Partida Rol por web

Cuando Richard llega delante de la mujer y su hijo se para en seco. Hay algo que no está bien. La mujer agarra fuertemente a su hijo y mira fijamente hacía Richard, pero aunque en sus ojos se dislumbra una chispa de esperanza no se mueve. Tras unos segundos de tensión la mujer mira a su hijo y después mira a Richard y susurra: "Por favor, por favor...". Intenta hacer un ligero esfuerzo por despegarse al crío, pero no lo consigue y entonces vuelve a llorar. Solo entonces Richard se da cuenta de la gran fuente de calor que hay bajo el cuerpo de la mujer. 

Richard, tras llegar allí, toma aire. Mira a la mujer, quien parece murmurar algo con una mezcla entre desesperación y esperanza.

De repente, se nota incluso a la distancia que se queda en shock, bajando lentamente la mirada al suelo, con los ojos muy abiertos. Cierra los puños y toma aire nuevamente, esta vez más profundo.

Mentalmente corre por las posibilidades: Se ve como cierra los puños firme, como ojea el suelo y los pies de la mujer y el niño, como analiza la situación. Se arrodilla: Ha encontrado algo ahí, definitivamente... Y no es algo bonito.

Mira hacia atrás un momento, observando a María con un cierto deje de... Preocupación, y vuelve a mirar a ese punto en el suelo, donde están parados ellos dos.

"Brían. Esto es problemático. Puedo intercambiar el peso de ellos por el mío y dejarlos salir, pero en ese caso estaríamos poniendonos en riesgo, y la probabilidad de que la mujer y su hijo consigan salir del campo minado sin nuestra ayuda es cercana a cero en el estado emocional actual que tienen."

"Adicionalmente, sería posible desarmar la bomba, sin embargo esa mujer posiblemente no esté nada contenta de que lo intentemos. Puede que tenga un detonador y nos lo impida."

"Existe la posibilidad de generar una explosión de una mina cercana para que nos lance, sin embargo calculo que la probabilidad de caer sobre otra mina, incluso si consigo calcular correctamente la explosión para que no nos hagamos daño, es bastante alta."

"Sospecho que la diplomacia es la única forma de no tener que tomar una desición sobre quien de los tres aquí presentes ha de morir. Pero no sé que terminos esté dispuesto a escuchar esa mujer."

"Adicionalmente, si bien una explosión no acabaría conmigo por completo, considero poco probable de que sea posible que nadie lleve a cabo las reparaciones necesarias, por lo tanto podemos clasificar los daños de la explosión como letales por más que no lleguen a serlo."

El silencio es tenso. Incluso el público espera con ganas aquello que pueda ocurrir y los gritos se han vuelto comentarios en voz baja.

Al final Sweet Lust pierde la paciencia. Se levanta de su silla, volcando con ello la mesa improvisada y las piezas de domino del niño que tiene a su lado y comienza a acercarse hacía el centro de la plaza. Los guardaespaldas parece que quieran seguirla, pero ella los detiene levantando la mano. Mientras que camina va hablando:

- Estás muy callado, caballero. - Dice en tono despectivo. - ¿No has escuchado a tu bufón? ¡Termina tu heroica hazaña! - Entonces se para delante de la jaula y comienza a hablar menos alto, aunque no lo suficiente para que se deje de escuchar lo dice con el silencio que hay. - Nadie puede detectar mis minas con esa facilidad. O hoy es tu día de suerte o estás haciendo trampas, y aquí no toleramos a los tramposos. - Entonces saca un aparato del bolsillo, parece un teclado con un pequeña pantalla en la parte superior. - ¿Estás listo ya para salvar a la princesa? - Sweet Lust mantiene un dedo en el aire, cerca de uno de los botones del teclado, y mira a Richard con una sonrisa desafiante. 

-Puedo notar zonas con su tierra ligeramente removida, los cambios en textura denotan que algunos fragmentos de tierra antes estaban bajo el suelo, lo cual me ayuda a darme una idea de donde pueden estar las minas.-, se pone en pie, mirando el detonador, -Pero has hecho un trabajo excelente en ocultarlo de todos modos. Un ojo poco vivaz no podría notar detalles tan sutiles.-

Mira a la mujer y al niño, -Por favor, manteneros calmos. Necesito que se movilicen rápido. Sigan el camino que he tomado yo y confien en ella.-, entonces mira a María y le hace un muy tenue gesto con la cabeza los dos. Le da algo de tiempo a María de hacer lo suyo antes de dirigir a la pareja, ocupando él el espacio... haciendo presión sobre ese punto, sin duda presionando el interruptor de la mina. Mira de reojo al detonador de Sweet Lust, sabiendo que podría acabarse todo si lo presiona... Pero tiene que esperar a que la pareja esté fuera de peligro antes de comenzar a moverse y poner en ejecución su... plan, si lo que tiene en mente puede ser llamado un plan.

Sweet Lust escucha a Richard con incredulidad, ante lo tranquilo que está. Tras sus primeras palabras comenta:

- Dejate de cuentos, yo no cometo esos errores de novato, se que hay algo más. - Lo mira fijamente y después dice más sería. - Tu tiempo se agota, caballero. 

Después mira con diversión como habla con la madre y el hijo. Y su sonrisa se vuelve mucho pronunciada cuando ve que ocupa su lugar en la mina. La madre y el hijo se apartan del lugar, pero dudan hacía que dirección ir. 

- Muy honorable por tu parte. - Comienza en tono burlón. - Es una pena que el honor no tenga ningún efecto en este lugar. Aquí yo soy la ley, y has entrado ilegalmente en mi tablero de juegos. Y encima te has atrevido a hacer trampas y a tratarme de idiota. Tengo una política bastante estricta para aquellos que incumplen la ley... - Un haz de locura acompaña la ultima palabra. - ¡Explota!

En unos instantes en los que parece que se ralentiza el tiempo, Sweet Lust baja el dedo hacía el interruptor del aparato. Justo cuando parece que el tiempo de Richard se acaba se escucha un disparo. Al momento el aparato que sostiene Sweet Lust recibe toda la fuerza de una bala, provocando que se le escape de la manos y quedando hecho añicos en el suelo.

Un grito de ira indescriptible surge del interior de Sweet Lust, y busca desesperada el origen del disparo. Pero parece que no consigue encontrar nada y eso la cabrea aún más. 

- ¡Encontrad a ese cabrón! - Grita hacía sus subordinados. - Quiero reventarle la cabeza con su propia pistola. 

La gente se comienza a desperdigar por la plaza, y todo se vuelve un caos. La gran parte de la gente reunida en el lugar comienza a buscar por los alrededor. Incluso los matones que habían guiado al grupo parecen ocupados en ello. Uno de los matones que impedía escapar de la jaula a Richard y Maria, agarra a Maria por los hombros, impidiendo cualquier movimiento brusco y en ese momento Nirameth desaparece entre la multitud. Sweet Lust va en busca de uno de sus matones, lo tira el suelo de una patada y le quita una pistola que llevaba en el cinturón. Con la pistola en mano se acerca de nuevo a la jaula. 

- ¿Tu ángel de la guardia? - Dice dirigiendose a Richard llena de ira pero intentando recomponerse. - Ningún ratón se atreverá jamás a jugar con Sweet Lust. - Apunta con la pistola hacía los pies de Richard. 

Nirameth ha desparecido entre la multitud pero Brokk y William se pueden dar cuenta de otro cosa, Matrika tampoco está ahí. De todas formas nadie parece prestarles mucha atención a Brokk y William. 

Aprovechando la distracción que se ha creado con el disparo, Maria, presa del guardaespaldas, mira a Richard y al resto de prisioneros para mantener el contacto visual y potenciar sus artes. Está algo nerviosa pero intenta controlar la situación mientras ''forcejea'' con el matón para no levantar sospechas de lo que se propone hacer.

-Vamos, corred a las colinas, corred por vuestras vidas!

-RICHARD, QUE LA MADRE COJA A SU HIJO! 

Visto lo visto, Brokk decide salir corriendo hacia la multitud sin decir palabra a William.

Brokk va corriendo a por Daniel antes de perderlo de vista, apartando a la gente por el camino. Va lo más deprisa que puede, pues probablemente la vida de su compañero vaya en ello, aunque aún así duda llegar y convencer a tiempo a Daniel de que pare a Sweet Lust a tiempo. Pero era su única opción que no llevara a acabar muerto él también.

Richard cierra los ojos, calculando posibilidades. Chasquea con la lengua al llegar a una conclusión un tanto... Parca. De todos modos, alza la mirada con decisión, lleno de voluntad. Toma aire profundo, sabe que se acerca la mujer con la pistola y que no tiene tiempo de seguir pensando.

-Sweet Lust, parece ser usted una persona que aprecia los espectaculos. Supongo que lo mejor sería hacer uno...-, dice él ajustandose su traje reforzado, toma aire y mira a María. Asiente un poco, como volcando su confianza en ella... Se inclina un poco, mueve los brazos hacia atrás y luego hacia adelante, tomando el mayor impulso posible para saltar hacia allí.

Lo que ocurre a continuación es rápido y confuso. 

Richard se da impulso y salta antes de que a Sweet Lust le de tiempo a reaccionar. El tiempo que transcurre entre el salto y la explosión es casi inmediato por lo que Richard salta mucho más de lo que había calculado a causa de la onda expansiva. Por suerte aterriza sobre los pies, arrodillandose por culpa del mal estado de sus piernas, que han recibido serias quemaduras (Aunque el calor no ha conseguido atravesar el nuevo armazón que construyó Brian sobre Richard). Cuando Richard se recompone comienza a correr hacía la salida, intenta seguir el mismo camino que antes y sin dejar de mirar al suelo en busca de nuevos peligros.
De fondo se puede escuchar a Sweet Lust lanzando una maldición, acompañado de un par de disparos. Uno de ellos impacta en el hombro de Richard, aunque de momento no parece que haya sufrido daños graves en los circuitos internos. 

Paralelamante a esto, Maria, aún agarrada por uno de los subordinados de Sweet Lust consigue atraer a una velocidad excepcional a la madre y su hijo hacía ella. La cara de terror que estos presentan cuando de pronto son elevados desde el suelo es claramente identificable. Y a pesar de que consiguen llegar hasta la entrada se mantienen quietos un rato antes de reaccionar y levantarse aturdidos.

Una vez que todos están en la entrada de la jaula, Maria sigue agarrada por el hombre y los otros subordinados que hacían de muro se están acercando a Richard, la madre y su hijo. Cuando parece que van a tener que pasar a la fuerza los hombres se paran de pronto, e incluso el que agarraba a Maria la acaba soltando. El grupo no tarda en ver el origen de la sorpresa, Nirameth acaba de aparecer detrás de los hombres y las ropas de estos están comenzando a arder, por lo que tienen que correr a buscar agua o se arrastran por el suelo. En la mirada de Nirameth se puede ver un vacío poco propio de ella, y cuando sus ojos vuelven a la realidad parece un poco aturdida. 

Cuando todo el grupo (Richard, Maria, Nirameth, Madre e Hijo) se acaba juntando solo ven a su alrededor el caos, los subordinados que ya están acabando de sacudirse las llamas y varios callejones libres por los que se sale de la plaza. Meterse directos en el barullo de la misma sería un suicidio.  

Brokk consigue localizar a Daniel con facilidad, por el hecho de que aún no se ha movido del lugar en el que estaba. El otro guardaespaldas en cambio parece que ya le esta siguiendo los pies a Sweet Lust. La única persona cerca de Daniel es el niño que estaba sentado cerca de Sweet Lust, quien se entretiene en recoger sus piezas de domino desperdigadas por el suelo. 

Daniel no tarda en darse de cuenta de que Brokk viene corriendo hacía él. Su cara de desconcierto es evidente, pero cuando se da cuenta de quién es, se acerca a buscarlo apartandolo con el brazo hacía un lugar donde hay poca gente. 

- ¿Tú? - Dice incrédulo pero intentando no levantar la voz. - ¿Que haces tú aquí? ¿No tendrás nada que ver con esto, verdad? - Dice mientras lo mira de arriba a bajo, se nota claramente que se fija en la capucha con la que se tapa Brokk, la misma que llevaban Richard y Maria. 

William mira confuso entre la multitud. Cuando consigue afinar la vista puede darse cuenta de que Brokk está cerca de uno de los guardaespaldas de Sweet Lust, el que tenía los brazos de metal y parece que están hablando. Al resto del grupo no consigue localizarlos, pero puede sentir que hay problemas cerca del agujero de la jaula, aunque varias personas van hacía allí. También consigue ver a Sweet Lust, disparando hacía el interior de la jaula y enfadada como un mula, el otro guardaespaldas se esta acercando a ella. 

- Tío, te juro que solo veníamos a negociar - dice Brokk, mostrando las palmas de las manos en gesto de calma - Solo que... bueno. Parece que nos hemos dejado llevar un poco.

Brokk mira la escena súbitamente con preocupación, y vuelve a girar la cabeza a Daniel.

- Queríamos hacer un trato con Sweet Lust. Espero que el dinero arregle las cosas. Échame un cable y esta noche invito yo.

Brokk pone entonces una cara de horror máximo al imaginar lo que podría ocurrir si Daniel no accede a su petición y termina con un "¡Por favor!"

- ¿¡Negociar!? - Entonces cuando se da cuenta que ha elevado el tono vuelve a bajarlo. - Convertirse en el objetivo de la persona con la que tienes que negociar no es la  mejor manera de hacerlo. - Dice regañando a Brokk. Mira a Sweet Lust y al resto de la plaza. - Creo que nadie se ha fijado aún en ti, si quieres que te ayude en algo mejor será que te quites esa capucha y disimules por el momento. Y sobre tus amigos... más te vale rezar por ellos. - Vuelve a mirar a Sweet Lust. - Espera aquí, y sobretodo, ni se te ocurra llamar la atención. 

Dicho esto se dirige hacía donde está Sweet Lust, dejando solo a Brokk. 

Brokk, que aunque tiene una misión y un sueño sigue apreciando lo que queda de su vida, decide hacer caso a Daniel y se quita la capucha. Si quería ayudar al resto, mejor que no le relacionen. También le hace caso en lo de esperar, pero siente curiosidad por el niño que tiene al lado. Entre todo el alboroto, ¿tiene que estar recogiendo sus piezas de domino?

- Ey chaval, ¿no te preocupa lo que te pueda pasar aquí? - le dice Brokk distraído, prestando más atención a sus alrededores - Esas piezas deben ser importantes para ti -.

"O debes ser un estúpido como ninguno", piensa Brokk, aunque no llega a decirlo.

Domino se detiene en seco cuando se da cuenta de que le hablan. Levanta la cabeza y mira a Brokk, pero en su expresión solo hay indiferencia. Aunque es complicado saber que hay en sus ojos, porque son negros con grandes ojeras. Después de mirarlo durante varios segundos, levanta los hombros y vuelve a su labor de recoger piezas. 

El guardaespaldas de los brazos mecánicos no tarde en alejarse de Brokk y este se quita la capucha y se queda esperando. Esta situado cerca del niño que esta recogiendo la piezas de dominó. 

- Tsk.

Brokk chasquea la lengua y mira al chaval con superioridad.

Pero siente que no puede dejar a un niño por las calles. Aunque fuera un niño que estaba al lado de Sweet Lust. Así que espera a que recoja las pocas piezas que quedan, y antes de que se líe más la cosa, empuja al niño hacia el callejón, un lugar más seguro.

- Si te quedas ahí fuera podría pasarte cualquier cosa. - le dice, haciendo como que le regaña. Brokk se sentía raro haciendo esto - Quédate aquí mientras termina el revuelo.