Partida Rol por web

Escena de prólogo de Akil y Quentin.

Cerca de la ciudad, a un día de viaje se halla un enorme construcción. Pareciera un castillo o una fortaleza militar. Pero nada más lejos de eso. Allí viven varios magos y aprendices. Pasan gran parte de su vida escondidos entre laboratorios. Pero no siempre.

De ellos, Akil, a pesar de no ser el líder es el más importante para el reino. Es un miembro del consejo y su voz tiene gran peso en las desiciones del mismo rey. A veces representa a su alianza, otras a los magos y de vez en cuando a si mismo.

Cierto día se halla mirando el paisaje desde una ventana en forma de almena de su habitación, cuando recibe unos toques a la puerta. Abre despacio y entra Quentin. Es un chico vivaz que ha tomado a su cargo, tiene grandes habilidades manuales y buenos sentimientos. ¿Que noticias traerá ahora?

Minutos antes, había llegado una paloma con un mensaje. Enseguida te diste cuenta que traía la insignia real. Evidentemente un mensaje del trono.

Y eso mismo era. en su pata una carta dirigida a Akil, corres rápidamente hasta sus aposentos, ávido de entregar la misiva.

Akil ronda los 35 años a los ojos de cualquiera, pero en su mirada penetrante hay algo más profundo, aunque velado por la amabilidad y la alegría de vivir.

Se gira al escuchar los golpes, dando permiso para acceder al cuarto. Sonríe leve y acogedoramente la entrada de Quentín.

- Buenos días, Quentín. ¿Cómo os encontráis en este mágnifico día?

 Quentin entra en el cuarto de manera aturullada, el rojo de sus mejillas denota la carrera que se ha dado hasta los aposentos de su señor, y su respiracion entrecortada lo delata aún más. Apenas puede pronunciar palabra entre los continuos jadeos, pero finalmente acierta a contestar.

- Bi Bien se señor, me encuentro me encuentro perfectamente, pe pe pero señor, ha llegado una paloma señor, aquí está la carta que traía

Y presto entrega a su señor Aki el mensaje, farfullando atropelladamente al hacerlo

- Tiene el símbolo real señor, el símbolo real.

El mensaje es breve:
Estimado Akil, se le convoca a participar en una reunión del consejo que se realizará en la próxima semana. Recordad su encargo.

El encargo comprendes rápidamente de qué se trata. Hace algún tiempo que el rey busca a su hijo perdido. Y te ha encomendado que alguién de tu alianza tratara de encontrale a través de poderoso hechizos.

El mago en cuestión llevaba tiempo escondido en su torre y hasta ahora habías procurado no molestarle.

Akil sonrío ante el ímpetu del joven. Cogió un vaso de barro cercano que lleno del agua de una jarra de barro encima de la mesa. Se lo tendió al joven para que lo cogiera y luego le señaló una silla.
- Descansad. Venís agitado y así no llegaréis a lucir una buena barba blanca.

Toma la carta que trae Quentin, abriéndola tranquilamente, con confianza. Leyó en un golpe de vista, volviendo entonces su atención a Quentin. Espero hasta que este se hubiera calmado para volver a hablar.
- Manda una carta de vuelta confirmando nuestra asistencia al próximo consejo, si estáis interesado en acompañarme, por supuesto. En caso contrario, ¿podéis al menos confirmar mi asistencia, por favor?

Espera la contestación del muchacho para proseguir.
- Oh, Quentin, necesitaría que os encargarais también de los preparativos del viaje y sería interesante saber que se dice entre la gente sencilla acerca de la sucesión al trono. Su voz también se debería oír. ¿Podéis encargaros de estas tareas, por favor?

Cuando se vaya Quentin a hacer los encargos Akil irá a ver al mago.

No quería que estuviera sin hacer nada mientras que voy a hablar con el mago y Akil no ve correcto mezclar a mundanos en asuntos de magos, aunque sean mundanos de su confianza.

Toc toc, a la puerta del mago.

Al escuchar la invitación de Akil para acompañarle, el corazón se le acelera a Quentin, no obstante esta vez logra controlarse y presentar una aparente calma, aunque el brillo de sus ojos delata la emoción que le producen los acontecimientos.

- Si señor, dejadlo en mis manos, descuidad. Ahora mismo envío la carta confirmando nuestra presencia y comienzo los preparativos del viaje

Mientras dice esto Quentin se dirige a la salida de los aposentos, y cuando está ya en la puerta se vuelve hacia su interlocutor y exclama;

- Ah, señor y por supuesto, dejad de mi mano recoger los rumores que circulan por ahí acerca de la sucesión al trono ... eso es pan comido para mí

Y con una enorme sonrisa abandona la estancia 

Adelante. una voz ronca le llama, quizás con un tono molesto. Un mago con rostro serio y aire de experiencia. Al principio se muestra serio, pero al final se libera y con un gesto cortés hace pasar a Akil.

Hermano, supongo qué es lo que le trae. Pero tomad asiento primero. Y le señala una silla.

Por supuesto información y tabernas. Parece una suma sencilla. Así que entras a la primera que encuetras. Te sientas a la barra y pides una cerveza. El ambiente es alegra hay un bardo tocando un laúd, y la gente celebra con cerveza en sus mesas.

Te refieres a que ponga en la ficha de mi personaje la historia que cree para el? y debo poner tambien las habilidades y demas? o eso no hace falta?

dime que debo añadir a la ficha y lo pondre ...

Akil saluda con una inclinación de cabeza a su hermano, sonriendo afable cuando le da permiso para entrar.

- Buenos días, sodale. Me alegra verle, hace tiempo que tengo el placer de verlo. 

Toma asiento tal y como le indica, esperando educadamente a que el otro comience, sin presionarle, ya que se da cuenta de que su compañero es consciente de la situación.

EL mago se mesa la barba antes de responderle. Sabéis que los hechizos para buscar al príncipe han sido vanos. Este tiempo lo he pasado desarrollando poderosos hechizos de Intélego. Dice esto mientras camina de un lado por la habitación. He gastado precioso vis en rituales y no había señal de respuesta. Pero mi sorpresa ha sido tener un leve éxito. Y con algo relativamente sencillo. Se deja caer sobre una butaca. Creo que nuestros mapas están incompletos, pues hay una leve señal hacia el nor-oeste. ¿Habéis escuchado alguna vez de la Isla Fantástica Karveig? Los bárbaros del norte cuentan historias heérticas sobre las almas de los guerreros que viajan hacia ella.

Akil se queda callado, tratando de recordar alguna historia sobre la isla de Karveig, pero ninguna le viene a la memoria.

- Lo lamento. No he podido dedicar mi atencion todo lo que debiera a estudiar las culturas, mitos y leyendas extranjeros. ¿Podríais ilustrarme más sobre el tema? Tengo la impresión de que esta conversación se va a volver más interesante por momentos. - le mira con una leve sonrisa amistosa - ¿Me equivoco?

Una hermosa vhica se te acerca: ¿Te puedo taer algo? La mayoría de la gente no parece fijarse en tí. Junto a tí está sentado un hombre de rala barba bebiendo una enorme garraja de cerveza. Al otro lado hay dos soldados conversando:

Esa chica, Amarantha, nos está explotando. comenta uno.
Amarantha es un General de gran capacidad. responde el otro.

Sigues el hilo de la conversación y te parece comprender que es un nuevo general al frente de una de las compañias y que está entrenando fuertemente a los soldados.

Verá, y saca un enorme mapa del mundo conocido y lo coloca sobre una mesa. Los bordes están rodeados de agua. Puedes identificar con facilidad los lugares más notables. Avazaldar, La ciudad "Santa" Damacria, y la gran torre de magia. Dice algunas palabras que identificas como un hechizo para encontrar personas. (Intelego Corpus). Hay una pequeña ficha sobre el mapa que te recuerda a un joven soldado. Cuando termina de invocar el hechizo la figurita se mueve desde el centro hasta el norte del mapa. Pero luego al terminarse la tierr sigue avanzando hasta el noroeste donde debería haber agua. Y se detiene una vez fuera del mapa.

¿Comprendes? Si hubiera muerto el joven Gattar simplemente no hubiera ocurrido nada. Por eso he buscado estos libros alguna referencia de tierras míticas desconocidas, y allí fue donde leí la leyenda de la Isla Karveig. Los bárbaros aseguran de sus espíritus van hacia allá al morir. Me parece un poco de superchería. Pero quizás alla algo cierto en el fondo de ello.

Akil observa fascinado la explicación de su compañero, quedando pensativo varios segundos tras finalizar aquel su disertación. Al final se encoge de hombros, con una pequeña sonrisa.
- Para algunos nuestras creencias mágicas también son simples supercherías, para otros las creencias en los duendes también lo son, y de buen seguro habréis visitado en alguna ocasión una Regio Feerica. Probablemente se trate de alguna Regio Mágica o algún otro tipo de Regio, cuya ubicación física esté más lejos de la tierra conocida. - se reclina un poco - La cuestión está ahora en descubrir cual puede ser el acceso a esa Regio desde algún punto del mundo conocido, si es que existe tal punto. Una travesía en barco hacia el fin del mundo sería demasiado temerario para la mayoría de los mundanos. ¿Podría tener acceso a los libros con referencias a la isla Karveig?