Partida Rol por web

Miro otra vez los agujeros cuando me da esa no-respuesta; joder...¿Qué estaría haciendo? ¿Buscar algún pozo subterráneo o algo? Pero no los hace tan profundos, y son demasiados agujeros. No voy a pensar que son tumbas, ¡no voy a hacerlo! Porque ya había conseguido alejar un poco el pensamiento de la muerte de mi cabeza.

Vuelvo a mirarle con una leve sonrisa.
-Venía a pedirte una de las palas; vamos a Atlanta a conseguir provisiones, y tendremos que llevar algún arma cuerpo a cuerpo. Por el ruido, y eso.-le explico.

Le sonrío a Carol. No me acordaba de la hija de los Morales.

-Es verdad Carl, invítala a jugar con vosotros.

Veo como los niños se reúnen y me hace acordar de otros tiempos. Le comunico mis pensamientos a esa otra madre que debe entender como me siento.

-Sí, míralos. Pareciera que es un domingo y estamos en una plaza, ¿verdad? Por un momento me gusta jugar a eso, a imaginar que nada de esta pesadilla es real.

Tomo una ramita y la doblo entre mis manos.

-Como si estuviéramos de picnic con Ri...- el nombre se me queda clavado en la garganta, resistente a salir -pero bueno... al menos estos momentos. Por estos momentos vale vivir, ¿verdad? Por estas sonrisas, y por nuestros hijos. Tenemos que ser fuertes por ellos...

Me agrada que el chaval me devuelva el gesto, no entiendo como le pueden reprimir tanto, no armas, no salir y aprender supervivencia, no ver el mundo real? Que pretenden? Si quieren mimarle y que acabe devorado por esas cosas al no poder defenderse o saber reaccionar ante una situación asi, ellos sabrán... Pero un chico con ese potencial no se puede desperdiciar, y no se desperdiciará, al menos no estando yo aqui.

A Daryl le crié practicamente yo, y es completamente autosuficiente. Estoy orgulloso de él, aunque ultimamente debo meterle más caña, pues se me está ablandando.... Incluso me ha plantado cara....

Daryl terminó de diseñar su nueva lanza, por un lado era gorda y fuerte y por el otro tenía una punta afilada, ideal para clavársela en la cabeza a los bastardos de los caminantes.

No estaban mal en aquel campamento y su hermano, pese a que todos le miraban con recelo, parecía tranquilo y contento con aquello. Pero tendría que estar atento, Merle solía joderlo todo con alguna de sus locuras.. 

Sin problemas, llévate las dos si quieres- responde- creo que me tomaré un descanso por ahora. ¿Quienes vais a ir?- pregunta.

Mientras la devuelvas en buen estado, me da igual como este- te responde el viejo- ¿cuando vais a iros, Glenn?- pregunta.

-Perfecto.-me incorporo para coger ambas palas, esperando que al menos eso le detenga de seguir cavando.-Vamos a ir Shane, Daryl, Merle, Glenn, Kevin y yo.-le respondo, y echándome ambas palas sobre un hombro, le tiendo una mano a Jim.-Ven, descansa en el campamento y bebe algo de agua; te vas a deshidratar aquí sudando.-le sonrío. Poco a poco voy deduciendo que lo que le pasa es que está cogiendo algún desorden obsesivo compulsivo para mantener la mente ocupada. Suele pasar.

Jim agarra tu mano y se levanta- si, será lo mejor- te mira, pero viendo que puedes con las palas, no ofrece su ayuda. Tras eso te acompaña de nuevo hacia el campamento, donde se dirige directamente hacia la caravana, para coger algo de agua.

Dejo a Jim en la caravana un poco más tranquila, y vuelvo con el grupo palas al hombro, tendiéndole una a Glenn y quedándome yo con la restante; una por grupo.
-Listo. Habrá que cuidar no perderlas...-suspiro.

Uf. Solo dos palas. Creo que lo que ha hecho Merle es bastante inteligente así que yo también me acerco a Dale.

- ¿Crees que podrías prestarme una a mi? - le pido al hombre, señalando la caja de herramientas.

Sin problemas, Shane- responde Dale. Rebusca y saca un martillo- estaría bien eso de intentar traer bates o algo así. Puede ser mas manejable que un martillo o llave inglesa. Eso si, tráela de vuelta. Los motores no se arreglan solo con las manos.

Viendo como Earlene se alejaba, Kevin no pudo evitar sentir una punzada de tristeza. Aunque ambos se aferraban a la esperanza no habían muchas expectativas de que su búsqueda tuviese un final feliz.

Suspirando se dirigió hacía el grupo que se estaba formando alrededor de la caravana de Dale. Al parecer, todos se esforzaban por conseguir un arma aprovechable de la caja de herramientas del anciano. Por suerte él tenia su fiel rifle de caza. Tal vez no podría disparar con el en la ciudad para no llamar la atención de los caminantes, pero sin embargo su culata le serviría de sobras para defenderse en el cuerpo a cuerpo.

-   ¿Habéis decidido dejar el tema de la expedición para organizar una clase practica de mecanica?- Preguntó con un deje de sana ironía cuando llegó a su lado.

-Gracias Hannah. -dijo mientras cogía la pala que le estaban ofreciendo. -No es lo mejor para defenderse pero algo es algo.

Dirigiendo se ha Dale y poniendo se bien la gorra roja dijo. -Pues ahora que ya tenemos las palas podemos irnos ya. Dale vigila bien el campamento pero sobretodo ir con mucho cuidado...

Y ahora dirigiendo se al grupo. -¿Todos listos entonces?

Pues un cursillo vendría muy bien- responde Dale- al fin y al cabo, los vehículos no se arreglan solo- tras esto, vuelve a mirar a Glenn- no te preocupes. Esta zona estará bien vigilada hasta que volváis, tened cuidado y suerte.

No nos queda otra- responde mientras coloca la última camisa en el tendedero- al fin y al cabo, es lo que nos toca a nosotras- mira hacia el grupo, que se disponía a irse en breves a buscar comida- espero que tengan suerte en su misión. Dios sabe que necesitamos esa comida. La caza no ha sido buena últimamente. 

-Sí, sobre todo espero que estén bien. Quiero ver que todos los que parten vuelven...

Miro a Carl y a Sofia jugar un rato, junto con la otra pequeña. Pienso en el futuro, en cuando crezca. ¿Podrá hacerlo, qué será crecer en un mundo así, qué tal cuando olvide la felicidad... acaso ya no lo está haciendo? Es como un pozo cuyo recuerdos felices e inocentes se van secando.

-Temo por ellos, quisiera poder garantizarles un mundo en el que valga la pena vivir -le comento, mirando a los chiquillos.

-Espero que haya un futuro para todos.

Mis ojos se desvían al suelo y pienso en Rick, ¿qué me diría? Siempre tenía buenos consejos, una forma positiva de ver el mundo.

Bueno... todo se verá mujer- responde- lo importante es que estamos vivos, ¿no?- coge el cesto de la ropa, ahora vacío- voy a llevar esto a la caravana. Vigila a los chicos por mi, ¿puedes?

No os olvidéis de las mochilas- os dice- a no ser que queráis ir con los alimentos en la mano o en bolsas. Os será mas cómodo transportarlo aquí. Por otro lado, se que la prioridad es la comida, pero si hay oportunidad de conseguir alguna que otra arma...- no completa la frase, sabedor de que lo que tenía que decir ya estaba dicho. 

-Sí, vé tranquila.

Le contesto y me quedo mirando a los chicos jugar. Se ven tan en paz, tan felices. Es bueno ser niño, sobre todo porque tienes esa capacidad de vivir solamente el presente, de que el futuro no ocupe un lugar muy grande en tu cabeza. Y esa es una manera de ser feliz.