Partida Rol por web

Avanzasteis durante más de 10 minutos recorriendo pasadizos laberínticos los cuales ya os parecían todos iguales hasta que encontrasteis uno que difería del resto: más recto, con paredes menos estropeadas por el paso de los años ¡apuntaba a que era el camino correcto!

Pero vuestro camino pronto iba a estar interrumpido. Parecía que los obstáculos no iban a cesar: esta vez se trataba de un largo foso que estaba perfectamente perfilado como para haber sido un derrumbe fortuito.

Si se quería avanzar por allí "tan solo" había que coger el impulso suficiente para dar un salto. Era una proeza realmente atlética pero dar marcha atrás tan solo sería un retraso en un camino que por lógica debía estar cada vez más cerca del objetivo.

Tras cruzar por varios pasillos, al fin llegamos a un lugar del que nos daba una pista de que ibamos por el camino correcto, aunque la sala en la que acababamos de entrar no era para nada algo de agradecer. Como siempre los obstaculos nos perseguían, o más bien

-Mira amor, parece que vamos por el camino correcto - le dije indicandole las paredes - aunque como siempre... hay trabas - El foso no era necesario remarcarlo. Se veia con bastante facilidad, el peligro residía en cruzarlo, y si realmente lo conseguiriamos - ¿Como haremos para cruzar al otro lado? - miré la amplitud del foso, así como su profundidad, y luego mi inventario, sacando la flauta en último lugar - ¿Crees... que podría servir? Según Baba Yaga, nos llevará a donde queramos, si imaginamos algo tan especifico como el otro lado del foso... ¿Funcionará? - No tenía ningún problema en tratar de saltar, pero si podía evitar un fallo tonto, haría lo que fuera.

Link una vez más me sorprendió, pensó en una posible alternativa más segura para los dos y por supuesto debíamos intentarlo.

-Muy buena idea. Intentémoslo, cuanto más seguros vayamos antes podremos encontrar a nuestra hija y la trifuerza.

Le agarré la mano fuertemente para indicarle que la usara cuando estuviera preparado.

Gracias a la flauta mágica, la pareja de reyes pudo solventar el obstáculo con facilidad.

Con el foso sobrepasado, el pasillo reveló una recompensa cuya utilidad estaba aún por demostrar.

Se trataba de un alijo con media docena de bombas.

Seguramente podrán ser empleadas ya sea contra el enemigo o para revelar caminos ocultos como ya ha sucedido en aventuras del pasado.

Sonreí cuando elogió mi idea - Bueno, en primer lugar no tendriamos esta flauta si no hubieras cedido a sacrificarte, asi que no hubieramos podido cruzar este obstaculo sin que lo hubieras hecho. - dije un poco preocupado por no saber exactamente que le había hecho a Zelda. - Bueno, vamos a hacerlo - Agarré fuertemente la mano de Zelda y ambos empezamos a pensar en el otro lado del foso antes de tocar la flauta.

Al instante aparecimos allí. Por un momento pensé que no funcionaría.

Entonces comenzamos a recorrer el pasillo que nos ofrecía el camino que estabamos tomando. Fui un poco más atrás para ir marcando el camino, y no importaba si nos alejabamos unos pocos metros. Justo un poco más adelante había un pequeño saco en el suelo - ¿Eso es lo que creo que es? ¿Cuantas hay? - pregunté mientras me acercaba lentamente a al saco que ambos mirabamos. Aunque al ver que eran bombas mi mente se distrajo a aquella epoca donde grietas en las paredes se convertían con facilidad en un camino nuevo con una leve explosión.

Me levanté sin contarlas y con el escudo en mano me acerqué a las paredes cercanas, incluso a las del cruce para comprobar si había alguna que sonaba distinta golpeandolas con el escudo - Sabes cariño. Cuando en el pasado iba a buscarte, había paredes totalmente solidas que escondían algo detrás de esta. Gracias a eso - me refería a las bombas obvio - conseguía derribarlas y hallar los caminos para rescatarte. Igual hay alguna escondida aún - Aunque en el pasado no dejaba camino sin recorrer, aún esperaba que sirviera este viejo truco.

-¡Vaya!, parece que al menos nuestro camino hasta aquí no ha sido en vano. Dije mientras le sonreía dulcemente haciendo contraste con la tenebrosidad de la mazmorra.

-Sí, podríamos usarlas para derribar muros, pero parece que todos los de esta zona son bastante robustos, tendremos que continuar, o retroceder. Era una decisión difícil puesto que corríamos el riesgo de perdernos en medio del laberinto de pasillos.

-Creo que podemos continuar por el pasillo más cercano, y llegar al final para asegurarnos de que el camino no da a ninguna parte y retroceder, por ir descartando opciones. 

Tras dejar atrás la sala anterior, continuasteis avanzando esta vez siendo liderados por la reina Zelda.

Los pasillos hacían muchos giros bruscos tanto a izquierda como a derecha lo que os hacía plantearos en que punto de la mazmorra estabais ya ¿habría alguna salida cerca? ¿Y la Trifuerza? ¿Dónde estaría escondida?

De repente vuestros pasos se detuvieron en cuanto un extraño sonido retumbó por todo el lugar. No estabais solos... de eso no había duda alguna.

Unos cuantos pasos más adelante, manteniendo el sigilo que la situación requería, pudisteis ver de primera mano quién o qué era lo que producía dicho sonido...

Se trataba de una criatura que provocaba escalofríos, una masa de carne que rodeaba un gigantesco ojo central.

Aquella visión estremeció a Link porque reconoció al instante de qué se trataba. Era Digdogger, un monstruo al que creyó dar muerte en el pasado mientras recorría las Mazmorras de Hyrule para recuperar la Trifuerza por primera vez.

¿Cómo había podido revivir? ¿Y por qué allí?

Seguimos y seguimos andando en un sin fin de pasillos que la mazmorra nos proponía. Llegué al punto de pensar, o al menos intentar recordar, si esta mazmorra era tan grande... No lo recordaba del todo, pero también es cierto que nunca llegamos a vigilarla, y el poder de la trifuerza es inmenso. Quien sabe lo grande que podía ser este laberinto

No fue hasta que noté un ruido, que mis piernas y mi cuerpo reaccionaron, primero parandome en seco, y luego poniendome delante de Zelda, con el escudo en mano, cubriendola de cualquier peligro - Vayamos con cuidado, yo te protejo - sentencié antes de acercarnos, para descubrir ante nosotros, a una pesadilla del pasado - ¿Pero qué? - el temor me paralizó al verlo con vida de nuevo Digdogger

-No puede estar vivo. Lo maté hace años cuando buscaba la trifuerza y a ti - le conté a Zelda con total sinceridad - Mi como su cuerpo se consumía tras la batalla ¿Como es posible? - Y de nuevo la respuesta estaba en mi mente como lo pensé del laberinto gigante, la trifuerza. - Da igual, piensa Link, como lo derroté - En aquel entonces hice sonar una flauta y, menguó y pude matarlo con facilidad pero... - la flauta que teniamos nos teletransportaba... pero igual si no pensabamos en ningún lugar donde ir, nos haría destruirle con facilidad...

Empuñé firmemente la espada con la zurda, mientras mi mano derecha dudaba de ir a por la flauta y destruirle de la manera que hace muchos años usé.

Continuamos hasta que Link me paró en seco, notó una presencia, y no era para menos, un ser perturbador apareció ante nosotros. 

Mis rodillas temblaban, y mirar al ojo directamente me causaba pánico.

-Link... tengo miedo. Detrás de él tensé el arco y me dispuse a atacar justo en el centro.

Respiré profundamente, relajé todos los músculos de mi cuerpo, para después tensionar los brazos, ajustar la dirección y disparar.

-¿Puedes usar la flauta Zelda? Tras ello te dejaré un tiro fácil - Le pregunté mientras le ofrecía la flauta a ella - No tengas miedo, estoy aquí contigo y mientras viva no dejaré que nadie os haga daño, ni a ti ni a nuestra hija. - Le agarré la mano para inspirarle confianza - Saca fuerzas de mi si ves que te faltan, aunque no creo que las necesites. Tu eres la más fuerte de los dos - Le dije totalmente seguro de ello y esperando que el miedo que tenía al ver a la criatura se le pasara.

Entonces encaré al monstruo espada en mano lanzandome a el, esperando que Zelda tocara la flauta, al hacerlo, solo tendría que elevarlo de un golpe, y el resto era de ella y su arco de luz. A pesar de que encogiera por la flauta, ese ser seguía siendo duro para mi espada, pero seguro que no podría frente a una flecha del arco de Zelda

-¡Si!. Las palabras de Link me llenaron de determinación y confianza, hizo que me olvidara totalmente del aspecto perturbador del monstruo y del miedo del momento. Mis sentidos se concentraron en mis movimientos y en los de Link y era lo único que tenía en mente

Tras tocar la flauta el monstruo cambió de forma, Link se avalanzó hacia el y yo aprovechando el momento, tomé aire, contuve la respiración, apunté con firmeza hacia su pupila con mi flecha y rauda, lo atravesé.

Tras disparar en el blanco di un pequeño salto de alegría tras un suspiro. -Parece que lo logramos, gracias por transmitirme tu fuerza Link. mi voz era agradable y mi sonrisa sincera.

Tras superar el nuevo desafío, avanzar se mantenía como la única opción para poder sacar algo en claro.

Dicho progreso os hizo llegar al final del pasillo, pero dicho trayecto culminó con una grata recompensa:

Aquella gran llave dorada debería poder abrir un acceso importante ¿quizás donde está Tetra?

Tras superar la batalla, recoger la llave y avanzar por la mazmorra el momento que tanto estabais esperando había llegado ¿por qué lo sabías? era más que evidente:

Frente a ustedes yacía una gigantesca puerta adornada con motivos escabrosos: criaturas que parecían observaros o pretendían infundir miedo.

Dicha puerta estaba cerrada, pero una gigantesca cerradura reveló que la llave anteriormente encontrada sería la clave para acceder. El final estaba cerca...

Sonreí a Zelda cuando esta saltó de alegría al matar a aquel ser que yo creia muerto. Ahora cualquier cosa que nos encontraramos de aquí en adelane, podría ser perfectamente una pesadilla del pasado. Por suerte, este parecía ser el adecuado, pues nos dejó como recompensa, la llave que siempre me hacía llegar al tesoro de la mazmorra, incluyendo al final, a Zelda.

-Esa llave... Parece que estamos cerca del final - la recogí y se la mostré dejando que la cogiera si quería - Es la tipica llave que siempre usaba para batir las mazmorras y al ser que la gobernaba, detrás de aquel ser siempre estaba lo que buscaba, incluso tu. Tetra está más cerca - La sonreí y la abracé debido a la alegría de esta noticia.

El siguiente camino que tomamos fue ya cada vez más corto, hasta que al fin, llegamos a la última puerta - Es aquí... - dije mientras miraba la puerta de arrriba a abajo - Solo resta abrirla. - miré fijamente a Zelda a los ojos con cariño - Abramosla juntos - Entonces apoyé mi hombro sobre una de las puertas esperando a que Zelda se colocara en la otra, y así ver lo que había dentro.

Habiamos empezado este viaje juntos y lo acabariamos igual. Siendo dos, ahora tengo mucho más fuerza que años atrás. Me siento capaz de todo con ella a mi lado.

Recogí la llave que tanto nos había costado conseguir, parecía mentira que hubieramos podido llegar hasta aquí, está claro que no lo hubiera conseguido sin la ayuda de Link.

-Sí, hagámoslo juntos. Le contesté con una sonrisa cálida, que sabía a esperanza.

Introduje la llave en la cerradura, y apoyé mi mano en la otra puerta, bajo la señal de Link que estaba esperando para que la abrieramos juntos.

-Tetra espera un poco más, solo un poco.