Partida Rol por web

Tiempos de Guerra

Capitulo I

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06/08/2014, 20:15
Udokal
- Tiradas (1)
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07/08/2014, 00:26
Kalen

De camino al cuarto, y más que nada para evitar salir a la desesperada por el fuego, hizo caso a la advertencia de la mujer solitaria que resultó ser una maga. El factor magia era algo a tener en cuenta, y matarlos no resultaba fácil, pero tampoco imposible.

Pasado el fogonazo de luz, todavía en el umbral de la puerta, se detuvo ante el chirriante grito de la Naiss. Se frotó la nuca en un gesto que solía delatar que iba a hacer algo poco común en él, y por el resoplido que dio a continuación no estaba contento consigo mismo.

"La lluvia me está ablandando".

- Déjame echarle un vistazo; y no grites que ya estamos todos despiertos -dijo sin verla-. Por cierto... -Miró a Mamawe que ya estaba en el umbral de la habitación que compartían, mientras que él permanecía de rodillas para examinar la gravedad de la herida-, ¿después de toda esta chapuza y nadie viene a ver qué pasa?

Su tono habitual era tranquilo, posiblemente pausado, muy diferente de la vivaracha gritona que estaba a su lado. Por eso tuvo que elevar ligeramente la voz para que, a parte de su compañera, el resto también fuera partícipe de aquel detalle. Ahora quedaba comprobar si corría prisa en atender aquella herida o, mientras indicaba a la pequeña mujer lo que podía ir haciendo, aprovechaba para ponerse la armadura.

- Misteriosos encapuchados, secuestro, ni un alma para verificar lo que sucede... Ni siquiera el lisonjero del "posadero guión Alcalde" -compartió su reflexión casi de manera ausente.

"Sólo quería pasar una noche alejado de la lluvia.¡Hay que joderse!".

.

Notas de juego

En principio es comprobar que Phey no se está desangrando, porque está pensando en colocarse la armadura. Si es limpiar la herida y mantener un paño en la zona que se encargue la chillona. Si es más ya tiene que echar mano al botiquín, que no es un Sanador.

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07/08/2014, 13:41

Ahora que veis mejor a los encapuchados, veis que estos llevan túnicas rojas, pero este color rojo es, como podéis apreciar debido a la sangre, en su mayoría reseca ya (vamos que no es reciente)

Tapan sus rostros con mascaras con el mismo color rojo, producto de la sangre.

Phey respira, aunque sigue inconsciente. El golpe en la cabeza ha sido fuerte, pero no parece nada grave (si bien, en otra ocasión que queráis un diagnostico mas preciso que lo examine alguien con conocimiento en sanar / curar)

 

 

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07/08/2014, 14:34
Keloa

Keloa tras comprobar que Udokal se encuentra bien, regresa a su habitación a vestirse apropiadamente con la armadura de Pieles, no por que le averguence su desnudez, si no por que parece que no es seguro dormir allí y mejor estar preparada. Apenas si les dirige la mirada al inconsciente Phey, ahora rodeado por Pazzo y otro pequeño humano.

Eso si, su mirada se detiene mucho mas en Mamawe al pasar junto a ella. La mira desde arriba, aprovechándose de su estatura, una mirada muy fría. 

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07/08/2014, 16:19
Kalen

Una mirada rápida descartó que hubiera gravedad. No iba a desangrarse, así que había tiempo de hacer cosas más importantes.

- El golpe ha sido fuerte, pero no parece muy grave. No lo muevas, ve a por un paño limpio y tapona la herida -dijo mientras le echaba un vistazo rápido-. Si nadie se ofrece voluntario espera a que me ponga la armadura y regrese a examinarlo mejor. No creo que ésto haya sido todo... -Miró al fin a la Naiss y con un gesto de cabeza se refirió a los atacantes.

Sin dilación fue hacia su cuarto no sin antes dejar que la O'Shar, con todos sus atributos al desnudo, se apartara de su camino. No tenía tiempo ni para pensar que aquellos grandes pechos podrían usarse para asfixiar a un incauto.

- Voy a ponerme la armadura -habló con Mamawe quien había descubierto el rostro de un encapuchado-. ¿Eso es sangre reseca? -Así le pareció, pero ella estaba más cerca para comprobarlo.

No perdió más tiempo y entró, directo a vestirse y acomodarse la armadura con ligereza. Cuando terminara intentaría echar un vistazo por la ventana, como si tenía que acercar una de las camas para facilitar observar si era un accidente aislado o habían más en el exterior.

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07/08/2014, 16:40
Kalen
Sólo para el director

Notas de juego

Por si tiene que echarse a correr, y no le da tiempo de recoger su equipo, ésto es lo que lleva encima:

- armadura
- armas
- bolsas de dinero (y esta vez ambas entre su ropa y armadura)
- cinto pociones

El resto está en la mochila, que tampoco pesa mucho así que podría salir corriendo con ella si hiciera falta. La tienda de compaña y demás cosas pesadas o incómodas pues por lógica no se pararía a recogerlas si tiene que salir por patas.

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07/08/2014, 18:33
Udokal

Sin saber como una potente luz que salía de las manos de la mujer inundó el pasillo, Udokal temió que fuera otro ataque e instintivamente se preparó para golpear a la mujer con lo que tenía a mano: el colchón. Pero al cesar la luz las llamas habían desaparecido y se dio cuenta que tan solo estaba ayudando, de eso y de que era una maga. Durante su vida en la tribu tan solo había conocido a los chamanes, pero de un tiempo a esta parte otras personas con diferentes poderes se habían cruzado en su camino: Hanne la sacerdotisa que los había curado de sus heridas, aquellos magos que acompañaban al ejército de los dragones y que habían destruido el grueso muro de piedra de la colonia sin ningún esfuerzo. Eran gente poderosa.

-Gracias. Dijo en el idioma común. Sin más se volvió hacia Pazzo que seguía gritando en el pasillo, le habló en su propio idioma. ¿Tu estás bien? ¿Te golpearon? Ya no volverán a hacer más daño, después nos encargaremos del que sigue vivo.  Se agachó y recogió a Phey del suelo. El forastero que les había ayudado en la pelea parecía que se marchaba a dormir, no quiso dejar que se fuera sin agradecerle su intervención. Gracias por ayudar amiga. Dijo en el idioma común. Lo llevo a nuestra habitación, será mejor dormir juntos. Udokal seguía en máxima alerta, no pensaba confiarse tan solo porque habían matado a aquellos mequetrefes, quizás había más. Creo que vivirá. Le dijo a Pazzo para animarla, no parecía una herida demasiado grave, claro que para Udokal pocas lo eran.

Entró el la habitación siguiendo a Keloa y depositó a Phey en la única cama que aún conservaba su colchón intacto. Dejó sitio para que Pazzo se acercara a cuidar de su herida y se volvió hacia la puerta.

-Ahora vuelvo.

Salió de la habitación y regresó junto al atacante inconsciente y sin ninguna delicadeza lo cogió de un tobillo y comenzó a arrastrarlo hacia su habitación. Se cruzó con Mamawe, parecía lista para combatir pero allí ya no había más enemigos, al menos de momento, hubiera resultado curioso verla luchar, pero aquella no había sido su pelea y no tenía porqué meterse, Udokal respetaba eso. Siguió su camino, entró de nuevo en la habitación y arrojó sin ningún miramiento al rufián en un rincón. Rebuscó entre sus cosas y sacó un trozo grande de cuerda, la usó para atarlo, quería asegurarse de que no se iba a ir a ningún sitio. Después decidirían lo que hacer con él, ahora tenía cosas más importantes que hacer. Volvió a salir y recogió el colchón algo chamuscado que había dejado en el pasillo, lo colocó nuevamente en la cama dejando el lado en mejor estado para arriba.

-Puedes dormir aquí pequeña Pazzo. Dijo señalando la cama.

Todo parecía tranquilo, quizás demasiado para su gusto. Keloa se ponía su armadura de pieles y él decidió hacer lo mismo, todavía no volvería a acostarse, tenía alguna cosa que hacer antes.

-Bajaré con Keloa, nos aseguraremos que no hay más hombres de estos en la posada o en los alrededores. ¿Necesitas algo para Phey?

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07/08/2014, 18:39
Pazzo

Aun sollozando, Pazzo se limpió con la manga el moco que empezaba a colgarle. No dejaba de pensar en el destello de luz que hizo esa mujer con un gesto tan sencillo. Se preguntaba si era una bruja o una maga, buena o mala y mil cosas más. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el chico moreno que salió antes al pasillo y mató a uno de sus atacantes.

Al principio tuvo el impulso de proteger a Phey, no conocía a ese hombre y no se fiaba de él. Luego se tranquilizó al saber que los dos O´Shars estaban ahí y si hacía un mal movimiento, acabarían con él enseguida. Además, nadie parecía interesado en acercarse y ayudarla. ¿Cómo era posible aquello? Se trataba de un hijo de Ihvist, siempre la gente los apreciaba y los respetaba. ¿Delante de qué gente se encontraba? Un escalofrío le recorrió el cuerpo.

- No confió en ese hombre, dijo casi ausente, en el posadero alcalde. Me pareció sospechoso desde el momento que lo he visto. No me sorprendería si nos enteramos de que está detrás de todo esto, y si no, algo tiene que ver con ello.

La respiración de Phey parecía constante y, si no fuera por las circunstancias, cualquiera estaría pensando que estaba durmiendo. Miró su herida con más tranquilidad y ya no le daba la impresión de que fuera algo grave. Debajo de la piel machacada y sangrante se alzaba un redondo chichón, pero no había ningún hueso roto.

- ¿Yo? preguntó sorprendida a Udokal casi sin acordarse de los golpes que había recibido. Sí, solo me duele un poco. ¡Ten cuidado! dijo cuando cogió en sus fuertes brazos a Phey. Sí, sí, vivirá... Voy a por algo para limpiar sus heridas.

Salió al pasillo y pasó al lado de los encapuchados

- ¡Pero qué…? Se llevó las manos ensangrentadas a la boca y fue más grande la sorpresa que el cuidado de no mancharse más. Se agachó para ver mejor sus ropas y confirmó las palabras del moreno. ¡Sí, es sangre! Hay manchas sobre manchas… Parecen carniceros, pero… pero… ¿de hombres? abrió los ojos al máximo, estupefacta ¿Iban a sacrificar a Phey? ¡Claro! ¡Es un guerrero sagrado! No creo que hay nadie más puro que él en estas habitaciones… se cruzó de brazos, sin ofender, ¿eh? solo digo mi opinión.

Entró en su cuarto, miró a su alrededor un rato y al final cogió la funda de la almohada. Iba a llevarse unas de sus prendas que aun estaban empapadas de agua, pero ya no tenía ningún aprecio a ese lugar como para cuidar sus cosas. Cogió también una jarra de agua que había y salió al pasillo. Antes de atender a Phey, se acercó al encapuchado que aplastó Udokal hace unos momentos y quitó con la mano dolorida, el cuchillo que le había clavado. Lo limpió de sangre sobre su manga y, con un gesto menos ágil que de costumbre, lo guardó entre sus ropas. Se acercó a Phey, le quitó con un dedo el flequillo que le cubría la frente y le inclinó la cabeza para que la herida quedara a la vista. Con cuidado empezó a echar agua en pequeños chorros hasta que se quitó toda la sangre que había. Le tapó la herida con la funda de la almohada y se quedó ahí, sentada a su lado, presionando la herida.

- Gracias, Udokal, pero ya no tengo sueño. Además, no pienso dejarlo solo. Creo que de momento no necesito nada. Tened cuidado ahí abajo, miró a los dos O´Shars. En su voz se notaba preocupación sincera.

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08/08/2014, 10:07
Phey Stern

La cabeza no para. Aún inconsciente, y con una brecha en la frente, los pensamientos de Phey están junto a la persona más importante en su vida. Ha cuidado de ella en múltiples ocasiones, y es su tesoro más preciado en este mundo. Mientras su mente viaja por el mundo de los sueños, sus labios pronuncian el nombre de la más hermosa...

Ha... Hanne... nggg...

Y su gesto de sobreesfuerzo se vuelve a relajar. Sus pensamientos se suavizan y sus labios se sellan. Aquella había sido la única palabra que Phey quería añadir.

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09/08/2014, 02:31
Ophelia

Ophelia parpadeó varias veces. Ella no había podido permitirse el lujo de cerrar los ojos. Había resistido el efecto de su propio conjuro, pero vería chispas delante de sus ojos durante un buen rato.

Se frotó los ojos para quitarse las legañas y reprimió un bostezo. La interrupción del sueño no le sentaba nada bien a su mente.

La chiquilla estaba ocupándose del joven herido, y en opinión de Ophelia, no estaba cometiendo ningún error, así que la dejó con él y se acercó a examinar los cadáveres. Como bien habían notado, llevaban las túnicas y máscaras completamente cubiertas por una desagradable costra de sangre. Su procedencia podía ser animal o, a tenor de lo que había sucedido momentos antes, humana.

En cualquier caso, la imaginería: largas túnicas uniformadas, ocultamiento de la identidad mediante la utilización de máscaras, uso de la sangre de forma aparentemente ritual, parecía propia de un culto. Uno desagradable. Incluso la elección del Hijo de Ivhist, aunque era posible que hubiera sido al azar entre los que descansaban en solitario, apuntaba en esa misma dirección.

—Sois todos viajeros, ¿verdad? —inquirió a los presentes, levantando la mirada de los cadáveres—. ¿Habéis visto antes algo así en vuestros caminos?

Notas de juego

¿Puedo intentar reconocer algo sobre los enmascarados con alguna tirada de saber?

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09/08/2014, 18:36

Los enmascarados, debajo de la ensangrentada túnica llevan ropas sencillas, propias de campesinos, las botas están llenas de barro. No estáis seguros pero no parecen ser ninguno de los que estaban en la posada cuando llegasteis. 

Solo iban armados con las porras y con unos cuchillos, estos últimos con apariencia de herramienta mas que de un arma.

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09/08/2014, 20:30
Kalen

Reflexionó unos segundos, mientras se ponía la armadura, sobre lo incómodo que se sentía al recibir un agradecimiento. Todo lo que había hecho en su vida estaba regido por órdenes y dos opciones: obedecerlas o morir. Había asentido levemente, casi imperceptible, algo retardado por lo inesperado. Le dio igual que se llevara al hombre herido en volandas; Phey se llamaba, difícil de olvidar con aquellos gritos agudos de la pequeña mujer.

Una vez puesta la armadura...

.

Notas de juego

Night... dejo la omnipresencia para los Dioses, así que cuando Kalen se ponga la armadura y eche un vistazo por la ventana me avisas. Poco más puede hacer ahora. 

Otra cosa, estoy de acuerdo con la maga: ¿nos suena de algo?

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10/08/2014, 16:21

Para cuando Kalen acaba de embutirse en su armadura, Phey empieza a recobrar la consciencia, con un terrible dolor de cabeza. Kalen al mirar por la ventana ves que el pueblo esta sumido en la oscuridad propia de la noche. No se ven luces por ninguna parte.

Notas de juego

Nunca habéis oido de un culto ni nada parecido a este. Recordar que estáis en los llamados Reinos Civilizados de Velkania. Aquí las únicas religiones que se permiten son las derivadas del Panteon de la Luz y el Panteon de la Vida.

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10/08/2014, 19:39
Udokal

Udokal se ajustó bien su armadura de pieles, aún seguía mojada, aunque el calor había hecho que se secara en parte, no importaba ahora, debía ponérsela pues no sabía si se encontrarían con más atacantes.

-Cierra la puerta, la llave está allí.

Udokal señaló el rincón donde estaban sus cosas, ellos no cerraban nunca la puerta pero en aquella situación era mejor que Pazzo lo hiciera, Udokal no sabía muy bien quienes estaban en las otras habitaciones y si iban a bajar y echar un vistazo a los alrededores de la posada estaría más tranquilo sabiendo que nadie molestaría a Pazzo mientras estaban fuera. En aquellos momentos Phey comenzó a murmurar algo y Udokal no pudo evitar negar con la cabeza.

-Parece que el golpe no lo mejoró mucho. Dijo bromeando al escuchar que seguía obsesionado con aquel caballo. Cuando estés lista. Le dijo a Keloa mientras se acercaba a la puerta.

La mujer de la magia estaba observando a los atacantes muertos, parecía tener curiosidad por ellos.

-No. Respondió seco a su pregunta. Y si ver más, matarlos.

Eso es lo que pensaba hacer, como viera más tipejos de aquellos en la posada o las cercanías no pensaba dejar ninguno con vida.

Notas de juego

Pues cuando la Señorita Keloa esté preparada y Pazzo haya cerrado la puerta, Udokal baja al piso principal.

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11/08/2014, 10:12
Phey Stern

¿Matarlos? ¿Matar a quién?-se sobresaltó-Ouch... mi cabeza... Es como si me la hubiese pisado un dragón.

Miró a su alrededor. Aquella no era su habitación.

Esta no es mi habitación.

Sí, eso ya lo he dicho yo. Hay que estar más atentos.

Recuerdo haber cantado. Y ahora el dolor de cabeza... Pazzo, ¿echasteis alcohol en mi copa?

Resaca, eso explicaría muchas cosas. Y estaba medio desnudo, aunque recordaba haberse quitado la ropa él mismo y haberla tendido a secar en su cuarto, así que eso no era culpa de Pazzo.

Como broma ha sido graciosa. No lo volváis a hacer, pero ha sido graciosa. Espera, volvamos a empezar. ¿Matarlos? ¿Qué ha pasado? ¡Pazzo! ¡Estás herida!

Phey lleva la mano instintivamente hacia el pecho de la Naiss, pero se para a tiempo, antes de tocarlo. Se lo piensa mejor y redirige los dedos en torno al moratón del brazo, un poco por debajo de la herida.

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11/08/2014, 18:07

Notas de juego

Para que podáis avanzar un poco mas. 

Keloa sale vestida con su armadura de Pieles y totalmente preparada. (Por si quieres bajar a explorar la planta de abajo)

Recordar eso sí, que todo esta a oscuras. Habeis apagado la antorcha que estaba incendiando la posada. Vamos, en estos momentos, la cosa esta bastante oscura. En vuestras habitaciones puede haber alguna vela, que esten o no encendidas lo dejo a vuestro criterio.

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11/08/2014, 19:52
Udokal

Mientras esperaban a que Pazzo se encerrara Phey pareció espabilarse, aunque espabilado no era la mejor palabra para definir su estado.

-Pazzo bien, tu atacado, golpe cabeza. Nosotros Matar a hombres malos. Quedar aquí, buscar más enemigos abajo. Udokal señaló al hombre al que había tirado y atado en un rincón de la habitación. Ese vivo.

Udokal creyó haberle resumido casi a la perfección todo lo que había pasado, al menos dentro del limitado vocabulario que manejaba. De todas formas ya se encargaría Pazzo de contarle todos los detalles, de eso estaba seguro.

-Cerrar puerta.

Con Keloa lista para la acción había llegado el momento de asegurarse que no había más enemigos por allí.

Notas de juego

Se podría volver a encender la antorcha? Si no bajo a oscuras. Keloa delante que es la exploradora XDXDXD

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11/08/2014, 19:57
Kalen

Nada fuera de lugar se apreciaba desde aquella pequeña ventana. Todo estaba a oscuras, incluso el interior de la posada, así que prendió la vela sobre el candelero que estaba encima de la mesilla de noche y rebuscó en sus cosas para encontrar la linterna sorda.

"Pero, ¿dónde está el posadero? Tuvo que oírlo", o eso creía. Lo cierto es que ya tenía su armadura puesta, estaba alerta y provisto de luz. En el pasillo aún estaban los cadáveres que habían compartido su sangre para crear aquel abstracto en las paredes: "sangre y muerte", sería el título de la obra.

- Presiento que dormiremos tranquilos cuando salgamos de este pueblucho de mierda -comentó a su compañera mientras dejaba la vela a un lado, en el suelo. Los O'Shar estaban en el pasillo, dispuestos a todo con sus pieles y armas en mano.

- Antes de bajar -fue diciendo despacio sabedor de que no entendían bien-, podemos hacer hablar al prisionero -Hizo un ligero movimiento de cabeza hacia la puerta donde estaba-. Podemos saber qué pasa. Si hay más, cuántos y dónde.

Miró a la maga que parecía intentar averiguar quiénes eran los atacantes, o más concretamente a qué dichoso grupo de locos pertenecía. Ya era mayorcita como para andar diciendo que estuviera atenta, que se preparase. La situación hablaba por sí sola.

- Mientras... puedo acercarme a escuchar -Señaló la escalera y luego llevó el dedo a su oído.

Si los O'Shaar estaban de acuerdo con ser cautos aprovecharía el suave toque de luz de la vela para acercarse a la escalera y, desde lo más cerca posible, escuchar qué sucedía abajo. ¿Cuántas veces tuvo que ser paciente? Demasiadas, pero seguía vivo gracias a que no era impulsivo. Los O'Shar iban a ser un problema, estaba convencido.

.

Notas de juego

Espero a ver qué dicen los O'Shar. Acepten o no Kalen va con ellos, pero con cautela, con la linterna apagada de momento ya que no quiere ser un foco de atención hasta estar seguro de encenderla (si aceptan interrogar al prisionero primero, Kalen va a la escalera a escuchar, pero no baja).

¿Tirada de Percepción antes de bajar por las escaleras?

PD: se lleva yesca/pedernal que la maga no ha dicho nada de bajar.

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11/08/2014, 20:37
Pazzo

Estaba al lado de Phey, pasando los dedos por su frente, con cuidado para no hacerle más daño, cogiendo su mano en la suya y parecía que el tiempo dejaba de correr. No había más que ellos dos en el mundo entero… y Udokal. La voz de su grandullón amigo no era fácil ignorar, parecía un trueno. Del pasillo también se escuchaban voces, así que el momento mágico pasó.

Se preparaba a ir a su cuarto a por otra vela, en la de los pelirrojos había una que no alumbraba lo suficiente, pero el guerrero sagrado abrió la boca. Pazzo cerró la suya y se quedó unos momentos sin respirar. En su delirio el hombre dijo una palabra, aunque bastante débil, casi inaudible. Los ojos de la pequeña Naiss se llenaron de lágrimas y sonrió feliz. Había despertado y buscaba ayuda. Le habían contado que la tal Hanne era una gran sanadora. Su felicidad duró poco, el hijo de Ihvist volvió a su “sueño”, pero daba señales de mejoras y eso era suficiente, de momento.

Se preparaba a cerrar la puerta, tal como Udokal le dijo y pudo escuchar la pregunta de la bruja. La miró con desconfianza unos momentos hasta recordar que, con un simple gesto acabó el incendio que se había generado por la antorcha de los encapuchados. Si fuera peligrosa para ellos podía haber hecho lo contrario, avivar el fuego y matarlos a todos.

- Somos viajantes, sí, es difícil quedarse en un solo lugar con los tiempos que corren, pasó por el pasillo, entró en su cuarto y cogió las velas que había. No, nunca vimos nada parecido y te aseguro que vimos cosas muy raras, se agachó y dejó una vela al lado de la puerta para que haya un poco de luz y ver mejor a los que quedaban ahí. Se fue al cuarto de Phey y cogió también las velas que había ahí y algo de ropa limpia para cuando se despertara. Salió de nuevo al pasillo y sonrió, aunque puede que en la oscuridad eso no se notara. Estaba ya mucho más tranquila y casi volvía a ser la misma de siempre.

Miró a la mujer y en la oscuridad sus grandes ojos verdes estaban invadidos por las pupilas negras. Te agradezco tu ayuda, aunque le daba un poco de miedo y enseguida apartó la vista, levantó un poco la voz, y también la ayuda del chico que mató a uno de los encapuchados. No era vuestro deber salvar a mis amigos o a mí y aún así, lo hicisteis, ¡gracias! No sabía por dónde andaba el chico moreno, puede que estaba justo detrás de ella, pero estaba segura de que con su tono de voz era imposible no haberla escuchado.

Ahora voy a volver a cuidar a… hizo una señal hacía el cuarto de los pelirrojos y entró dejando la puerta abierta. Si alguien sabe cómo cuidar una herida, puede pasar, aunque no es grave, al parecer ya está recobrando la consciencia. Se dio cuenta de que empezaba a hablar demasiado y cerró la boca. No pudo mantenerla así mucho tiempo y volvió a abrirla pasados unos segundos.

Tranquilo, Udokal, no creo que nada puede pasar tras vosotros y llegar hasta aquí, pero si llegan, estaremos esperando preparados. Esta vez no nos cogerán por sorpresa.

Apenas volvió al lado de Phey cuando empezó a hablar. Casi empieza a saltar de alegría. Ignoró las preguntas que hacía y se abalanzó sobre él dándole besos en toda la cara. A pesar del tremendo golpe y de que estuvo un rato inconsciente parecía haber vuelto a la normalidad.

- ¿Herida? ¡Oh, sí! Pero tú más. ¡Te han dado un golpe y te estaban cargando, intentaban raptarte! Hablaba como si el tiempo para hacerlo se iba a acabar dentro de poco. Ajá, lo que dice Udokal. Estoy segura de que te iban a sacrificar, no puedes seguir siendo tan puro, mira lo que te pasa. Yo dormía, escuché un ruido y cuando he salido al pasillo tres hombres encapuchados cargaban contigo. ¡Y me atacaron! Luego el hombre que estaba abajo, en la cena, el que compartía la mesa con esa mujer enorme y de piel oscura, salió de la nada y atacó a uno y Udokal a otro y tú sangrabas. Había fuego, pero la bru… la mujer que entró después de nosotros y cenó sola, hizo algo, una luz fuerte y apagó el fuego. Uno quería huir, pero le he clavado un cuchillo en la pierna y Udokal le saltó encima. Te perdiste a Keloa corriendo desnuda por el pasillo y… y… y… y ¡estás bien! Pensaba que te habían matado. Volvió a abrazarlo y enseguida se puso roja como un tomate. Recordó que ese era Phey, no Udokal con quien se permitía más bromas. Lo tapó con la manta y se levantó de la cama. Te he traído ropa, por si… por… ya sabes, para que te pongas algo. No es que no me gusta verte así, digo… Por si tienes frío o… o… Mejor te dejo un rato para…

En el pasillo el hombre moreno tenía otra idea sobre cómo proceder y Pazzo, más nerviosa que nunca y agitada como una chiquilla de quince años después de recibir su primer beso, tuvo que dar también su opinión.

- Yo… Hola. Sonrió atontada y habló rápido. Ya sé que no es el momento más adecuado, pero gracias, lo he dicho antes, no sé si lo escuchaste. Yo soy Pazzo, el pelirrojo es Udokal, su amiga es Keloa y el… el… emmm… el que intentaron raptar es Phey. No sé si se te da bien eso de acercarte y escuchar en silencio, pero a mí no se me da nada mal. Te podría acompañar, y así tomar un poco de aire y alejarme de Phey, siento que me voy a ahogar. Puede que es buena idea Udokal, no bajar de golpe. Recuerda cuando nos atacaron los pieles verdes, yo he ido antes a ver qué pasaba. Si hubieras ido tú, no estarías hoy aquí. Además, ya viste que este hombre, enseñó hacía el moreno, sabe muy bien usar sus armas, no me pasará nada y, si hay más, seremos nosotros quienes los vamos a sorprender esta vez. Mientras tanto puedes cuidar de Phey, el solo pensamiento la hacía reírse, o hacer al otro encapuchado hablar.

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12/08/2014, 16:40
Phey Stern

Se limpió la cara, después de tanto besuqueo. Porque estaba convaleciente y no podía defenderse, que si no a buenas horas iba a dejar que Pazzo se tomase tantas confianzas... o igual sí.

El tema era que Udokal les había dicho que cerrasen la puerta, pero ni caso. Esta permanecía abierta, con gran cuchicheo en el pasillo sobre qué hacer. Al parecer habían hecho un prisionero. Eso estaba bien, pero todos seguían intranquilos queriendo asegurar la posada, inspeccionar la planta baja en busca de cómplices. También es de loar el progreso que han hecho los Oshar si han contenido sus armas lo suficiente como para no matar a un contendiente. La templanza lo es todo.

Phey recapacitó. ¿En serio querían sacrificarle por ser puro? Tenían un prisionero, así que no se trataba de ninguna paranoia de la Naiss: ya lo habían interrogado. Pues sí que estaba bien planeado, entrando así en una posada en vez de seguirles y lanzar el ataque en un campamento improvisado a un lado del camino, donde ningún otro usuario de la posada pudiese interferir.

Quizás...

Con gran esfuerzo, se incorporó en la cama. Phey lanzó una mirada furtiva a la ventana. Ese era su objetivo. Se sentó y puso los pies sobre la madera del suelo. La mente empezó a darle vueltas. Se estaba mareando. Pero la ventana no estaba lejos. En sus condiciones no iba a ser de mayor ayuda, tenía que comprobarlo por sí mismo...

Ay...

Quizás el intento suponía demasiado para su salud en estos momentos. Se volvió a tumbar.

Psssst... Pazzo... o quién quiera que esté con ella... ¿Habéis mirado por la ventana? Un vistazo en una de las habitaciones individuales, para ver la entrada. Dos vistazos en las dobles, que dan atrás y al lateral. La luz de las estrellas debería bastar para comprobar el exterior. Si me iban a llevar de la posada, puede que tengan una carreta o caballos abajo esperando. Y no los iban a dejar solos, debería haber al menos un secuaz vigilando.

Quizás lo más desconcertante sería la ausencia de medio de transporte para llevarse a Phey. Eso significaría que solo cruzarían la calle para llevarlo a otro edificio... la sola idea le desagrada al cruzado: implica a todo el pueblo en su secuestro.

Lo más seguro para inspeccionar la planta baja es que alguien con la talla apropiada baje con la capucha y las ropas de los atacantes...

No la pequeña Pazzo, ni los enormes Oshar. Pero alguien de la altura de Phey... aunque no Phey, que no está en condiciones, claro.