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Toledo Nocturno: Una Capilla bajo la Piedra

ESCENA I - Una carta de Toledo

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01/11/2013, 18:56
Toledo Nocturno

5 de agosto de 1138. Iglesia de Santa María, Atienza.

Volvió a soñar con que la perseguían, pero esta vez no eran dos sacerdotes quienes se convertían en monstruosos ángeles alados, sino su Padre y un extraño hombre delgado que le llamaba a don Álvar por el nombre de Minaya. Se despertó sobresaltada y abrió una de las tres ventanas de la sacristía que daban al exterior. Por poniente aún perduraba el brillo del sol, así que se había despertado un poco antes de lo que solía.

Don Nuño estaba tumbado boca arriba con aspecto cadavérico y con los colmillos sacados, blancos y amenazadores. Parecía que todavía tardaría un poco más en despertar.

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02/11/2013, 16:50
Amal bent Karim al-Warda

- Malditos perros del infierno!, volvamos , ¡retirada, retirada!- Amal azuzó a su caballo todo lo que pudo y rezó para que los lobos no les alcanzaran

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02/11/2013, 17:23
Toledo Nocturno

Fonseca le gritó algo al abanderado y la cruz griega pasó a ser una línea de a dos. La parte delantera, con los caballeros árabes al frente se separó hacia el norte y comenzaron a disparar con sus arcos recurvos. Un lobo pequeño quedó malherido y el otro se alejó. El resto del grupo viró hacia el sur giraron en redondo hacia Medinaceli.

-Beltrán, llama a Flecha y átale el perro -gritó Fonseca-. Volvemos a Medinaceli.

Un silbido profundo y estridente hendió el aire. Acto seguido cayó del oscuro cielo un aguilucho plateado y pardo, que se posó en el brazo protegido del soldado que respondía al nombre de Beltrán. Éste le ató un pañuelo con un perro pintado a una de las patas y la rapaz volvió a perderse en el aire.

Los dos grupos volvieron a ser uno. La maniobra había puesto en desbandada a los dos lobos pequeños, pero el lobo grande y el lobo-oso seguían en su estela. El capitán de la guardia árabe le preguntó a Fonseca si debían dejarse caer y volver a atacar a los dos licántropos que quedaban, a lo que Fonseca le respondió que no.

Las bestias se acercaban a medida que los caballos se cansaban. Medinaceli se veía al fondo, encima de su cerro, y los licántropos habían llegado a la altura de los más rezagados. El lobo-oso saltó y derribó a un aragonés, pero el otro lobo seguía galopando pacientemente, con su canina mirada puesta en Amal.

Sabe que soy un Vástago, pensó, me huele, me huele a Wyrm.

Con la primera baja, Fonseca ordenó cerrar filas, pero los caballos (excepto el de Amal) estaban exhaustos.

En la loma de Medinaceli se levantó una polvareda. A medida que se acercaban, la nube se hizo más evidente, era el rastro que dejaban caballos al galope. La polvareda se acercó a ellos y Amal vio el estandarte de los Guardianes. Su Hermana Sarwa iba al frente, de reluciente cota de malla de plata, con el pelo largo y ondulado suelto. El abanderado era un caballero delgado y espigado como un junco. Detrás de ambos galopaban otros cuatro caballeros, todos con grebas y espadas árabes.

Fonseca ordenó que el grupo se dividiese en dos y la columna de Sarwa pasó por el centro y cargó contra las dos bestias. Las sombras se cernían sobre la batalla, retazos oscuros bailaban y garras y sangre saltaban por los aires.

-Espero órdenes, mi señora -musitó Fonseca congestionado por el esfuerzo.

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02/11/2013, 18:06
Amal bent Karim al-Warda

- ¡Volvamos! retirada a la ciudad- dijo Amal. La llegada del astro rey no tardaría y ya había tenido suficientes contratiempos por una noche...

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04/11/2013, 17:20
Toledo Nocturno

La orden de Amal produjo miradas extrañas entre los jinetes. Al fin, habló Fonseca.

-Ahmed, escolta a mi señora Amal con tus mudos hasta la ciudad. El resto vamos a apoyar a la Emir Sarwa. Don Berenguer, flanco diestro. El resto, conmigo, flanco siniestro. Lanzas en ristre. ¡Cargad!

El grupo de jinetes árabes escoltó en cuadrado a Amal, que iba en el centro. Cuando empezaron a subir la colina hasta Medinaceli, la escaramuza parecía que había acabado. Los pendones Guardines ondeaban orgullosos.

Cuando llegaron al arco romano, Amal vio que las columnas del caballero Fonseca y de la Emir Sarwa estaban empezando a subir la colina, apenas media legua detrás de ellos. El canto del gallo prometía la salida del sol en menos de una hora.

He huído, pensó Amal. ¿Me lo perdonará mi Hermana?

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05/11/2013, 06:59
Leonor Ramírez de Ucero

Leonor se despertó antes de lo habitual, era por culpa de los sueños.Desde que empezara a tener esos extraños sueños el sópor diurno había dejado de ser reparador para ella. Aún había cosas de su no-vida que la sorprendían noche tras noche, ¿Y si, tal vez estos sueños no fuesen solo sueños? Sabía perfectamente que no era conocedora de la magnitud de los poderes de su padre, claro que eso no le había perturbado hasta ahora.

Salió de la capilla en busca del padre Durán,-Padre, ¿sería mucho pedir que me escuchase en confesión?Este será un viaje largo y no se cuando podremos volver a topar con un hombre de Dios. En realidad Leonor no tenía la más mínima intención de confesarse, pero si pretendía alimentarse del párroco y que recordase que sólo la había confesado era mejor prepararlo todo para que pareciese eso. Su padre le insistió mucho en que era más fácil manipular un recuerdo que construirlo desde cero, en este nuevo mundo que se habría camino ante ella la sutileza y el engaño eran tal vez sus dos mejores aliados.

Podría también haber buscado al joven caballero Don Rodrigo y haberse alimentado de él, pero le necesitava sano para el viaje y además tenía otros planes para él, con un par de noches trabajando en manipular su mente de la forma adecuada sería el sirviente perfecto, sumiso y leal.

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05/11/2013, 14:12
Toledo Nocturno

Al padre Durán se le dibujó una amplia sonrisa en su cuadrado rostro, y puso rumbo hacia el fondo este de la iglesia. Don Nuño aún estaba durmiendo y don Rodrigo estaba cepillando los caballos al lado del muro del cementerio. Perfecto.

Llegaron hasta una esquina oscura donde había un estrado de madera y un reclinatorio. El padre Durán se sentó solemne y Leonor hincó ambas rodillas en el desgastado cuero. Ambos se persignaron tres veces.

-Per signum Sanctae Crucis; de inimicis nostris; libera nos, Domine Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Cuéntale a Nuestro Señor Jesucristo los pecados que atribulan a mi señora.

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05/11/2013, 15:27
Toledo Nocturno

Los cuatro jinetes árabes y Amal se quedaron esperando en la puerta del Arco a Fonseca y a su Hermana Sarwa. Cuando llegaron, la Emir Sarwa habló.

-Caballero Gonzalo, por favor, escolte al caballero Fonseca y a sus valientes soldados hasta la Casa. Bien merecido tienen el descanso -las últimas palabras las dijo mirando a Amal-. Hace una noche preciosa, y quiero aprovecharla para ponerme al día con mi Hermana.

¿Ponernos al día o ponerme al día a mí?, pensó angustiada.

Los soldados entraron. Los vigías de la puerta también desaparecieron. El cielo empezaba a coger un color azul celeste por levante. En breve sonarían las campanas.

-Y ahora, querida Amal, quiero que me expliques por qué no he de dejarte aquí fuera para limpiar tu deshonra. Quiero que me expliques por qué un simple Sirviente mortal ha dejado como una cobarde a la Hija del Sultán de Zaragoza. ¿Te das cuenta de lo que tu cobardía supone para nuestro Padre, para nuestra Casa?

Amal nunca había visto así a la pequeña y menuda Sarwa.

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05/11/2013, 15:59
Amal bent Karim al-Warda
Sólo para el director

 - Entiendo tu sentimiento hermana, de verás, pero ni siquiera en este momento debería estar aquí - Amal miró a su hermana y prosiguió. - Partí esta misma noche de Zaragoza en dirección a Toledo por orden de nuestro padre. Debo llegar a Xadraque antes de la noche de Santa Hilaria y ya voy muy retrasada. Este ataque de hombres lobo no es el primero con el que me he encontrado esta noche. Os ruego que perdonéis mi actuación, pero no habría actuado así de no ser por una causa mayor. -Amal hizo una pausa intentando buscar algún tipo de expresión en la cara de su hermana. Siguió hablando.

- Los caballeros que me acompañaban se ofrecieron a protegerme en aquellos tramos en los que coincidieran nuestros caminos. Ellos no saben nada de mi misión, ni siquiera de mi parada en Xadraque... - Amal paró y con un tono casi de súplica dijo - Os prometo que enmendaré mi falta hermana, de la manera que deseéis pero ahora debéis dejarme proseguir mi camino, de retrasarme más podría fallar en mi misión y defraudar a nuestro padre. Si me lo permitís, dejad que repose aquí este día y te contaré los detalles, prometo salir con el último rayo de sol... - Amal esperaba que la confesión de su misión retirase las nubes de ira del rostro de su hermana. 

 

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05/11/2013, 16:31
Toledo Nocturno

El rostro de Sarwa se endureció, pero no parecía ser por ira, sino por debate interno. Al final habló.

-El Traidor renegó tres veces de Isa al Masih, por eso el Traidor fue crucificado en lugar de Éste -dijo la Emir sin apenas separar los labios-. Pasarás el día aquí, bajo mi techo y bajo la protección de la Casa de Karim; pero mañana, antes de partir, beberás de mi Sangre.

Sarwa silbó y la puerta se abrió. Ambas entraron a la ciudad y se dirigieron al refugio de la Emir, una enorme casa baja de piedra de estilo cordobés. Los Sirvientes se ocuparon de los caballos y ambas Hermanas atravesaron un patio con una fuente de piedra tallada con forma de nenúfar. Se despideron cortésmente y los Sirvientes la llevaron hasta sus aposentos. En la puerta la esperaba don Fonseca con rostro serio.

-Mi señora, sigo estando a vuestra disposición. ¿Alguna orden para mañana?

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05/11/2013, 17:19
Amal bent Karim al-Warda

- Partiremos después del último rayo de sol. Descanse don Fonseca, mañana será un día duro.- Amal hizo un gesto cortés con la cabeza y se retiró a sus aposentos. 

    

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05/11/2013, 17:42
Toledo Nocturno

4 de agosto de 1138. Casa de la Emir Sarwa Bent Karim, Medinaceli.

Amal se despertó cuando su Hermana descorrió los pesados cortinajes y abrió las ventanas de madera de roble.

-Espero que hayas pasado un buen día -dijo cortésmente.

Mientras que Amal se ponía en pie, Sarwa cruzó la habitación y cogió una copa de plata que no había visto.

-Bebe Hermana, es la única manera que tienes de salir de aquí.

Amal tomó la copa entre sus manos con aprehensión y miró dentro. El líquido era oscuro y viscoso. Vitae de Sarwa, pensó. No lo quedaba más remedio que beber.

El líquido estaba frío pero aún así ligeramente dulce. Al principio era una sensación extraña que pronto se convirtió casi en una droga. Temía que el líquido se acabase... pero al final vio el fondo de la copa y un suspiro de placer le salió de sus labios manchados de rojo bermellón.

-Nuestro Padre no aprueba el Vinculus Sanguinae como forma de adiestramiento, pero para ello hacen falta tres tomas. Llevas una, querida Hermana: fállame dos veces más y serás mi mascota para toda la eternidad. De ahora en adelante olvidarmos este desafortunado suceso -Sarwa sonrió y Amal sintió que volvía a ser la pequeña y menuda Emir de larga cabellera castaña-. Dame un beso, Hermana, y viaja segura.

Las Hermanas se besaron y Amal salió al patio interior donde la esperaba el caballero Fonseca.

-A sus órdenes, mi señora.

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05/11/2013, 22:42
Toledo Nocturno

Era tan temprano cuando se pusieron en marcha que cuando ellos atravesaban la puerta del Arco para salir, todavía entraban campesinos procedentes de los campos de cereal. Las herrerías, los curtidores y los tenderos echaban el cierre, y las tabernas de mala nota abrían las puertas y encendían las velas.

Amal no se había dado cuenta la noche anterior, pero en el grupo de Fonseca faltaban cinco hombres: dos aragoneses, tres castellanos y un muchacho joven que por lo visto era gallego.

Descendieron la colina de Medinaceli y vieron los restos de la refriega. No había ningún cadáver, pero sí se veían charcos de sangre seca y surcos brutales en el suelo seco. Llegaron al trote hasta Sigüenza, en tierra de nadie vampíricamente hablando, y la esquivaron rápido para ponerse al galope. Delante de ellos se abría un páramo seco y desolado por el constante viento cálido y mortal. Lo atravesaron con avidez hasta que les recibieron las alamedas frescas y verdes del Henares. Pudo ver cómo la tensión del grupo de soldados se relajaba ostensiblemente.

Detrás de un grupo de álamos blancos gigantes se presentó ante ellos el castillo de Xadraque, con el pueblo a sus pies. La luna se recortaba tras su silueta y parecía una pirámide con una gran esfera blanca en la punta.

El pueblo no tenía muralla, por lo que todo el sistema defensivo de frontera consistía en huir hacia el castillo. Subieron por un camino serpenteante y los dos guardias, al ver el pendón de los Guardianes, les dieron paso con miradas de curiosidad. El grupo descabalgó en la barbacana y de la puerta de la torre menor salió un hombre mayor y una horda de sirvientes imberbes.

-Bienvenidos sean caballeros Guardianes, mi nombre es Flaño Pérez, Sirviente de la Casa y consejero mayor del castellano don Álvaro Núñez de Xadraque. ¿Con quién tengo el placer de hablar? -dijo el hombre mayor dirigiéndose hacia don Fonseca.

Fonseca, que se dio cuenta de la situación, carraspeó a la espera de que Amal interviniese.

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06/11/2013, 09:35
Leonor Ramírez de Ucero

-Padre, me siento abochornada, estoy teniendo unos sueños horribles. No se que ocurre dentro de mí, son sueños tan vívidos que en ocasiones los creo reales y me despierto asustada por el terror que he presenciado.- Leonor se acerca al padre Durán y comienza a hablar muy bajito...-Sueño con horribles criaturas de la noche que se aproximan silenciosas hasta cualquier inocente que encuentran a su paso y lo utilizan como comida.Son criaturas aladas, demoníacas que le roban su esencia a los vivos sin que estos puedan hacer nada para salvarse.

Una vez dicho esto Leonor mira fijamente a los ojos del padre Durán.-No recordará nada de esto...

Leonor se acerca hasta el cura sin dejar e mirarle fijamente hasta que está tan cerca que el contacot visual se pierde. En tonces clava sus colmillos en el cuello del padre Durán y comienza a beber...

- Tiradas (1)
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06/11/2013, 12:42
Toledo Nocturno

Leonor notó el caliente y cobrizo sabor de la sangre del padre. Con anterioridad se había alimentado de hombres muy piadosos y la sangre le dolía garganta abajo, pero con el padre Durán todo estaba saliendo como la seda.

No tendrá tanta Fe como aparenta...

Una vez se hubo saciado, dejó al sacristán sentado y durmiente sobre el estrado de madera, justo cuando salía don Nuño de la sacristía. Le hizo una reverencia y habló.

-Doña Leonor, voy afuera a hablar con don Rodrigo y a decirle que partimos de inmediato, si a mi señora le parece bien.

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06/11/2013, 12:53
Amal bent Karim al-Warda

- Buenas noches señor. Busco a doña Leonor Ramírez de Ucero ¿ Podría informarle de que aquella a quién estaba esperando ha llegado?

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06/11/2013, 13:21
Toledo Nocturno

Flaño giró la cabeza hacia Amal. Si se sorprendió, no lo aparentaba.

-Me temo que voy a tener que insistir, mi señora, ¿con quién tengo el placer de hablar?

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06/11/2013, 15:22
Amal bent Karim al-Warda

- Mi nombre es Amal bent Karim al- Warda y deseo ver a doña Leonor Ramírez de Ucero cuanto antes - Dijo la joven impacientada.

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06/11/2013, 15:26
Toledo Nocturno

-Y yo soy Fonseca, Sirviente de los Guardianes y Protector de don Ambrosio Moncada.

El anciano Flaño hizo una leve reverencia, pero su gesto sonriente parecía cincelado en su cara llena de arrugas.

-Se me advirtió que llegarían dos Guardianas, la Hija de don Álvar y la Hija del Sultán Karim -dijo el anciano lentamente-. La primera aún no ha llegado. Mis instrucciones han sido claras: dar cobijo y protección a ambas hasta la noche de santa Hilaria. Pero nadie nombró nada acerca de un Sirviente del Obispo Moncada, y mucho menos de que tuviera que hospedar a una docena de soldados.

Hubo un breve silencio roto por los relinchos de los caballos.

-He jurado por mi espada y por mi honor proteger a mi señora Amal y así lo he de ver cumplido -espetó cortante Fonseca-. Si vuestra merced tiene a bien no darme techo, lo entenderé y tendré que buscármelo por mis medios, pero sabed que mi voz es la voz del padre Moncada, y la suya a su vez es la de don Silvestre de Ruiz. Negarme la hospitalidad es negársela a la Casa de las Sombras.

Flaño abrió las manos con gesto conciliador, pero detrás de sus labios sonrientes se destiló un gesto de asco y repulsión.

Envidia, cayó en la cuenta Amal. Envidia de la que corrompe.

-Como vuestra merced comprederá -dijo meloso el anciano a don Fonseca-, las normas de la discrección me prohíben dar cabida a tantos caballeros armados. El resto del pueblo lo verá extraño, y aún más los residentes del castillo. Puedo ofrecerle hospitalidad a vos y a dos de sus capitanes, ni uno más.

Fonseca relajó el gesto y se volvió hacia sus hombres.

-Beltrán, Sharid, conmigo -gritó Fonseca-. El resto, al pueblo. No quiero ni peleas ahora, ni bastardos dentro de dos estaciones.

Los cuatro extranjeros entraron en la torre menor del castillo, donde vivía el servicio. Flaño los alojó en las plantas superiores, en unas frescas habitaciones de troneras tapiadas y suelos alfombrados.

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07/11/2013, 10:50
Leonor Ramírez de Ucero

-Don Nuño,le espetó antes de  que saliera del recinto, por orden de Don Álvar debemos esperar en el castillo de Xadraque a un enviado de Zaragoza, el viaje de hoy será corto... y esperemos que tranquilo. Es posible que tengamos que esperar unos días la llegada del emisario Zaragozano, durante la espera Don Rodrigo va a ser nuestro más leal servidor. Al decir esto último una leve sonrisa se dibujó en su rostro, gracias a su padre había descubierto que en esta nueva vida que se abría camino ante ella, las leyes morales no eran tan rígidas, y, aunque al principio solía sentirse abochornada e incluso escandalizada había aprendido a no ser tan estricta en la moralidad y las reglas del decoro.Leonor jamás lo confesaría, pero lo cierto esuqe este hecho le hacía sentir poderosa, y esa sensación era una de las más gratas que había tenido nunca. En un mundo dominado por hombres, había aprendido que en el fondo todos ellos eran manipulables y bastante simples; cosa que le divertía sobremanera.