Partida Rol por web

 Xavier había expresado lo que todos debían sentir de alguna u otra forma. Les ligaba una hermandad similar a la de la sangre, ese nexo común, esa protección de los unos sobre los otros se transformaba en adrenalina recorriendo el torrente sanguíneo, afinando la visión con las pupilas contraídas, y a fin de cuentas, nublando el buen juicio que una persona coherente pueda tener. ¿Aquel tipo merecía morir? Daba igual. Ángel vio su cuerpo desplazado a gran velocidad, como si estuviese en alguna clase de vehículo ultrasónico que le mareaba y transportaba a otro tiempo, a otro lugar. Se había transportado a una zona de guerra, y aquello era desesperante...el miedo a morir, a ser disparado, a perder a un compañero por la inacción.

 Habían sido entrenados para matar. Incluso alguien como él.

 No había redención posible para aquella alma, salvo la justa muerte que venían a otorgarle.

 Caminé al lado de Xavier, y disparé al unísono con él. Al bulto, con la mayor precisión posible, estaban preparados para arrebatar esa vida.

Último disparo. La bala de Ángel golpea el chaleco a través de la puerta de cristal ya destrozada, y el impacto termina ya con la resistencia del mercenario, que cae al suelo inconsciente.

El recepcionista deja de oír disparos y asoma, con una mirada de terror por encima del mostrador, donde se había parapetado.

El chico que fue a la farmacia, alucinando y boquiabierto, tras los primeros segundos de sorpresa, atina a coger el móvil, probablemente para empezar a grabar la 'movida'

Desenfundo una de mis HK con rapidez fruto del entrenamiento y la costumbre, pero me mantengo todo lo posible en el coche para dejar tiempo a mis compañeros para acabar con Phoenix, aguardando hasta el último momento antes de salir de la furgoneta y abrir fuego yo misma sobre el francotirador.

Con alivio, veo que cae antes de tener la ocasión de volver a disparar, así que en vez de salir de la furgoneta meto primera y avanzo con la puerta abierta hasta el cruce. "Maldito loco", pienso al ver al chico coger el teléfono móvil. "Al menos llevamos los rostros cubiertos con el traje militar".

- ¡Policía! - le grito al chico mientras . - ¡Deje el móvil y pongase a cubierto! Central, el objetivo ha caido, pero tenemos un herido. Necesitamos dos equipos médicos urgentemente - añado usando el comunicador como si realmente estuvéramos realizando una operación policial.

- Tango, recoge a Lima y llévalo hasta el punto de encuentro con la ambulancia. Alfa , mejor que vayas con ellos. Foxtrot y X-ray se encargan de asegurar y estabilzar a ese asesino - digo utilizando el mismo código de Tecnovirus, aunque tiene delito que yo sea Kilo... tendré que ponerme a dieta.

Con testigos visuales y al menos una grabación (tal vez haya algún cajero con videovigilancia por aquí cerca) tendremos que pensar con cuidado qué hacer con el asesino, pero por ahora lo más urgente es largarnos de aquí, aunque es probable que me toque soltarle algún bulo al recepcionista del hotel.

El hombretón no duró demasiado, cayo a la primera de problemas... En buena hora.

Así mismo, me quedo en la azotea mirando por la mirilla. Hasta que no lo levantaran y lo pusieran en el furgón no iba a parar de vigilar. Nunca se sabe que demonios puede llegar a aparecer después de tantos tiros, y de ser así iban a necesitar alguien que los proteja desde las alturas.

Jefaso, me quedo para cuidarles las espaldas. Cuando lo pongan en el fugón me bajo. Vayan con cuidado. Fuera. 

Tecnovirus (O el Agente Tango) llega al chaval cuando éste ya está filmando la entrada de la pensión, con Phoenix tirado en el suelo, Lázaro sentado presionándose la herida y todo lo demás. No se resiste cuando el hacker le arranca el móvil de las manos. Nadie el su sano juicio se resistiría a un tipo con un AK47 que le ha volado la pierna a otro dos segundos antes.

¡Vale, valeeee!! Lo borro, lo borro vale? Déjamelo y yo lo borro, lo siento!

Lázaro, viendo que Phoenix ha caído, trata de ponerse en pie, pero al hacerlo nota como si un rayo le recorriese la pierna herida. El dolor es tan agudo que desiste inmediatamente de conseguirlo, por lo que cambia de plan y se arrastra lastimosamente hacia la furgoneta abierta, con la intención de meterse dentro y por supuesto sin dejar parte alguna de su equipo detrás.

Una vez dentro, trata de aplicarse a si mismo unos primeros auxilios improvisados, al menos para detener la hemorragia, mientras dice por radio:

- Chef Lima estable y fuera de peligro dentro de la furgoneta.

Propongo que, para reanimar a nuestro amigo común, le introduzcamos en la furgoneta medicalizada y una vez allí la francesita le de un beso bien fuerte en la frente que acabe con sus preocupaciones definitivamente.

-No podemos correr riesgos, Tango. Confisca el movil del chaval. Kilo, quizás quieras persuadir a nuestro amigo el recepcionista de que no hable con nadie hasta mañana. No queremos que los posibles cómplices de Phoenix se enteren de que ha caido, después de todo. Alfa, comprueba que Lima está tan bien como dice.

Xavier entra con el arma por delante en la pensión, como asegurándose de que no hay más enemigos emboscados, aunque sabe muy bien que Phoenix trabaja solo. Tras ello, guarda la pistola del francotirador en su cinturón, poniéndola a buen recaudo. A continuación lo esposa y cachea, buscando armas ocultas, mientras espera que Francisco u otro de los Ases llegue para ayudar con el traslado.

-No olvidemos el telescopio dice a su compañero cuando llega.

¿Hasta mañana? - le pregunto a Xavier por el comunicador. - Como no me lo lleve a la cama, no le convenzo de eso ni con diez mil euros...

Dejo a Tecnovirus lidiar con el chaval del móvil, requisándoselo o como sea, y me dirijo hacia la entrada de la pensión, que tiene algunos agujeros ahora mismo. Bordeo a Xavier que se agacha sobre Phoenix, preguntándome por qué el mercenario tendrá el mal gusto de utilizar semejante peluca.

Enfundo mi pistola y, sin destaparme el rostro, me acerco hacia el recepcionista y le enseño la placa de la Interpol, sin mostrar el carnet con mi foto que la acompaña. Seguramente no haya visto ninguna en su vida, así que lo mismo le habría dado si saco una estrella de sheriff de Wisconsin.

- Interpol - me identifico mientras Xavier y Francisco empiezan a retirar el cuerpo del francotirador - Este hombre está buscado por terrorismo y asesinato en varios paises. En unos minutos llegarán nuestros compañeros para registrar su habitación, pero hemos tenido un herido, así que tenemos que retirarnos. Ellos se encargarán de arreglar todo esto y tomar declaración. Hasta entonces, será mejor que espere aquí y no se comunique con nadie.

Sin dejarle tiempo a preguntar nada, me doy la vuelta y vuelvo con mis compañeros, ayudándoles a subir a Phoenix a la furgoneta. Me habría gustado dejarle el dossier del mercenario al recepcionista, con un as de picas en él, pero eso probablemente habría llegado a las noticias antes del golpe de esta noche, así que me quedo con las ganas.

En vez de eso, lo que hago es enviar el soplo a la verdadera Interpol de que el francotirador se encuentra en esta posada. Tecnovirus lo ha preparado para que pase por no-sé-cuántos proxies en distintos paises, probablemente alguno alojado en la darknet, pero no recuerdo toda la terminología que utilizó al contármelo. Sea como sea, si aparecen aquí conseguirán crear un poco más de revuelo.

Marc, si puedes llegar hasta la habitación de Phoenix o limpiarla desde tu posición, sería una buena idea. Si la policía la registra, es posible que encuentren algún plano del puerto o datos de la operación de esta noche, y no me apetece que aparezcan por allí...

Otro motivo más para no haber atacado a Phoenix en la puerta de su casa, pero ahora ya es demasiado tarde para arrepentirse, así que será mejor que nos larguemos de aquí lo antes posible.

- Alfa, ¿necesitas ayuda con Lima? - pregunto al volver junto a Ángel que está ayudando a Lázaro a subir a la furgoneta.

Desde la azotea miro como se desenvuelve el resto del combate entre Phoenix y nosotros, más tarde escucho el intercomunicador de Katia... Al parecer todos tenían motes menos yo, que el mecánico se cague si lo encuentran... una sonrisa amarga apareció en mi rostro.

Entendido Kiwi. Ahora bajo y limpio la habitación.

Dicho eso comienzo a guardar mi rifle en el maletín, después comienzo a bajar por las escaleras de emergencia y me dirijo al alojamiento y busco al propietario del lugar, con el pasamontañas en alto y dejando solo mis ojos a la vista.

- ¿Usted es el dueño? Lléveme a la habitación de este terrorista... y prepárese para dar testimonio, seguramente será llamado a declarar. - digo en tono pausado pero con gravedad mientras espero me lleve a la habitación de Phoenix.  

El hombre, aún asustado, ignora el teléfono, que suena, y asiente a Katia sin decir nada. Cuando entra Marc, aún no tiene claro si debe barrer los cristales rotos o todavía no, y sin perder tiempo acompaña al francotirador a una habitación en el último piso.

Cuando llegan, abre la puerta con la llave, nervioso pero tratando de mantener la calma. Dentro, la cama está hecha y todo está ordenado. Sobre la cama hay una caja de otro 'telescopio'.

Marc baja de la azotea antes de lo que me hubiera imaginado.

- ¿Quieres que vaya contigo, Mike? - le pregunto ya en persona utilizando el mismo código que con el resto de mis compañeros. Si llega la policía antes de que salgamos de aquí, es probable que sea mejor estar al menos dos de nosotros y, aunque el físico del mecánico imponga mucho más que cualquiera de nosotros salvo, tal vez, Francisco, me fío más de mi labia que de sus puños.

- Afirmativo - le digo a la rubia sin mediar más palabra. Nunca estaba de más alguien que pudiese ayudar a limpiar la habitación... y si alguien podía hacerlo era ella que ya tenía experiencia de sobra en el tema... Por debajo del pasamontañas se me hace una sonrisa sarcástica. 

La respuesta en plan Terminator de Marc deja muy claro por qué es preferible que suba con él. - Idos de aquí - le digo a Xavier cuando paso junto a él de vuelta a la pensión. - Nos vemos ahora. Avisadnos si llegan los refuerzos.

Sigo a mi compañero y al conserje escaleras arriba.

- Tenga cuidado al abrir la puerta - le sugiero. No sabemos qué nos vamos a encontrar en el interior. - ¿Tienen servicio de limpieza en la pensión? - le pregunto antes de entrar en la habitación.

Dejo que Marc entre antes mientras distraigo un momento al conserje con preguntas sobre la limpieza de la habitación. Tras haber dejado algo de tiempo para que mi compañero vea si hay alguna pista evidente de dónde vamos a estar esta noche y se haga con ella, entro yo misma en el cuarto.

La habitación es pequeña y con una sola ventana. La cama está hecha y todo parece en orden.

Junto a la cama hay una caja con otro 'telescopio', y al abrir, el recepcionista responde que sí hay servicio de limpieza, pero que 'Marcus' prefería que le dejaran la ropa de cama y hacérsela él. También menciona que dejó una paga y señal de 300€ por la cerradura a cambio de que le entregasen también la copia de las llaves que guarda el hotel.

Los Ases hacen marcharse al recepcionista y empiezan a buscar por la habitación con esmero. En la caja alargada no esperaban encontrar ningún telescopio, por supuesto, y Marc halla un modelo de rifle con silenciador y... modo automático! Además de mira, puntero y bípode. Parece un arma muy completa, y al mirar la munición descubre que es bastante rara.

Katia, por su parte encuentra un Laptop en un estuche bien guardado y limpio, junto con un memory pen y unas cuantas fotos. 
Son todas de miembros de la banda de los latinos, pero también de los chinos. Aparentemente estaba recabando información al mismo tiempo que trabajaba para ellos.

Hay un teléfono móvil no smartphone en la mesita, apagado, y ropa de lo más variada

La habitación es pequeña y con una sola ventana. La cama está hecha y todo parece en orden.

Junto a la cama hay una caja con otro 'telescopio', y al abrir, el recepcionista responde que sí hay servicio de limpieza, pero que 'Marcus' prefería que le dejaran la ropa de cama y hacérsela él. También menciona que dejó una paga y señal de 300€ por la cerradura a cambio de que le entregasen también la copia de las llaves que guarda el hotel.

Los Ases hacen marcharse al recepcionista y empiezan a buscar por la habitación con esmero. En la caja alargada no esperaban encontrar ningún telescopio, por supuesto, y Marc halla un modelo de rifle con silenciador y... modo automático! Además de mira, puntero y bípode. Parece un arma muy completa, y al mirar la munición descubre que es bastante rara.

Katia, por su parte encuentra un Laptop en un estuche bien guardado y limpio, junto con un memory pen y unas cuantas fotos. 
Son todas de miembros de la banda de los latinos, pero también de los chinos. Aparentemente estaba recabando información al mismo tiempo que trabajaba para ellos.

Hay un teléfono móvil no smartphone en la mesita, apagado, y ropa de lo más variada, como para hacerse pasar desde por un ejecutivo, a un joven, un obrero, incluso tiene un uniforme de Guardia Urbano. Rebuscando entre la ropa aparece un machete de combate, una pistola con silenciador y diversos manuales de armamento específicos para rifles de precisión, todos en inglés.

En otra parte se encuentran pasaportes y documentaciones falsas de al menos doce paises, y una importante cantidad de dinero en dólares americanos, rublos, reales brasileños y en moneda asiática, seguramente china y árabe, a saber de qué país. Por supuesto también tiene euros, unos 10-12 mil, en muchos tipos de billetes.