Partida Rol por web

The Legend of Zelda: The Land of Goddesses

Ordon

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02/10/2010, 16:03
Director
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02/10/2010, 16:04
Director

Kururu se adentra en la espesura del bosque, sin darse cuenta que realmente hay una salida del pueblo Kokiri un poco más allá de por donde han llegado allí. Pero lo hecho, hecho está.

El bosque parece inmenso y es fácil perderse.

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03/10/2010, 19:47
Kururu

Miró hacia atrás, asegurándose de que había perdido ya de vista al grupo de temerosos hylians (y su nueva mascota) y el poblado Kokiri, antes de proseguir su periplo a través de la espesura.
Buscó por los alrededores algún árbol que presentase una muesca a la altura de la cadera de un muchacho de su estatura, guía que había dejado de camino hacia el poblado para asegurarse un camino de regreso hasta el templo invadido por las criaturillas que los habían atacado. Sin duda era una insensatez regresar a ese lugar, que a estas alturas ya estaría infestado por los monstruos, pero necesitaba ese templo como referencia para volver a la aldea...

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10/10/2010, 20:36
Director

Las marcar que Kururu ha dejado antes en los troncos de los árboles durante todo el camino, parece que han desaparecido como por arte de magia por que no hay ni una muesca en la corteza de estos... por algo los llaman Los Bosques Perdidos... nada puede indicarte el camino hacia el destino que buscas...

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11/10/2010, 01:47
Kururu

Miró, sorprendido el rotundo fallo de su argucia. De algún modo las cortezas de los árboles se habían regenerado a una velocidad inaudita... no hallaba otra explicación. Tras asegurarse de que las parcas no aparecían por ningún lado, una amplia sonrisa seccionó su rostro al tiempo que su risa se alzó hacia las copas de los árboles.

-Que curioso... -masculló una vez se hubo recobrado.

Una mano furtiva se deslizó hacia su pequeño zurrón, colgante de la cintura, extrayendo de esta una especie de bellota alargada. Sostuvo el pequeño objeto frente a sí, con la palma extendida hacia arriba.

-Vuelve a la aldea... -susurró el chico a la bellota.

Al instante, esta comenzó a arrojar un tenue parpadeo dorado. Poco a poco comenzó a levitar sobre su mano, hasta quedar flotando en el aire. La bellota comenzó a girar, apuntando con el extremo cubierto por el capuchón en todas direcciones. De repente la bellota cesó sus giros, apuntando en una dirección treinta y siete grados al este. De inmediato salió disparada hacia los cielos, se detuvo sobre las copàs de los árboles, y voló a toda velocidad en aquella misma dirección.

Kururu permaneció inmóvil, contemplando si el artilúgio surtía efecto en aquellos parajes místicos.

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14/10/2010, 12:19
Director

Y la bellota mágica surte efecto... guía a Kururu a través del bosque durante unas cuantas horas y de pronto... frente a él... la bellota se queda sin energía y cae al suelo... 

Ahora ya nada le guía por el bosque y encima se ha internado tanto que no puede ver ningún punto de referencia...

A través del follaje se aprecia que el cielo, poco a poco, se va volviendo anaranjado... sinónimo de que está cayendo la noche.

Notas de juego

Si te piensas que te lo pondré facil... sigue soñando XD

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14/10/2010, 14:30
Kururu

Kururu bufó, molesto. La bellota rebotó a sus pies al caer del cielo, con un ruidito seco, casi imperceptible sobre la hojarasca. Se inclinó a recoger el extraño artilugio y lo guardó de nuevo en el zurrón.

-Que oportuno... -masculló entre dientes.

El muchacho miró a su alrededor, fijándose en el hermoso color del ocaso durante unas décimas de segundo antes de volver a inclinar la cabeza, indignado.

-Bueeeeno... habrá que ir preparándose para un sueñecito...

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17/10/2010, 20:44
Director

Kururu consigue encontrar un lugar resguardado entre los troncos de los árboles del bosque... no se oyen animales cerca, ni enemigos... que es más importante eso...

Pasan las horas y el sol comienza a salir... el bosque se anima con el dulce trinar de los pajarillos...

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19/10/2010, 12:09
Kururu

Kururu emerje de su cubil, desperezándose. Ha logrado sobrevivir gracias a la divina providencia y a las pocas bayas no indigestas ni venenosas que pudo servirse como cena.

Miró hacia el cielo esclarecido, cubeirto por la maraña de ramas que apenas si debajan pasar la luz del alba, y luego a la palma de su mano. En ella descansaba la bellota que utilizara el día anterior. Guardó el artilugio, indiferente, de nuevo en el zurrón. No lograría nada más de él por el momento. Tendría que recibir luz solar durante toda una semana y un baño en le jugo de la planta puryn para poder volver a funcionar... y no contaba con ninguna de esas cosas.

Miró a su alrededor, fijándose en el entorno e intentando discernir la dirección que seguía cuando la bellota dejó de funcionar. Lo mejor sería seguir caminando recto según la última indicación del artilugio mágico...

 

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27/10/2010, 00:10
Director

Después de mucho mirar y esas cosas, Kururu se pone en marcha, sin saber muy bien a donde va... ese bosque es denso, muy denso... ni te ven ni te deja ver... así que puede ser igualmente un peligro como una salvación...

Después de muchas horas caminando, y cuando ya comienza a notar que le faltan las fuerzas por no tener nada mas que comer que bayas de dudoso origen, parece que encuentra un claro... o al menos se ve mas luz a lo lejos...

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27/10/2010, 22:51
Kururu

¡Por fin! Tras interminables y abominables horas de caminata sin sentido entre la arboleda logra ver luz al final del camino.

Kururu, con la misma expresión retorcida (quizá algo más mustia ahora por el cansancio) avanza hacia allí sin prisas. No le sobran fuerzas como para andar correteando.

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27/10/2010, 22:57
Director

Y al llegar al borde del bosque... Kururu cae precipitadamente hacia... una laguna de aguas mas o menos profundas... suerte que no ha caido de muy arriba... 

En ella reconoce la lagunilla, o mini lagito, que hay justo antes de cruzar el puente colgante que une las tierra de Ordon con el resto del reino de Hyrule... yendo hacia el sur, llegará al pueblo...

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27/10/2010, 23:55
Kururu

Avanzó lentamente, con renovadas esperanzas conforme la luz se intensificaba. Finalmente, asomado ya a los grándes árboles del linde, vio a sus pies, unos metros más abajo, una amplia laguna de aguas cristalinas. Kururu ensanchó su sonrisa, agradecido. Reconocía aquél sitio, ya había pasado por el viejo camino que recorría la orilla de la laguna junto a su padre, cuando de niño lo acompañaba a sus viajes de negocios. Aquella era buena señal, no andaba demasiado lejos de la aldea. Miró a ambos lados, buscando algún sitio por el que poder descender o rodear el obstáculo acuático, pero no resultó ser necesario.

De repente el suelo cedió bajo sus pies, precipitándose al vacío. Antes siquiera de poder exclamar algo, su trasero dio contra la superficie de agua. De haber caído desde más alto podría haber sufrido serios daños... pero lo único que debía ahora lamentar era el dolor electrizante en el pandero y sus prendas empapadas.
Kururu refunfuñó, molesto, aquel viajecito comenzaba a agotar su paciencia. Se puso en pie, sacudiéndose cual perro mojado y retorciéndose hacia atrás hasta hacer castañetear su espalda, y comenzó a chapotear en la dirección en que se encontraba la aldea.

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03/11/2010, 21:38
Director

Tras varios minutos caminando, Kururu llega las afueras del pueblo, donde está la casa del árbol de Kara... un poco más adelante, comienza el pueblo.

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06/11/2010, 22:29
Kururu

Miró hacia lo alto del árbol en el que se alojaba la casita de Kara. El muchacho permaneció allí abajo, inmóvil, perdido en sus pensamientos con la mirada fija en la estructura durante unos cuantos minutos antes de volver en si.
Con paso brioso cruzó la calle principal en dirección a la tienda, tenía unas cuantas cosas que recoger del almacen, ya las repondría... algún día. Por no hablar del imperioso baño que necesitaba y de las ropas limpias por las que había rogado casi todo el camino de vuelta. Ya de paso se dejaría ver delante de sus padres para que vieran que seguía con vida tras el par de días desaparecido.

Cuando llegó allí no había nadie, la tienda estaba ompletamente vacía. Afortunadamente conocía la planta-trampa en la que guardaban la llave de repuesto, de modo que pudo entrar sin mayores problemas. Durante casi una hora se explayó en acicalarse y adecentarse. Una vez hubo terminado salió hecho un muchacho nuevo, limpio...

Tiró el zurrón desgarrado y estropeado del viaje y cogió uno nuevo, que se ocupó de llenar bien de los objetos más curiosos y útiles que pudo encontrar en la trastienda. A buen seguro les harían bien para el viaje que les aguardaba.

Escribió una nota, breve y concisa, para que sus padres supieran que estaba vivo, que estaba bien, que él había recogido todas aquellas cosas y que se ocuparía de devolverlas en cuanto regresase. El fragmento de pergamino decía talq ue así:

"¡¡Khu khu khu!!"

 

Una vez hubo terminado todos sus asuntos en la casa-tienda salió de nuevo, sin olvidar cerrar la puerta y dejar la llave en su escodite habitual, y se encaminó hacia la casa de "su ilustrísima" dando un placentero paseo. Después de todo, no tenía prisa, ¿no?

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08/11/2010, 13:21
Director

El pueblo no es que sea inmenso, solo hay 4 casas y una calle principal que las conecta... La casa del alcalde es la que está al final de la calle principal y que es

tá un poco mas elevada del suelo que las demás...

Kururu sube las escaleras y llama a la puerta para hablar con el alcalde...

El alcalde, un tipo fuerte aunque con un poco de barriga, abre la puerta...

-Hombre, si es Kururu... que te trae por aquí?

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11/11/2010, 19:15
Kururu

Kururu alzó la mirada hacia el alcalde quien, pese a su constitución rechoncha, le sacaba casi una cabeza. El muchacho no abandonaba su macabra sonrisa imperecedera.

-¡Buenos días tenga usted, ilustrísima! -saludó animado el chico.

Kururu realizó lo que podría considerarse como una pantomima de reverencia, extendiendo la pierna al frente y cruzando el brazo frente su vientre al tiempo que pegaba su mentón al pecho.

-No parece demasiado sorprendido de verme para haber estado desaparecido unos días... -comentó el chico alzando los ojos de nuevo hacia él, con la sonrisa más pronunciada- ¿quizá no se han percatado en la aldea que algunos jovenes no han aparecido de nuevo por aquí?

El muchacho recuperó la postura y se cubrió los labios con una mano al tiempo que afloraba de nuevo una suave risilla.

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13/11/2010, 14:13
Director

Mira a Kururu con una sonrisa. En la aldea si que se habían fijado que los jóvenes habían desaparecido durante la noche, pero no es que les preocupe mucho ya que no hay muchos sitios a donde ir en aquel lugar. Además, seguro que fue una escapada para estar solos, lejos de los padres.

-Hijo, yo también tuve vuestra edad, aunque no lo creáis... y con vuestra edad dejaba a menudo el nido.

Pasa un brazo por los hombros del joven y lo acompaña al interior...

-Y dime... para que has venido a verme? Algún lío de faldas, quizá?

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14/11/2010, 15:36
Kururu

Kururu deja que lo lleve al interior a regañadientes, aunque su sonrisa no abandona su rostro.

-Diga más bien un ío de caminos... -respondió el muchacho- nuestros jovenes vecinos estan desaparecidos en el bosque, más allá del sector conocido...

Con un rápido y felino movimiento el muchacho se desembarazó del amigable abrazo del alcalde y lo encaró, descubriendo los dientes en una sonrisa extraña.

-Pero no es eso lo que he venido a contar aquí, ilustrísima, me temo que tenemos problemas -declaró el muchacho con tono un tanto ácido- tenemos lo que podría llamarse algo así como un ejército de criaturillas monstruosas en pleno bosque. Ya han ocupado el templo olvidado y a buen seguro se dirigen hacia aquí... ¿tal quez nos estemos enfrentando a una invasión?, ¿qué opina?

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15/11/2010, 00:48
Director

 El hombre mira a Kururu bastante serio... parece que lo que le ha dicho no ha caido en saco roto y las bromas con las que ha comenzado al principio quedan atrás... va hacia una mesa de la sala principal y abre un libro, indicando una hoja... 

-Hace bastante tiempo sucedió una cosa semejante... 

Se sienta en la silla mientras espera a que Kururu se acerque.

-El Templo fue infestado por seres grotescos, malvados, y contaminaron la tierra sagrada donde está construido... no creo que nuestra aldea o el bosque esté en peligro, al menos inminente... pero eso solo puede significar una cosa... la Oscuridad ha vuelto a aparecer en esta tierra.