Partida Rol por web

Las palabras de Bester me gustan, casi me emocionan. Por un momento me veo reflejado en él, aunque con su relativa juventud y mi experiencia actual. Sin embargo, tantas mentiras acumuladas en el poco tiempo de travesía me hacen desconfiar de una respuesta excepcionalmente grata. 

- Agente Bester, si lo que dice es cierto no me he equivocado con usted, aunque yo no tengo su habilidad para descubrir las mentiras, solo me guío por las apariencias y los actos -respondo tratando de no ser desconsiderado, pero sin mostrarle ni un ápice de la alegría que tendría si lo que ha dicho es cierto- Le he traído para contarle mis sospechas. Creo que todo este asunto no es más que una nueva guerra entre corporaciones. Incluso en esta nave, donde solo se encuentran aquellas que nos han contratado, ya comienza ese juego de sombras, mentiras y puñaladas para conseguir un beneficio egoísta. Me temo que entre los tripulantes del AURORA se encuentran agentes infiltrados de la WK, la W-Y e, incluso, de terceras corporaciones.

Dejo un instante para buscar algún atisbo de conocimiento en los ojos de Bester, un hombre acostumbrado a no mostrar emoción alguna- Si usted tiene alguna sospecha, le pediría que me informase. No toleraré ese tipo de comportamientos en mi nave.

No acabó de comprender los motivos o las razones del comandante para mostrarse tan... a la defensiva. O quizás, por lo que había podido observar y estudiar, era todo lo contrario: lo entendía perfectamente. Por eso, el agente Bester no pareció sorprenderse, ni mostrar preocupación o molestia por sus palabras. Lo comprendía muy bien.

Llevó la mano hasta la baraja de cartas, comenzando a amontonar algunas de las que había en la parte superior en una segunda columna, mientras escuchaba con atención las palabras del Comandante, una a una. Ese juego de sombras del que hacía mención Adama, no le resultaba nuevo ni desconocido. Estaba demasiado acostumbrado a verlo, y se había vuelto un verdadero experto en esas lides.

- Siempre hay una guerra entre corporaciones, Comandante. Pero eso se debe a que es el comportamiento humano es un conflicto economico, después de todo... Pueden cambiar los detalles, pero la competencia por unos recursos limitados es una constante. Me gustaría saber si es posible encontrar un fin a este ciclo. - Estaba de acuerdo con él, desde el primer momento Bester sospechó que aquello acabaría degradándose en una lucha entre las corporaciones. Siempre acababa así, hiciera lo que hiciera la Armada, hiciera lo que hiciera la ONUG.

Por algún motivo, tampoco pareció sorprenderse cuando dijo que había más personal de las corporaciones, más gente infiltrada. No era, para nada, una idea descabellada, hasta cierto punto era de esperar. - Cuando comencé esta misión, me informaron que era posible que tanto la WK como la WY tuvieran... agentes infiltrados en la nave. Aunque es la primera vez que escucho la sospecha de terceras compañías. - Paró un segundo en lo que estaba haciendo, aquello le llamó potencialmente la atención. En sus ojos se pudo reflejar como las ideas venían y marchaban, como si buscara algún recuerdo en su cabeza que le permitiera dar sentido a aquellas afirmaciones.

- Sospechas. - Repitió la palabra, clavando la mirada en Adama. - Le seré sincero. - Dijo las tres palabras, para después tomarse unos segundos para utilizar, exactamente, las palabras que desea para lo que pretende decir. - He estado investigando a la tripulación. Reuniendome con algunos de ellos. Llamémoslo... interrogatorios informales. - No era algo que le gustara hacer, pero lo consideraba necesario para llegar al fondo, para destapar la verdad. - La necesidad economica de Young, que le ha empujado a trabajar de freelancer a espaldas de la marina... Greer y su búsqueda de algo mejor que esta... "pecera" . - Por el cambio de tono en aquella palabra, debía hacer mención a que Greer la había usado literalmente. - La extraña relación entre Riddick y Smith.... el despegue exponencial de la carrera de la Doctora Roslin... y todo esto sin entrar en el personal científico de la misión. - Hizo una breve pausa.

- Hipótesis, que por lo pronto necesitan más tiempo de investigación. Pero sospecho que usted mismo tiene esas... sospechas sobre alguien más concreto. ¿Podría yo preguntar quien? -

Escucho con atención las palabras del agente Bester. Una vez más me encuentro en la situación de que otra persona sabe más que yo sobre asuntos ocurridos en la nave y que solo se decide hablar tras preguntar directamente.

Aunque al menos ha hablado.

El comportamiento humano no se reduce a lo económico. Los sentimientos, el orgullo o el honor nos hacen cometer actos que no encajan con las reglas de la economía. No le daré esa victoria a las corporaciones -respondo en primer lugar al razonamiento filosófico de Bester -Young, él trabaja para la WK, para una tal Shelly Godfrey. Él hizo algo a los soldados durante el período de criogenización, un programa en las holo-gafas recreativas que usaban algunos marines. Parece que su intención era colapsarlos de datos para dejarlos aturdidos o algo así. Además creo que está haciendo pequeños sabotajes en la nave, nada de importancia, al menos por ahora. 

Me tomo mi tiempo para abordar los otros nombres, pues jamás pensé que habría tantos -Riddick fue engañado por las coorporaciones para cometer atentados y darles justificación para emprender acciones que, de otro modo, se habrían encontrado con la oposición de la ONUG y de los ciudadanos. Respecto a Roslin, creo que puedo fiarme de ella, aunque ya empiezo a dudar hasta de mí mismo. Cuénteme todo lo que sepa sobre todos ellos y dígame los nombres que se encuentran en su lista de posibles sospechosos. Tal vez sea buena idea que todos ellos tengan una bonita conversación con usted y sus cartas...

- En cambio, los sentimientos, el orgullo o el honor es algo que se "tiene" o "no se tiene", así que no solo es cuantificable, además tiene un valor cualificable. - Pero cuando dijo aquella última frase, una sonrisa apareció en el rostro de Bester, una sincera y más cómoda. Una que dejaba entrever que no solo le había gustado, además es lo que deseaba escuchar. No le daría a las corporaciones aquella victoria. Quizás él fuera un soñador, un idealista, pero estaba delante de otro.

Pero sin más demora, Adama habló, confirmando sus sospechas sobre el primero de la lista. Young trabajaba para una de las corporaciones. Lo más intrigante era saber el porque de todo aquello. - Vi como la mayoría de los Marines llevaban aquellas holo-gafas ante de su entrada en crioéxtasis... además de pequeños sabotajes. ¿Siguen estos sabotajes algún orden lógico? -

- Aun así, encuentro extraña y peligrosa la psicología de Riddick, tener a Rogers tras él de forma continua es una excelente forma de asegurarse que no desea escapar, pero solo ceba una bomba que ya esta a punto de explotar.  En cuanto a la Doctora Roslin, si usted cree que es de confianza, no diré yo lo contrario. Ha demostrado tener un juicio excelente por ahora. - Para Bester, había cosas de la Doctora que no acababan de encajar, pero le daría un voto de confianza si el Comandante así lo creía oportuno. - Sin duda, mi lista personal la encabeza Young. Afirmar que las asistentes que acompañan a los dos representantes de las corporaciones también se encuentran en esa lista sería obvio, por supuesto. Y tengo la seguridad de que Kern, aunque inocente del primer sabotaje, podría ser víctima de chantaje para que efectuara los sabotajes por otra persona. Luego están Greer, Ford y Crichton, a los que considero como mínimo receptivos a cualquier intento de soborno... amén del doctor Gaius Baltar, aunque no tengo sospechas concretas no comprendo qué hace aquí... ya que ha sido invitado... ¿por....? -

Asiento ante la respuesta razonada y filosófica de Bester. Más hombres como él hacían falta para que la humanidad volviera a ganarse dicho título, el de ser humanos, no solo números.

- Aún no tengo más informe de los pequeños sabotajes que el de Young, principal sospechoso, por lo que obviamente no tengo ningún dato fiable. Respecto a Riddick, creo que él y nosotros no nos diferenciamos tanto, partimos del mismo lugar pero él tomó el camino equivocado -reflexiono haciendo ver a Bester que, pese a estar totalmente en contra de las formas y actuaciones de Riddick, creo que se parece más a nosotros que el resto de los pasajeros de la nave- Sus valores y su odio lo llevarán a hacer el mayor daño posible a las corporaciones, razón por la que creo que estaremos a salvo de su ira, al menos por ahora. Young es mi principal preocupación, pues creía que era de fiar. Trataré de sonsacarle información de una u otra manera pero no quiero revelar nuestras sospechas, al menos aún no, para observarle y sacar nuestras propias conclusiones. Debemos averiguar con quién comparte su tiempo, con quienes tiene un trato más cercano. Él es la pieza clave que nos abrirá el camino hacia otros mentirosos y traidores -mis palabras están cargadas de veneno, pues no puedo evitar sentirme herido ante la posibilidad de que uno de mis oficiales se haya vendido.

- También trataré de hablar con la doctora Roslin, pues tengo buena relación con ella y, tal vez, consiga algo. Respecto a los marines dudosos... ¿que haría usted con ellos?. He pensado en dejar a los traidores o agentes ocultos de las corporaciones en Palas, sacándolos del escenario. Odio el juego en el que me han metido las corporaciones -pregunto a Bester, buscando consejo -Y, en cuanto al doctor Baltar, no vino voluntariamente, yo presencié como el señor Smith lo convenció para que se uniera a nosotros. A grandes rasgos, le amenazó con que si no lo hacía... su futuro como investigador estaba acabado.

Otra pregunta y nueva información lucha por salir de mi boca. ¿Debo fiarme de Bester totalmente? Actualmente parece mi principal aliado pero su trabajo es ese, obtener toda información posible de tantos como pueda. Pero este juego, este baile de máscaras, no lo aguanto. La verdad siempre debe ir por delante.

- ¿Le dice a usted algo el nombre de Mantycora? 

Manticora. Una figura mitológica muy antigua, de origen persa. Y en esencia una quimera, combinación fantasiosa e imposible de diversas criaturas, con cuerpo de león, cabeza humana, alas de murciélago y cola de escorpión, o de dragón… a veces con cuernos, otras sin alas o con un coriáceo exoesqueleto como el de los insectos, o capaz de disparar dardos ponzoñosos agitando la cola.

Y también tiene una vertiente siniestra, pues su nombre significa “la devoradora de personas” en la lengua farsi que se hablaba en el antiguo Irán. Estás muy orgulloso de tu completa educación en humanidades, siempre te ha resultado extremadamente útil para entender diferentes culturas terrestres y eso a veces era esencial en tu trabajo.

Pero la cuestión es que el nombre te resulta familiar más allá de su simple referente mitológico. No puedes discernir si representa a algún tipo de organización, un grupo de presión o un entramado corporativo, pero desde luego dirías que has sabido antes de su existencia. En Babylon-5.

Desde luego no se prodigaba mucho en vuestro entorno, apenas entraba en contacto con sus creaciones directamente, pero el infame Doctor Mengele siempre se rodeaba de toda una parafernalia ostentosa que a veces era visible, como trasfondo contextual, en torno a su odiada imagen presentada ante vosotros en una pantalla o un holograma. Siempre has sabido que temía exponerse a vuestros poderes psiónicos, debía tener pavor a que alguno de vosotros lograse colarse en su mente. Y lo evitaba recurriendo en todo momento a sus guardias brutales e ignorantes, o a aquellos dos aberrantes replicantes, como intermediarios. Pero por mucho que te protejas, algo siempre se filtra. Es imposible mantenerse completamente apartado, no existe nada absolutamente estanco. Y una imagen icónica en los detalles más insignificantes de su despacho, en la solapa de una bata de laboratorio, en una pantalla de presentación de datos, en la puerta de una caja blindada a su espalda cuando se dirigía a vosotros, acude con insistencia a tu mente:

Aquello era Mantycora. No hay duda, de algún modo estás completamente convencido de ello. Pero claro, no va a ser nada sencillo explicarlo… ni estás muy seguro de que convenga hacerlo.

- Entonces esos informes sobre los sabotajes deben ser ahora nuestra prioridad. - Afirmó con contundencia el menudo hombre. Un sabotaje siempre era algo serio, y conociendo la brillante trayectoria de Young, le preocupaba que aquellos pequeños e inofensivos sabotajes formaran parte de un plan organizado. - Podrían formar parte de un todo mayor. Si lo desea podría hablar con él, centrar mis esfuerzos en Young. -  Ofreció, para acabar dejando la conversación de Young a un lado y centrandose en la de Riddick. - Temo subestimar a Riddick y que esto nos lleve al desastre, Comandante. Estoy de acuerdo con que Riddick centrará sus hostilidades en las corporaciones, pero ese hombre sólo es fiel a sí mismo. Las alianzas durarán únicamente el tiempo que a él le interese. -

En cuanto le preguntó que haría con los marines dudosos, Bester frunció ligeramente el ceño, meditando durante unos segundos. Aquel era un asunto complicado, más que complicado. - Esa es la pregunta, Comandante. Pero nos encontramos en el dilema de Coventry. Si dejamos a los sospechosos en Palas, sabrán que sabemos más de lo que piensan y las corporaciones volverán a mover pieza. No hacerlo, es mantener a agentes dudosos a bordo. Por ello.... - Guardó un momento de pausa, estaba pensando. Su mirada fue al montón de cartas, que recogió y comenzó a barajar. - ...lo más sensato sería no dejar a los agentes corruptos en Palas. No nos permitiría tener más información, así como los Marines quienes son solo dudosos, al menos hasta donde yo sé, sin tener confirmación alguna de las sospechas. Lo que si haría es aumentar el nivel de seguridad y vigilancia sobre ellos, especialmente sobre Young. -

- Interesante cuestión la de Baltar. - Fue su única frase en cuestión a lo explicado. Fuera como fuera, no estaba allí de buena gana... pero él sabía tanto como el comandante, que quien había accedido una vez al chantaje, era bien capaz de acceder una segunda.

Pero fue su última pregunta, la que le hizo parar en aquel juego de cartas entre sus dedos. La mirada de Bester quedó fija un solo momento en el vacio de la sala, como si estuviera estableciendo conexiones entre la pregunta y algunos recuerdos fugaces.

Bester era un hombre que siempre estudaba los detalles. Algo así no se olvidaba. - ¿Tiene un papel y un bolígrafo? - Le preguntó, mientras abandonaba las cartas, y tomándolos dibujó a grandes rasgos una silueta, un emblema.

- Hace unos años tuve el dudoso placer de encontrarme con la Weyland-Yutani al principio de mi carrera. Aquella primera vez pensé que se trataba simplemente de un efecto personal, uno de los investigadores llevaba este símbolo en la bata. Meses después, en una videoconferencia pude ver el mismo símbolo en una puerta blindada de uno de los laboratorios. Así que investigué, pero nadie sabía nada. Nadie parecía conocer siquiera su existencia. No fue hasta años después que me encontré por tercera vez con aquel símbolo en relación de nuevo con la Weyland-Yutani... y parece corresponderse con esa criatura mitológica. - Entrecerró los ojos, mirando a Adama. ¿Qué relación tenía con la WY? ¿Estaba trabajando para ellos? No, Adama parecía ser un hombre de principios, de buenos principios. No podía ser esa la explicación. ¿Cúal era? Hacía tiempo que había abandonado la investigación de aquel símbolo por falta de información, y ahora se lo encontraba de frente una vez más.

- ¿Qué es Mantycora? ¿Qué es este símbolo? -

- Agente Bester, he gastado toda mi vida tratando de mejorar el mundo, hacer el bien para la humanidad. Ahora, a mis años, me doy cuenta de que las acciones de una buena persona no hacen nada contra las acciones de cien personas sin valores o, directamente, malvadas. Puede que ni siquiera sea capaz de contrarrestar el mal que hace una única persona, es más fácil destruir que crear -digo a Bester compartiendo las revelaciones que he obtenido gracias a la edad y mis últimos meses- Es necesario eliminar el mal que corrompe a la humanidad para buscar dicha mejora.

Sé bien que mis palabras no terminan de encajar con las preguntas de Bester pero, más tarde, tendrán su respuesta.

- Young debe ser nuestra prioridad. No puedo asegurarle que vaya a dejar a Young o a otros sospechosos libres de quedarse en Palas, no me gusta poner en riesgo la vida del resto de tripulantes -afirmo con sinceridad ante la dualidad de opciones que me presentó el agente.

Tras abordar el asunto, me centro en la imagen que Alfred Bester ha dibujado -No sé mucho de Mantycora, agente Bester. Sólo sé que es una arma más de las corporaciones para saltarse a la torera las leyes que el resto de la humanidad debe cumplir, una especie de asociación militar y científica que, supuestamente, lucha en secreto con enemigos ocultos de la humanidad. En mi opinión no es más que una excusa para ocultar la guerra entre corporaciones o, directamente, una nueva manera de soslayar las leyes e ignorar a la ciudadanía y al ONUG. Esta clase de movimientos son a los que hago referencia. Puedo haber tratado de mejorar la humanidad durante casi cincuenta años, pero todas mis acciones carecen de valor cuando las corporaciones son capaces de hacer algo así de forma impune. Debemos hacer algo para luchar contra su poder ilimitado -dejo caer mirando a Bester a los ojos. Lo que ocurra en las próximas décadas será decisivo para el futuro de la humanidad y, si todo sigue como hasta ahora, dicho futuro será muy oscuro.

- Y dígame, agente Bester ¿cuando decidió ayudar a la W-Y? ¿que razón tuvo usted? -le pregunto buscando su total sinceridad- Quiero apoyarme en usted pero, para ello, necesito que sea abierto. Quiero saber si debo confiar en usted totalmente o sólo en aquellos asuntos que nos beneficien a nosotros y a sus contratantes.

- Es más fácil Destruir que Crear. - Repitió. - Pero hay más poder en el Crear que en el Destruir. - Matizó. - No lo olvide, Comandante. - En cuanto a su última afirmación, estaba de acuerdo, era necesario acabar con aquel mal. La pregunta clave era si resultaría posible que un puñado de hombres buenos lo lograsen. Y lo que era más importante, si estaban dispuestos a ensuciarse las manos.

- La decisión final sobre los sospechosos es suya, Comandante, y la respetaré. Solo le pediré que me permita hacerles un interrogatorio que podríamos llamar "prueba de aptitud para una estancia externa indeterminada". - Seguía viendo necesarios los interrogatorios como fuente de información, no podían abandonar a los sospechosos allí y no saber si hay más enemigos de la verdad a bordo.

Y llegó el momento de abordar algo que sí le llamó realmente la atención. Mantycora. - ¿Una asociación científica y militar que lucha contra enemigos ocultos de la humanidad? - Le sonaba, todo sea dicho, a película de ciencia ficción del principios del siglo XXI.

- Nos hallamos ante un problema potencial, Comandante. Haciendo un cálculo aproximativo, de poder económico, influencia política, superioridad tecnológica y organización, estimo que la ONUG y la Humanidad perdería una guerra contra las corporaciones en solo dos años. Siendo optimistas. Por ello debemos plantearnos si debemos utilizar cualquier medio para salvar a la raza humana. - Levantó el dedo índice, pidiendo un segundo para explicarse. - Hacer que las corporaciones se destruyan entre si, o de una forma más drástica, desde dentro. -

- Cuando un hombre se considera una persona de principios, no decide ayudar a las corporaciones, sea cual sea la corporación. Si no que responde a la llamada del deber, y con ese deber, encuentra algo mucho más importante. La oportunidad de provocar un cambio real. Un solo hombre no puede hacer que unas personas malvadas hagan cosas buenas - hilvanó con la conversación anterior - Pero puede sembrar una idea que, al desarrollarse, hará que ese mal sea menor. Quizás no sea realmente crear, pero sí es atenuar, al menos. - Bester llevaba tiempo utilizando su trabajo para influenciar en las corporaciones, atenuar los daños, por decirlo de alguna manera suave y sencilla.

- La confianza no es algo que se pida, es algo que se gana y otorga, así que esa decisión -la de confiar en mí- solo le incumbe a usted. Comprenderé, y no retiraré mi apoyo, si decide no confiar en mí... lo entendería tras ver la cantidad de elementos sospechosos. Parece lógicamente humano que no quiera fiarse de nadie. Si en cambio, decide depositar su confianza en mí, solo puedo decirle que me sentiré de lo más halagado. -

Estoy de acuerdo, puede usted interrogar a los pasajeros que vea conveniente, aunque haría bien en generalizar dicho acto a personas aleatorias para despejar sospechas y posibles conflictos futuros -respondo ante la petición de Bester, un trabajo que parece muy adecuado para sus habilidades.

El resto de las palabras de Bester me incomodan y parecen fuera de lugar teniendo en cuenta nuestra actual labor como empleados de las corporaciones. La posibilidad de que pueda haber comunicadores instalados en zonas clave de la nave, como mi camarote, no me parece demasiado alejada en estos momentos -¿Está usted diciéndome, agente Bester, que debemos tratar de luchar contra las corporaciones, que debemos intentar debilitarlas? ¿se pondría usted en esa posición? ¿arriesgaría su vida por un sueño vano e inútil que a poco conduciría? Y, sobretodo, ¿se cree usted capaz de hacer algo así? No se si puedo confiar en alguien que planea destruir a sus jefes desde dentro, si le soy sincero...

Miro al agente Bester de arriba a abajo, irguiendo mi cansada espalda y mostrando los galones que cuelgan en mi pecho. Mi respiración es pausada y tranquila... pese a saber que el momento es, obviamente, muy tenso. 

El hombrecillo de la ONUG afirmó con la cabeza sin decir palabra ante la observación de Adama. Así lo haría, confeccionaría una lista donde la mitad de los nombres fueran puramente aleatorios, que no siguieran un patrón identificable y por lo tanto, no levantaran sospecha.

- ¿No es de esto de lo que estamos hablando? - Preguntó, frunciendo ligeramente el ceño. - ¿No hablamos de un cambio, de una acción? "De poner fin a su poder ilimitado" - Encontró aquellas frases fuera de lugar, sinsentido después de todo lo que habían hablado. Porque si la retractación de Adama era esta, llegados a tal punto, el error había sido de Bester al juzgarle erroneamente, al creer que podría ser un hombre de principios, moral y ética.

- Ninguna corporación es mi jefa, ni mi dueña, Comandante Adama. - Le dejó bastante claro cuando hizo mención de aquella última frase. Colocó el dedo índice sobre la baraja de cartas, molesto por la declaración del Comandante. El Agente se había formado una idea de lo ocurrido después de analizar toda la conversación. Después de tantas mentiras, una verdad aplastante o que alguien se quitara la máscara podía ser... demasiado.

Se puso en pie, recogiendo sus cartas, guardandolas. Para él, aquella conversación había llegado a su final después de aquellas declaraciones del Comandante. No mentiría a nadie si dijera que esperaba algo más de alguien como él. - Y sí, lo haría. - Acabó por contestar a aquella pregunta sobre arriesgar su propia vida por un sueño, o como él lo veía, un ideal.

La actitud corporal y la propia respuesta del Agente Bester es justo la que esperaba de él, aturdido por mi declaración e, incluso, frustrado, pero incapaz de negar sus objetivos y sueños por el código ético y moral que regía su vida. Antes de que se marche de mi camarote, dando por zanjada la conversación y, posiblemente, nuestra cordial relación, lo interrumpo.

- Siento mucho si le he dado una idea equivocada. Como comandante de esta misión tengo claro cuál es mi compromiso y, aunque trato de ejercerlo conforme a mi ética y moral, nunca podría hacer algo tan rastrero como traicionar a mis propios jefes, pese a lo mucho que pueda criticarles. Si no estuviera de acuerdo con parte de lo que plantean, no habría aceptado este trabajo -digo mientras me acerco a Bester lo suficiente como para susurrarle al oído- Si yo fuera las corporaciones habría puesto escuchas en mi camarote. Nos vemos en diez minutos en la bodega de carga. Tenemos mucho que planear.

Tras apartarme de él, abro la puerta y lo despido- Que tenga un buen día agente Bester.

Desde la puerta, escuchó cada una de las palabras del Comandante, sin variar un ápice su gesto o expresión. Había pensado de él algo totalmente diferente a lo que estaba escuchando, y se dispuso a marchar cuando Adama se acercó, y le susurró aquellas palabras.

Supo entonces que se había adelanado juzgandole, y ahora comprendía sus motivos y sus palabras. Había estado en un error, pero reaccionó rápidamente con la nueva información que Adama le había cedido. Miró a su alrededor, como si buscara algo referente a la nueva información.

Una vez abierta la puerta, Bester se encaminó hasta ella, quedando bajo el marco de la puerta, parandose un momento. - Felicidades, Comandante Adama. Ha superado usted esta prueba de confianza y fe. La ONUG estará satisfecha con el informe. - Acabó por decir, asintiendo una sola vez con la cabeza de una forma significativa, rectificando y dandole a entender a Adama que había ocmprendido sus motivaciones.

Busco entre mi poco equipaje algo de ropa más adecuada para cenar con la doctora Roslin. No busco algo demasiado cargado ni fuera de lugar pero si unos ropajes que muestren que la cena no es algo rutinario. Espero que la mujer no se retrase pues la cena, la ración para todos los pasajeros pero aderezada con otro par de platos, ya reposa sobre la mesa, junto a la pertinente botella de vino blanco, suave y confortable. Como la propia doctora.

Tras retirar mis propias lentes sonrío a Roslin y, tras hacerle una señal para que pase, me llevo las manos a las gafas volviendo a encajarlas en mi rostro con un gesto inútil fruto del cambio que sufre la doctora con el cambio de vestimenta.

- Buenas noches Laura -saludo tuteándola saltándome los protocolos, algo que no encaja demasiado en mí -si, la verdad es que los comandantes de otras naves no suelen trabajar a estas horas. Aunque sé de muchos que lo harían con tal de tener la compañía de alguien como usted -sonrío halagándola a la par que dejo claro que nuestro encuentro es, al menos en parte, por motivos de trabajo.

Me acerco a la mesa y, actuando como uno de los viejos caballeros que están en peligro de extinción, corro la silla para que la doctora se siente-Tome asiento, ya está todo preparado para disfrutar de una buena cena mientras charlamos -la mesa de la habitación contiene una variedad bastante apropiada de frutos y pescados, acompañados por un vino blanco afrutado- No suelo cenar demasiado por las noches pero, la verdad, tampoco suelo tener compañía. Espero que sea todo de su agrado.

Laura sonríe, parece encantada con el exquisitamente anticuado trato de que está siendo objeto por parte del comandante de la nave, aunque en un momento determinado la suspicacia asoma a su mirada y hace un comentario sarcástico:

- Todo parece delicioso, Will -dice mientras toma asiento- pero me resulta algo chocante tanta galantería tras someterme a un examen de aptitud como el que me ha planteado, con esa peculiar petición sobre su dichosa capsulita… ¿qué se supone que era? ¿una prueba de mi nivel de competencia, o una broma retorcida?

No puedo evitar mirar con cierta sorpresa a Laura tras sus palabras. Parece que, por lo que dice, la cápsula que me aportaron no tiene nada de especial o, tal vez, la doctora no ha detectado nada -Lo siento Laura pero desconozco el contenido de dicha cápsula. Ruego que me dé toda la información al respecto. En cuanto a su actitud, he leído su expediente y su forma de actuar, no me hacen falta más pruebas de su competencia. Y, como es lógico, no soy el tipo de persona con un sentido del humor retorcido -incluso se podría decir que carezco de sentido del humor, como algunos miembros de tripulaciones pasadas afirmaban...

Ahora es Roslin quién parece algo desconcertada... aunque enseguida una sonrisa sarcástica asoma a sus labios:

- Oh... no me venga ahora con cuentos, comandante -bromea, aunque adopta una pose cargada de cinismo, claramente a la defensiva- Primero me quedé muy descolocada al descubrir que se trataba de un simple suplemento alimenticio basado en aminoácidos esenciales, no me cuadraba para nada con todo el misterio que rodeaba a esta peculiar petición tan íntima -recoge la copa de vino y se humedece los labios mientras mira fijamente a los ojos a Adama- Pero luego me entró la suspicacia, tenía que haber algo más ahí escondido, como si fuera una especie de prueba... así que me lo tomé como un reto personal y acabé descubriendo el secreto -alza las cejas, como si diese por sentado que su interlocutor también lo conoce... pero cuando éste no da señal de entenderlo, acaba por aclarar- Me refiero, por supuesto, a que se trata de isómeros dextrógiros... ya sabes, todas las proteínas orgánicas de origen terrestre están formadas por aminoácidos levógiros, los dextrógiros son un producto sintético de laboratorio, pero nadie podría incorporarlos a su metabolismo -y concluye- Tenía que ser una especie de broma retorcida para comprobar si yo sabría descubrirlo... ¿no?.

Pese al malentendido la doctora me había dado algo de información vital, pese a que no terminaba de entender sus palabras completamente...

- Laura, yo no soy de bromas retorcidas. Hace más de veinte años investigué unos rumores sobre investigación de inteligencia artificial ¿crees que mis profesores de la armada me enseñaron algo sobre ello? La ciencia avanza a tal velocidad que lo imposible se convierte en posible y, finalmente, en rutina... Y no te he hecho perder el tiempo, Laura, creo que alguien está tomándose esas cápsulas ¿cómo crees que algo así es posible?