Partida Rol por web

Traición a la Sangre

La noche de las Alianzas

Cargando editor
19/11/2009, 10:19
Flavia DiAngello

La feérica se inclinó hacia adelante y miró a Mateo.

- Entonces, ¿qué sugieres?- le preguntó - No creo que... si Pietro fuera culpable de la... masacre, lo dejarán encerrado en su habitación. Más bien darían pruebas contra él. Pruebas que no tienen, o que tienen respecto a otro tema que no va con nosotros. Si no vamos a llegar a un consenso hoy, me parece una tontería seguir con esta reunión.- dijo con cierta timidez.

Cargando editor
19/11/2009, 10:24
Giulia Ricci

Giulia casi disfrutaba con el espectáculo. Los garou le hacían bastante gracia, en especial Ángela y sus pocos modales. Pocos por no decir nulos. Y, como era de esperar, en toda la reunión no había dejado de saltarle la alarma. Demasiadas mentiras... La chica se sujetó la frente con una mano cerrando los ojos y después dio un par de aplausos.

- Fantástico, Flavia. Creo que eres la única que se ha dado cuenta.- murmuró. Después clavó su mirada en su Sire, esperando su respuesta.

Cargando editor
20/11/2009, 17:57
Riccardo di Lorenzo

Riccardo dio una palmada y se levantó.

- Como bien apuntan Flavia y mi querida Giulia, no vamos a llegar a ningún conceso hoy, así que si nadie tiene inconveniente, lo dejaremos aquí, y nos citaremos aquí pasado mañana. Durante este tiempo aprovecharemos para hacer nuestras pesquisas personales. Para entonces, debemos tener algo, o nos rebanarán la cabeza. ¿Os parece?

Cargando editor
20/11/2009, 18:33
Ángela Camilleri

Ángela hizo una mueca de asco y asintió. El chupasangre llevaba razón después de todo.

- Me parece bien. Esta reunión no es mas que una gran tontería.- dijo levantándose.

Le hizo una seña a Silvanio que, al instante también se levantó dispuesto a marcharse.

Cargando editor
20/11/2009, 18:34
Calíope

Calíope ni si quiera esperó a que Riccardo terminara la última frase. Se puso en pie y, con sumo cuidado de no tocar a nadie, se encaminó hacia la salida sin pronunciar palabra alguna. Era obvio que estar encerrada en una Mansión de piedra no era su pasatiempo favorito.

Cargando editor
20/11/2009, 18:35
Carlo Messina

Carlo se giró en su asiento y miró a Drail entre angustiado y triste. En el fondo sabía que le había defraudado con esas fotos, así que no estaba seguro de si su mentor estaría dispuesto a terminar de trasformarlo en garou, y menos con todo aquel alboroto.

- Drail... ¿Podemos hablar?

Cargando editor
20/11/2009, 18:43
Director

Durante toda la reunión la casa permaneció en silencio. La fuerte estructura de piedra te hacía imposible oír nada más allá del flujo sanguíneo de los hombres que patrullaban la puerta. En un momento puntual te pareció escuchar un golpe, pero no supiste a ciencia cierta si lo fue o no porque no se repitió.

Así, en la calma absoluta de tu habitación pasó cerca de una hora hasta que empezaste a escuchar voces afuera, a través de la ventana. Caminaste hasta allí, pero no te dio tiempo a llegar pues justo antes de llegar a la ventana sentiste el aroma fuerte y dulce del hada a tus espaldas. En otro momento habrías jurado que era imposible, pero al darte la vuelta la viste ahí, de pie al lado de la cama.

Cargando editor
20/11/2009, 18:44
Calíope

El hada te miró momentáneamente con sus ojos verdes y después se apoyó en el colchón para recobrar el aliento. Estaba tensa, mucho. Era normal, acababa de infiltrarse en tu habitación bajo la estricta orden de Riccardo de que nadie entrara. ¿Cuánto tiempo quedaba hasta dar la alarma?...

- Pietro, tenemos que irnos- susurró alargando el brazo hacia ti.

Cargando editor
20/11/2009, 19:14
Giulia Ricci

Giulia permaneció sentada en su asiento mientras observaba como poco a poco los presentes abandonaban sus sillas. Se quedó en absoluto silencio mientras que en su cabeza cientos de frases revoloteaban sin control. Aquella reunión no había servido para nada y la siguiente difícilmente serviría de algo más. Pietro no merecía aquello ni mucho menos. Giulia estaba completamente segura de que era inocente, no podía haber hecho semejante masacre y traición, no era una idea que cupiera en la cabeza de la muchacha. Con cierta inquietud espero a que Riccardo comenzara a echarle una reprimenda, o en caso contrario, se apresuraría a  abandonar la sala de inmediato.

Cargando editor
20/11/2009, 19:20
Mateo Garello

- C'est fini, me temo. Nos vemos pasado mañana. - dijo el Alfa, levantándose al fin. Miró a todos los presentes mientras se iban y, tras hacer un gesto de mano a sus compañeros (a todos ellos) tomó él mismo la puerta de salida de aquel apestoso lugar.

Cargando editor
20/11/2009, 19:23
Mateo Garello
Sólo para el director

Notas de juego

Mateo intentará seguir a Calíope a ver si puede alcanzarla en cuanto esté un poquito alejada de allí para hablar con ella.

Cargando editor
20/11/2009, 19:31
Pietro Cacciatore
Sólo para el director

 Pietro se dio la vuelta, como un resorte, en cuanto que distinguió el aroma floral de Caliope. Verla le hizo sonreír, y fue hacia ella. Estaba cansada, exhausta. Pero de una pieza. La estudió. Pietro no se fiaba. No de ella, sino de sus confráteres. Buscaba un mínimo rasguño, un cardenal, algo que le hubieran hecho para bajar y partirle el cuello a Ricardo. Claro que, su sire seguro que le mataría antes.

 Por primera vez desde que le convirtieron Pietro sintió miedo. Una extraña sensación agónica, que iba entre la alegría y el más puro miedo, la más intensa preocupación. Tal fue que se tiró, casi literalmente, sobre Caliope. Comenzó a acariciarla, los hombros, la mejilla. Sonreía al verla de una pieza. Sin un rasguño.

 - Caliope... Oh cuanto me alegro de verte... ¿estás bien? ¿te han hecho algo? Te han dejado... - Pero el hada dejó claro que Ricardo no sabía nada. - Oh Dios... Caliope... Ricardo te... querrá sacar la piel a tiras. Venga... vamonos de aquí. Pero hay guardias en todos los puntos. Caliope yo... - Se mordió el labio inferior, aspiró para tomar aire pues hablaba con desazón, atropelladamente. - No quiero que te pase nada malo. Te cubriré las espaldas... 

 Pietro hacía un plan. Saldrían por la ventana, y ya se las ingeniarían para sortear a los guardias. Todos humanos. Hacía medio siglo que Pietro no mataba a un humano, ni siquiera para alimentarse. Se lo había jurado a sí mismo más de una vez. Y tal vez ahora volvería a matar.

Cargando editor
20/11/2009, 19:55
Director

Ángela y Silvanio fueron los primeros en abandonar la sala, sin esperar invitación alguna por parte de los vampiros o de si Alfa. Desde luego, a la manera de ver las cosas de Riccardo, aquello era una grave falta de respeto. Pero la verdad es que se le veía bastante disgregados. Calíope espero a que la loba se apartara de la puerta para pasar, y poco después Mateo también se levantó caminando hacia el exterior. Los últimos en levantarse de la mesa fueron Drail, Carlo y Flavia.

Elissa hizo amago de ir a abrir la puerta, como buena sirvienta, pero Alexandro le hizo un gesto para que se estuviera quieta. Los tres vampiros se levantaron de sus asientos, esperando a que los tres restantes pidieran audiencia o abandonaran la estancia.

En el exterior la loba y su lobezno no tardaron en cambiar a su forma de lupus y alejarse caminando tranquilamente, esperando quizás a que el resto de la manada se acercara. El hada, visiblemente angustiada, hinchó los pulmones respirando el fresco aire de la noche y se acercó a la verja rozando con la yema de sus dedos la vegetación que había cerca. Esta parecía brillar con el contacto de su piel.

Cargando editor
20/11/2009, 20:21
Calíope

El hada estaba intacta, perfecta, tan impecable como siempre. Solo había un rastro de cansancio en su rostro, nada más que le indicara al vampiro que Riccardo o cualquier otro ser la hubiera tocado, aunque olía a garou.

Una voz se escuchó afuera y el girar de la llave en la cerradura de la puerta.

Calíope negó con la cabeza y bufó. A veces los semi-humanos se volvían tontos. Extremadamente tontos. Tanto que le hacían perder los estribos. Se levantó y tomó la mano gélida de Pietro, acercándolo a ella con un suave pero repentino movimiento que le sorprendió. Pasó su brazo alrededor de su cuello y le estrechó, haciéndole sentir la calidez de su cuerpo en una descarga eléctrica que Pietro sabía que, por muy placentera que fuera para él, para ella no lo sería.

- No te muevas- susurró.

Hizo dos movimiento muy definidos con la mano libre y pronunció unas palabras en un extraño idioma: “Verschwindet im Nebel der Nacht. Merge mit dem Schein der Sterne. Heim

 

De repente todo a tu alrededor empezó a nublarse, tu cuerpo muerto se volatilizó dándote un vértigo impresionante, algo que hacía siglos que no sentías, como si tu estómago se saliera por la boca. Viste a alguien aparecer al otro lado de la puerta, o quizás es que la puerta había salido volando, no lo sabías. Y nunca llegarías a saberlo con certeza porque la habitación desapareció. Solo el cuerpo de Calíope seguía allí, junto a ti, cálido y tangible como una flor…

Cargando editor
20/11/2009, 20:16
Mateo Garello
Sólo para el director

Mateo vió como Ángela y Silvanio se alejaban sin mucha prisa. Bueno, no sería con él con quien hablaría en un buen rato: tenía otros objetivos. Apenas tenía dos días para acabar con todo aquello, puesto que entonces sería a él al que ejecutarían por el crimen que si cometió... y eso no podía ser. No. Ahora su primer paso consistía en asegurarse un frente... Calíope. Aquella preciosa hada que conseguía cortarle el aliento al mismo Alfa de la manada Garou.

Por lo cual se transformó en lupus y empezó a correr en pos de la Hada, siguiendo su rastro místico que se colaba tenuemente por su hocico. Una vez pudo ver su perfecta figura en la lejanía, casi bailando sobre la tierra en dirección al bosque pegó un grito lo suficientemente audible como para que ella lo escuchara.

- ¡Dama Calíope! ¡Necesito hablar con usted! - exclamó el Garou

Cargando editor
20/11/2009, 20:37
Calíope

El hada sencillamente posó sus pies descalzos sobre la hierba y se giró con un grácil movimiento. Observó con sus ojos verdes como el lupus llegaba hasta donde ella estaba e hizo un gesto suave con la mano para que, por favor, adoptara forma humana. Esta vez, a diferencia de en la reunión, mostró una breve y cálida sonrisa con la que invitó al garou a hablar. Ella misma prefería no usar su voz por los “estragos” que solía causar.

Desde luego Calíope parecía alguien completamente diferente a quien había estado sentada hacía un minuto en el salón de los vampiros. Aunque claro, cualquiera ponía buena cara entre aquellos muros fríos…

Cargando editor
20/11/2009, 20:47
Mateo Garello
Sólo para el director

El Garou asintió con su cabeza antes de volver a forma humana. Una vez lo hizo estiró sus ropas y sonrió al hada, haciendo una reverencia con la cabeza a modo de saludo. Bien, había reaccionado bien... eso implicaba que no estaba en su contra. Aunque conociendo la imparcialidad de la señora del bosque no le cogía en absoluto por sorpresa.

- Dama Calíope... Para empezar, debo agradeceros que me atendáis. Las circunstancias son difíciles y es peligroso quedarse a solas con alguien, no sabemos quién o quiénes pueden estar implicados en esto. Comprendo la angustia que deberá haber sentido en aquella dichosa mansión y por eso he decidido venir a hablar con usted aquí. Quería saber si usted tiene algún tipo de información importante, alguna sospecha que pueda confesarme... o saber si buscará al culpable de todo esto. No se si soy indiscreto, pero comprenderá que es mi cabeza la que quieren cortar si el culpable no sale a la luz... y no es algo que quiero que me ocurra. -

Cargando editor
20/11/2009, 21:21
Calíope

Calíope escuchó atentamente ladeando ligeramente la cabeza.

- Primero, deja de tratarme de usted, Mateo. En confidencia te diré que lo detesto- dijo amablemente con aquella voz susurrante- Y no, no tengo ninguna información que pueda serte útil. Como ya he dicho antes mis opiniones me las guardo para mi, pero son solo opiniones, nada que pueda salvarte. Los juegos de indios y vaqueros que os traéis entre manos los garous y los vampiros me traen un poco sin cuidado. Mantener mi raza viva ya es suficiente carga para mi, y la changeling no es demasiada ayuda a decir verdad. Así que si tuviera información útil para desenredar todo esto, no dudes en que la haría pública de inmediato.

El hada cerró los ojos unos instantes y se limpió de la mejilla un mosquito que había acudido a saborear su sangre. No se la veía muy a gusto expuesta a tanta naturaleza.

- No obstante si puedo decirte que Pietro no es culpable, digan lo que digan. El por qué es asunto mío- zanjó aventurando la próxima pregunta del Alfa.

Cargando editor
25/11/2009, 14:22
Flavia DiAngello

Flavia se levantó de su silla y tras observar como los demás se iban, se acercó a Riccardo con cierta timidez y recelosa de los dos chiquillos que estaban levantados a su lado.

- Señor Di Lorenzo... Me gustaría hablar con usted.

Notas de juego

Drail, postea, coño.

Cargando editor
25/11/2009, 20:01
Mateo Garello
Sólo para el director

- Deacuerdo Calíope, disculpa. Simplemente acostumbro a tratar con mayor respeto a aquellas personas que se lo merecen. - el Garou sonrió por poder tomarse esa 'confianza' con el Hada. Bien, bien... - Es una lástima, pues soy de los que piensan que una de las opiniones que más peso podrían tener sería la tuya. Sin embargo tampoco voy ni vamos a exigir que la expongas. Sobre Pietro... estoy casi seguro de que no lo es, como dices. De serlo Riccardo lo habría sacado a la luz para decir a los cuatro vientos que era él el culpable. Bueno, no literalmente... Estoy seguro que Riccardo oculta algo y temo que él sea el traidor. Intentaré investigarlo. Muchas gracias por tu atención, Dama Calíope. -

Volvió a hacer una reverencia, ampliando la sonrisa. - Pero ahora creo que lo mejor será que vuelva con los míos e intentemos arreglar este entuerto o dentro de dos días esta bonita cabeza se separará de su cuerpo. Hasta la vista. -