Partida Rol por web

Esa mujer seguía avanzando por la escalera, algunos de sus movimientos eran antinaturales, parecía como si tuviera algunos huesos rotos pero que eso no importase. Sus ojos inyectados en sangre no dejaban de miraros y en pocos segundos habría alcanzado el último piso.

Recordáis que cuando estuvisteis buscando por ese piso, había un extintor pequeño en uno de los compartimentos. Aparte de la mochila con los objetos personales de alguien y algunas cuerdas que podían servir de amarres en los puertos, no había demasiada cosa ahí arriba.

Aquella mujer deforme puso una mano en el suelo de vuestro piso y empezaba a asomar la cabeza, estaba apunto de llegar.

- Aarón tío, coge el extintor. – comentó alarmado. – Yo mientras voy a intentar ver si puedo hacer algo. – Sin pensárselo dos veces, de haberlo hecho se habría quedado quieto, aprovechó que la mujer reptaba más que andar y que la cabeza de la misma se encontraba a la altura de sus pies, para propinarla una fuerte patada en la cara que la tirara para atrás. Cogió carrerilla, la poca que podía coger en esa estancia, y golpeó con su pierna izquierda la cabeza a modo de balón de futbol.

Samuel toma algo de carrerilla y cuando aquella monstruosidad asomó la cabeza, le propinó un puntapié como si de un balón se tratara. Todo fue muy rápido, sonó un "crac" de huesos romperse y se vio chorros de sangre salir por doquier. La mitad superior de la cabeza de esa mujer voló por los aires y cayó al agua, dejando un reguero de sangre por todo el lateral del barco. El cuerpo de la mujer quedo agarrado unos instantes mas a la escalera, e incluso siguió moviéndose pero, acabó cediendo y cayendo se espaldas, se oyó otro crujido al impactar la espalda de esa mujer en una de las barandillas del piso de abajo. Pudisteis observar como aquella espalda se doblaba casi en un angulo de 90º hacía atrás, luego cayó el resto al agua.

No podíais creer lo que estaba pasando, la adrenalina invadía vuestro cuerpo pero al cabo de unos segundos estabais temblando.. ¿emoción? ¿miedo? Fuera lo que fuera, la situación era surrealista, vuestro cuerpos empezaron a temblar por el impacto de la situación y el shock.

Aarón miraba el desastre que había ocurrido mientras aún sostenía el extintor entre sus manos, al que obviamente ya no necesitaban. Las imágenes se repetían en su cabeza y escuchaba cúan acelerado estaba su pulso. Pero había que echarle cabeza a la situación y ponerse las pilas, si no querían perder los papeles.

- Sé que lo que ha pasado es muy fuerte, Samuel. Pero tenemos que decidir: o seguimos bajando y nos arriesgamos, o volvemos con las chicas e intentamos llegar a puerto con el Pomelo.

¡¡Dios mío, que he hecho!!... La imagen de la cabeza de la mujer desprendiéndose del cuerpo con tanta facilidad se repetía en su mente una y otra vez. – No… no, nnn no era humano eso, ¿verdad?. – preguntó con voz temblorosa a Aarón. Echó dos pasos atrás y se sentó en uno de los sillones. Había matado a una mujer, o por lo menos eso parecía, ya que le costaba hacerse a la idea de que aquello no estaba vivo de verdad. – La he matado… La he matado. – se repetía mientras miraba los restos de sangre que aun quedaban en su zapatilla.

Aarón se acercó apresuradamente hasta Samuel y le sujetó por lo hombros, intentando que le mirara a la cara.

- Escúchame... ¡Escúchame! - le dijo mientras le zarandeaba para que le hiciera caso- No quedaba otra... Además has visto lo mismo que yo... Esa mujer nos hubiera atacado de todas formas. Y si no era una muerta viviente, que entiendo que suene absurdo, como mínimo estaba enferma de cojones y fuera de sí. Así que es hora de pensar Samuel. O nos arriesgamos a seguir bajando o volvemos al Pomelo.

Por el rabillo del ojo podéis ver como el Pomelo se acercaba mucho a vosotros, podíais ver a Julia y a Ana en la cubierta y a Jack en los controles. Al parecer habían visto de lejos algo raro en vuestro barco, pues aquella mujer había dejado un reguero de sangre en todo el lateral y el sonido al impactar en la barandilla y al agua fue bastante delatador y estruendoso.

Continuó unos segundos con la mirada perdida en un punto del suelo, dándole vueltas a lo que había ocurrido instantes atrás. Aarón tenía razón, no era momento de perder la cabeza, esa cosa no estaba viva, si no como se habría desprendido la cabeza con tanta facilidad. – Salgamos de aquí Aarón. No sé qué coño era eso, pero no quiero arriesgare a que haya más como esa cosa por el barco. -  Respondió aun algo tembloroso.

Se levantó de la silla y se acercó a las escaleras para cerciorarse de que nada más se movía por ahí abajo. Fue en ese momento cuando se percató de que Jack se había recuperado y se encontraba a los mandos del Pomelo, algo que tranquilizó bastante a Samuel. – DEBEMOS SALIR DE AQUÍ. – gritó para que le escucharan sus compañeros. – JACK, ¿TENEMOS COMBUSTIBLE SUFICIENTE COMO PARA LLEGAR A TIERRA?. -

El Pomelo poco a poco se acercó hasta quedar tocando al yate, notasteis un pequeño estremecimiento al chocar ambas embarcaciones. Por suerte Jack era un buen capitán y era hábil manejando, así que arrimó el velero al yate por el costado y tuvo el cuidado de poner unas boyas y unos neumáticos para que el choque no fuera dañino para ninguno de los dos cascos.

Ahora que estabais mas cerca podíais ver por un lado como Aaron y Samuel estaban en el ultimo piso del barco. Por otro lado Jack, Ana y Julia estaban en cubierta del Pomelo. A todo esto Samuel gritó:
- JACK, ¿TENEMOS COMBUSTIBLE SUFICIENTE COMO PARA LLEGAR A TIERRA?.
A su vez Jack contesto con una negativa.
- ESTA EL TANQUE VACÍO Y... - dejó de hablar y os hizo unos gestos para que bajarais rápidamente y hablar sin tener que chillar.

- Mierda, Samuel, tenemos que bajar cagando leches para decirles lo que ha ocurrido aquí y planear algo.- dijo Aarón mientras se giraba y se disponía a bajar las escaleras. Mientras iba posando lentamente sus pies sobre los escalones, iba fijándose cuidadosamente en que no hubiera movimientos extraños en las plantas inferiores... No quería toparse con otra visión parecida a la anterior. Sólo pensaba en volver al Pomelo y pensar entre todos una solución... al fin y al cabo, cinco cabezas pensarían mejor que una.

Ahora que podían distinguir que las dos siluetas en lo alto del yate pertenecian a Samuel y Aarón, Ana suspiro con alivio, por un momento había temido lo peor. 

Al ver como sus dos amigos se disponian a bajar, miró a Julia. Creo que ya no tenemos que mojarnos... Esperaremos a que los chicos bajen y nos digan que demonios ha pasado... Impaciente, pues la escena que habían presenciado y toda aquella sangre no podían significar nada bueno, Ana permaneció junto a la barandilla del Pomelo a la espera de ver a los chicos de nuevo en la parte baja del yate.

Permaneció unos instantes callado mirando a Jack… ¿Por qué se habrá callado?, ¿Habrá visto algo?... Asintió con la cabeza al comentario de Aarón y lo siguió. – Pero no sueltes el extintor… Por lo que pueda ocurrir. No me ha gustado la cara de Jack. – respondió mientras bajaban por la escalera. Al igual que su amigo, fue observando todo a su alrededor, no quería nuevas sorpresas en el camino hacia el Pomelo.

 Al acercarse el yate, Julia aguzó la vista nuevamente para comprobar que, efectivamente, aquellos eran sus dos amigos. Terminó asintiendo levemente con la cabeza a las palabras de Ana, mientras se calzaba y abrigaba nuevamente. 

- Me da a mí que estos están también sin combustible - dijo echando un vistazo a la cubierta del yate. - Esperemos que ellos sí puedan contactar por radio -concluyó mascullando casi para sí mientras observaba con más detenimiento la cubierta. 

Una vez bajan Aaron y Samuel, podéis hablar perfectamente pues los cascos de las dos embarcaciones están juntos, aunque cada uno seguís en el mismo barco en el que estabais. Jack os comenta que se ha acabado el combustible, que ir siguiendo al yate este a la deriva ha gastado lo poco que os quedaba y al haberse roto la vela mayor ya habíais gastado mas de lo que se había calculado.

A todo esto os dabais cuenta, tanto por la cara de Jack que por el sonido como la situación de los dos barcos juntos era muy inestable, cualquier mala ola podía hacer que se chocaran y resquebrajar alguna de las dos embarcaciones.

- A ver chicos - dijo Jack serio, mas serio de lo que lo habíais visto nunca en esos días. - La situación es esta, no tenemos combustible en el Pomelo y parece que por alguna razón este barco está abandonado.
Jack hablaba nervioso y con prisa, la situación era insostenible y debía despegarse cuanto antes del yate. Pues algunas olas ya estaban amenazando de desestabilizar el abordaje.
- No estamos muy lejos de la costa, os podéis quedar en este barco y yo intentaré llegar con la vela menor a puerto como pueda, aunque tardaré mucho. Seguramente podréis hacerlo funcionar o tendra equipos de GPS y cosas así para contactar con los guardacost..
Otro movimiento brusco amenazó la estabilidad de los barcos, los cascos hicieron un amago de chocarse.
- Sea lo que sea, hay que decidir ya, no puedo quedarme aquí mucho mas.

- ¡¿Quedarnos en este barco?!. – respondió exaltado al comentario de Jack. Sin duda, la experiencia sufrida momentos antes aun lo mantenía en un ligero estado de Shock. – No podemos quedarnos en este barco. Hay… ha...  ha… - tartamudeó ligeramente, cosa que le ocurría cuando se encontraba muy nervioso. - hay algo raro en él… una mujer con aspecto de zombi, como los de las películas, nos ha atacado, ¿Quién diablos sabe si hay más de esos ahí dentro?. -

- ¡Pensemos fríamente todos! Ahora mismo todos corremos peligro...- exclamó Aarón con prisa.- Lo que ha dicho Samuel es cierto. Una mujer nos ha intentado atacar, y su aspecto no era especialmente normal- explicó ante la mirada incrédula del grupo del Pomelo.- Obviamente, necesitamos hacer tiempo de alguna forma y la única opción es este barco. Si apareciera otra de estas cosas, entre cuatro tendremos más posibilidades de cargárnosla que entre dos. Además, la parte del control está limpia, ya la hemos rastreado, así que es medianamente segura...

Aarón intentaba convencer a sus compañeros de que era mejor buscar una oportunidad de salvarse dentro del barco desconocido que arriesgarse a morir en los próximos cinco minutos.

- Chicas, deberíais pasaros aquí, en serio. Y cuanto antes mejor.