Partida Rol por web

 - ¿Cómo? - cuestionó incrédula ante las palabras de sus amigos. - ¿cargarnos a alguien? ¿zombies? jaja - no pudo evitar soltar una risilla incrédula. -En serio, ¡os está sentando mal el agua de mar! -negó repetidas veces con la cabeza.

-Si nos vamos a mudar al yate...voy a coger algo de abrigo. No tardo nada - Julia desapareció un par de minutos y salió con algunas cosas de abrigo para todos. Después, se situó en el extremo del barco, lindando con el yate y, cuando el oleaje la acercó, extendió el brazo para que la ayudaran a subir a bordo del yate. -¡Allá vamos! - 

A medida que hablabais, la cosa se iba poniendo peor, los barcos empezaban a separarse y cada vez la distancia era mas difícil de salvar. Julia y Ana seguían en el Pomelo, que ya no tenía combustible. Era el momento de decidir, pues seguramente el yate estando a la deriva y el velero casi igual, con una pequeña vela delantera os ibais a separar por un tiempo.

- ¿Pero en serio queréis quedaros en este yate?. – su mirada era de desconcierto total. – ¿No habéis visto volar la cabeza de esa mujer por los aires y caer su cuerpo al mar?, aun tengo restos de sangre suyos en mi zapatilla. – comentó mirando los pequeños rastros de sangre que aun permanecían en su zapatilla. – No sé porque me da que ese bicho no estaba aquí solo. – Miró a Jack, como esperando un poco de ayuda por su lado. – Dime que nos puedes llevar con esa vela a tierra. -

Jack, estaba intentar mantener los dos barcos juntos lo maximo que podía, pero ya se estaban separando demasiado para que el pudiese aguantar un poco con sus brazos.

- Si te digo la verdad, sin la vela mayor no podré navegar - dijo y señalo la pequeña vela de delante, que ahora estaba enrollada - realmente esa vela sirve para estabilizar el barco cuando va muy escorado, os lo dije para que os quedaseis mas tranquilos. Este es mi barco y no pienso abandonarlo, y seguramente tendréis mas suerte en ese, algún guardacostas os verá u os detectarán con los GPS no sé, y además quizá lo conseguís hacer funcionar.

Jack estaba abatido, aunque en esos momentos recordasteis múltiples películas dónde el capitán nunca abandonaba el barco, y al parecer era cierto. Seguramente ese velero era lo que Jack apreciaba mas y no lo iba a dejar solo a la deriva.

- Pues si ese barco no puede navegar, pásate a este, permanezcamos todos juntos al igual que hemos hecho desde el primer día. – No la hacía mucha gracia quedarse en esta embarcación, pero si Jack tenía razón, no tenis sentido seguir en el pomelo, solo lograrían su propia muerte. Tendió la mano a Julia y a Ana para que pasaran al yate y volvió a extenderla una vez había pasado para que Jack les acompañara. – Vamos tío, es un barco, no hagas esto por un simple barco. Aquí hay mazo de pasta, y dudo que sus dueños la echen en falta, te compraré otro. – Sabía de lo cabezón que era su amigo, pero no podía abandonarlo ahí solo.

- Yo creo que hagamos lo que hagamos, deberíamos permanecer todos juntos- dijo Aarón, mirando a sus compañeros mientras esperaban tomar la decisión.- Si vamos en el Sapphire necesitaremos estar juntos por si sale de la nada otra de esas cosas y si vamos en el Pomelo también, para apañárnoslas mejor entre todos.

 Julia se acomodó en el yate y echó un vistazo a las inmediaciones donde apenas quedaba rastro alguno del cadáver del que hablaban sus amigos.

- Quizás podamos llegar a un punto intermedio - meditó unos segundos sobre las alternativas para continuar diciendo-. Si este sitio es peligroso..podemos buscar algo en el yate que nos ayude a hacer navegar al Pomelo, ¿no? Ya sé que no tenemos vela pero...con un poco de combustible ya haríamos... y seguro que este yate tiene algo para emergencias - miró uno a uno a sus compañeros, tratando de adivinar qué pasaba por sus mentes. - Desde luego, dejar a la gente sola no es una opción- concluyó. 

Ana permaneció en silencio mientras sus amigos discutian sobre las posibilidades de acción, las palabras de Aarón y Samuel la habían dejado muda. ¿Zombis? ¿Peligros? Desde luego la idea de pasar al yate no le gustaba nada después de oir lo que había pasado, pero Jack parecía muy seguro en sus palabras y tampoco resultaban demasiado esperanzadoras.

Después de que Julia pasara al yate, Ana miró a Jack con desesperación. No podemos dejarte aquí Jack... no sabes si llegarás a la costa... ven con nosotros, quizás tú puedas hacer funcionar el yate... Pero Jack parecía dispuesto a seguir en el Pomelo, así que se acercó a él y le dio un beso de despedida en la mejilla. Cuidate...

Decidida ya, salto a la cubierta del yate. Una vez allí miró a su alrededor y un escalofrio recorrió su cuerpo. Espero que esto no sea nuestra tumba... 

Ensimismados en la discusión entre los dos barcos, estabais ausentes de lo que pasaba a vuestro alrededor. Jack se calló de golpe y señaló hacía vuestra espalda, quería gritaros decir algo pero las palabras no le salían de la boca, aunque sus ojos mostraban pánico.

Os girasteis de repente y visteis como dos hombres, jóvenes avanzaban hacía vosotros, habían salido de los camarotes del piso de abajo dónde os encontrabais y apenas habían 3 o 4 pasos hasta vuestra posición. Al igual que aquella mujer, tenían la piel pálida con las venas marcadas, manchas de sangre en todo el cuerpo y los ojos salidos e inyectados en sangre. Parecían tener algún tipo de enfermedad o infección extraña. Aquellos dos "seres" avanzaban hacía vosotros con las bocas abiertas y los brazos extendidos como si os quisieran agarrar.

Aarón se encontraba escuchando las impresiones de sus compañeros y miraba a Jack con incredulidad... la probabilidad de llegar a tierra con aquella embarcación sin la vela era bastante baja... De repente vio unos gestos extraños en Jack, como si estuviera señalando. Aarón se giró rápidamente y vio a dos chicos jóvenes en estado putrefacto, casi igual que aquella chica a la que le arrancaron la cabeza. Estaban muy cerca de ellos y, como la barandilla de la cubierta estaba justo detrás de ellos, por lo que no podía escapar hacia atrás, hizo lo primero que se le ocurrió. Cogió el extintor que aún reposaba junto a sus pies y, agarrándolo fuertemente, intento golpear a uno de ellos con él en la garganta, bajo la barbilla.

Aun permanecía con la mano alzada esperando que Jack dejara su cabezonería de lado y se pasara al yate, donde tendría aun una oportunidad de volver a casa. – Vamos tío, ven con nosotros. -  No hubo momento para la respuesta, la cara de Jack lo dijo todo, había problemas. Se giró rápidamente hacia la posición donde parecía mirar su amigo y se dio de bruces con otros dos seres, iguales que la mujer a la que había pateado instantes antes. O carallo!! Más no…  pensó para sí al verlos.

- AL POMELO!! CORRED!!. – gritó a sus amigos. Estaba dispuesto a saltar al otro barco, pero prefirió esperar a que Ana y Julia hubieran pasado, aparte, pudo observar por el rabillo del ojo como Aarón se lanzaba a por ellos… Oh, no… Sin pensárselo dos veces, salió disparado hacia los dos “hombres” para intentar derribar a uno de ellos con una patada en el pecho, no podía dejar a Aarón solo.

Como el resto de sus compañeros, Ana permanecía al lado de la barandilla del yate esperando a que Jack se decidiera a pasar con ellos cuando la cara de éste cambió de repente. Al ver a Jack señalar con cara de terror hacia sus espaldas, Ana se giró lentamente pues aquel gesto no significaba nada bueno.

¡¡Ahhh!! gritó al ver aquellos dos seres acercarse hacia ellos. Antes de que pudiera reaccionar, Aarón y Samuel ya se habían lanzado a por ellos. ¡No chicos! Intentar luchar contra aquellos medio-hombres no le parecía la mejor idea, debían salir de ese yate ya.

¡Hay que salir de aquí! dijo gritándoles, y rápidamente se acercó a ellos e intento tirar del brazo de Aarón, pues parecía tener más problemas con esos seres, para que saltaran al Pomelo. ¡¡Dejadlos!! ¡¡Tenemos que saltar al barco ya!!

  Julia dirigió la mirada hacia el mismo lugar de la de Jack y escrutó durante unos instantes a los dos personajes que se acercaban. - Joooodeeer- exclamó con los ojos abiertos de par en par. Lo cierto es que no le dio mucho tiempo a inspeccionarlos ya que Aarón se lanzó a ellos con gran arrojo.

Al ver la agresividad de su acto, Julia sintió que era el momento de buscar algo para la defensa y husmeó a su alrededor, donde sólo encontró un flotador-salvavidas, atado con cuerdas no muy duras a la barandilla del yate. -Desde luego, es mejor que nada, pensó mientras tanteaba todas las opciones. Ese mismo instante, se apresuró a desatarlo a fin de, al menos, tratar de entretener a esos seres y mantenerlos alejados de sus amigos. 

Aquellos seres se abalanzaron sobre vosotros como si quisieran abrazaros, aunque sus intenciones distaban mucho de ese acto. El que parecía mas alto y corpulento se abalanzó sobre Samuel y el otro sobre Aarón.

Aarón agarró el pequeño extintor y lo quiso empuñar a forma de arma, para ello describió un gran arco con sus brazos para poder golpear con fuerzas, con tan mala suerte que en el retroceso del extintor para coger mas impulso golpeo a Samuel quien se desestabilizó y cayó hacía atrás en el Pomelo, encima de Ana. Al final acabaron los dos tumbados encima de la cubierta del velero, aunque sin hacerse demasiado daño.

Aquel impulso de Samuel cayéndose hizo que las embarcaciones se separarán rápidamente, al estar a la deriva cada vez había mas separación entre ambas.

Por otro lado, la suerte de Aarón fue a peor, pues aparte de darle a Samuel, erró su golpe lo que dio una oportunidad a aquel ser torpe a abalanzarse sobre él, cayendo los dos en la cubierta del yate. Julia consiguió apartarse en el último momento para no ser arrollada por Aarón.

El ser mas alto que se había encarado a Samuel, se lanzó también hacía delante, estrellándose en la cubierta del Pomelo, dando por fin una separación a ambas embarcaciones insalvable.

Estaba totalmente dispuesto a derribar a aquel ser cuando ocurrió algo inesperado. Una mala acción de Aarón lo hizo perder la verticalidad, intentó asirse a algún lugar pero le fue imposible y cayó de espaldas en la cubierta del Pomelo sin poder remediarlo, arrastrando consigo a Ana y cayendo encima de ella. La caída lo había desorientado, así que alzó la cabeza para observar que ocurría a su alrededor, justo cuando vio a uno de los seres caer también en la cubierta del pomelo.

Rodó hacia un lado para quitarse de encima de Ana colocándose justo entre ella y aquel “hombre”. – Ana, retrocede!! Alejémonos de él!!. – comentó bastante alterado mientras miraba hacia ambos lados en busca de algo que poder utilizar para defenderse. En ese momento reparó en la vela. – Jack, si el bicho este se levanta, mueve el mástil horizontal para tirarlo fuera del barco. Ana, no te levantes aun. -