Partida Rol por web

"The Last of Us: Un nuevo comienzo" (+18)

[CAPÍTULO 2] - Please, Hold to My Hand

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23/05/2023, 00:39
Ambientación

El grupo conformado por el Oso y sus hombres de confianza, los hermanos MacLeod, Vika y Elliot terminaría por abandonar los estudios Pinnacle, echando la vista atrás por ultima vez. Sin duda el complejo era tranquilo y aislado dentro de la QZ, con buenas vistas de toda la ciudad y la bahía, lo cual lo convertía en un magnífico lugar donde pasar desapercibidos. Según las palabras del propio Veron, y teniendo en cuenta las indicaciones de capo contrabandista Jeff Strickland, muy probablemente conducirían a la madre de Michelle y Barry a aquel mismo lugar, incluso permitiéndole a la mujer ser acompañada por Annika si la joven así lo deseaba. El suministro de comida y las medicinas necesarias sería total prioridad, amén de contar con la protección de algunos hombres de entera confianza.

Siendo liderados por el Oso, la comitiva recién conformada sería conducida al epicentro del contrabando y las actividades ilegales de Boston, el mismísimo "mercado negro", ingresando por uno de los intricados accesos del antiguo metro. Una vez cruzado el umbral del lugar, la gran afluencia de gentes de toda índole se hizo patente, en su mayoría rateros, mercenarios, contrabandistas y los dueños de los diversos tenderetes. Si bien cualquiera del variopinto grupo podría a posteriori visitar los distintos puestos según sus intereses, la primera de las paradas fue un aparentemente almacén abandonado. Lejos de lo que pareciese ser desde el exterior el lugar, una vez se ingresaba al complejo y se subía por una escalinata de piedra, nada más ingresar por la compuerta de hierro se entreveía una gran estancia abarrotada de libros, cajas de suministros varios y una mesita auxiliar con sofás en la parte posterior, donde comúnmente solían relajarse los contrabandistas contratados por ambos líderes en sus tiempos muertos, tiempos que solían prolongarse más de lo que Jeff y el oso estipulaban que un trabajador medio debería descansar.

 

- Hogar, dulce hogar - mencionó David con una amplia sonrisa, avanzando el primero y dejándose caer a plomo en uno de los cómodos sofás, brazos en cruz sobre el reposacabezas - ¿Quién se echa unas partidas de cartas? ¿Nos apostamos unas pocas BGMs? - se apresuró a proponer, mientras se incorporaba y tomaba entre sus dedos la baraja de cartas y las  comenzaba a mezclar con verdadera maestría, lo que auguraba que no era la primera vez que pasaba largas horas en aquel lugar. ¡Eh, Konrad! ¿Seguimos con la partida de esta mañ...? - y solo en ese preciso instante recordó la reciente pérdida, sintiendo una punzada dolorosa en el pecho. ¿Cómo podía haber olvidado que el enfrentamiento con King se había llevado por delante a su mejor amigo? Oh, joder...

Pablo negaría con la cabeza, y aunque tentado estuvo inicialmente de darle una reprimenda a su hermano menor por tomarse las cosas de forma desenfadada, esta vez ni si quiera él estaba con ánimos de darle una reprimenda. Simple y llanamente les ofreció asiento a los "nuevos", explicándoles para que empleaban aquel lugar.

- Barry, Elliot, Michelle y Vika... - los nombró uno a uno, tratando de ir familiarizándose poco a poco con sus nombres - Este lugar solemos emplearlo como almacén de logística, siendo uno de los múltiples almacenes en los que descargamos la mercancía de contrabando que llega desde el exterior de la QZ. Aquí podremos elaborar con tranquilidad un listado de los suministros y armas de las que disponemos o que precisaremos en la incursión. ¿No es así, jefe? - le preguntó al propio Oso, para obtener su aprobación - Aunque prácticamente dispondremos de todo lo necesario e imprescindible, sin duda deberemos aprovisionarnos de comida en el tenderete de la nana Longside. Y si alguno quiere hacerse con algún armamento en particular, el mejor lugar para negociar es el puesto de Vane Sully... - aunque recordando que recientemente le habían jodido tanto Donovan como Robert, quizá no estuviese muy receptivo. También hay que recaudar rápidamente las entradas al evento y abrir las apuestas en cuanto empiece a acceder la gente. Va a ser la reostia. ¿Cómo te ves Love?

Love se mostró impasible, como si pelear y mandar al suelo a sus oponentes fuese algo trivial e incuestionable. Sonrió divertido e hizo tronar el cuello y los nudillos, deseando ya mismo estirar su cuerpo, practicar sombra y calentar los músculos en el cuadrilátero, habida cuenta que apenas restaba media hora para al evento de aquella tarde.

- Oso... ¿sería posible ir a calentar al lugar del evento? ¿es necesaria aquí mi presencia para cargar algo o voy directamente a alistarme para el combate?

El propio Pablo sería quién les informaría a todos, por si alguno deseaba acudir directamente con Love.

- El casino con las máquinas de juego y las timbas de póquer queda a unos cien metros calle arriba... no tiene pérdida. Una vez dentro, bajando las escaleras del mismo hall de entrada, se accede a la zona clandestina donde se realizarán las peleas... - comunicó con determinación, para de inmediato clavar la mirada en su hermano menor - David, salvo que el jefe ordene lo contrario, encárgate tú de acompañarles. Probablemente esté allí Gary Locke ultimando los detalles y controlando la entrada. Échale una mano.

 

Notas de juego

Nuevo capítulo! ;)

Libertad para moveros libremente dentro de la zona del mercado negro y sus alrededores. Podéis preguntarme sin inconveniente alguno si queréis que os amplíe alguna descripción en concreto, pudiendo negociar a vuestra conveniencia por los suministros que vienen descritos en la escena con vuestras BGMs.

Enlace donde se describen los artículos del "mercado negro"

Nota adicional: Michelle y Barry, en el mercado negro podéis rolear que os encontráis a Veron si decidís acudir al lugar. Para entonces ya habrá pasado cierto tiempo y podréis preguntarle acerca del estado de vuestra madre y los artículos de Michelle le requirió.

 

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24/05/2023, 01:00
Ambientación

Los hombres de Jeff vislumbrarían desde la distancia que algo había sucedido con el joven Franklin, con solo verle aquel rostro serio y compungido, apartándose momentáneamente del resto. No sabían que podría haber ocurrido ni que asuntos habían tratado aquel grupo de supervivientes, pero habiendo los jefazos dado la orden de movilizarse y salir todos del lugar, dejándoles a solas para terminar de atar los cabos sueltos y dirimir el destino incierto del prisionero, sería el propio Tony el que rompería el incómodo silencio que se había formado.

- Es hora de movernos. ¿Todo bien por vuestra parte? - preguntó en un tono más calmado el fornido contrabandista al cuarteto de supervivientes que les acompañaría, entendiendo que para algunos la decisión de unirse a la misión había sido harto complicada - Se que todavía estáis con ciertas dudas o reticencias de todo esto, pero si de algo vale mi palabra, al menos quiero hacer constar que no somos tan mala gente como quizá os estéis imaginando. Nuestros jefes pueden parecer muy despiadados y crueles, igual hasta sus formas no son las más... - finalizó allí mismo la descripción, de forma abrupta, no deseando ocasionar justamente lo contrario que pretendía- a lo que pretendo llegar es que a diferencia de tipos como Robert Downes o Donovan Peak, Jeff y el Oso todavía conservan su reputación y un férreo código de honor. Si nos han prometido el repartir de forma justa y equitativa el botín que obtengamos del convoy, recibiendo todos una generosa recompensa, creedme que lo harán. Si les prometieron a los hermanos MacLeod cuidar y salvaguardar la seguridad de la madre de estos hasta su vuelta, proveyéndole de medicinas y de todo lo necesario, creedme que lo harán. Si el Oso le prometió a Elliot protegerle de las otras bandas locales o a Luigi Giocomo reparar su local destrozada, pues eso. - finiquitó el tema por no repetirse hasta la saciedad, en respuesta a las posibles dudas que hubiesen desarrollado tras escuchar la peligrosidad del asunto. A lo largo de los años se han ganado nuestra lealtad y confianza, aún cuando todos empezamos de forma muy similar a la vuestra, con dudas, temores y desconfianzas. 

No hubo mucho más que añadir, saliendo la comitiva del interior de los estudios Pinnacle, rumbo a lo que sería otro local o taller cercano al límite del perímetro de la QZ. Terminar de pertrecharse con lo necesario era el principal objetivo del grupo que encabezaría la salida al exterior, por lo que una vez se separaron del Oso y sus hombres, de los hermanos MacLeod, Vika y Elliot, durante largos minutos estuvieron transitando silenciosamente por la avenida abandonada, siempre agazapados y tratando de pasar desapercibidos de miradas indiscretas, e incluso discurriendo en algunos tramos por debajo de la superficie, empleando algunas galerías subterráneas y accesos del antiguo metro.

No fue hasta alcanzar un pequeño refugio en las afueras, muy cercano a la zona amurallada que delimitaba la QZ, que no realizaron un alto. Aquel viejo antro estaba polvoriento y en un deplorable estado, como si hubiese estado abandonado durante meses, pero sin duda alguno contaba con lo imprescindible.

- Hemos llegado. - comunicaría Saint Andrés, quién lideró gran parte del trayecto, en ausencia de Jeff - Este taller mecánico es propiedad del Oso, aunque desde hace ya un tiempo lo empleamos como uno de los almacenes más cercanos al exterior. Aquí tenemos el motor del camión que se nos jodió en la última incursión, y que confiamos el señor Walker sea capaz de reparar. - intentó ser optimista, señalándole al mercenario la pieza del motor que colgaba en mitad del reciento - En la mesa hay algunas piezas que trajimos en uno de los últimos cargamentos, y que técnicamente deberían ser los reemplazos que se precisan, pero sinceramente no se con que te vas a encontrar, Walker...

Señor Young, en aquel cajón hay algunas acreditaciones originales de algunos soldados y del personal de servicio de FE.D.R.A, y algunas falsificaciones a medio terminar... - sentenció el propio Saint Andrés, invitando al falsificador a echar una ojeada a dichos documentos - Hace un tiempo contábamos con los servicios de un falsificador que operaba en la zona 1, un tal Joe Finnegan, ¿le suena? pero el caso es que dejó el trabajo a medio concluir. Averiguamos con el tiempo que los militares de FE.D.R.A había descubierto sus actividades clandestinas y... se lo cobraron con una bala en la frente. 

En otra zona anexa, llena de cajas apiladas, había algunos fusiles de asalto, pistolas, cuchillos tácticos y munición variada, de la que los hombres de Jeff no dudaron en hacer acopio, invitando al resto a tomar lo que considerasen. También algunas linternas, máscaras de gas y filtros, pero nada de tiendas de campaña, mantas térmicas y sacos, comida y bebida. ¿Lograría el grupo del Oso aprovisionarse de lo que carecían? Un par de bidones de gran tamaño contaban con fuel, lo cual quizá fuese algo indispensable pero... ¿Cómo iban a ingeniárselas para sacarlos al exterior de la QZ?

- Aquí hay armas y munición, serviros los que lo preciséis... - mencionó Dave Beltrán, rebuscando unas cajas más apartadas en las que venía etiquetado en el exterior "material médico y quirúrgico". Eh, muchacha. ¿Sunny te llamabas, cierto? Aquí hay botiquines médicos, y todo tipo de cachivaches de esos que usan los matasanos... - y levantando un estetoscopio entre sus manos, del interior de una de las cajas, no teniendo muy claro para que servía aquello, lo volvería a depositar con cuidado. Por sus gestos y mirada de asco, era obvio que habría tenido alguna mala experiencia con los médicos, no gustándole mucho todo lo que veía - Sírvete tu misma. ¿Quieres? Ah, y en esa caja de allí arriba debería estar ese escáner que mencioné... No se si todavía habrá posibilidad de hacerlo funcionar...

Chad, quién había permanecido distante y silencioso, alejado más de lo normal de la joven pelirroja, miró aquella caja que acababa de señalar Dave. Era consciente de que estaba a bastante altura, la suficiente como para que Sunny apenas pudiese rozar con las yemas de sus dedos la superficie colocándose de puntillas. Obviamente estaba deseando echarle una mano a su íntima amiga, pero avergonzado como se encontraba, todavía no las tenía todas consigo. ¿Le pediría Sunny ayuda y tratarían ambos de resolver el malentendido?

Jeff llegaría en último lugar, acompañado por Arthur Miller, después de haberse quedado rezagado con el Oso en los estudios Pinnacle. La duda de la mayoría estaría más que justificada, más cuando vieron al líder mafioso retirando de su traje algunas motas de polvo, como cuando alguien termina lo que había ido a hacer. ¿Qué habría sido Peter Turner? ¿Habrían enviado al chaval al otro barrio o todavía se mantenía vivito y coleando? Desde luego no estaba allí junto con Jeff...

 

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24/05/2023, 11:48
Barry "Fortuna" MacLeod

La conversación a solas con mi hermana me había dejado un muy mal sabor de boca, pero la falta de tiempo y mi escasa predisposición habitual a hablar de ciertos temas hizo que no fuera capaz de explicarle la realidad que contradecía esas suposiciones suyas. No dudaba de que las cosas en la zona de cuarentena eran difíciles, pero compararlo con lo que había fuera de sus muros era un mal chiste que ella aún no había podido pillar. Ojalá nunca lo hiciera. Y con papá... tampoco podía estar más equivocada, pero no me veía con fuerzas para hablar de ello por el momento. Era un gesto egoísta, y era consciente de ello, pero no podía hacer otra cosa por el momento.

El resumen que hizo Vika dejó claro que sabíamos algunas cosas, pero nos faltaban muchas otras. No me hacía ilusiones, sabía que no lograríamos acudir en busca de esos tipos conociendo todos sus movimientos, y que una vez ahí fuera habría que improvisar a base de bien. Sencillamente, no me gustaba. Strickland no puso pega alguna a devolverme el mapa, pero nos ocupamos de realizar una copia de los puntos más importantes en uno de los que había obtenido Elliot, a los que añadí algo más. Se había nombrado un centro comercial como punto clave, aunque no sabíamos cual era, así que dediqué unos minutos a buscar todos los centros comerciales que aparecieran en el plano y rodearlos con un círculo tanto en mi plano como en el que se quedaría Strickland. Era importante tenerlos localizados.

Para mi sorpresa, el interrogatorio al chaval de la banda de Donovan terminó sin derramamiento de sangre. ¿De verdad pensaban dejarlo con vida? Me resultaba fascinante que un mafioso con tanto poder realmente creyera en ganarse la lealtad de un prisionero en lugar de ejecutarlo para librarse de un potencial problema. Jeff Strickland debía estar muy convencido de sus posibilidades, o muy desesperado, a saber. En cualquier caso, me llamó la atención que saliera a colación un nuevo nombre, el de un tal Ted Petrovsky, informante de Donovan y a quien había usado al parecer para espiar a Gorbinsky y distraerlo.

No tardamos mucho en abandonar aquel refugio para acudir al mercado negro, donde nos guiaron hasta un almacén que servía de punto de encuentro para los hombres del Oso y Strickland. Allí nos indicaron que había equipo básico con que pertrecharnos, lo que para mí suponía todo un pistoletazo de salida. Aún conservaba ese instinto, el de coger lo necesario allá donde me fuera posible, como hacía en otro tiempo cuando salía al exterior. Hice un gesto a Michelle y Vika, instándolas a equiparse, y me acerqué a Elliot con gesto serio.

- Te dije que hablaríamos... -Le advertí, sin cambiar de expresión- ...por suerte para ti, soy hombre de pocas palabras. Querías proteger a mi hermana, y eso está bien. Pero... -Me acerqué más a él, bajando la voz- ...si vuelves a airear intimidades de mi familia, te cortaré la lengua. -Le advertí, volviendo a apartarme- ¿Nos entendemos? Bien, pues vamos a conseguirte algo de equipo.

Tras aquellas escuetas palabras, acompañé al socio de mi hermana junto a ella y Vika, para coger equipo básico, que empecé a buscar entre las baldas llenas de cosas.

- Por ahí hay mochilas. Coged una cada uno, y también una manta, linterna y una máscara. -Recomendé, especialmente a Michelle y Elliot. Vika estaba acostumbrada a salir y sabía lo que era necesario, pero Michelle no, y de Elliot no sabía gran cosa. Aún así, pillé un cuchillo en su funda y una pistola, que comprobé que estuviera en buen estado, antes de tendérselo al informante- ¿Sabrás apañarte con esto? -Le pregunté, sin saber si sabía disparar o no. Inmediatamente cogí una funda para mi pistola, a fin de poder llevarla en el muslo, y una vaina para llevar el machete a la cintura, en el lado contrario. Metí una manta y una máscara de gas en la mochila, añadiendo una cantimplora, y acoplé una linterna táctica a uno de los amarres de la mochila, antes de colgármela- Si tenéis presupuesto, habría que hacerse con algo de equipo más especializado o alguna mejora para las armas que tenemos. ¿Cómo vais de balas? Yo no estoy para tirar cohetes, algo más de treinta de grado militar, pero no soy nada bueno negociando. -Indiqué con molestia. De eso se encargaba papá- ¿A alguno se le da bien regatear?

Una vez cogimos y acordamos lo necesario, y antes de abandonar el lugar para ir a los puestos, me dirigí a Gorbinsky.

- Oso, ¿algún encargo para nosotros? ¿O quieres acompañarnos? -Le comenté, atreviéndome a sugerir aquella opción- ¿Qué hacemos si vemos a ese Petrovsky?

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24/05/2023, 18:14
Michelle MacLeod

Me resultó extraña la sensación que tuve al internarme en el mercado negro junto a los demás, un lugar que no me era para nada desconocido, y en el que siempre había que andar con mil ojos al poder encontrarte todo tipo de gente. No era distinto en aquella ocasión, pero tras todo lo que había pasado, teniendo que huir y esconderme junto a una gran parte de desconocidos, regresar a un lugar en el que podía caminar con libertad y donde vi algunas caras conocidas más me resultó agradable. De hecho, llegué hasta a sonreír, saludando con discreción a algunos de los dueños de los tenderetes que ya me conocían y a algún contrabandista con el que había hecho negocios. Aquello no habría sido posible sin la ayuda de Strickland y Veron, quienes me permitieron ganar algo de tranquilidad tras dejar aún más claro cómo cuidarían de mamá.

Pero el mercado y aquella afluencia de gente quedaría en seguida atrás, dirigiéndonos a lo que parecía ser un almacén abandonado. Este escondía un aparentemente confortable refugio en la parte superior, aunque si bien los sofás llamaron mi atención, más lo hicieron aquella cantidad de libros; los cuales no tuve ocasión de ojear, al menos por el momento. Frustrada la partida de cartas que uno de los hombres de El Oso pretendió echar, el llamado Pablo nos presentó el lugar y nos habló un poco sobre lo que había por hacer, y es que aunque allí contaban con material que podríamos utilizar, aún había que lograr algunas cosas; como alimento y más balas o cartillas a través de aquel evento que tenían entre manos.

Había tomado asiento cuando Pablo nos invitó a sentarnos, pero cuando sus explicaciones terminaron, me levanté casi de un salto, con ganas de ponerme en marcha. Al parecer terminaríamos en aquel lugar clandestino donde se realizaban los combates, lugar donde podíamos encontrarnos con aquel Ted Petrovsky. De ser así, ¿podríamos sonsacare algo? Esperaba que sí, pero para ello primero habría que dar con él. Pensé en preguntarle a Elliot por el asunto del informante de Donovan, pero me di cuenta de que Barry nos hacía señas a Vika y a mí para que empezáramos a equiparnos, y me dirigí junto a mi mentora a donde se encontraban los suministros; mientras que mi hermano se entretenía unos momentos con Hudson.

Apenas acababa de mover una polvorienta caja que me hizo toser, cuando Barry y Elliot ya se encontraban nuevamente con nosotras, dándonos mi hermano algunas indicaciones acerca de con qué pertrecharnos. Ya tenía mochila, pero quizás fuera mejor coger una en mejores condiciones. Tomé nota de lo que había dicho Barry, pero acostumbrada como estaba a intentar hallar aquello que no estaba a simple vista, proseguí abriendo aquella caja de cartón mientras meditaba qué cosas debía llevar.

- ¡Aquí hay cantimploras y linternas! – anuncié al resto, y es que no estaba segura de que Oso y sus hombres supieran todo lo que tenían allí, o dónde se encontraba exactamente. – No tengo ninguna encima, pero cuando Veron me traiga mis cosas será otro cantar. – comencé a responder a mi hermano cuando nos preguntó por las balas de las que disponíamos, habiendo mencionado el conseguir algunos recursos más. – Estaba ahorrando para pagar la deuda, así que… De momento había logrado reunir noventa y dos. – dije con exactitud.

Dada mi situación, resultaba imposible que no supiera con precisión con cuántas balas contaba. Cada una de ellas suponía un paso más hacia una liberación que creía poder alcanzar por mí misma, algo al parecer imposible ante lo que Hudson había relatado.

- No diría que soy buena negociando… Pero me defiendo. – afirmé cuando Barry preguntó al respecto. Estaba acostumbrada a comprar y vender, pero no era ninguna experta, tenía mucho por aprender aún. - ¿Alguna recomendación en cuanto a las armas? – pregunté a los tres antes de girarme hacia la estantería en la que se encontraban estas, y es que ellos estaban mucho más acostumbrados que yo a hacer uso de las armas en un enfrentamiento.

Cuando mi hermano se dirigió a El Oso, puse toda mi atención en la conversación a pesar de continuar equipándome, especialmente interesada en lo referido al informante de Donovan.

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25/05/2023, 22:25
Vika

Lo más parecido a ir de compras era visitar el mercado negro. De ahí que fuera inexcusable una visita antes de pretender abandonar la ciudad. Había que obtener provisiones y armamento. Por suerte íbamos un grupo compacto, con lo que habría que organizarse para distribuir tareas y armas una vez entrásemos en faena. 

Me gustaba ir por allí, podría pasarme horas contemplando la cantidad de cosas interesantes que estaban a la venta. Sin embargo, esta vez al ir con Oso y su gente, parecía como si tuviéramos pase vip, de hecho, acabamos en un almacén que tenía la organización para pertrecharse. Tal y como ocurrió en la herrería de Bull no pude contenerme y rápidamente pasé revista a todo el arsenal que tenían allí acumulado. Iba con las ideas más o menos claras de lo que necesitaríamos allá afuera, así que coincidí con Barry en las armas que debíamos de escoger - es importante no cargarnos en exceso, sopesar qué armas son más de campo y escoger las más versátiles - el almacén disponía de bastantes cuchillos, machetes, pistolas y otras armas curiosas - siempre hay que llevar un cuchillo - calibré los pesos y me decidí por uno no demasiado pesado, tampoco tenía una hoja demasiado larga - Michelle toma - yo tenía el mío y por el momento, no tenía pensado llevar más, sin embargo dentro de las armas de filo, apoyada contra una pared había un arma que me llamó la atención - esta hacha mola - tenía cabeza de martillo en la parte trasera y éso nos podía venir bien. La levanté para comprobar si pesaba demasiado - está bien - mi pretensión originaria era hacerme con un martillo pero aquel hacha me otorgaba más versatilidad - sí, sé lo que estás pensando, Barry, que el hacha quizás sea pasarse pero, piensa en todo lo que puede ayudarnos - un hacha abría puertas, cortaba con mayor contundencia cuerdas, cables, carne, troncos y además a diferencia del cuchillo te otorgaba un poco de distancia, por lo que pudiera pasar. Además se podía lanzar y tenía hasta martillo, con lo que las opciones se incrementaban a la hora de romper candados o destrozar cosas.

Fui adonde estaba Michelle, había comentado varios objetos que me resultaban necesarios, así que, me acerqué a recoger una linterna, manta, cantimplora. Antes había tomado una mochila gracias a su hermano para ir metiendo todas las cosas que tenía pensado llevar - balas ¿Dónde hay balas? Tengo pocas, necesito más - iba camino de las cajas de munición cuando me topé con un artilugio pequeño pero molón - ferrocerio, me encanta - añadí yesca y hasta un cable de pesca. Aunque sin duda no dejé escapar una cuerda acabada en garfio - ¿Pero de dónde sacáis tantas cosas? - tenían hasta una escala de barco, y las cosas más inverosímiles metidas en cajas: un ancla, faroles de petróleo antiguos, ollas - que no se nos olvide llevar guantes - tal y como Barry había comentado, metí en la mochila una máscara y la munición correspondiente a las armas que tenía.

- Gorbinsky, Petrovski ¿qué pasa, vamos contra la mafia rusa? - aquellos apellidos me hicieron gracia, difíciles de olvidar sin duda.

Revisé varias veces el almacén de Oso, andaba buscando una cosa bastante específica y no daba con ella, aunque con la cantidad de cajas igual podría pasarme desapercibida. Aquel lugar necesitaba más orden - ¿tenéis alambre de espino? Si hay que parar un convoy... - aparte que tenía también utilidad frente a infectados, realmente podría sernos muy útil si lo colocábamos bien - ¿baterías? - di con una caja de herramientas y me llevé un destornillador. Ya estaba finalizando mi visita cuando me topé con otra maravilla que no pude dejar atrás - mira que pala más guapa, además es pequeñita - me daba pena dejarla atrás, aún así, no me quería cargar con demasiado peso.

Barry quería más, sin duda aquel almacén te abría la mente, pero ciertamente necesitábamos otro tipo de armas que allí no tenían - no sé me da muy bien, no he nacido para comerciar - aunque con el hacha que llevaba, quién necesitaba regatear? - dicen que hablando se entiende la gente, podría persuadir...

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27/05/2023, 07:01
El Oso

 La facción del Oso se retiró del refugio y se diriguió al mercado negro para realizar los últimos preparativos y saldar las últimas cuestiones pendientes. El Oso no había reparado mucho en la gente que le estaba siguiendo; el interrogatorio le había dejado bastante meditabundo. A último momento, y quizá en contra de su buen juicio, había tomado partido por el muchacho Peter Turner y le había conseguido un día más de vida. En contra del instinto usual de un criminal, ahora tenía a un enemigo entre sus filas. Abatido, humillado y con miedo, pero un enemigo al fin. Solo el tiempo diría si este era un error fatal o una oportunidad camuflada. Por ahora, Turner era escoltado por Pablo a espaldas del mafioso.

 El grupete se movía con completa autoridad por los pasillos de aquel lugar de mala muerte. Los mercenarios miraban con respeto o miedo al capo de Strickland; y eso se trasfería a la gente que le acompañaba. Pero no hubo paradas intermedias, diriguiéndose el equipo hasta un almacen aparentemente abandonado que funcionaba como base del Oso.

 El hombre orondo se desplomó en uno de los sillones, de una forma similar a la de David. Ver que el muchacho estaba ajustándose a la realidad de perder a un amigo le angustió un poco. Pero no tenía tiempo para andar de terapeuta.

- Tomen lo que necesiten y abastéscanse sin miedo. David, acompaña a los chicos y a Love al evento para resguardarlos y ver si el lugar esta libre de... presencias indeseables. Confió en que Barry, Elliot y las chicas no necesitan escoltas, pero... nunca se puede estar lo suficientemente seguro.

 Esto último lo dijo mirando por la ventana del almacén, donde a través de la mugre se podía apreciar una vista desde arriba del mercado negro. Aquel lugar era un nido de ratas, y si no se avanzaba con cautela te podía pasar de todo.

 Cuando le preguntaron sobre qué hacer respecto al tal Ted Pretovksy del que tanto se había hablado, El Oso se iba a disponer a dar directivas... cuando escuchó el comentario de Vika. Definitivamente no fue hecho de mala fe, pero al capo no le importaba. Nunca estaba de más remarcar un poco porque aquel tipo le provocaba tanta rabia en particular. Era un líder criminal más de Donovan, si, como King Raúl en menor medida; pero El Oso tenía un poco más de historia adentro.

- Gorbinsky soy yo, Vika... Samuel Gorbinsky. Y no tengo nada que ver con ese puto Petrovsky. No es que importe lo que pasó en el viejo mundo, pero... a mi familia la corrieron de Rusia hacia cientos de años patanes como él. Mierdas antisemitas que perseguían judíos por toda Europa. Mis ancestros vinieron a lo que era Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida lejos de bravucones y parias sociales como este tipo... mira como me esta yendo. Ted quiso provocarme y desestabilizarme, y lo logró... si lo encuentran, lo arrinconan y lo capturan. Creo que va siendo hora de que se muestre que con El Oso no se juega.

 Era evidente que la situación estaba cargada de cosas que los presentes no conocían o contextos históricos que les eran ajenos. Quizá ninguno de los presentes había escuchado antes que El Oso venía de familia judía para empezar. Pero así como con King Raúl, El Oso era un hombre muy rencoroso y vengativo con sus pares criminales. Y como ahora estaba envalentonado por la muerte de su rival de años, no era raro que quisiese sacarse a otro némesis de encima.

- Pablo, nosotros también vamos a ir para allí, pero luego de hacer una o dos cosillas antes... Peter, tu quedate a mi lado. Vamos a ver cómo te portas.

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29/05/2023, 06:31
Sunny

La pelirroja no tardó en darse cuenta de que, tal vez, había sido algo dura con el muchacho. No obstante no tuvo tiempo de disculparse o de hablar con él, siendo reclamados para movilizarse.

Sí... Todo bien– respondió Sunny, poco convencida, aunque las palabras reconfortantes del tal Tony se agradecían. 

La joven acompañó al grupo, agachándose y cubriéndose cuando tocaba, algo que por su físico no le costaba demasiado. Además, Sunny estaba acostumbrada a pasar desapercibida. Sólo lamentó no poder recorrer libremente la zona, ver cómo era la QZ fuera de la escuela militar, pero no era el momento y, probablemente, nada recomendable dada su situación.

Ya en el taller, Sunny respiró aliviada tras la tensión acumulada por el trayecto. Miró a Chad, aún apenada por lo sucedido, pero en cuanto le señalaron los suministros y materiales médicos se acercó a ellos –Guay. Eso, por cierto, es un estetoscopio. Sirve tanto para escuchar los latidos del corazón, como los ruidos y la frecuencia respiratoria– dijo con una mueca divertida a raíz de la cara del hombre al coger el "cachivache", aunque sin malicia alguna. Luego asintió cuando le dijeron dónde estaba el escáner –Gracias, seguro nos será útil– dijo antes de mirar a Chad y tocarle el hombro –. ¿Puedes...?– señaló el lugar alto donde estaba el aparato para ver si su amigo podría alcanzarlo por ella, incluso le sonrió con afecto, como si quisiera dejar atrás lo ocurrido. 

Sunny no tardó en empezar a seleccionar recursos sanitarios que pudiera necesitar y llevar, teniendo en cuenta que debía organizar el espacio en su mochila, aunque hizo un par de pequeños montones con lo más básico para dárselos a Walker, Liam y Chad, tanto por si se separaban como por si ella se quedaba sin vendas o recursos.

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29/05/2023, 22:49
Ambientación

Con el pasar de los minutos, y mientras rebuscaban entre las múltiples cajas de suministros apiladas en los estantes, el variopinto grupo de supervivientes pudo percatarse de que aquel viejo almacén escondía muchas más sorpresas de las que inicialmente hubiesen podido intuir. Aunque no estaban muy bien clasificadas ni etiquetadas, siendo bastante evidente que organizar todo aquel material no había sido una de las prioridades de los capos contrabandistas, aún con todo fue fácil ir entendiendo como estaban distribuidos los distintos suministros, pudiendo el grupo pertrecharse con lo necesario.

Tal y como había advertido el mayor de los García, de lo que carecían en aquel lugar era de provisiones, alimentos y agua suficiente para abastecer a todos los miembros de ambos grupos que realizarían la incursión al exterior, rumbo al convoy, durante al menos una semana. También era destacable el hecho de no contar allí con un buen alijo de suministros médicos, careciendo de botiquines de primeros auxilios e instrumental médico en condiciones. ¿Lograrían hallarlo en algún otro almacén cercano o en el propio mercado negro? Si bien contaban con equipo variado y las suficientes armas, puede que algunos accesorios extra para complementar las armas o adquirir algún arma de mayor calibre fuese una sabia opción.

Solo cuando Barry se acercó a Elliot y le dirigió algunas frases en complicidad, un tanto apartados del resto, el joven informante se apresuró a responder al mayor de los hermanos MacLeod.

- No fue mi intención hablar de más... - se disculpó de inmediato, bajando la mirada un tanto avergonzado - Reconozco que se me fue un poco la lengua con anterioridad, pero prometo que algo así no volverá a suceder. Jamás querría perjudicar a quién más quier... - y de inmediato Elliot bajaría la voz para evitar que Michelle llegase a escucharle, ruborizándose sus mejillas en el proceso y tragando saliva - Créeme que realmente me preocupo por tu hermana, y se lo mucho que se preocupa por ti... de vuestra familia. Con gusto daría mi vida por ella de ser necesario, me esforzaré por protegerla, Barry. - y terminando por tenderle la mano, asintió a la clara advertencia - Nos entendemos perfectamente.

A la legua resultaba evidente que Elliot no había empleado armas de fuego con asiduidad, dificultándosele en un primer momento el familiarizarse con el arma que Barry le tendió. Si bien parecía ágil de mente y entender el riesgo de llevar un arma cargada de forma imprudente, que para nada era un juguete, aún con todo no le iba a ser fácil aprender a usarla de la noche a la mañana. Al menos demostró tener cierta pericia o habilidad con el cuchillo, girándolo sobre la palma de su mano... y no se mostró reacio a escuchar instrucciones cuando se le instó a tomar el equipo necesario.

- Creo que podré apañármelas bien. Aunque prefiero no tener que usar esta...señaló la pistola que se colocó al cinto, dentro de su funda, colocándola cuidadosamente y con cierto respeto - ...salvo que sea estrictamente necesario. ¿Puedo preguntarte si alguna vez has disp...? - y al instante bajó la voz para no hacerse oir por el resto, salvo Barry y quién estuviese más cerca - Ejem ¿Alguna vez te has visto forzado a tener que disparar a alguien? ¿Qué sentiste? ¿Tuviste remordimientos o lo pasaste mal por ello? - preguntó por curiosidad, quedando claro que el joven jamás había disparado a nadie. 

Elliot no había visto como Michelle había abierto fuego con el fusil de francotirador, impactando a uno de los mafiosos de la avenida. Tampoco había visto como el propio Barry había cercenado la yugular de King hacía menos de una hora. ¿Quedaría impactado si llegase a ser conocedor de que todos allí dentro ya se habían "estrenado", salvo quizá Miguel y él mismo?

Habiendo tomado cada cual lo estrictamente necesario, sin excederse en el equipo a cargar, llegaba el momento de movilizarse del lugar, ya fuese al mercado negro o al emplazamiento clandestino en el que se desarrollaría la pelea de Nicky Love. David y Love encabezaron la marcha, asintiendo el menor de los García a las directrices de su hermano, e invitando a todo aquel que quisiese acompañarles.

- Descuida hermano. Yo me hago cargo de todo. - mencionó David con una sonrisa satisfecha dibujada en el rostro, al tiempo que se señalaba su pecho con el pulgar -  Para cuando lleguéis tú y el jefe, todo estará ya dispuesto y la gente apostando por los dos contendientes de esta noche. Debemos hacerles creer ver que va a ser Love quién vaya a perder, para aumentar el valor de las apuestas, sin que nadie sospeche de que él en realidad es nuestro "caballo negro", jaja. Love, ¿nos vamos entonces? ¿Alguien más nos acompaña o vais a dirigiros primero al mercado negro a terminar de abasteceros? - extendió la pregunta a los hermanos MacLeod, Vika y el propio Elliot.

David no era quizá el más confiable de los hombres del Oso por su corta edad e inexperiencia, pecando a veces de ser demasiado irreflexivo e ingenuo en algunos temas, pero para recabar información y en asuntos como el que tenían entre manos, en los que se precisaba a alguien con cierto don de gentes y de "manipular" la opinión de las masas, no había mejor opción que este.

- Bueno, pues nos vamos yendo. A más ver, jefe.

Notas de juego

Indicadme a donde os dirigiréis en vuestro próximo post, y así poder actualizaros en consecuencia :)

Voy a ir actualizando vuestras fichas poco a poco con lo que hayáis cargado. Si podéis hacerme una lista en vuestras escenas personales con lo que tomáis finalmente, os lo agradecería.

Siento haberme retrasado al actualizaros, pero estos días han sido más complicados de lo normal.

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30/05/2023, 16:36
Barry "Fortuna" MacLeod

No pude hacerme una idea de claramente qué opinar acerca de Elliot. Lo que había pasado en el piso franco bien podía ser un error puntual, fruto de los nervios, pero lo cierto es que seguía pareciendo un bocazas en toda regla. ¿Tal vez porque yo mismo le estaba provocando más y más de esos nervios? Después de todo, acababa de advertirle de las consecuencias que tendría poner en peligro a mi familia, y eso se parecía demasiado a una amenaza, aunque yo no la considerase como tal. Para mí, era la constatación de un hecho. La cosa era que volvía a las andadas, hablando más de la cuenta, aunque en esa ocasión supo al menos callarse a tiempo de no terminar la frase. El muy idiota parecía sentir algo por Michelle, y lo pregonaba a los cuatro vientos antes de saber si era o no correspondido... al menos, oficialmente. Mi hermana no me había dicho nada al respecto, y realmente sería raro que hubiera algo entre ellos y tuviera que enterarme por él.

Aunque cosas más raras pasaban en este mundo.

Tampoco el modo en que tomó la pistola me dijo demasiado de él. No la cogía como alguien especialmente familiarizado con las armas de fuego, pero tampoco tan torpemente como un completo novato. La primera vez que yo mismo tuve una pistola en las manos, padre tuvo que agarrarla y advertirme que no pusiera a nadie del grupo en la línea de tiro. Al menos Elliot parecía saber lo básico, aunque el cuchillo ya era otro cantar.

- Veo que te llevas mejor con el acero que con el plomo. -Anoté de manera casual al verle girar el cuchillo en su mano con soltura- Al menos ya tenemos algo en común. -Aparte de a mi hermana, claro.

Y es que yo siempre me había sentido más cómodo con algo afilado en las manos que soltando plomo entre detonaciones estruendosas. El ruido atraía a esos bichos, a los infectados. Un corte en el lugar adecuado, o un golpe bien dado en la cabeza o jodiendo una extremidad, eso era más silencioso. Y qué cojones, es que se me daba bien. Pero debía reconocer que la pólvora abría muchas puertas. Era como eso que leí que había dicho el tal Bruce Lee ese, el de las películas antiguas de kung fu que veía de pequeño: "las manos abren las puertas; las piernas las derriban". El mundo fuera de la zona de cuarentena era similar: un buen cuchillo era muy útil, pero a veces hacía falta más potencia.

La pregunta de Elliot me pilló con la guardia baja, mientras preparaba el equipo. Guardé silencio un breve instante, mirando al informante de medio lado mientras sopesaba la posible respuesta. Parecía preocupado por lo que se venía.

- He disparado, sí. -Entre otras cosas- He matado. -Suspiré, bajando la mirada al suelo- Nunca por placer. Nunca sin necesidad. Esa es una línea que me he repetido una y otra vez que no debo cruzar. Es lo que me debe diferenciar de gente como... -Las palabras se me atragantaron, al recordar una sucesión de rostros que me habían acompañado en mis peores recuerdos y pesadillas de los últimos cinco años. Esa línea era lo que separaba a un superviviente de un monstruo como el puto chacal y sus hombres, los que me arrebataron a mi padre, a mi novia, y a mis ganas de vivir- Aún así, no es sencillo cruzar la primera línea. Cuando disparé por primera vez, eché todo lo que llevaba en el estómago. Con el tiempo, se hace más fácil.

Tras compartir aquello, y sin estar seguro de si Michelle y Vika habrían llegado a oírlo, miré unos segundos a mi hermana. Aquel mismo día había matado a un hombre, y seguramente tendría que matar a más antes de que saliéramos de aquel marrón. No me gustaba, pero las cosas eran como eran, y ella ya no era una niña. Suponía que era lo mismo que mi padre había pensado cuando no le quedó más remedio que aceptar que le acompañase. Las cosas eran como eran, la vida sencilla del viejo mundo había terminado para todos. En el nuevo mundo, tocaba arremangarse.

Vika se lo estaba pasando a lo grande, como una cría pequeña en un parque de atracciones. Pero donde una niña no pararía de decir que quería ir a tal o cual atracción, ella soltaba cada poco tiempo alguna cosa más que quería llevarse. Llegó a afirmar que sabía lo que yo andaba pensando afanándose en defender su decisión de llevarse un hacha.

- Eh, a mí no me mires. -Me defendí encogiéndome de hombros, mientras sacaba de mi mochila la caja con munición extra del rifle de francotirador- Eres tú quien ha dicho que es importante no cargarnos en exceso. A mí también me encantan las hachas. ¿En serio piensas cargar un rollo de alambre de espino para detener el convoy? Hay formas mejores y menos engorrosas... Michelle, toma ésto. -Indiqué a mi hermana, tendiéndole la munición extra para el rifle- Como te ha dicho Vika, un cuchillo y como mucho una caja de munición para la pistola. Con eso, el rifle y tu arco, ya vas bien. Si tienes presupuesto, como parece, puedes tratar de conseguir algún accesorio o pieza de mejora.

Yo quería algo de eso, especialmente para la pistola. Me manejaba mejor con un arma a una mano que con las armas de fuego más grandes, y una pistola personalizada podía dar bastante buen rendimiento. Tal vez una ampliación de cañón para que dispare con mayor puntería, y un silenciador para evitar atraer a todo hijo de puta de los alrededores. Si es que me alcanzaba, claro.

Vika cometió un ligero error al oír tanto nombre con aire ruso al mismo tiempo, terminando por creer que ambos apellidos eran de nuestros adversarios, cuando uno de ellos era el del propio Oso. Aún así, más allá de aclarar el asunto, el mafioso no pareció especialmente molesto, aunque sí que fue tajante respecto a ese informante, Ted. Lo cierto es que me gustaba la forma en que el Oso dejaba las cosas claras, sin ambigüedades. Si veíamos a ese cabrón, lo capturábamos. Punto. Al oírlo, miré a Elliot de medio lado y le di una palmada en el brazo.

- Tú conoces su careto, así que ya sabes. -Le indiqué- No le estamos buscando, pero si le ves avisa. ¿Nos vamos? Hay que hacer recados...

Notas de juego

Por mi parte, la primera parada sería en los puestos que se dediquen a las armas.

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30/05/2023, 21:58
Jhon Walker

El lugar era un tremendo desastre, sin embargo, eso me traía sin cuidado, pues no era la primera vez que me tocaba trabajar en condiciones tan complicadas.

Pierde cuidado, comparado a otras situaciones que me ha tocado vivir, esto es como dar un paseo por el campo, voy a revisar la máquina y luego tomaré lo que necesite de la armería. - respondo con tranquilidad mientras bajo mi mochila a un lado del motor con  un sonoro clank.

Que estuvieran todos los repuestos a mano ya era de agradecerse, pues yo tenía todo lo necesario en mi mochila para devolverle la vida a aquella imponente bestia con la que tenía que trabajar.

Tras evaluar la máquina me pongo manos a la obra. - Chad, en cuanto termines de ayudar a Sunny vienes aquí, voy a necesitar tu ayuda, principalmente para que me pases las herramientas y manipules la cadena de la grúa.

Dicho esto empiezo a desmontar el motor y limpiar cada una de sus piezas, empiezo a montar de nuevo el motor reemplazando las piezas que están para el desgüace por otras en buen estado.

Sunny, Chad, ya casi acabo con esto, necesito vuestra ayuda con una última tarea para dejar esta bestia lista para la carretera.

Por favor Sunny alcanzame esa galonera de aceite y Chad bájalo léntamente, es hora de acoplarlo a la máquina y probarlo. - anuncio tras casi tres horas de trabajo intenso en las cuales el mundo desapareció y quedamos sólo el motor y yo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo creo que esa cosa más que reparada está como recién salida de la línea de montaje.

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31/05/2023, 17:06
Michelle MacLeod

Cogí el cuchillo que me ofreció Vika, y asentí con firmeza ante las indicaciones de Barry sobre las armas mientras tomaba la caja de munición que me daba, teniendo muy claro que seguiría los consejos de ambos respecto a las armas. En seguida saqué el cuchillo que llevaba en la mochila y lo cambié por el que me había dado mi mentora, que no me cabía duda de que sería más adecuado. Finalmente no cambié la mochila, no encontrando ninguna con tanta capacidad como la que llevaba, y tardé aún unos instantes más en decidir qué llevarme.

Probablemente fui a quien más tiempo le costó decidirse, y aunque pasé gran parte del tiempo concentrada en qué era mejor que me llevara, pues el espacio era limitado y también el peso que podía cargar sin que supusiera un estorbo, pude ver cómo Barry y Elliot conversaban mucho entre sí, y que Vika se movía con rapidez eligiendo unas cosas y otras, mostrándose entusiasmada incluso. También llegué a escuchar cómo mi hermano afirmaba que le encantaban las hachas, un comentario que me resultó muy extraño, aunque tuviera todo el sentido dado el contexto en el que nos encontrábamos; y es que no estaba acostumbrada a ver aquella faceta de Barry. Para la mayoría sería mucho más fácil escoger, pero en mi caso, era la primera vez que iba a salir allí fuera, a aquel lugar que tan mal me habían pintado y que aun así me repetían una y otra vez que era todavía peor de lo que pudiera imaginar. Podía ser útil en cuestiones de supervivencia, centrándome largo rato en objetos relacionados con esta, pero siendo tan necesarias las armas, se me complicaba decidir qué era mejor dejar atrás.

Me sobresalté cuando escuché la voz de El Oso comenzando a reprender a Vika, aun no alzando especialmente la voz, y es que el mafioso imponía; y no olvidaba que era él quien mandaba allí. Por suerte aquello fue algo que no tuvo la mayor importancia, fruto de una confusión al parecer, y de que Gorbinsky no tenía precisamente aprecio a Petrovsky; a quien quería que capturáramos si lo encontrábamos. Terminé de coger la munición que necesitaba, y algunas cosas más que aún me faltaban, y me acerqué a Barry, Vika y Elliot; pareciendo ya listos para partir. Escuché entonces cómo David nos preguntaba por nuestro rumbo, y en seguida ofrecí una respuesta.

- Iremos al mercado negro. – respondí, mirando brevemente a los demás después por si tenían algo que añadir, aunque suponía que todos querrían ir hacia allí. Tras ello, no tardé en añadir algo más, dirigiéndome a El Oso y sus hombres. – ¿Si veis a Veron podéis decirle que necesito verle? Necesito mis cosas antes de comprar nada.

Siempre podía ir tanteando los precios mientras tanto si no dábamos pronto con él, y que los demás fueran comprando. Barry en seguida nos instó a ponernos en marcha, advirtiendo antes a Elliot de que nos avisara si veía al tal Ted, y es al parecer él era el único que le ponía cara.

- Si necesitas un préstamo… Ya sabes. – le dije a mi hermano bajando la voz, bromeando con una traviesa sonrisa, dispuesta a dirigirnos al exterior.

Notas de juego

Ídem, a los puestos de armas.

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31/05/2023, 19:10
Liam Young

Tras el trayecto, llegaron a aquel local cerca del muro. Liam no tenía constancia de aquel lugar y eso le confería seguridad. Los de F.E.D.R.A. no lo descubrirían tan fácilmente. Una vez en el interior, la sorpresa se adueñó del señor Young. A pesar del mal estado del continente, el contenido era un verdadero surtido, propio de un gran botín.

Walker se puso a la tarea y parecía un pez en el agua. No sólo sabía acabar con alguien, además podía reparar vehículos. Todo un fichaje. Sunny repartió buena parte del vademecum entre los presentes, cosa que Liam agradeció. - Confío en que no necesite usarlo. Gracias Sunny - Y lo añadió a su mochila.

Saint Andrés le indicó el lugar de trabajo del anterior falsificador. Liam no pudo reprimir el asombro al ver semejante zona de trabajo. Información crucial y material para poder llevar a cabo falsificaciones en gran número. No se había trabajado en aquel puesto en un tiempo considerable. Tuvo que retirar varias telarañas entre los documentos. - Si ha pasado mucho tiempo desde que el otro falsificador trabajara aquí, la información podría estar obsoleta. No quisiera hacer un pase de un soldado fallecido hace unos meses... En cualquier caso, me las apañaré. Con este material podríamos pasar por la puerta principal sin complicaciones. El problema será sacar este "monstruo" sin llamar la atención - Dijo señalando al camión en reparación.

Se sentó en la silla polvorienta y durante unos instantes pensó en ello y a falta de una idea mejor propuso:

- Si pudiéramos tener acceso a uniformes de soldados, yo podría falsificar una orden de incursión al exterior con el motivo de obtener ciertos recursos de las inmediaciones de la QZ en la ciudad o quizá una típica ronda de vigilancia y control del perímetro exterior. También perseguir a luciérnagas que tratan de huir tras el atentado. Cualquier pretexto válido que permita llevar a varios soldados en el camión -

Arthur llegó unos instantes después junto con el Big Boss. Liam no se atrevió a preguntar por la situación del muchacho interrogado y trató de averiguar dicha información mirando a los ojos de Arthur.

Notas de juego

Walker, has explotado el dado dos veces. Los dados te quieren. Creo que te permitirá ponerle nitro XD

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31/05/2023, 22:59
Vika

Llevarme o no el hacha me hizo dudar. Puntos a favor estaba su contundencia y versatilidad, pero en contra el peso podía marcar la diferencia. Allá fuera convenía ir ágiles y todo lo que fuera un exceso supondría un inconveniente. Al final, la dejé aparcada, en principio el golpe iba a ser en tejido urbano por lo que, un arma de aquellas circunstancias parecía no ser la más adecuada.

En cuanto al rollo de alambre, también le tenía echado el ojo - estoy pensando que si lo ajustamos al vehículo que llevemos y del otro extremo una moto, podríamos limpiar la calle con extrema facilidad - estaba imaginando aquel cable como herramienta para cortar carne, sobretodo infectados, aunque no descartaba otros blancos. El problema era el mismo que el hacha - difícil de transportar - no era precisamente una cuerda. Acabé descartándolo de igual modo.

- Iremos a lo clásico - cuchillo, pistola, necesitaba munición para el rifle, cuerda, mochila, un garfio por si había que escalar y un bate al que le colocaría los pinchos y tachuelas que había cogido de la herrería de Bull. También agarré utensilios de menor tamaño que vi prácticos como el ferrocerio, guantes con refuerzos, cantimplora, linterna, máscara, prismáticos, hilo y agujas de coser - creo que ya lo tengo, sólo me falta la munición.

De la que salía, agarré una gorra y un trozo de espejo. Estaba roto y rallado pero como utensilio para hacer señales podría sernos muy útil. Un poco más adelante me topé con un trozo de metal, parecía una tapa de contenedor de basura pero quizás con un par de arreglos podía convertirse en un escudo.

Mientras nos equipamos, un error mío al asociar el apellido del Oso a los del otro bando propició que nos contase un poco de su historia y la de su familia. Nunca estaba de más conocer algo de quien manda, siempre te da pistas de porqué se comporta de esa manera.

La forma en que Barry y Elliot hablaban resultaba a vista de cualquiera, una situación bastante tensa. Sin duda, ver a su hermana cerca de aquel chico podía suponerle cierta preocupación, aunque parecían cuidarse los dos bastante bien. Me acerqué para darle ánimos - tu hermana se ha hecho mayor, ya no es una niña. Se sabe cuidar, tranquilo, además él también se preocupa por ella - aunque Elliot pareciera alguien sin experiencia, el hecho de haber sido capaz de entrar en las oficinas de Donovan y hacerse con el mapa y toda aquella información le otorgaban cierto reconocimiento.

Notas de juego

secundo la moción, al mercado negro

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01/06/2023, 00:20
Jefferson Strickland

No creo que esa sea la mejor opción, señor Young - dije, dejando claro que había oído las conversaciones habidas en el almacén y que no anuncié mi llegada, ni jodida la falta que hacía. Incluso algunos, como pude constatar, dieron un ligero respingo.

Por mucho que tus cualidades de falsificación nos permitan cruzar los accesos, mi rostro es demasiado conocido por F.E.D.R.A., si bien me toleran dentro de la QZ, ¿salir al exterior... disfrazado de soldado? Que va... 

Así que, habrá que optar por la otra alternativa. Los túneles. Se de buena tinta que... mmm... ¿cómo decirlo?... te manejas bien, ahí abajo.

En caso de duda, seguro que aquí el joven aprendiz - me acerqué entonces a Sunny Reed, apretándole suavemente el hombro - puede memorizar los planos de los túneles que usaremos, ¿verdad?

Bien - exclamé, dando una sonora palmada - aquí hay de todo. Coged lo que necesitéis, siempre que podáis cargar con ello y moveros sin dificultad, para cuando toque moverse como un peatón. Algo más grande, que deba ir en el camión, debe supervisarlo St Andrews.

Miré entonces mi reloj, un tag heuer de 1862, una auténtica joya que hasta un pagano en el arte entendería que valía su peso en oro.

Tenéis sesenta minutos. Luego dormiremos todos un par de horas y saldremos. Os necesito descansados. Y sobrios. No hace falta recordaros cuanto nos jugamos en esto.

Ala. Agur... Beltran, ¿ha llegado ya mi mujer? - pregunté a mi fornido guardia personal mientras me acercaba al camión, inspeccionando el buen hacer por parte de Jonh Walker.

Excelente, Jonh... cosa fina, si señor... excelente.

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02/06/2023, 18:33
El Oso

 El Oso se levantó de su recostada posición en el sillón para también prepararse para salir. A diferencia de los otros supervivientes en el almacen, él no se estaba provisionando sino que se enfocaba en lo logística de la misión. Estaba pensando cuáles eran los últimos cabos a atar para que todo saliera sobre ruedas mañana o pasado mañana. Más allá de su arrebato sobre el tema de los apellidos, estaba centrado y meditativo.

- Le avisaremos a Veron que lo estás buscando, Michelle... mientras tanto, les deseo suerte en el mercado negro. Si las cosas se ponen turbias o alguien los molesta... díganle que están conmigo. Aunque también sería preferible que no lo hagan... lo último que quiero es que se corra el chisme de que los hombres de El Oso se están preparando para algo. Sean discretos, ¿ok? Y no cuenten nada.

 Esto último lo dijo mirando a Elliot. Aquel muchacho se había caracterizado por no poder cerrar la boca; y en círculos criminales eso podía costarte la vida o la pasta. El Oso apreciaba a Ellior por la información que había traído, pero nadie estaba a salvo de ser castigado si dificultaba los planes para la misión. No quería malas noticias en la última hora.

 El capo mafioso, que le había permitido al muchacho Turner sentarse, le indicó que se parase de vuelta mientras se diriguía a una de las salidas del almacén acompoñado por Pablo. Antes de retirarse, se dio vuelta y miró al cuarteto de nuevos miembros del sindicato criminal... su mirada era seria y tosca, pero en su voz se podía percibir una extraña ligereza. Incluso una suavidad, si se quisiese, proveniente del criminal más bruto y malhumorado de la Zona de Strickland.

- Hey... cuidense, ¿está bien? Los quiero en una pieza.

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03/06/2023, 10:59
Liam Young

Tras la negativa del Big Boss a usar la vía principal, Liam se vio obligado a reprimir cuestionar sus directrices. Strickland había demostrado, o al menos había expresado su gratitud y lealtad a los vínculos creados con aquellos merecedores, pero el falsificador no sentía ser poseedor de la confianza para rebatir la propuesta del capo. Además, sentía gran curiosidad por saber cómo diablos iban a sacar el camión por los túneles subterráneos sin complicaciones. Por ello, tan sólo quiso añadir:

- Así será Señor Strickland. Si me permite, añadiría que lleváramos puestas las máscaras, al menos aquellos que deban viajar en la parte trasera. No hay buen tránsito de aire en las cloacas y el dióxido de carbono emitido por el camión se acumulará fácil si nos vemos obligados a detenernos -

El estómago de Young emitió un sonido lastimero fruto de la falta de alimento tras varias horas de situaciones intensas. Ahora que tenían unos instantes de aparente calma, el cuerpo reclamaba su recompensa. - Vaya, lo siento. Suelo comer a estas horas... -

 

Notas de juego

Nota: La sugerencia de Liam sobre las máscaras se dará si el camión tiene la zona de carga abierta o cubierta por una lona. Si es cerrada, aunque aconsejable, no sería tan relevante su uso.

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04/06/2023, 00:17
Ambientación

Chad no pudo ocultar dibujar una media sonrisa en su rostro, en cuanto escuchó la melodiosa voz de Sunny pidiéndole desde un lateral que le ayudase con aquella caja elevada, la cual no podía alcanzar por su corta estatura. Aunque el joven afroamericano trató de disimular que se alegraba en demasía de que la muchacha pelirroja volviese a ser cercana con él, fingiendo estar serio e indiferente, lo cierto es que no tardó en aproximarse hasta aquel estante, tomando con pasmosa facilidad entre sus dedos la caja que contendría el escáner médico y entregándosela con cuidado. Sunny solo precisaría abrir las solapas de cartón de la parte superior para hallarlo sin dificultad alguna.

- Ejem, aquí tienes... - susurró por lo bajo, sin todavía atreverse a mirar directamente a los ojos de Sunny, entregándole la caja con timidez - Si necesitas algo, estaré por aquí cerca... - concluyó con timidez, lo que ocasionó que Dave Beltrán hiciese rodar los ojos ante la escena que estaba presenciando. Yo... ejem, no te molesto, ¿vale?

- Eh chaval, déjate de tantos rodeos y se claro con la jovencita de una jodida vez - le reprendió el fornido hombre, logrando que Chad diese un respingo al ser interpelado de aquella forma - Si tanto te gusta, lo cual todos podemos ver sin el menor atisbo de duda, simplemente se honesto contigo mismo y con ella, y díselo de frente y sin medias tintas antes de que te arrepientas - continuó dando un suspiro de molestia - Yo también tuve hace años a alguien a quién realmente quería, y por miedo a ser rechazado o a que nuestra relación se viese perjudicada de algún modo tras declararme, lo único que conseguí fue arrepentirme de por vida por mantenerme callado, solo confesándome en el último suspiro cuando al estallar la pandemia por Cordyceps fue mordida por un infectado... - reveló para asombro de varios de los presentes, al ser Dave Beltrán un tipo reservado que prácticamente nunca jamás hablaba de su pasado - No seas como yo y deja de perder el tiempo de forma absurda...

Y sin añadir más al respecto, el colosal tipo abrió camino hacia el exterior del local, con la firme intención de acercar la camioneta RAM 3500, para trabajos pesados, en la que cargarían el motor del camión que en aquellos instantes John Walker seguía reparando concienzudamente, demostrando una pericia y habilidad más que reseñables.

- Voy a por la camioneta en la que cargaremos el motor y los dos bidones de fuel - les mencionó a Saint Andrés y Tony, señalando con el pulgar el almacén cerrado adyacente al taller en el que se encontraban - Retirad primero esas cajas para que pueda meterla de culo. 

Saint Andrés asintió a las palabras de su camarada, antes de dirigirse al señor Young, quién seguía analizando cuidadosamente la documentación y acreditaciones de FEDRA de aquella mesa de trabajo.

- Señor Young, visto lo que hay aquí... ¿Cree poder contar con lo suficiente como para falsificar un par de acreditaciones o permisos de trabajo extras con los cuales poder salir Tony y mi persona de la QZ, superando el control de FEDRA?(*) - le preguntó con relativa seriedad, siendo de vital importancia lograr aquel propósito para de ese modo sacar al exterior la camioneta que llevaría el motor del camión en el remolque - De lograrlo, y si el señor Walker consigue dejar a punto el motor, el grupo podría contar con un trailer de gran tamaño para la misión del convoy. Realmente esto podría marcar la diferencia del éxito o el fracaso... - y es que si bien siempre podrían emboscar a Donovan Peak y Robert Downes, haciéndose con sus transportes, bien podría ser un fuerte golpe de efecto el realizar un cambiazo y cargar sus propios transportes, pudiendo engañarles y usar los otros a modo de señuelo, redirigiéndolos en otra dirección, cuando realmente la mercancía estaría siendo transportada a otro emplazamiento. Ahora mismo solo contamos con la incógnita de depender del camión de los MacLeod, del cual todavía no sabemos si estará si quera operativo o en condiciones. Pero de contar con esta preciosidad... - señaló el motor que colgaba en el centro del recinto - ...cuyo camión nos espera a pocos kilómetros, bien camuflado y aguardando a nuestra llegada, la cosa podría ser bastante distinta.

El tiempo transcurriría raudo en aquel viejo taller, trabajando todos de forma eficiente y en consonancia, como si de un grupo bien armado y cohesionado se tratase, con años a cuestas a sus hombros. Walker solicitó la ayuda de los dos reclutas en alguna ocasión, logrando un trabajo con el motor digno de ser mencionado. Con las piezas limpiadas y lustradas una por una, siendo reemplazadas las que fue menester, todos felicitaron al mercenario experto en mecánica.

Jeff aclararía el hecho de que no todos saldrían por el acceso principal, si no que para evitar ser reconocidos por los militares de FEDRA apostados en la entrada, solo Tony y Saint Andrés arriesgarían con hacerse pasar por soldados. Las acreditaciones falsas de Liam iban a ser fundamentales, pero quizá un soborno ayudase en caso de surgir algún contratiempo. La idea era descansar un par de horas antes de ponerse en movimiento, siendo el propio falsificador el que guiase a la comitiva bajo los túneles. 

- Jefe, su mujer llegará en media hora... ya está avisada y al parecer vendrá acompañada... - confirmó Dave Beltrán, encogiéndose de hombros al no saber quién le acompañaría, justo después de aparcar la camioneta junto al motor y bajarse del auto - También Veron nos ha contactado y ha confirmado que la madre de los hermanos MacLeod está segura en el piso franco que acondicionamos. Dispone las medicinas necesarias y su seguridad estará garantizada por nuestros hombres, tal y como solicitó.

Uno a uno, todos los cabos sueltos parecían estar siendo solventados sin contratiempo. Armas y suministros no parecían ser un problema a priori, contando con todo lo estrictamente necesario. Muy probablemente la reina Scherezade, mujer del capo contrabandista, terminaría de suministrarles algo de comida y bebida restante, cortesía de la vieja nana Longside en el mercado negro.

Solo algo no estaba en orden, quedando todos impactados ante el súbito colapso de Arthur Miller en medio del lugar. Sin venir a cuento y sin que nadie advirtiese que algo andaba mal con el mercenario salvo sus prolongados silencios, el tipo cayó plano en el suelo grasiento del lugar, revelando una fea herida en el vientre, ocasionada por un cuchillo. La herida parecía tener ya tiempo, horas de hecho. ¿Podría ser que durante el forcejeo con King Raül y el previo empujón, antes de la llegada de Barry interceptando al número dos de Donovan, hubiese resultado malherido pero hubiese ocultado aquel hecho?

- Joder, no me había percatado hasta ahora... - advirtió Tony, rasgando la camisa del mercenario inconsciente -  ...pero hay sangre coagulada no solo bajo su ropa, si no en el suelo. Este tipo lleva desangrándose durante horas y no dijo nada en ningún momento...

Notas de juego

(*) Young, puedes realizar una tirada 1D4 para saber el número de acreditaciones que logras completar, con los siguientes resultados.

1= no logras que las acreditaciones sean lo suficientemente creíbles

2= Una acreditación es perfecta y la otra tiene un pequeño defecto que podría dar alguna complicación

3= Las dos acreditaciones son perfectas

4= No solo completas las dos acreditaciones, si no que logras más acreditaciones para otros miembros del grupo 

Nota adicional: Te recuerdo que dispones de la ventaja SUERTE, por lo que de salir un mal resultado en la tirada, quizá valores la posibilidad de repetirla. 

---

El jugador que lleva a Arthur Miller lleva más de dos semanas sin dar señales de vida ni conectarse a CU. Voy a optar sacarlo de partida de forma un tanto brusca, pero creo que lo suficientemente justificada. 

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04/06/2023, 13:00
Ambientación

Elliot tomó nota mental de las palabras que le expresó Barry con la seriedad debida, y hasta quizá en cierta medida, vislumbrándolo desde entonces como un modelo a seguir. El joven intuyó que hablar de temas tan sensibles como el hecho de disparar y arrebatarle la vida a alguien no era plato de buen gusto para nadie, incluso cuando se hubiese hecho en defensa propia y como última alternativa ante la tesitura de sobrevivir uno mismo o el contendiente. Es por ello que agradeció la confianza que Barry había depositado en él, abriéndose en cierta medida, y logrando que el nerviosismo e inseguridad del chico disminuyese.

- Te agradezco que me lo hayas contado, Barry. Me sirve mucho. - se sinceró en cuanto Barry terminó de relatarle su experiencia, la cual le resultó reveladora e interesante - Siempre me he cuestionado internamente el cómo reaccionará mi cuerpo el día en que me vea forzado a actuar, y si seré capaz de jalar el gatillo para salvaguardar mi vida y la de aquellos que me importan... - mencionó dubitativo, clavando la mirada en la pistola que acababa de asegurar en la funda colgada del cinto, la cual esperaba no tener que desenfundar jamás - Supongo que como todos, cuando llegue el momento lo sabré. - suspiró profundamente, tratando de disipar los nervios que todavía permanecían a flor de piel - Pero sí, respondiendo a tu apreciación, claramente me siento más seguro y confiado con uno de estos entre mis manos - le sonrió con picardía, volviendo a hacer girar el cuchillo entre sus dedos con maestría - No se si tu hermana te lo habrá mencionado, pero el día que la conocí, hará ya unos dos años, un servidor - se señaló a si mismo en gesto orgulloso -  la salvó de ser capturada por los militares de FE.D.R.A en una redada. El tipo que la amenazó apuntándole con un fusil no esperaba que alguien como yo llegase sigiloso por su espalda y depositase el filo cerca de su garganta. Por suerte quedó convencido de que la mejor opción era depositar el arma al suelo y patearla a un lado, lo cual nos granjeó unos valiosos segundos para poner tierra de por medio y... 

Lo cierto era que la historia continuaba, siendo Michelle quién posteriormente le sacaría las castañas del fuego a Elliot cuando tropezó y se torció el tobillo, terminando de fraguarse aquella amistad imperecedera que había perdurado hasta entonces. Elliot se percataría de que Michelle había escuchado el final del relato de como ambos se conocieron, pidiéndole a la joven que no revelase como continuaba la historia al verla aparentemente con la predisposición de abrir la boca para replicar, apoyando sutilmente su índice en los labios de esta. Casi al momento, consciente de la cercanía e intimidad que se revelaban con aquel acto, retiró el dedo y se apartó hacia un lado avergonzado, carraspeando un par de veces antes de añadir.

- Esto... voy a ir adelantándome. - y sin atreverse a mirar de frente a los ojos a Barry, mencionó en un tono de voz más alta de lo usual - Gracias nuevamente, Barry. - para finalmente alejarse raudo, casi llevándose por delante a Vika, con la cual se disculpó - Lo.. lo siento Vika. 

Solo al escuchar la voz del Oso advirtiéndoles de ser cuidadosos y precavidos, instándoles a no revelar nada acerca de la misión que tenía por delante, el joven informante asintió con determinación.

- Descuide, señor. Nos andaremos con ojo y... - advirtiendo que la mirada del capo contrabandista había sido dirigida hacia él al mencionar el claro "no cuenten nada", no tardó en tragar saliva y añadir - ...y mantendré la boca cerrada a partir de este momento.

Tras aquello, el grupo se dividiría en dos, quedando el Oso y Pablo en el lugar para terminar de conversar en privado algunos claroscuros de la misión, mientras los hermanos MacLeod, Vika y Elliot abandonaban el almacén en dirección a los tenderetes del mercado negro. 

 

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04/06/2023, 13:53
Ambientación

Al salir al exterior del almacén de logística, los pasos les conducirían nuevamente a la infinidad de puestos y tenderetes que habían visto con anterioridad, nada más llegar a la zona. El espacio estaba bastante más concurrido de lo esperable, quizá no solo por el hecho de que era hora punta y el momento propicio para llevar a cabo toda clase de transacciones comerciales dentro del mercado negro, si no que se aproximaba indefectiblemente la hora en que daría comienzo el tan ansiado evento de la noche, las peleas clandestinas bajo el casino que regentaba el propio Jeff Strickland, y a las que muchos de los allí presentes acudirían llegado el momento.

La algarabía era atronadora, escuchándose una y otra vez las múltiples voces de los dueños de los tenderetes en sus respectivas ubicaciones cantando sus presumibles ofertas o regateando precios a los incautos clientes que abarrotaban los puestos. Algunos contrabandistas y mercenarios se aventuraban a intercambiar o vender sus armas y pertrechos, mientras que otros tantos simplemente se limitaban a transitar por el lugar, prestando atención a los rumores que continuamente circulaban de aquí para allá, en busca de oportunidades. ¿Corría el rumor de que dos bandas rivales habían peleado frente al Giocomo's, acabando aquello en una masacre sangrienta y con la llegada de los militares de FE.D.R.A acordonando la zona? ¿Mencionaban algunos que los Luciérnagas habían logrado un fuerte golpe de efecto al atentar contra las instalaciones de FE.D.R.A, aunque la contraofensiva había sido más que desproporcionada? ¿Sería cierto lo que mentaban algunos de que en el Hospital Adjunto de FE.D.R.A habían tenido serios problemas para contener un caso aislado de infectado por Cordyceps? ¿Era verdad que aquella misma mañana habían coaccionado a vane Sully, ocasionándole grandes pérdidas en su negocio de contrabando de armas? La inmensa cantidad de rumores podría dejar extenuado a cualquiera... aunque aquello era lo que le proporcionaba al mercado negro aquel aire oscuro, furtivo y secreto, en ocasiones hasta mágico, que le caracterizaba.

Especialmente Elliot y Vika eran reconocidos por algunos de los presentes, siendo saludados con un simple gesto de asentimiento, lo cual denotaba que ambos solía frecuentar la zona con asiduidad. Para Barry y Michelle era distinto, quedando alguno mirándoles fijamente en alguna ocasión, como si hubiesen visto un fantasma. ¿Reconocerían en ambos los rasgos de Conner MacLeod o solo era mera curiosidad al ser ambos recién llegados?

Al alcanzar el cuarteto al puesto que regentaba Vane Sully, de lejos la mejor armería dentro del mercado negro, y tras retirar la cortina que hacía de acceso al negocio, observaron que un hombre estaba lustrando con dedicación y profesionalidad algunas de sus muchas armas, perfectamente ordenadas de forma calculada, precisa y milimétrica en el interior de su tenderete. El comerciante de bigote y barba blanca densamente poblaba, que rondaría sus cincuenta y al que ya todos conocían en el mercado negro desde tiempo inmemorial, a penas se inmutó con la visita, simplemente girando su rostro con cierta indiferencia y agitando la mano un par de veces, prácticamente invitando con aquel gesto a que se largasen de allí por donde habían venido.

- Hoy no estoy de humor para atender visitas - mencionó el hombre con seriedad, todavía de espaldas al grupo y sin si quiera pararse a vislumbrar quienes eran las visitas - ...pasaros mañana y quizá me encontréis de otro talante. Si es algo urgente, el viejo Thomas allá enfrente quizá pueda proporcionaros un par de armas para salir del paso...aventuró en sus pronósticos, creyendo que como muchos otros, estarían allí para comprar un par de pistolas o similar con la cual realizar algún ajuste de cuentas, en la mayoría de los casos de esos que acababan mal. ...aunque no pondría la mano en el fuego de que no vayan a encasquillarse en el momento mas crucial. Vosotros sabréis lo que hacéis... - finalizó su monólogo particular, girándose esta vez sí para ver si el cuartero ya se habría largado de su negocio. Al ver a los dos hermanos MacLeod allí parados, más concretamente a Barry, precisó frotarse los ojos un par de veces sin salir de su asombro, tratando de confirmar que su vista no le estaba jugando una mala pasada. 

- Imposible, ¿Conner MacL...? No, debes de ser su hijo... - y analizando con más detalle a la joven Michelle a su lado, asintió convencido - ...y tú debes de ser su hija. Dios, sois la mismísima imagen de vuestro padre.  - sonrió con nostalgia, como aquel que vuelve a ver a uno de sus mejores amigos de la infancia tras largos años. Consciente de que mencionar a Conner podría reabrir viejas heridas en aquel par, trató de variar el rumbo de la conversación sin mencionar al progenitor de ambos, indagando por el motivo real de aquella visita - Hacía años que no sabía de ti, zagal. ¿Todavía sales a incursionar al exterior? - le preguntó a Barry, intuyendo una más que probable negativa por su parte. A ti te conozco, eres Vika, cierto? Te estás labrando un buen nombre aquí... - y finalmente, clavando fijamente la mirada en Elliot, casi de forma amenazante, le dejó un recado a modo de advertencia - y tu eres Elliot, informante. Cuídate con ojo de que vas aireando por ahí, chaval... tengo entendido que la banda de Donovan Peak ha puesto precio por tu cabeza. Más te vale tratar de pasar desapercibido y no mostrar tu rostro en público... - y aquello hizo tragar saliva a Elliot, entendiendo que de algún modo el asunto no había concluido con la muerte de King y sus hombres, si no que alguien debía haberle visto con anterioridad en los muelles, reconociéndole y hablándole a Donovan de ello, poniendo precio a su cabeza. No se que os trae por aquí, pero olvidad lo que dije hace un momento. Pasad y tomad asiento si gustáis... - les señaló unas banquetas plegables en un lateral.

El lugar estaba surtido de todo tipo de armas variadas colgadas de las paredes, tanto de fuego como blancas, al igual que múltiples accesorios en una mesa auxiliar. También había allí munición de todo tipo, por lo que con las BGMs necesarias, podían comprar lo que creyesen necesario.

Al echar Elliot un vistazo al exterior a través de la cortina, nervioso tras la advertencia que acababa de recibir y que lo había puesto en alerta, no tardó en observar algo que le llamó especialmente la atención.

- Ahí afuera saliendo del casino está "Queen" Scherezade, la mujer de Jeff strickland... - comentó Elliot sorprendido, reconociendo al instante aquella ardiente y letal pelirroja, quién era intocable dentro del mercado negro. A su lado le acompañaba Veron, quién se detuvo unos instantes para cruzar unas palabras con David y Love, los cuales justo se disponían a acceder al recinto. Algo debió mencionarle David a Veron, habida cuenta que el tipo señaló en dirección al tenderete de Sully. ¿Iban a acercarse al lugar? Creo que le acompaña Veron, y que ambos vienen hacia aquí.

 

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04/06/2023, 15:48
Ambientación

En cuanto Barry, Michelle, Vika y Elliot abandonaron el lugar, el Oso se percataría de inmediato del silencio reinante que de modo natural surgió. El joven Turner todavía seguía en shock, no atreviéndose a abrir la boca o casi respirar, por miedo a que de un momento a otro le rebanasen el cuello como le había acontecido a King. En cuanto a Pablo, el segundo del Oso sabía leer bien el ambiente, entendiendo que algo atormentaba al orondo hombre al que servía.

- ¿Qué te ocurre, Oso? - le preguntó en voz baja Pablo a su jefe, a expensas del prisionero Turner, interesándose por su estado - Me da la impresión de que algo ronda por tu cabeza que no deja de atormentarte. ¿En qué puedo ayudar? Si piensas que David no es capaz de llevar a cabo lo que le hemos asignado, puedo perfectamente acercarme al casino para ver como lo... - pero no, no se trataba de eso, era algo distinto lo que preocupaba al Oso, entendiendo Pablo que no se trataba del hacer de David - Mmm, veo no se trata de eso. ¿Es quizá que consideras que nos estamos precipitando en exceso, a la hora de llevar a cabo la misión y reclutar hombres? No se, el mayor de los hermanos MacLeod  me parece un tipo capaz y confiable, que hará todo lo necesario para mantener a salvo a su familia... Intuyo que tanto él como su hermana trabajarán eficientemente acatando las órdenes, jefe. 

Vika ya la conocemos, no es la primera vez que hace algún encargo para nosotros, y en cuanto a Elliot, realmente es quién menos confianza me inspira, pecando de bocazas, pero sin duda alguna es quién informó del percal y la información ha sido contrastada por varias fuentes... - continuó con la explicación, tratando de animar al orondo hombre que tanto respetaba - ¿Quieres que miremos de reclutar a un par de hombres más durante el evento de esta noche? Apuesto a que más de un mercenario de confianza acudirá para ver las peleas... ¿Tienes a alguien en mente, jefe?