Partida Rol por web

- En realidad todos venimos de los animales – contesté al orco – Solo que algunas razas no hemos necesitado tanto tiempo ni invertir tanto tiempo evolutivo para empezar a preguntarnos cosas. De hecho estoy seguro de que mi raza desarrolló la capacidad del habla para corregiros sobre vuestras disparatadas ideas. Si fuese por vosotros seguiríais pensando que la tierra es plana, si es que no seguís pensando eso.

Luego me dirigí al que podría ser que hubiese demostrado una chispa de raciocinio, el Gnomo. – No, no desprende nada de magia – contesté. – Si fuese una invocación brillaría como lo hace el resto del bosque. – No sé si importaría mucho que el lobo fuese una invocación si estábamos rodeados de unos árboles mágicos seguramente creados por los magos que veníamos a derrotar.

Poniéndose en camino y siguiendo al majestuoso lobo, Iko, hay algo que los más sabios han dicho y que le escama

"Esto... Maese Tome ¿Me podría iluminar, y explicarme es el tiempo evolutivo? ¿Es el tiempo de meditación y reflexión?" dice rascandose la cabeza.

Ella no conoce el concepto de "evolución". Cree que las deidades crearon a las primeras razas tal cual son. Aunque algunas como los semielfos y semiorcos aparecieron mediante el amor entre razas -o alguna violacioncilla-  y puede que mediante magia como los Owlbears

"Perdone mi ignorancia, simplemente... se me hace extraño" Y es que ella considera que la única cura contra la ignorancia es aprender de los demás.

Resulta que la ninja quería aprender y eso me gustaba, sobre todo si de quien querían aprender era de mí.

- Pues resulta que mi maestra y yo teníamos una teoría, que seguramente si la escuchase alguien relacionado con la iglesia lo más probable es que nos diese caza. – me quedé pensando unos segundos, igual había encontrado el motivo de la desaparición de la maestra, aunque decidí proseguir. – Pensamos que las razas tal como las conocemos ahora no siempre han sido así. Puede que no todas, pero los humanos o los de mi raza podemos ser fruto de miles de años de experiencia en los genes. No estoy seguro de donde provienen los humanos, pero no me vas a decir que no has visto ranas en tu vida. Y me refiero a las que no saben hablar. Pues mi maestra y yo creíamos que los dioses decidieron dotarnos de consciencia, aunque todavía no sabemos muy bien la razón. – expliqué a la ninja.

- Con tiempo evolutivo me refiero a que mi especie no ha necesitado tanto tiempo para poder racionar tanto como la vuestra. La solución es sencilla, podríamos preguntar a alguien que ha vivido más que cualquiera para saberlo, pero los elfos siempre dicen que ellos no saben nada, básicamente solo se preocupan por ellos.

Mientras caminaba Felix no pudo evitar las conversaciones "tachitomistas". No hizo callar al batracio parlante, especialmente cuando se mostraba arrogante, altanero y despectivo para con los demás. Como pensando que su charca y las chozas de adobe de su pueblo eran el centro del mundo, muy superiores a las grandes ciudades humanas, élficas, enanas o de cualquier otra raza.

Cuestión de apreciaciones, pensó el joven encogiéndose de hombros para sí. Entonces comenzaron a sonar teorías sobre la evolución de las razas, más o menos correctas al entender del druida, mezcladas con disparates. O así lo veía el joven. Y toda esa ensalada bien condimentada con conceptos o palabras nada inteligibles.

¿Genes? ¿Y qué demonios es eso?, se preguntó perplejo el joven. ¿Algún tipo de capullo de crisálida?

Iko camina despacio por el bosque, atravesando arbustos y saltando sobre ramas. De vez en cuando suelta unos bufidos o rugidos y en algún que otro momento se para a olisquear y para mirar atrás y asegurarse que todos siguen su ritmo. El bosque empieza a cambiar a medida que os adentráis con Iko, la luz natural ha desaparecido por completo, el brillo verde de los árboles se hace mucho más intenso y empiezan a aparecer pequeños pantanos de agua muy densa y fangosa que emiten un olor bastante desagradable.

iko atraviesa un último grupo de arbustos y se agacha para ponerse en posición de acechar. Los demás le imitáis atravesando brevemente el arbusto para ver al otro lado.

En un pantanal enorme se encuentran edificadas un grupo de torres construidas con la madera de los bosques. En unos botes hay gente encampuchada echando unos productos al agua y por unos caminos de madera que han construido para conectar las torres hay gente llevando y trayendo diferentes materiales y barriles.

A primera vista es imposible determinar la cantidad de gente que hay ni la naturaleza de lo que están haciendo en ese lugar.

- No soy un espíritu ni soy el protector de éste bosque - dice respondiendo a Félix - Mi familia lleva viviendo aquí durante cientos de años pero no participamos de ninguna manera en lo que suceda aquí. La naturaleza siempre impone sus reglas.

Iko sigue caminando un rato delante vuestro.

- El agua de la zona es venenosa y si te caes dentro es casi imposible salir - dice como consejo al grupo mientras camina - procurad no caer dentro.

Iko llega a los arbustos.

- Llevo espiando sus actos desde que llegaron. Al principio no parecía que hicieran nada malo pero casi de un dia para otro toda esta zona se quedó como está ahora. Mi familia está a salvo y casi todos los animales han huido pero no creo que el bosque pueda aguantar mucho más tiempo.

Iko señala con la cabeza al centro del lago - En el centro del lago, enterrado a gran profundidad se haya el corazón del bosque. No creo que sea casualidad que hayan venido aquí.

Neithos miró usando su visión elfica. Ajam, pensó para sus adentros mientras miraba a los seres trabajar.

Estan envenenando el bosque con esos barriles. Preguntale al lobo a ver si sabe algo de los seres que estan echando el liquido y si sabe de donde procede, comentó a Felix en bajo ya que el Lobo no se habia dignado a responderle por el momento
 

Felix observó el asentamiento a lo lejos y las escasas figuras encapuchadas. El vertido en el agua hizo que el joven druida torciese el gesto de pura rabia. Después, asintió a los comentarios que le hiciera el elfo y habló con el lobo.

- Iko, ¿Pertenecen todos a una misma raza? ¿Y desde cuando se instalaron? - preguntó mientras se imaginaba cuantos podrían ser y por donde sería mejor acceder a aquel lugar sin ser vistos. Al no tenerlo claro, lo preguntó -. ¿Cual es el mejor sitio para acercarnos sin que nos vean desde lejos?

Tachi se enfurece.

Si, cuando entrenaba, le habría gustado ser una caballero de brillante armadura, machacar dragones, y salvar principitos -y a alguna princesa, por fastidiar a otros caballeros más que nada-  pero desde luego, envenenar a todo un bosque y matar a toda esa vida... no es algo que pueda perdonarse.

Aunque no va a lanzarse al combate, neciamente y con ansias de que la machaquen.

"¿Que tal si me acerco?" dice colocándose la máscara ninja, y ajustandose el equipo para hacer el menor ruido posible "Escucharé lo que digan, pero si no es común, lo mismo no lo entiendo"

Ella se fija en uno de los objetivos, uno un tanto alejado de los demás, lo estudia con la mirada, se fija en sus movimientos... y se acerca a espiar

Cual sombra de árbol te mueves por el bosque acechando sin dejar huellas ni producir ruido hasta encontrar una buena posición para observar a los transeúntes de la zona.

Casi todos los miembros de la secta tienen una capucha que te impide observar bien sus rostros sin embargo la altura, el tamaño y algún que otro detalle te dan pistas de que hay al menos 3 razas: Humanos, Elfos y Orcos, aunque no sabes decir con seguridad que no haya más. El contenido de los barriles es un líquido oscuro aunque no parece para nada viscoso o lodoso como el lago.

Desde tu zona adviertes unas posibles entradas a las torres por las que poder entrar sin ser visto siempre que la discreción sea la correcta.

Miré a mi alrededor. Muerte y oscuridad. La verdad, no era tan mal lugar para vivir como pudieran pensar otros. Lo unico malo era la ausencia de comida. Era partidario de masacres y de destruir todo, pero siempre había que dejar un minimo para comer, o al menos algo que atraiga a gente a la que comerse. Esto solo atraía a caballeros, que tienen la carne demasiado dura para mi gusto.

-Bueno, ¿cuando empezamos a aplastar?

Ella contiene la respiracion y siue escuchando. Atenta.

Viendo la escena que teníamos delante era bastante sencillo saber que pasaba. El veneno era una opción divertida, capaz de infundir mucho miedo, pero no veía para na da lógico que lo usasen en algo como el bosque, algo inmóvil y que no va a gritar por nada. ¿Cuál sería el verdadero propósito de esos seres?

- Ninja, si quieres puedo ir contigo, aprender lenguas es sencillo y domino unas pocas, además de que quiero saber si esos seres son siervos que trabajan para los que están en la torre o si están siendo poseídos.  La diferencia puede ser importante pues así sabremos si al matarlos damos la alarma o no.

La habilidad de la ninja para detectar trampas podría servirnos para avanzar sin llamar la atención, y en caso de ser necesario podría pedirle a Rufus que llamase la atención de aquellos seres hacia los arbustos. Sería peligroso para mi familiar, pero me podía fiar de sus habilidades.

Me quede pensativo cuando termine de escuchar hablar al grupo No es mala idea que fueran a recopilar información pero tampoco me agrada la idea de tener que separarnos en dos grupos..

-¿Qué os parece si hacemos un pequeño fuego alejado de nosotros para ver como actúan? Podríamos incluso prepararles una emboscada y así no tener que separarnos, eso claro en el caso de que a nuestro amigo Iko le parezca bien-

Con cuidado Tome se acerca a donde Tachi sin ser descubierto cuando ve a Tachi recoger una muestra del agua del lago aunque al ir a volver a esconderse se tropieza y hace ruido al entrar en los arbustos de nuevo alertando a una de las personas que andaba cerca y que se aproxima lentamente hacia el arbusto a investigar.

Al acercarme a la zona y ver que la ninja no está siendo lo más sigilosa posible maldigo por lo bajo. Rápidamente intento adoptar un perfil lo más bajo posible y alejarme de los arboles luminosos que podrían delatarme, intentando buscar una piedra o arbusto en el que esconderme. De la misma forma aviso a Rufus para que salga corriendo del arbusto si el enemigo se acerca demasiado y así hacerle pensar que se trataba de una comadreja rezagada.

La ninja dedica un minuto a estudiar al oponente, a quien se está acercando. A ver que clase de persona es. Para saber cómo intentaría buscar... y como escurrirse mejor.

Y entonces se intenta escabullir. Aunque parece que se le va a caer el pasador con el se que recoge el cabello. Una pista sin duda

Cuando el centinela se acerca a investigar su rostro se revela mostrando un elfo de tez oscura y ojos rojos. Por suerte la oscuridad del lugar hace que pase por alto el pasador del suelo aunque se aproxima directamente a donde está Tachi acurrucada detrás del arbusto. Tome viendo que es imposible salir del apuro realiza la mejor interpretación posible del croar de una rana y agita unos arbustos tras lo que el elfo se encoge de hombros y da media vuelta para seguir a lo suyo.

"He visto humanos, elfos y orcos aunque no puedo descartar otras especies - dice el lobo entre rugidos y jadeos - aunque con el hedor de la zona mi olfato no sirve de nada. Éste es el único sitio desde el que he estado espiando así que no puedo ayudaros con nada más."