Partida Rol por web

-Procedamos en el mismo orden en que veníamos- les digo- Manteneos alerta, y ante el más mínimo movimiento... ¡Zas!- indico un seco movimiento de mi brazo un ataque- A por ellos sin miramientos.

Indico a Cheetara que proceda.

-Después de ti- la agarro del brazo, y me acerco un poco- Ante el más mínimo atisbo de mutantes, avisa, no sigas tú sola, que acudiremos a ayudarte.

Leon-O no vió necesario decir nada a lo que planearon sus amigos, una vez atravesaron la entrada de la cueva y comenzaron a caminar por las entrañas de aquel peligroso volcán. Leon-O arrugaba la nariz por los olores que desprendían el azufre y otro minerales, mientras caminaba junto a Tigro y Pantro , lo que le ayudó escuchar las palabras de Pantro sobre los poderes de Amanecer ,y pensó en lo que se le había ocurrido un momento antes.

Tigro tiene razón en lo que dice, yo aún sigo alucinado por lo que hace la Espada del Augurio, pero desde luego que sus poderes no son lo que me preocupa de Amanecer, solo espero estar equivocado o nos meteremos en un buen lío pensó preocupádamente mientras seguían al otro grupo una vez que Cheetara y Felina hubieron decidido lo que harían.

Las miró y asintió con la cabeza, hasta allí todo había ido bien y el plan de organizarse en grupos seguía inalterable. Ellas dos encabezarían la escalada y recibirían el apoyo de los más fuertes, aunque menos veloces y ágiles, si las cosas se torcían. Era vital que un segundo grupo apoyara a un primero desde el exterior en caso de una emboscada.

Tigro contempló los alrededores conforme avanzaban. A pesar del pestilente olor a huevos podridos por el sulfuro de las entrañas del volcán, todo parecía tranquilo. Por suerte para ellos, pues dado su escaso número, el único factor con el que contaban era el de la sorpresa. Procurando andar sin levantar demasiado polvillo y sofocando algún estornudo, llegaron finalmente a la zona que debían escalar.

- Parece que no tenemos más camino que este - dice Tigro evaluando la altura, ante el comentario de Amanecer. Asiste en silencio a lo que Felina dice y aunque no desea contradecirla, lo cual hará que la situación entre ambos pueda ser más tensa si le malinterpreta, interviene -. Felina, Cheetara, esperad. Dejad que sea yo quien suba primero. Si no hay peligro, tenderé mi látigo para que la súbida os sea más fácil y cómoda a todos. Si detectara algo de movimiento o peligro, os advertiría y siempre podría hacerme invisible a ojos extraños pasando desapercibido.

-Tigro, yo me quedare el ultimo y te ayudare desde aqui abajo para que todos puedan subir a ese agujero. Que pongan sus patas en mis garras y que se agarren fuerte a tu latigo. Los impulsare hacia arriba y el esfuerzo tuyo sera menor -le indico a Tigro mientras me aproximo al agujero -Ten cuidado mientras estas ahi arriba tu solo.

Me vuelvo a mirar al resto del grupo, mientras entrelazo mis garras a modo de escalon y hago el gesto de impulsar hacia arriba -Si veis bien que Tigro suba y entre los dos os ayudemos a subir rapido y sin esfuerzo perfecto. Si no, no importa, me quedare el ultimo y cuidare de que por este lado no tengamos contratiempos.

Sí, es buena idea... Asiente Cheetara ante la propuesta de Tigro y Pantro. Ve con cuidado. Le susurra a su compañero antes de que éste empiece a escalar por la pared. Espera preparada para ser la siguiente, y una vez Tigro se encuentra arriba, la mujer se impulsa con la ayuda de Pantro y empieza a subir ayudándose con el látigo que su compañero sujeta.

Tras llegar a ese obstáculo, Snarf confiado sale después de Cheetara.

-Dejádmelo a mí.He estado preprarándome toda mi vida para esta escalada.....- se sube su panza con sus patitas y empieza a andar decidido hacia a aquel muro.Se sube basicamente a las manos de pantro y salta para comenzar a escalar torpemente el muro.Finalmente, con todo su sudor y esfuerzo añadiendo algún que otro resbalón, llega arriba arrastrándose poco a poco por el suelo y quedándose allí sin moverse, cogiendo el aire mientras sus compañeros subían.

-C-creo......que......aún....no......estaba.......preparado.......meeow....- se coloca boca arriba con las cuatro patas extendidas.

Espero a mi turno, y comienzo a ascender por el látigo de Tigro. Creo que preferiría haberlo hecho por la pared, pues el látigo se me resbala ligeramente de las manos, mientras que mis garras sí que se afianzan con seguridad en la pared. Pero no quería decírselo a Tigro por no ofenderlo, ya que no lo decía por no ayudarme de su látigo, sino porque las cuerdas y yo no nos llevamos bien...

Trato de subir poco a poco, y no me puedo creer que me esté costando más incluso que a Snarf. Puede que sea síntoma de la debilidad por no haber comido mucho desde que despertamos... O simplemente, porque aún no estoy acostumbrada al cuerpo que tengo ahora...

Menos Leon-O, Pantro, Felino y Amanecer, todos comienzan a trepar por la pared, que tiene buenos asideros y no resulta tan díficil escalarla, al menos, es lo que le parece a Tigro, quien llega al agujero casi sin haberse despeinado para encontrarse grende a un túnel por el que va a tener que pasar a gatas, aunque por suerte no tendrá más de cuatro metros de largo.

Snarf, al que le pesa un poquillo la cola, le cuesta un poquito más pero consigue trepar entre algún que otro sonido de queja que ya resultaría raro no escuchar saliendo de su boca. El día que permanezca mucho rato sin quejarse por nada, seguramente, todo el mundo sabrá que está enfermo.

Felina, a media altura, pierde el equilibrio cuando casi estaba arriba y cae junto con unas cuantas piedras al suelo. Por suerte, Leon-O parece darse cuenta y reaccionar a tiempo, y con un ágil salto se coloca bajo ella cogiéndola en brazos y evitando que sus huesos terminen en el suelo.

Por su parte, Cheetara no tiene tanta suerte y ella sí que termina sentada en el suelo recubierto con ese polvillo amarillo y con un fuerte dolor en sus posaderas.

Amanecer os mira y mira con cara de preocupación a las que se han caído, para luego colocar su bastón a la espalda y tratar de subir, aunque sabía que seguramente ella tampoco lo haría demasiado bien. Por suerte, se caer cuando aún casi ni había comenzado a subir y no se lastima demasiado. Lejos de darse por vencida lo vuelve a intentar. Esta vez llega un poco más arriba, pero acaba de nuevo con las escamas en el suelo, mientras suspira y se vuelve a poner en pie. 

- Me parece que voy a necesssitar todo un día para poder ssssubir.. - Murmura para sí misma.

Vuelve a intentarlo por tercera vez pero esta vez el golpe es mucho mayor y se queda sentada en el suelo, conteniendo las lágrimas, ya que no quiere mostrase débil.

Leon-O se quedó observando cómo sus compañeros alteraban el metodo de marcha y no dijo nada, sabedor de que era mejor hacer caso a la sabiduría de Tigro. De esta manera, miró cómo poco a poco estos comenzaban a subir por la pared en dirección a la pequeña fisura que se asemejaba a un túnel, y observó todos sus movimientos para intentar ver las zonas más seguras en las que apoyarse en su escalada cuando le tocara el turno.

-Venga chicos, con cuidado, no tenemos prisa... se quedó a media frase cuando vió que Felina perdía pie y abrió los ojos de par en par, en el momento en el que las piedras bajo ella cedieron precipitándola al vacío.

Con una agilidad que no hubiera esperado se lanzó a intentar alcanzarla antes de que se golpeara contra el suelo, mientras que por el rabillo del ojo veía caer también a Cheetara, maldiciendo por no poder ayudar a las dos.

Colocándose bajo Felina en un abrir y cerrar de ojos, la agarró en brazos en el último momento, evitando que su compañera se golpeara contra el suelo.

-¿Estás bien? Le preguntó mirándola fíjamente a los ojos y totálmente abstraido. Pero en una fracción de segundo recordó lo sucedido a Cheetara y girando la cabeza con miedo en esa dirección, comprobó que ella no había podido librarse del golpe, de modo que dejando a Felina corrió a ver como se encontraba mientras sentía como se volvía ruborizar ¡Cheetara! ¿Cómo te encuentras? Al llegar a ella oye un golpe... y mira hacia atrás sólo para ver caer a Amanecer en su segunda caida... y luego la tercera.

Dios, esto va a ser complicado Piensa al darse cuenta de que todavía tiene que subir él.

Continuaba abajo esperando a que mis compañeros pudieran subir, Cuidado cheetara vi como resbalaba, tranquila afianza los pies...la verdad que yo no tenia mucha confianza, siempre me habia considerado mas agil que fuerte pero tenia que hacerlo, debia subir por mis compañeros...vamos chicos esto es una montañita de nada...

- Bien hecho, Snarf - le dice Tigro al agotado compañero que resuella con la panza apuntando al techo de la gruta. Después se asoma, pare ver caer uno tras otro a sus restantes camaradas y a Amanecer. Tigro recoge el látigo, lo limpia y lo vuelve a tender -. Sujetaos bien. Yo tiraré al mismo tiempo que subáis, pero hacedlo con cuidado.

Leon-O se acercó a la pared, y se frotó las manos en sus piernas, calentándolas y preparándolas para el ascenso. Ya había visto lo que había ocurrido y esperaba hacerlo mejor, pero la duda lo atenazó momentaneamente. Cuando vio el látigo de Tigro colgando para ayudarlos a subir, toda inseguridad se disolvió ante la visión del apoyo de su compañero, y se dispuso a acometer la tarea.

-Parece que esto no va a ser tan fácil como parecía. dijo, dando un pequeño salto hacia la pared para encaramarse a ella y comenzar a trepar. ¡Allá voy Tigro! le avisó a su amigo desde abajo, para que se preparara y comenzó con su ascenso, poniendo toda su atención en lo que estaba haciendo con el fín de no caer y hacerse daño.

Cuando me caí, sentí vergüenza por mi torpeza, pero al recogerme Leon-O en brazos, ell rubor que sentí no sabía si era más por la caída o por haberme visto en los brazos de mi amigo...

"¿Pero qué estás pensando, idiota?" me digo, aún más avergonzada. "Ve a ver cómo está Cheetara".

-¿Estáis bien?- les pregunto a Cheetara y a Amanecer- Yo he tenido algo más de suerte... Creo que toca volver a intentarlo. Amanecer, si al final crees que no vas a poder, espera a la última, y quizás te podamos izar si te atas el látigo de Tigro a la cintura. ¿Te parece bien? Aunque me temo que el privilegio de ser la más inútil va a recaer en mí...- pienso, mientras trato de trepar...

Vuelvo a intentarlo...

Pero no lo consigo...

Cheetara, dolorida se levanta del suelo. Su trasero le duele, pero no es nada comparado con su orgullo.

Mira a Leon-O con los ojos teñidos de tristeza. Intenta disimular el desengaño que acaba de sentir, darse cuenta como no hizo ningún intento de ayudarla, pero sí corrió en pos de Felina.

A ella, la que cuando tenía pesadillas siempre estaba consolándole. Con disimulo se seca una lágrima que empezaba a asomar y un suspiro de alivio por no ser el centro de atención sale de sus labios. Entonces mira hacia arriba y asiente a Tigro, esta vez lo tiene que conseguir. Les demostrará a los Thundercats quién es Cheetara.

Se coge al látigo y haciendo fuerza con sus patas traseras consigue subir sin mayor problema.

-Venga chicos...arriba....podeis hacerlo -dice Pantro mientras empuja a todos para intentar que consigan trepar hasta la abertura -!Fantastico Leon-O! -dice cuando ve como escala su lider la pared y llega junto a Tigro y Snarf.

Al ver caer a Amanecer, Felina y Cheetara se preocupa un poco, pero ellas se levantan rapidamente, solo unos pocos rasguños -Chicas, esperad un poco y recobrar fuerzas, volveremos a intentarlo y lo conseguireis, no os preocupeis.

Mientras que esta pendiente de todos, uno de sus ojos no pierde de vista el tunel por el que han llegado hasta alli. Mientras que este despejado por ese lado no habra problema.....

Gracias a la ayuda de Pantro y a la buena idea de Tigro, todos conseguís acabar arriba, incluso Felina, a la que al final el propio Pantro ha tenido que llevar a la espalda debido a que la muchacha no hacía nada más que resbalarse, incluso Amanecer quien mira de reojo hacia abajo resoplando ha conseguido subir más intacta de lo que esperaba.

El camino ahora estaba bastante claro, sólo podíais avanzar por el huecod e la pared y encima tendeíais que hacerlo todos a gatas menos snarf. Por lo que amanecer ya os había comentado, al otro lado ya se encontraba el interior del volcán y con ello, los mutantes.

Snarf, ya descansado de su duro trabajo (aunque vio que algunos de sus compañeros no estaban mucho más en forma que el, siguió con el camino hacia el interior del volcán, donde residían los temibles y odiados mutantes.Avanzaban por diversos tramos, algunos estrechos, donde sus compañeros tenían que ir a gatas.

-Meoow....parece que esto de ser pequeño tiene sus ventajas....- dice avanzando comodamente mientras ve como sus compañeros s emanchan las manos.

- Calla y avanza o morderé tu gordo culo, Snarf - gruñe Tigro ante la dificultad de su avance -. Aunque dudo que sea una buena idea. Anda, Snarf, tú que puedes, adelántate y mira qué nos espera ahí delante. Mejor estar preparados de antemano.

-Meoww.....ya va, ya va.....- dice fanfarrón y con tono cansado.Adelanta a sus compañeros poniéndose por delante.Sigue avanzando pero se pone a cuatro patas para poder correr y así avanzar más rápido.Mientras tanto se puede escuchar a lo lejos las quejas que suelta el viejo Snarf hacia sí mismo, como siempre, odiaba el trabajo.