Partida Rol por web

The paradise is on the other side

Prólogo: Camino hacia el cielo

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28/01/2014, 02:28
Maria di Arya

Maria se dio cuenta de que Nirameth, probablemente la había oído gritar al vacío, por lo que era posible que nadie hubiera visto a ''esa'' persona, ni siquiera Nirameth, una Khilisiana.

Al ver que Maria no podía evadir la pregunta de Nirameth dado que ya estaba muy cerca... optó por disimular:

 

-¿e-eh? ¿Me dices a mi? (Maria parecía mucho más nerviosa y tímida de lo normal).

Tras una breve pausa, se vuelve a encarar hacia Nirameth y grita con énfasis:

No necesito vuestra protección! ¿Qué? ¿Te gusta? Es una frase de una obra que estoy escribiendo. Me gusta mucho el personaje que la dice y la estaba citando... -

Maria no parece muy convincente. Aún así, creé que con sus palabras podrá engañar a la inocentona de Nirameth...

 

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28/01/2014, 15:50
Director

- Oh, genial. - Dice Nirameth ilusionada. - Estoy deseosa de verte en acción. 

El resto del día en la estación transcurrió tranquilo. Nirameth molestó un rato a Maria con lo de la obra pero al final se aburrió. Comieron bocadillos preparados por Erika, realmente estaba mejorando. Cuando por fin llegó el tren se decidió que se formarían tres grupos dado que compartimentos eran de cuatro personas. Las bailarinas y Juliett irían juntas. Black y Blanca no admitieron un no por respuesta frente a separarse, así que se fueron a otro, que al final fue acabado de llenar por Roberto y Mike (Aunque este no se quejo ni estuvo de acuerdo en ningún momento). Así que el último compartimento solo quedó para Disgaya, Maria, Nirameth y Erika, quizás eran las personas que Maria más soportaba. Disgaya se ponía nerviosa con facilidad pero había resultado ser un punto clave en sus espectaculos y a parte le había hecho el bastón a Maria. A Nirameth ya se había acostumbrado a aguantarla y Erika era simpatica con todo el mundo, era extraño que no le cayese bien a alguien. 

El tren comenzó a moverse al cabo de una hora, el movimiento traqueteante hubiera impedido a cualquiera echarse una siesta, así que Maria se conformó escuchando el habla nerviosa de Disgaya. 

- Y-ya veréis, es enorme, nunca habéis visto una ciudad tan grande como esa. 

- ¿Y es bonita? - Dijo Erika con curiosidad inocente. 

- B-bueno... ya sabes, a s-su manera lo es. Desde luego no creo que se parezca a ninguna que hayáis visto antes. 

Todas la escuchaban con curiosidad y atención. 

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30/01/2014, 01:36
Maria di Arya

El traqueteo del tren ponía muy nerviosa a Maria. De vez en cuando Nirameth la miraba preocupada y Maria se ponía aún más nerviosa. Era una situación un poco irritante. Cansada de aquella situación que no podía evitar... la chica intentó mostrar interés por lo que sus otras compañeras estaban diciendo. Se ve que estaban hablando de Cele, el lugar hacia el que se dirigían.

 

Más o menos cuando la conversación estaba perdiendo su fluidez, Maria se atrevió a interrumpir la conversación. No es que le gustaba interrumpir y acoplarse en una conversación por todo lo alto, pero dado a que las chicas ya estaban medio calladas... pues le pareció una buena idea pedir detalles de Cele.

-Disculpa Disgaya... ¿Cómo es Cele? He oído algunas cosas de Cele y sé que es una ciudad con unas afueras peligrosas. ¿Tienes idea de por dónde cae el teatro Lágrima de Musa? Al fin y al cabo, aquí pone la dirección del sitio al que nos dirigimos...

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30/01/2014, 20:33
Director

- Oh... Esto... B-bueno... - Disgaya siempre se ponía más nerviosa de la cuenta al hablar con Maria. - S-se podría decir que Cele es la ciudad del ocio. Nad-d-die te obliga a trabajar y eso... por ello gran parte de la ciudad consiste en teatros y sitios para hacer espectaculos en general... E-entre ellos el lloro, digo, la Lagrima de la Musa es de los lugares más famosos. Fuí una vez de pequeña, en la entrada hay una estatua de una mujer enorme y surge una fuente de sus ojos. F-fuí con mi padre... cuando estaba vivo... - El rostro de Disgaya se ensombreció, ya no parecía que fuera a hablar más. 

Las demás la miraban preocupadas. Erika le puso una mano en la espalda con cariño. 

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30/01/2014, 20:47
Maria di Arya

(Ohhh, vaya... ya se me ha puesto sensible otra vez...) Pensó Maria...

De entre todos los estereotipos posibles, Maria no soportaba a esta clase de personas, personas que se estancaban emocionalmente y no eran capaces de dar el gran salto, de olvidar los temores de su pasado y de seguir con su vida. Bueno, si que había una clase de persona que Maria odiaba más, los Don Juanes de turno como Roberto le irritaban y le hacían bullir la sangre.

Al ver a Disgaya en ese estado... Maria no supo como reaccionar. Debido a lo que pensaba de ese tipo de personas, le era muy difícil tratar con estas situaciones. No las podía controlar bien y le molestaba bastante esa falta de tacto de la que carecía.

Al final dejó a Erika que consolase a la chica y decidió tornar la vista para otro lado de manera muy tímida, con una sensación de desagrado en el pecho. Sentía que había metido la pata hasta el fondo pero no dijo nada. Simplemente, miró por la ventana...

 

 

 

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30/01/2014, 21:10
Director

Maria pudo observar el paisaje. Desde luego era un lugar precioso, el tren pasaba por campos y granjas en aquellos mementos y las combinaciones de colores lo convertían en un lugar tranquilo y carismático. El tren no se paraba en ninguna otra estación hasta llegar al destino de Maria, por lo que apenas pudo ver ninguna ciudad, salvo una a lo lejos, facilmente reconocible por los columnas de humo que se le elevaban hacia el cielo.  

En contraposición Khillisia resultaba un lugar triste para Maria. La vegetación lo cubría todo y las copas de los arboles apenas dejaban entrar ligeros rayos de sol. Tanto tiempo a la sombra era lo que quizás había provocado que los khillisianos tuvieran siempre la piel blanca. Pensar en los sucesos del pasado hizo que Maria pensara en la muerte de sus padres. Ya lo había superado, pero eso no podía evitar que sintiera rabia por ello. Al ver que la situación en el vagón no se iba a animar decidió salir a pasear un poco por el tren. 

Como era evidente, el tren no iba muy cargado de gente. Se escuchaban algunos murmullos de gente en otros vagones. Maria sorprendió a Black y Blanca caminando hacía otra cabina, cuando vieron a Maria la saludaron. 

- Vamos a picar algo al restaurante del tren. - Dijo Blanca con tono jovial, siempre abrazada a Black. - ¿Vienes?  

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30/01/2014, 21:59
Maria di Arya

Después de la escenita que se había montado por culpa de su descortesía hacia Disgaya, Maria quería desconectar un poco. Se sentía mal por lo que había hecho y decidió que lo mejor que podía hacer era dejar a las chicas en paz, así que optó por irse con la enamorada parejita a comer algo.

El vagón restaurante estaba justo en medio del tren, separando los vagones de lujo de los corrientes y molientes. Era un lugar dónde gente de toda clase social se juntaba para comer bajo el mismo techo. Tenía una elegante decoración, con bonitos tapizados que adornaban las paredes y una larga alfombra que marcaba el camino entre vagón y vagón. En un lateral del vagón, estaba la barra, dónde se podían pedir cosas. Tenía unos taburetes muy elevados para aquellas personas que preferían hacer sus consumiciones en la misma barra. En el otro extremo, se encontraba una hilera de mesas dónde la gente podía disfrutar de su comida.

Viendo que los tortolitos no se separaban ni a la de tres... Maria se alejó un poco de ellos y se dirigió a la barra a pedir algo.

 

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31/01/2014, 11:11
Director

Black y Blanca continuaron avanzando y se sentaron en una mesa del fondo. Y de nuevo las estúpidas risitas de Blanca cuando Black le hacía carantoñas inundaron los fatigados oídos de Maria. No le caían especialmente mal esa pareja, lo malo es que apenas mostraban interés por el grupo. Desde que habían comenzado a salir se pasaban horas desaparecidos y sin practicar sus papeles. Maria se tenía que ver obligada a darles papeles de enamorados y hacer que improvisaran. La razón por la que no les había echado es porque al público le encantaba como "fingían" estar enamorados. Blanca era lo suficientemente cortita como para no saber memorizar ni una sola línea, por lo que al final siempre cargaba sobre Black toda la responsabilidad de seguir el hilo de la obra, y Blanca únicamente respondía lo que verdaderamente sentía. Black había tenido estudios, así que la memorización era uno de sus fuertes. Era extraño que alguien inteligente como Black pudiera soportar a Blanca, quizás se compensaban entre ambos. 

Cuando Maria se sentó en la barra el camarero larguiducho y bien vestido asomo un ojo bajo una de sus pobladas cejas y la miró con curiosidad. 

- ¿Que es lo que desea la señorita? - Dejó de limpiar el vaso que tenía entre las manos y saco una lista de debajo de su manga. 

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31/01/2014, 22:47
Maria di Arya

El ambiente del vagón restaurante estaba más avivado que el vagón de las otras chicas. Vamos, no tenían nada que ver aquellas dos estancias, el desolado compartimiento en el que se había acomodado Maria frente al ruidoso vagón restaurante.

Maria seguía molesta por lo que había pasado minutos atrás y no conseguía despejarse del todo. El ambiente era bueno pero al final, era siempre lo mismo, se quedaba sola, sumergida en sus pensamientos.

Al dirigirsele el camarero, Maria alzó el dedo índice y pidió una copa de bourbon, la verdad es que no tenía mucha hambre debido al atracón que se había pegado a la hora de comer. El camararero le ofreció un trozo de tortilla de patata, con algo de pan, para acompañar la bebida. 

La chica soltó un gracias por lo bajo, desanimada. Dio un traguito a la copa y enseguida la dejó reposar en el mármol. La tortilla se la comió a gusto, pues sabía que no iba a comer nada más esa noche. Estaba aceptable pero se notaba que ese trozo había estado recalentado. Para matar el gusanillo ya estaba bien.

Maria se quedó un rato largo contemplando la copa de cristal. Miraba como lentamente el hielo se iba derritiendo y se acababa mezclando con el bourbon. La copa seguía medio llena y Maria no bebía, simplemente se dedicaba a pasar el dedo índice por el redondel de la copa, con cuidado, para evitar derramar la copa.

Pensaba en su pasado, en cómo había llegado a ser quién era. En sus compañeros, únicos, cada uno con sus pros y sus contras. Al final acabó recordando al extraño hombre que apenas unas horas atrás se le había aparecido de forma tan... peculiar. Maria seguía firme en su decisión y pensaba firme en su futuro y en el de sus compañeros.

 

 

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03/02/2014, 22:50
Director

El tiempo transcurría lento y pesado en aquel tren. No había muchos lugares a los que ir y para Maria no había mucha gente con la que hablar... Explorando un poco más el tren se dio cuenta que al final de los vagones había una pequeña terraza que daba al exterior, era un lugar tranquilo para pensar. El aire que llegaba y la calor de Coenn eran la combinación perfecta para dejar pasar las horas al sol. Aunque toda tranquilidad se ve interrumpida cuando tienes a una sombra que te sigue a todas partes. Y por desgracia esta sombra tenía forma humana y el pelo azul chillón.

- Bonito lugar para concentrarse en tus cosas, eh. - Dijo Nirameth con otra de sus características sonrisas inocentes. - ¿Estás nerviosa? Hacía tiempo que no hacíamos un viaje tan largo... - Nirameth estiró la mano, como si intentará alcanzar algo invisible. 

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04/02/2014, 01:20
Maria di Arya

A pesar de que la terraza del último vagón podía llegar a dar algo de miedo debido al movimiento y a la velocidad del tren, una vez te acostumbrabas a ver al paisaje desaparecer continuamente, aquel pequeño refugio se transformaba en un lugar muy agradable para el reposo. Era algo incómodo encontrarse con personas ajenas en aquel sitio, pero no era muy difícil entablar conversación.

María miró a Nirameth con cara de indiferencia y de repente se le ocurrió una idea. Haciendo caso omiso de la pregunta de Nirameth, Maria le encargó una tarea.

-Nirameth, necesito que me hagas un favor. Reúne a Roberto, Juliett, Mike y a Erika en nuestro vagón dentro de 1 hora. Ahh, y no te olvides de la feliz parejita. Vamos a ensayar un pequeño fragmento que llevo perfilando hace un par de días. Se trata de una obra de teatro.

Dicho esto, Maria se levanta de su posición privilegiada y se dirige rauda a su compartimiento a por papel y pluma.

Antes de que se le esfume la inspiración, empieza a escribir rápidamente como si no hubiera mañana.

Notas de juego

Beso de doncella

Acto 1:

Esta es la historia de Gustavo, una rana que se había enamorado de la bailarina más hermosa del reino de Plateado, Sara. La pequeña rana tenía miedo de acercarse a la chica y que lo rechazará debido a su horrendo aspecto.

Gustavo se puso muy triste porque nunca podría estar con la mujer que ama. Pero un día, el hada del bosques se manifestó ante él y preguntó qué le pasaba.

El hada hizo un trato con Gustavo. Lo transformaría en humano durante 24 horas. Si en ese tiempo era capaz de ganarse un beso de la hermosa bailarina, Gustavo conservaría su forma de humano. El hada, que creía en el poder del amor, le dijo a Gustavo que debía de ser sincero con Sara. De esta manera, si Gustavo le mentía a Sara, este, automáticamente recuperaría su aspecto de anfibio.

La pequeña rana aceptó el trato con mucho gusto. El Hada alzó su varita al aire y con unas palabras mágicas, transformó a Gustavo en humano. Este, incrédulo, se acercó  a su charca y quedó atónito en cuanto vio que su aspecto era totalmente diferente. En el reflejo del agua, podía apreciar un rostro de hombre totalmente humano, con ojos, nariz y boca.

 

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04/02/2014, 14:37
Director

Nirameth salió corriendo por la puerta que daba al interior del tren. Maria la siguió por detrás y entró directa en su compartimento. Se puso a escribir en la única mesa que había. Tardó un rato en acabar lo que esta escribiendo mientras que el grupo fue entrando. Tras repasar lo escrito ordeno los papeles y espero a que todos estuvieran callados.  

Como siempre, Nirameth trabajaba rápido con lo de avisar a la gente y ya estaban todos dentro un camarote (Aunque algo apretados), por lo que Erika y Mike se quedaron levantados y Maria se situó entre Nirameth y Roberto. Disgaya se había quedado fuera, dando vueltas nerviosa. 

Notas de juego

No se hasta que punto quieres llevar esta escena, por lo que te doy total libertad para rolear a los personajes según el carácter que tengan. A pesar de que no quedan muchas cosas que hacer en tu previo, ya va siendo hora de darle un camino, que pronto acabaran los previos de todos xD

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10/02/2014, 21:39
Maria di Arya

Una vez se reunieron todos los presentes en la habitación, Maria fue repartiendo pequeñas copias del guión que había preparado para cada unos de los actores.

En el papel de la rana Gustavo, estaría Roberto, el baboso y asqueroso papel de rana le venía como anillo al dedo para aquel individuo (o eso pensó Maria.)

Maria no quería complicarse y para aquella escena decidió que lo que mejor le convendría para evitarse problemas entre Black y Blanca, sería poner a Blanca de hada.

No tenía muchas frases y no necesitaba besar a nadie que no fuese a Black, así que le pareció buena idea.

Maria se dirigió a Erika y Mike y les dijo como distribuirse las tareas de vestimenta y efectos especiales. Siempre era un placer trabajar con estos dos, pues siempre podían aparecer de relleno en la obra.

Maria, al ver que había convocado a demasiada gente y que no cabían todos en el vagón... decidió dar el dí libre a los que no había nombrado, pues tampoco daba mucho más tiempo a enseñar aquella escena tan de imprevisto.

-Mmmmmmm, A ver, a los que no haya mencionado, abandonad la habitación. Tenéis el día libre. Perdonad por las molestias...

Antes de que diese tiempo a que alguien hiciese algo... Maria se dirigió a Nirameth y le dijo que se quedara pero calladita.

 

El grupo pasa toda la tarde practicando la escena. Los que no están ensayando, siguen las órdenes de Erika para que les ayuden a coser, así como ayudan a Mike a pintar e improvisar el decorado más adecuado para la escena.

Entrada la noche y llegada la hora de cenar, Maria felicita al grupo y les dice que pueden retirarse.

 

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11/02/2014, 22:24
Director

El viaje en tren transcurre sin mucho novedad, aunque Maria juraría haber visto más de una vez al hombre encapuchado sentado en alguno de los asientos. Cuando iba a comprobar si había alguien no quedaba rastro de nada. Sin duda alguna no tendría tiempo de practicar sus habilidades hay dentro, así que siguiendo el ejemplo de Nirameth decidió que sería buena idea practicar su concentración. Lo hacían juntas en la terraza del tren, el viento mayormente molestaba a Maria para concentrarse pero en contra Nirameth parecía siempre en calma a pesar de tener el pelo en la cara. A pesar de ello, las horas de concentración ayudaron a Maria a pasar las partes aburridas del viaje y se convertían también en una buena escusa para tomar el sol. 

Con el cuerpo lleno de positivismo llegaron hasta Harmen, y debido a un pequeño retraso tuvieron que ir directos al transporte asignado. La dirección exacta estaba especificada en la carta y no caía muy lejos de la estación, así que no tuvieron tiempo de perderse ni de hacer turismo por allí. A pesar de ello pudieron ver por encima la situación de aquel lugar. Se notaba una cierta tensión en el ambiente, se conocía que Harmen era uno de los lugares en el que más ciudadanos de Cele había (Básicamente como destino de vacaciones debido a sus soleadas playas). Pero debido a la pinta que presentaba todo el grupo de Maria, la miradas de incredulidad y de diversión se hicieron evidentes entre los curiosos. De nuevo la comitiva entera no podía resultar más ruidosa y estrafalaria. Cuando por fin llegaron a la dirección indicada no vieron ningún edificio ni puerto que pudiera servirles de referencia. Tardaron un tiempo en ver a un hombre trajeado que llevaba un cartel con el nombre de su grupo entre las manos. En el fondo era bastante extravagante un hombre con esas pintas en medio de jovenes en con ropa fresca recién venidos de la playa. 

Notas de juego

Va, subete un punto de Concentración. 

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16/02/2014, 18:47
Maria di Arya

El grupo busca extrañado alguna referencia a la que poder dirigirse. Al ver al hombre tan elegante sosteniendo el cartel en alto, Maria no duda en acercarse a él, no sin antes, dirigirse a su grupo.

-Esperad aquí. Parece que aquel hombre nos está esperando. Voy a hablar con él, no os mováis.

Y dicho eso, Maria se acerca al hombre con paso trémulo pero firme. Está ya muy cerca y no puede evitar soltar una falsa sonrisa, que parece ser bastante convincente. 

La chica se planta delante del hombre, le tiende la mano y suelta un:

-Maria di Arya, ¿En qué puedo ayudarle?

 

 

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16/02/2014, 19:16
Director

- Imaginé que eráis vosotros cuando os vi acercaros. - Dijo el hombre mirando al resto del grupo a lo lejos. - Cualquiera puede reconocer a una troupe cuando la ve, y más si van cargando con todo eso encima. - Ahora mira a Maria. - Mi nombre es Eugene, para servirle. No estoy acostumbrando a llevar a tanta gente en mi nave, pero mientras que no os pongáis a practicar encima todo irá bien. 

Hablaba con un tono de voz que inspiraba cierta superioridad, pero parecía majo. Maria le hizo un gesto al grupo y siguieron a Eugene. Al cabo de un rato vieron a que se refería con "Nave". Desde luego aquella cosa era algo que Maria solo había podido ver a veces a lo lejos, nunca se habría imaginado poder montar en una alguna vez. Eugene no pudo evitar reírse al ver sus caras y después les invito a entrar en su interior. Le indicó al grupo que dado a que el viaje iba a ser rápido era recomendable que no se movieran de sus asientos y que se mantuvieran con los cinturones colocados. El hombre se situó en el asiento del piloto y la nave se comenzó a elevar. Tras situarse a bastante altura de la ciudad salió casi disparada dirección al mar. 

[Referencia de la nave en las notas]

El viaje resultó realmente corto y rápido. A nadie le dio tiempo a comentar nada en concreto, las vistas del mar desde ese aparato y el sonido del viento hacían de aquel lugar algo tenso pero sorprendente. Al menos para casi todos, Disgaya no se mostraba tan sorprendida como los demás pero si que dejaba ver un amago de sonrisa sentada en su asiento, seguramente se muriera de ganas por volver a su hogar. Quien iba a pensar que un grupo de personas que comenzó en la calle acabarían en aquel lugar, todo parecía un sueño...

Al cabo de un par de horas en alta mar por fin se comenzó a avistar tierra. Pero lo único que había era eso, tierra. Infinitas hectarias de desierto se extendían a su alrededor. Maria había leído alguna vez que Cele estaba rodeada de desierto, pero no se imaginaba que fuera tan exagerado como aquello. Si en algún tiempo había habido vida en aquel lugar, ya no lo parecía. Y por fín, una hora más y vieron a lo lejos una estructura monstruosa, gris, gigante, inmutable. Aquel lugar era sin duda Cele, y tras sus muros, el paraíso. 

La nave descendió hacía una estructura metálica que se sostenía en el aire. Cuando el grupo salió pudo darle una pequeña ojeada a Cele. Nunca habían visto nada tan extraño y a la vez bello. Grandes estructuras metalizadas se elevaban hacía los cielos y una red de carreteras voladoras se entremezclaba entre ellas. Había esculturas adornando los pilares, había fuente en las zonas bajas donde paseaba la gente... Pero lo que más llamaba la atención era una torre en el centro de Cele, cuyo final era imposible de ver dado que se elevaba sobre las nubes. Antes de que tuvieran más tiempo de contemplar el ambiente Eugene se despidió de ellos y les indicó la plataforma que debían seguir para entrar dentro de la oficina de turismo.

Dentro del edificio unos androides con torsos que los hacían parecer mujeres les indicaron un espacio reservado para los miembros de su grupo. Los colocaron en una sala de espera y una voz los iba llamando para entrar dentro de un despacho. El nombre de Maria fue el último que se dijo. En el interior de la sala una mujer vestida con traje detrás de un escritorio de cristal la invito a sentarse. Encima del escritorio había una especie de esfera flotante con un aspecto metalizado. 

- Bienvenida, Maria di Arya. - Dijo la mujer con una palabras bien calculadas. - Es tu primera vez en Cele así que te explicaré los detalles básicos. - Cogió una hoja de un archivador y se la extendió a Maria. - Mientras tanto puedes ir rellenando este formulario. - También le acercó un bolígrafo. Espero a que Maria comenzará a escribir para comenzar a hablar. - Maria, esto que tienes delante es un IRIS. - Dijo colocando la mano encima de la esfera. - Todos los ciudadanos de Cele tienen uno, sirve como identificación y como protección, es indispensable que siempre lo tengas activado en el exterior de los edificios. Cada IRIS se adapta su propietario, por ello son necesarios tus datos y una extracción de sangre. 

De la mesa de cristal apareció una extraña estructura. Tenía un agujero en el centro y una forma que hacía parecer que era necesario posicionar el brazo. 

Notas de juego

[Nave] Viene siendo algo así pero sin las hélices encima, va propulsada con motores que emiten una especie de aro de luz azul en el aire. 

http://archivodenessus.com/imagenes/2004/heli_alum...

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16/02/2014, 20:15
Maria di Arya

Maria se quedó estupefacta ante las maravillas que le ofrecía la ciudad. En poco más de dos horas había podido contemplar infinidad de formas de tecnología que abundaban por la ciudad. También le sorprendió mucho el extraño cilindro/torre que se alzaba en medio de la ciudad. Casi parecía que algo oscuro y siniestro se cernía sobre aquel lugar y que desde allí arriba, desde esa posición privilegiada, alguien podía controlar todo lo que se cernía bajo la impenetrable fortaleza de chatarra.

Respescto a los autómatas que pululaban por Cele, a Maria le parecían cuanto menos curiosos. Eran unos androides bastante... intimidadores y extraños. Parecían carecer de voluntad y eran fríos, como la chapa con la que estaban recubiertos.

La joven maga, se concentró a lo que se le avecinaba. El IRIS, sí... supongo que ser propietario de uno le facilitaría las cosas... aunque ella no las tenía todas con ese artefacto...

Maria metió su brazo por la extraña apertura y cerró los ojos con fuerza.

 

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17/02/2014, 16:05
Director

Al rato de meter el brazo Maria notó un pequeño pinchazo, casi imperceptible. Tras eso retiró el brazo y un pequeño frasco con líquido rojo en su interior salió de debajo de la mesa. La mujer lo cogió y lo introdujo en unas pinzas que tenía a su lado. Las pinzas tenían una especie de ojo robotico que emitió una luz dirigida a la probeta con la sangre y tras eso mostró un mensaje por pantalla. La mujer miró el mensaje y comenzó a escribir en un teclado situado en la misma mesa. 

- Parece que todo está correcto. - Dijo también sistematicamente. 

Tras eso cogió el frasco y vertió sobre el IRIS la sangre de Maria, que se desparramó por la superfície pero, como si fuera absorbido por una aspiradora, se introdujo toda dentro de un agujero situado en la parte superior de la bola de metal. Tras eso un botón, que antes no estaba en la superfície de la bola, se iluminó frente a Maria. 

Cuando Maria acabó con el formulario la mujer se lo cogió y escribió alguna cosa más en el teclado. Al acabar miró a Maria.

- Ya puedes sincronizarte con el IRIS, pulsa el botón. 

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18/02/2014, 21:37
Maria di Arya

Maria se miraba incrédula el brazo, a ver si podía percibir la marca del pinchazo. Una vez encontró la marca, no se la tocó pero se la quedó mirando extrañada, como si realmente le hubiesen arrebatado algo más que sangre.

Cuando acabaron con las formalidades y los formularios, Maria se quedó esperando a que la funcionaria le dijera algo. No tardó mucho tiempo.

La chica se quedó mirando aquel artefacto al que en Cele se referían como IRIS. Siguió las instrucciones de la mujer sin vacilar y le dio al botón.

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18/02/2014, 22:57
Director

Cuando Maria le dio al botón la luz que desprendía desapareció y a su vez aparecieron otras dos luces que hacían parecer que la bola tenía ojos. Tras esto, la bola comenzó a flotar en el aire y se situó cerca del hombro de Maria. Una voz desde su interior dijo: 

- Sincronización Completa. Usuario: Maria di Arya. Procedencia: Coenn. Motivo del viaje: Trabajo. Bienvenida a Cele. 

La mujer se levantó y abrió una puerta que estaba justo detrás de ella. 

- No solemos ver a gente de Khillisia en Cele, espero que disfrute de su estancia. 

Cuando Maria pasó por la puerta pudo ver que al otro lado había otra sala de espera, donde el resto del grupo estaba esperando. O al menos solo parte de ellos, tanto los actores como las bailarinas habían desaparecido. Nirameth se removía nerviosa en un asiento y Mike y Erika estaban mirando las vistas que se veían desde allí. Disgaya daba vueltas por la sala, nerviosa. Cuando vio salir a Maria se acercó a ella a trompicones. 

- Por fin. - Dijo con una sonrisa. - El resto ha ido a dar una vuelta por la ciudad, ¿T-te apetece que te enseñe el camino al teatro? - Miraba a Maria espectante. Nirameth se acercó por detrás, con curiosidad.