Partida Rol por web

Xavier se mantuvo en silencio, contento de dejar que Katia y Francisco llevaran la voz cantante. Su primera impresión de que el Barbas les hubiese traicionado se veía mitigada por las palabras del mismo. Pero ahora el propio Salamanca estaba a la fuga. Como mínimo eso aflojaría algo la presión sobre los Ases. Y habían rescatado a Lázaro, que al final era lo importante.

Al parecer, a nadie le han salido las cosas como esperaba- pensé al escuchar a Salamanca. Los chinos habían perdido bastantes hombres, Salamanca había perdido el contacto con su hijo y se veía forzado a huir… al menos nosotros habíamos rescatado a Lázaro, pero era un milagro que ninguno estuviese herido de gravedad o muerto.

Escucho con atención a Salamanca. Cuando dice que esos hombres ni siquiera deberían haber estado en la ciudad reprimo una sonrisa. Parece que no hemos sido los únicos que no habían planificado esto con cuidado. Sobre cómo reaccione, es decisión suya. Sin embargo, hay una pregunta más que quiero hacerle.

- Uno de sus hombres dijo que el puerto estaba siendo vigilado - recuerdo. - ¿Sabe quién estaba por allí? ¿Estaban controlando su yate? - pregunto.

Espero su respuesta y miro a mis compañeros por si alguien quiere añadir algo. Si no es así, me despido del policía con un sencillo "estaremos en contacto".

Los chinos. Respondió. Quién si no. Tenía a informantes vigilando algunos lugares, y me confirmaron que estaban vigilando mi barco y mi casa, por si pretendía huir o esconder a Lázaro, deduzco.

Katia se despide de Salamanca, y el grupo queda mirándose unos instantes. Apenas les da tiempo de revisar los primeros tweets, que hablan de un atentado de ISIS, otros echan la culpa a Terra Lliure y otros hablan de un intenso tiroteo, seguramente implicado Talión.

No tarda demasiado en sonar el teléfono. Es el número de Larrazábal, el abogado de Lázaro.

-Coño, mira por donde...

Lázaro no puede evitar una sonrisa al coger el teléfono.

- Buenas tardes D. Marcial ¿Qué tal le va todo?

La voz que respondió no era en absoluto la de Larrazábal. Quien respondió fue un hombre con fuerte acento chino.

Buenas noches señol Lodlígues. El señol Lalasábal no está disponible, aunque no ha lesibido daño... aún.

Por su voz se le podín echar fácilmente cincuenta y tantos años. Hablaba con un tono autoritario en absoluto acostumbrado a recibir réplicas o negativas, y desde luego parecía muy, muy frustrado y cabreado.

Si les impolta algo este señol, escuchalán sin intelumpil, o le metelé un balaso y asumilé que tampoco me hubielan escuchado.

¿Entendielon...? Bien.

Tomó algo de aire y continuó.

He de leconocel que me han solplendido. Espelaba bajas, pelo no este lesultado. Saben que nos han hecho daño, pelo el juego se ha telminado señoles.

Les plopongo un tlato que no tendlán más opsión que acatal. Inveltimos en Phoenix y falló. Inveltimos en los hombles de esta noche, y fallalon. Acabamos de hasel nuestla última invelsión:

Sincuenta quilos de esplosivo milital, y unos cuantos hombles siguiendo a Lalasábal. 

Si vuelven a entlometelse en nuestlos asuntos, Lalasábal y su familia molilán, y aunque los plotejan, legalalemos los la mitad de los esplosivos a Tela Lliula, y la otla mitad a ISIS. Estamos segulos de que les sablán dal muy buen uso.

A cambio tenemos localisados algunos climinales que podlían intelesales, pala que paguen su flustlasión con alguien.

Espelo que lo hayan entendido, pues la adveltensia no se lepetilá. 

Su tono cambió a uno más lúgubre.

Vuelvan a metel sus nalises en nuestlos asuntos, y selán lesponsables de más mueltes de las que puedan contal.

- Ah, vaya, pues muy buenas noches para usted también. Hemos escuchado con toda atención su propuesta pero, como estoy seguro de que comprenderá, tenemos que discutirla para darle una respuesta adecuada al interés demostrado.

Denos unos minutos y le llamamos a este mismo número.

Lázaro cuelga el teléfono y se queda tres segundos ordenando sus pensamientos sin decir nada.

- Que coincidencia... siempre quise conocer a Fu-Manchú.

- En fin, tenemos una situación algo compleja aquí.

Por un lado D. Marcial siempre nos ha ayudado, es un magnífico abogado y estoy seguro de que hasta simpatiza con la causa, además, de criminales está el mundo lleno y realmente debería de darnos igual matar a unos que a otros, especialmente si nos los sirven en bandeja como parece que pretende el Sr. Fu-Manchú.

Sin embargo, no me hace ni puta gracia el que de pronto comencemos a trabajar para los chinos, porque está claro que su idea es ir pasándonos los datos de los criminales que más les obstaculicen a ellos.

¿Creéis que sería viable declararles la guerra y masacrar a todos y cada uno de los mafiosos chinos? Es que sospecho que por cada muerto iban a traerse de China a tres tipos para sustituirles, me parece que nos queda un poco grande. Creo que lo inteligente sería aceptar y pasar de los chinos por una temporada mientras esperamos acontecimientos, no se, podríamos usar a los chinos para tratar de ir a por Terra Llibre o a por cualquier otro grupo, pero tratando siempre de no atacar a los rivales de los chinos para no fortalecerlos.

Hasta podríamos pedir la libertad del hijo del Barbas y matar a dos pájaros de un tiro, les decimos -Mirad, queremos a Larrazábal, al hijo del Barbas, y toda la información que tengáis sobre ISIS y Terra Llibre, a cambio os prometemos que hasta que no hayamos aplastado a Terra Llibre y expulsado de España a ISIS,  lo que nos llevará por lo menos dos o tres años, no volveremos a ir a por vosotros, salvo que vosotros nos ataquéis primero, claro.

No creo que negociar con ellos sea una opción, y por mucho que digan, no podemos fiarnos de que sigan lo pactado…- le dije a Lázaro -Pero si queremos ocuparnos de ellos, necesitaremos tiempo. No podemos arriesgarnos a precipitarnos y que usen los explosivos, y tampoco podemos dejar que hagan daño a Larrazábal o a su familia por nuestra culpa- dije, apretando inconscientemente los puños, pues había tenido que contenerme para no contestar impulsivamente al maldito chino cuando los mencionó -Además, primero tenemos que recuperarnos de lo de esta noche- añadí, mirando en especial a Marc.

Yo digo que le devolvamos su “propuesta” pero en nuestros términos- les propuse -Que les quede claro que como se atrevan a tocarles un solo pelo, o a usar o vender los explosivos, lo de esta noche no será nada comparado con lo que se les vendrá encima- les expliqué -Así, ganaremos tiempo hasta que podamos encargarnos de ellos- les dije.

Dado que todos parecían, si no de acuerdo, al menos no en contra de lo que había propuesto contestarle al chino*, cogí el teléfono para devolverle la llamada. No esperé a que respondiesen una vez escuché que descolgaban para empezar a hablar

Espero que no haya esperado demasiado- empecé a decir -Ya sabemos que debe estar bastante ocupado con tanto fracaso y demás, así que aquí tiene su respuesta- dije, deteniéndome durante un instante antes de continuar -Que de tus matones o cualquiera que pensemos que pueda tener la mínima conexión con vosotros le toque un solo pelo a Larrazábal o a su familia. Intentad usar los explosivos o dárselos a alguien. Hacedlo y no descansaremos hasta acabar con todos vosotros y contigo personalmente, no importa cuántos hombres o armas uses para impedirlo, ni tampoco cuanto intentes esconderte, nada de eso servirá de nada. Ya sabes lo que podemos hacer cuando no nos estamos centrando en nadie en concreto. No quieras descubrir lo que podemos hacer si ignoramos a todos los demás y centramos toda nuestra atención en vosotros… algo que por supuesto también pasará si Larrazábal o su familia acaban envueltos en algún “accidente”, o si simplemente explota alguna bomba que nos haga pensar que habéis hecho algo que no debíais. ¿Está claro?- le dije, en un tono calmado pero firme, uno que dejaba claro que lo que había dicho iba en serio -Por otra parte, si quiere darnos información, siempre estamos abiertos a recibir información de criminales, os diremos donde podéis enviarla**, seguro que nos ayuda mantenernos ocupados un tiempo- dije, como dando a entender que si querían que les dejásemos tranquilos, lo mejor era que nos enviasen información para que estuviésemos “ocupados” encargándonos de otros -Siempre que nadie haga ninguna estupidez, claro- añadí, refiriéndome de nuevo tanto a Larrazábal como a los explosivos.

El chino pareció aguantar el chaparrón de amenazas sin inmutarse. Cuando Ángel terminó, le respondió con calma.

Lecuelden que ustedes empezalon esta guela. Tienen a ISIS. Tienen a Tela Lliula. Tienen a ladlones lusos y del este, sicalios, polisía y politicos coluptos... Nosotlos solo somos... comelciantes, y puede que nos gusten las salas de apuestas. No había lazón pala empezal pol nosotlos su cluzada.

No impolta cuantos soldados caigan. No impolta si caigo yo. Somos mucho más glandes de lo que puedan imaginal, señoles... Mis supelioles no van a abandonal Balcelona, nunca dejalán este impoltante puelto delotados, llegalán dos, tles o diez pol cada muelto, no impolta cuantos maten. 
Han tenido suelte, puede que algo más, pelo esto les queda enolme, y sablán como de enolme les queda si vuelven a intental alguna... ¿Cómo dijo? Estupidés, cleo. 

Espelo de veldad que cumplan su palte del tlato, pol el bien de su ciudad, como de su plopia salud... Les infolmalemos de otlos que les puedan intelesal.

Si no hay nada más... De disponía a colgar.

- ¿Salas de apuestas? Claro, hombre, el camión que recogimos en el puerto estaba lleno de barajas y fichas de poker... - Será hijoputa el Fu Manchú este. - Si se dedicasen al juego y a la falsificación de merchandising de Marvel no estaríamos hablando ahora... Pero usted mismo se ha dado una salida para que su gente no tenga que abandonar el puerto derrotada. Dejen de traficar con personas, drogas y armas y así podremos, ¿cómo dijo?, continuar nuestra cruzada acabando con sus enemigos. Seguramente montar casinos sea un negocio suficientemente lucrativo para su gente si piensa en la pasta que se pueden a ahorrar en ataúdes.

Inspiro un momento, frunciendo el ceño.

- Ya se lo hemos dicho, envíenos esa infomación con pruebas contra esa gente y veremos qué hacer con ellos. Pero si le tocan un pelo a Larranzábal o explota una sola bomba en esta ciudad - con suerte Lázaro no jugará con petardos durante una temporada - iremos a por vosotros. No por esos diez sicarios, sino por ti, luego por tus jefes y después por los suyos... hasta que no quede ninguna cabeza que pueda enviar más gente. Mientras tanto, pueden ir pensando en orientar sus negocios a cosas más legales; después de todo, son comerciantes, seguro que no quieren que les confundan con unos mafiosos de pacotilla.

Tampoco está en mi mano qué negocios hacel. Sigo óldenes, y abandonal negocios no es aceptable pala quienes mandan.

Si siguen entlometiéndose, le pasalán muchas cosas muy malas a mucha gente, no solo a Lalasábal. Deja una breve pausa

Cleo que ya nos hemos amenasado y adveltido lo sufisiente pol hoy... Selá mejol que colguemos antes de que las blavuconadas manden el tlato pol el letlete.

Que tengan un buen día.

Y colgó sin dejar más tiempo a responder.

Francisco se había mantenido silencioso y había dejado hablar a sus compañeros por que de haberlo hecho no se habría contenido. Sabía que eso habría supuesto la sentencia de muerte del abogado y su familia y por eso había optado por mantenerse al margen. 

En cuanto el chino colgó, miro fijamente a sus compañeros y dejó las cosas claras por si se daba la posibilidad de que alguien confundiera la situación. 

   - Me la sudan los posibles beneficios de ese "trato". Voy a encontrarle y haré pollo Kung Pao con ese chino hijo de puta. - 

Creo que en eso todos estamos de acuerdo…- le dije a Francisco -Pero primero hay que asegurarse de que los Larrazábal están a salvo y de que no vuela media ciudad mientras lo hacemos, así que habrá que tener paciencia- le recordé -Pero luego… luego, ese malnacido se arrepentirá de haber nacido- dije con un tono no menos contundente que el suyo -Hasta entonces, mejor sacarle todo lo que podamos- añadí.

Observo a mis compañeros, frunciendo el ceño.

- Estoy con Ángel - digo mirando a Francisco. - Les haremos pagar por esto, no lo dudes, pero no antes de asegurarnos de que Larranzábal está a salvo y que esos explosivos no van a detonar en un lugar que nosotros no queramos. - Miro a Lázaro, bastante segura de que estará más que encantado de volar por los aires el sitio donde los estén almacenando.

Me acerco a un pequeño mueble y saco vasos para todos y una botella. - Pero eso tendrá que esperar. Hoy les hemos pateado el culo y rescatado a Lázaro, así que toca celebrarlo - digo llenando los vasos para repartirlos. - Mañana vengaremos al policía que ha caido en la operación y volveremos a llenarles de plomo - digo a modo de brindis.

Tomo la bebida de un trago y espero a mis compañeros. Casi no habíamos tenido tiempo de reunirnos antes de que empezase a sonar el teléfono, así que tenemos que relajarnos un poco antes de reagruparnos.

- Yo no tengo muchos contactos entre los chinos, así que es complicado que pueda investigar nada sobre este tema. Seguiré vigilando a los rusos y latinos - comento, ya pensando en los siguientes pasos que deberíamos dar. - Xavier, ¿seguís investigando la droga esa, el berserkr? - pregunto al policía. - Tal vez tirando de ese hilo podamos recabar información sobre ellos. Si no, habrá que revisar de nuevo los datos del ordenador de Saray para ver dónde pueden esconder esos explosivos - digo mirando a Tecnovirus, tratando de dar ideas y esperando que ellos hagan lo mismo.

Xavier volvía con un par de cervezas en la mano de la nevera cercana cuando Katia le formuló la pregunta. Le había puesto un vaso, así que dejando las botellas a un lado volvió a sentarse y contempló cómo le servía la joven.

-El tema del kamikaze no se ha abandonado, pero el nuevo objetivo del equipo que lo que investigaban es ahora nuestra alegre banda de ciudadanos preocupados. De todas maneras, la droga no llega a la calle; no ha habido informes de otros ataques de "berserkers".

Delitos económicos está investigando a la burguesa a la que grabé en la masía, la actual o futura responsable de la distribución en Barcelona. Pero ocurre lo mismo, les falta personal y la cosa está entre lenta y estancada.

De los rusos no saben nada nuevo, o al menos nada que nosotros ya hayamos descubierto por nuestra cuenta.

Asiento ante la explicación de Xavier.

- ¿Es sólo cuestión de falta de personal o hay alguien ralentizando los trámites? Todas esas mafias tienen gente metida en la policía y, si podemos identificarles seguramente podamos usarlo en nuestro beneficio, haciéndoles llegar información falsa o, directamente, quitándolos de en medio.

Me paro a pensar un momento.

- Si hemos conseguido retrasar la distribución de esa droga es posible que los chinos hayan transladado su laboratorio a un lugar más seguro. Tal vez el mismo en el que guardan los explosivos - comento. - De todas formas, es un hilo del que podemos intentar tirar.

Asiento cuando habla de los rusos. - Sigo investigándoles. Tengo una fiesta con uno de los sicarios esta semana, espero poder sacar algo de información sobre ellos - digo mirando a Francisco. Sé que él está especialmente interesado en las bandas de sicarios rusos. - Además, estoy en contacto con la hija de uno de los Camaradas, Luka Novikov. Parece que está pensando escaparse de casa, lo que nos podría poner a uno de los capos de los rusos a nuestro alcance. Os matendré informados. También he investigado un poco a la Tigresa y sus relaciones sentimentales. En algún momento habrá que decidir qué hacer con la información de Phoenix sobre ella: creo que le interesará saber que uno de los Camaradas planea quitársela de en medio y es probable que sea más fácil llegar a ella que a Korovin, salvo que pueda explotar de alguna forma un error de Volkov para exponer a su mentor. - Me dirijo en particular a Marc, que alguna ve ha planteado su intención de intentar el plan de Phoenix por su cuenta.

- Además sigo vigilando a los latinos del puerto. Tengo algún contacto entre las chicas y probablemente pueda acercarme para ver qué traman. No creo que vayan a dejar pasar el golpe de Talión fácilmente, así que no creo que podamos despistarnos. - Miro el calendario, pensativa. - Además, las elecciones están certa y TL puede intentar algo. Le he pedido a una amiga que se pase por fiestas de políticos para que me informe si descubre algo que merezca la atención de Talión.