Partida Rol por web

Tras las lomas

Capítulo 2 - Caminos y viajeros

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25/03/2014, 01:42
Gortnus

Los gritos y zarandeos de Gortnus parecían totalmente inútiles para hacer al mago volver en sí, por lo que el enano por fin desistió y trató de pensar en otro método de actuación para sacar a Fizban de su... de su... ¡de lo que sea que le esté afectando tanto! Pero de alguna manera el mago, o la parte de su cerebro que estuviese llevando el control ahora mismo, decidió subir el nivel de dificultad a sus queridos compañeros de aventuras. Así que ni corto ni perezoso, Fizban salió corriendo hacia la espesura.

-Pe... ¡Pero qué demonios le pasa!- Grita Gortnus estupefacto ante la repentina acción del mago. -¡Eh! ¡¿A dónde vas, desgraciado?!- El enano salió inmediatamente corriendo detrás de él, pero antes se giró hacia el resto del grupo. -¿Qué hacéis? ¡Qué alguien más venga! Si este demonio de mago se pierde no va a durar ni medio segundo.- Instó al resto de sus compañeros. Era consciente de que Nehira estaba débil y Harpálice tampoco se encontraba mucho mejor. Pero siempre podía contar con su amigo Cassim.

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25/03/2014, 01:59
Cassim

Cassim nunca tal situación había visto. Fizban parecía poseído... Mmm... aquello le recordó a las teterías de las calles con perfume a peligro de su Visirtán natal. Allí, a veces, los hombres perdían el juicio ayudados por el humo de alguna planta o raíz de origen sospechoso ¿Sería eso? Pensaba en ello cuando el hombre echó a correr, y detrás de él, el enano.

El ladrón miró a las mujeres encogido de hombros y luego observó como el enano aceleraba lo que podía. Un rato después salió tras él. Daba igual lo que corriese Gortnus, sus piernas cortas siempre eran más lentas que las de Cassim, y por eso el visirtaní habitualmente le daba unos segundos de ventaja. Con su daga de forma particular en la mano echó a correr.

La caza del mago había comenzado.

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25/03/2014, 13:28
Harpálice

La emoción de la caza es algo contra lo que es difícil luchar. En cuanto el mago salió corriendo cual rayo, Harpáice hizo lo propio. Cuando un corzo presentía cercana a la manada de lobos sus instinto le hacía quedarse inmóvil para camuflarse con el terreno. Eso era algo mucho mas útil que salir corriendo delatando su posición y dejando que el olor de su miedo espoleara las ansias más básicas de sus perseguidores.

Pero en cuanto la pastora de lobos dio la primera zancada supo que no tendría posibilidad. La punzada en el hombre le hizo apretar los dientes de dolor y, el peso de la armadura le hizo sopesar que no alcanzaría al mago antes que Cassim. Pero lo que le hizo parar al final de todo fue que el enano, con aquellas patas tan cortas, había decidido salir también corriendo. ¿A quién se le ocurría? Él debía quedarse protegiendo a Nehira. Alguien debía hacerlo. Se paró en seco y emitió un grito frustrado de impotencia.

- ¡Noooooooooooooooo!- Los ojos de Harpálice refulgían como las llamas de una hoguera. Era increíble como el carácter dulce y vivaracho de la mujer se tornaba salvaje en según que situaciones. - ¡Mierda, mierda, mierda!¿Qué coño ha pasado?- Cogió su lanza y escudo y fue hasta donde yacía Nehira a regañadientes. No podían dejarla fuera de la acción.

¡Malditos hombres! 

Observó si Nehira estaba bien como para levantarse o si debían esperar allí.

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25/03/2014, 13:54
Director

Notas de juego

Chicos, cuidado con los destinatarios, Fizban no está con vosotros (vigiladlo también si os dividís en dos grupos) ;).

Me falta el post de Pink.

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25/03/2014, 16:38
Nehira

El agua que Harpálice me había echado hizo a mi mente volver en sí, todo era confuso y aun parecía que el mundo daba vueltas a mi alrededor pero al menos ya podía escuchar las voces de mis compañeros. Yacía tumbada en aquel césped a la orilla de aquella corriente de agua, sin saber que ocurría y porque todos parecían dirigirse extrañados al mago. Le miré, con dificultad a pesar de todo y no tardé en contemplar como se echaba a la carrera dirigiéndose hacia los árboles.  Sin saber que ocurría no le di importancia alguna, quién sabe los desvaríos que pueden recorrer la mente de un mago, pero cuando uno por uno comenzaron a ir tras él era evidente que algo pasaba. Si bien no eran mis amigos, tampoco quería que nada malo les pasara.

Fue la mujer la que por último se acercó a mí con esa mirada de impotencia. No sabía porque sentía tanto apego por aquellos hombres que acabábamos de conocer, cuando para mí no significaban nada, pero no podía atar a la salvaje.

 

- Ve tras él, Harpálice. Yo estoy bien – le dije a la muchacha, a pesar de que no lo estaba tampoco correría peligro si me quedaba allí. De nada serviría retenerla más aún cuando ella no deseaba hacerlo – Dios se quedará vigilando que nada me pase, no te necesito aquí.

 

Al fin y al cabo pronto nuestros caminos tomarían un destino diferente, no tenía sentido el necesitar su presencia. Cuanto antes nos acostumbrásemos a estar por nuestra cuenta mejor nos iría. Así pues traté de incorporarme levemente, soltando un quejido que reprimí en parte apretando la mandíbula. Yo no podía perseguir al mago, ni podía ni quería, pero la muchacha aún tenía ocasión de alcanzarlos.

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25/03/2014, 16:55
Harpálice

- Sigues delirando Nehira.- Le contestó Harpálice de manera más brusca de lo habitual. Estaba pagando con la paladina su frustración pero ahora le hervía la sangre y no podía pensar con claridad. Aún así, se cuidó muy mucho de blasfemar acerca del Dios de Nehira pues sería capaz de levantarse de su propia tumba para hacerle tragar sus palabras. Se quedó vigilante por si se acercaba alguien, amigo o enemigo, preguntándose su hubiera sido ese dios de la Justicia quien la había retenido para cuidar de su sierva.

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25/03/2014, 17:16
Nehira

Fruncí el ceño ante la desobediencia de mi compañera, si le decía que no la necesitaba es que no lo hacía. Mis palabras eran mi responsabilidad y no necesitaba una niñera para qué cuidase de mí en un lugar donde ni el más mínimo indicio de enemigos se había hecho presente. Observé un par de segundos su testaruda decisión de no marcharse y solté un leve gruñido, buscado la espada que hasta hace un rato había estado colgando de mi cinturón. La apoyé en el suelo con la intención de usarla como un apoyo para así ponerme en pie y demostrarle a la muchacha que aún me quedaban fuerzas suficientes. No necesitaba que una mocosa se quedase a mi cuidado.

 

- ¡Te he dicho que te vayas! – dije alzando la voz algo enfadada – ¡No te necesito, Harpálice!

 

Fue entonces cuando mis intenciones de alzarme acabaron por los suelos, nunca mejor dicho. Pues en mi primer apoyo noté como las heridas de mi vientre pinchaban cada uno de mis músculos y un ardor volvía a mi cuerpo. Solté de inmediato la espalda, cayendo al suelo de nuevo sin ser capaz de levantarme. Aquellas lanzadas se estaban convirtiendo en un problema mayor de lo que en principio había podido imaginar y por mi culpa ahora la mujer se encontraba allí conmigo, cuando ninguna de las dos lo deseábamos.

- Tiradas (1)
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25/03/2014, 17:40
Harpálice

- ¡Shhh!- Mandó callar la chica a la obstinada paladina.- Mírate. No puedes ni moverte. Estate quieta o las siguientes que te cambiarán las vendas serán las sucias manos de Cassim.- ¿Qué pretendía que la dejaran ahí tirada? ¿Y si le pasaba algo a los demás? Se mordió el labio inferior. Podía comprender a la paladina, después de todo no eran tan diferentes. Ambas no soportaban tener que quedarse esperando mientras los hombres se divertían. Trató de hacerla entrar en razón con algo más de tacto.- Algo raro le pasaba al mago. Estaba como embelesado y no atendía a razones. No me fío Nehira. Debemos permanecer alertas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mejor tirar ahora para que salgan los números bajos que no luego :P. Amigas hasta en las malas tiradas :)

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25/03/2014, 22:58
Director

Gortnus y Cassim echaron a correr a toda prisa tras el mago, tratando de alcanzarle mientras el enano le daba gritos para que se detuviera. Pero nada de eso sirvió para que éste detuviera su carrera, ni tampoco ayudó a darle alcance. Poco tardó Cassim en tomar ventaja sobre el enano, al que sus cortas piernas le impedñian seguir la carrera del visirtaní. Sin embargo, ninguno de los dos lograba ver al hechicero, al que parecían habérselo tragado los árboles. Las únicas muestras de que había pasado por allí era el rastro de ramas tronchadas y hierba pisoteada, que al menos resultaba fácil de seguir... aunque costaba creer que lo hubiese podido dejar el mago.

Al cabo de un poco, Cassim se detuvo. Aunque el rastro partía de dónde el mago había salido, bien podía haberlo dejado un oso. El enano tardó unos segundos en alcanzarle, resollando con esfuerzo. El supuesto rastro del mago seguí ahí, pero tal vez deberían regresar a por las mujeres antes de continuar...

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25/03/2014, 23:09
Director

Las dos mujeres, heridas y cansadas, quedaron en el claro, viendo cómo Cassim y Gortnus salían tras el mago. ¿Era buena idea? ¿Tenían alternativa? No parecía que la hubiera.

Notas de juego

Podéis seguir a vuestra bola un poco, mientras se resuelven las partes de los demás.

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25/03/2014, 23:30
Director

Fizban comenzó a caminar lentamente, observando a su alrededor con cautela. La gruta era amplia, y ofrecía luz más que de sobra para caminar sin tropiezos, aunque poco más que esto. El sonido del agua guiaba los pasos del mago hacia el interior de la gruta, alejándose de la fuente de luz natural mientras se esforzaba por no tropezar. A medida que el gorgoteo del agua se iba haciendo más intenso, la luz empezaba a atenuarse. A cambio, una ténue fosforescencia apareció ante sus ojos... ¿qué era todo aquello? Sus pasos le alejaron por completo de la entrada de la gruta, y pronto notó humedad bajo sus pies. Había alcanzado el lugar del que procedía el sonido, un pequeño estanque bajo tierra, del que emanaba la luz verdosa que había percibido pocos momentos antes.

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25/03/2014, 23:52
Nehira

- No necesito moverme – dije como respuesta a las palabras de mi compañera, cerrando los ojos y quedándome tumbada sobre aquella hierba boca arriba. Escuchando todo lo que tenía que decir notando como las heridas de mi vientre aún abiertas hacían que mis ojos se humedecieran, aunque también podía ser el sentimiento de impotencia que me acompañaba en aquel momento, no podía asegurarlo – Es un mago ¿Qué se puede esperar de alguien así? Todos los hombres sabios acompañan de la mano a un hombre loco, haciéndose a veces difícil de diferenciar.

 

Me llevé la mano sobre mi rostro ocultando mis ojos antes de llegar a abrirlos, limpiando las lágrimas para que Harpálice no pudiera verlas. Comenzaba a cansarme, a estar harta, si bien la paciencia no era una de mis virtudes, estar acompañada sobrepasaba mis límites. Desde que había perdido a mi familia la única persona importante en mi vida había sido el hombre que me recogió de la calle y aunque no quería, no podía evitar sentir cariño hacia la rubia salvaje que me había acompañado en las últimas aventuras.

 

- Nada te retiene junto a mí, Harpálice. En este bosque no hay más enemigos de lo que el propio mago puede serlo. No necesito que te quedes cuidando de mí… Pronto me marcharé y estaré sola de nuevo. Como debía haberlo estado en todo momento – dije con cierto tono de molestia, aunque sin llegar a alzar la voz bastante más calmada que en mis peticiones anteriores – Si te das prisa aún puedes alcanzarlos, yo no iré a ningún sitio…

 

Destapé mi rostro y miré a la muchacha, apretando la mandíbula con fuerza deseando demostrar que no la necesitaba allí para poder vivir. No podía ser dependiente y necesitar de otra persona nunca más y a pesar de que sabía que no era su culpa, no podía evitar culparla de lo que sentía hacia ella.

Notas de juego

No sé si yo tengo que tirar algo no... pero supuse que no ya que no me dijeron nada xD ¡Y lo de amigas ya veremos hum!

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26/03/2014, 04:59
Gortnus

-¡Maldito seas, Cassim! ¿No se supone que tú eras el rápido?- Grita Gortnus con un claro tono de frustración. Si algo, bueno algo más, caracteriza a los enanos es que son muy generosos con sus problemas que enseguida los reparten entre los demás. Y al pobre visirtaní le tocó compartir la carga del comerciante por ser su fiel amigo. 

Recuperando el aliento y visiblemente más calmado miró el camino por el que habían perdido al mago. -Esto no es bueno... Ni con su mejor brebaje podría Fizban realizar tal hazaña. Algo le debe estar pasando y más vale que lo averigüemos pronto.- Le dijo a Cassim ante el nuevo improvisto que se les había presentado en el camino. -Volvamos junto a las mujeres y recojamos el campamento cuanto antes.- Según terminó de hablar, Gortnus se dio la vuelta y comenzó a caminar con cierto apuro hacia el lugar donde estaban descansando.

Notas de juego

Nos presentas tú de vuelta al campamento o puedo postear incluyendo a nehira y harpálice? Bueno, de todos modos esperaré por roler para ver qué me dice :)

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26/03/2014, 10:12
Cassim

El enano hacía ruido como si fuese un paquidermo. Sí. Ya lo había llamado elefante una vez, y Cassim seguía en sus trece de hacerlo mil ocasiones más.

Mandó callar a Gortnus con un dedo en los labios, mientras aguzaba el oído intentando distinguir las pisadas de Fizban. No podía estar muy lejos. Se agachó con las palmas de las manos tras las orejas: grillos, algún roedor ¿dónde estabas, mago?

Cuando el enano decidió regresar al campamento, el visirtaní se encogió de hombros y le siguió. No sabía que era mejor, dos mujeres locas o un mago chiflado...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si la tirada de Escuchar es positiva puede que cambie el discurso y no regrese tan dócilmente al campamento.

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26/03/2014, 17:50
Fizban
Sólo para el director

Miré aquella luz verdosa viendo que no era natural así que ésto es magia si ésto es magia entonces la muchacha que he visto y que me ha señalado hacia este lugar también tiene que ser poseedora de poderes mágicos. Y si seguimos encadenando hipótesis una persona con poderes mágicos y tan lejos de una ciudad podía utilizar esos poderes a su antojo sin tener ningún tipo de moral, y todos sabemos que el poder corrompe y que la magia en manos equivocadas puede hacer bastante daño, y si seguimos suponiendo podemos resolver que si encima esta persona se esconde en una gruta aislada de todo apego humano y sentimental entonces es muy probable que utilice la magia con fines malévolos.

Así que lo mejor Fizban es volverse sigilosamente e intentar encontrar la salida de la cueva quizás tenga suerte y haya otro orificio más grande por donde poder salir...

Así que a hurtadillas para no hacer ruido y utilizando la oscuridad para esconderme volví sobre mis pasos con la intención de encontrar alguna salida de la cueva.

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26/03/2014, 19:58
Director

Al poco de marcharse tras el mago, volvieron al claro Cassim y Gortnus. Ya se incorporaba, lentamente, Nehira, a la que el agua parecía haber ayudado a recobrarse del mareo. Sin embargo, no estaba con los hombres el mago, quién tan misteriosamente había desaparecido. ¿Cómo podía habérseles escapado en sus propias narices?

Ah, amigos, seguro que os lo preguntaréis, pero es pronto para responder esa respuesta, o acabaríamos con el suspense de esta historia. Por de pronto, limitémonos a contar que los cuatro héroes restantes se reunieron de nuevo junto a aquel arroyuelo...

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27/03/2014, 15:12
Director

El mago se disponía a darse la vuelta y marcharse... ¡y es que nada bueno podía haber en esa gruta! Pero cuando lo hacía, una voz le llamó desde su espalda.

- Fizban... ¿ya te vas? - era una voz de mujer, sensual, cálida, insinuante. Al escucharla, las piernas del mago se detuvieron en seco, negándose a obedecer sus órdenes. Contra lo que el sentido común dictaba, el mago se giró, mirando hacia el estanque que hacía unos segundos parecía vacío. De él emergía una figura sinuosa, que caminaba con deliberada lentitud. Un rostro de mujer, terriblemente hermoso, apareció ante él, dibujado por la enfermiza luz que aún manaba del estanque. Tras él, asomaron del agua el cuello, los hombros y los senos de la mujer que le llamaba.

- Apenas acabas de llegar. ¿Porqué no te acercas, y me haces compañía? - la chica sonrió. Sus rasgos eran delicados: ojos ligeramente rasgados, nariz respingona, boca pequeña, lengua juguetona... el pelo se enredaba en su cabeza como una maraña desordenada, pegado a la piel por la humedad del estanque. - Me siento muy sola aquí dentro. - dijo la chica, al tiempo que se aproximaba, extendiendo la palma de su mano hacia Fizban, acariciándole la barbilla.

El mago sintió un cosquilleo en su vientre. Aunque nunca había sentido interés por las mujeres, la presencia de aquella criatura despertaba sus más profundos apetitos, aunque sabía bien que más le valía no atenderlos.

Notas de juego

Puedes realizar una salvación por Voluntad (dificultad 12). Si la pasas, puedes apartarte, si no, queda en mis manos ;).

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27/03/2014, 15:27
Gortnus

-Ese maldito mago...- Venía murmurando Gortnus cuando llegaba al campamento. -No sé que le ha dado a Fizban, pero ni siquiera Cassim pudo alcanzarlo. ¡Lo hemos perdido de vista!- Exclamó contrariado y enseguida se puso a recoger sus cosas para partir cuanto antes.

-Me voy a buscarlo.- Dijo sin más preámbulos a la vez que se echaba la mochila a la espalda. -Agradecería mucho vuestra ayuda, pero no os lo tendría en cuenta si decidís quedaros aquí.- Comentó mirando hacia Harpálice y Nehira, pero sus ojos delataban que algo de rencor quizás si que les guardaría. No mucho, pero un poco sí. No dijo nada a Cassim porque contaba conque él lo acompañaría sin ninguna duda, pero aun así se quedó expectante ante lo que el grupo tuviese que decir.

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27/03/2014, 17:24
Fizban
Sólo para el director

Me alejé ligeramente del estanque muchacha se te ve muy cansada empecé a mover las manos los párpados te pesan y debes dormir Fizban tan bien tiene que dormir después estaremos para siempre juntos...

Había captado el encantamiento o debería decir el hechizo ya que también conocía el conjuro para someter a una persona a tu voluntad aunque no me lo había preparado esta vez utilicé el conjuro de dormir que lo veía más poderoso debido a mi escasa experiencia práctica como Mago.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues eso me alejo algo para no provocar ataque de oportunidad y le lanzo el hechizo de dormir, si en este juego no provoco ado por lanzar el conjuro entonces lo lanzo ahí mismo.

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27/03/2014, 17:20
Cassim

Para allí. Para aquí. Cassim era delgado pero como siguiesen así ya no se le vería de lado. Le sorprendió la decisión del enano, pues si por él fuese ya le podían dar por sus pociones al mago. ¿Qué culpa tendrían ellos de que hubiese fumado algo? ¡Ya volvería! Pero a veces Gortnus era como una madre, peluda, paticorta y por el tono que empleó con las muchachas, rencorosa. Claro, que todo esto pasó por la cabeza del visirtaní en silencio. De puertas hacia fuera cogió con rapidez los petates, el suyo y el de Fizban, poniéndose tras el enano, imitando su pose inquisitiva para con Nehira y Harpálice... ambas hechas una verdadera piltrafa. No debía ser buena idea echar a correr detrás de un chiflado con aquellas heridas... pero si el chiflado era el único que podía curarte de todos tus amigos a lo mejor no era tan mal plan...