Partida Rol por web

Acabáis de llegar a Midian, y en concreto, a la estación de servicio que hay justo a la entrada del pueblo. Habéis decidido deteneros para comprar víveres y preguntar por donde llegar la famoso Hogar de la Bruja, porque lo que es vosotros, no tenéis ni idea. Solo sabéis que está (o debería estar, mejor dicho) cerca del pueblo.

Para completar vuestro trabajo, quizás debierais preguntar sobre el tema a los habitantes del lugar, que sabéis que no son muchos.

Para vuestra información, son ahora casi las doce del mediodía.

La tarde fue más que entretenida, la visita con Flavia y Gadot al locar donde nos iban a proporcionar protección espiritual fue de los más instructiva e interesante y aunque no noté ninguna diferencia en mi aura en el fondo esperaba de que sirviera de algo si al final nos encontrábamos con algo raro.

A la mañana siguiente y bien pronto preparé todo el manterial de acampada metiéndolo de manera ordenada en el espacioso maletero de mi vehículo.

Mi coche era literalmente una tartana de 4x4. La había comprado hace un par de años de segunda mano y aunque el vendedor me aseguró que lo mejor de toyota era su fiabilidad ya había estrenado la visita al taller. El motor estaba perfecto, pero el resto, una mierda. Aparqué en el punto de encuentro y me dí cuenta que me había adelantado a la hora que habíamos dicho, aún no había nadie del grupo esperando.

-Genial Alex, bueno, por lo menos no podrán tacharte de inpuntual-susurré dentro del coche apagando el contacto y esperando a que los primeros pasajeros hiceran acto de presencia.

Vaya, vaya, vaya, si el nene se sacó el carnet del coche. -comentó dándole un toquecito en la espalda desde atrás del asiento.

Galdot echó un vistazo a la parte de atrás del vehículo, concretamente, al maletero. Allí, junto con el del crío P, se encontraba su equipaje también. 

La tarde anterior había estado con Enara y Alex en la tienda esotérica, habíamos pagado algo según les habíamos comentado que íbamos a investigar un bosque y daba la posibilidad que hubiera algo ahí. La dueña de la tienda era una experta y en seguida nos dijo que debíamos ducharnos con un ungüento que nos preparo al momento, seguramente estaba compuesto sobretodo por algunas plantas y purificado con incienso.

De todas formas también nos dio un par de velas blancas para purificar el campamento y que no nos robaran o intentara acercarse alguien por la noche.

Por lo menos yo me había acostado tarde buscando mas información sobre Miridian sobre la bruja, el bosque y algún pueblo cercano por internet.

Estaba agotada a la mañana siguiente y salude vagamente a Alex con una mano, para mi sorpresa las cámaras resultaron ser bastante ligeras. Ya que estaban Enara y Alex allí bastante pronto les di a cada uno una cámara pequeña con gps.

-estas cámaras se ponen en la oreja y graban lo que estéis viendo, de todas formas voy a encender mi cámara ahora para grabarlo todo, creo que llevo unas cuantas baterías de cámara y otras cuantas baterías portátiles por lo que voy bien armada- dije y añadí-vamos a probar que tan funcionan estas ricuras...-dije encendiendo las camaritas de oreja con un mando.

La tarde anterior me acerqué a casa de mis padres para coger algunas cosas, y tras una fugaz visita volví al trabajo. Investigué en los registros que pude y repasé la información que tenia durante largo rato, dedicando la última parte de la tarde a comprar provisiones para el tiempo que debíamos pasar investigando en Midian.

Al día siguiente me desperté muy temprano, y tras prepararme adecuadamente para andar por el bosque y meter algunas cosas más en el equipaje, me dirigí hacia el lugar de encuentro. Iba pronto, no quería que me pasara como el día anterior, pero para mi sorpresa la mayoría ya se encontraba allí; poniéndose algo en la oreja al parecer.

Deben ser esas cámaras de las que habló la chica.

- Buenos días. – les dije al acercarme, cargada como me encontraba. - ¿Dónde puedo dejar esto? – pregunté al chico, pues era él quien iba a llevar el coche. – Por cierto… - comencé a añadir, algo cohibida. - ¿Cómo os llamáis? Ayer sólo pude escuchar el apellido de algunos de vosotros… 

Realmente no creía en fantasmas ni tampoco brujería. Todo lo espiritual siempre había servido de arma para asesinar personas mediante falsas acusaciones o causar miedo en los demás, ¿cómo alguien con dos dedos de frente podría validar la existencia de algo tan ridículo? En cualquier caso, debía apechugar y aceptar meter las narices en el proyecto si deseaba aprobar la tesis. Quería ser periodista y era consciente de que a veces tocaba cubrir noticias de mierda.

Pese a desagradarle la idea de investigar fantasías, disfrutaba de llegar a la raíz de un inconveniente y prefería cultivarse antes de lanzarse de cabeza. Por eso, la tarde anterior a partir hizo diversas búsquedas en Google, libros y periódicos viejos guardados en la biblioteca. Emily seguro haría lo propio, a la mañana siguiente le intercambiaría información.

Cuando fue a dormir, puso la alarma temprano en pos de asearse al despertar y tener tiempo a la hora de preparar sus maletas. Iría vestido de manera deportiva, llevaría repelente de insectos y víveres personales.

En cuanto amaneció, Bartho siguió la rutina de bañarse y desayunar, luego armó la valija y después de despedirse marchó en taxi a la zona de encuentro. Allí atestiguó la presencia de la camioneta junto a los chicos y acortó distancias hasta poder saludar.
—Buenos días, ¿ya están listos? —preguntó curioso.

Me encontraba sentado en el todoterreno escuchando música antigua. Queen se llamaba el grupo y el tema de We Will Rock You hacía temblar los cristales. El pobre coche ya tenía sus añitos y no lo tenía todo tan apretado como yo quisiera. Golpeaba mis pulgares al ritmo de los tambores cuando vi aparecer dos figuras, eran Enara y Flavia, así que apagué la radio y bajé del coche apoyando mi espalda en uno de los laterales mientras se acercaban.

Una vez casi a mí altura me dirigí a la parte trasera del 4x4, abrí el capó dejando al descubierto una amplia sección donde cabían cómodamente las mochilas y el material de acampada.

Cita:

Ladeé la cabeza mirando a Enara con el ceño fruncido-Pues si, aprobé a la primera teórico y práctico-dije con chulería mirando la mochila que carga sobre sus hombros-Espero que lleves cosas de utilidad ahí dentro Enara, los zapatitos de tacón y el maquillaje sobran a no ser que te quieras ligar a alguna paleta rubia platino mascando una espiga. Te sería mucho más útil un rollo de papel del culo-dije con cierto desdén para luego atender a Flavia cogiendo una de sus mini cámaras-Menuda chulada-dije cogiendo una que me ofreció, me la coloqué en la oreja y miré a Flavia-probando probando ¿Se me escucha?-dije esperando respuesta pero entonces habló la chica nueva que vimos ayer, presentándose.

-Bueno días, la de las cámaras es Flavia y la morena con cara de estreñida es Enara, yo me llamo Alexander, pero puedes llamarme Alex y tu te llamas..- respondí con una leve sonrisa mientras le mostraba el maletero.

-Puedes dejarla aquí, hay mucho espacio, espera que te ayudo-tenía pinta de pesarla mucho el macuto y así era-Vaya, vienes bien cargada, haces bien- afirmé asegurando la mochila al lado de la mía-Podeis id subiendo si queréis-dije a las chicas cuando apareció el último integrante, Bart-Si tío, todo listo, coloca tu mochila en ese hueco que queda y emprendemos camino-le miré sonriente y animado.

Una vez todos dentro arranqué, metí primera y comencé a moverme. Estuve tentado de poner I Want to Break Free, otro temazo, pero pasé, seguro que Enara habría soltado otra de sus chorradas y no me apetecía entrar a la gresca con ella.

Alex empezó a pinchar a Enara aunque el comentario de la paleta rubia platino me pillo desprevenida y puse una expresión algo molesta que desapareció enseguida de mi rostro autoconvenciéndome de que solo era una broma pesada.

Después el chaval se dirigió a mi y a mis minicámaras, cogió una enseguida y se la coloco en la oreja, la tablet a la que estaban conectadas las cámaras vía bluetooh enseño lo que veía desde la oreja de Alex, también reproducía el sonido y en otra pestaña aparecían las coordenadas y un mapa esquemático de la zona donde se encontraba la cámara.

-probando probando ¿se me escucha?-se reprodujo en la tablet segundos mas tarde.

Entonces llego ricitos de oro y saludo, pregunto nuestros nombres a lo que Alex se hizo cargo de las presentaciones:

-puedes llamarme Flash-dije enfocándola con la cámara y añadí dirigiéndome a la misma-aquí tenemos a una estudiante de historia que nos va acompañar en este viaje tan alocado, Señorita Porter, ¿quiere darnos su opinión sobre el tema del proyecto?-

A los pocos minutos llego el ultimo muchacho, no recordaba su nombre, llevaba un chándal que parecía cómodo y no dude en enchufarle también la cámara en cuanto nos subimos al 4x4 de Alex, me gustaba ir en el asiento trasero mirando hacia los asientos de atrás por lo que intente incorporarme para ver a los otros 3 y pregunte:

-¿podéis comentar un poco de la información reunida?-

El chico en seguida me presentó a las demás y a sí mismo, preguntándome por mi nombre. Me había presentado el día anterior en el despacho de West, pero seguramente se había quedado tan descolocado como yo ante el peculiar profesor y no debía haberse quedado con mi nombre.

- Emily, me llamo Emily. – respondí, mientras Alex me indicaba dónde podía guardar las cosas y me ayudaba con mi equipaje. – Gracias. – terminé diciéndole con una tenue sonrisa, antes de que nos dijera que podíamos entrar en el coche.

La chica bajita me decía entonces que podía llamarla Flash, suponiendo que se trataba de algún tipo de mote por la cámara que había visto que colgaba de su cuello. Entonces comenzó a grabarme y a preguntarme, pretendiendo que hablara ante la cámara.

- Eh… ¿E-esto es necesario? No quiero ser una aguafiestas, pero… N-no estoy acostumbrada a que me graben, no sé si sabré hacerlo. – expliqué avergonzada, por la posibilidad de tener que hablar ante la cámara, y por comenzar poniendo pegas. – Además… No estudio historia, estudio sociología. – le hice saber a la chica.

En ese momento llegaba el último de los chicos, quien tras saludar nos preguntó si estábamos listos. Le devolví el saludo justo antes de que Alex le indicara dónde podía meter sus cosas, y acto seguido nos subimos al coche. Flash ocupó la parte delantera, mientras yo me sentaba en la parte de atrás. Cuando la chica preguntó por la información, aún apuntándonos con aquella cámara, dejé que el otro chico fuera quien respondiera.

Todos daban la impresión de estar animados, o al menos casi todos teniendo en cuenta la timidez de Emily. Bartho enseguida notó tal cosa, pero prefirió apegarse a su bajo perfil y en cuanto Alex le indicó dónde dejar la maleta, el alto muchacho accedió a depositarla en el hueco y subió al coche en el asiento libre. Mientras pudiese viajar cómodo, se sentaría en cualquier sitio.

—Por cierto, Emily, no he podido investigar mucho más...
Iba a continuar hablando, no obstante Flavia lo apuntó mediante la cámara y él enarcó la ceja interrumpiéndose. Estaba estudiando periodismo, gozaba de experiencia frente a filmadoras a partir de trabajos prácticos de investigación y reportaje, sin embargo el viaje recién comenzaba, ¿no era pronto para ponerse a hacer eso? Además, la camioneta parecía desposeer conexión USB, ¿cómo cargaría la batería de la máquina? Quizá algún cargador portátil, mas con el tiempo este sería insuficiente.
—Es demasiada información como para ponernos a decirla de manera oral, creo que por esta razón Emily ha fotocopiado algunas páginas —La miró breves segundos antes de centrarse de nuevo en el dispositivo de grabación de imagen—, pero en líneas generales se puede resumir en que hubieron muertes por brujería. El pueblo fue foco de creencias relacionadas a la brujería y enseguida empezaron a usarse esas creencias como arma. Se acusaban mujeres inocentes y después de torturarlas las mataban... Los apellidos importantes son Parker, Gibson y Clemens, así que deberíamos comenzar investigando sus respectivos hogares. Con algo de suerte en los jardines encontraremos esos apellidos escritos en la pared, en algún tablón de madera o tallados en la piedra.
Tras esto suspiró callándose.

Finalmente, os pusisteis en marcha. Os subisteis todos en aquel "precioso" vehículo, y pudisteis comprobar de primera mano que por fuera quizás su aspecto no estaba mal, pero los amortiguadores..... mmmmm..... os regalaba botes continuamente, y el motor sonaba ciertamente a cascajo.

Vamos, que por dentro algunos de vosotros ya estabais calculando cuándo os dejaría tirados.

Pero no fue así y tras varias horas, llegásteis a vuestro destino, presentado por un cartel en el que decía, literal:

"BIENVENIDOS A MIDIAN, EL HOGAR DE LA BRUJA"

En concreto, justo a las afueras del pueblo había una estación de servicio con aspecto bastante cochambroso.

Eran aproximadamente las doce del mediodía en ese momento y no se veía a nadie. Lo mismo podía estar abandonada o no. El pueblo debía estar más adelante, pero el lugar que os interesaba, la zona en donde en teoría residía la bruja... eso no lo sabéis. Únicamente conocéis que se trata de las zonas boscosas que rodean el pueblo. Claro que quizás alguien os pueda ayudar un poco.

Sabía que esa tartana no era para nada cómoda y con esa mierda de amortiguadores creí sentir que se me saltaban los empastes más de una vez. El camino se hizo bastante ameno, compartimos información y conocimientos tanto sobre la zona como lo poco que sabíamos sobre la bruja.

Debido al madrugón llegamos al pueblo a mediodía cuyo primer edificio tras el viejo cartel de bienvenida era una gasolinera hecha polvo que parecía del siglo pasado. Tenía aún gasolina, pero entre que me gustaba tener el depósito lleno y que no teníamos muchas ideas de por dónde empezar quizás ése sería un lugar como cualquier otro para preguntar.

-Mirad podemos aparcar ahí, tengo que echar gasolina y de paso podemos preguntar con más detalle sobre la zona ¿Os parece bien?- pregunté mientras ponía el intermitente y me dirigía al carril de salida hacia la estación de servicio.

El otro chico iba a comentarme qué había podido investigar cuando se vio en la obligación de responder a las preguntas de Flash. Apuntó que se trataba de mucha información, pero hizo un resumen ante la cámara, lo cual me libraba a mí de hacerlo; así que pude respirar tranquila y relajarme un poco.

- He traído la información. – confirmé, ya que el chico había hecho mención a las fotocopias. – Lo de comenzar por las casas me parece bien, aunque supongo que por allí habrá pasado ya mucha gente, no sé si quedará mucho entre lo que buscar. – comenté pensativa.

El trayecto no resulto muy agradable, pues los baches eran numerosos, y dado el sonido del motor del coche comencé a temer que nos dejara tirados en cualquier momento.

Llegamos al pueblo alrededor de las doce del mediodía, siendo una vieja estación de servicio lo primero que nos encontramos tras sobrepasar aquel cartel de bienvenida. No tenía muy claro si estaba aún en funcionamiento, pero Alex sugirió parar para echar gasolina y tratar de informarnos sobre la zona en la que se suponía que había vivido aquella bruja, así que pronto lo descubriríamos.

- De acuerdo. – respondí de forma escueta.

Cuando Alex aparcó, me bajé del coche y puse rumbo a la tienda, queriendo comprobar si había alguien allí.

Gadot se había quedado dormida, pensé que no había dormido demasiado ya que cuando me fui a dormir ella seguía con Bruce en el salón viendo alguna serie.

Me baje de la tartana de Alex intentando no hacer mucho ruido para no despertarla y fui detrás de Ricitos que se dirigía a la tienda para preguntar.

-Espera, te acompaño-le digo y añado-tranquila, entiendo que las cámaras no son del agrado de todo el mundo, no te grabare no te preocupes-

Llegamos al umbral de la puerta y me dispongo abrirla.

Al abrir la puerta os recibe un hombre con aspecto de estar cansado, cabreado o ambas cosas, pero sobre todo, con una mirada de desconfianza.

¿Os habéis perdido, chicos? -os pregunta.

Gadot se hubo dormido en el trayecto, después de ignorar , como siempre, el entrañable y educado comentario de Alex. Sin lugar a dudas, aquel hombrecito nunca cambiaría. ¿Rubias? A ella le gustaban morenas y no platino. 

El caso era que, al despertarse, lo primero que comentó fue:

Lo bien que se anda en zapatillas de deportes y no en tacones como algunos comentan...

Pero, luego, se reincorporó y bajó del vehículo. Se estiró y sacó su bolsa del maletero. A Parker no le diría ni la hora y mira que ella no era de las que se enfadaban con facilidad, pero ... entre que últimamente no conciliaba mucho el sueño debido al pequeño Bruce y algunas charlas con su compañera de piso hasta las noches y series sacadas de Plusdedes ,a eso se le añadía los estudios, Gadot no rendía del todo ; por lo que aquella ''siestecilla'' le vino como anillo al dedo.

Al sacar su mochila, comprobó que todo los materiales estuviesen en sus correspondientes lugares. Odiaba el desorden. Tras ello, un hombre mayor les interrogó.  Dejó que los demás contestasen, pues ella aún estaba desorientada debido al pequeño sueño de Morfeo.