con la banda a toda prisa. Se relamió ante el desayuno; que tu tía te cocinase el desayuno todos los días era algo de puta madre que no todo el mundo tenía en casa.

Así como no era secreto a que ti no te gustaba que tus tíos te viesen fumar, tampoco era un secreto gubernamental que a ellos no les gustaban mucho tu grupo de amigos con los que salias por la calle, sobretodo a tu tío, quien siempre intentaba ponerte los mil y un obstáculos para evitar que fueras a reunirte con ellos. De todas formas, últimamente le a comenzado a bajar la intensidad a eso de tratar de molestar tus planes cada vez que podía. De seguro algo de eso tenia que ver con el hecho de que hace poco compraste tu nueva moto. Eso ya de por si era un símbolo que ahora eras mas independiente que antes, lo cual ayudaba, pero lo mas importante era que el hecho de que tenerla implicaba que era mas difícil detenerte a la hora de que quisieses salir a cualquier lugar o por cualquier razón. Así que tu tío se ha comenzado a rendir en cuanto a tratar de evitar que te vieses con Markus y los demas. Pero aun así, el aun no se habia rendido en cuanto a dejarte claro que no le gustaba que te fueras por allí con la banda.

- ¿Ya te vas a ir de nuevo con esos inadaptados? -Preguntó tu tío de mala gana mientras se llevaba la cuchara de comida a la boca- Deberías ver si comienzas a estudiar en vez de andar por la calle en las tardes.

El siempre buscaba todas las excusas que podía, incluso las mas estúpidas. No es como que si tuviesen dinero suficiente como para mandarte a estudiar a una academia o a algún lugar por el estilo.

- Dejala tranquila. -Irrumpió tu tía en la conversación- Aun es lo suficientemente joven como para descuidarse de esa forma de vez en cuando. Pero eso no quiere decir que te quedaras así para el resto de tu vida ¿eh?

Tu tía era la que mas te comprendía en la casa. Ella también tenia sus problemas con tu actitud, pero sin duda era la que tenia mas en consideración la forma en que tu te sentías.

Rodó los ojos un poco al escuchar a su tío, desayunando con ellos, sabía que tocaría la típica charla, o al menos al hombre intentando reconducir la vida de su sobrina. Al menos su tía intercedió esta vez, lo cual hizo que hubiera el atisbo de una sonrisa en sus labios, dirigida a esta.

-No, no me voy a quedar para siempre así. Traeré créditos a esta casa, tranquilos…-Dijo, pensando en que ahora que tenía esa moto podría conseguir algún que otro trabajillo extra, y bien pagado.- Voy a bajar a revisar unas cosas de la moto, os sigo cuando salgáis vosotros.- Dijo haciendo referencia de que saldría tras ellos para ir al trabajo.

Cuando terminó de desayunar pasó por su cuarto, recogiendo la chupa y unos pantalones y una camisa para cuando saliera con los de la banda; no iba a ir con la ropa del trabajo claro. Pasó por el garaje y cargó estas cosas en las alforjas, dándole una ultima revisión a su parcheada moto, no era gran cosa, pero era su moto y su medio de moverse con rapidez por las calles.

Tu tía te sonrió de nuevo al escuchar tu respuesta. Ella era la que tenia mas confianza en ti. Estaba segura de que serias una persona como tu hermana, trabajadora, responsable y correcta… Poco sabia ella de la verdad. Desde su punto de vista tu solo estabas pasando por una etapa rebelde, y que tarde o temprano se te pasaría la locura y te pondrías a hacer algo serió e importante para la sociedad. Cuando se veía de esa forma, se podría decir que tu tía estaba delirante por pensar tales cosas.

El resto del desayuno transcurrió en calma. Todos comieron felices y tranquilos, disfrutando de la comida y del ambiente antes de salir a la calle y encontrarse con la frialdad mortífera de este mundo en el que viven. Habia algo en esa admosfera de “Familia Feliz” que te molestaba.

La primera que terminó de comer fuistes tu. Devoraste el desayuno con las ganas de ir a revisar tu moto de una vez, y te dispusiste a levantarte de la mesa, rompiendo ese pequeño acto de “Familia Feliz” que montaban tus tíos todas las mañanas. Tu no has sido mucho mas que solo problemas para ellos, debían tener mas que razones de sobra para odiarte. Pero aun así montaban estas escenitas todas las mañanas. ¿Lo hacían por lastima? ¿Era eso lo que les impedía echarte a la calle para que quitarse la molestia que eras de encima? ¿Algo en plan de “Si la dejamos se morirá sola como su hermano” o algo por el estilo? Solo ellos sabrán, pero la verdad poco te interesaba saber la verdad.

Después de recoger la ropa que te ibas a llevar para verte con la banda, fuiste al garaje de inmediato. Allí estaba tu moto. La pintura estaba un tanto rayada, y habían varias piezas de metal dobladas por aquí y por allá, pero ¿A quien le importaba eso? Encendía y se movía ¿no? Eso era todo lo que necesitabas que hiciera. Te la pasaste el rato revisando los tubos y partes de la moto, confirmando que no hubiese nada fuera de lugar. Aun tenia suficiente batería como para andar un par de días mas, al fin y al cabo solo fue hace una semana que la recargaste por ultima vez, aun podía andar un poco con lo que tenia. Después de toquetear la moto así como que si fuese un tío con el que ibas a tirar por un buen rato, escuchaste como tu tia te grito desde la puerta de la casa.

- ¡Annie! -Escuchaste que te llamó- ¡Ya vamos saliendo! ¡Nos vemos en el lavado!

Después de eso, la puerta de la casa sonó, y no seguiste escuchando ni las voces ni los pasos de tus tíos. Ya era hora de irse.

Subida en la moto probó algunas posiciones en esta, inclinándose y arqueando la espalda, quería poder presumir de culo cuando más tarde se quitase la ropa del trabajo y se pusiera la que de verdad la quedaba bien. Que la vieran bien, montada sobre su nuevo vehiculo. Sonrió un poco y tras escuchar a su tía se puso el casco de la moto y encendió el móvil conectado a los auriculares, para ponerse algo de música para el camino hacia el curro. Unas pocas horas más y estaría con toda la banda, posiblemente bebiera algo esta vez y quien sabe, lo mismo algo se movía hoy. Algo que no fuera rematadamente aburrido como la vida de mierda que llevaban sus tíos.

Adorabas tu moto. Puede que no sea una maquina de las poderosas como la de Markus o una de las llamativas como la de Rosa, pero la tuya era especial solo por ser tuya. Claro, no era como que si te estuvieses conformando con ella, aun querías hacerte la pasta suficiente como para comprarte una moto mas actualizada y en mejor estado, pero de de todas formas eso no significaba que no te encariñaras con esta pequeña incluso con lo vieja que está.

Después de revisarla por completo de arriba a abajo, y posar sobre ella mientras fantaseabas cosas sucias como la adolescente de 16 años que eres, era hora de salir a trabajar. Te pusiste el casco, encendiste la moto, abriste el garaje de la casa con el control y arrancaste de golpe haciendo rugir el motor. La moto era vieja pero ruda, el motor era un Swallow 2050, un moto viejo para los estándares de hoy en día pero que contaba con unas cuantas modificaciones sospechosas que lo ponían a un nivel aceptable para la vida de una pandillera como tu, pero que al mismo tiempo lo convertían en una maquina inestable y un tanto salvaje. Vibraba con fuerza y podías sentir como que si pudiese devorarte viva si no tenias cuidado de manejarla bien. Pero era justamente eso lo que hacia que se sintiese tan bien conducir eta moto. Requería habilidad.

Te tomó unos 5 minutos llegar desde tu casa hasta el trabajo. Sentiste que el camino fue muy corto y quedaste con ganas de seguir manejando aun mas, pero por ahora tendrías que esperar, era hora de apagar el motor y entrar a trabajar por las siguientes 6 horas hasta que llegara el chico que te remplaza en la tarde. Era una molestia, pero así era la vida. De todas formas, al terminar esas largas horas de trabajo, por fin quedarías en libertad y según lo que decía el mensaje que te envió Markus esta mañana, hoy tendrías algo divertido que hacer.

Se deleitó con el sonido del motor nada mas salir al asfalto de las calles, era todo un placer conducir la moto, y moverse libre por las calles. Las mejoras pronto se notaban, y si, la gustaba que no todo el mundo pudiera pilotar su moto sin saber antes los detalles. Como los pistones y engranajes cambiaban en el momento justo, casi era como si estuviera echa a medida para ella…O si ella se hubiera amoldado a su moto, eso daba igual. Al llegar al trabajo dejó la moto aparcada a buen recaudo, y comenzó su jornada laboral. Las primeras horas eran algo aburridas, sobre todo pasaba gente mas acomodada, metían el vehiculo y seguían hablando, empezando a acomodar por teléfono sus primeras horas de trabajo e ignorándola mayormente, salvo cuando había que pagar, o querían llevarse algo de la tienda que también tenia el lavadero. Luego había un descanso a media mañana, la mayoría de la gente lo aprovechaba para comer algo pero Annie aprovechaba para escaparse al baño, llevarse una barrita de la tienda para masticar, y fumarse un cigarrillo. Allí observaba en el teléfono algunas noticias, alguna red social donde había algun que otro tio que estaba buenorro, y algun que otro video corto de índole mas explicita, sexualmente hablando. Tras el almuerzo tocaba la parte mas intensa, su tia le echó la bronca de esa manera casi maternal que tenia de hacerlo, pero ella sabia que era una bronca por distraerse escuchando música mientras un cliente la hablaba. A la mierda, el curro era un asco, pero tocaba hacer como que la interesaba, asi que sonrió al cliente, un muchacho joven y con varios implantes que seguro que trabajaba en la noche y ya estaba preparando el coche para esta, limpiándolo y pidiéndole a Annie que hiciera una limpieza a fondo de asientos e interiores…Pfft…Ella estaba convencida de que el tipo solo quería mirarla el culo mientras lo hacia, y tampoco es que fuera a negarle el gusto, asi que se lio a aspirar todo tipo de mierda de entre los asientos y alfombrillas del vehiculo.

-Blegh.-Dijo, al encontrar un condón usado. Lo chupo con el aspirador. Ya vaciaría eso mas tarde, porque no pensaba tocarlo, y siguió para luego limpiar las alfombrillas y presentar el coche reluciente. Asi al menos se congraciaba con sus tios, tras apañar un vehiculo de un cliente que salió a toda prisa sin decir ni adiós ni nada. Que asco de gente, te miran el culo veinte minutos y luego ni un “adiós” o “gracias, chata”.

Los últimos minutos se escaqueó para dar unas caladas al cigarrillo, y volver cuando el reloj marcaba la hora.

-¡Me voy tia, tio! ¡Sed buenos y no cerréis tarde!.-Dijo despidiéndose de estos; subiéndose a la moto y tirando hacia el callejón de atrás del lavadero. Allí comprobó que nadie miraba y se cambió, poniéndose un bastante más ceñido pantalón, que quedaba por su cintura, dejando ver el tanga que se había puesto, y se cambió la camisa del trabajo por un crop top blanco que dejaba entrever el sujetador, y se cerró la chupa del club para subirse de nuevo a la moto, formando una bola con la ropa del trabajo que metió apresuradamente en el compartimento de la moto donde antes había estado la ropa que ahora llevaba puesta. De ahí, a ver a Markus, Rosa y todos los demás. Volvió a ponerse algo de música para el momento de libertad que la daba volar sobre el asfalto en su moto.

Finalmente llego el momento. Esas horas de trabajo aburridas por fin habían terminado y por fin podias recuperar tu libertad cuando Anton, el chico que trabaja en los turnos de la tarde, entr{o por la puerta. Se podría decir que la hora en la que salias del trabajo esta era tu "Hora Feliz" El simple echo de recuperar tu libertad era suficiente como para hacer que se te saliera una sonrisa. Ya se habia acabado la hora de la niña buena, ahora viene la hora de la verdadera Mary Ann.

Ya vestida para verte con tu gente y con tu moto encendida, arrancaste de inmediato hacia el punto de reunión de la banda. Ya eran la 1 de la tarde, así que ya debian haber llegado varios chicos a la zona.

Manejaste alrededor de 7 minutos para llegar a el Bloody Meary, que era el loccal en cuyo estacionamiento todos se reunian. Se supone que el dueño del lugar, Alex, está relacionado con Markus de alguna forma. Has escuchado antes por allí una historia de como Markus le salvo la vida a Alex una vez en el pasado, pero hay tantas versiones del relato que simplemente no sabes en cual creer. Algunas dicen que Alex se metió en problemas con una banda de matones y que fue Markus quien lo salvo cuando apenas tenía 20 años, otros dicen que no fue una simple banda, si no que fueron nada mas y nada menos que gente de la Yakusa mientras que otros dicen que no fue con la Yakusa si no mas bien con los Rusos. Hay tantas versiones que es imposible saber cual es verdad. Pero lo que si es seguro es que algo de verdad paso entre ellos dos, pues es un hecho que el estacionamiento del bar lo tienen disponible para ustedes y nadie se queja de eso.

Ni siquiera habías entrado al estacionamiento y ya podias comenzar a escuchar la música a todo volumen que ponian tus compañeros y tambien el olor a cigarro era bastante prominente. Ese ambiente era tu favorito. Aqui nadie te decia que hacer ni quien deberías ser, podías ser tu misma y nadie te iba a rechazar por ello.

Terminaste de entrar al estacionamiento y fuiste recibida por la preciosa vista de varios de los chicos de la banda esparcidos a lo largo del estacionamiento. Fumando, bebiendo, hablando y riendo. Sus motos estaban estacionadas sin ningún orden específico y cada quien estaba parado o sentado donde mejor le pareciese. El simbolo del MM Team estampado en las espaldas de sus chaquetas.

Al verte llegar en tu moto, varios de los chicos alzaron la voz para saludarte. Les caias bien a los chicos de la banda. Te trataban como una mas de ellos en vez de como a una niña, o a una mascota para la banda como varias personas fuera del grupo creen que eres. Se setia bien que te trataran así.
Entre las personas que te saludaron, solo una de ellas se acerco a ti. Era una chica, y era una a la que conoces bien.

- ¡Eh! ¡Ann! -Te saludó - llegas justo a tiempo.

Se Rosa, la segunda al mando del MM Team y una de tus mejores amigas. Al parecer ella fue novia de tu hermano cuando aun vivía, así que después de aquel accidente ella se acerco a tratandote como si fueras su hermana pequeña. Rosa era básicamente tu segunda hermana mayor, pero la diferencia era que tu si la veias a ella mas seguido.

Palmeando su moto, se bajó de esta tras dejarla rugir un poquito en el estacionamiento, con una sonrisa se acercó al grupo, llevándose a los labios un cigarrillo con total confianza, ahora sí, aunque por ahora no lo prendió con su mechero. Ver a la ex de su hermano la hizo sonreir, tanto, que el cigarrillo se le escapó de entre los labios y tuvo que hacer movimientos con las manos para capturarlo y retornarlo a estos, riendo un poco por su propia torpeza.

-Que pasa, ¿Cómo lo llevas? ¿Llego a tiempo para…?.- Preguntó con curiosidad, tras haber meneado la mano saludando a los del MM.

Rosa te abrazó con una gran sonrisa como parte de su saludo una vez estuvo frente a ti, pero después de pasar un rato pegada a ti, en vez de soltarte por completo, bajo sus manos entrelazadas hasta tus caderas y curvo la espalda para poder apartar su cabeza un poco de la tuya para poder verte a la cara sin necesidad de soltarte. Ella siempre era así de amigable y juguetona contigo, aunque siempre habia un toque de cariño en la forma en que trataba contigo. La verdad, de cierta forma entendías por que tu hermano se habia enamorado de ella en su momento. Era una buena mujer en todo sentido, inteligente, hábil, cariñosa y también bastante hermosa. Sin duda si tu relación con ella fuese distinta hubieras considerado tirar con ella en alguna ocasión. Pero bueno, ese quedo siendo un placer que solo tu hermano pudo disfrutar, y muy probablemente se quede así por un buen rato, pues Rosa no a tenido ninguna pareja desde hace años ya, y por las cosas que se dicen de ella últimamente, eso no parece que valla a cambiar dentro de poco.

- Markus lleva tiempo preguntando por ti. -Comenzó a explicar ella en respuesta a tu pregunta- Tiene algo que hacer dentro de poco y te estaba buscando para darte un trabajo antes de irse. Al parecer la hora de irse le esta llegando porque está a punto de encender su moto y arrancar. -Al terminar de explicarse, Rosa te soltó las caderas y se separo de ti, pero no sin antes tomarte de una mano y comenzar a jalarte- Ven, vamos con el antes de que se valla.

Annie se quedo mirandola embobada, la ex de su hermano era todo un portento de persona. Y encima estaba bien buena...Aunque lo de no haber tenido pareja en un tiempo la extrañaba...Si ella misma fuese una mujer bien hecha no habría tardado en tener a alguien cerca...A saber. 

-¿Qué? ¿Ah?, aaah vale...que se tiene que marchar a ...eeh...¿no irá a dejar la banda no?- Preguntó extrañada, Annie se permitió tambien rodearla con los brazos, las manos descansando algo por encima del trasero de Rosa.- ¿Sabes algo del trabajito? ¿Algún paquete? Me encantaría manejarle el paquete a algún tío, ¿sabes?.- Rio un poco en confidencia con Rosa, quizá ella pudiera presentarle a alguna persona a la que manosear. Resopló.- Odio mi otro trabajo, es super aburrido, tengo un cliente que solo viene a mirarme el culo pero luego ...ná. Se monta en el coche y se larga. Creo que es porque me ve como a una niña, joder.

- Que se va a estar yendo Markus de la banda. -Dijo Rosa al escuchar tu pregunta- Nosotros somos su familia. El no nos va a dejar ni muerto.

Lograste sacarle un par de risas a Rosa mientras iban caminando con tus comentarios sobre el cliente regular de el lavado que muy probablemente iba para allá mas para verte el culo que para lavar su auto. Gente como ese tipo eran desagradables, no solo porque se la pasaba tratando de comerte con la mirada de forma tan descarada, si no que tampoco tenia los huevos suficientes como para tratar de hacer algo mas. Era un cobarde sin lugar a dudas, y en parte eso era lo que mas te molestaba.

- Si tanto te molesta, deberías pegarle un par de gritos a ese tipo la próxima vez que valla para allá. -Habló entre risas- Que se ve algo que le gusta que lo diga y ya.

Rosa te siguió guiando por el estacionamiento hasta llegar al final del mismo, allí estaban reunidos la mayoría de la gente de la banda. Tenían los altavoces en el suelo con la música a todo volumen y una pequeña fogata en el centro de donde estaban todos parados, riendo y bebiendo. Cuando este grupo se percato de que Rosa te habia encontrado, varios de ellos alzaron la voz para saludarlas y luego algunos gritaron hacia el lado contrario avisándole a los demas que ustedes dos estaban llegando.

Rosa no te soltó la mano en ningún momento y no paro de jalarte para asegurarse de que no te detuvieses a hablar con ninguno de los miembros de la banda por demasiado tiempo y te guió mas o menos forzosamente hasta la fogata. Allí habia una gran moto negra estacionada, era FTG-3400, una de las motos pesadas mas poderosas del mercado, pero lo que de verdad importaba en este caso no era la moto, si no quien estaba sentado en ella.

Sobre la moto, con los rasos cruzados y la mirada serena pero fija en ustedes dos, allí se encontraba Markus.

- Oh, Ann. En bueno verte. -Dijo al verte llegar- Te estaba buscando.

Markus era una persona especial. Según lo llamaba Rosa y las demas chicas de la banda, el era el ultimo caballero del nivel tres, mientras que los hombres lo consideraban algo así como un ídolo o un modelo a seguir. Era respetuoso, fuerte, responsable y tenia una actitud de líder que simplemente cautivaba a todos a su alrededor. Era un hombre ejemplar. Pero al mismo tiempo, todos estaban cocientes de lo peligroso que es.

Markus es definitivamente una de esas personas que te calma tener de tu lado, y te hacen sentir lastima por la gente que se enfrenta a el. Las historias son muchas, que si se enfrento a 30 hombres cuando el tenia 15 y los mando a todos al hospital, que si destruyo una banda rival el solo nada mas armado con un tubo de metal, que si fue atropellado por un camión y salió completamente ileso, etc etc. Estabas segura de que varias, si no todas, de esas historias podían ser falsas o exageradas, pero tu misma lo has llegado a ver haciendo cosas que parecen ser inhumanas. Es cierto que el tipo mide como dos metros, y tiene mas musculo que el carajo sin necesidad de usar ningún implante o esteroide, pero esa vez que lo viste alzar una moto y tirarla sobre la cabeza de alguien fue simplemente increíble en el sentido mas literal de la palabra.

-MMmm...Le diré eso la próxima vez...-Dijo Annie, pensando en que el tipo del lavadero quizá iria mas allá. Podia ser algo interesante que rompiera la monotonia del trabajo.

Cuando Rosa la llevó ante Markus Annie sonrió, observandole una vez mas de pies a cabeza. Que grande y que estupendo era. Sonrió bobalicona.

-¿Tu diras? ¿Algún trabajo?.- Tambien tenia ojos para aquella moto, que era seguramente lo mejor del mercado y además estaria bien trucada. Solo imaginar el ruido y lo que seria cabalgar esa bestia la erizaba el vello de la nuca.

Cuando se habla del Líder del MM team, hay dos cosas que no se pueden omitir. Una era su fuerza y lo jodidamente grande y musculoso que es, y lo segundo es su moto. La maquina que ese hombre montaba era anormal. Es una Titan 99000, una de las motos mas pesadas y poderosas del nivel 3.

Tu aun no estabas segura de como el podía conducir algo tan salvaje, era una maquina grande, y estaba equipada con prestaciones brutales. Dos rotores de cerámica en cada rueda, un motor de 200 caballos de fuerza a 12.000 rpm y 3 aceleradores de flujo interno en el motor y quien sabe que otra locura que el propio Markus no le halla modificado y agregado. Ninguna moto que tu conozcas podía competir a la par con la maquina de Markus en cuando a poder y potencia pura, si es que esa cosa podia soportar hasta tres cargas de nitro Steamlight.

Esa moto es tan salvaje que los demás miembros de la banda la llaman “El caballo del diablo”. Lo cual básicamente convierte a el hombre que la monta en el diablo desde su perspectiva, y es que la verdad, no cualquiera puede montar una cosa como esa todos los días.

Markus las recibió a ambas con una sonrisa amable a la vez que asentía en dirección de Rosa. Al ver esto, la muchacha de la banda te puso una mano en el hombro, y cuando volteaste a verla, te guiñó el ojo amistosamente a la vez que hablaba en voz baja solo para ti.

- Suerte. -Dijo amigablemente.

Después de decir eso, Rosa dio media vuelta y se alejo de ti y Markus. Parecía que tenia algo que hacer. A la vez que la novia de tu hermano se alejaba de ustedes, el líder de tu banda alzo la voz para contestar a tu pregunta.

- Justamente eso. -Dijo el en respuesta- Tengo un paquete que quiero que le lleves a alguien. No es nada complicado, solo ir, dejar el paquete y regresar. La paga es buena y tu te llevaras una buena parte del corte. ¿Que te parece Ann?

Markus ya te habia dado trabajos antes, cosas triviales que no eran muy complicadas y que no te podrían poner en peligro de ninguna forma, y claro, siempre sacabas una buena parte de esos trabajos, pero este era el primero en el que el mencionaba que la paga iba a ser buena.

Hizo un gesto para despedirse de Rosa, sonriente. Luego volvió a mirar a Markus, como solia hacerlo ella. Al ser tan alto Annie terminaba por mirarle la entrepierna un rato, imaginando cosas…Antes de volver a centrarse mientras hablaban de paquetes. Dioses, porque todo giraba en torno a lo mismo en su vida últimamente.

-¿Buena paga? Bien, bien.-Se frotó las manos un poco, haciéndose a la idea de que quizá podría pagarle unas reparaciones a las abolladuras de su moto, o comprarse algo mas de ropa para cuando iba en moto.

-¿Dónde y cuándo? ¿Salgo ya?.- Annie era bastante dispuesta, y mas cuando se trataba de Markus.- ¿A nombre de quien va el paquete?

Markus sonrió un poco al verte tan dispuesta para llevar el trabajo. Al escuchar tu respuesta positiva, presionó un botón en el panel de su moto, y un compartimiento se abrió por uno de los costados del vehículo de donde Markus saco una caja pequeña envuelta en plástico negro que luego te ofreció para que la agarrases.

- Es esto. No hay una hora especifica para la entrega, pero el cliente quiere que se haga hoy, y sobre a nombre de quien, pues digamos que a nombre de nadie. -Aclaró el mientras te daba la caja- Tienes que ir a la avenida 14 en el sector 2. Allí hay un café llamado Iris's. Tienes que entrar y pedir un café con helado, y luego te sientas en cualquier lado, te tomas el café, y cuando te vallas, dejas la caja sobre la mesa como que si te hubieses olvidado de ella.

Parecía ser un trabajo sencillo. Sin duda era el mas sofisticado que habías hecho hasta ahora con todo eso de comprarte un café con helado. Vete tu a saber que era esa caja o que habia allí adentro. Pero bueno, tu, en tu deber como la transportista, no tenias razón para saber eso ni tampoco razón para preocuparte por lo mismo. Al fin y al cabo, hay veces en las que es incluso mejor no saber que estas llevando ni a quien. Por el bien de tu salud.

- ¿Dudas? -Pregunto Markus medio en broma.

-Ahá.-Asentia mientras memorizaba la información.-Aha...café con Helado...Vale.- Asintió de nuevo.- Me siento...Y luego me largo dejando eso ahí que ya lo recogerán.

-No muchas, parece fácil. ¿Cuanto se me paga y como?.- Dijo, la duda mas importante, siempre era el pago y cuando se hacia efectivo.- ¿Como de delicado es lo de dentro?, para no meterme por baches o saltos o si.

- Por la paga no te preocupes. -Comenzó a Explicar Markus- Haces la entrega, regresas y yo te doy lo tuyo. Y bueno, la verdad no se que hay adentro, así que yo te recomendaría que fueras con cuidado.

Ya tenias el paquete, el destino y todas las instrucciones necesarias. Ahora era cuestión de hacerlo. Parecía ser un trabajo fácil, así que problema no deberías tener para hacer esto.

Ya habiendo despachados sus asuntos contigo, Markus alzo las manos hacia arriba para estirarse un poco, a la vez que giraba su cuello para hacerlo sonar. Al parecer era hora de que el se fuese a resolver sea lo que sea que el tenia que hacer.

- Bueno, yo tengo que arrancar. Hay unos asuntos con mi padre que tengo que resolver. -Dijo el tras estirarse- Mandame un mensaje cuando termines con la entrega... Ve con cuidado Ann.

Markus te dedicó una ultima cariñosa sonrisa a la vez que operaba el panel de su moto para activarla y prepárala para arrancar. Entonces, puso las manos en el volante y la maquina se encendió. Todo el mundo en el estacionamiento reconoció el sonido del motor del Caballo Del Diablo encendiendo y comenzaron a gritar festejando. Todos disfrutaban de ver a su líder manejar esa bestialidad de moto y el sonido que hacia era simplemente brutal, pero para le gente como ustedes era música para sus oídos.

Como un propio jinete del inframundo, Markus hizo que la rueda delantera de su moto se alzase en el aire por un instante antes de hacerla rugir mientras aceleraba, pasando junto a todos sus compañeros a gran velocidad hasta salir del estacionamiento.

Muy bien, ya tenias todo para el trabajo, ahora era cuestión de hacerlo.

-Vale, haré eso.- Dijo obediente, mirandole con admiración casi como cualquiera allí.

El sonido de ese motor hizo que se le endurecieran los pezones bajo la ropa, sonrojandose un poco, notando las vibraciones en su cuerpo.-Flipa...-Dijo cuando finalmente este se fue a toda velocidad. Annie entonces se dirigió a su propia moto, guardando bien el paquete y tomando el casco que llevaba cuando viajaba en la moto, preparandose para ponerselo. Se despidió de unos y otros con la mano, antes de subirse a la moto, sacar culo para que se lo mirasen bien, y arrancar de camino a su destino. Al Iris, a pedir su café con helado.