Partida Rol por web

Tiempos Convulsos en Diez Ciudades

1. Trolls a las Puertas

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14/12/2019, 13:18
Narrador

Con sombríos pensamientos dando vueltas en tu cabeza, saliste de la casa de Najda. Afortunadamente no te encontraste con ningún guardia pidiéndote explicaciones del allanamiento: todos estaban demasiado ocupados ayudando en lo que podían después del ataque de los trolls de hielo. Con las manos en los bolsillos, te dirigiste al Descanso de Kelvin, donde Wido y el recién liberado Hengar ya estaban dando cuando de una pinta de cerveza cada uno. Lilandra y Nahyeeda llegaron poco después, con sus tres acompañantes de la caravana y una mujer morena que reconociste como una sacerdotisa local de Lathander.

 

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14/12/2019, 13:20
Narrador

Hengar suspiró de alivio y te palmeó la espalda como un hombre: es decir, amenazando con partirte la caja torácica en dos. Más animado, te acompañó hasta el Descanso de Kelvin, donde habías quedado con Ramiel y, aunque lo habías olvidado, con Lilandra también. Lo cierto es que tardaron en llegar, de modo que mientras esperabas, vaciaste un par de pintas de cerveza a cargo de Hengar. Ya volvías a estar ligeramente achispado cuando apareció Ramiel, y después Lilandra y Nahyeeda, junto con las tres personas que acompañaban a la sacerdotisa en la caravana así como una mujer morena que no conocías de nada.

 

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14/12/2019, 22:21
Wido Cuervo Blanco

Lo último que necesitaba Wido esa tarde era más alcohol corriendo por sus venas, pero el desgraciado de Hengar había decidido que tenían que beber para celebrar su liberación. O puede que fuera el propio Wido el que había decidido ir a emborracharse. Eso era algo que ni Wido ni Hengar recordaban. ¿Y cómo recordarlo si estaban borrachos como cubas?

¡Llegaron desde el este

arrastrándose y sin aliento,

una hoguera inmensa ardiente

y un camposanto sangriento!

Hengar y Wido cantaban una canción sinsentido, abrazados por encima del hombro con una mano y sujetando una jarra de cerveza con la otra, mientras bailaban sobre una de las mesas desparramando sus bebidas y bajo atenta mirada del preocupado mesonero que a punto estaba de llamar a la guardia. Y entonces llegó Ramiel.

¡Ramiel! - Gritó el nombre del recién llegado. - ¡Ese es mi ami- hip, amigo!

Wido saltó de encima de la mesa, tropezó con una silla y acabó desparramado por el suelo. No así su cerveza, pues pese a la aparatosa caída y la brecha sangrante de su frente, logró mantener la horizontalidad de la jarra. Aquel tortazo hubiera dejado cao a cualquiera, pero no a un norteño borracho. Wido se puso en pie con una sonrisa, se limpió con la manga la sangre que cubría su frente y sus ojos y se acercó a Ramiel esgrimiendo una carcajada y amenazando con uno de aquellos hostiles abrazos del norte.

¡Jajaja! - Reía alegre y estruendosamente. - ¡El jodido Ramiel! ¡Hip! ¡Este hijo de perra, es un tronchamozas! ¡ No conozco hombre alguno que haya estado con más mujeres! - Y llegó el temido abrazo y los terribles manotazos en la espalda. - ¡Y sin contar las de pago! - Río abundante y desagradablemente. - ¡Te invito a una cerveza! ¡Paga, hip, Hengar! ¡Jajaja!

 

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15/12/2019, 13:25
Ramiel Gardeniere

Ramiel estaba ya demasiado mayor para estas cosas, había dejado atrás las juergas, las correrías con mujeres, las fiestas llenas de alcohol y también había dejado atrás las fechorías. Ver a Wido así de feliz debería ponerlo contento por su amigo, habían rescatado a Hengar y le habían salvado la vida, es normal que lo estuvieran celebrando; pero no estaba para tonterías cuando no sabía lo que le había pasado a su ayudante. Aún así, le rio las gracias a su amigo y se sentó en la mesa, tratando de pensar en la manera de exponer de la mejor forma posible el peligro en el que podía estar metida Nadja.

-No, creo que no beberé, Wido -comentó, sonriendo-. De hecho, necesito vuestra ayuda.

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15/12/2019, 21:30
Wido Cuervo Blanco

Ramiel estaba raro. Que no quisiera beber le indicaba a Wido que debía estar enfermo. Algo de barriga posiblemente. Eso era una mala noticia. Muy mala de hecho, porque había mucho que celebrar y Wido quería hacerlo con sus buenos amigos Hengar y Ramiel, sus dos putos mejores amigos. Los quería. ¡Joder como los quería!

Pero algo le pasa a Ramiel. Algo que sin duda estropearía la fiesta. Tenía muchos motivos para celebrar. Tenían que celebrar el reencuentro de viejos amigos, tenían que celebrar la liberación de Hengar, tenían que celebrar que Tempus estaba contento con ellos por la victoria a te los trolls de hielo y lo más importante, tenían que celebrar que estaban vivos. Ese último motivo era suficiente para coger una buena borrachera, pero parecía que no iba a suceder.

Algo preocupaba a Ramiel. Algo que podía no ser un simple dolor de barriga. ¿Y si le había pasado algo grave? ¡Parecía que a todo el mundo le pasaban cosas malas últimamente y era él quien tenía que ayudar a todo el puto mundo! Pero a Ramiel no podía decirle que no. 

¿Qué te pasa Rami? - Preguntó afligido por la más que probable cancelación de borrachera. - Ya tengo lista de espera... - Gruñó.

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16/12/2019, 17:12
Lilandra

Lilandra entró al Descanso casi inmediatamente detrás de Ramiel, de hecho a punto estuvo de correr para alcanzarlo antes de que entrara, pero el hecho de no estar sola y de ser ahora una representante de Lathander en Byrn Shander la hizo mantener el decoro.

Cuando había entrado a la posada unas horas antes el lugar parecía tranquilo, varios mercaderes desayunando y sólo un par de borrachines tranquilos que probablemente aún no terminaban la noche. Ahora el lugar era caótico y el mérito era sólo de una persona, Wido. Verlo caer al suelo le trajo recuerdos de su primera noche juntos, donde el alcohol fluía libre en celebración por una batalla. Esa noche ella también había bebido y habían terminado enredados, por sus encuentros posteriores Lil había creido que el Wido borracho que había conocido esa primera noche era la excepción. Sin embargo, su comportamiento actual y el de la mañana quizá quizá demostraban que el Wido sobrio era la fachada. Se encogió de hombros internamente, no era asunto suyo aunque le doliera ver a quien consideraba un amigo en un estado tan lamentable a esas horas del mediodía.

Le costó un poco tomar coraje para acercarse a la mesa, y cuando lo hizo se dirigió a sus acompañantes - Trish, consigue una mesa por favor, yo me uniré a vosotros más tarde, Mishann, Nahyeeda, si quereis acompañarme a hablar con los "caballeros" sereis más que bienvenidas, si no es así las entenderé. - sin esperar respuesta se acercó a la mesa, la respuesta de Ramiel le provocó un cierto alivio al tiempo que la preocupó, y también la alivió ver que Wido parecía bajar los decibeles en cuanto notó la preocupación de su amigo.

- ¿Se puede? - preguntó mientras señalaba una silla libre en la mesa, más si alguna de las mujeres la habían acompañado.

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16/12/2019, 18:14
Wido Cuervo Blanco

¡Lilandra! - Exclamó. - ¡Claro, siéntate! - Le dijo en un elevado tono de voz que denotaba su lamentable estado. - Aquí, el bueno de Ramiel iba a contarme algo. - Miró con cierta lascivia a las mujeres que acompañaban a Lilandra. Aunque hacia tan solo un rato había combatido al lado de Nahyeeda, no recordaba haberlo hecho y la otra muchacha, a la otra no la conocía de nada.  ¿Quién... quienes son las... tus acompañan-hip... tes? - Se esforzó en centrar la mirada sobre ellas. Meneó la cabeza y se dio un tortazo. - ¿Qué mierda lleva ésto? - Miró a su jarra de cerveza. - ¡Es fuerte en Byrn Shander!

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16/12/2019, 21:20
Lilandra

Lilandra sonrió y señaló primero a la genasi - Ya conoces a Nahyeeda, la has visto quemar trolls en la entrada, y ella... - dijo mirando a la morena - es Mishann, sacerdotisa de Lathander, como yo. - dijo esperando que Wido recordase lo que eso significaba - Ellos son Wido, - dijo señalando al bárbaro - Ramiel - señaló ahora al espadachín, - y... os toca presentar a vuestro compañero. 

Lilandra esperó a que le presentaran al otro bárbaro para sentarse, y una vez las tres acomodadas en la silla se encaró con el espadachín - ¿En que podemos ayudarte Ramiel? - ellas también solicitarían ayuda de los hombres, pero lo justo sería que escucharan primero a quien ya había declarado su necesidad.

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17/12/2019, 08:00
Ramiel Gardeniere

Ramiel se rascó la oreja, un poco intimidado por la presencia de tanta gente en la mesa. De repente, eran más de dos las personas que iban a escucharle pedir ayuda. Y no, la verdad, no quería hablar delante de tanta gente, porque si algo había aprendido era a no fiarse de nadie a quién no conociera. De hecho, tampoco podía fiarse de Wido y de su lengua larga, así que iba a tener que medir las palabras para no meterse en más problemas todavía.

-Bien, pues... -carraspeó antes de hablar, pensando en cómo exponer el problema sin exponerse a más problemas. A decir verdad, no podía hablar de todo el problema allí, delante de medio Bryn Shander, que estaría poniendo la oreja sobre su mesa. Miró alrededor, quizá deberían buscar un lugar más discreto. Tuvo que irse obligatoriamente por las ramas y bajó la voz-. Mi amigo Shafaqat tiene problemas. Es un buen hombre, tiene su herbolario a un par de calles de mi academia, es de Calimsham. Lo visitaron unos tipos de mal vivir hace unos días y ahora su... -volvió a bajar la voz y le hizo un guiño a Lilandra, esperando que entendiera, porque Wido claramente no lo haría- su ayudante ha desaparecido. Teme que sus últimas acciones hayan puesto en peligro a la muchacha. Y ya sabéis que no soporto que haya una... chica en peligro. 

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17/12/2019, 12:00
Wido Cuervo Blanco

¡Vaya! - Exclamó el bárbaro. Nunca tanta gente le había pedido ayuda antes. La enana, Hengar y Ramiel.  ¡Sólo faltaba que Lilandra tampoco supiera arreglar sola sus propios asuntos! - Él es Hengar. Un buen amigo. - Le dijo a Lilandra. - ¿Y... Cuanto crees que nos puede-hip llevar- hip eso? - Le preguntó a Ramiel.

Se le estaban acumulando las mierdas de otros. Wido era un buen tipo. Le gustaba ayudar a otros en sus cosas, sobre todo si implicaba contentar a Tempus con la forma en la que tenía que ayudar y de todas, la misión que le proponía Hengar era la más propicia en ese sentido. Todavía le quedaba una espina clavada por el hecho de no poder ayudar a la enana y ahora aquello... Esperaba que la respuesta de Ramiel fuera satisfactoria y pudiera hacer las dos cosas. Buscar a esa joven y matar a la bruja de hielo.

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17/12/2019, 14:09
Lilandra

Lilandra asintió y respondió en el mismo tono - Si la ayudante de tu "amigo" ha desaparecido puedes contar conmigo para buscarla, nosotras también tenemos un favor que pediros pero si hay una vida en peligro inmediato tiene prioridad. - palmeó la mano del hombre que la había ayudado cuando más lo necesitaba y que había abierto su camino en el mundo en más de un sentido. - Por cierto , -  le dijo recordando algo - te suena de algo "El Flaco", no se por qué cuando escuche el apodo hoy por la mañana pensé en ti.

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18/12/2019, 12:08
Ramiel Gardeniere

Ramiel se sintió aliviado de que Lilandra comprendiera todo lo que había querido decir. ¡Por fin alguien con capacidad para las sutilezas! Estaba a punto de agradecerselo cuando la sacerdotisa volvió a tomar la palabra y Ramiel se enderezó en la silla como si le hubiesen clavado un cuchillo en las costillas. El mismo cuchillo que él había clavado en las costillas de alguien hacia menos de un día. "Mierda". Apretó los dientes, intentando que su palidez no se notase demasiado. La mención del nombre lo puso enfermo de inmediato, recordándole todos los errores que había cometido y la razón por la que, posiblemente, Nadja no estaba en su casa.

-¿Tan delgado me ves, Lilandra? -comentó, despreocupado, con la sonrisa canalla de siempre, pero que no le llegaba a los ojos-. A lo mejor necesito comer un poco más, la verdad es que estoy endeudado hasta las cejas y todo lo que gano va para mi academia. Quizá... -hizo una pausa, totalmente a conciencia, interpretando su papel de travieso seductor-, quizá quieras inspeccionar si estoy desnutrido o algo por el estilo.

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18/12/2019, 13:36
Lilandra

Lil notó la palidez de Ramiel ante la mención del apodo, y intento de ocultar su desasosiego detrás de una desfachatez que era casi creible. La joven sonrió y palmenó su mano, y negó con la cabeza - Quizá hace un año hubiera aceptado tu propuesta, mis votos me lo impiden ahora. - se encogió de hombros al tiempo que alzaba las manos delante suyo en un fingido gesto de impotencia.

Su sonrisa se congeló y apoyó suavemente una mano en el esternon del hombre - Sin embargo si tengo que revisar como estás sanando del golpe del Troll, pero nos acompañará al menos Mishann para asegurar que nada impropio suceda entre nosotros. - Buscó con la mirada a Ogden, si sus compañeros confirmaban lo llamaría  - Tengo una habitación reservada en el Descanso, sugiero que vayamos ahora, le pediré al maese Barballams que nos suba el almuerzo. - Miró a la genasi y al bárbaro - Quizá Nahyeeda y Wido quieran acompañarnos, de paso podremos ponernos al día con nuestras vidas.

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18/12/2019, 14:42
Wido Cuervo Blanco

Muchos nombres y muchas caras que no conocía. Lilandra parecía hablar en clave. ¿"El Flaco"? Sin duda Ramiel parecía encajar bien en aquella descripción, aunque eso no ayudaba a Wido a comprender de que carajo estaba hablando. ¿Le había pedido ayuda a Ramiel? Lilandra había dicho que ella también necesitaba algo de ellos, pero no lo había llegado a pedir. Al menos que Wido lo hubiera oído.

No digo que no... - Intervino el bárbaro. - Puede que lo hayas comentado, pero... hip... ¿Has dicho que necesitabas algo de nosotros, eh?

- Creo que ha dicho eso sí... - Dijo entonces Hengar. - Pero creo que lo quiere pedir arriba... sin oídos curiosos. - Le susurró. 

- Entiendo... - Dijo el norteño mirando fijamente a la sacerdotisa. - ¿Hengar también está invitado? - Le preguntó a ella.

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18/12/2019, 15:56
Lilandra

Lilandra devolvió la mirada a Wido, miró a Hengar y sonrió, y volvió a mirar a Wido - Si es tu amigo y Ramiel no tiene inconvenientes, está invitado. - luego miró a Ramiel interrogadoramente, después de todo era él quien había querido hablar lejos de testigos y ella no podía responder por el compañero de Wido... tampoco por Wido en ese estado para el caso, pero lejos de la sala al menos no podía irse de boca. 

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19/12/2019, 07:23
Ramiel Gardeniere

Eran todos extranjeros. No tenía ni idea de quién era esa Mishann, pero tanto los bárbaros, como Lilandra como Nayheeda eran de fuera de la ciudad. El problema había sido el nombre. Sabía perfectamente que Lilandra no tenía relación con alguien de la calaña del Flaco, pero si lo había mencionado, había sido por algo. ¿Y por qué lo relacionaba con él? Ramiel tragó saliva, notó que empezaba a sudar y decidió que tenía que hacer alto y dejarse de tonterías. La vida de Nadja podía estar en peligro. Se puso en pie.

-Perfecto, pues vamos. Claro, Hengar puede venir -dijo mirando a los dos bárbaros-. Porque, de hecho, me debe una, igual que a ti. Además, así seremos tres parejas, no habrá nadie solo -comentó, guiñando un ojo, esta vez en dirección a la hechicera de fuego. Era muy susceptible y no había nada que le gustase más a Ramiel que una mujer de chispa fácil-. Tú dirás, Lilandra.

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19/12/2019, 10:45
Lilandra

Lilandra hizo girar los ojos al cielo y luego clavó una mirada fulminante en el espadachín - Ramiel, querido amigo, deja de hacerte ilusiones. Cuidaré tus heridas y almorzaremos, hablaremos del pasado y conversaremos sobre el presente, nada más. Vuelve a insistir con lo de las parejas y te examinaré en esta mesa, Lathander es claro en lo que pide a sus sacerdotisas, respétalo.- su mirada no denotaba enojo, pero era severa y distante, la que correspondía a una representante de su religión retando a un niño por un pecado menor.

Dicho esto se paró e hizo una seña al tabernero - Maese Barballamas, podríais indicarme alguna de las habitaciones que he reservado, y luego subir un almuerzo para seis, yo cubriré los gastos.

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20/12/2019, 15:03
Mishann

La mujer morena que acompañaba a Lilandra resultó no ser la doncella timorata que uno esperaría de una sacerdotisa de Lathander, y rió el comentario de Ramiel y carraspeó diplomáticamente ante la severidad de la respuesta de Lilandra.

—Bueno, no todas las sacerdotisas estamos preparadas para el sacrificio que supone adoptar el voto de castidad estricto —aclaró con una chispa en los ojos: ¿diversión o algo más?—. Lilandra es sin duda una santa devota, no me extraña que Lathander la haya elegido a ella para traer la luz del sol a estas tierras abandonadas al frío y fundar aquí su iglesia.

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20/12/2019, 15:11
Narrador

A Nahyeeda, en cambio, no le hizo tanta gracia la insinuación de Ramiel y frunció el ceño y se cruzó de brazos. Para deleite del maestro de esgrima, ese gesto hizo que los escasos senos de la genasí de fuego quedaran resaltados.

El propietario de la taberna, un enano llamado Ogden Barballamas, atendió la petición de Lilandra a regañadientes, como si os estuviera haciendo un favor en vez de, simplemente, hacer su trabajo. Plantó la llave en la palma de la lathanderita con un gesto brusco, y apunto estuvo de mandaros a tomar viento fresco.

Estaba claro que el trato con el cliente no era el punto fuerte del señor Barballamas, pero si el Descanso de Kelvin era popular entre los caravaneros de paso era, aparte de por la gran variedad de bebidas alcohólicas para quitarse el frío del camino, por la comodidad y calidez de sus habitaciones, libres de ratas por la media docena de gatos que deambulaban por todo el edificio.

Se trataba de una estancia cubierta por completo de madera, con alfombras gruesas. Había un par de camas hechas y baúles a sus pies para guardar la ropa. La habitación estaba dominada por una chimenea, que ardía con un fuego bajo, y estaba decorada con muestras de artesanía enana.

Allí podrían hablar en privado de sus planes.

Por aclarar: en la habitación estáis los tres, Hengar, Mishann y Nahyeeda.

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21/12/2019, 10:04
Wido Cuervo Blanco

Lo primero que hizo Wido fue buscar un balde con agua. Se desvistió de torso para arriba mostrando sus múltiples cicatrices y sus fuertes y fibrados abdominales, pectoral y brazos. Entonces se lanzó el agua fría sobre la cabeza. Abrió la boca de par en par mientras meneaba la cabeza como un perro de lado a lado para secarse de alguna forma y luego buscó una toalla que no encontró. Se secó con su camisa interior y luego la puso a secar sobre uno de los baúles. Entonces se puso por encima la ropa de abrigo. Aquello, que en teoría le tenía que haber servido para despejar la mente solo le valió para coger frío.

Bueno... - Dijo con cara agria. - Muchos son los asuntos que nos han propuesto. - Comentó. - La enana de la cumbre de Kelvin, la amenaza de la bruja de hielo... - Miró a Hengar. - La desaparición de la ayudante de Ramiel... - Miró entonces a su viejo amigo. - Y lo que tengas tú entre manos, Lilandra... ¿Quién empieza? - Porque estaba claro que no tenía que ser Wido el que abriera el debate sobre sus futuros pasos.