Partida Rol por web

The Last Blade

Capítulo I: Hermanos

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14/01/2011, 00:26
Director

Notas de juego

Las fichas están listas para usarlas ya según vienen. Todo está calculado. Sólo necesitas coger el bonificador y sumar tu tirada, no hace falta que sumes el atributo.

Por ejemplo, para esta tirada tendrías que sumar a lo que saques en el dado objetivo un +12. Si con eso igualas o superas 15, has tenido éxito.

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14/01/2011, 00:28
Akari

Aun encima de los hombros de Juzoh, mira a los espíritus humanoides enormes que hay frente a ellos... no le da tiempo a avisar a los hombres que intentan enfrentarlos y acaban en el suelo, con un dolor de oídos, por no decir de todo el cuerpo, increíble.

-No se que son! Lo comprobaré!

Ella, como Onmyoji debe conocer a los espíritus y cual es el motivo que los ata a este mundo para poder exorcicarlos... así que cierra los ojos y comienza a murmurar palabras para intentar descubrir la naturaleza de esas cosas y darles descanso y purificarlas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Oki, era lo que quería saber ^^

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14/01/2011, 00:37
Director

Mientras los dos desgraciados se arrastran para ponerse a salvo, las tres criaturas se sorprenden al sentir cómo te concentras. Durante un momento se quedan paradas y en silencio, pero luego vuelven a moverse y a armar escándalo. Sin embargo, su forma cambia un poco...

La luz etérea que los envuelve se disipa ligeramente y podéis distinguirlos mejor. Tienen el aspecto de grandes hojas de papel, como si fueran muñecos enormes recortados con forma casi humana. Emiten un ligero brillo rosáceo y abren y cierran los ojos mirando todo lo que les rodea. De pronto, ambos os dais cuenta de lo que son. Akari incluso se sorprende de haber tardado tanto en descubrirlo. ¡Si ella misma puede convocar a uno de ellos para que la proteja!

No hay duda, son shikigamis. Son espíritus que sirven y protegen a los onmyojis, y pueden ser convocados por estos. Akari tiene uno que es amigo suyo, llamado Hagure, al que puede invocar para que la ayude si tiene problemas. Pero estos parecen no tener dueño y están realmente furiosos. ¿De dónde pueden venir?

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14/01/2011, 08:13
Juzoh

Una perla de sudor recorrió la frente del gigante, y con parsimonia, descendió a la pequeña Akari hasta el suelo.

- Aka-Chan, supongo que podrías encargarte sola, pero por si acaso, voy a distraerlos mientras tú preparas alguno de tus hechizos.

Se acercó a uno de los destrozados tenderetes, y arrancó un enorme madero que aún se mantenía fírmemente anclado al suelo. Lo sopesó, balanceando su peso unas veces, y luego miró a las fantasmales criaturas. Bueno, no era su garrote de acero, pero serviría. Sin decir otra palabra, se acercó hacia los seres, interponiéndose entre ellos y su hermana.

- Vamos... chicos. Sabéis que tenéis que estar aquí, así que vais a portaros bien...

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14/01/2011, 12:23
Director

Mientras Juzoh se pone en actitud defensiva, los shikigamis continúan avanzando. Lentamente... pero sin detenerse. Con su rostro enfadado parecen amenazadores, pero Akari sabe muy bien que aparte de producir un buen dolor de oídos, poco más pueden hacer. Las armas convencionales no pueden dañarlos, pero Akari tiene un bastón de onmyoji muy antiguo, reliquia de su familia, cargado de sellos sagrados. Esa sí será un arma efectiva, si esos espíritus insisten en ser hostiles...

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14/01/2011, 17:41
Akari

-Juzoh!! entretenlos! son Shikigamis! no creo que compliquen mucho la cosa!

Sale corriendo para buscar su bastón. Con él seguramente pueda calmar a esos shikigamis que parecen estar sin dueño y su no atiende a razones, lo único que puede hacer es destruirlos para que no causen más daño.

Sube la gran escalinata que lleva al templo como alma que lleva el diablo, aunque ella sea una Miko*, y entra en la sala principal del templo, donde realiza todas las ceremonias, rezos y ofrendas... allí está el bastón para que siempre esté purificado por la fuerza de los dioses.

Hace una pequeña inclinación antes de tomar el bastón y sale corriendo, también como si le fuese la vida en ello, y no es que esté equivocada...

Notas de juego

Me supongo que el bastón me lo habré dejado en el templo ya que no pensaba que esto pudiese pasar... así que voy a por el... XD

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14/01/2011, 19:04
Juzoh

- ¡Hai! - respondió Juzoh, separando las piernas y agarrando el tronco con ambas manos - ¡Estáis perdidos, espíritus!

Sabía que no podría hacerles daño con un simple tronco de madera, pero quizás los retendría lo suficiente como para que Aka-Chan volviera con algún remedio espiritual contra ellos.

- ¡Vamos allá! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!!! - rugió a los Shikigamis agitando el tronco en el aire y se abalanzó para golpearlos - ¡Juzoh Explosive Blow!

Levantó una pequeña nube de polvo cuando corrió hacia ellos, olvidando todo y centrando sus ojos en el objetivo.

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14/01/2011, 19:14
Director

Como respuesta al ataque de Juzoh, los shikigamis gimen con todas sus fuerzas, haciendo que los cacharros de porcelana se rompan en mil pedazos y que la gente caiga de rodillas cubriéndose los oídos. Los tres espíritus mueven sus brazos de un lado a otro, intentando asustar al gigantón que viene hacia ellos... pero Juzoh continúa corriendo sin amedrentarse.

Sin embargo, como había previsto, su trozo de madera no es suficiente para hacerles mella. Cuando les golpea con él, se limita a atravesarlos como si fueran nubes muy densas. Sus formas se resienten, pero vuelven a unirse a los pocos segundos y parece que sólo se enfurecen más. Continúan gimiendo y chillando de forma terriblemente molesta.

Finalmente, Juzoh retrocede, con un bonito dolor de cabeza a causa de los horribles gritos de ultratumba. Akari tendrá que hacer algo con su bastón si no quieren que todo el barrio quede destrozado por los shikigamis...

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14/01/2011, 19:24
Akari

Llega a donde están los shikigamis, con la cara desencajada del esfuerzo...

-Te he... dicho... que los... distraigas... No que los cabrees!! - le echa la bronca a Juzoh.

Bueno... las broncas pueden esperar a después... se coloca ante los 3 shikigamis, con el bastón frente a ella, y comienza a invocar su poder con cantos rituales. Cuando cree que ya está preparada, va hacia el primero se los shikigamis y le da un bastonazo para purificarlo y que no sienta rencor.

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14/01/2011, 20:29
Director

El shikigami que recibe el golpe cambia su expresión, y se puede ver que se ha quedado sorprendido. El golpe de Akari ha sido mucho menos contundente que cualquiera de los de Juzoh... pero aún así parece haber hecho mucho más efecto. El shikigami da un par de pasitos hacia atrás, y se lleva los finos brazos al lugar donde el bastón de la niña lo ha golpeado. Gime, pero esta vez de una manera mucho menos intensa, y sus ojos dejan de mostrar una mueca de enfado... casi parece que esté triste.

Sin embargo, los otros dos shikigamis se lanzan sobre Akari, furiosos. Sus gritos rasgan el aire y lanzan golpes con sus brazos a diestro y siniestro, levantando polvo y trocitos de porcelana. Aunque son rápidos, Akari lo es aún más y tiene la sartén por el mango con su bastón.

Notas de juego

Puedes escoger golpearles como al primero, o más fuerte para destruirlos. Su defensa es de 20, y como estás utilizando tu bastón, atacas con Arm. CaC. más tu Fuerza.

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14/01/2011, 20:39
Akari

Ve que uno de ellos queda fuera de combate ya que no muestra la misma rabia que antes, pero los otros dos aun parecen mas enfadados... con unos giros de bastón intenta golpear mientras sortea sus ataques... y ya es difícil por que el polvo que levantan molesta bastante...

- Tiradas (1)

Notas de juego

me da que no les hago nada... XD

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14/01/2011, 21:10
Director

Akari describe un amplio arco con su bastón sagrado e impacta directamente en uno de los shikigamis. Los sellos sagrados del bastón emiten una luz intensa y blanca, que envuelve al espíritu rabioso. Este se queda un momento parado, mirando la extraña luz con una expresión de sorpresa en sus ojos rojos, y acto seguido desaparece en medio de una voluta de humo blanco algodonoso. El otro shikigami observa la escena y de pronto deja de atacar, vacilante. Aún parece enfadado, pero mira a Akari sin atreverse a enfrentarse a ella... por fin ha aparecido alguien que puede hacerles frente.

Mientras, detrás de él, el primer shikigami tiembla. Ha caído de rodillas al suelo y gime quedamente, sacudiendo los hombros como si llorase. Parece que no será un problema durante un rato.

Entretanto, un hombrecillo menudo se dirige a Juzoh y le da unos golpecitos en la pierna, pues no llega más arriba.

- ¡Eh, eh! -dice el hombre-. Juzoh, vuestro padre ya vuelve... Viene por la calle de los vendedores de especias.

Notas de juego

Sí, le das. Tu bonificador era +18, para atacar tenías que sumar también la Fuerza que es 7.

Es decir, dado medio 5, más 18 = 23. Superas 20 y le zumbas... ;)

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14/01/2011, 22:29
Akari

Se gira hacia los dos que quedan... uno no parece un problema, y el otro... el otro parece que se lo esta pensando... y es lógico... nadie en su sano juicio se atrevería a enfrentarse a un onmyoji... pero bueno... no es que sea muy inteligente...

-Quieres acabar como tu compañero? Sabes que no me costará...

Prepara el bastón. Aunque decide purificarlo como al otro que está llorando, así no será una amenaza... al fin y al cabo, los shikigami son espíritus protectores y no armas de destrucción..

Se estira hacia delante y toca con su bastón al shikigami esperando que no se destruya.

Notas de juego

pensaba que ya era como antes... que estaba metido XD sorry

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15/01/2011, 02:06
Juzoh

Juzoh se encontraba tirado en el suelo con las piernas en alto. La cabeza le daba vueltas, y no oía nada más que un molesto pitido. Le costó horrores darse cuenta dónde estaba, y cuando el anciano le golpeó para despertarle, le miró con la expresión de alguien que se acaba de despertar.

- ¿Qué? ¡No se qué dice, anciano! - dijo, poniéndose la mano al oído.

Se levantó sujetándose la cabeza, intentando recordar qué le había tumbado tan fácilmente...

¡Akari! ¡Los shikigam! 

Miró alrededor y observó la batalla. Sonrió satisfecho de que todo estuviera controlado, y se unió a Aka-Chan en su batalla. No iba a poder atacar, pero por lo menos evitaría que su hermanita pequeña sufriera daño.

- Lamento el retraso, hermanita, tuve un pequeño percance ahí detrás... - dijo el gigante, con una sonrisa socarrona en el rostro.

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15/01/2011, 13:24
Director

Antes de poder apartarse, el shikigami recibe el leve toque del bastón de Akari y se queda tan sorprendido como su compañero. Sus ojos cambian a una expresión de tristeza, y se lleva también los brazos finos como el papel al lugar donde la niña lo ha tocado con su arma sagrada.

Da un par de pasitos hacia atrás y emite unos ruiditos extraños y apagados, una especie de  "bu, bu, bu...". Es lo más parecido al llanto que podrían hacer esos seres. El que estaba detrás se levanta con esfuerzo y camina hacia su compañero, como para consolarlo. Veis con sorpresa que los ojos de ambos se han vuelto azules, perdiendo el color rojo abrasador que tenían antes. Miran alrededor, comprobando el destrozo que han hecho, y parecen llorar más desconsoladamente.

A vuestro alrededor, la gente parece perder poco a poco el miedo a los espíritus. Está cada vez más claro que ya no van a hacer daño a nadie. Algunos incluso gritan que aprovechéis y los destruyáis, que los envieis de vuelta a su mundo. Pero los espíritus os miran desde el suelo y parece que se encogen con miedo ante el bastón de Akari.

Notas de juego

Tranquila, al principio es un poco difícil coger el tranquillo. Pero ya has hecho tiradas de todos los tipos, así que se aprende rápido... xD

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15/01/2011, 13:51
Akari

 Se acerca a los espíritus intentando no parecer amenazadora... quizá ellos sepan decirle o, al menos, comunicarle porque se habían vuelto malos y atacaban a la población.

-Ahora que sois buenos espíritus... decidme... ¿Por qué estáis tristes? ¿Por qué os habéis portado mal?

Extiende una mano, en son de paz.

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16/01/2011, 22:28
Director

Según Akari se acerca a ellos, los shikigamis se encogen temerosos. Pero al ver que no pretende destruirlos, avanzan despacio y se abrazan a ella. Están fríos, no demasiado, pero sí lo suficiente para notarlo a través de las finas ropas de la niña. Continúan llorando desconsoladamente, agarrándose a Akari con desesperación, como si necesitaran algo...

Muchas de las personas que ven la escena se asustan y le gritan a Akari que corra, pero los espíritus no le hacen nada. Uno de ellos señala con su finísimo brazo hacia el templo de los Ichijo, y mira a la niña a los ojos, implorante. Parece que le está pidiendo algo...

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16/01/2011, 22:33
Juzoh

El gigante dio un paso, amenazador, cuando los Shikigamis se abalanzaron sobre su hermanita, pero cuando vio que sus intenciones no eran malas, se relajó y observó el destrozo a su alrededor rascándose la cabeza.

Permanció unos segundos ahí, ausente mirando los tenderetes rotos, y luego volvió la atención hacia Akari, que estaba prácticamente envuelta por esas criaturas espirituales.

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16/01/2011, 22:36
Akari

Mira hacia el templo cuando uno de los espíritus señala hacia él... quizá quieren ir allí, seguramente en el no sientan tanta tristeza... están fríos, como si les faltara una parte de ellos...

-Queréis ir al templo? Habéis perdido a vuestro Onmyoji?

Se entristece al pensar que puede que su comportamiento haya sido dado por la muerte de su onmyoji y que por eso estén tristes y fríos...

Señala hacia el templo, indicando que tienen permiso para ir. Se ata el bastón a la espalda y los coge con sus manos de papel mientras los lleva hacia el templo.

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16/01/2011, 23:20
Director

La multitud se aparta en silencio para dejar pasar a Akari, que camina flanqueada por los dos espíritus. Juzoh la sigue de cerca, pero tranquilo ya. Siempre se sorprende de lo hábil que se muestra su hermana con los espíritus, a pesar de lo pequeña que es...

Caminando poco a poco, llegáis al templo de la familia y entráis.

 

 

Los shikigamis, aún de la mano de Akari, miran alrededor. Finalmente entráis en el recinto sagrado, y allí los dos espíritus parecen impacientarse. El silencio es solemne, como corresponde a un lugar santo. Pero los shikigamis esperan algo. No dejan de señalar el bastón de Akari y de moverse nerviosos, bamboleando los brazos como si fueran pancartas movidas por el viento. Finalmente se quedan quietos, mirando a la niña con ojos tristes.

Mientras tanto, Juzoh oye una voz grave y familiar. En la calle, su padre ha regresado y habla con la multitud. No tardará en entrar para ver lo que ocurre.