Partida Rol por web

Entro en el local y hago un amplio giro de 180 grados con la moto para dejarla encarada con la salida. Bajo del vehículo y dejo el casco sobre el asiento. Miro a Francisco de arriba a abajo un momento; el traje perfectamente planchado deja claro que se ha cambiado no hace mucho, aunque una pequeña doblez delata que ha estado sentado un buen rato en la misma posición. No puedo sino acordarme de esa frase que decía que la mejor cualidad de un soldado para un general es que sea capaz de dormir en cualquier situación y levantarse para ponerse en marcha en cuanto es necesario. Parece que ambos hemos desarrollado esa capacidad en los últimos meses.

La ropa de Katia contrasta tanto con el traje de Francisco como con su vestimenta habitual. No va maquillada, aunque en la pequeña mochila que lleva a la espalda siempre lleva lo necesario para arreglarse a toda velocidad. Además, en vez de sus elegantes trajes, lleva unos sencillos vaqueros con la chaqueta de la moto.

- Hola Francisco - digo observándole atentamente para comprobar que no está herido. Habría llamado a Ángel de ser el caso, me digo a mí misma, aún preguntándome qué es tan urgente como para haberme llamado a estas horas. - ¿Está todo bien? ¿Qué ocurre? - pregunto directamente cuando cierra la puerta del local y se acerca hacia mí.

Francisco observó la mirada analítica de su compañera, no sabía a qué se debía exactamente, pero supuso que sería por que se preguntaba a que se debía que le contactase a aquellas horas de la madrugada.

   - Hola Katia.- La saludo con tono tranquilo.- Por el momento todo va bien, pero me he visto envuelto en una situación que... Bueno, digamos que necesita una pronta resolución y ya que probablemente seas la única persona sensata de nuestro humilde grupo, he pensado en pedirte consejo y ayuda para poder resolverlo todo con la mayor premura posible.-

Llegados a ese punto hizo un gesto como invitándole a pasar al interior de la base donde estaba la sala donde comúnmente el grupo se reunía para planear sus misiones conjuntas.

   - Tal vez sería mejor ir a sentarnos.- Le dijo con una ligera sonrisa esbozada en el rostro.- Tengo bastante que explicarte y la cosa podría alargarse un poco.-

Por supuesto, no añadió que probablemente cuando le contara el asunto se iba a llevar una reprimenda por parte de Katia, y que ya puestos a elegir, prefería recibir la reprimenda sentado.

Caminando hacia la sala, entraron dentro y dejando que Katia se sentara primero, él se acomodó en el asiento de enfrente.

Fue entonces cuando se lo contó todo y como tenía que comprender todos los matices, de la situación, se sinceró y comenzó desde el principio. El día que conoció a Sara.

Le contó como la salvó, cuando está, desesperada y con la vida rota, iba a suicidarse tirándose desde el puente de un viaducto con quince metros de altura. Como la tuvo que aferrar y arrastrar fuera de peligro, tranquilizándola para que le explicara qué era lo que le había empujado a intentar arrebatarse su propia vida.

Entonces le explicó lo que ella le contó aquel día. Que había sido una abogada con dos carreras, un superior en ADE y un bufete propio, pero que lo había perdido todo con la crisis. Que desesperada y sin futuro había tenido que entra a trabajar como cajera en un Mercadona, y su jefe, un tipo despreciable llamado Manuel Quintero, la había explotado con horarios imposibles por sueldos de miseria de cuatrocientos euros. Ese hombre, compraba franquicias de Mercadona, y luego contrataba únicamente a mujeres pobres más o menos bellas, con contratos de un mes. Le contó como al finalizar ese mes de contrato, hacía ir a la empleada de turno a su despacho, y la amenazaba con no renovarla y hundirle en la miseria si no mantenía relaciones sexuales con él. Una red de unas cincuenta mujeres en total que tenían que estar a su disposición sexual permanente y a la de sus compañeros empresarios a los que invitaba para que tuvieran sexo gratuito. Y quien no valía o no aceptaba, acababa de patitas en la calle. Sara no había tenido el valor de hacerlo, y que de hecho había vomitado asqueada cuan él empezó a abusar de ella. Quintero la había insultado diciendo que no valía ni para ser puta y la había echado del trabajo. Así que destrozada psicológica y anímicamente había decidido suicidarse.

   - Resta decir que como abogada profesional que es, contrate a Sara como gestora para que me ayudase a reflotar mis empresas y tratase con los bancos.- Dijo llegados a ese punto.- Eso es lo que me ha permitido disponer de más tiempo libre para dedicar a los asuntos de los Ases. Pero bueno, no quisiera desviarme, pues ahora llegamos realmente al meollo del asunto por el que te he llamado.-

Procedió a contarle como esperó paciente durante unas semanas, y como después de dejar un tiempo apropiado de margen, había decidido ir finalmente a por Quintero. Le explicó detalladamente como se lo había hecho para seguir al tipo y vigilarlo durante días, y como había sobornado a unos gitanos para que la liasen en el Mercadona donde Quintero tenía su despacho y así poder infiltrarse mientras todo el mundo estaba distraído y colocarle en el despacho un micrófono y una micro cámara de alta definición. Todo ello, con la cara cubierta y saliendo del lugar sin que nadie le viera.

Le explicó que había estado recopilando pruebas y grabando a Quintero haciendo sus fechorías, para posteriormente poder hacer un comunicado a la policía y a la prensa, pero que entonces todo se había ido al garete.

Le contó que después de una de sus sesiones, Quintero había salido de su despacho como era habitual para coger el coche y marcharse para casa, pero que sin embargo en vez de eso desapareció sin salir del establecimiento. Preocupado porque su presa no aparecía, Francisco fue a ver qué era lo que retenía al empresario, cuando escuchó un ruido de pelea y unos gritos apagados. Cuando entró en los almacenes del local, se encontró a Quintero ensangrentado, encima de una mujer armada con un cuchillo contra la que estaba peleando y golpeando. En ese momento, el plan que había esbozado durante semanas dejó de tener vigencia y no tuvo más remedio que improvisar.

Intervino, y golpeando al empresario lo lanzó lejos de la mujer. Mientras el empresario se desgañitaba, la mujer, que se llamaba Faith, le contó que era otra víctima de aquel despojo de persona. Dejó inconsciente a Quintero con un pañuelo de cloroformo y convenció a la mujer para que no prosiguiera con su ataque desenfrenado. Entonces, cargaron al tipo en la furgoneta que previamente había preparado, quitó la cámara y el micrófono para borrar las pruebas y se marcharon de allí con la furgoneta.

Mientras él conducía, la mujer le explicó que Quintero había abusado de ella de tal manera, que había tenido que ser ingresada en el hospital de urgencias.  Cuando pudo volver a caminar e ir al trabajo, el empresario la despidió. Al perder su trabajo se vio abocada a la mayor de las pobrezas, razón por la cual los servicios sociales le arrebataron a sus hijos y por eso ella iba a matarlo.

Entonces Francisco, condujo la furgoneta hasta las obras paralizadas y abandonadas de un centro comercial a las afueras de Mataró. Allí, interrogó a Quintero de manera amigable, e hizo que confesara lo que había hecho a aquellas mujeres. Luego le castigó por lo que había hecho quitándole su hombría, asegurándose de que no pudiera violar a ninguna otra mujer nunca más.

   - Lo tengo todo grabado en una cámara digital.- Comentó encogiéndose de hombros.- Tenía pensado mostrároslo al grupo para que valorarais si podíamos editarlo adecuadamente y pasarlo a la prensa o a la policía. No se…- Volvió a encogerse de hombros.

Prosiguió con la última parte de su exposición. Así pues una vez terminado su trabajito a Quintero, había recogido todo y llamado a emergencias para que enviaran a la ambulancia. Luego se marcharon de allí poniendo pies en polvorosa, pues Faith le dijo que el lugar no estaba tan solitario como había parecido en un principio, y que vivía gente que le habían visto.

Francisco tuvo que decidir entonces qué demonios hacía con Faith. El hecho de que Quintero estuviera vivo y supiera quien era ella carecía de importancia. Igualmente, las cámaras del Mercadona le habrían grabado atacando al empresario y las personas que vivían en el centro comercial abandonado le habían visto. Así pues, no le quedaba otra que intentar esconderla y alejarla de la policía.

Él no contaba con un lugar donde ponerla a cubierto y aunque Faith le había visto la cara y sabía que él formaba parte de Talion (por que no era tonta) no podía llevarla a uno de los locales del grupo y arriesgarse a exponer al grupo. Así que había decidido dejarla con Manuel Alberni, un empleado suyo que había contratado por recomendación de Sara y que vivía en el poblado chabolista de las afueras de Barcelona. Un lugar al que la policía no se acercaba nunca.

   - Sé que lo que he hecho es extremadamente arriesgado.- Prosiguió con gesto serio.- Pero le he contado a Manuel que soy parte de los Ases del Talión.-

Hizo un gesto con las manos como haciendo un llamamiento a la calma a Katia, antes de que esta interviniese.

   - Si iba a pedirle que se arriesgase a él y a su familia para esconder una fugitiva, merecía saber la verdad. Además es un tipo listo, antes de ser mi empleado fue fiscal del estado hasta que personalidades influyentes del juzgado y corruptas hasta la médula hundieron su carrera. Cuando la noticia de lo ocurrido salga a la luz, no tardaría en atar cabos, así que preferí ser yo quien se lo contara. Por el momento aceptó a esconderla dos o tres días, y es más de lo que se le puede pedir, pues ese poblado chabolista está repleto con escoria de la peor calaña. Por eso te he llamado a ti, por si puedes aconsejarme cómo proceder, o mejor aún, si sabes de algún lugar donde Faith pueda esconderse durante un tiempo.-

Miro a Francisco con preocupación cuando me pide que me siente. No necesitaría tener una gran empatía para saber que algo va mal, pero mi trabajo me obliga a tratar mucho con la gente y estoy acostumbrada a interpretar sus gestos. Sin embargo, entiendo que se sentirá más tranquilo hablando sin que le interrumpa, así que dejo que lo haga a pesar de notar que inicialmente se va por las ramas.

La historia de Sara me conmueve ligeramente, porque no puedo evitar relacionarla con mi propia vida. Pero desgraciadamente, no es lo que quiero escuchar ahora mismo, sobre todo notando su nerviosismo. Sin embargo me hace pensar cuánto puede llegar a saber esa mujer de las actividades clandestinas de Francisco. De todas formas ese es un problema con el que tendría que lidiar él; supongo que todos nosotros tenemos a alguien que puede sospechar de nuestra relación con Talión.

Cuando empieza a contarme su investigación de Quintero no me sorprende demasiado que fuera a por él. Pero entonces aparece Faith en su relato y niego con la cabeza. Aunque evito decir nada en voz alta, la palabra "joder" se puede leer fácilmente en el movimiento de mis labios. Pero la cosa empeora por momentos... "¿Por qué cojones se llevó a esa chica con él? ¿Qué es esto, Talión o un puto parque de atracciones?", me pregunto mientras sigue hablando.

La guinda del pastel la pone su empleado. No contento con que Faith le viese la cara, tiene que contarle toda su historia a Manuel Alberni. Niego con la cabeza mientras habla, estupefacta. Por fin termina su historia y me mira esperando una respuesta. Le miro en silencio un momento y me levanto, aún sin decir nada. Saco una botella de ron del pequeño mueble bar y cojo dos vasos, que lleno hasta arriba.

- A veces no sé si sois todos gilipollas o si la testosterona os impide pensar con claridad... - digo fríamente mientras me vuelvo a sentar al otro lado de la mesa. Después de la última misión planificada por Lázaro, me siento tentada de perder la fe en este grupo como para que ahora me cuenten un error de novato como este. - ¿Se puede saber por qué te llevaste a esa mujer contigo? La convences para que desaparezca y, si se niega, la duermes a ella también con el cloformo. ¡Y ya está! ¡No te la llevas para que satisfaga su sed de venganza, coño! ¡Y menos dejas que TE VEA LA CARA!

Niego con la cabeza, bebiendo un poco más para tranquilizarme al darme cuenta de que estoy alzando la voz. "Hay que joderse, incluso las fuerzas especiales aseguran a los rehenes en las misiones de rescate esposándoles en el suelo para que no interfieran y nosotros nos los llevamos de cachondeo". La falta de escrúpulos de Francisco para evitar que un civil se interponga en nuestro trabajo choca de lleno con sus opiniones sobre el modo de actuación que normalmente propone para Talión. "'Rama dura', hay que joderse".

Pero nada de eso importa ahora mismo. Aunque no entienda cómo o por qué hemos llegado a esto, tenemos un problema que hay que solucionar lo antes posible.

- Tenías que haberle matado - le digo con voz más tranquila. - Quintero habrá reconocido a su empleada y la policía no tardará en ir a vigilar a su hijo. Por lo que me has contado, dudo mucho que podamos mandar a Faith fuera del país como hicimos con Saray si no se va con él... - Mis pensamientos van más rápido que mi voz, pero una vez me he desahogado con el rapapolvo inicial, mi forma de ser pragmática se imponer con rapidez. - ¿O crees que podrás convencerla para que se vaya una temporada si le enviamos al chico en los próximos meses? - pregunto algo frustrada.

Mientras pienso me acuerdo del tal Manuel y su familia. Le doy otro trago al vaso, y al dejarlo en la mesa me doy cuenta de que ya lo he apurado.

- Podías haberla llevado a alguno de los pisos que alquilamos con identidades falsas. Es más fácil deshacerse de ellos que librarse de toda la familia Alberni. - "O, llegados a ese punto, la podías haber llevado a tu casa, ya puestos..." - ¿Qué podemos hacer con ellos? No creo que esa familia esté dispuesta a largarse sin más, pero no les conozco... Si el chaval es tan listo, igual se le ocurre vender información para recuperar su antiguo puesto - comento. Últimamente, mi fe en la humanidad está bajo mínimos. - ¿Cómo sabes que te puedes fiar de ellos?

Mientras le planteo la última pregunta, intento pensar en alguna respuesta para la suya. ¿Dónde llevar a Faith? La casa okupa del puerto sería una locura: demasiado cerca de la gente de Papá Oso. Con todo lo que sabe, no voy a permitir que se acerque a Sofía ni a Rosalía... "A la mierda es donde tendría que mandarla. A ella y a todo este grupo", pienso con desesperación. Por si teníamos pocos problemas ahora me vienen con esto. La única razón por la que seguimos vivos, la única, es porque no nos conoce nadie. Si perdemos eso, ya podemos darnos por jodidos, porque no tenemos el número, las armas ni, visto lo visto, la astucia para enfrentarnos a todos los que nos quieren meter en un agujero, ya sea bajo dos metros de tierra o en uno bien cerrado antes de tirar las llaves.

Katia estaba enojada, eso era evidente, así que Francisco la miró sin inmutarse y dejó que se desahogara aunque no estuviera de acuerdo con algunos de sus puntos de vista. Había tenido que tomar una serie de decisiones difíciles en momentos críticos y había hecho lo que consideraba correcto en cada momento. Podía ser que el resultado final no fuera el ideal, pero no tenía pensado disculparse por ello.

Cuando vio que su compañera se calmaba un poco empezó a responder a sus preguntas.

   - Me llevé a Faith porque estaba demasiado enloquecida como para atender a razones, y no iba a dejar una mujer inconsciente y cubierta de sangre, en medio del escenario de un “crimen”.- Respondió a las preguntas sobre porque no había dejado inconsciente a Faith.-Era una víctima, no un criminal, y tenía más motivos para ajustar las cuentas con Quintero que yo, así que si eso es lo que quería, no le iba a privar de ver como su torturador era castigado por sus actos.-

   - En cuanto a Quintero…- Se encogió de hombros.- Créeme, conozco a los de su calaña, bien sabes que en el pasado he tratado con escoria como él.  Arrebatarle de su hombría y hacer que pase un calvario en la cárcel, es mucho peor castigo que la simple muerte. El hecho de que al estar vivo identifique a Faith, es indiferente. Cualquier policía con dos dedos de frente la iba a identificar igualmente con las grabaciones de las cámaras de seguridad y las manchas de sangre y huellas dactilares que dejó por todos lados.-

   - En cuanto a marcharse del país, no creo que acepte sino es con su hijo.- Prosiguió con un gruñido pensativo.- Podría intentar convencerla, pero ese no es el problema. No creo que la opinión pública se tome muy bien que vayamos “secuestrando” niños a cargo de los Servicios Sociales. Deberíamos pensar en algo alternativo que nos permita adoptar (no me refiero a nosotros mismos, sino a alguien que contratemos por ejemplo) al niño por la vía legal y entregárselo entonces a su madre.-

Llegados al punto de Manuel y su familia, no pudo más que enarcar las cejas.

   - Cierto que pensé en la posibilidad de llevarla a uno de nuestros pisos francos. Y de hecho sigue siendo una posibilidad. Pero eso comprometería más al grupo, y en ese momento no podía esperarme a pedir permiso y a que el grupo llegara a un consenso. Ambos sabemos que hasta para decidir quién abre una botella discutimos dos horas.- Prosiguió bromeando con ironía.- Así que como tampoco vi viable llevarla a mi casa porque igualmente tendría que darle muchas explicaciones a Luzmila, busque un sitio alternativo donde ocultarla temporalmente.-

   - En lo que respecta a los Alberni…- Continuó con su exposición.- Jamás habría contratado a Manuel, (que no es ningún chaval), si no considerase que es de fiar. Es un hombre que puede que le choque descubrir que pertenezco a Talion, pero que igualmente hará lo correcto. Está en la situación que está por que se ha enfrentado a la corrupción del sistema, y ha estado dispuesto a perderlo todo por ello. Es posible que no comparta mis métodos, pero no va a traicionar a la única persona que le ha ayudado a él y a su familia. Además, ahora mismo es una pieza vital para el futuro de mis empresas, así que no tengo intención de librarme de él ni de su familia.-

   - De hecho, tenía pensado sacarles del poblado chabolista, para reubicarlos a una vivienda digna en un barrio seguro. Pero antes hay que solucionar lo de Faith.- Prosiguió pensativo.- No se, tu eres mas experta en esas cosas. Tal vez con un cambio de imagen radical y una identidad falsa podría ayudarle a pasar desapercibida una temporada. O al menos el tiempo suficiente como para que podamos conseguir a su hijo y sacarla del país. ¿Lo ves viable?-

Niego ante la respuesta con respecto a Faith.

- ¿Ahora vamos a dejar que cualquiera decida tomarse la justicia por su mano para vengarse de los demás? - pregunto. - Creí que precisamente formamos Talion para evitar que todo el mundo lo hiciera... Llegados a eso, también podrías haberla reclutado directamente - añado en tono ácido. - Joder, sabes tan bien como yo que la opción más lógica era drogarla a ella también y dejarla allí. Si tiene dos dedos de frente, habría salido libre en su declaración a la policía. Y, si no los tiene, estamos más jodidos todavía...

- No dudo que a Quintero le hayas fastidiado más así que matándole, pero nos habría dado más tiempo quitarle de en medio... - Al menos, despuése de haberte llevado a Faith contigo. Si la hubieras dejado en el supermercado, no estaríamos hablando de esto.

Dejo para después hablar del hijo de Faith. Después de todo, eso debería ser parte de la solución.

- Seguro que Luzmilla ya tiene sus sospechas - comento. - Lo cual es otro problema, porque si te identifican como miembro de Talión, irán a por ella y nuestros nombres no tardarán en aparecer. - Niego con la cabeza pensando en lo descuidados que hemos sido en algunas ocasiones. - Pensé que te referías a su hijo... - digo cuando explica lo del "chaval". - Pero no importa, tanto él como su familia pueden irse de la lengua en cualquier momento. Me alegra que quieras mantenerle en su puesto de trabajo, pero ¿estás pensando abrir una filial en el extranjero? - No voy a discutir ahora, pero mantener a esa familia en Barcelona puede ser un problema. Aunque ese es un tema para discutir más adelante.

- Disfrazar a alguien es muy fácil, y también obtener identificaciones falsas - respondo. - Pero eso no asegura que no te vayan a reconocer. Si sigues comportándote de la misma forma y moviéndote por las mismas zonas, da igual el cambio de imagen que puedas hacerte. Además, antes o depués te encontrarás en una situación donde todo eso no valga de nada y tu disfraz dependerá únicamente de cómo te comportes y de si consigues mantener la calma... - Mentir es todo un arte, porque la mejor mentira siempre va envuelta en una gran parte de verdad. De otra forma, una red de mentiras siempre se acaba cayendo bajo su propio peso. - No la conozco, - de hecho, no tengo muy claro que quiera conocerla - así que no puedo saber si eso funcionará para ella. Nunca propondría algo parecido para Marc, por ejemplo - digo comparándolo con alguien del grupo - aunque seguramente Tecno podría vivir una segunda vida así - al menos si cambia completamente los sitios web que pueda visitar a menudo.

Suspiro un momento pensando en ese niño.

- A partir de mañana la policía va a estar vigilándo al hijo de Faith.  - respondo. - Si acaban de quitarle la custodia, aún tardarán en hacer el papeleo para que pueda ser dado en adopción, no es algo que ocurra inmediatamente, porque la madre siempre va a apelar una decisión judicial así. Además, cualquiera que se interese por ese niño va a ser investigado a conciencia. - Niego con la cabeza, pensando que no es una opción plausible, a pesar de ser la más deseable. - No creo que tengamos tanto tiempo. Los rusos tienen infiltrados en la policía y, en cuanto se enteren de esto, van a ir a secuestrar a ese crío para obligar a Faith a entregarse y decir todo lo que sepa sobre nosotros. Creo que nuestra mejor opción es sacarle de allí esta misma noche, Francisco.

Pienso un momento en su comentario sobre la opinión pública.

- No tenemos que firmar ese trabajo como obra de Talión, pero incluso si lo relacionan con nosotros, se podría justificar con un comunicado a la policía explicando que es por la seguridad del niño. Si además el juez que lo separó tiene trapos sucios - lo cual, dado como funciona la justicia es más que probable - seguro que se le puede dar la vuelta a la tortilla diciendo que devolvemos a su madre un niño que le fue injustamente arrebatado. - Los políticos son expertos en mentir descaradamente a la gente y aún así la mayoría sigue votándoles, así que por una vez que usemos sus trucos de demagogia barata no debería influir demasiado en la visión que tanto la gente como la policía tiene de Talión.

- Tú decides... -  le digo finalmente. Sabe que me gusta tener las cosas bien planificadas, pero en este caso creo que nuestra mejor opción es improvisar antes de que la policía sepa nada sobre todo este tema. De cualquier forma, la decisión final le corresponde a él, pues son sus acciones las que han generado todo este lío.

Con gesto serio, Francisco asintió a las palabras de Katia. Ella era la experta en los Rusos, así que confiaba completamente en sus opiniones al respecto. La verdad es que le enojada un poco haber estado pensando tanto en que podría hacer la policía, como para no caer en que podrían hacer las mafias con los hijos de Faith cuando se enterasen de lo ocurrido.

   - Muy bien, tendremos que darnos prisa entonces.- Respondió apremiante.- Llamaré a Faith para que me explique todo lo relevante sobre sus hijos y el lugar donde los tienen los servicios sociales.-

Tecleando en el móvil, llamó a Manuel.

Manuel Alberni coge rápidamente el teléfono, a pesar de ser casi las cinco de la madrugada.

¿Sí...? Dígame don Francisco.

Katia no le conoce, pero su voz es la de un hombre de alrededor de cincuenta o sesenta años.

   - Hola Manuel.- Saludo Francisco con un tono contenido.- Perdona que te llame a estas horas intempestivas, pero ncesitaría hablar un momento con Faith ¿Podrías pasarmela por favor?-

Sí, claro. Aquí no hemos dormido todavía.

Faith... Don Francisco al teléfono.

La siguiente voz es una voz de una mujer negra joven, con un tono cansado.

Dime Franci'co. ¿Ya tenemo' sitio pa' mi?

Me levanto para dirigirme al almacén donde guardamos el equipo, pero me quedo parada cuando escucho la voz de Manuel. Intento comprender cómo se siente ahora mismo a partir de sus palabras. No habla demasiado, pero sus palabras transmiten su nerviosismo. "No, no creo que vayáis a dormir mucho esta noche", pienso al escucharle.

Faith no tarda en ponerse al teléfono y me vuelvo hacia Francisco. - Intenta tranquilizarla - susurro. - Que no pierda los nervios cuando le preguntes por sus hijos. - De hecho eso es lo último que queremos ahora mismo, porque ya se ha complicado demasiado la noche.

Francisco asintió con la cabeza a las palabras de Katia.

   - No, estoy trabajando en ello pero aún no puedo decirte nada al respecto.- Respondió con tono profesional.- Te llamo para preguntarte sobre el tema de tus hijos. Estoy mirando como poder devolvertelos, pero para ello necesito su nombres completos y que me cuentes donde los tienen internados los Servicios Sociales.-

Kibo y Zareb Omoyuri Asemota. Unos nombres desde luego fáciles de encontrar en cualquier registo, si eras capaz de recordarlos.

Lo'h tienen n'un ofanato de la yeneralitá' en... Caie... Murmura algo, tratando de recordar. Dominicos, trenta sinco, con una'h monhas. Relihiosas del Buen Pahtor. Tan viviendo allí aora.

Deja una breve pausa y continúa.

Va a sé mu' largo sacal·los d'ahí, musho papele', musho tiempo, y con todo' lo' poblema'

Francisco enarcó una ceja. ¿Monjas? Eso sí que no se lo había visto venir.

   - No te preocupes.- Respondió con tranquilidad.- Soy muy bueno haciendo papeleo. Tu estate tranquila y no dejes que te vea nadie. Cuando sepa algo os avisaré a ti y a Manuel. Cuidate.- Dijo a modo de despedida.

Vale. Mucha' grasia' otra vé, Francic-co. Tamo' en contatto.

Si no fuera por lo desesperado de la situación, casi me echaría a reir.

- ¿Un convento? Muy apropiado... - comento cuando Francisco cuelga el teléfono. - Al menos no tendremos problemas para disfrazarnos ahí dentro - comento imaginándome a Francisco vestido de monja. Al menos ahora se ha afeitado la barba y desentonará tan poco como yo misma.

Abro el arsenal y me desespero un poco al ver la escasez de armamento no letal. Cojo el teaser que consigió Xavier y unos cuantos dardos del rifle de Marc, que a unas malas podemos clavar directamente "a mano".

- ¿Esa gente tiene una misa al amanecer, no? - Pregunto a Francisco. - Maitines o algo así. Lo único que sé de las monjas es que tienen poco estilo al vestir y lo que recuerdo de El Nombre de la Rosa, y esos eran monjes medievales... - comento mientras le paso los dardos a mi compañero.

Cojo las luces estroboscópicas y un par de linternas, que reparto con Francisco rápidamente. Monto los silenciadores y mis armas y cambio el puntero láser del HK de Phoenix por una de las luces que usamos en el asalto al taller de Gaga. No espero disparar a nadie, pero nunca está de más prevenir. Además, un arma sigue siendo un buen medio de intimidación cuando fallan las explicaciones más sutiles. Cojo algunas ganzúas, cinta americana y algo de cuerda, que puede servir para maniatar a alguien o para trepar un muro no demasiado alto.

Abro google maps y muevo el mapa sin hacer ninguna búsqueda hasta que encuentro el horfanato de las religiosas del Buen Pastor. Amplío la imagen del edificio para trazar rápidamente un plan. Si tiene un patio trasero o alguna puerta lateral podemos utilizarlo para colarnos por allí de una forma más o menos discreta.

- Tú conduces - le digo a Francisco mientras espero que él coja lo que crea conveniente. - ¿Te sigue quedando cloroformo? - pregunto. No podemos descartar que nos toque dormir a los niños para que no monten un escándalo cuando los vayamos a sacar. O a alguna de las religiosas, si no queda otro remedio.

Enlace 
Imagen satélite

Katia encuentra no sin cierta dificultad el edificio. Se trata de una manzana entera que engloba un colegio y el orfanato, donde además viven las monjas. Está situado en un barrio tranquilo y bonito barrio de casas unifamiliares en la zona alta de Barcelona, en el barrio de Sant Gervasi, cerca de otros equipamientos culturales y médicos privados. 

Desde fuera, el edificio no presenta protecciones más allá de un muro de ladrillo y una reja puntiaguda sobre él, decorativa pero práctica.

La comisaria de los mossos d'esquadra queda a unas pocas calles de allí, así que si no están ocupados, en caso de alertárseles su tiempo de respuesta podría ser bastante rápido.

Francisco asintió con una media sonrisa.

   - ¿Por qué siempre ha de haber monjas?- Comentó bromista y poniendo los ojos en blanco.

Al igual que Katia, se preparó para la inesperada misión. Primero se cambió de nuevo con rapidez, quitándose el traje y volviéndose a vestir con su “ropa de trabajo” que era mas cómoda. No había tiempo para lindezas, así que aprovechó la ropa que había usado en su misión contra quintero que consistía, bambas deportivas, con pantalones anchos, una camiseta y una sudadera negra con capucha y una braga negra para taparse la cara. Por último se puso unos guantes negros a juego.

En teoría, dado que Quintero aun estaría siendo operado, no habría podido decir nada sobre Faith y mucho menos sobre sus hijos, por lo que en principio no tenían que preocuparse por invitados inesperados. Aun así, un As prevenido valía por dos, así que cogió su glock 18 con silenciador y puntero láser, ni que fuera por asegurarse, y ocultó el arma en una pistolera sobaquera que quedó bajó la sudadera.

Katia le preguntó por el cloroformo y el asintió.

   - Aquí mismo lo tengo.- Confirmó sacando el frasco y el pañuelo de la bolsa.

Acto seguido, cogió una manta gruesa y se encaminó hacia los coches.

Monto en la furgoneta, porque ir en moto no tiene ningún sentido cuando vamos a tener que volver con los niños.

- Vamos entonces. Tendremos que darnos prisa si queremos llegar antes de la misa esa - comento. - Aunque si están todas las monjas en la iglesia, no tendremos que preocuparnos por encontrárnoslas por los pasillos.

Mientras nos ponemos en marcha, sigo mirando el plano del edificio, tratando de imaginar dónde tendrán el sistema informático para poder localizar a los críos.

- Cuando llegues, da una vuelta para comprobar que no tienen cámaras. Dudo que haya mucha seguridad, pero más vale prevenir - sugiero. - Podemos colarnos por el patio, cubriéndonos con los árboles para disimular el avance y entrar en el edificio por una puerta lateral o una ventana desde la calle de Jesús María - comento poniendo el Street View. - Parece que la iglesia está justo al lado contrario y la recepción tiene pinta de estar en esta puerta - digo mostrándole el móvil en un momento en el que no necesita mirar la carretera mientras conduce.

- Si encontramos la lavandería deberíamos disfrazarnos. Será la forma más sencilla de no asustar a todos los niños cuando entremos en su dormitorio - digo suponiendo que habrá un dormitorio comunal o que al menos varios chicos compartirán habitación con los hermanos. - Las monjas tendrán la decencia de haberles puesto a los dos juntos, ¿no? Por eso de la caridad cristiana y tal... - Si acaban de separar a los niños de su madre no parece muy probable que les hayan separado también a uno del otro. Es de esperar que quieran cuidar de los niños, no traumatizarles de por vida.

Sigo dándole vueltas a nuestras opciones mientras nos acercamos al orfanato.

Antes de montar en la furgoneta, Francisco abrío la parte de atrás, sacó las dos mantas gruesas que había puesto para que el cuerpo inconsciente de Quintero no manchase el interior de sangre y las tiró al suelo. (a su vuelta las recogería convenientemente) 

Luego colocó la nueva manta gruesa que había traído, y sobre ella el resto del equipo extra para la nueva misión. Cerró la puerta, y acto seguido, montó en el vehículo en el lado del conductor.

Entonces salieron de allí, y se dirigieron hacia su objetivo. Francisco condujo concentrado y asintiendo en todo momento a las sugerencias de su compañera. La verdad es que como siempre sus palabras estaban cargadas de lógica.

   - Es de suponer que así es.- Respondió a su pregunta de si las monjas habrían puesto a los dos niños juntos.- Lo más probable es que en la recepción tengan un registro de las entradas y salidas de los críos a su cargo. Alli pondrá en que habitaciones tienen alojados a Kibo y Zareb.-