Partida Rol por web

Cuando soñaba con su primera misión, Kanuth a menudo se preguntaba cómo se sentiría. Sabía que había casos de padawans que se quedaban paralizados por el miedo, y otros que saltaban como leones como auténticos veteranos. ¿Cuál de los dos sería él?

Y la respuesta fue que... se sentía como cabría esperar. No quedó completamente paralizado, pero estaba seguro de que iba a hacer un buen trabajo pese a estar nervioso e inquieto. ¡No todos los días te enfrentabas a una batalla espacial contra los remanentes del Imperio a bordo de una nave mandaloriana! Y si bien las palabras de Bo-Katan fueron tenebrosas, tenía ganas de saber de qué era capaz. Sujetándose las manos para evitar tamborilear los dedos en el muslo, examinó el holograma esperando entender qué se esperaba de ellos.

—¿Y si elegimos atacar en vez de ser atacados? —comentó, señalando las cubiertas de atraque del destructor. Si esperaban a ser abordados, eso si no los convertían en polvo estelar de una ráfaga de disparos, el Imperio tendría el control de cuándo y de qué manera les asaltaban—. Podemos desestabilizar sus cazas e impedimos que salgan para atacarnos, y allí tendríamos más opciones para cubrirnos.

-Me gusta como piensas-. Dijo la regente.

-Tal vez si que tengas razón.- Dijo la maestra mientras parecía estar elaborando un plan. -Aunque atacaremos por dónde menos se lo esperan. El factor sorpresa es muy importante en este tipo de confrontaciones, y tengo la sorpresa perfecta.-

Una poco disimulada sonrisa apareció en la cara de la tranquila maestra Umdala Neweba, que parecía disfrutar con esta situación. 

-Adelante entonces-. Dijo la regente colocándose el casco. De repente, verla con aquella armadura al completo fue como ver a otra persona. Y ahora comprendísteis por qué se temía a los mandalorianos. 

Mientras el rayo tractor del Interceptor Saboteador os atraía hacia el hangar situado en su panza, vuestra maestra configuró las órdenes dadas a través del tablero de la nave. Los droides que antes estaban al mando de los controles de la nave, se levantaron y salieron de la cabina, afanándose en cargar todas las ojivas de misiles que había en la nave mandaloriana. A continuación Umi desplegó un mapa técnico de los planos de un destructor clase Interceptor, cortesía de los servicios de inteligencia de la nueva república.

-El plan es simple pero causará graves daños si se ejecutaba bien, y nos dará la posibilidad de escapar.- Aseguró la maestra. -En primer lugar, si se activaban las armas dentro del hangar el sistema de defensa haría pedazos la nave sin posibilidad de defensa. Por lo que no es una opción. Por eso he mandado a los droides cargar las ojivas en una cápsula de escape, y cuando os dé la señal, vosotros junto conmigo, usaremos la fuerza para empujar la cápsula de escape-. Dijo explicando la primera parte del plan mientras os miraba. -Y la lanzaremos hacia la plataforma de cazas.- Bo-Katan, que insistía en que la llamarais por su nombre pues en el campo de batalla todos erais guerreros, continuó con la explicación.

-Entonces yo activaré el detonador provocando la explosión de las cargas e inutilizando la plataforma permanentemente.- La regente se detuvo mirando a Umi a través del visor de su casco. -Muy astuto jedi. Además de darnos el factor sorpresa que antes mencionaste-. Umi sonrió. 

-Nadie estará pendiente entonces de nosotros, salvo los soldados situados en la puerta de acceso que esperan la resistencia allí. Pero al sacar la cápsula de escape con la fuerza la puerta que sella el módulo de lanzamiento no se activará y podremos salir por el, sin ser vistos y aquí es cuando las cosas se complican.- Dijo umi señalando al mapa.

-Tendremos que separarnos en dos grupos-. Intervino Bo-Katan. vuestra maestra asintió y se volvió a miraros.

-Mis padawans pueden desactivar el rayo tractor. Sin eso no podremos ir a ninguna parte.- Afirmó convencida Umi. -Mientras, nosotras mantendremos ocupados a los soldados. Intentad daros toda la prisa que podáis. He descargado la ruta que debéis seguir en vuestros computadores personales. Por favor, tened mucho cuidado. Esto no es un ejercicio y no hay segunda opción. Cuidaros entre vosotros y todo saldrá bien.

El joven chiss estaba lleno de orgullo al escuchar cómo su propuesta de plan había sido bien recibido. Pero, fiel a las creencias Jedi, se limitó a asentir con una mal disimulada sonrisa en su rostro. 

—Hm... —tomó su computadora y revisó el mapa rápidamente para saber qué se encontrarían de camino. No podría verlo en detalle, pero sería suficiente para hacerse una idea—. Debemos ser sigilosos y evitar enfrentamientos.

Lo dijo en voz alta, recordando a sus dos compañeros que perder el tiempo atacando a soldados de asalto era algo que no entraba en los planes. Lo importante era escapar.

Sena comprobó su computador al igual que su compañero. Quería asegurarse de que esta vez lo haría bien y nadie resultaría herido... A veces las imágenes de Yanden siendo atravesado por ese sable de luz la despertaban por la noche. 

-Nunca más-. Susurró para sí misma mientras memorizaba el plano.

— Este... — Empezó a decir Wistie, luego de escuchar atentamente todo lo que se dijo ante él. — Este no es buen campo de batalla. Nos rodea la muerte de la oscura nada.

Aquello lo dijo en voz tenue estando cerca de sus compañeros... aunque parecía más bien decirselo a si mismo. El ewok no miró su computador, confiaba en su compañero que de seguro nuevamente sería el alfa, entregandose a él y dejandole el rol de pensar. Wistie, entonces, se quita su capucha y abre su manto para dejarlo caer al suelo allí donde estaba de pie. Preparandose para esforzarse por no morir allí.

Los preparativos estaban hechos y la adrenalina corría por vuestras venas. Era vuestro primer enfrentamiento, y aunque la peor parte se la llevaban Umi y Bo-Katan, vuestro recorrido no estaría exento de peligros.

La nave Mandaloriana se deslizó tranquilamente hasta la panza del interceptor guiada por el rayo tractor. Un escuadrón de soldados de asalto os esperaba, perfectamente formados, para asaltar la nave. Bo-Katan hizo un comentario acerca de una muerte elegante y con honores, pero no le vísteis la gracia. Sin duda les aguardaba una dura lucha.

Vuestra maestra os señaló una puerta situada a vuestra izquierda, por la que debíais ir hasta el sistema del rayo tractor y desconectarlo. Pero el tiempo apremiaba. 
Fuisteis hasta las cápsulas de escape y, justo en el momento en que la nave se posó en el hangar, Umi os indicó que la ayudarais con la fuerza.

Sena asintió y miró a sus compañeros comprendiendo lo que vuestra maestra señalaba. Se trataba de llegar lo mas sigilosamente posible hasta allí, mientras toda la atención del combate recaía en ellas dos, y desactivar el sistema lo antes posible. Si tardaban demasiado la regente y su maestra podrían morir.

Sena se concentró en su maestra, en su aura, sintonizándose con ella para que latieran al mismo ritmo. La energía de Sena envolvió a Umdala como un manto protector.

Aquel era su bautismo de fuego, y Kanuth estaba convencido de que, si seguían las instrucciones de su Maestra y permanecían unidos, tendrían éxito. Miró a Wistie, que parecía preocupado, y le asintió con una leve sonrisa. Estoy aquí, parecía decir.

Cerró los ojos brevemente y sintonizó con la Fuerza para ayudar a la maestra Umdala.

Wistie acompaña a los demás, muy serio y con una mano que no abandonaba la empuñadura de su espada. Cuando estuvieron bien dispuestos, Umi les dio la orden. 
Kanuth le dirigió a Wistie una mirada y una sonrisa... ante lo cual el ewok asintió, interpretando que era una discreta despedida ante lo que pudiera pasar. Aquel breve momento entre chiss y ewok terminó cuando Kanuth cerró sus ojos, y Wistie enseguida lo siguió.

La Fuerza parecía agitada, como una tormenta en el cielo a punto de estallar. Concentrandose... pudo sentir las caracteristicas huellas en la Fuerza de sus compañeros. Los tres estaban muy parejos en su contacto con esa energía mistica, aunque la Fuerza se sentía poderosa en Sena particularmente. Wistie percibió claramente como la Fuerza que se arremolinaba penetraba en Sena para entonces salir de ella como una corriente calma que envolvía a la maestra Umi, y Wistie se enfocó en ese canal para apoyarlo y fortalecerlo.

La Fuerza se canalizaba hacia vuestra maestra otorgándole más fuerza y voluntad. La cápsula de escape comenzó a salir por la rampa hasta salir por completo, y guiada por la Fuerza, era conducida hasta la rampa donde se encontraban cinco cazas Tie listos para despegar.

La cápsula chocó con un Tie sin imprimir graves daños, pero Bo-Katan accionó el detonador y en menos de un microsegundo el hangar se convirtió en un amasijo de hierros retorcidos, llamas y chorros de líquido antiincendios.

Bo-Katan os apremió para salir por el mismo túnel que la cápsula de escape. Una vez en el suelo, la maestra os miró una última vez, y se dirigió con la mandaloriana hacia donde estaban las tropas imperiales. Esa zona no tardó mucho en convertirse en una batalla.

Pero ahora todo dependía de vosotros. Entrar por la puerta a vuestra izquierda, seguir el pasillo que se curvaba, subir en ascensor dos niveles, otro pasillo hasta la zona de energía y volver a tiempo para despegar la nave y marcharse. Un plan perfecto.

La luz de la explosión iluminó el rostro de Kanuth durante unos segundos, antes de que su mirada se encontrase con la de su maestra. Si intentaba adivinar, el chiss diría que su expresión era una mezcla de preocupación y confianza, pero él mismo estaba tan nervioso que no sabría decirlo con certeza. Ahora todo dependía de ellos.

—Vamos, perfil bajo —sentenció, encabezando la marcha con el sable apagado. Debían de ser lo más sigilosos y rápidos posibles.

Un destello, fugaz y silencioso, seguido de escombros salir expulsados de la nave enemiga, fue el resultado de sus esfuerzos. Todo estaba saliendo según lo planeado... pero aquello había sido solo el principio.

Las dos guerreras experimentadas se lanzaron al combate, ordenando a los adolescentes a ejecutar la infiltración de la que dependían las posibilidades de huida exitosa de aquella emboscada.

— Kanuth... — Llamó Wistie la atención de su compañero, asintiendo a la indicación que este había dado. — Entonces, meechoo... yo iré delante. Ustedes dos son tan ruidosos como llamativos.

Wistie se adelantó utilizando el sigilo natural de su raza.

Al traspasar la puerta, esta se ceró detras vuestra dejando un silencio perturbador comparado con el estruendo de la batalla que se desencadenaba en el hangar.

El pasillo se alargaba varios metros hasta doblar en una esquina. Wistie se acercó sigiloso y echó una ojeada. Dos soldados apostados a ambos lados del pasillo guardaban el camino.

-Eh, ¿Dónde crees que vas?- Ambos soldados se dieron cuenta de la presencia del ewok y prepararon sus armas acercándose a la esquina con cuidado.

-Maldita sea. Ahora vienen a por nosotros.- Sena preparó el sable de luz. Pero no lo activó para no alertar de su presencia a los soldados.

-En cuanto asomen saltamos a por ellos-. Dijo convencida.