Partida Rol por web

Al ver aparecer aquellas luces me sentí poderoso, como una especie de Gandalf creando luces en medio de la mina enana abandonada, pero a cambio de eso sentí algo extraño en mi interior, como si hubiese desaparecido uba pequeña parte de mi, fruncí el ceño extrañado y sonreí nervioso a Victoria cuando me miró.

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Miré a Enara con una divertida sonrisa-Y de paso metemos a Moquete de por medio- continué desviando la mirada hacia el largo pasillo, al menos ahora con tanta iluminación no había peligro-sigamos adelante- comencé a caminar con cautela cuando de repente un sonido espeluznante llegó a nuestros oídos, me quedé congelado y miré a Enara con ojos interrogantes-¿Has oído eso verdad?-pero no hubo tiempo de respuesta pues una serie de fantasmagóricas manos comenzaron a brotar de las paredes buscando atraparnos-¡La hostia, corred, que no os cojan!-grité echando a correr intentando esquivarlas, pero eran muchas, demasiadas...una alcanzó mi tobillo derecho, era una mano gélida, tanto que dolía, intenté dafarme pero cuando estaba apunto de liberarme, otra mano me sujetó de una muñeca y en rápida sucesión otra mano me agarró de la rodilla izquierda, inmovilizandome, ejercí toda mi fuerza pero era imposible, parecían unas garras de acero-Mierda, ¡Joder! ¡Soltadme!- gritaba desesperado mientras más manos Iván en mi busca.

¿Aspiradora y versión cutre de los cazafantasmas? Sacudió la cabeza con una sonrisa divertida. ¡A saber lo que tendrían en mente! Iba a apoyar el pie en otro paso cuando vio emerger del suelo una mano fantasmagórica justo a tiempo para dar un salto y esquivarla, agachándose para esquivar otra. "Menos mal que tenemos luz para verlas... ¡Seguro que tanto cazafatasmas ha hecho que piensen en algún fantasma!"

Iba animando mentalmente a los demás para que consiguieran avanzar y a su propio cuerpo para que no le fallase a la hora de la verdad.

Y de paso metemos a Moquete de por medio

Enara le guiñó un ojo y prosiguió caminando, pero, sin embargo, un extraño ruido asomó por la estancia y fue, en aquel preciso momento, cuando ,por una vez en la vida, la voz de Parker y la suya se unieron en una sola. 

¿Has oído eso verdad?

Has oído eso, ¿verdad? - y, después, como si de otra película o de un pasaje del terror se tratase, almas perdidas asomaron de entre las paredes intentando agarrar un trozo de carne. Su impetuoso compañero fue atrapado y, pese a que era un ''sálvase quien pueda'', Enara no podía/ni consentía, que uno de los suyos fuera atrapado. No lo iba a dejar, por lo que a sabiendas que le podían desmembrar allí mismo, se giró y corrió en dirección opuesta hasta el desolado pelirrojo-.

Si era cuestión de honor u honra... era otra cuestión, pero lo que tenía claro es que aquel joven no era Jorge ni ninguno de los otros NO presentados, era, junto a Green, los únicos de su equipo. Y, además, Enara intuía que entre el pelirrojo y la rubia genio habían formado un empalagoso color naranja. Así pues, era de elemental que la rubio pollo y el rojo menstruación se salvasen para vivir su bonita historia de amor ... anaranjada.

¡ME CAGO EN LA MAR, LEÑES, AGÁRRATE! -exclamó a los cuatro vientos-,¡rubia, ayúdame o no tendrás Romeo para el postre!

Mientras seguiamos caminando lentamente por el pasillo unas luces aparecieron iluminando toda la estancia aquello fue obra de Parker y aunque interiormente lo agradeci pues aquello hizo que me sintiera algo mas segura ya que ahora podiamos ver perfectamente cada uno de los detalles de aquel pasillo y si venia algo estariamos preparados, tambien hizo que me preocupara aun mas por el hecho que antes o temprano apareceria algo...

Y sin darme tiempo a reaccionar alli estaba... di un grito silencioso y sin poder evitarlo me agarre aun mas a Alma pues un ruido estruendoso sono rompiendo las paredes y haciendo que aparecieran de estas manos y detras de ellas cuerpos translucidos que iban a por nosotros. Empece a correr detras de mis compañeros pero senti como uno de aquellas manos me agarraba por el hombro, notando como su tacto frio congelaba mi piel a su contacto y como si mi piel quemara no se si por el frio o por el susto pero segui corriendo.

Alma no se lo podia creer, aquel lugar parecia sacado de una pesadilla.

Parecia responder a los pensamientos o deseos del grupo, especialmente de Veronica. ¿Estaban soñando?, ¿estaban drogados?, quiza ambas cosas...

Ash era en este momento su ferrea convicción de que seguia atada de algun modo al mundo real, a lo que recordaba del mismo.

Cuando de pronto aquellas manos salieron de las paredes Alma solo pudo emitir un grito desgarrador, esquivo como pudo los dedos languidos y translucidos que intentaban cogerla, y se abrazó a Ash al tiempo que vió como una de esas manos se aferraba a ella de forma violenta.

Alma pudo correr pero no lo hizo, no iba a permitir que a su amiga le pasase nada malo

-¡Sueltala, sueltala hijo de puta!- grito desesperada al tiempo que intentaba golpear la mano espectral, si es que aquello podia ser golpeado...

Las manos aparecieron de la nada, pero no tardaron en agarrarse a "algo".  Parker fue agarrado desde ambos lados por tres manos que cogieron brazos y piernas por distintos puntos, con tanta fuerza que empezó a sentir como si su piel se estuviese abrasando y no muy lejos de él, otra mano agarraba la pierna de Ashley. Al igual que le sucedió a Parker, a pesar de estar fría al tacto, segundos más tarde se sentía como si quemara.

Verónica, Enara, Luna, Gutiérrez, Green y Alma, por su parte, fueron lo suficientemente rápidos como para esquivarlas, pero se dieron cuenta de que el resto del grupo estaba atrapado por ellas.

De repente en la oscuridad surgen las luces creadas por otro compañero, pero yo no soy capaz de hacer aparecer un hacha.... quizás solo se pueda alterar el entorno y no crear algo de la nada...

Al surgir los brazos de las paredes sobre Ash y Parker me apresuro a golpear a los brazos de parker para que este pueda escaparse de su presa, Ash sabe pelear y podra liberarse de uno.

!Ash golpea en la muñeca!

Aquellas manos habían pasado de ser gélidas a convertirse en abrasadoras-¡AH! ¡joder quema, esas jodidas manos me están quemando!-exclamé mientras notaba como el calor aumentaba de forma alarmante sobre mi piel, dentro de nada comenzaría a oler a pollo frito si no conseguía zafarme. Por suerte vino Enara a la carrera evitando las fantasmagóricas manos intentando ayudarme a escapar de aquezas zarpas muertas y con ella la acompañaba Verónica.

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En otra situación hace tan sólo unas horas, la habría mirado ceñudo y le habría soltado una grosería de las mías, pero la chica se estaba jugando la vida por ayudarme y la correspondí con una minúscula sonrisa de agradecimiento cubierta por un dolor lacerante en tobillos y muñecas.

-Vamos joder ¡SOLTADME MANOS DE MIERDA!-grité a pleno pulmón mientras aplicaba toda mi fuerza como si quisiera arrancar las manos de cuajo, como si fueran una mala hierba que arrancase a pulso del suelo-Ahhhhh ¡que puto dolor!-apreté los dientes hasta que noté chirriar los dientes, tenía que soltarme ya mismo o la quemadura comenzaría a atravesar la piel capa por capa hasta el hueso.

Parecia que los unicos que habiamos tenido la mala suerte de haber sido agarrados por aquellas cosas habiamos sido el pelirojo del otro grupo y yo; Alma despues de proferir un grito desgarrador vino enseguida a ayudarme intentando golpear aquella cosa que me habia agarrado del tobillo y no me dejaba avanzar mientras le gritaba que me soltara, era una gran amiga no como Jorge que habia decidido que su unica ayuda seria gritarme que golpeara a aquella cosa en la muñeca.

De verdad Jorge!! - le grite enfadada mientras intentaba zafarme de aquellas cosas Son intangibles le señale la obviedad pues Alma estaba intentando golpear a aquellas cosas y no lo conseguia.

Pero claro!! el debia ser el protector del grupo pero NO de todo el grupo!! debia protegernos a nosotras antes que a aquellos nuevos que habian llegado de la universidad, en serio?? mi querido y admirado profesor no podia haber enviado a otro grupo antes que nosotros y mientras pensaba en todo aquello note como el tacto frio de la mano se convertia en quemadura en contacto con mi piel y al oir gritar al otro chico que le dolia yo no pude mas que gritar con él.
-Quema!!

Sentia como la marca de aquella mano se quedaria grabada para el resto de mi vida en mi piel y que si seguia alli iba a ser bien corta o por lo menos posiblemente me quedara sin pieran y no pudiera andar y tuviera que ser arrastrada y no queria ser arrastrada por Jorge, no despues de que fuera en ayuda de Alex y aunque era verdad que lo necesitaba mas que yo la rabia que sentia por dentro quemaba mas que aquella mano en mi piel.

!Confía en tu voluntad de luchar, eres es mas fuerte que la casa! Si nuestra voluntad afecta a la casa de distintos modos, unos crean luces, otros puertas la de Ash es lo suficientemente fuerte como para imponerse a la casa en la lucha contra esas manos y espero que mi voluntad también lo sea.

Las manos no se soltaban. No importa con cuanta fuerza las golpeaseis, no soltaban ni a Parker ni a Ashley. Parecía que no era cuestión de fuerza nada más, porque sin duda, los golpes que había recibido por parte de Jorge y los demás habrían acabado con cualquiera de ellas.

Lo peor era que a cada segundo que pasaba, el frío se iba extendiendo por todo vuestro cuerpo, como si... os desvanecieseis poco a poco.

Ya sabía cómo se sentía, no le hacía ninguna gracia volver a experimentarlo de nuevo... Pero no le quedaba más remedio. -Dejad de actuar como si fuese el mundo real- no miraba a nadie en particular, tenía la mirada fija en las manos fantasmales que agarraban a sus amigos. No parpadeaba y le empezaban a escocer los ojos, pero aun así no se rindió. Iba tomando forma en su mente que aquellas manos no eran más que formas creadas con papel higiénico lo suficientemente frágil como para romperse de un tirón.

El frio lentamente pero irrefrenable iba subiendo por mi pierna quemando mis nervios a su paso, Jorge me dijo algo que no entendi y Veronica algo que parecia tener mas sentido... tanto que me quede pensando en ello.
-Alma deja de luchar - le dije intentando tranquilizarme y dejando de combatir a aquellas cosas, simplemente y aunque me doliera como si mi alma muriera con ello, me deje abrazar por aquellas cosas pensando en ellas como simples manos que solo querian abrazarnos y transmitirnos todo su cariño.

Intente controlar mi respiracion y relajarme lo maximo posible, incluso cerre los ojos. Veronica habia dicho que dejaramos de actuar como si fuera el mundo real y en el mundo real yo o cualquiera de nosotros solo se le ocurriria luchar contra aquellas cosas y era eso precisamente lo que no debiamos hacer, asi que espere que aquello funcionara pues sino estaria perdida.

-UFFFF, AGG, JODER-seguía apretando los dientes para no ponerme a llorar como un bebe y por suerte escuché las palabra de Verónica.

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-Vale, vale, valevalevale, si, vamos concentración-me dije a mí mismo, intenté aislar el dolor lo máximo posible y pensé en que aquellas manos se desvanecían con la misma facilidad con la que habían aparecido, al igual que conseguí que aquellas luces apareciesen-Sois una puta nube, el humo de un cigarro, el pedo de una pulga, no estáis no existís-repetí las palabras una y otra vez convenciéndome de ello, dejé de hacer fuerza y de luchar, me quedé quieto y respirando profundamente entre quejidos de dolor, lo repetí como si fuera un mantra.

-No existís, sois humo, una nube que se disipa con el viento, desapareced...-recé esperando a que aquellas manos fantasmales se esfumasen.

La imaginación de Verónica fue suficiente para que las manos se deshacieran en trozos más pequeños, que cayeron al suelo, dejando libres por fin a Alma y a Parker y en cuanto cayeron al suelo, todas ellas se transformaron en humo, fruto del pensamiento de Parker.

Todos pudisteis, por fin respirar tranquilos.

Verónica os mira, satisfechos, pero a los pocos segundos, vuelve a sentirse como si la muerte se acercara a ella. Era un dolor centrado en ninguna parte en concreto, pero que le recorría todo el cuerpo.

Tras recuperar un poco el aliento, seguisteis por el pasillo y llegasteis a la puerta del final. Temerosos de lo que pudierais encontraros, abristeis la puerta... y entrasteis, no en otra sala, sino en un cementerio.