Partida Rol por web

En el momento que Zelda hizo sonar la flauta, una leve melodía resonó por todo el lugar mientras comenzaban a sentir como sus cuerpos flotaban. Las sensación era increíble, potencialmente mágica ¡era como si dejasen de existir como personas físicas!

Después de sentir una especie de remolino en su interior, los cuerpos de los reyes de Hyrule dejaron de flotar para sentir como el frío volvía a apoderarse de todos su sentidos.

Palparon el suelo para notar la fría piedra que cubría todo el lugar. La oscuridad era casi total, una oscuridad que era sobre todo antinatural.

La Trifuerza estaba en algún lugar, se podía advertir su presencial, ¿pero y Tetra? ¿qué sería de ella?

Había muchos arcos que daban a distintos corredores donde perderse como en el más funesto de los laberintos... fue en ese instante cuando ambos héroes se dieron cuenta que allí habían estado antes: aquel lugar era una pesadilla encerrada en tierra.

Estabais en la mazmorra de Ganon, aquella donde años atrás Link derrotó al demonio porcino y liberó a Hyrule recuperando la Trifuerza y a su esposa.

„No puede ser… simplemente no puede ser…“

Link se giró sobre sus talones posibilitándose una vista completa de la posición del lugar al que habían llegado. Había visto morir a Ganón y había estado convencido que su espíritu, para hacerse potente, tendría que tener un cuerpo. Tal vez… se había equivocado…

Ojala que tú no estuvieras aquí…, pensó mirando con un relámpago de dolor en los ojos. Ojalá que estuvieras en alguna parte a salvo. Pero no pronunció lo que pensó y rápidamente desvió la mirada.

« Reconozco el laberinto », advirtió. « Vamor por allí », señaló una dirección en el enrejado de pasillos. « Permite que vaya por delante. » Alzó la espada y avanzó cautelosamente.

Una sensación extraña le recorrió la espalda al tocar la flauta, pero no era una sensación de pérdida como cuando Baba Yaga le arrebató parte de su energía, era un sentimiento de flotabilidad, como si su espíritu viajara de formas que no puede hacerlo el cuerpo.

"Aterrizaron" en una oscura mazmorra, desde luego algo que esperaría en un momento como este, pero un lugar que jamás hubiera visitado en circunstancias normales. El rostro de su marido le dijo todo lo que necesitaba saber: el héroe reconocía los pasillos, así que el calabozo debía ser la guarida de Ganon. A pesar de la entereza de la reina, un sentimiento de puro terror recorrió la mente de Zelda.

Sobreponte, no eres la misma niña indefensa. Ahora vas a defender Hyrule como su reina, junto a tu héroe y esposo.

- Si podemos sacar algo bueno de esta situación es que parece que conoces el camino. Voy tras de ti, amor mío.

Si había algo que parecía un obstáculo, era el hecho de que toda la estancia estaba rodeada de una oscuridad mágica, una que os hacía moveros con más lentitud, con más cautela, con más limitaciones.

A pesar de esta espesura, la mazmorra de Ganon era sin lugar a dudas vuestro actual paradero.

Aún con la escasa luz fue fácil comprobar que el lugar estaba ya casi derruido, el paso de los años había hecho mella y muchas de las galerías que antes estaban abiertas ahora estaban bloqueadas sin embargo eso no iba a suponer un obstáculo porque si algo aprendió Link en el pasado es que cada rincón de esa condenada mazmorra guardaba caminos ocultos y pasajes secretos que podrían llevarle hasta su destino.

Armándose de valor, la pareja comenzó a adentrarse más y más en la mazmorra con el claro objetivo de hallar la Trifuerza, a su hija y si era posible liberar cualquier oscuridad que se adueñe de Hyrule.

Comenzasteis a avanzar en aquella mazmorra que tantos secretos ocultaba en su interior, sin embargo por ahora no parecía ser un lugar amenazante ya que ningún enemigo había hecho acto de presencia ¿era aquello una buena señal?

Los pasillos eran largos, por lo menos aquellos que Link había cogido... pero todos ellos tenían algo extraño, algo difícil de entender...

Había algo que le escapaba a Link, una cualidad en los pasillos que era muy diferente de la que había notado por primera vez que estaba aquí, algo sobre lo cual no podía tener el dedo, que parecía muy cerca para su mente de hallar pero que siempre huía del apoderamiento de esta…

“Hay algo que no entiendo”, murmuró a su mujer, sabiendo que ella lo comprendería, aunque sus palabras fueran tan poco concretas.

La mazmorra era un lugar oscuro y asfixiante. Zelda podía sentir la atmósfera del lugar, como si el poder de Ganon impregnara los mismos pasillos de maldad. Pero si debía sacar algo bueno de esta situación era que gran parte de la mazmorra se encontraba en ruinas y hasta el momento no habían visto enemigos. Si el enemigo había vuelto, es probable que no lo hubiera hecho con todo su poder. 

Link le transmitió su preocupación en torno a la disposición de la mazmorra.

- Te entiendo. Este lugar es desconcertante. Tendremos que intentar orientarnos lo mejor que podamos...

Notas con total claridad como una de las baldosas de la pared es de un color ligeramente más oscuro que la del resto. Aquello te hace sospechar.

Sabes por tu experiencia en el pasado, que existen numerosos pasadizos o cámaras secretas que siempre ocultaban algo realmente útil para tus aventuras.

Notas con total claridad como una de las baldosas de la pared es de un color ligeramente más oscuro que la del resto. Aquello te hace sospechar.

« Sí », respondió susurrando a Zelda. « Es el mismo lugar en el que estuve antes, pero al mismo tiempo no es el mismo. Hay una diferencia sobre la que no puedo poner el dedo, pero que se hace sentir como muy real. No puedo explicarlo mejor… »

Al notar la baldosa con un color ligeramente diferente de las que la circundaban, Link no tardó mucho en valorar sus opciones. Los peligros acechaban de todas partes en la mazmorra de Ganón, no sólo si se presionaban baldosas sospechosas, y siempre había la posibilidad que algo útil se escondiera detrás de lo que antes habían parecido muros inamovibles.

Desde luego, Link dijo a Zelda de alejarse unos pocos pasos, antes de pisar la baldosa.

Tal y como Link se lo contaba, Zelda confirmaba sus sospechas de que el mal que contaminaba la mazmorra era capaz de confundir a los incautos que la atravesaran, pero ellos no serían incautos.

Link se había fijado en la misma baldosa que ella, y el rey se ofreció a apretarla solo después de que ella se alejara de la misma por si fuera una trampa. Retrocedió unos pasos, pero se mantuvo cerca.

- Bien, creo que pulsarla es lo mejor. Debemos estar preparados para cualquier cosa... - dijo mientras buscaba con el rabillo del ojo cualquier peligro o indicio de trampa o emboscada.

En cuanto Link hizo presión en la baldosa que habían descubierto, una pared que estaba un par de metros más atrás se hundió en el suelo mohoso de la mazmorra dejando a la vista una sala que permanecía totalmente oculta.

¡El presentimiento del rey era acertado!

Aquel nuevo acceso comunicaba directamente con una pequeña sala que dio vía libre a una escandalosa bandada de murciélagos que estaba esperando su oportunidad para volver a ser libre (eran inofensivos pero el susto tras verlos de repente fue importante)

Ahora quedaba a la vista lo que escondía aquella sala, se trataba de un pequeño cofre desprotegido ¿merecerá la pena abrirlo? ¡Claro que sí!

En su interior se encontraron dos objetos de incalculable valor: un mapa de la mazmorra y una brújula que os ayudaría a orientaros.

La baldosa que Zelda y Link habían avistado ocultaba nada menos que un mapa y una brújula, instrumentos con los que podrían orientarse a lo largo de la mazmorra. La reina echó un vistazo al mapa, pero decidió que era mejor que lo viera su marido.

- ¿Recuerdas alguna de estas secciones? ¿Por dónde crees que debemos comenzar?

Un atisbo de preocupación se intuyó en la cara de la reina, ya que muchos de los pasillos eran en una sola dirección, y esto significaba la posibilidad de trampas o de emboscadas. Debemos estar alerta ante cualquier amenaza...

Link estudió el mapa el ceno fruncido. “Ya estaba en esta mazmorra, sin embargo, no recuerdo que la disposición de las sales hubiera sido tal como está representada aquí en el mapa. Pero el hecho concuerdo con lo que ya he sentido antes, que hay algo aquí que ha cambiado… que, siendo la misma mazmorra, al mismo tiempo no es la misma. Como… como un Ganón regresado de la muerte no puede más ser el mismo pese a que es el mismo.”

Dudaba de que lograba expresar lo que sentía aquí de una manera clara, pero tampoco hacía falta expresarlo con claridad; quedó lo evidente: que no pudo valerse de sus experiencias anteriores en la guarida de Ganón para orientarse aquí. “Bueno, en cuanto a la primera sala, no hay elección: tenemos que ir directamente a la primera, si no descubrimos un camino secreto por el camino.”

Link se puso en marcha, observando con cuidado las paredes del pasillo.

Link sacudió la cabeza porque de repente se dio cuenta de que se había equivocado, tratando de espantar su propia confusión. “Este lugar tiene un efecto raro sobre mí… me escapan demasiado detalles, y incluso evidencias. Ya estamos en la primera sala. Propongo que vayamos a la sala seis, porque rápidamente tendremos acceso también a siete y ocho.”

Avanzasteis durante más de 10 minutos recorriendo pasadizos laberínticos los cuales ya os parecían todos iguales hasta que encontrasteis uno que difería del resto: más recto, con paredes menos estropeadas por el paso de los años ¡apuntaba a que era el camino correcto!

Pero vuestro camino pronto iba a estar interrumpido. Parecía que los obstáculos no iban a cesar: esta vez se trataba de un largo foso que estaba perfectamente perfilado como para haber sido un derrumbe fortuito.

Si se quería avanzar por allí "tan solo" había que coger el impulso suficiente para dar un salto. Era una proeza realmente atlética pero dar marcha atrás tan solo sería un retraso en un camino que por lógica debía estar cada vez más cerca del objetivo.

La mazmorra era estrecha y oscura, y Zelda agradeció haber encontrado el mapa y la brújula. No quería pensar lo que podría haber sido caminar por esos pasillos sin ninguna clase de guía. El estado de las paredes de los pasillos iba mejorando conforme avanzaban, aunque la reina no sabía si eso era bueno o malo, pues significaría que se acercaban a donde el enemigo es más poderoso.

De repente su camino acababa en un foso, demasiado bien tallado para que fuera un derrumbe fortuito. El salto era ajustado, pero se podía sortear el obstáculo y no parecía haber otro camino. Descartar ese pasillo solo por miedo a caer no era algo que pudieran permitirse.

- Bien, podemos hacerlo. - comenzó la reina, aunque su voz trastabilló un poco. Su confianza en su pericia física flaqueaba. - ¿Vas tú primero?

Link se acercó al foso y echó una ojeada en las profundidades donde nadie de ellos quería acabar. “Tienes razón, podemos lograrlo, pero aún así me parece demasiado arriesgado intentar saltarlo”, dio su opinión. “Intentaremos otra cosa.”

Sacó la cuerda que por supuesto no había olvidado de llevar consigo y le ajustó dos ganchos en sus dos fines. Luego tomó un gancho y avistó una irregularidad en una de las murallas del lado opuesto en la que el gancho, si bien lanzado, podría incrustarse. Luego sería fácil ajustarlo en una irregularidad del muro diagonalmente opuesto, a altura de pecho, de manera que pudieran atravesar el foso con la cuerda.

“A ver”, dijo entre dientes y lanzó la cuerda con el gancho.